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Capítulo XIII

EL UTILITARISMO Y LA QUIMERA DEL BIENESTAR SOCIAL


LA RELACIÓN ENTRE EL UTILITARISMO Y EL DERECHO NATURAL

La idea central del derecho natural ha sido que la “corrección “del derecho positivo depende de
su concordancia con un patrón o un ideal que se encuentra en la naturaleza o en la razón del
hombre. El derecho positivo no es juzgado por los efectos que producen en la comunidad. Las
consideraciones de utilidad no carecen de importancia, pero no se confunden con la exigencia
de justicia. El derecho tiene su meta dentro de sí mismo: realizar el ideal de justicia. (pág. 281)

SOBRE EL DERECHO Y LA JUSTICIA

El utilitarismo de Bentham significó un nuevo enfoque, que él consideró una revolución


en la Historia del pensamiento moral, Siguiendo la filosofía empírica de Locke,
Bentham deseaba eliminar de raíz todas las concepciones de ideas innatas o verdades a
priori. La conciencia moral no es revelación de verdades eternas, según Bentham, sino
simplemente un catálogo de opiniones tradicionales y prejuicios, difíciles de borrar
porque han sido inculcados en el espíritu de los hombres desde su más temprana
infancia. En lugar de elevar en forma dogmática los sentimientos morales al nivel de la
validez absoluta, una teoría progresista de la moral debe llegar hasta el principio
racional que se encuentra detrás del sentimiento moral y dirigirlo, dice Bentham. Este
principio no es percibido con claridad, sino que actúa en forma inconsciente e instintiva.
Solo cuando se lo trae a plena conciencia es posible proporcionar un fundamento
racional para la moral, y criticar y corregir el sentimiento moral si hay riesgo de que el
mismo se vuelva retrógrado o pervertido. (pág.282)

LXVIII EL PRINCIPIO DE MAXIMIZACIÓN Y SU DISCORDANCIA CON NUESTRA


ELECCIÓN EFECTIVA

El principio del utilitarismo, en el último aspecto, descansa en la presuposición de que


en toda situación práctica nuestra elección y puede ser reducida a una elección
racional entre montos cuantitativos, medidos en términos de placer. Si se adopta la
premisa de que el placer es lo intrínsecamente bueno y de que debe darse la misma
consideración al placer de los demás y al propio, la elección se reduce a un cálculo
puramente racional. (pág. 284)

LXIX El UTILITARISMO Y LA QUIMERA DEL BIENESTAR SOCIAL

El utilitarismo y el principio del bienestar social, como en la filosofía del derecho


natural, son el resultado de la necesidad que la conciencia tiene de un principio de
acción absoluto que pueda liberar a la humanidad de la angustia de la decisión. (pág.
287)
Capitulo XIV

CIENCIA Y POLÍTICA

LXX CONOCIMIENTO Y ACCIÓN

El principio de política jurídica (la idea de justicia o el principio de la felicidad social),


según este modo de ver, es a la vez un conocimiento (insight) y una exigencia. Es un
conocimiento de los principios válidos que el derecho tiene que satisfacer para ser
“correcto”, un conocimiento que al igual que todo otro conocimiento tiene la pretensión
de la verdad: es así y no de otra manera. Es una exigencia, porque reclama del legislador
que actúe de conformidad con esos principios. La esperanza de que el legislador se
comportará efectivamente así se basa únicamente en un llamado a su razón o
conciencia. Como los otros seres humanos, el legislador puede aprehender, aunque sea
en forma imperfecta, lo que es válido, Es tarea del conocimiento clarificar esta
aprehensión y hacerla plenamente consciente, en la esperanza de que el legislador
interpretará los mandatos de la razón y de la conciencia de acuerdo con ello, El
concepto de “corrección” (rightness) es un concepto a priori. (pág. 289 – 290)

CIENCIA Y POLITICA

Si bien los actos de aprehensión y aquellos en que nos decidimos sobre la base de una
actitud, o como podemos también decir, las creencias y las actitudes, se dan
estrechamente conectados en interacción mutua, ellos designan formas primarias, no
reducibles, de conciencia. Toda actividad consciente está necesariamente arraigada en
una actitud. La mera aprehensión como tal, la pura captación o conocimiento, carece de
toda fuerza motivadora, Esto en modo alguno significa que nuestras creencias no
influyen en nuestra actividad, sino únicamente que esta influencia se ejerce siempre por
vía de un interés (actitud). (pág. 291)

SOBRE EL DERECHO Y LA JUSTICIA


Las actitudes condicionadas pueden ser clasificadas bajo otras actitudes “más elevadas”
o más generales, según las creencias que las condicionan. (pág. 296)
La función emotiva del lenguaje no se limita a frases que, como las citadas, están
gramaticalmente en el modo imperativo o desiderativo. Muchas frases que están
gramaticalmente en el modo indicativo carecen de contenido descriptivo y tienen
exclusivamente una carga emocional. Tal ocurre, obviamente, cuando con tono de
orden le digo a un niño: “¡Ahora comerás tu merienda”! Pero lo mismo vale para los
enunciados morales, aun cuando mucha gente los interpreta como verdaderas aserciones de
una “validez” o “corrección” moral (“es su deber…”, “es injusto…”, “es inmoral…”. (pág. 304)

Estas circunstancias explican el hecho de que las ciencias sociales han sido, y en gran parte
todavía son, una mezcla infortunada de ciencia y política. En el campo del derecho
constitucional, Hans Kelsen ha demostrado con infatigable empeño de qué manera grandes
des sectores de aquél han sido escritos para defender los intereses
de un régimen existente. (pág. 308)
Capítulo XV
Capitulo XV

AMBITO Y TAREA DE LA POLÍTICA JURÍDICA

LXXV DELIMITACIÓN ENTRE LA POLÍTICA JURÍDICA Y LAS OTRAS


POLÍTICAS

Si partimos de una teoría idealista del derecho, no es difícil establecer cuál es la tarea
específica de la política jurídica, qué es lo que la distingue de las otras políticas. El
derecho tiene su objetivo en sí mismo: perfeccionar la idea de justicia inherente a él. La
política jurídica es la doctrina que enseña cómo alcanzar este objetivo. Éste distingue a
la política jurídica de la política del bienestar, de la política cultural y de la política del
poder, que están determinadas en base a objetivos diferentes: económicos, culturales y
políticos. (pág. 317)

ÁMBITO Y TAREA DE LA POLÍTICA JURÍDICA

jurídico que versa sobre la conexión causal entre la función normativa del derecho y la
conducta humana, o, también podemos decir, que versa sobre las posibilidades de influir
en la acción humana mediante el aparato Lo las sanciones jurídicas. La política jurídica
es sociología jurídica aplicada o técnica jurídica. (pág. 319)

A la inversa, los problemas técnico-jurídicos son predominantes cuando se consideran


instituciones profundamente arraigadas en la estructura económica y en la ideología
relativamente permanentes de la comunidad, tales como la propiedad, los contratos y el
matrimonio. Precisamente porque las actitudes ideológicas y los objetivos que se
encuentran detrás de estas instituciones son vividos por la tradición como una cosa casi
obvia y no problemática, situada muy por encima de lo “político” en sentido restringido,
tales actitudes y objetivos no atraen la atención. (pág. 319)

LXXVI POLÍTICA JURÍDICA DE “LEGE FERENDA” Y DE “SENTENTIA


FERENDA”

Hasta ahora la política jurídica ha sido principalmente considerada como política


legislativa. Pero el derecho no es creado únicamente por el legislador. Vimos ya (en:
IV) que toda administración de justicia contiene un punto de decisión que va más allá de
la actividad intelectual. La decisión judicial, sin embargo, es menos libre que la decisión
legislativa. La autoridad que administra el derecho, en particular el juez, se siente
obligada por las palabras de la ley y las otras fuentes del derecho. Sin embargo, éstas
siempre dejan cabida a la interpretación, y la norma jurídica concreta en la que se
traduce la decisión, es siempre creación, en el sentido de que no es una mera derivación
lógica de reglas dadas. (pág. 321)

En los problemas de política en sentido restringido, deben estudiarse las diversas


ideologías y plataformas políticas y analizarse los intereses de los diversos grupos
sociales. En algunas situaciones surgirá un conjunto de objetivos que puede decirse que
tienen el apoyo preponderante de las fuerzas que dominan el poder político, y
por lo tanto, son aceptables como premisas de actitud. (pág. 324)

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