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PSICOLOGIA SOCIAL SESION 8

La autoestima, la aceptación y el autoconcepto son conceptos relacionados que


están relacionados con la forma en que una persona se percibe a sí misma.
• La autoestima se refiere al valor, el respeto y la confianza que uno tiene
hacia sí mismo. Es la evaluación subjetiva que una persona hace de su
propio valor, habilidades y logros. Una alta autoestima implica una
percepción positiva de uno mismo, mientras que una baja autoestima
implica una percepción negativa. La autoestima puede influir en cómo nos
enfrentamos a los desafíos, cómo nos relacionamos con los demás y
cómo nos sentimos con respecto a nuestras habilidades y logros.
• La aceptación se refiere a la capacidad de reconocer y valorar tanto las
fortalezas como las debilidades propias. Implica aceptarse y amarse a uno
mismo tal como uno es, sin juzgarse ni criticarse de manera negativa. La
aceptación implica reconocer y abrazar todas las partes de uno mismo,
incluyendo las imperfecciones, los errores y las dificultades. Al aceptarse
a uno mismo, se promueve un sentido de bienestar emocional y se
desarrolla una actitud más compasiva y amorosa hacia uno mismo.
• El autoconcepto se refiere a la imagen o representación mental que una
persona tiene de sí misma. Es la suma de las creencias, percepciones y
evaluaciones que uno tiene acerca de su propio ser. El autoconcepto
puede incluir aspectos como la apariencia física, las habilidades, las
características de personalidad, las creencias y los valores. El
autoconcepto puede ser positivo o negativo, y puede influir en la forma en
que una persona se ve a sí misma y se comporta en diferentes
situaciones.
Estos conceptos están interrelacionados y se influyen mutuamente. Una buena
autoestima y una aceptación saludable de uno mismo pueden contribuir a un
autoconcepto positivo, mientras que una baja autoestima y una falta de
aceptación pueden afectar negativamente la percepción que una persona tiene
de sí misma. Trabajar en el desarrollo de una autoestima saludable, la
aceptación de uno mismo y un autoconcepto positivo puede ser beneficioso para
el bienestar emocional y el crecimiento personal.
La atracción y el rechazo interpersonal son dos aspectos importantes en las relaciones
humanas y en la forma en que interactuamos con los demás. Estos términos se refieren
a las respuestas emocionales que experimentamos hacia otras personas.

• La atracción interpersonal se refiere al sentimiento positivo que se experimenta


hacia alguien. Puede ser física, emocional, intelectual o una combinación de
estos aspectos. La atracción puede surgir por diversos factores, como la
apariencia física, la personalidad, los intereses comunes, la similitud de valores
y creencias, entre otros. La atracción puede dar lugar a relaciones de amistad,
románticas o profesionales, y es un componente importante en la formación de
vínculos sociales significativos.
• Por otro lado, el rechazo interpersonal implica una respuesta negativa hacia otra
persona. Puede ser causado por diversas razones, como diferencias en valores,
personalidad o intereses, comportamientos inapropiados, falta de empatía, entre
otros factores. El rechazo puede manifestarse de diferentes formas, desde una
simple aversión o distanciamiento hasta conductas más abiertas y agresivas. El
rechazo interpersonal puede generar sentimientos de tristeza, frustración, baja
autoestima y afectar las interacciones sociales.
Es importante destacar que tanto la atracción como el rechazo interpersonal son
procesos subjetivos y pueden variar de una persona a otra. Lo que atrae o rechaza a
una persona puede no tener el mismo impacto en otra. Además, las interacciones
sociales pueden ser complejas y están influenciadas por una variedad de factores, como
experiencias previas, percepciones individuales, contextos culturales y sociales, entre
otros.
Es natural que en las relaciones humanas se experimente tanto atracción como rechazo
en diferentes momentos y con diferentes personas. Es importante reconocer y gestionar
adecuadamente estas emociones para fomentar relaciones saludables y constructivas.
La comunicación abierta, la empatía y el respeto mutuo son fundamentales para abordar
los sentimientos de atracción y rechazo interpersonal de manera adecuada.
AUTOESTIMA
La autoestima se refiere a la valoración, el respeto y la confianza que una persona tiene
hacia sí misma. Es la evaluación subjetiva que uno hace de su propio valor, habilidades
y logros. La autoestima influye en cómo nos percibimos, cómo nos relacionamos con los
demás y cómo nos sentimos con respecto a nuestras capacidades.
Una autoestima saludable implica tener una percepción positiva de uno mismo,
aceptarse y valorarse como individuo. Implica reconocer y apreciar tanto nuestras
fortalezas como nuestras debilidades, y tener una actitud positiva hacia nosotros
mismos. Una persona con una autoestima saludable se siente segura, confiada y capaz
de enfrentar los desafíos y superar los obstáculos que se presenten en la vida.
Por otro lado, una baja autoestima implica una percepción negativa de uno mismo. Una
persona con baja autoestima tiende a subestimar sus habilidades, se critica y se juzga
de manera negativa, y puede sentirse insegura e incapaz de enfrentar los desafíos de
manera efectiva. La baja autoestima puede afectar negativamente la calidad de vida, las
relaciones interpersonales, el rendimiento académico o laboral, y el bienestar emocional
en general.
Es importante trabajar en el desarrollo de una autoestima saludable. Esto implica
reconocer y valorar nuestras cualidades y logros, aceptar nuestras imperfecciones y
aprender a amarnos y respetarnos a nosotros mismos. También implica evitar la
comparación constante con los demás y aprender a establecer metas realistas y
alcanzables. El autocuidado, la autoaceptación y la práctica de pensamientos y
afirmaciones positivas son estrategias útiles para fortalecer la autoestima.
Tener una autoestima saludable no implica ser perfecto o tener una confianza
inquebrantable en todo momento. Se trata de reconocer que somos seres humanos con
virtudes y limitaciones, y de cultivar una relación positiva y compasiva con nosotros
mismos. La autoestima se puede trabajar y desarrollar a lo largo de la vida, y es un
aspecto importante para el bienestar y el crecimiento personal.

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