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Tema 1: ESTRUCTURA ATÓMICA DE LA MATERIA

INTRODUCCIÓN:

Desde la antigüedad griega se cree que la materia es discontinua. Así, Demócrito, concibe la
idea de que todos los cuerpos materiales son agregados de muchísimas partículas indivisibles a
las que llamó átomos.

En astronomía, Aristóteles (siglo IV a.C) propuso la existencia de un cosmos esférico y finito


que tendría a la Tierra como centro (“geocentrismo”). La parte central estaría compuesta por
cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Tuvieron que transcurrir cerca de dos mil años,
para que el concepto de átomo fuera tomado de nuevo en consideración, ya que las teorías de
Aristóteles, aunque a menudo adolecían de defectos muy graves, estaban profundamente
arraigadas por las instituciones educativas de la época.

John Dalton (1766 - 1844) (También es conocido por haber descrito el daltonismo, defecto
visual relativo a la percepción de los colores que padecía y que lleva su nombre).

Los postulados fundamentales de su teoría atómica eran:

1. La materia está formada por átomos, pequeñas partículas indivisibles que no se pueden
crear ni destruir.

2. Todos los átomos de un elemento tienen la misma masa y propiedades.

3. Los átomos de diferentes elementos tienen distinta masa y propiedades.

4. Distintos átomos se combinan entre sí en una relación numérica sencilla y dan lugar a un
compuesto, siendo los átomos de un mismo compuesto iguales.

Este es el primer modelo atómico que se propuso, el de Dalton, un átomo esférico, macizo e

indivisible

Hasta los últimos años del siglo XIX no se comprobó que el átomo era divisible y poseía,
además, naturaleza eléctrica. Estas conclusiones llegaron del estudio de las descargas
eléctricas en tubos de vacío.

En 1875, el británico Crookes, experimentando con gases a baja presión, descubre que es
posible hacer pasar corriente eléctrica a través de estos gases. El dispositivo experimental se
conoce como tubo de vacío: un tubo herméticamente cerrado que contiene en su interior un
gas a muy baja presión, y conectado a una fuente de tensión de alto voltaje.

Crookes observa que del cátodo (polo -) salen rayos (a los que denominarían rayos catódicos)
que llegan al ánodo (polo +). Aunque desconoce la naturaleza de estos rayos, descubre que:
 Tienen carga negativa (porque van del – al +)

 Se propagan en línea recta (sombras sin deformar)

 Tienen masa (mueven el molinillo

En 1886, Goldstein, usando como cátodo una lámina metálica perforada, descubre que, por
detrás del cátodo, también se observan rayos que van en sentido contrario a los rayos
catódicos a los que llamó rayos canales, y descubrió que tenían carga positiva y una masa
mucho mayor que la de los rayos catódicos. (Son iones positivos del gas encerrado en el tubo).

En 1897 fue Thomsom quien consiguió poner en claro la naturaleza de los rayos catódicos y de
los rayos canales.

Los rayos catódicos eran partículas negativas, resultantes de la fragmentación del átomo a las
-
que llamó electrones (e )

Los rayos canales están constituidos a su vez, por el resto positivo que queda el desprenderse
el electrón del átomo

En 1904 propone su modelo atómico, en el que Thomson incluye al electrón. Según éste, el
átomo estaría formado por una esfera de carga positiva, en cuyo interior estarían incrustados
los electrones, de forma que la carga total del átomo fuera neutra. Después del
descubrimiento del electrón se determinó que la materia se componía de dos partes, una
negativa y una positiva. La parte negativa estaba constituida por electrones, los cuales se
encontraban según este modelo inmersos en una masa de carga positiva a manera de pasas en
un pastel (de la analogía del inglés plum-pudding model) o uvas en gelatina.

En 1911 el neozelandés Ernest Rutherford, gracias al descubrimiento de la radiactividad por


Becquerel y a los estudios posteriores de Marie Curie y otros, disponía de partículas, conocidas
como partículas α, emitidas por las sustancias radiactivas, y que viajaban a gran velocidad y
podían lanzarse como proyectiles para investigar la estructura interna de los átomos. El
experimento que usó Rutherford consistía en “bombardear” una delgada lámina de Oro con
estas partículas α. Alrededor de la lámina, pantallas de Sulfuro de Zinc, una sustancia que
emite destellos de luz cuando chocan con ella las partículas α.

En este experimento, observó que la mayoría de las partículas atravesaban la lámina de oro sin
desviarse, pero que algunas de ellas se desviaban con diferentes direcciones y unas pocas
incluso rebotaban. Definió dicha experiencia con la siguiente frase: “es como si disparásemos
un obús contra una lámina de papel y rebotase “…impensable verdad? Llegó entonces a las
siguientes conclusiones:

- si las partículas alfa atraviesan el oro, es porque los átomos tienen que tener mucho espacio
vacío.

- si algunas rebotan frontalmente (pocas) es porque deben estar chocando con esa parte del
átomo que lleva la carga positiva, el núcleo, que ha de ser, comparativamente pequeño.

Así es el nuevo modelo de Rutherford, un átomo lleno de espacio vacío, y con un núcleo de
carga positiva muy masivo (dónde se concentra casi toda la masa) localizado en una minúscula
zona central, y una corteza exterior, que ocupa casi todo el volumen, formada por electrones
que orbitan con trayectoria circular alrededor del núcleo, atraídos por la carga positiva de éste.
(Conocido como modelo planetario, por su semejanza con el sistema solar). El átomo es neutro
porque el número de protones es igual al de electrones.

Para que os hagáis una idea sobre la escala, si tuviéramos un átomo con el tamaño de un
campo de fútbol, el núcleo sería como un grano de arroz en el centro del campo, y los
electrones girarían a su alrededor por las gradas.

En 1919 descubre el protón ( p+ ), con lo que el núcleo, en lugar de ser una esfera maciza, pasa
a estar formado por un nº de protones igual al de electrones de la corteza.

En 1932, J. Chadwick, descubrió una tercera partícula subatómica sin carga, cuya masa era
parecida a la del protón. Esta partícula, que se encuentra en el núcleo junto con los protones, y
se denominó neutrón (n0) por eso de no tener carga.

Pese a ser un gran avance, el modelo atómico de Rutherford presentaba varias incongruencias,
la principal era, que , una partícula cargada como un electrón , cuando gira emite luz, es la
radiación Sincrotrón, este hecho le haría perder energía haciendo que sus órbitas, fueran más
y más cerrada sobre el protón y por ende , sobre el núcleo, hasta que en pocos segundos
acabaría colisionando con este, este aspecto supuso el fin del modelo planetario.
Se hacía necesario buscar un modelo mejor, y llegó en 1913 el modelo de Bohr, el primero
semi clásico y el primero en introducir el concepto de cuantización a partir de ciertos
postulados.

Bohr sostiene que el electrón no se precipita sobre el protón ya que gira en orbitas circulares,
de radios definidos y estacionarias, es decir, en las que no se absorbe ni se emite energía.

En cada una de estas orbitas sólo puede haber un número determinado de electrones, con una
energía determinada en cada caso (cuantización de la energía: energía distribuida en “cuantos”
o lo que es lo mismo en paquetes de energía, de ahí el nombre de la química cuántica)

Si un electrón “desea” pasar de la órbita en la que se encuentra, a otra de energía superior,


éste tendrá que absorber una cantidad de energía determinada, para poder “saltar” a dicha
orbita. Por el contrario, si un electrón desciende a una órbita de energía menor, al hacerlo
emitirá la energía sobrante, también en una cantidad concreta.

El modelo atómico actual se inicia con la llegada de la teoría ondulatoria de la mecánica


cuántica y gracias a Schrödinger en 1915, se encontró una explicación a esta cuantización de
los niveles de energía. El electrón como onda, solo puede existir en niveles de energía tales,
que la onda encaje, según el modelo cuántico los electrones se comportan como ondas de
probabilidad cuya posición es difusa, siendo la órbita clásica, el lugar más probable para
encontrar al electrón, es lo que conocemos como orbital: una distribución de probabilidad.

Los electrones se van colocando en capas orbitales de mayor distancia al núcleo y mayor
energía, dando lugar a todos los elementos de la tabla periódica. (más adelante volveremos a
ver tanto el modelo de Bohr como el actual con más profundidad)

ELEMENTOS QUÍMICOS E ISOTOPOS

Un núcleo suele representarse como , donde:

X es el símbolo del elemento

A el número másico,

Z el número atómico

q la carga (en caso de iones).

 Llamamos número atómico de un átomo y lo representaremos por Z al número de


protones que tiene un átomo en su núcleo.

Número atómico (Z) = Número de protones. Cada elemento está caracterizado por un número
atómico distinto.

Por ejemplo:

El número atómico del Cloro es 17, ( 17Cl ) por tanto tiene 17 protones y 17 electrones
 Llamamos número másico de un átomo y lo representaremos por A, al número de
partículas que hay en el núcleo de un átomo, es decir, al número de protones (p) y
neutrones (n) de un átomo.

Número Másico (A) = Número de protones (p) + Número de neutrones (n) A= Z + n


Para conocer uno de ellos, necesitamos de los otros dos. Por ejemplo:

tiene 17 protones, y n= A – Z = 35 – 17 = 18 neutrones

El número de electrones en un átomo, es igual al número de protones.

 Si nos encontramos ante un anión (ión negativo) tendrá más electrones que protones.

Este átomo de Cloro tiene un electrón más de los que tenía siendo neutro, es decir si
debía tener 17 e- para ser neutro, en este caso tiene 18 (por la carga negativa que muestra)

 Si nos encontramos ante un catión (ión positivo) tendrá menos electrones que
protones. Estaremos ante un átomo que ha perdido alguno de los electrones
necesarios para ser neutro.

Este átomo de calcio debería tener 20 electrones para ser neutro pero las dos cargas positivas
nos indican que ha perdido dos de esos electrones, tiene dos cargas negativas menos de las
que debería, así que posee 18 e-.

 Se denominan Isótopos a los átomos que tienen igual número atómico, pero distinto
número másico, es decir, tienen el mismo número de protones, pero distinto número
de neutrones.

Dos átomos isótopos, pertenecen al mismo elemento porque tienen igual número de
protones, pero se distinguen por el número de neutrones. Por ejemplo, existen tres tipos de
carbono, el carbono 12, 12C, el carbono 13, 13C y el carbono 14, 14C, ambos son carbono, pero
uno tiene 6 neutrones, otro 7 y el otro tiene 8.

Otro ejemplo claro de isótopos son los 3 isótopos del Hidrógeno.


1
El Protio: Un protón y ningún neutrón. H
2
El Deuterio: Un protón y un neutrón. H

El Tritio: Un protón y dos neutrones. 3H


Cálculo de la masa atómica de un elemento: En la naturaleza, un elemento químico está
formado por una mezcla de átomos de sus distintos isótopos, en una proporción determinada,
según su abundancia. La masa atómica del elemento se calculará, por tanto, como la media de
las masas atómicas de los isótopos, teniendo en cuenta su abundancia en %.

Para resumir y para que sepamos comprar carga y masa de las partículas fundamentales ,
veremos este cuadro:
Ejercicio: Completa la siguiente tabla:

ESPECTROS ATÓMICOS:

Los científicos afirman que vemos objetos porque emiten luz, podríamos definir la acción de
ver, como el acto de recibir la luz emitida por un cuerpo.

Pero, a no ser que hablemos de una linterna, es complejo de asimilar y por ello podríamos
afirmar, que la luz que nos permite verlo no es luz propia del cuerpo que observamos, sino la
luz reflejada de otro cuerpo, como la de una bombilla o el sol.

Por eso si estamos completamente a oscuras no vemos nada, porque ningún objeto emite luz
¿¿no?? Pues te equivocas. Los científicos afirman que toda la materia está en movimiento
constante, los átomos no dejan de vibrar dentro de los cuerpos y al hacerlo, emiten radiación,
luz, esto se llama radiación térmica y es algo común a toda la materia.

De esta forma, al igual que ocurre con una bombilla, los cuerpos siempre están emitiendo esta
luz. La razón por la que no podemos verlo en la oscuridad, es porque esta luz es infrarroja, y
esta radiación térmica depende sólo de la temperatura del cuerpo, no de sus propiedades.
Cuanto mayor es la temperatura, menor es la longitud de onda de la radiación que emite un
cuerpo. Esto significa que un cuerpo puede pasar de emitir luz en el infrarrojo, a emitirlo en el
espectro visible, con solo calentarlo.

La longitud de onda es unos de los parámetros que se utiliza para definir físicamente
una onda. Este parámetro puede definirse para toda onda periódica, es decir, para el tipo de
onda que se repite con exactamente la misma forma cada un intervalo de tiempo
determinado.
En una onda periódica la longitud de onda es la distancia física entre dos puntos a partir de los
cuales la onda se repite.

Esta definición puede verse claramente en la siguiente onda sinusoidal. En este caso la
longitud de onda es la distancia entre dos crestas, entre dos valles o entre dos de los puntos en
los que la onda tiene un valor igual a cero.

Dado que longitud de onda es una medida espacial, debe medirse en unidades de longitud.
Siguiendo el Sistema Internacional de Unidades puede medirse en metros o también en
cualquiera de sus múltiplos o submúltiplos (kilómetros, milímetros, nanómetros, etc.).
Habitualmente la longitud de onda se representa mediante la letra griega lambda (λ).
Este parámetro puede definirse para cualquier tipo de onda periódica, incluyendo ondas de
sonido, ondas de agua u ondas electromagnéticas.

Longitud de onda y frecuencia


La longitud de onda y su frecuencia se relacionan fácilmente a partir de la velocidad a la que
viaja la onda.
La frecuencia (f) es simplemente una medida del número de ciclos o repeticiones de la onda
por unidad de tiempo. Por ejemplo, si una onda se repite diez veces por segundo significa que
tiene una frecuencia de diez ciclos por segundo. Esto puede expresarse como una frecuencia
de 10 hercios o 10 Hz.

Si conocemos la velocidad de transmisión de la onda (v) y su frecuencia (f), podemos calcular


la longitud de onda (λ) a partir de la siguiente relación:
Por ejemplo, las ondas electromagnéticas viajan en el vacío a la velocidad de la luz, es decir, a
299 792 458 m/s. Si sabemos que una onda electromagnética tiene una frecuencia de 20000
Hz, su longitud de onda en el vacío puede calcularse como:

Esta expresión es importante porque establece una relación inversamente proporcional entre
la frecuencia y la longitud de onda. Es decir, a mayores frecuencias menor longitud de onda y
viceversa.

EL ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO:

El espectro electromagnético es una distribución en función del rango de frecuencias de las


ondas.

Sabemos que cuando la luz incide sobre un prisma de vidrio, se desdobla en los 7 colores del
arco iris, formando lo que se conoce como el espectro continuo de la luz natural (o blanca).
Sin embargo, cuando se vaporizan (se calientan a la llama) los elementos químicos, éstos
también emiten o absorben luz de determinadas frecuencias, formando un conjunto de líneas
recogidas sobre una placa fotográfica llamado espectro atómico del elemento. Los espectros
atómicos de los elementos nos dan información acerca de la estructura interna de los átomos

Los espectros atómicos pueden ser de absorción o de emisión.

Cada átomo es capaz de emitir o absorber radiación electromagnética, aunque solamente en


algunas frecuencias que son características propias de cada uno de los diferentes elementos
químicos.

Si, mediante suministro de energía calorífica, se estimula un determinado elemento en su


fase gaseosa, sus átomos emiten radiación en ciertas frecuencias del visible, que constituyen
su espectro de emisión.
Si el mismo elemento, también en estado de gas, recibe radiación electromagnética, absorbe
en ciertas frecuencias del visible, precisamente las mismas en las que emite cuando se
estimula mediante calor. Este será su espectro de absorción.

Cada elemento químico tiene su espectro característico, esto es, un determinado conjunto de
rayas espectrales. Es por ello por lo que los espectros atómicos son muy útiles a la hora de
estudiar la estructura interna de los átomos.

Espectro de emisión del hidrógeno: El espectro de emisión del hidrógeno es el más sencillo de
todos y por ello el más estudiado. Se compone de varias series de bandas, que aparecen en la
zona ultravioleta, en la visible y en el infrarrojo.
Puesto que el espectro, tanto de emisión como de absorción, es característico de cada
elemento, sirve para identificar cada uno de los elementos de la tabla periódica, por simple
visualización y análisis de la posición de las líneas de absorción o emisión en su espectro.

Estas características se manifiestan ya se trate de un elemento puro o bien combinado con


otros elementos, por lo que se obtiene un procedimiento bastante fiable de identificación.

La primera serie que se observó fue, por razones obvias, la de frecuencia correspondiente a la
porción visible del espectro. La descubrió y estudió el físico suizo J.J. Balmer, por lo que se
conoce como serie de Balmer.

Al estudiar la radiación no visible se detectaron otra serie de rayas que se conocen, también,
con el nombre de sus descubridores:

Lyman: formada por radiación ultravioleta

Paschen, Brackett y Pfund , formadas por radiación infrarroja

El físico sueco J, Rydberg, halló la expresión empírica que relaciona las longitudes de onda de
las radiaciones observadas en las diferentes series espectrales del hidrógeno. Es muy similar a
la obtenida por Balmer, para la serie visible del espectro. La ecuación de Rydberg es:

1 1 1 También se podría expresar como:


❑ = R ( n ₁² - n ₂²
)
Siendo:

 = longitud de onda de la radiación que genera cada raya

R = constante de Rydberg cuyo valor es siempre = 1.097 · 10 7 m-1

Rh = 2,180×10-18 J

n₁ y n₂ = variables que toman valores naturales, de manera que n₁ < n₂

Los valores de n₁ y n₂ para cada serie espectral quedaron de la siguiente forma:


Ejemplo: determina la longitud de onda del fotón asociado a la segunda línea de la serie de
Balmer del espectro de emisión del hidrógeno

La segunda línea de la serie de Balmer tiene un n₂=4 y n₁=2

1 1 1 1 1 1
❑ = R ( n ₁² - n ₂² ) por tanto:
❑ = 1.0973·10 ( 2² - 4² ) =20574375.5 m
7 -1

1
= = 0.000000486 m = 486 nm
2057437.5

En 1913 Niels Bohr estableció como decíamos un nuevo modelo atómico basado en las
novísimas y revolucionarias teorías: Teoría Cuántica de Planck y la teoría corpuscular de la luz
de Einstein.

Teoría Cuántica de Planck

Los cuerpos sólidos calientes emiten radiación que depende de la temperatura a la que se
encuentren. Por ejemplo, un hierro muy caliente emite un resplandor rojo y una lámpara de
incandescencia, luz blanca.

A finales del siglo XIX se llevaron a cabo numerosos experimentos, para intentar relacionar la
longitud de onda de la radiación y la temperatura de los objetos, pero no se alcanzó un éxito
completo.

El físico alemán Max Planck, estudió en 1900 la radiación emitida por un cuerpo negro. Una
caja negra con un orificio que absorbe toda la radiación que le llega, y no refleja nada. En
equilibrio térmico en el interior de la caja, la radiación térmica saldrá por el orificio, lo que
permitirá estudiar dicha radiación térmica emitida por este cuerpo negro. (por la vibración de
sus átomos)

Planck dedujo que la energía emitida por el cuerpo mediante la radiación de una determinada
frecuencia, era múltiplo de una cantidad de energía elemental que llamó cuanto y era
independiente de la temperatura.

E= h · 

Dónde:

h= constante de Planck = 6.63 · 10 -34 J·s

E= energía de la radiación
= frecuencia de la radiación

c
A su vez velocidad = λ · Ѵ si hablamos de la velocidad de la luz C= λ · Ѵ → Ѵ =
λ

Teoría corpuscular de la luz de Einstein:

En 1887 Hertz descubrió el efecto fotoeléctrico, que consiste en qué determinados metales
son capaces de emitir electrones cuando se exponen a la luz o dicho de otra manera cuando
un material cargado, pierde su carga de manera sencilla cuando se le somete a una luz
ultravioleta.

Dicho fenómeno fue explicado más adelante por Albert Einstein, el cual comprobó que
efectivamente, determinados metales eran capaces de emitir electrones cuando se los exponía
a la luz.

Las características del fenómeno eran:

 Los metales emitían electrones siempre y cuando la radiación alcanzase una frecuencia
mínima, a la que se llamó, frecuencia umbral.

 Cuando aumentaba la intensidad de la luz, pero no variaba la frecuencia, aumentaba


también el número de electrones que se emitían desde el metal, pero no variaba la energía
con la cual eran emitidos.

 Si la frecuencia no llegaba al valor de la frecuencia umbral, no se emitían electrones,


independientemente de la intensidad de la radiación.

Albert Einstein, que se encontraba influenciado por la hipótesis cuántica de la energía, que
años antes había presentado M. Planck, y explicó el fenómeno de la siguiente manera:

 La luz está formada o constituida por partículas, conocidas como fotones, cuya energía
viene dada por la ecuación: E= h. , donde  representa a la frecuencia de la luz que se
emplee en cada caso.

 Los electrones son desprendidos del metal, cuando a estos se les comunica la energía
necesaria para poder liberarse de la energía de atracción que ejerce el núcleo. Si la
energía que se comunica al electrón, es menor, no se producirá efecto fotoeléctrico
alguno. En cambio, si es mayor, el electrón sale despedido con una determinada
energía cinética. La energía mínima que se necesita para que se produzca el efecto
fotoeléctrico se llama, energía umbral.

 La energía umbral, corresponde a un fotón con una determinada frecuencia, la


frecuencia umbral, que viene representada por 0. La energía de los fotones, E= h. ,
que chocan con el electrón es mayor que la energía umbral, E= h. 0, produciendo el
efecto fotoeléctrico, donde el electrón sale despedido con la energía cinética, Ec, que
corresponde a la siguiente ecuación:
h = h·0 + Ec

 La intensidad de la luz, debe comprenderse como una medida de la cantidad de


fotones por unidad de tiempo.

 Por lo tanto, si incrementa, se aumentará el número de electrones que emitirá el


metal, pero sólo si la frecuencia de la radiación llega al valor umbral; en cambio, en el
caso contrario, la energía de los fotones es insuficiente como para provocar el efecto
fotoeléctrico, independientemente de cuál sea la intensidad de la radiación

Modelo atómico de Bohr:

A partir de una nueva concepción de la energía y la luz, Bohr creó un nuevo modelo que puede
considerarse el verdadero precursor del modelo atómico actual. Los principios en que se basa
este modelo son:

El electrón se mueve alrededor del núcleo describiendo órbitas circulares. El espacio que rodea
al núcleo está cuantizado, es decir hay zonas permitidas (niveles) y otras que no lo son.
Mientras un electrón no cambie de órbita, no se modifica su energía.

n recibe el nombre de número cuántico principal y define los niveles alrededor del núcleo,
numerados a partir del núcleo. Sus valores son n =1,2,3…

Siempre que un átomo absorbe o emite energía, lo hace mediante cuantos completos de valor
h· y es como consecuencia de que el electrón experimenta un tránsito entre niveles que se
puede resumir con la expresión:

∆E = E2 – E1 = h·

Modelo mecánico-cuántico aplicado al átomo:

En 1924 el físico francés Louis De Broglie propuso que, de igual modo que la luz, los electrones
podrían presentar propiedades ondulatorias, además del comportamiento corpuscular
reconocido tradicionalmente:

Cualquier partícula de masa m y velocidad v , debe considerarse asociada a una onda, cuya
longitud de onda λ viene dada por la siguiente expresión:
h
λ = m·v

donde h es la constante de Plank 6.63 · 10-34 J·s, m es la masa de la partícula y v es la


velocidad de la partícula

En 1926 Schrödinger propuso una ecuación de onda para el electrón del H, en cuyas
soluciones (valores energéticos permitidos) aparecían precisamente unos números que
llamaremos números cuánticos: n, l y m. El modelo mecano-cuántico, que es el que es
admitido en la actualidad, se basa precisamente en los siguientes postulados:

• “Los electrones ,en los átomos, sólo pueden existir en determinados niveles energéticos”.

• “El cambio de nivel energético se produce por absorción o emisión de un fotón de energía de
manera que su frecuencia viene determinada por: ∆E = h ·ν”.

• “Los niveles energéticos permitidos para un átomo vienen determinados por los valores de
los números cuánticos”.

Números cuánticos y orbitales atómicos:

Cada electrón perteneciente a un átomo viene determinado según la ecuación de Schrödinger


por 4 números cuánticos: n. l, ml y ms.

Número cuántico Principal (n); Indica la órbita o nivel de energía en que se encuentra un
electrón. También está relacionado con la distancia promedio a la que se encuentra el electrón
del núcleo o con el tamaño del orbital, es decir, cuanto más alto es el valor de n, mayor es la
distancia del electrón en un orbital al núcleo, y, en consecuencia, más grande es el orbital Sus
valores posibles son: n = 1,2,3,4,5,6 y 7.

Número Cuántico Secundario o Azimutal (l): Describe la forma geométrica del orbital y los
valores que puede tomar para cada n, van desde cero hasta (n-1).

l=0,1,……,(n-1)

Si l=0 →Orbitales “S”

Si l=1 →Orbitales “p”

Si l=2 →Orbitales “d”

Si l=3 →Orbitales “f”


Número cuántico magnético (ml ): Indica la orientación espacial de los orbitales, los valores
que puede tomar van desde –l hasta +l pasando por el cero.

ml =-l……0…….+l Nos indica cuántos orbitales hay de un determinado tipo dentro de cada
subnivel (o subcapa) energético; en total (2l+ 1) orbitales. Así, por ejemplo, para l = 1, m puede
tomar tres valores: -1, 0, + 1, que corresponden a los tres posibles orbitales p que pueden
existir (2xl + 1 = 3). Cada grupo de tres números cuánticos distintos determina un orbital,
aunque los valores que toma m no influyen en la energía de los orbitales.

Número cuántico de Espin (ms): Indica el sentido de giro de cada uno de los dos electrones
que comparten cada orbital; por dicha razón toma los valores (+ ½ y – ½ ).

ms= ± ½

Llamamos ORBITAL ATÓMICO a la región del espacio donde la probabilidad de encontrar un


electrón es mayor del 90%.

El número máximo de electrones por orbital es 2.

En orbitales S habrá como máximo 2 electrones

En orbitales p, 6 electrones

En orbitales d 10 electrones

En orbitales f 14 electrones.

El número máximo de electrones por nivel es de 2n 2

Un orbital es más estable cuanto menor sea su energía. Para los átomos polielectrónicos
(varios e-) la energía de los orbitales corresponde a la regla (n + l )

Configuración electrónica de un elemento

Configuración electrónica es la distribución de los electrones de un elemento en los distintos


orbitales. Cuando esta distribución es la de menor energía, la denominamos configuración
electrónica del estado fundamental, mientras que si no se corresponde con la menor energía,
la denominamos configuración electrónica de un estado excitado.
Sabemos que para un elemento en estado fundamental, su número de electrones coincide con
el número atómico Z.

Principio de exclusión de Pauli: En un mismo átomo no puede haber dos electrones con los
cuatro números cuánticos iguales, por tanto, en cada orbital solo pueden haber dos
1 1
electrones, uno con numero cuántico magnético ms = + y el otro con ms = −
2 2

Diagrama de ocupación de los orbitales atómicos:

Teniendo en cuenta el orden creciente de energía de los orbitales, el orden de llenado


comenzaría por los orbitales de menor energía continuando así por los de mayor. ( Principio de
Aufbau) Por tanto podemos construir un diagrama de llenado de orbitales como el de la figura
llamado diagrama de Möller. Con este orden de llenado y sabiendo que el número de
electrones en un átomo neutro coincide con el número atómico Z, podemos escribir la
configuración electrónica de los distintos elementos.

En el caso de iones se deberá sumar (aniones) o restar (cationes) tantos electrones como nos
indique la carga de dicho ión:
Principio de máxima multiplicidad de Hund

Hemos visto que un orbital es más estable cuanto menor sea su energía. Debido a esto, dentro
de un mismo subnivel, los electrones comienzan a colocarse cada uno en un orbital, para que
su energía de repulsión sea mínima (electrones desapareados) y su estabilidad máxima. O lo
que es lo mismo:

Los electrones se distribuyen ocupando el máximo número posible de orbitales. Ya hemos


estudiado con anterioridad el átomo de Hierro (Z=26), su configuración electrónica es:

Según el principio de Hund, tendríamos:

Como vemos los electrones del subnivel 3d, se recolocan ocupando todos los orbitales, y todos
con espín paralelo, de forma que esta configuración electrónica es más estable.

También ganan en estabilidad los elementos que presentan subniveles semillenos, vemos un
ejemplo:

Según el principio de máxima multiplicidad de Hund tendríamos:

De forma que ahora el cromo presenta todos sus niveles o subniveles semilleros, ganando en
estabilidad. Esto suele ocurrir en elementos de transición y de transición interna (orbitales d y
f) A la hora de expresar la configuración electrónica de un elemento también se puede hacer
de una forma simplificada, y esta consiste en escribir la configuración electrónica del elemento
solo a partir del gas noble que hay justamente antes en la tabla periódica. Por ejemplo la
configuración del Cobre (Z=29) es:

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