Disentimiento, Autoritarismo y Eduacion en el Adolescente.
El disentir o discrepar en algún momento o circunstancia es propio de los
“Efectos sobre la personalidad y la conducta” los cuales podríamos definir de la siguiente forma: Idealismo: El pensamiento reflexivo permite comparar lo posible con lo ideal. “Muchas veces lo real es menos que lo ideal y puede generar una rebeldía idealista” (White, 1980) Hacia el final de la adolescencia pasan del egocentrismo al sociocentrismo (del yo interno a los demás) Discrepancia o Disentimiento: En ocasiones son acusados de hipocresía, por la discrepancia entre lo que dicen y lo que hacen, entre el idealismo y la conducta. Si bien poseen la capacidad de formular principios generales (ejemplo: “no contaminar”) no logran aplicar estas reglas generales a la práctica especifica; creen que basta con concebir y expresar principios morales elevados. Autoconciencia y egocentrismo: Es la capacidad para reflexionar sobre sus propios pensamientos la que hace que los adolescentes cobren una aguda conciencia de ellos mismos, lo que los hace egocéntricos e introspectivos. “Creen que los demás se preocupan de su apariencia y conducta” (Elkind, 1967) Conformidad (pares): Es el precio que pagan por la aceptación, lo cual muchas veces suprime su individualidad. Esto se debe a que se hacen más conscientes de cómo es que los otros desean que se comporten y ajustan su conducta a ello. Descentración y plan de vida: Desarrollan de forma gradual la objetividad y la perspectiva, con lo cual comienzan a retornar a la realidad. Du verdadera integración se produce cuando comienza a afirmar un plan de vida y adopta un rol social. El autoritarismo en los adolescentes tiene varios contextos como pueden ser: El riesgo que corren los adolescentes con padres autoritarios El estilo educativo autoritario La violencia y actitud autoritaria Este conjunto de títulos nos hace referencia a, como bien dice al inicio, un estilo de crianza en donde encontramos a los padres Autoritarios y a padres Permisivos. El estilo educativo autoritario ha sido la forma de disciplina más utilizada en la historia. Su uso está en declive. Cada vez es más criticado por sus métodos y filosofía. Las características que lo han hecho popular y efectivo durante tantos años se podrían intentar resumir en que este tipo de disciplina se considera a la descendencia como «un objeto más en propiedad«. Los hijos tienen que obedecer en todo a sus mayores. Esta normativa estaba interiorizada por todos los miembros de la familia. Las madres aprendían cómo dictar sus objetivos para que se realizaran. Las hijas aprendían cómo usar y transmitir aquello que se les enseñaba. Se trata de una disciplina estricta que logra la cohesión familiar y asegura la admiración, respeto e imitación de los hijos a los padres.
Un aspecto positivo de esta disciplina es que se aceptaba a nivel social y no
se ponía nunca en entredicho. El estilo educativo autoritario estaba presente en el hogar, en el aula y en la sociedad. De esta forma evitaban las discusiones entre la familia y otros educadores. Esta socialización se percibía como la forma natural en que debían hacerse las cosas. Asimismo, funcionaba porque ambas partes comprendían y asumían su función y aplicación. En la actualidad el empleo de esta disciplina es muy criticado. Además, con los cambios en la comunicación social y las tendencias culturales hay pocas familias en las que se pueda mantener su uso. Se ha dado paso a otras formas de educar más inclusivas.