Está en la página 1de 14

TRABAJO PRÁCTICO FINAL

ESPECIALIZACIÓN EN PSICOMOTRICIDAD

DOCENTE: AMANDA BEATRIZ ARRÚA

LIC. MARIANA YUVONE

ALUMNA: ROXANA SILVIA PROPATO

AÑO: 2022
1º Parte:

1. La película me parece un excelente abordaje de la problemática de la Inclusión, tema


que me interesa particularmente por mi desempeño en un Equipo de Orientación, cuya mayor
tarea es trabajar con niñes que tienen diagnósticos diferenciales. El film ofrece una perspectiva
movilizante, fijando con precisión el enfoque en ciertos aspectos de un niño que podría ser feliz
con sus características singulares, al igual que todos los infantes, pero que por situaciones
familiares -que están atravesadas tanto por la cultura particular en que se desenvuelve, así como
por las exigencias propias de la sociedad en la que priman cuestiones hegemónicas que limitan
el acceso de todes tanto a los bienes de consumo, como así también a los objetos culturales- se
convierte en un niño que padece afectivamente una situación extrema, lejos de su hogar y sus
afectos más cercanos. La película visibiliza el error de colocar los aspectos cognitivos
privilegiados por una sociedad competitiva, por sobre la subjetividad.

2. Se observa al niño afectado en lo práxico/cognitivo (arrojar una pelota, las


matemáticas, la escritura), y lo tónico/emocional atravesando la problemática vincular. En lo
motor/instrumental podrían advertirse algunas praxias afectadas: cuando tiene que anudar su
corbata, o al tirar la pelota. Contextualizando en lo familiar, social y cultural podemos ver en el
film:

Una relación marital que expresaría un vínculo donde el hombre tiene la autoridad y la
mujer muy poca palabra en cuanto a las decisiones. Podemos inferir una sociedad fuertemente
patriarcal, donde el lugar del varón es predominante en cuanto al rol social, laboral, etc. En ese
caso, el hermano mayor, expresaría el ideal familiar y social (exitoso cognitivamente, en el
deporte)

3. «Así, desde el comienzo para que haya un diálogo se necesita un Yo, un Otro y
una acción» (Fernández, 2001, 211): el diálogo tónico define las relaciones del individuo
consigo mismo, con el otro, y con el mundo circundante.

Siguiendo a Cori Camps Llauradó, en las primeras relaciones con el otro de los
cuidados maternos, es donde se constituirá un modelo de relación para el sujeto, el cual
formateará sus reacciones emocionales, así como su corporalidad y los vínculos en torno a su
persona. Este autor señala que para Wallon, cierta “fusión afectiva” en los primeros momentos
de vida, es fundamental para todos los futuros desarrollos del sujeto. Es así que coincide con
Winnicott, en cuanto al concepto de holding, y la primera etapa de Dependencia Absoluta, en la
cual la madre provee los medios de relación con el mundo, y es en esos momentos en que el
sostén materno es fundamental para comprender la posterior relación del sujeto con la realidad.
Volviendo a Llaudaró, podemos decir que en las tensiones del cuerpo a cuerpo entre el bebé y
su madre, se moldearán luego las tensiones psíquicas y corporales. En lo que Ajuriaguerra
define como intercambio de información, se reflejará el rechazo o aceptación del cuerpo del bebé
por parte del cuerpo de la madre. Es un diálogo, al que se denominará “diálogo tónico”, ya que
puede ser mirado desde la perspectiva de la constitución de un tono de base, un tono muscular,
es decir corporizado, que expresa una tonalidad de matices emocionales, que son situacionales
y expresión de la relación de la mamá con el niño.

Para trabajar este tema en relación a Ishaam, rescato este párrafo de Gauberti citado
en el del texto de Llauradó:” El dialogo tónico es pues el primer espacio de cambios
marcados por el placer, la frustración, los deseos y las llamadas hacia el otro. Anclaje que
nunca se rompe, incluso en la edad adulta, las variaciones tónicas quedan como índices
(a menudo emitidos y recibidos inconscientemente) de la aceptación o rechazo de una
relación y de sentimientos positivos, agresivos o indiferentes hacia el otro (apretón de
manos, postura, etc.) (Gauberti, 1993).

Elijo este párrafo, para señalar una particularidad en la vida de Ishaam, que se muestra
en una escena de la cual inferiré posibles hipótesis que podrían servir para comprender este
caso. Es la escena en que la mamá viste casi completamente a Ishaam. Si bien no hay ninguna
señal de que él no pueda hacerlo por sí mismo, es un dato importante a tener en cuenta, ya que
marca un rasgo de la relación con su madre. Podríamos inferir retrospectivamente que el vínculo
en su temprana infancia se relaciona con esta característica.

No podemos dejar de señalar como un aspecto culturalmente importante, cuál es la


modalidad de llevar a los niñes en el país de Ishaam: las mamás sostienen a sus bebés mientras
realizan sus tareas, con una técnica que se conoce como “rebozo”, esto es, en contacto con su
cuerpo, sostenido por una manta que lo sostiene al cuerpo de la mamá. No hay señales de que
este contacto no sea beneficioso para la crianza, por lo contrario, es una práctica muy
recomendada para mantener al bebé junto a su madre. Tampoco hay señales de que Ishaam
haya sido sostenido de esa forma, podríamos inferir que su familia ha sido atravesada por
muchas prácticas occidentales, ya que vemos indicios de ello en la película. Quizás haya allí una
conflictiva que nos interesa señalar, ya que el papá de Ishaam espera para sus hijos, que
puedan acceder al mundo del trabajo, y vemos que su tarea laboral no tiene que ver con
prácticas tradicionales de India, sino más bien con el modelo productivo occidental. Ahora bien,
si bien estas disquisiciones parecen ser importantes, nada sabemos del embarazo, el parto, su
duración, los primeros meses de vida de la criatura, etc. Entonces podemos tomar la escena de
vestir a Ishaam como un dato importante, que nos sirve para hipotetizar acerca de la
dependencia respecto a la adquisición de ciertas praxias relacionadas al cuidado personal, de
las cuales interesa resaltar atar sus cordones o anudarse la corbata, ya que el campo que aquí
interesa es el psicomotriz.

No podremos decir, si su madre lo hace por él debido a cierta imposibilidad de Ishaam,


o si es al revés: Ishaam no lo hace por cierta atadura que aún se sostiene al cuerpo de la madre.
Esto, entonces, según lo señalado acerca del diálogo tónico, toma aquí relevancia, ya que es en
el mismo, en el cual se definen modelos para la construcción de la subjetividad.

Al respecto de los primeros cuidados, podríamos decir entonces, siguiendo a Winnicott,


que la etapa de la Independencia no ha sido adquirida aún.

A pesar de no tener información acerca del parto, nacimiento, ni primeros años de infancia
del niño, podemos observar a través de distintas escenas de la película, en la relación con la madre,
un exceso de ansiedad por parte de la misma. Es probable que, en los primeros momentos de vida,
algo haya sucedido para que reactivamente la madre funcione de forma ansiosa. En la película no
nos lo cuentan, pero sí es muy claro que el hermano mayor de Ishaam tiene un funcionamiento muy
diferente en cuanto a la autonomía. Ya hemos dicho que él es el destinado a cumplir con los ideales,
lo cual es coherente con su cultura, ya que es el mayor, pero debemos agregar que podríamos
advertir una posible práctica de sostén diferente en cuanto a la crianza de los dos hermanos. Un
diálogo tónico distinto puede haber acontecido en ambas situaciones. En cuanto al concepto de
Winnicott, de la madre “suficientemente buena”, se puede inferir que funciona en esta diada entre
Ishaam y su mamá, si bien debemos señalar una excesiva presencia de la madre, en cuanto a las
funciones de cuidado, la cual se resume en esta falta de autonomía del niño, por lo cual inferimos la
hipótesis de la permanencia de Ishaam en la Dependencia Relativa mencionada por el autor, la cual
no corresponde a la edad de Ishaam, quien cursa tercer grado, por lo cual asumimos que su edad es
de siete años en adelante, presumiblemente nueve años de edad. Es así que se puede inferir cierta
falla respecto a la “preocupación maternal primaria”, y en la “mostración de objetos”, pero en este
caso la última la relacionamos con la construcción de Ishaam con el mundo externo. Podemos
observar una insistencia en el niño, en detenerse en el fantaseo, lo cual, si bien puede ser tomado
como una posibilidad respecto a los alcances de su imaginación y poder creativo, también puede ser
leído como una dificultad en relacionarse con el mundo de lo práctico en la vida cotidiana, que lo
detiene demasiado en el espacio transicional, el cual ha sido definido por Winnicott, como un espacio
potencial, un área intermedia que define relaciones entre el adentro y el afuera, y se constituye en las
relaciones de los primeros cuidados del bebé.

Volviendo específicamente al texto de Llauradó, respecto al diálogo tónico, podemos


relacionar estos conceptos de Winnicott en cuanto a lo señalado por Wallon respecto a la
sensibilidad intero y extero-ceptiva, lo anterior puede relacionarse en cuanto a la disociación entre las
sensaciones internas y externas que posibilita (según Lapierre y Acouturiere, citados en el mismo
texto de Llauradó) al infante la pérdida de la fusión con la madre, diferenciando lo que él es y lo que
es el medio, un “yo permanente y un no-yo fluctuante”, y que según lo trabajado sobre Winnicott por
mí en este punto, posibilitaría la pérdida por parte del niño, del estado de omnipotencia y
dependencia absoluta, si la madre le facilita atravesar los estados de frustración para pasar por
momentos de desilusión del objeto, y llegar luego del momento de Dependencia relativa, a la etapa
de la Independencia.

4. Sin embargo, pese a lo dicho en el punto 3, en otras situaciones que no tienen que
ver con sus cuidados corporales, sino con el movimiento en el juego, o en la vida cotidiana,
vemos que Ishaam se maneja con autonomía y presteza en el movimiento: salta, corre, baila,
etc. Esto es en los movimientos que tienen que ver con el desplazamiento. También destacamos
que en el área de la pintura tiene un gran desempeño, así como lo vemos concentrado armando
un rompecabezas con gran habilidad. Por ello no podemos señalar un déficit en la coordinación
óculo manual claramente. Sí vemos que el niño no puede apuntar correctamente al arrojar una
pelota.

Teniendo en cuenta los contenidos de la Psicomotricidad, tenidos en cuenta en el


desarrollo de este curso, mencionamos: la coordinación viso motriz. La Lateralidad. La
organización espacio-temporal: A. El espacio B. El tiempo. Y, por último: La motricidad fina y la
grafomotricidad: Las praxias.

Podríamos decir que en cuanto a la coordinación visomotriz, observamos que en


muchas praxias el niño se desempeña sin dificultad: pesca pequeños peces y los mete en su
pecera, ya mencionamos el tema del rompecabezas, y puede manejar un pincel, así como el
lápiz. Puede agarrar la pelota, soltarla, arrojarla. Pero no puede apuntar a un blanco. Falla al
devolver la pelota, y podríamos tomar ésto como algo circunstancial, si no fuera porque más
adelante el padre señala en una escena fundamental de la película, cuando el maestro lo
entrevista, que Ishaam no puede arrojar hábilmente una pelota hacia el objetivo dispuesto. Algo
habla aquí de la coordinación. Cito a Picq y Vayer, autores propuestos en el texto sobre
contenidos de la Psicomotricidad durante esta Especialización: “Ambos ejercicios ( arrojar y
lanzar) desarrollan la precisión y el control propio, pero mientras que los ejercicios de
recepción son típicamente de adaptación sensoriomotriz (coordinación de sensaciones
visuales, táctiles, kinestésicas y coordinación de tiempos de reacción) los de lanzamiento
son por un lado de adaptación al esfuerzo muscular y por otro de adaptación ideomotriz
(representación mental de los gestos a realizar para conseguir el acto deseado)”. Entonces
algo del tono, según lo propuesto en el punto sobre diálogo tónico, es puesto en juego, así
inferimos que es del orden de lo relacional y además de lo representacional del cuerpo (Cuerpo
Representado), lo que impide a Ishaam apuntar la pelota al blanco elegido.

Además, algo habla aquí del espacio. Según Picq y Vayer: “Las nociones de espacio,
de relaciones espaciales y de orientación espacial se elaboran al compás de la
maduración nerviosa y están directamente determinadas por la cantidad y cualidad de las
experiencias vividas (Picq y Vayer, 1977). Precisamente la experiencia vivida es lo que
proporciona la conciencia del eje corporal, de la que depende directamente la adquisición
y dominio de las nociones de relación espacial, lo que significa poder orientarse en el
espacio a través de referencias alusivas a la posición del cuerpo, que cuenta con la
lateralidad para hacer efectiva dicha orientación.”

Como dijimos anteriormente, lo vivido en cuanto a la autonomía corporal, podría afectar


su noción de espacio, así como la constitución del tiempo: el tiempo psíquico de Ishaam parece
no coincidir para nada con el tiempo cotidiano. Lo vemos entretenerse como dijimos antes, en su
fantaseo, o también con los ojos hacia arriba, sin dirigir la mirada hacia ningún objeto externo. Su
ritmo personal, espontáneo, no va a punto con los ritmos cotidianos. Es el ritmo personal el que
se constituye respecto de los ritmos corporales, los cuales están en íntima relación, con los
cuidados primarios. Todo indica según lo propuesto anteriormente en cuanto a la primera
relación del niño con su mamá, habría tenido efectos que afectan su desempeño con el mundo
de los objetos culturales.

Es así que Ishaam escribe mal. Las letras y los números le van mal, aparecen
espejados, es decir, precisamente al revés de cómo deben verse. ¿Podemos decir algo aquí
sobre ello?: La coordinación óculo manual es fundamental para el manejo de la mano, para la
escritura, el ojo facilita a través de la vista, la precisión en el trazo en cuanto a la ejecución del
mismo, así como su ajuste en la posición y ubicación espacial de la letra escrita en la superficie
de la hoja y en el renglón. Así como según LeBoulch la puntería en el trazo implica igual
mecanismo que el que se ejecuta con una pelota, ya que implica las mismas regulaciones
interoceptivas. Y son acciones básicas de la coordinación viso manual el lanzar y recibir una
pelota, en la primera de las cuales Ishaam falla.

Según Da Fonseca, al escribir se produce una secuencialización de impulsos


relacionados al córtex motor y premotor, que a su vez se relacionan con el tono y el equilibrio,
así como a la lateralización, la noción corporal y la estructuración espacio-temporal. Los
subsistemas complejos (la praxia global y fina) articulan la motricidad a partir de la
manipulación del mundo y sus objetos, es por eso que la intención y planificación de los
movimientos son propios de la motricidad humana, y la habilidad del uso de las manos, nos
relaciona con la cultura, a través por ejemplo de la escritura: ” Tanto a nivel filogenético como
ontogenético, antes del lenguaje hablado, el gesto prepara la palabra, la emoción precede
a la comunicación y la comunicación no verbal da origen a la comunicación verbal”. De
acuerdo al mismo autor, el lenguaje escrito se relaciona con dejar una huella gráfica en la que se
expresa lo psicomotriz y lo afectivo. y tiene que ver con el momento del desarrollo psicomotriz,
afectivo y social del niño. Se pasa del trazo escrito a la interiorización y automatización. Es así
que podemos decir que la grafomotricidad en cuanto a las praxias, está relacionada con el
desarrollo de Ishaam y su adquisición de la escritura. En cuanto a la lectura, hay posibilidades
que su dificultad se relacione a ciertos aspectos implicados en la escritura, como por ej. los
siguientes propuestos en la bibliografía de éste curso: “ coordinación visomotriz ajustada, -
constancia de la forma, - memoria visual y auditiva suficiente, - correcta prensión, -
coordinación entre prensión (del lápiz) y presión (sobre el papel), - automatización del
barrido (de izquierda a derecha y de arriba a abajo), - capacidad de codificar y
descodificar señales visuales y auditivas, - automatización encadenada de las secuencias
(melodía cinética)”.

En cuanto a los parámetros psicomotores

Expresividad motriz: podemos decir que Ishaam, cuando vive con su familia, expresa
emociones, expresa afecto por su mamá, su papá, su hermano, cuando descubre el mundo de la
calle se lo ve entusiasmado, atento a las novedades que observa. Así también observamos
claramente grados de displacer en otras situaciones, lo que le molesta, lo que le cuesta realizar,
el niño lo expresa claramente a través de su gestualidad.

En cuanto al movimiento, ya ha sido trabajado más arriba, o hay claras señales de que
el campo neuromotor esté afectado, más allá de lo observado en cuanto al lanzamiento de la
pelota, Ishaam es un niño que se relaciona con el mundo de los objetos a partir del deseo:
pesca, arma rompecabezas, baila, salta, corre. Allí podemos ver cómo se manifiesta el placer del
movimiento, intuir sus sensaciones internas de placer y displacer, éstas últimas se manifiestan
en las situaciones en las que no encuentra bienestar, las que le son difíciles, o las que son muy
rutinarias de la vida cotidiana, los hábitos, las obligaciones. Sin embargo, no se puede
subestimar esto último, habla de su nivel afectivo, lo cual, al estar intrincado con lo cognitivo y lo
psicomotriz, puede darnos una data acerca de un nivel de desarrollo con ciertas disarmonías. Su
tono muscular parece adaptarse a diferentes situaciones en las que aparecen sensaciones de
placer -un ejemplo claro es su relación con la pintura, muestra su relación con el placer visual,
así como su capacidad simbólica de expresarse por esa vía- así como en las otras que no le
agradan, o en las que aparecen las exigencias del aprendizaje, claramente vemos cómo se
intrincan lo afectivo, lo cognitivo, y lo psicomotriz, en la problemática planteada, ya que caminan
unidos, teniendo en cuenta el concepto de unidad funcional trabajado por Wallon.

En cuanto al lenguaje y su capacidad de pensar, Ishaam utiliza estas capacidades,


quizás no tanto como se espera que lo haga. Hay aquí un interrogante en cuanto a su relación
con el medio que lo rodea, que es exigente con sus capacidades, qué hay allí que provoca la
retracción del niño. Eso se manifiesta claramente cuando los sacan de su hogar, y lo envían al
internado, donde Ishaam se vuelve cada vez más hacia sí mismo, y podemos observar una clara
tristeza, parte de enojo, y prácticamente se adentra en una posición depresiva, que lo inhibe
tanto en cuanto al movimiento de acercarse a los otros, a los objetos del aprendizaje, como al
placer mismo del movimiento. Un cerramiento podemos decir, tanto hacia lo perceptivo, y quizás
una estrategia de defensa hacia lo que de su mundo interior se muestra vulnerado. En las
prácticas escolares además hay un contenido disciplinante: lo arrodillan, lo separan del grupo,
además de manifestar discriminación y exclusión, los efectos en el cuerpo de Ishaam son
clarísimos: su expresividad se modifica y se inhibe, su posibilidad de movimiento se ve afectada
frente al control disciplinario, y posiblemente su capacidad de pensar también, ya que además,
se lo juzga por sus ideas, que por ser novedosas en ciertos casos, rompen con lo que sus
profesores esperan de él, por lo cual deja de expresarlas, incluso se inhibe en el área artística,
que era su mayor potencial. Todo esto habla de su nueva relación con el espacio: el del
internado es un espacio amenazante, delimitado claramente en forma regular, marcado por
límites claros, individualizante en una doble operación de homogeneizar las prácticas que son
las mismas para todos, y, por otra parte, separar lo diferente para excluirlo. No es un dato menor
que la distancia que Ishaam pone con el mundo en este momento, no es la misma distancia que
ponía cuando en su casa, con su mamá, imaginaba objetos que le generaban placer. Allí Ishaam
se evadía del presente hacia un mundo interno de placer. Aquí se evade de un ambiente agresor
hacia su identidad. Su yo debe amoldarse a un nuevo contexto, pero claramente no puede
hacerlo, por eso se refugia en el silencio y la soledad, quizás tramitando una situación traumática
sin herramientas suficientes para metabolizar. Es así que su expresividad y su relación con el
movimiento y los objetos, sin posibilidad de hallar un espacio transicional, se ven claramente
afectadas.

Por todo lo padecido, Ishaam se retrae de su relación con los otros, tanto de sus pares:
no juega con ellos, no les habla, y apenas se relaciona con un solo niño que quiere ser su amigo,
quien tiene una limitación para desplazarse, y se vincula con Ishaam a través de la diferencia y
singularidad de los dos, que los enmarca por fuera de lo grupal.

En cuanto a los adultos, ya se ha dicho que, en su casa, Ishaam se relacionaba con


ellos sin eludirlos, en forma espontánea, afectiva. En cambio en la escuela, su desconfianza
hacia quienes se burlan de él, lo excluyen, lo sancionan violentamente y agreden verbalmente,
es absolutamente justificada. No se relaciona siquiera con el nuevo maestro de plástica, con
quien recién al final de la película, logra cobrar confianza. Su actitud evasiva es su bastión
contra el dolor psíquico.

5. Si bien anteriormente he dado cuenta de inhibiciones de Ishaam en el tiempo que


permanece en el internado, no se trata de un trastorno de inhibición psicomotriz, sino de una
posición que asume el niño en un ambiente determinado, por los factores mencionados: la
distancia respecto a su familia, la discriminación que padece, sus dificultades en cuanto a la
lectura y la escritura. Son éstas últimas lo que configuran su trastorno, que es mencionado
precisamente en la película: dislexia. Si bien esta última no se relaciona con una lesión
neurológica, sí hay una relación con este aspecto que se ve afectada para estos niños que altera
su potencial para escribir y leer. Ishaam escribe “en espejo”, tiene faltas de ortografía, y le cuesta
mucho leer, lo cual se manifiesta en la película cuando le piden que lea en voz alta. Estas
características son propias de los sujetos disléxicos.

Por otra parte, en la primera parte de la película hemos visto y manifestado en este
trabajo, otras dificultades del niño: concentrarse en tareas cotidianas. He mencionado varias
veces que se trata de actividades que a Ishaam no le generan placer, o para él no revisten
ningún interés. Pero se da la particularidad que son todas actividades que tienen que ver con su
autonomía en lo cotidiano. Resalto estos aspectos, ya que, en la descripción del trastorno de
falta de atención, relacionado a la inestabilidad motriz, hay algunas características afines a este
caso. Algo a tener en cuenta, pero para hacer un diagnóstico más fino, me remito a las
particularidades que he descripto en el punto 3, relacionadas a lo vincular. Por lo cual lo tomaría
como síntomas -en relación a la constitución subjetiva en cuanto al vínculo primario, tal como lo
he dicho en el punto 3. pero no solo no alcanzan para un diagnóstico de debilidad psicomotora,
sino que hay muchos aspectos de Ishaam desarrollados en la película, mencionados por mí en
los primeros puntos, que se contradicen con dicho trastorno.

6. Me parece sumamente beneficiosa una terapia psicomotriz en este caso, ya que lo


relacional es fundamental para su tratamiento. Todo lo que he supuesto acerca de la autonomía
de Ishaam en cuanto a su cuidado personal, su focalización únicamente en situaciones, objetos
y personas que le interesan o le otorgan placer, lo cual nos hace pensar en sus primeros
momentos en relación a los cuidados primarios y al vínculo materno, es posible de trabajar en un
tratamiento psicomotriz. Según lo trabajado en este curso, en el vínculo con el psicomotricista y
con lo grupal pueden reelaborarse cuestiones que su bien han formado parte de la constitución
subjetiva, no están instituídas para siempre en cuanto al aspecto psicomotriz. Un cambio
fundamental puede realizarse a través de un tratamiento psicomotriz.

Si Ishaam no puede atar el nudo de su corbata, o sus cordones, así como no puede
ingresar al mundo de la cultura a partir de la lectura y la escritura, paradójicamente se “ata”, se
“anuda” al vínculo más primario, sin logar acceder al universo simbólico que nos reúne como
humanos en el mundo. Es por eso que una terapia no solamente sería beneficiosa, sino
imprescindible. ¿Por qué una terapia psicomotriz? Porque es en relación a la construcción de su
corporalidad que se constituirá tanto lo afectivo como lo cognitivo. Y el vínculo con los otros que
puede construirse a partir del cuerpo, entendiendo al mismo en todas sus dimensiones, no como
un cuerpo entendido meramente desde lo anatómico, lo biológico, lo fisiológico, sino como lo
entiende la Psicomotricidad: un cuerpo pleno, funcional en tanto relacionado con los otros y con
el mundo, un cuerpo sentido y con sentido, sensoriado y lanzado al movimiento a través del
deseo, no solamente desde lo instrumental.

La propuesta incluye una anamnesis previa con los padres, no simplemente la


recepción del diagnóstico que traen. Si no lo trajeran, sería importante pedir interconsulta con el
pediatra y otros especialistas que él decida. Además, dar a conocer a la familia el marco con el
cual se trabajará.

Con el niño, una primera entrevista es necesaria, para realizar una previa valoración de
cómo se encuentra. Que supone un principio del vínculo, así que, en la misma, no solamente
tendrá importancia la observación y el registro por parte del terapeuta, sino la vivencia que se
proponga al niño, para que conozca el encuadre, y pueda regresar con entusiasmo.

En la valoración es importante realizar una práctica en la cual se evaluarán los


aspectos que se relacionan con los contenidos de la psicomotricidad y los parámetros
psicomotores. Esta valoración no se haría en una sola entrevista. El enfoque de estos
encuentros, se realizará en forma lúdica, ya que me parece importante que el niño ocupe un
lugar de sujeto, en la construcción de un espacio propio, y no que se sienta objetivado y
evaluado en sus capacidades e incapacidades. Hemos visto que Ishaam gusta de los
rompecabezas y las acuarelas. En el caso de la previa entrevista con los padres, les preguntaría
qué juegos y actividades le agradan al niño. Se podría proponer algunas de ellas para el primer
encuentro, y luego al ir conociendo al niño, ir pautando otras más novedosas. Incluyendo juegos,
juguetes, y otros objetos que irán poblando la sala poco a poco, ya que el objetivo para este niño
es que se pueda enfocar en situaciones concretas, y lo que sea distractivo puede no ser
beneficioso. Incluso se puede proponer al niño que traiga algún juguete, juego o muñeco que le
interese.

El espacio físico, sería la sala de psicomotricidad, si bien amplia y luminosa, no tan


grande, ya que se trata de un niño que entiendo necesita un espacio contenedor y confortable,
en el cual es posible que se puedan establecer sectores para diferentes actividades, con
distintas luces, u objetos que lo vayan marcando. Para hacer de la sala un espacio de
comodidad, se pueden incluir alfombras, almohadones, telas con distintas texturas, y muñecos
de textura agradable, blandos, posibles de apretar contra sí, así como de ser arrojados al
espacio próximo o hacia el terapeuta. Si bien Ishaam no presenta dificultades con los límites
espaciales, sí creo necesario acotar su atención a determinados juegos y juguetes que le
parezcan interesantes en cuanto a proporcionar estímulos sensoriales atractivos y placenteros.

En principio, iniciaríamos con un momento preparatorio para la práctica, una canción,


por ejemplo, algo del orden ritual que pueda repetirse para empezar cada vez, de manera que el
espacio pueda ser un lugar de encuentro y reencuentro, donde el niño pueda observar
repeticiones, y repeticiones en la diferencia, una forma de trabajar la permanencia del otro y del
objeto. Luego propondría ejercicios de Eutonía y Relajación Activa, ambas disciplinas tendientes
a trabajar el tono muscular en reposo, para que el niño pueda empezar a adaptar su tono de
base a las situaciones concretas que la vida le presente. Estas disciplinas se caracterizan por el
trabajo sobre el tono para que el mismo pueda autorregularse conscientemente en situación.

Más adelante, incluiría juegos de Esferodinamia, disciplina que trabaja con el equilibrio
en movimiento en forma lúdica, para que el niño experimente cambios en relación a la postura y
pueda realizar movimientos de mayor amplitud, fuerza, dinamismo.

Así la práctica abarcaría la construcción de los tres espacios que menciona Acouturier:
el sensorial, en principio, y luego con lo que expondré a continuación, se trabajarían el espacio
simbólico y el de las representaciones.

Es preciso mencionar, que la actividad representacional sobre el propio cuerpo, es algo


a ser abordado, y puede hacerse tanto gráficamente, como a partir del modelado con arcilla o
plastilina, sobre todo en las primeras sesiones de diagnóstico, y luego, como posibilidad al
terminar cada encuentro.

Para adentrarnos de lleno en la propuesta psicomotriz, podemos decir que es a través


del juego, del juego con el terapeuta, y luego del juego grupal, donde puede ser constituido ese
espacio transicional, donde Ishaam ha de simbolizar lo que le acontece, tanto en su dificultad en
lo cognitivo, como en cuanto a su autonomía, de la cual forma parte ese aspecto. Es por eso que
podría elegir para Ishaam, el juego primero individual, para pasar luego a lo grupal, a través de
objetos como los títeres. No solamente esto lo ayudaría a tomar distancia de su situación,
poniendo al niño en el universo del juego simbólico, sino que, en este juego, tendría que poner
en práctica habilidades motrices, con el uso de sus manos en relación a la coordinación fina, que
lo acompañarán en su aprendizaje por la escritura, y que lo llevarán a operar praxias de la vida
cotidiana con autonomía. Incluso pienso que podría tratarse en primer momento de títeres de
dedo, tanto para que el niño se detenga en la sensibilidad de la textura de las telas, como para
trabajar la motricidad fina.

Además, al ser el juego con títeres una puesta en escena, con una narrativa que cobra
sentido en el desarrollo del juego mismo, se puede realizar un registro escrito de las escenas,
que puede realizar primero el terapeuta, y más adelante promover la escritura de un guión. Esto
pondría en primer plano el aspecto comunicacional de la lectura (ya que incluiría lectura de obras
de títeres, por parte del terapeuta, la familia, y luego en el mismo grupo de pares, una vez que
Ishaam participe del mismo y haya avanzado en la práctica de la lectura oral, así como puede
proponerse a la familia que realicen salidas con Ishaam, para ver obras en escena) y la escritura,
su función mediatizar con el mundo de los objetos y los otros.

Es necesario resaltar aquí, que la elección de que el juego primero sea individual, está
hecha en base a la construcción del niño de una relación en principio con el adulto, donde se
opere la reparación de lo vivido, a través de restituir a este niño -que ha padecido al extremo de
recluirse del mundo externo. un vínculo amoroso que lo lance al mundo de los vínculos con sus
pares. En un segundo momento, el vínculo con los otros, en la dinámica grupal, hará posible su
revinculación con lo social. Por último, es muy importante volver a mencionar, que la terapia
estará dirigida a la adquisición por parte del niño, de cada vez mayor autonomía.
7. En la educación es importante considerar el campo de la psicomotricidad como una necesidad
tanto de les niñes como de los docentes. Históricamente el cuerpo en la escuela ha sido
sujetado por lo disciplinario y adaptado a los requerimientos de la sociedad a través de un
paradigma cartesiano disociante que coloca lo cognitivo en primer plano y considera la mente
como algo exterior a la corporalidad. Por eso es muy importante incluir una perspectiva
psicomotriz en el ámbito educativo. En el caso de la película, se hacen evidentes las prácticas de
disciplinamiento sobre el propio cuerpo, sobre las conductas hacia los demás, y hacia los objetos
el aprendizaje, los cuales no pueden ser abordados más que por ciertas prácticas que solo
comprenden lo racional y abstracto, que dejan absolutamente afuera la relación de los niños con
su corporalidad, sus aspectos lúdicos y creativos.

Por ello en el mencionado ámbito escolar, tanto en el internado donde Ishaam transita
su educación, como en cualquier otra escuela que pueda tener una perspectiva más amplia del
sujeto, sería posible abordar el juego corporal para promover el placer del movimiento y la acción
efectiva sobre la realidad externa. Investigar las propias posibilidades del niño en cuanto a su
corporalidad y sus propios límites, etc. Según Marazzi el recurso lúdico es efectivo para
colaborar en el proceso de desarrollo en relación al cuerpo y los objetos, lo espacio temporal, los
otros, el lenguaje, las normas.

Esto puede hacerse a través del propio accionar del docente cuya mirada
transformadora le permita planificar las actividades de aprendizaje con una perspectiva que
incluya la corporalidad propia y de sus alumnos, ofertando actividades que consideren la
postura, el gesto, la mirada y su relación con la palabra.

Un espacio y un momento definido por un encuadre para la psicomotricidad también es


posible, para ello se puede proponer una hora semanal de juego coordinado por el docente y el
psicomotricista quienes propondrán un lugar singular poblado de objetos disponibles para el
juego de los niños: telas, sogas, pelotas, muñecos fácilmente manipulables, materiales para
expresar gráficamente lo vivido, son todos tanto preventivos como facilitadores de un desarrollo
armónico. Que los niños puedan atravesar diferentes actividades con su cuerpo (correr, saltar,
probar su equilibrio, caer, construir y destruir, expresar sus emociones y relacionarse
grupalmente) será un factor decisivo para facilitar sus aprendizajes y sus relaciones sociales.
Dominar su aspecto motriz lo llevará hacia el mundo de lo simbólico para producir objetos
culturales que lo lancen al mundo, con la posibilidad de expresar sus afectos y no solamente
desarrollar el aspecto intelectual.

También para los docentes se puede proponer un espacio de trabajo corporal donde
pueda posicionarse en forma diferente con sus alumnos.

En el campo de la salud desde la prevención primaria pasando por el diagnóstico y


para llegar a un tratamiento si es necesario, trabajando en forma interdisciplinaria en el hospital y
en el consultorio. El alcance del campo implica la comprensión del sujeto en una dimensión
biopsicosocial desde la cual la salud y la enfermedad se comprenden desde el paradigma de la
complejidad. Sin embargo, el tratamiento psicomotriz no es prioridad para los servicios de salud:
“Un sistema médico hegemónico, como modelo biomédico, conservador,
multidisciplinario, con estrategias biopolíticas normalizadoras, higienistas, con
perspectiva biologista y sintomatológica, quedando fuera las subjetividades en los
procesos de atención que fragmenta lo que integra la salud psicomotriz”, citando lo
trabajado en el material del curso. Desde esta perspectiva nuestra lectura de lo subjetivo no
puede ser elaborada ya que la propuesta es superar las dualidades y abordar al sujeto desde
una mirada integral.

En la provincia de Córdoba se incorpora la psicomotricidad en el ámbito hospitalario


formando parte de los servicios de salud mental

8. Definición de balance psicomotor El balance psicomotor permite establecer el perfil del


paciente considerando la diversidad de su funcionamiento neurológico, emocional, relacional y
cognitivo, ya que el trastorno psicomotor no es una expresión unívoca y estable de una lesión o
de una disfunción circunscrita. Para realizar este acto diagnóstico indispensable para su
intervención, el Psicomotricista dispone de numerosos métodos de evaluación: observación de
las conductas espontáneas, red de observación, protocolos de pruebas no contrastadas,
pruebas contrastadas, escalas de desarrollo, cuestionarios, análisis de las producciones del
sujeto. El balance psicomotor es un estudio semiológico que permite estimar el nivel y el extenso
de las habilidades en los diferentes registros psicomotores: motricidad, tono, consciencia del
cuerpo, espacio, tiempo y ritmo. Permite establecer una síntesis, tomar una decisión terapéutica
y establecer el proyecto de intervención que apuntará a la apertura del conjunto de las
habilidades exprimidas y potenciales. Este estudio es cruzado con la estimación de la situación,
la tenida en cuenta de la demanda y del contexto, donde el signo adquiere un significado
eventual y patognomónico. Es completada por la consideración de la desviación entre lo que es
vivido por el sujeto (subjetividad) y lo que es comprobado del exterior (objetividad). Con arreglo
al motivo de consulta y del contexto, podrá ser completado por el Psicomotricista por pruebas de
grafomotricidad, lógico-matemáticas o neuropsicológicas. Las conclusiones son transmitidas al
paciente, a su familia si se trata de un niño, así como a los diferentes profesionales del equipo
médico-social

9. La ESPINA BÍFIDA, es un padecimiento que se caracteriza por no haberse completado


correctamente la fusión posterior de los arcos vertebrales en algún tramo de la columna. Puede
haber o no compromiso de tejidos blando superficiales o de estructuras contenidas en el canal
espinal. Su origen es incierto, se produce en el tiempo de la gestación, y junto con él puede
haber otras malformaciones del sistema nervioso. Hay tres tipos de espina bífida:

Oculta: las meninges y el sistema neural no están expuestos visiblemente

Abierta: la lesión es abierta o con riesgo de abrirse

Mielosquistisis: es el grado de mayor gravedad. Se produce alrededor o previa a los 28


días de la gestación. Aquí la médula se presenta abierta en gran extensión a nivel toracolumbar.

Meningocele se llama a la formación de un quiste de la médula que contiene líquido


cefalorraquídeo, pero sin compromiso de las estructuras neurales, las cuales se presentan
cubiertas.

Para el abordaje de esta enfermedad, además de una intervención quirúrgica en el


caso de tratarse de Meningocele, que no compromete a la médula espinal, se realiza una
evaluación que debe hacerse lo más pronto posible.
El tratamiento variará según haya o no parálisis. Se trata de niños activos, aun cuando
necesiten silla de ruedas. Estos pacientes pueden favorecerse de un tratamiento psicomotriz, ya
que la Psicomotricidad a partir de un abordaje integral del sujeto, planteará un enfoque del
movimiento lo más lúdico posible, para que el niño pueda encontrar un alojamiento subjetivo
pese a sus dificultades. Los posibles movimientos que pueda realizar: gatear, girar, sentarse,
caminar con soportes ortopédicos, en el caso de que los puedan realizar, o movilizaciones
pasivas a través del contacto (por ej. diferentes técnicas de masaje, como el toque eutónico que
es una de ellas, muy recomendable ya que el mismo puede abordarse diferenciando el contacto
con la superficie de la piel, o toques más profundos, sobre el músculo o la estructura ósea, que
produzcan conciencia muscular u ósea según el caso, además de favorecer el mayor drenaje
circulatorio, y la relajación del tono). Todo contacto o movimiento que pueda ser posible para el
sujeto, despertará propiocepciones, así como exterocepciones que acompañarán el
conocimiento sobre su cuerpo, y la relación con el mundo de los objetos y los otros. Este camino
propondrá ir hacia la representación, si es posible con el dibujo o el modelado, para que se
produzca a través del reconocimiento de sí, la apropiación y una vía hacia la mayor autonomía
posible. De igual manera, un abordaje grupal propuesto en lo posible por nuestro campo
psicomotriz, acercará al sujeto a la dinámica social que luego podrá poner en juego en el mundo
cotidiano. El juego, por otra parte, lo vinculará con el mundo simbólico, así como determinados
juegos pueden colaborar en la construcción témporo-espacial pese a la limitación del
movimiento, y en el mejor manejo de los afectos.

10. Ver las imágenes elegidas en el Anexo 1 del presente trabajo

En la tercera edad hay cambios: en la apariencia, la locomoción, los sistemas


cardiovascular y respiratorio. Se ven afectados los desplazamientos, el equilibrio, la orientación
espacial y temporal así como las funciones cognitivas y los aspectos socioafectivos. Es por eso
que a partir de la evaluación psicomotriz con la condición de que el paciente se sienta motivado
e implicado positivamente es factible intervenir para lograr una mejor calidad de vida a través de
aumentar el bienestar que posibilite afrontar los cambios con las mejores posibilidades

Da Fonseca (1998) menciona siete factores psicomotores:

1. Tonicidad

2. Equilibrio

3. Lateralidad

4. Noción del cuerpo

5. Estructuración Espacio – temporal

6. Praxia Global

7. Praxia Fina
A través de juegos de mesa, manualidades, bailar, la natación, diversas técnicas de
relajación, gimnasia suave, etc.; Defontaine, Masson y Pont, proponen la intervención sobre los
adultos mayores, para que logren autonomía en el movimiento, que les dará mayor seguridad y
autocontrol.

En cuanto a los adultos (desde los 21 hasta los 60 años) es posible intervenir en el
tratamiento de la sintomatología corporal de ciertas neurosis, inhibiciones o inestabilidad
psicomotriz. A través del trabajo interdisciplinario atendiendo a lo específico de la
psicomotricidad es posible facilitar desbloqueos que liguen al sujeto a su deseo.

El abordaje a través de diversas propuestas que incluya distintos elementos, músicas,


que posibiliten la relación del placer con el movimiento y la vivencia del cuerpo propio que
conecten a la persona con lo lúdico y su creatividad pueden facilitar el equilibrio entre los
diferentes aspectos disociados de la personalidad adulta.

2º parte: Autoevaluación

1. El curso ha enriquecido y sistematizado mis conocimientos sobre este campo. También el


enfoque de las prácticas que como docente y terapeuta corporal he recorrido durante mi
trayectoria. La especificidad de la bibliografía propuesta, así como el acompañamiento de la
docente, han colaborado a acrecentar mi aprendizaje y mi visión de la constitución subjetiva.

2. Debido a situaciones de índole familiar (estos últimos meses he transitado, un momento


muy específico del proceso de adopción de mi hijo ) no he podido participar de todas las
actividades de los foros, pero sí realizado las lecturas y visto los videos propuestos.

3. Según lo dicho más arriba, no he podido seguir el ritmo de los foros, sí he realizado una
profunda lectura del material, y abordado su complejidad para realizar este trabajo.

4. Por mi actividad de docente y terapeuta corporal, así como mi trayectoria teatral, el cuerpo
ha estado siempre en primer plano en todos los enfoques, por lo cual no ha cambiado mi
punto de vista sobre la constitución subjetiva, ni sobre la manera de estar en el mundo y
comunicarme con otros. Sí ha enriquecido con nuevos saberes, según he escrito más arriba,
y sistematizado conocimientos previos, para reprogramar el abordaje de mi actividad.

3º PARTE:
●Reflexión personal de la película, el trabajo, el curso.

Puedo decir que la película me ha parecido sumamente conmovedora. Ha aportado


información acerca de una forma de cultura que es poco conocida, y colaborado al
abordaje de la problemática favoreciendo una multiplicidad de puntos de vista, así
como sintetizado aspectos conceptuales, en una narrativa muy emotiva y clara.

El trabajo me ha parecido complejo por los requerimientos de las consignas,


justamente favoreciendo la profundización de la lectura, la puesta en marcha de
relaciones entre los conceptos, así como la posibilidad de pensar en diversos
enfoques para la práctica psicomotriz, acordes a la especificidad de diversas
problemáticas en el campo.

El curso según lo expuesto en el punto uno de esta tercera parte, ha podido


acrecentar notablemente mis conocimientos. El abordaje virtual ha sido muy bien
equilibrado, la comunicación con la docente fue excelente en aquellos momentos en
que ha sido necesaria.

El material elegido ha podido abarcar la complejidad del campo de la Psicomotricidad,


y realmente ha provocado que quiera interiorizarme mucho más con ella. Por lo tanto
me parecería adecuado que la institución siga proponiendo este tipo de formación, y
profundizándola.

También podría gustarte