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Comentario de Veneno

Veneno es un disco que nace en el año 1977 bajo el sello CBS y que es auspiciado por el productor
Ricardo Pachón, que es el que se encarga de poner en contacto a Kiko Veneno con los artistas
gitanos Raimundo y Rafael Amador y meterlos en el estudio para que grabaran este disco que ha
sido considerado como una de las mejores fusiones entre rock y flamenco del siglo XX en España.
El proyecto no continuó, siendo esta obra única en su especie, y tampoco tuvo un éxito
apabullante en la época en la que salió. Sin embargo, es una prueba maravillosa de la fusión que
caracteriza el flamenco de aquellos años y de la inventiva de unos artistas prodigiosos. En este
comentario vamos a analizar el primer tema del disco: “Los animales”, que no se puede
encuadrar en ningún estilo flamenco que conozcamos, sino que es una amalgama de muchas
influencias diferentes.

La estructura es bastante diferente a lo que podemos esperar de una composición flamenca y la


podemos ver a través de esta línea temporal:

0.0 – 0.32: Introducción percutiva

0.33 – 0.55: Introducción a dos guitarras

0.56 – 1.48: Letra

1.49 – 2.55: Arpegios a dos guitarras

2.56 – 4.30: Parte más rasgueada con presencia batería.

4.31 – 4.54: Arpegios a dos guitarras

4.55 – 5.30: Parte vocal final

La letra que canta Kiko Veneno no sigue ningún tipo de estrofa ni métrica determinada, sino que
son básicamente frases encadenadas en los que se utiliza la repetición de palabras para dar un
toque caótico al conjunto:

“Me devora

Mi miedo devorador a ser devorado por tu miedo devorador a que te devore

Ay me sigue devorando

Mi miedo devorador a ser devorado por tu miedo devorador a que te devore

Me devora

El resplandor delirio de la noche”

El estilo flamenco no podemos encuadrarlo en ninguno en concreto pero sí podemos percibir


que se da un compás parecido al de tangos o rumbas, es decir, un compás binario.
La armonía está en modo mayor, con la utilización de los grados I, IV y V fundamentalmente y
con algunos rasgos de escalas utilizadas en otros estilos de música como la escala de blues.
También se utilizan acordes con séptima de manera muy habitual, lo que le da una sonoridad al
conjunto también muy diferente de la flamenca.

La textura es cambiante, pues dependiendo de las partes de la canción el protagonismo va


cambiando entre la voz y las guitarras de Raimundo y Rafael Amador. Cuando la voz es la
protagonista encontramos una textura de melodía acompañada; cuando las guitarras tocan a
dúo encontramos polifonía. Las melodías de la voz son desgarradoras, con poca musicalidad y
más pensadas por su expresión que por su lirismo o belleza.

Con respecto a la instrumentación, vemos que es una de las partes más interesantes del tema,
pues vemos una variedad que rara vez está presente en temas de flamenco. Por un lado, la obra
empieza con una percusión de congas y bongos, a lo que le sigue el dúo de guitarras de los
hermanos Amador. Más tarde entra la batería Antonio Romero el Tacita y la guitarra eléctrica de
Luis Cobo. Esto tiene como resultado una amalgama de sonidos en los que no percibimos
realmente donde empieza el flamenco y donde acaba el rock.

Como conclusión general me gustaría añadir que, a pesar del escaso éxito que tuvo el disco en
su momento, este me parece un ejemplo genial de fusión y el testimonio de la genialidad de
unos artistas que quedarán para siempre grabados en la historia del flamenco.

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