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1.

MODELOS ATÓMICOS
1.1. La materia y los átomos
Desde la antigüedad, se consideró que la materia era continua e indivisible hasta que en el siglo XVIII
diversos experimentos confirmaron que era posible separarla en partículas más pequeñas que llamamos
átomos.

1.2. Los átomos de Dalton


En 1808 Dalton (1766-1844) sentó las bases de la teoría atómica al postular que la materia estaba
compuesta por unidades elementales, que denominó átomos. Su hipótesis se basó en los siguientes
postulados:
▪ Los elementos están constituidos por átomos, que son partículas materiales independientes,
inalterables e indivisibles.
▪ Los átomos de un mismo elemento son iguales en masa y en el resto de propiedades.
▪ Los átomos de distintos elementos tienen diferentes masas y propiedades.
▪ Los compuestos se forman por la unión de los átomos de los correspondientes elementos en base a
una relación de números enteros sencilla.
▪ En las reacciones químicas, los átomos ni se crean ni se destruyen, solamente se redistribuyen para
formar nuevos compuestos.

Estas ideas de Dalton suponen el primer modelo teórico para explicar la Química
moderna.

Fig. 1. Representación del Modelo Atómico de Dalton

1.3. El modelo de Thomson


En 1898, Joseph J. Thomson (1856-1940), propuso su modelo atómico, que suponía
básicamente la existencia de una esfera de electricidad positiva (pues todavía no se
habían descubierto los protones como partículas individuales), que incluía encajados
tantos electrones como fueran necesarios para neutralizarla (Fig. 2). El primer
modelo atómico ideado por J.J. Thompson muestra sus electrones distribuidos al
azar por todo el volumen que ocupan los protones. Puede resumirse como:
“El átomo es una esfera uniformemente cargada de protones, dentro de la cual se
encuentran los electrones”
Fig. 2. Representación del Modelo Atómico de Thomson

1.4. El descubrimiento de las Partículas Subatómicas


Hoy en día, sabemos que la estructura interna de los átomos es la clave del comportamiento químico de
los diferentes elementos. Para conocerla, los científicos utilizan la información que se obtiene de
experimentos que estudian cómo se comporta la materia al hacerla interaccionar con la energía.
Ernest Rutherford (1871-1937) realizó en 1914 una experiencia utilizando gas hidrógeno por ser el tipo de
átomo más sencillo, con lo que las partículas positivas obtenidas debían ser las más pequeñas que
pudieran existir. Comprobó que:
▪ Su carga positiva era del mismo valor que la negativa del electrón.
▪ Su masa era alrededor de 1836 veces mayor.
▪ Denominó protones a estas partículas.
1.5. La estructura atómica
Una vez descubierta la existencia de partículas negativas y positivas como partículas componentes de los
átomos, era preciso explicar cómo se estructuraban para formarlos. Los científicos proponían diversos
modelos que intentaban explicar la constitución de los átomos. Vamos a describir a continuación los dos
modelos primitivos más importantes.

1.6. Experimento de Rutherford


El científico británico Ernest Rutherford, en 1911, a fin de obtener información acerca de la estructura de
los átomos, propuso un experimento consistente en bombardear con partículas α una lámina de oro de
unos 5000 Å de grosor, que tiene una anchura de unos dos mil átomos, observando los choques de las
partículas que la atravesaban sobre una pantalla situada detrás de ella (Fig. 3).

Fig. 3.
Experimento de Rutherford. Fig. 4.
Desviación de las partículas al atravesar la lámina de
oro.

Rutherford esperaba que las «pesadas» partículas a (núcleos de helio, es decir, iones de He 2+), con gran
energía cinética, atravesarían la lámina con facilidad, ya que sus átomos tendrían la carga positiva
uniformemente distribuida, según el modelo postulado por para su sorpresa, algunas se desviaban
claramente, e incluso otras rebotaban en la lámina (Fig. 4).

1.7. Modelo Atómico de Rutherford


En relación a su experimento, Ernest Rutheford (Fig. 5) obtuvo algunas afirmaciones entre las que se
encuentran:
▪ Todo átomo está formado por núcleo y corteza.
▪ En el núcleo reside la carga positiva y casi toda la masa del átomo.
▪ En la corteza están los electrones girando en torno al núcleo describiendo orbitas circulares. La
mayor parte del átomo es espacio vacío.
▪ El núcleo es muy pequeño en relación al átomo (10000 veces menor).
▪ La cantidad de protones en el núcleo es igual a la cantidad de electrones que giran alrededor de él.
Además de estas ideas, Rutherford intuyó la existencia de otra partícula subatómica ya que la masa del
núcleo no se correspondía con la masa de los protones, sino que era apreciablemente mayor; además no
encontraba respuesta a “¿cómo pueden los protones mantenerse unidos en un espacio tan pequeño,
siendo que todos tienen carga positiva y por lo tanto deberían repelerse?”
A partir de estos razonamientos, Chadwick en 1932, descubrió experimentalmente esta
nueva partícula sin carga eléctrica bautizada neutrón, con una masa similar a la del protón y
cuya función sería la de servir de aislante entre los protones confiriendo estabilidad al núcleo.
Fig. 5. Representación del Modelo Atómico de Rutherford

1.8. Niveles energéticos atómicos


Los espectros atómicos obtenidos experimentalmente sugerían la existencia de ciertos estados energéticos
de los átomos, de manera que los electrones tendrían diferentes energías que corresponderían al nivel
energético en el que se encontrasen.
En 1913, el físico danés Niels Bohr (1885-1962) propuso un nuevo modelo atómico, que tenía en cuenta
la existencia de dichos niveles energéticos, y que además solucionaba las limitaciones del modelo de
Rutherford. Este modelo, supone que cada electrón ocupa un determinado escalón de energía en el átomo.
Bohr pensaba que estos niveles de energía estaban relacionados con el movimiento que hace el electrón
al describir órbitas alrededor del núcleo.
Para explicar los espectros atómicos, Bohr utilizó las ideas cuánticas de Max Planck (1900) y Albert Einstein
(1905) quienes habían demostrado que la luz, además de tener propiedades de onda también tiene las
propiedades de las partículas.
Así, podemos considerar que la luz es una onda constituida por pequeños paquetes de energía
denominados “cuantos” de energía o “fotones”. Bohr supuso en su modelo que los electrones pueden pasar
de un nivel energético a otro –es decir, pueden cambiar de escalón energético–, mediante la absorción
(ganancia de energía) o emisión (pérdida de energía) de un fotón, con una energía igual a la diferencia
energética existente entre ambos niveles; es decir:
Los electrones en el átomo se encuentran ocupando ciertos niveles energéticos. Cuando todos ellos
ocupan los niveles de menor energía posible, se dice que se hallan en el estado fundamental (basal).
Si se transmite energía al átomo, uno o varios electrones toman la energía necesaria para pasar a otro nivel
superior, lo que se conoce como estado excitado del átomo. Posteriormente vuelven a sus estados iniciales
directamente o bien pasando por otros niveles intermedios, emitiendo, en forma de fotones, la energía
radiante correspondiente al tránsito efectuado (Fig. 6).
Las líneas observadas en los experimentos de espectros atómicos recogen los fotones emitidos en estos
tránsitos entre niveles. A cada nivel energético se le asigna un número cuántico, simbolizado por la letra
n; el más bajo es el n = 1, el segundo es el n = 2, y así sucesivamente.

Fig. 6. Tránsito entre niveles. a) Átomo con electrón en estado fundamental; b) Átomo
excitado, su electrón al absorber energía ha pasado al nivel 3; c) Situación
en la que el electrón vuelve al nivel fundamental emitiendo radiación
electromagnética; d) Situación en la que el electrón vuelve a un nivel
de menor energía emitiendo radiación electromagnética.

Haciendo uso de estos principios, Niels Bohr presentó el primer modelo atómico basado en la cuantización
de la energía (Fig. 7), cuyos postulados básicos son los siguientes:
▪ El átomo consta de un núcleo en el que está localizada toda la carga positiva y casi toda la masa del
núcleo.
▪ El electrón describe órbitas circulares alrededor del núcleo.
▪ Cada órbita tiene un radio y una energía determinada y se indica con un número “n” llamado número
cuántico, que toma valores enteros: 1, 2, 3, 4, 5 etc.
▪ El electrón no puede girar alrededor del núcleo en cualquier órbita. Sólo tiene permitido girar en
aquella órbita cuya energía sea igual a la suya.
▪ Cuando el electrón se mueve en su órbita no pierde energía.
▪ El estado fundamental o basal del electrón es el de menor energía, o sea el más cercano al núcleo.
Los estados de energía mayores que éste (órbitas de mayor radio), se consideran estados excitados
y se producen cuando el electrón absorbe energía.
Para que un electrón pueda pasar de una órbita a otra más alejada del núcleo tiene que absorber energía,
si lo hace en sentido inverso, libera energía; absorbe y libera un “fotón” respectivamente. “La energía de
este fotón es igual a la diferencia de energía entre ambas órbitas”. ∆E = E2 – E1

Cuando la teoría de Bohr fue contrastada con experiencias de espectroscopia, pudo dar explicaciones
satisfactorias para el átomo de hidrógeno, pero no para los restantes átomos.

Fig. 7. Representación del Modelo Atómico de Bohr

2. MODELO ATÓMICO CUÁNTICO


Debido a las limitaciones que ofrecía el Modelo de Bohr, se introdujeron algunas modificaciones, y mientras
esto sucedía se fue acumulando evidencia de que las propiedades de los electrones de los átomos no se
podían explicar utilizando la mecánica clásica de la forma que lo había hecho Bohr.
Aun después de los perfeccionamientos más minuciosos, la teoría de Bohr no pudo explicar los detalles
del espectro de los átomos multielectrónicos, ni pudo proporcionar una representación satisfactoria del
enlace químico. Estos y otros fracasos pusieron en claro que las ideas de Bohr solo podían ser pasos o
aproximaciones a una teoría atómica universalmente aplicable.
A la teoría aceptada en la actualidad para explicar el comportamiento de las partículas subatómicas, se la
conoce con el nombre de “mecánica cuántica” o “mecánica ondulatoria” y está basada en dos ideas
fundamentales.

2.1. Dualidad Onda-Partícula del Electrón:


De Broglie tomó algunas de las ecuaciones usadas anteriormente por Einstein para describir los fotones
de luz, y las reordenó para calcular las longitudes de onda de las partículas en movimiento. El sugirió que
todas las partículas de la materia también tenían propiedades de ondas y observó que cuanto mayores
son la masa y la velocidad de la partícula, más corta es su longitud de onda. Por tanto se acepta el hecho
de que, con independencia de lo que sean los electrones y los fotones, tienen una naturaleza dual; en
algunos experimentos se comportarán como partículas y en otros como ondas.

2.2. Principio de Incertidumbre de Heisenberg:


Establece que hay un límite en la precisión con que se pueden determinar simultáneamente la posición y
la velocidad de una partícula. La determinación simultánea y exacta de la posición y la velocidad es todo
lo que se requiere para describir una trayectoria, por lo que el principio de incertidumbre indica, en otras
palabras, que existe un límite a la exactitud con que se puede conocer la trayectoria (hacia donde se dirige)
de una partícula.
A partir de estos postulados surgió la necesidad de abandonar el viejo concepto de órbita y remplazarlo
por el de orbital.
Un orbital atómico es el espacio alrededor del núcleo en el que hay mayor probabilidad de encontrar al
electrón. Es decir, se sabe que hay una alta probabilidad de encontrar al electrón dentro del orbital, aunque
no se conoce su exacta localización.
En vista de lo propuesto por Broglie y Heisenberg, Schrödinger formuló una
ecuación denominada “Ecuación de Onda de Schrödinger” para describir
matemáticamente el comportamiento del electrón (Fig. 8). Se han realizado
estudios teóricos completos del átomo de hidrógeno utilizando esta ecuación y los
resultados concuerdan con la información experimental en todos los detalles. Al
aplicar esta ecuación al átomo de hidrógeno, aparecen como una consecuencia
matemática directa, los cuatro “números cuánticos” que veremos más adelante.
Fig. 8. Representación del Modelo Atómico de Schrödinger

Dado que el cuadrado de una función de onda es proporcional a la probabilidad de encontrar un electrón
en un volumen de espacio en particular dentro del átomo. Esta función a menudo se llama la densidad de
probabilidad.
La densidad de probabilidad para un electrón se puede visualizar en diferentes formas. Por ejemplo, se
puede representar por una gráfica en la que la variación de la intensidad del color se usa para mostrar las
probabilidades relativas de encontrar un electrón en una región dada en el espacio. Entre más grande sea
la probabilidad de encontrar un electrón en un volumen en particular, más alta será la densidad de color
en esa región. La imagen siguiente (Fig. 9) muestra las distribuciones de probabilidad para los orbitales
esféricos 1s, 2s y 3s.

Fig. 9. Las distribuciones de probabilidad para los orbitales 1s, 2s y 3s. Mayor intensidad de color indica las regiones en las que hay mayor
probabilidad de que los electrones existan. Los nodos indican las regiones en las que un electrón tiene cero probabilidades de encontrarse.

2.3. Estructura del átomo


Los átomos contienen partículas más pequeñas denominadas partículas subatómicas. Estas partículas son
los protones, los neutrones y los electrones. Los protones poseen carga positiva (+), los electrones carga
negativa (-) y los neutrones no tienen carga.

Partícula Carga Masa en


Símbolo
gramos
-1
electrón e 9,110.10-28
+1
protón P 1,673.10-24
0
neutrón n 1,675.10-24
El átomo posee un núcleo, donde se localizan los protones y los neutrones que son las partículas
subatómicas de mayor masa. En el núcleo se concentra prácticamente toda la masa del átomo. El núcleo
de un átomo tiene un diámetro de aproximadamente 1.10 -15 m, esto es, un tamaño aproximadamente
10.000 veces menor que el tamaño atómico. Los electrones se encuentran en la parte exterior del átomo,
rodeando al núcleo, y se mueven en regiones definidas del espacio llamadas orbitales; los electrones son
1838 veces más livianos que los protones.
Todos los átomos de un mismo elemento tienen el mismo número de protones. El número de protones que
posee un átomo se denomina número atómico (Z) y se usa para identificar a cada elemento. Dado que los
átomos son eléctricamente neutros, el número de protones es igual al número de electrones.
Por ejemplo, en el caso del H (hidrógeno) Z = 1, se deduce que un átomo de H posee un protón y 1 electrón
alrededor de su núcleo. Un átomo de Au (oro) con Z = 79, tiene 79 protones y 79 electrones alrededor de
su núcleo.
Por otro lado, el número de protones y el número de neutrones determinan la masa del núcleo, por lo tanto,
para cualquier átomo el número de masa o número másico (A) es la suma del número de protones y el
número de neutrones.

Z = número de protones
A = número de protones + número de neutrones

Por lo tanto,

𝑨=𝒁+𝒏

O sea que si deseáramos saber el número de neutrones presentes en el átomo, sólo deberíamos despejar
la ecuación anterior:

𝒏=𝑨−𝒁

2.4. Niveles energéticos del electrón


La mayor parte del átomo es espacio vacío en donde los electrones se mueven libremente, lo que significa
que poseen energía. Pero no todos tienen la misma energía, sino que se van agrupando en diferentes
niveles energéticos.
Los niveles de energía de un átomo se pueden pensar como los distintos escalones de una escalera. A
medida que subes o bajas la escalera, debes pasar de un escalón a otro, y no puedes detenerte en un
nivel entre los mismos. En los átomos sólo hay electrones en los niveles energéticos disponibles y la
energía total (tanto cinética como potencial) de un electrón cambia conforme se mueve de un nivel a otro
dentro del átomo.

Número cuántico principal “n” indica el nivel de energía y toma Nro. máximo total
valores enteros positivos comenzando desde n = 1. El número Nivel principal de de
máximo de electrones permitidos en cada nivel energético está energía electrones
2
dado por 2n como se puede visualizar en la siguiente tabla. (2n2)
1 2

Número cuántico secundario (número cuántico del momento 2 8


angular) “l”; como su nombre indica determina el momento angular
del electrón, correspondiendo los valores más altos de “l” a un 3 18
momento angular mayor. Si el electrón tiene momento angular,
tiene energía cinética de movimiento angular, y la cantidad de esta 4 32
energía cinética angular está limitada por la energía total del
electrón. Así, no es de sorprender que la teoría restrinja los valores permitidos de “l” de acuerdo con el
valor de “n”. Tanto la teoría como la experimentación demuestran que “l” puede asumir todos los valores
enteros comprendidos entre 0 y n – 1 inclusive: es decir, 0, 1, …., n-2, n-1.
El número cuántico “l” indica el subnivel energético en el que ingresa el electrón. Para nombrar cada uno
de los subniveles se utilizan tanto números como letras:

“l” 0, 1, 2, 3

Subnivel s, p, d, f
n l Nombre del
El número de subniveles en cualquier nivel es igual a su subnivel
número cuántico principal.
1 0 1s
2 0, 1 2s, 2p
El “número cuántico I” indica también la forma del orbital que
ocupa el electrón. Hasta ahora hemos estado viendo 3 0, 1, 3s, 3p, 3d
orbitales s, los cuales son esféricos. Así que la distancia 2
desde el núcleo es el factor principal que afecta la
distribución de probabilidad de un electrón. Sin embargo, 4 0, 1, 4s, 4p, 4d,
para otros tipos de orbitales como p, d y f, la posición angular 2, 4f
del electrón relativa al núcleo también se vuelve un factor en 3
la densidad de probabilidad. Esto lleva a formas orbitales
más interesantes, como las de la siguiente imagen. (Fig. 10).

Fig. 10.
Formas de los orbitales.

Número cuántico magnético “m”; un electrón con momento angular se puede considerar como una corriente
eléctrica circulando en un anillo y, en consecuencia, se espera y se observa un campo magnético debido
a esta corriente. El magnetismo observado está determinado por el valor de “m”. Como este magnetismo
tiene su origen eventual en el momento angular del electrón, es razonable que los valores permitidos de
“m” dependan del valor de “l”.
Tanto la teoría como la experimentación demuestran que “m” puede asumir todos los valores enteros
comprendidos entre –“l” y + “l”, incluido el 0; es decir que “m” puede tener en total: (2 . “l” + 1) valores.
Número cuántico magnético del spin del electrón “s”; además del efecto magnético producido por su
movimiento angular, el electrón tiene un momento angular intrínseco. Una partícula cargada que gira
alrededor de su propio eje se comporta como un pequeño imán, por lo que se dice que el electrón tiene
momento angular de spin. El número cuántico asociado a este spin tiene solamente dos valores posibles,
referidos a sus únicas dos posibilidades de rotación s = +½, -½.
Dos electrones que giren en el mismo sentido generan campos magnéticos del mismo signo, por lo tanto,
se repelan, es decir: Para que todos los electrones se encuentren en el mismo orbital, deben tener spines
opuestos. Sin embargo, hay una limitación con respecto a los valores que se le pueden asignar a estos
números cuánticos. Esto se manifiesta en el Principio de Exclusión de Pauli, que establece que: “En un
átomo no pueden existir dos electrones con los cuatro números cuánticos iguales”.

2.5. Principio de Mínima Energía de Aufbau


Los electrones se ubican en un átomo de tal manera que les corresponda el menor valor de energía posible.
La secuencia de llenado de los subniveles, según su energía creciente es:

1s, 2s, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p, 7s, 5f, 6d, 7p, 6f, 7d, 7f

Se debe señalar que el subnivel 4s posee menos energía que el 3d, y el 5s menos que el 4d; como los
orbitales se llenan de acuerdo con estados de energía crecientes, estas alteraciones se deben tener en
cuenta para escribir correctamente la configuración electrónica de los distintos elementos.
El Diagrama de Möeller es una regla nemotécnica que permite conocer esta ordenación energética.

Diagrama de Möeller
2.6. Configuraciones electrónicas de los elementos
Se llama configuración electrónica de un elemento a la expresión simbólica de la distribución de los
electrones en niveles y subniveles.
Se simboliza con:
1. Un número que es el Número Cuántico Principal e indica el nivel.
2. Una letra que representa el Número Cuántico Secundario e indica el subnivel (s, p, d, f).
3. Un superíndice que indica el número de electrones en el subnivel.
4. La suma de todos los superíndices indica la cantidad total de electrones.

A modo de ejemplo podemos ver el átomo de Zinc: El Zn tiene número atómico 30 y su configuración
electrónica es: 1s22s22p63s23p64s23d10.
Esta notación puede abreviarse colocando entre corchetes el gas noble anterior al elemento de la siguiente
manera: [Ar] 4s23d10
2.7. Electrones de valencia
Las propiedades químicas de los elementos representativos se deben, principalmente a los electrones de
valencia, que son los electrones que se encuentran en los niveles energéticos externos. Estos son los
electrones que intervienen en los enlaces químicos.

2.8. Iones
El núcleo de un átomo no cambia en los procesos químicos ordinarios, pero los átomos pueden adquirir o
perder electrones fácilmente. Si a un átomo neutro le agregamos o le quitamos electrones, se forma una
partícula cargada llamada ion. Un ion con carga positiva se denomina catión; un ion con carga negativa es
un anión. Por ejemplo, el átomo de sodio que tiene 11 electrones y 11 protones, pierde con facilidad un
electrón. El catión resultante tiene 11 protones y 10 electrones, y por tanto tiene una carga neta de +1. La
carga neta de un ion se representa con un superíndice; +, +2, +3 indican una carga neta que resulta de la
pérdida de uno, dos y tres electrones, respectivamente. Los superíndices -, -2, -3 representan cargas netas
que resultan de la ganancia de uno, dos y tres electrones, respectivamente.

Esquemáticamente, la formación de un ion Na + a partir de un átomo de Na sería la siguiente:

El cloro, con 17 protones y 17 electrones, a menudo gana un electrón en las reacciones químicas,
produciendo en ion Cl-:

Á𝒕𝒐𝒎𝒐 𝒏𝒆𝒖𝒕𝒓𝒐 + 𝒆𝒍𝒆𝒄𝒕𝒓ó𝒏 → 𝒊𝒐𝒏


𝒏𝒆𝒈𝒂𝒕𝒊𝒗𝒐 (𝒂𝒏𝒊ó𝒏)

Á𝒕𝒐𝒎𝒐 𝒏𝒆𝒖𝒕𝒓𝒐 − 𝒆𝒍𝒆𝒄𝒕𝒓ó𝒏 → 𝒊𝒐𝒏


𝒑𝒐𝒔𝒊𝒕𝒊𝒗𝒐 (𝒄𝒂𝒕𝒊ó𝒏)

2.9. Variaciones en la masa de los átomos: ISÓTOPOS


Se ha visto que los átomos del mismo elemento tienen el mismo número de protones y electrones. Sin
embargo, los átomos de algunos elementos no son completamente idénticos porque pueden tener distinto
número de neutrones.
Así surgen los isótopos, que son átomos del mismo elemento que poseen distinto número de neutrones.
Para diferenciar a los diferentes isótopos se coloca el Número Másico A como superíndice a la izquierda
del símbolo químico. Por ejemplo, todos los átomos del elemento magnesio (Mg) tienen 12 protones, pero
algunos de estos átomos tienen 12 neutrones y otros 13 e incluso 14 neutrones. Estas diferencias hacen
que sus masas sean diferentes, pero no su comportamiento químico. Los tres isótopos del Mg tienen igual
número atómico pero distinto número másico. Se los representa como: 24Mg, 25Mg, 26Mg.
En el caso del H, sus tres isótopos reciben nombres especiales: 1H (protio); 2H (deuterio); 3H
(tritio)
Esto ocurre igualmente en muchos de los elementos. En realidad, son mezclas de átomos de números
másicos distintos. En los 90 elementos que se encuentran en la naturaleza, se observan 280 isótopos, que
se denominan por ello isótopos naturales. Por otro lado, los isótopos artificiales se preparan en el
laboratorio, ya sea aumentando el contenido neutrónico de los átomos estables al bombardear sus núcleos
con partículas radiactivas, o bien en la obtención de nuevos elementos. Se han observado más de 2000
hasta ahora.
Ahora se puede definir lo que se conoce como masa atómica de un elemento, que es la masa promedio
de todos los isótopos de dicho elemento que ocurren en la naturaleza, con base en la abundancia y la
masa de cada isótopo. Este número es el que aparece debajo del símbolo en la tabla periódica.
Se define la uma (unidad de masa atómica) como un doceavo de la masa de un átomo de carbono 12 ( 12C),
por lo que el átomo de C tiene una masa de exactamente 12 uma.
En la siguiente tabla se muestran algunos ejemplos:

Elemento Masa atómica


Isótopo
(uma)

Litio 6Li, 7Li 6,941

Carbono 12C, 13C,


12,01
14C

32S, 33S,
Azufre 34S, 32,07
36S

La abundancia relativa de los isótopos obliga a determinar las masas atómicas de los elementos teniendo
en cuenta su proporción en la naturaleza. Es lo que se denomina masa isotópica, o simplemente masa
atómica del elemento.
La forma de calcularla es realizando la media ponderada de las masas de los isótopos teniendo en cuenta
para cada elemento su correspondiente riqueza:

𝑴𝒂𝒔𝒂 𝒂𝒕ó𝒎𝒊𝒄𝒂 (𝒆𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐) =

𝟏𝟎𝟎
𝑆𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝐴L, 𝐴N, 𝐴O 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑠𝑎𝑠 𝑦 (%)L, (%)N,(%)O 𝑙𝑎𝑠 𝑎𝑏𝑢𝑛𝑑𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑖𝑣𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠
𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑖𝑠ó𝑡𝑜𝑝𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑒 𝑒𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜.

2.9. Molécula
Como ya se conoce que son los átomos, su estructura y las masas atómicas relativas, estamos en
condiciones de comenzar a ver en detalle las moléculas.
A los átomos rara vez se los encuentra en la naturaleza de forma aislada, debido a que la mayoría son
demasiados reactivos, por lo tanto los átomos tienden a combinarse unos con otros para formar moléculas,
las que son estructuras mucho más estables y por lo tanto menos reactivas.
La molécula es la unidad estructural básica de las sustancias. Cada molécula es un conjunto de átomos y
para poder describirlas se emplea lo que se denomina fórmula química. En cada fórmula química, mediante
un subíndice ubicado a la derecha de su símbolo, se indica la cantidad de átomos que componen la
molécula.

2.10. Mol
Aun las muestras más pequeñas que se manejan en el laboratorio con tienen números enormes de átomos,
iones o moléculas. Resulta conveniente tener una unidad especial para describir cantidades tan grandes
de objetos. Esta idea no es nueva, en la vida cotidiana usamos unidades de conteo como docena (12
objetos), resma de papel (500 hojas de papel), par (2 objetos).
En química, las partículas como átomos, moléculas e iones se cuentan por mol. El mol se define como la
cantidad de sustancia que contiene 6,022.10 23 partículas. Este número tan grande se llama Número de
Avogadro, en honor a un físico italiano.
Un mol de un elemento siempre tiene un número de Avogadro de átomos, un mol de un compuesto contiene
un número de Avogadro de moléculas o de unidades fórmula.

2.11. Masa Molar


Para cualquier elemento, la masa molar es la cantidad en gramos igual a la masa atómica de dicho
elemento. Por ejemplo, si se necesita 1 mol de átomos de C, primero se busca la masa atómica del C en
la tabla periódica, que es 12,01, entonces para obtener 1 mol de átomos de C debemos pesar 12,01 g. Por
lo expuesto vemos que la masa molar de un elemento es numéricamente igual a la masa atómica pero
expresada en gramos y la podemos obtener de la tabla periódica. Es decir, por ejemplo:
Un átomo de oro tiene una masa de 197 uma, un mol de átomos de oro pesa 197g
Una molécula de agua tiene una masa de 18,0 uma, un mol de moléculas de agua pesa 18,0 g

2.12. Volumen Molar Normal


Cuando se infla un globo, su volumen aumenta porque se agregan más moléculas de aire. Cuando una pelota
tiene un orificio y parte del aire se escapa, su volumen disminuye. En 1811, Avogadro estableció que el volumen
de un gas se relaciona directamente con el número de moles de ese gas cuando no cambian ni la temperatura
(T) ni la presión (P), es decir, a T y P constantes, si el número de moles aumenta, aumenta el volumen.
Se determinó que el volumen que ocupa un mol de cualquier gas en Condiciones Normales de Presión (1 atm)
y Temperatura (273 K ≡ 0°C) es siempre 22,4 litros.

3. TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS


En 1869, el químico ruso, Dimitri Mendeleiev ordenó los elementos conocidos según su “pesos atómicos” (hoy
llamados masas atómicas) en secuencias regulares, de manera que los elementos con propiedades similares
ocuparan la misma columna, así determinó que las propiedades físicas y químicas de los elementos varían en
forma periódica, lo que denominó Ley Periódica.
Cada elemento aparece en la tabla en un casillero representado por su símbolo. En ese casillero figuran otros
datos referidos al elemento, como número atómico (Z), masa atómica y configuración electrónica.
Cada hilera horizontal, en la tabla periódica se denomina período, se pueden contar 7 períodos en total, el
primer período contiene 2 elementos, el segundo y el tercero tienen 8 elementos, el cuarto y el quinto 18
elementos, el sexto 32 elementos y el séptimo contiene los 29 restantes pudiendo llegar a los 32.
Cada columna vertical de la tabla periódica contiene un grupo (o familia) de elementos que tienen propiedades
similares. En lo alto de cada columna hay un número del 1 al 18 con que se designa a cada grupo, o en
nomenclatura más antigua subgrupos A y B con el número de grupo en números romanos. La versión más fácil
de utilizar y más estrechamente relacionada con las estructuras de los átomos es la llamada forma larga (que
se usa en la actualidad). Dicha Tabla Periódica está constituida por varias columnas llamadas grupos,
abarcando a toda la familia de elementos y por filas denominadas períodos.
▪ Los elementos que se encuentran dentro de un mismo grupo tienen propiedades químicas similares.
▪ Los elementos que se encuentran dentro de un mismo período tienen propiedades que cambian en
forma progresiva a través del mismo. El número de período se relaciona con el mayor nivel energético
de la configuración electrónica externa.
Hay una correspondencia entre la configuración electrónica (CE) y la ubicación en la tabla periódica. Al
considerar al último electrón con que se llena un orbital, electrón de valencia, es posible observar distintos
bloques en la tabla periódica (Fig. 1):
▪ Los elementos del bloque s o p se designan Elementos Representativos
▪ Los elementos del bloque d se denominan Elementos de Transición
▪ Los elementos del bloque f son Elementos de Transición Interna

Fig. 1.
Distribución de bloques.

Algunos de los grupos de la tabla poseen, a su vez, nombres característicos que se emplean con frecuencia.
IA Metales Alcalinos (excepto el H)
IIA Metales Alcalinotérreos
VIIA Halógenos
VIIIA o O Gases Nobles

Los elementos pueden clasificarse según sus propiedades características en metales, no metales, metaloides
y gases nobles (Fig. 2).
Los metales presentan brillo propio característico, son maleables (se convierten en láminas), dúctiles (se
convierten el hilos), buenos conductores del calor y la electricidad, y en su mayoría sólidos a temperatura
ambiente.
Los no metales en cambio, resultan malos conductores del calor y la electricidad, a temperatura ambiente
pueden ser sólidos, líquidos y gaseosos.
Los metaloides son aquellos elementos que comparten algunas características de los metales y algunas de los
no metales.
Los gases nobles, en tanto son gases a temperatura ambiente y se caracterizan por su casi total inactividad
química.
Fig. 2.
Clasificación de los elementos en la Tabla
Periódica.

3.1. Propiedades Periódicas


Las propiedades químicas de los elementos, y buena parte de las físicas, dependen de los electrones del último
nivel, por lo que la colocación de los elementos en la tabla periódica, que está relacionada con ellas, estará
ligada con dicha estructura electrónica. Así, estudiaremos a continuación algunas de las propiedades de los
elementos y su variación periódica.

3.1.1. Radio Atómico


Existen varios motivos por los cuales es imposible medir el radio de un átomo como si fuese una pelota de tenis:
por un lado es imposible aislar un átomo para medirlo; por otro lado, según el Principio de Incertidumbre de
Heisenberg es imposible determinar la posición de los electrones, ya que los mismos se encuentran en una
nube difusa alrededor del núcleo.
Como consecuencia, es imposible decir dónde termina el átomo, por lo que se define actualmente el radio
atómico como:
“La mitad de la distancia entre los núcleos de dos átomos iguales, unidos mediante un enlace químico.”
El radio atómico disminuye de izquierda a derecha en un período ya que en ese sentido aumenta la carga
nuclear efectiva y aumenta de arriba hacia abajo en un grupo ya que en ese sentido aumenta el valor de “n”.

3.1.2. Energía de ioniz a ción (o potencial de ionización)


La energía de ionización es la energía mínima que hay que suministrar a un átomo gaseoso en su estado
fundamental para extraerle completamente un electrón, transformándolo en un catión con número de oxidación
+1.
El proceso que tiene lugar es: 𝑨(𝒈) + 𝐄𝒊 → 𝑨](𝒈) + 𝟏 𝒆^
La energía o potencial de ionización disminuye al descender un grupo ya que en ese sentido aumenta la
distancia al núcleo y por lo tanto disminuye la fuerza de atracción nuclear y aumenta de izquierda a derecha en
un periodo ya que en ese sentido disminuye la distancia al núcleo por lo tanto aumenta la fuerza de atracción
nuclear.
Las energías de ionización sucesivas (I2, I3…) son las necesarias para arrancar el 2°, 3° y electrones sucesivos.
Son cada vez mayores por el exceso de carga positiva en el átomo al irle quitando electrones.

3.1.3. Afinidad electrónica (o electroafinidad)


La afinidad electrónica es la energía que absorbe o desprende un átomo gaseoso en estado fundamental
cuando capta un electrón libre transformándose en un anión con número de oxidación –1.

El proceso que tiene lugar es: 𝑩(𝒈) + 𝟏 𝒆^ → 𝑩^(𝒈) +


𝑨𝑬
En el sistema periódico, las electroafinidades, por lo general, aumentan en valor negativo a medida que nos
desplazamos hacia la derecha, y disminuyen su valor negativo al bajar en los grupos.

3.1.4. Electronegatividad
Es una medida de la tendencia o capacidad de un átomo, en una molécula, para atraer los electrones de enlace
hacia su núcleo.
La electronegatividad aumenta de izquierda a derecha a lo largo de los periodos y disminuye de arriba hacia
abajo dentro de los grupos.
El F (flúor) es el elemento más electronegativo de la tabla al que se le asigna el valor 4 y el O (oxígeno) es el
segundo elemento más electronegativo con valor 3,5.

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