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E.E.S.N°10 “Dr.

RENÉ FAVALORO”

Política y Ciudadanía – 5°

Prof. Patricia Curcio

Apunte de estudio: De qué hablamos cuando hablamos de democracia? (Con trabajo


práctico adjunto)

El sufragio está vinculado a la democracia, aunque el significado de ésta es mucho más


amplio. Cuando hablamos de democracia aludimos no sólo a una forma de gobierno, sino
también a un estado de la sociedad. Lo social, lo político, lo simbólico, lo institucional se
combinan en distintos pensamientos, que durante siglos las personas han desarrollado
para intentar conjugar la libertad con la igualdad.

Matices y tradiciones

El término "democracia" es complejo. Aunque todos entendemos qué quiere decir,


debemos tener en cuenta que tiene varios matices. A veces lo utilizamos para referirnos a
una forma de gobierno; otras, indicamos con él una forma de sociedad.

Más allá de referirnos a cosas ligeramente diferentes, cuando empleamos uno u otro
sentido estamos inscribiéndonos en dos tradiciones teóricas diferentes. Es decir, que
cada sentido tiene también su propia historia de pensadores y de acontecimientos, que
vamos a analizar en las próximas páginas.

La democracia, es el aquel sistema de gobierno, en el cual la soberanía del poder reside y


está sustentada, en pueblo. Es éste, por medio de elecciones directas o indirectas, quien
elige las principales autoridades del país. Asimismo, es el pueblo, quien puede cambiar o
ratificar a estas mismas autoridades, en las siguientes elecciones populares. Por este
motivo los griegos hablaban de la democracia, como el gobierno del pueblo; de hecho
este es su significado literal.

Es así, como se puede conformar una democracia directa, donde el pueblo es quien toma
todas las decisiones ejecutivas y legislativas, o la democracia representativa, donde le
pueblo por medio de votación popular escoge las autoridades que representarán a la
ciudadanía, en la toma de decisiones.

Hoy en día, la gran mayoría de los sistemas democráticos, funcionan por medio de la
representación; podemos imaginar lo complicado que sería de otra manera, con la
población actual de los países.

Dentro de la democracia, quienes tienen el beneplácito, para ostentar los cargos públicos,
son los integrantes de los poderes políticos. Es así, como los partidos políticos, son
quienes potencian y fortalecen a la democracia. Por medio de su actuar y la alimentación
de participantes, quienes escogerán por medio de las distintas elecciones, los cargos de
los poderes ejecutivos y legislativos, en la mayoría de las naciones democráticas. Aún
cuando, en algunas de ellas, la ciudadanía, también puede escoger a ciertos integrantes
del poder judicial.

Es así, como la separación de los poderes del Estado, es uno de los pilares
fundamentales de toda democracia. Cada uno de ellos es independiente y existe un
control constante de uno sobre el otro. Aquello redunda en un control sobre el actuar de
los mismos y evitar casos de corrupción o ilegalidades de los mismos; lamentablemente,
en algunos casos estos poderes se coluden y la corrupción se hace generalizada, como
aún vemos en algunos países, sobre todo en aquellos que se encuentran en vías de
desarrollo.

Con respecto a la historia de la democracia, esta se remonta a la antigua Grecia. Ya que


para el año 1500, antes de Cristo, nace este sistema de gobierno, por medio de la
creación de la Asamblea del Pueblo, dentro de las polis o ciudades helénicas.

Esto se da, gracias al reducido tamaño de las polis, con lo cual, la población al mismo
tiempo era pequeña. Es así, como todos los ciudadanos hombres libres, podían participar
de la Asamblea. De aquella manera, cada uno de ellos, de manera alternada, podía
ocupar uno de los puestos burocráticos de esta asamblea. Por lo mismo, que este sistema
de gobierno, no era representativo, sino que se actuaba, por medio de democracia
directa. Frente a cada una de las decisiones, la mayoría votante, era la que decidía sobre
las distintas materias.

Con respecto a la cultura romana, esta poseía un sistema democrático, pero de índole
representativo. Al menos en los cargos del ejecutivo. Ya que el poder legislativo, estaba
constituido, por los Senadores, quienes no eran electos. Asimismo, muchos de los cargos
públicos, eran escogidos a través de una elección directa. Quienes votaban en un
principio, eran los ciudadanos con derechos; de manera posterior, pudo votar el vulgo.

En la Edad Media, el concepto de democracia, prácticamente desapareció. Casi todos los


gobiernos eran aristocráticos, conformados por monarquías. Una de las pocas
excepciones, lo conformaron los cantones suizos, en el siglo XIII.

Para 1688, en Inglaterra, triunfa la democracia, por medio de del principio de libertad de
discusión, la cual era ejercida principalmente por el Parlamento. Así, se constituía
definitivamente, una monarquía parlamentaria.

Así, para el siglo XVIII, muchos filósofos europeos, consideraban a la democracia, como
la posibilidad del pueblo, de escoger el gobierno imperante. La revolución norteamericana
en 1776 y la revolución francesa en 1789, conllevó la expansión definitiva, de las ideas
libertarias y el establecimiento, de la cultura democrática, en todo occidente. Situaciones
que marcaron profundamente, los destinos políticos de varias naciones en el siglo XIX.

Es así, como en la actualidad, la democracia representativa, es el sistema más utilizado


en el mundo, para dirigir los designios de las naciones. Es por tanto, que la democracia se
considera, como el sistema de gobierno menos perjudicial, para el manejo de los asuntos
de Estado, frente a los otros sistemas que han existido o se han diseñado.
Una frase que ha marcado profundamente la concepción que se tiene de la democracia,
es la que mencionó Abraham Lincoln, durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, la
cual decía que los gobiernos son del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Dentro de toda democracia que se afane de serlo, debe de existir una carta magna o
Constitución. La cual será la ley madre, por la cual todas las leyes de la nación, se
deberán normar y subordinar.

Dentro de toda Constitución, se establecerán las normas por las cuales se elegirán a las
autoridades del país, y cómo estas deben de actuar, frente a sus cargos. Asimismo sus
atribuciones y limitaciones constitucionales, estarán escritas de manera explícita.

Por otra parte, y aspecto fundamental de toda democracia, en la Constitución se deberán


de plasmar, todos los derechos primordiales y obligaciones de todo ciudadano de la
nación. Principio básico, de toda democracia representativa.

1-Realicen una línea de tiempo sobre el funcionamiento de la Democracia en la Historia

La democracia como forma de gobierno

La democracia como forma de gobierno fue creada por los antiguos griegos en
la polis ateniense, a partir de las reformas establecidas por el legislador Solón. Éste
dividió la ciudad de Atenas en barrios, a los que llamó demos, y estableció que todos los
varones adultos -pobres o ricos- que formasen parte de un demos podían participar de las
asambleas, donde se decidirían las leyes.

De aquí en más, se llamó democrático al gobierno en el que todos tienen el mismo


derecho a participar, afirmando así la igualdad política de los individuos ante las leyes.

Ésta es la democracia que define Aristóteles (aprox. 330 a. C.), el más grande filósofo de
la Antigüedad. Para él, la democracia es el gobierno que no reconoce diferencias entre los
individuos -ni de sangre, ni de clase social, ni de creencia o educación, etc.- para
participar del gobierno y ejercer sus derechos de ciudadanía.

Por eso, desde el punto de vista político, la democracia se define como el gobierno del
pueblo o de la mayoría. También es el gobierno de los hombres libres, entendiendo
como tales a todos aquellos que participan del gobierno. Por extensión, es el gobierno de
los iguales, pues es la primera forma de gobierno en la que el poder político no
pertenece a una minoría sino a todos, sin importar sus diferencias, a través de la
alternancia en el ejercicio de los cargos.

La democracia como forma de sociedad

"Democracia" puede significar algo diferente a una forma de gobierno si nos referimos a
una sociedad democrática.
La sociedad democrática, o igualitaria, fue desconocida en la Antigüedad y es un
fenómeno específicamente moderno. El político y ensayista francés Alexis de Tocqueville
fue el primero en usar el adjetivo "democrático" para denominar no una forma de gobierno
sino un estado social, es decir, un conjunto de relaciones sociales, del que derivan las
costumbres, creencias, opiniones, y las instituciones de un pueblo.

Tocqueville descubrió y expuso, en su obra La Democracia en América (1835-1840), la


aparición de un estado social democrático en las ex colonias americanas (recientemente
independizadas con el nombre de Estados Unidos de América). Este estado suponía una
forma de vida fundada en la igualdad de condiciones y en la creencia en la igualdad
natural de los hombres. A su vez, representaba una gran conmoción para los valores de
Europa, ya que sus pueblos sólo habían conocido hasta entonces lo que Tocqueville
llamaba un estado social aristocrático, fundado en una tradición de costumbres y
creencias que afirmaba que entre los hombres existían diferencias naturales.

Para Tocqueville, democracia es ante todo la forma de sociedad que surge de la pasión
igualitaria, es decir, de la voluntad de los hombres de ser iguales, de tal manera que toda
diferencia -de cualquier orden: político, económico, de ideas, de opiniones, etc.- resulte
insoportable, inmoral e injusta.

En cambio, antes de ser un tipo de gobierno, aristocracia es para Tocqueville aquella


forma de sociedad fundada en la creencia de que los hombres son naturalmente
diferentes y que no pueden ni deben ser iguales. Según este criterio, no existe una
desigualdad tan grande que no pueda ser justificada por la naturaleza de las cosas, al
tiempo que se afirma que la igualdad es antinatural, inmoral y peligrosa.

¿Libertad y/o igualdad?

Algo ha cambiado en la nueva definición sociológica que brinda Tocqueville de la palabra


democracia, respecto de la definición clásica de Aristóteles, que la entendía como una
forma de gobierno libre. Cuando Tocqueville habla de democracia, lo que está diciendo es
igualdad, y no -como proponía Aristóteles- libertad (por lo tanto, cuando dice aristocracia
alude a diferencias o a desigualdad, y no a despotismo).

Al mismo tiempo, Tocqueville dice que igualdad y desigualdad son fenómenos sociales
que se refieren a la forma en que la sociedad condiciona a los individuos e influye en sus
relaciones mutuas, agrupamientos y divisiones. Libertad y despotismo son, en cambio,
fenómenos políticos: tienen que ver con la forma que los individuos con sus acciones
imprimen al régimen (leyes e instituciones) de su vida en común.

En líneas generales, la enseñanza de Tocqueville podría resumirse así: igualdad no


equivale necesariamente a libertad, porque la primera es un fenómeno social y la segunda
es un fenómeno político. Por lo tanto, la democracia, pensada en su aspecto social, no
necesariamente va acompañada de libertad política. Puede incluso dar lugar a formas de
despotismo, es decir, a un despotismo democrático. Entonces, la libertad política no
depende de fuerzas irresistibles de carácter social, sino de la acción consciente y
colectiva de los hombres.

Dahl y Lefort: dos respuestas a la democracia actual

Si el diagnóstico de Tocqueville acerca de las relaciones entre igualdad social y libertad


política es correcto, ¿cómo podemos hacer para asegurarnos de que la igualdad de
condiciones para millones de personas coincida a la vez con un efectivo "gobierno del
pueblo, para el pueblo y por el pueblo", como definió Abraham Lincoln el gobierno
democrático?

Para responder a esta pregunta, nos referiremos a dos teorías muy diferentes y, a la vez,
muy originales en su manera de pensar la relación entre la forma democrática de gobierno
y las características democráticas de la sociedad moderna.

 Una de estas teorías piensa a la democracia exclusivamente como una forma de


gobierno. Se trata de la muy influyente formulación propuesta por el cientista
político estadounidense Robert Dahl. Afirma que la democracia moderna no puede
ser una forma de gobierno en la que todos los ciudadanos participen directamente
en una asamblea para discutir los asuntos públicos, pues sería imposible formar
asambleas de decenas de millones de personas. Por tal motivo, la democracia
moderna sólo puede ser una democracia representativa. Asimismo, el gobierno
democrático no puede ser simplemente un gobierno de la mayoría, como en la
Antigüedad, pues en la sociedad moderna se reconoce que todos los ciudadanos
tienen los mismos derechos, ya sea que ganen o pierdan las elecciones.
La democracia moderna es soberanía del pueblo, pero también es un estado de
derecho (un gobierno que respeta y protege los derechos de los ciudadanos). A su
vez, la democracia moderna debe tener carácter republicano, es decir, debe evitar
la concentración del poder en un hombre, un grupo o un partido. Para impedir esta
posibilidad, existe la división de poderes y la rotación periódica en los cargos, al
tiempo que se fomenta la participación política de los ciudadanos en las "cosas de
todos" (en latín: res publica).
A esta forma mixta de democracia, que combina distintos principios institucionales,
Dahl la llamó poliarquía . Y por ello, en el lenguaje de la ciencia política, a las
democracias modernas se las llama poliarquías. La principal institución que
distingue a las poliarquías de cualquier otra forma de gobierno es la de las
elecciones plurales, libres y periódicas.
 También podemos pensar la democracia moderna como forma de sociedad. Para
el filósofo francés Claude Lefort, las formas de sociedad se constituyen a partir de
un orden simbólico compartido, es decir, de un conjunto de significados (lo que es
bueno o malo; lo justo y lo injusto; lo verdadero y lo falso, etc.) que surgen a partir
del modo en que las personas se relacionan entre sí. Para Lefort, la democracia es
una forma de sociedad en la que la gente se relaciona a partir de la creencia de
que el poder ya no tiene dueño (como se creía en otra forma de sociedad, el
Antiguo Régimen, donde el poder era propiedad del rey). Por esta circunstancia, el
poder es un lugar vacío . Lo pueden ocupar distintas personas o grupos durante
algún tiempo, pero nadie lo puede "llenar", ni se lo puede apropiar.

Además, la sociedad democrática es la única en la que, como dice Lefort, se han


separado las esferas de la ley, el saber y el poder. Esto significa que es la única
sociedad donde ya no creemos que la verdad (el saber) es un atributo exclusivo de
los gobernantes. En la sociedad democrática ya no hay una única verdad, y toda
verdad tendrá que surgir de una discusión.

El poder tampoco es el dueño de la ley ni del derecho. Así, la sociedad


democrática es una sociedad inquieta, llena de interrogantes, abierta a múltiples
respuestas y siempre dinámica, en la que todo está en discusión permanente. La
discusión, el conflicto y la división constituyen el modo en que la sociedad se da
permanentemente forma a sí misma, y encuentra su unidad a partir de las
diferencias.

Como acabamos de ver, la democracia es un fenómeno muy complejo, a la vez político y


social; institucional y simbólico; encarnación de la igualdad y expresión de las diferencias
y conflictos. Cada pensamiento se inscribe en una línea teórica diferente pero, a la vez, es
un intento más de las personas de conjugar, de un modo lúcido y armónico, la pasión por
la igualdad y el amor por la libertad.

Bibliografía comentada

 Aristóteles, Política, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1951.


Junto con República, de Platón, ésta es la obra más trascendente del pensamiento
político de la Antigüedad. Todavía hoy es indispensable para comprender la
naturaleza de los fenómenos políticos, la relación entre política y sociedad y el
significado de la libertad.
 Dahl, Robert, La Democracia y sus críticos, Buenos Aires, Paidós, 1991.
El autor expone en esta obra el significado de la democracia, los distintos
argumentos a favor y en contra de esta forma de gobierno, las diferencias entre la
democracia antigua y la moderna, y las dificultades del gobierno democrático en
las modernas sociedades de masas.
 Tocqueville, Alexis de, La Democracia en América, Madrid, Sarpe, 1984.
Una obra inmortal, publicada entre 1835 y 1840, que por primera vez describe las
características de la sociedad igualitaria moderna, así como los beneficios y los
perjuicios de la igualdad, y sus relaciones con la libertad política. Es a la vez una
obra fundacional de la sociología, y la más encendida defensa del gobierno libre.
 Lefort, Claude, La invención democrática, Buenos Aires, Nueva Visión, 1990.
Se trata de una colección de artículos del filósofo francés, datados entre las
décadas del 70 y del 80. En ellos se abordan distintas cuestiones que giran en
torno del análisis crítico del totalitarismo y también sobre una original manera de
concebir la democracia.
 Maquiavelo, Nicolás, El Príncipe, Buenos Aires, Alianza, 1992.
Publicada en 1513, es la obra más famosa del padre del pensamiento político
moderno. En sus páginas aconseja a los príncipes cómo conquistar y mantener el
poder del Estado. Por esta obra se ha confundido siempre a Maquiavelo con un
defensor de las tiranías cuando en realidad fue un defensor de la libertad
republicana y del gobierno popular.

Notas

Forma de gobierno

La tipología clásica de las formas de gobierno fue elaborada por primera vez por los
antiguos griegos. Aristóteles, en el libro III de Política, explica que las variedades de
formas de gobierno se pueden deducir a partir del conocimiento de quién es el sujeto de
la autoridad política (un hombre, pocos hombres, muchos hombres), y del modo en que
este sujeto ejerce el poder de mando (las dos formas del régimen: libre, cuando el
gobierno se orienta al bien común; o despótica, cuando el gobierno se ejerce a favor del
gobernante). Así, surgen las seis formas clásicas de gobierno, que son: la monarquía, y
su variante despótica, la tiranía; la aristocracia, y su forma corrupta, la oligarquía; y la
república, con su forma viciosa, la demagogia. Pero más tarde, en el libro VI, Aristóteles
reduce estas seis formas a dos: el gobierno de los pocos, o aristocracia, y el gobierno de
los muchos, o democracia. Si ambos grupos gobiernan juntos, y participan por igual en el
poder, surge una forma mixta, la república.

Aristóteles

El filósofo griego define de este modo el término "democracia":


"El principio del gobierno democrático es la libertad. Al oír repetir este axioma, podría
creerse que sólo en ella puede encontrarse la libertad; porque ésta, según se dice, es el
fin constante de toda democracia. El primer carácter de la libertad es la alternancia en el
mando y en la obediencia. En la democracia, el derecho político es la igualdad, no con
relación al mérito, sino según el número. Una vez sentada esta base de derecho, se sigue
como consecuencia que la multitud debe ser necesariamente soberana, y que las
decisiones deben ser la ley definitiva, la justicia absoluta; porque se parte del principio de
que todos los ciudadanos deben ser iguales. Y así, en la democracia, los pobres son
soberanos, con exclusión de los ricos, porque son los más, y el dictamen de la mayoría es
ley. Éste es uno de los caracteres distintivos de la libertad, la cual es para los partidarios
de la democracia una condición indispensable del Estado. Su segundo carácter es la
facultad que tiene cada uno de vivir como le agrade, porque, como suele decirse, esto es
lo propio de la libertad, como lo es de la esclavitud el no tener libre albedrío. Tal es el
segundo carácter de la libertad democrática. Resulta de esto que en la democracia el
ciudadano no está obligado a obedecer a cualquiera; o si obedece es a condición de
mandar él a su vez; y he aquí cómo en este sistema se concilia la libertad con la
igualdad."
Aristóteles, Política, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1951.

Igualdad de condiciones

"Entre las cosas nuevas que durante mi estancia en los Estados Unidos llamaron mi
atención, ninguna me sorprendió tanto como la igualdad de condiciones. Sin dificultad
descubrí la prodigiosa influencia que este primer hecho ejerce sobre la marcha de la
sociedad, pues da a la opinión pública una cierta dirección, un determinado giro a las
leyes, máximas nuevas a los gobernantes y costumbres peculiares a los gobernados.
Pronto observé que ese mismo hecho extiende su influencia mucho más allá de las
costumbres políticas y de las leyes, y que su predominio sobre la sociedad civil no es
menor que el que ejerce sobre el gobierno, pues crea opiniones, engendra sentimientos,
sugiere usos y modifica todo lo que él no produce.
Así pues, a medida que estudiaba la sociedad americana, percibía cada vez más, en la
igualdad de condiciones, el hecho generador del que parecía derivarse cada hecho
particular, hallándolo ante mí una y otra vez, como un punto de atracción hacia el que
convergían todas mis observaciones.
Trasladé entonces mi pensamiento hacia nuestro hemisferio y me pareció percibir en él
algo análogo al espectáculo que me ofrecía el Nuevo Mundo. Vi que la igualdad de
condiciones, sin haber alcanzado como en los Estados Unidos sus límites extremos, se
acercaba a ellos cada vez más, y me pareció que la misma democracia que reinaba sobre
las sociedades americanas avanzaba rápidamente hacia el poder en Europa.
Desde ese momento concebí la idea de este libro.
Una gran revolución democrática se está operando entre nosotros. Todos la ven, mas no
todos la juzgan de la misma manera. Unos la consideran como una cosa nueva, y
tomándola por un accidente, esperan poder detenerla todavía; mientras que otros la
juzgan irresistible, por parecerles el hecho más ininterrumpido, más antiguo y más
permanente que se conoce en la historia."

Tocqueville, Alexis de, La Democracia en América, Madrid, Sarpe, 1984.

Despotismo democrático

Al respecto señala Tocqueville:


"Creo que es más fácil establecer un gobierno absoluto y despótico en un pueblo donde
las condiciones sociales son iguales que en otro cualquiera, y opino que si semejante
gobierno llegara a implantarse en tal pueblo, no sólo oprimiría a los hombres, sino que a
la larga les despojaría de los principales atributos de la humanidad.
El despotismo me parece, por tanto, el mayor peligro que amenaza a los tiempos
democráticos. Por encima se alza un poder inmenso y tutelar que se encarga
exclusivamente de que sean felices y de velar por su suerte. Es absoluto, minucioso,
regular, previsor y benigno. Se asemejaría a la autoridad paterna si, como ella, tuviera
como objeto preparar a los hombres para la edad viril; pero, por el contrario, no persigue
más objeto que fijarlos irrevocablemente en la infancia; este poder quiere que los
ciudadanos gocen, con tal de que no piensen sino en gozar. Se esfuerza con gusto en
hacerlos felices, pero en esa tarea quiere ser el único agente y el juez exclusivo; provee
medios a su seguridad, atiende y resuelve sus necesidades, pone al alcance sus
placeres, conduce sus asuntos principales, dirige su industria, regula sus traspasos, divide
sus herencias; ¿no podría librarles por entero a la molestia de pensar y el derecho de
pensar y el trabajo de vivir."

Tocqueville, Alexis de, La Democracia en América, Madrid, Sarpe, 1984

Libertad política

Tocqueville demostró que la libertad política depende de la acción consciente de los


hombres, comparando la democracia americana, en la que las jóvenes repúblicas habían
creado formas libres y representativas de gobierno popular, con el estado social
democrático surgido en Francia desde las sombras del absolutismo, e impuesto de un
modo definitivo con la Revolución Francesa.

Según este autor, en Francia, la revolución no alcanzó a crear un gobierno moderado y


legal, sino que primero engendró el terror revolucionario; luego la república naufragó
cuando Napoleón se coronó emperador de los franceses, y finalmente retornó la
monarquía borbónica. Los franceses habían llegado a ser iguales entre sí, dejando atrás
el estado social aristocrático, pero nunca adquirieron la costumbre de asociarse para
defender sus derechos frente al gobierno (como sí lo sabían hacer los norteamericanos).
Al haber vivido tantos siglos bajo un gobierno absolutista, no sabían gobernarse a sí
mismos ni ejercer la libertad política. Por eso en Francia la igualdad de condiciones
durante muchas décadas engendró no la libertad, sino un despotismo democrático.

En el Río de la Plata, Domingo Faustino Sarmiento -gran admirador de Tocqueville y


encendido defensor de la libertad política- demostró que en América del Sur la guerra de
independencia también había creado un estado social democrático, pero que, como había
ocurrido en Francia con su pasado absolutista, la tradición hispánica no había educado a
los sudamericanos en las costumbres participativas y pluralistas que requieren las
instituciones del gobierno libre. En su libroFacundo (que en cierto modo pretende ser el
equivalente de la obra de Tocqueville en América del Sur), de 1845, Sarmiento nos
muestra que en el Río de la Plata también reina, al igual que en el Norte, la igualdad de
condiciones en las pasiones, las costumbres y las creencias de criollos y gauchos, pero
que, al igual que en Francia, este estado social democrático también se inclina a la tiranía
con apoyo popular (que en el Río de la Plata fue representada por la figura de Rosas), por
carecer de experiencia en el gobierno libre.

Poliarquía

Definición según Dahl


"La poliarquía es un régimen político que se distingue, en el plano más general, por dos
amplias características: la ciudadanía es extendida a una proporción comparativamente
alta de adultos, y entre los derechos de la ciudadanía se incluye el de oponerse a los altos
funcionarios del gobierno y hacerlos abandonar sus cargos mediante el voto.

Más concretamente, diremos que la poliarquía es un orden político que se singulariza por
la presencia de siete instituciones, todas las cuales deben estar presentes para que sea
posible clasificar a un gobierno como poliárquico.

1. Funcionarios electos. El control de las decisiones en materia de política pública


corresponde, según lo establece la constitución del país, a funcionarios electos.
2. Elecciones libres e imparciales. Dichos funcionarios son elegidos mediante el
voto en elecciones limpias, que se llevan a cabo con regularidad y en las cuales
rara vez se emplea la coacción.
3. Sufragio inclusivo. Prácticamente todos los adultos tienen derecho a votar en la
elección de los funcionarios públicos.
4. Derecho a ocupar cargos públicos. Prácticamente todos los adultos tienen
derecho a ocupar cargos públicos en el gobierno.
5. Libertad de expresión. Los ciudadanos tienen derecho a expresarse, sin correr
peligro de sufrir castigos severos, en cuestiones políticas definidas con amplitud,
incluida la crítica a los funcionarios públicos, el gobierno, el régimen, el sistema
socioeconómico y la ideología prevaleciente.
6. Variedad de fuentes de información. Los ciudadanos tienen derecho a
procurarse diversas fuentes de información, que no sólo existen sino que están
protegidas por la ley.
7. Autonomía asociativa. Para propender a la obtención o defensa de sus derechos
(incluidos los ya mencionados), los ciudadanos gozan también del derecho de
constituir asociaciones u organizaciones relativamente independientes, entre ellas
partidos políticos y grupos de intereses.

 NOTAS:
 Los países del mundo pueden ordenarse, en verdad, según el grado en que esté
presente en ellos, en un sentido realista, cada una de estas instituciones.
Consecuentemente, éstas pueden servir como criterio para decidir cuáles son los
países gobernados por una poliarquía en la actualidad o en el pasado.

 las instituciones de la poliarquía son indispensables para la democracia en gran


escala, y en particular para la escala del moderno Estado nacional. Para
expresarlo en términos algo diferentes, todas las instituciones de la poliarquía son
necesarias para la instauración más plena posible del proceso democrático en el
gobierno de un país."

Dahl, Robert, La Democracia y sus críticos, Buenos Aires, Paidós, 1991.


Un lugar vacío

Concepto desarrollado por Lefort


"Tocqueville, lo recuerdo, creyó encontrar en la igualdad de condiciones el principio de la
revolución democrática. Este era, según él, el hecho generador del que se deducían todos
los demás. [?] Indudablemente, su análisis era mucho más sutil que lo que su tesis capital
deja adivinar. Lo cierto es que, a mis ojos, Tocqueville subestima, si es que no la
descuida, una mutación que es de orden simbólico; [?] No obstante, es imposible ignorar
esa mutación no bien se pregunta uno en qué se convierte el poder en la sociedad
democrática y, primeramente, cuál era su posición y su figuración (lo uno no va sin lo otro)
en la sociedad en que surge, el Antiguo Régimen. En resumen [?] recuerdo que el poder
monárquico era un poder incorporado en la persona del príncipe. [?] Ahora bien, la
referencia a este modelo nos permite apreciar en su magnitud el trastocamiento
inaugurado por la democracia [?] Como he tenido ocasión de señalar repetidamente, lo
que surge es la nueva noción del lugar del poder como lugar vacío. Desde ahora, quienes
ejercen la autoridad política son simples gobernantes y no pueden apropiarse el poder,
incorporarlo. Más aún, este ejercicio está sometido al procedimiento de una renovación
periódica. Esta implica una competencia regulada entre hombres, grupos, y muy pronto
partidos, supuestamente encargados de drenar opiniones en toda la extensión de lo
social. Semejante competencia, dado que sus condiciones deben quedar preservadas de
una consulta electoral a otra, dado que la mayoría saliente debe respetar los derechos de
las minorías, significa una institucionalización del conflicto. [?] La huella de este
acontecimiento puede ser observada en dos registros. Por un lado, junto con la
desincorporación del poder, se opera una desintrincación entre la esfera del poder, la
esfera de la ley y la esfera del conocimiento. [?] Por otro lado, la formación de una escena
política, escena sobre la cual se ejerce la competencia por el poder, va a la par con el
movimiento que da plena consistencia a la sociedad civil, revelando ser ésta la misma de
parte a parte, a través de sus divisiones."

Lefort, Claude, "Democracia y advenimiento de un lugar vacío", en La invención


democrática, Buenos Aires, Nueva Visión, 1990.

2- Actividades para trabajar sobre los conceptos desarrollados en el texto: (escritas y en


grupo)

 Clarificación de conceptos con ayuda de un diccionario, Wikipedia y explicaciones


de la profesora. Búsqueda de biografías de autores mencionados en el artículo, en
diccionarios enciclopédicos y/o Wikipedia, entre otras fuentes.

 Contextualización de tiempo histórico y ubicación espacial de las referencias:


griegos… colonias norteamericanas… entre otras.
 Reconocimiento de países del mundo donde no se encuentren presentes las
características de la democracia, con ayuda de noticias periodísticas y/o de
búsquedas en Internet. (ejemplos Siria, Yemen, Corea del Norte, Venezuela, etc)
 Elaboración de un cuadro comparativo que tenga en cuenta las características de
la vida social y política de ese país: No hay democracia porque… Para que
hubiese democracia debería haber… Se comparten y discuten los aportes y se
conforma un cuadro comparativo que los integre a todos.

No hay democracia porque Para que hubiese democracia debería haber

Participación ciudadana en democracia

¿Qué es un ciudadano? A través de la historia ¿fue siempre así? ¿Todos somos


ciudadanos? ¿Por qué? ¿Cuáles son los atributos de un ciudadano? ¿Dónde está escrito
que así sea?

"La Constitución Nacional" es un contenido que se aborda con regularidad en la escuela.


Sin embargo, mucho menos trabajado, y a veces definitivamente ausente, es el tema de
la real vigencia de la Constitución en la historia contemporánea de nuestro país.
Abordar el tema de la Constitución desde esta perspectiva, permitirá problematizarlo y
conocer, a la luz de experiencias concretas, cuándo las normas constitucionales fueron
efectivamente aplicadas y cuándo se las avasalló total o parcialmente. De este modo,
podrán entender que la democracia actual es una conquista relativamente reciente y que
es el producto de una construcción penosa y sacrificada de la sociedad argentina.
Además, comprenderán que mantenerla y profundizar sus logros y alcances exige un
compromiso sostenido y serio de parte de todos los ciudadanos.

Una Constitución es la norma que fija los principios básicos de convivencia en un Estado.
La Constitución de un país democrático debe tener un contenido particular que contemple:
• un amplio catálogo de los derechos de los ciudadanos,
• la organización de un gobierno compuesto por poderes separados,
• el acceso al poder sólo a través del voto de la ciudadanía,
• la periodicidad en el poder, es decir, que se puede ocupar sólo durante un lapso
determinado,
• la independencia del poder judicial de los otros poderes,
• la publicidad de los actos de los tres poderes, de manera que puedan ser conocidos por
todos los ciudadanos,
• la libertad de la oposición al gobierno para expresar sus ideas.
Todos estos contenidos tienen por finalidad asegurar la libertad y la dignidad de las
personas. Sólo una Constitución que presente todas estas estipulaciones, es una
Constitución democrática.

El Preámbulo de la Constitución Nacional

El Preámbulo es un texto breve que precede a la Constitución.


Es una declaración que enuncia las aspiraciones que animan las cláusulas de la
Constitución y revela las intenciones que se propusieron los constituyentes. El Preámbulo
tiene también un valor histórico, recoge la voluntad del país en sus intentos de organizado
políticamente.
Las partes fundamentales del Preámbulo son:
Nos los representantes: se está expresando que los constituyentes llevaban los poderes
expresos del pueblo para constituir políticamente al país.
Del pueblo de la Nación Argentina: llevaban la representación déla soberanía del
pueblo, lo representaban en forma directa.
Reunidos en Congreso General Constituyente, el propósito del Congreso General
consistía en dictar una Constitución y las leyes que la pusieran en práctica.
Por voluntad y elección de las provincias que la componen; si bien los constituyentes
estaban elegidos por el pueblo, lo eran por voluntad de las provincias. El origen de la
convocatoria se halla en el Acuerdo de San Nicolás firmado por las provincias.
En cumplimiento de pactos preexistentes; esta declaración expresa que la reunión se
cumplía de acuerdo con la voluntad del pueblo y de los gobiernos de provincias
expresada en los pactos anteriores.
Con el objeto de constituir la unión nacional, o sea, de fijarla por común acuerdo.
Afianzar la justicia: lo fundamental, después de constituirse, era asegurar la justicia.
Consolidar la paz interior: obtenerla permite la vigencia de las instituciones.
Proveer a la defensa común: para alcanzarla es preciso poseer un poder suficiente que
permita repeler cualquier agresión.
Promover el bienestar general, o sea, de toda la población.
Asegurar los beneficios de la libertad: el don de la libertad se fijaba como objetivo
fundamental de la vida social y política.
Para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar el suelo argentino: los propósitos que anteriormente se han formulado
estaban destinados a todos los que habitan el territorio argentino.
Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia. Los constituyentes
eran  personas creyentes, por lo que invocan a Dios, fuente de Sabiduría y Supremo
Legislador.
Ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución de la Nación
Argentina. Una vez cumplido por los constituyentes el mandato de dar una Constitución,
mandan sea respetada, y lo hacen en nombre del pueblo que los eligió

Características del gobierno representativo, republicano y federal.


Los poderes según la Constitución.
Los poderes de la Nación se hallan en tres centros distintos de autoridad: el Congreso,
que ejerce facultades legislativas; el Ejecutivo o Presidente, que ejerce las ejecutivas y los
Tribunales, que tienen las judiciales.
Los tres poderes son parte de un solo y único núcleo central de poder.

Características del sistema


Están definidas por los artículos 1° y 22 . Según ellos la Nación es gobernada por medio
de las autoridades constituidas a través de elecciones (sistema representativo) y sus
representantes se renuevan periódicamente (sistema republicano).
El Poder Ejecutivo se renueva cada seis años por elección popular indirecta.
El Poder Legislativo se renueva en la Cámara de Diputados por mitad cada dos años, por
medio de elección popular directa; en la Cámara de Senadores se renueva por terceras
partes, cada tres años. Los senadores son elegidos por las legislaturas provinciales.
El Poder Judicial no tiene marcada la duración.
Característica esencial a la representación es la responsabilidad a que están sujetos. Así
el Presidente, ministros y los miembros del Poder Judicial están sujetos a la acusación de
la Cámara de Diputados y juicio ante la “de senadores por falta cometida durante el
desempeño de sus funciones.
Los miembros de las dos Cámaras legislativas no pueden ser acusados por los otros dos
poderes, pero pueden ser corregidos por sus pares.

Características del sistema federal


Nuestra constitución es federal porque sus atribuciones son repartidas en distintos centros
de autoridad. El sistema federal tiende a evitar la tiranía, porque impide la concentración
del poder en una sola persona; y la anarquía, pues la existencia de varios gobiernos
locales supone una serie de organizaciones que no pueden ser disueltas fácilmente. La
característica esencial del sistema federal está establecida en el art. 104 de la
Constitución.
Forma de gobierno y forma de Estado
Estas dos cuestiones, fundamentales para la organización del país, son definidas en el
art. 1°
El gobierno es representativo. Está formado por los representantes “del pueblo, el cual,
en ejercicio de su soberanía los ha elegido a través del sufragio. Los ciudadanos no
pueden gobernar directamente. Ello es imposible por el elevado número de habitantes
que componen un Estado moderno. Además, la complejidad y diversidad de cuestiones
que deben abordar los gobernantes exige, de parte de ellos, un alto conocimiento técnico
que no todos están capacitados para asumir. Los gobernantes representan al pueblo en
su totalidad, no deben ser portavoces de intereses particulares, en razón de lo cual deben
perseguir el interés general de la Nación.

El gobierno es republicano. Este término es utilizado en nuestra Constitución como


sinónimo de democrático. Por lo tanto, la estructura gubernamental debe respetar la
separación de poderes, como medio apto para detener todo abuso en la acción del
gobierno.
El Estado es federal. El poder se encuentra descentralizado territorialmente. En el interior
del Estado conviven dos niveles de gobierno: la Nación y las provincias. La Constitución
define el ámbito de competencias que les corresponde a cada uno de estos niveles y
determina los principios y relaciones que se establecen entre ellos

Propuesta

El texto constitucional establece una forma de gobierno republicana, representativa y


federal, que determina quiénes pueden elegir y ser elegidos, el tiempo de duración en las
distintas funciones de gobierno, los derechos y garantías de ciudadanos y habitantes, las
facultades y atribuciones de los gobernantes y los límites para el ejercicio del poder.
Sabemos también que el principio básico del sistema de gobierno republicano reside en la
soberanía popular.

Sin embargo, estas prescripciones fueron casi permanentemente violadas. El principio de


la soberanía popular, por ejemplo, sólo rigió efectivamente durante cortísimos períodos de
la historia argentina contemporánea. Mediante el siguiente cuadro se pueden identificar
las vicisitudes por las que atravesó la historia política argentina entre finales del siglo XIX
y la actualidad.

Regímenes políticos
1880-1916 oligárquico o conservador

1916-1930 democracia

1930-1943 oligárquico o conservador

1943-1946 dictadura

1946-1955 democracia

1955-1958 dictadura

1958-1966 semidemocracia

1966-1973 dictadura

1973-1976 democracia

1976-1983 dictadura

1983-....... democracia

En los cien años que median entre 1880 y 1983, el principio de la soberanía popular sólo
rigió plenamente durante aproximadamente unos veinticinco años. Nos preguntamos
entonces, ¿qué otros principios, distintos de los establecidos en la Constitución, rigieron el
acceso al poder?, ¿quiénes elegían si no lo hacían los ciudadanos?, ¿entre qué grupos se
reclutaban los gobernantes?, ¿quiénes accedían al poder político?, ¿cómo se mantenían
en el mismo?, ¿cómo justificaban su estancia en el poder?, por último, ¿cuál fue la actitud
de la ciudadanía frente al avasallamiento de sus derechos?

Si tomamos como ejemplo el período 1880-1916 podremos observar que bajo la fachada
de un régimen democrático se escondía otro tipo de régimen político bien diferente. El
llamado a elecciones y la renovación de autoridades se cumplía en los plazos
establecidos por la Constitución, pero en realidad la voluntad popular no contaba, ni
existían espacios para las oposiciones políticas, que eran consideradas peligrosas para el
orden establecido.

Muchas son las preguntas que ustedes mismos se pueden realizar para guiarse en la
comprensión de los contenidos. A continuación, estos son ejemplos de algunos
interrogantes y conceptos que los guíen en la reflexión.
 ¿Cómo se accedía entonces al poder?
No por el voto popular, falseado permanentemente por distintos mecanismos de fraude y
por la violencia política, sino a través de la elección de los funcionarios entrantes por parte
de los salientes. Se trataba de un sistema que fue conceptualizado como de "hegemonía
gubernamental" o de "gobiernos electores" en el que algunos miembros del sistema
político, como el presidente saliente, algunos ex presidentes, senadores y gobernadores,
jugaban un rol clave en las designaciones.
 ¿Quiénes accedían al poder?
Una minoría que se agrupaba en torno al Partido Autonomista Nacional, perteneciente a
las familias más ricas del país y que iba rotando por los puestos clave de la estructura
político-administrativa del Estado nacional.
 ¿Cómo justificaba esta elite el monopolio del poder?
Por un lado, consideraba que su supremacía política derivaba de ser (o proclamarse)
heredera de los "padres fundadores de la nacionalidad". Y, además, sus integrantes
creían estar dotados por la naturaleza de competencias y atributos especiales para
gobernar que el resto de la población no poseía.
 ¿Cuál fue la actitud de la ciudadanía?
El régimen que muchos caracterizan como oligárquico comenzó a ser cuestionado desde
1890. El país se transformaba con la llegada de millones de inmigrantes europeos y la
expansión de la economía agroexportadora. Desde principios del siglo XX, a medida que
la gran masa inmigratoria se iba integrando a la nueva sociedad, y que sus hijos
argentinos iban ascendiendo en la escala social, crecieron los cuestionamientos políticos
y las demandas democratizadoras. También se fortaleció el partido que desde 1891
levantaba como estandartes los principios democráticos: la Unión Cívica Radical. La
acción de estas fuerzas sociopolíticas forzó en 1912 la sanción de la Ley de reforma
electoral o Ley Sáenz Peña, fenómeno que marcó el comienzo de la primera experiencia
democrática de la historia argentina.

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