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2022 DEFENSA PERSONAL POLICIAL

MANUAL DE TÉCNICAS POLICIALES DE


REDUCCIÓN INMEDIATA (T.P.R.I.)

DIRECCION DE ENTRENAMIENTO POLICIAL PERMANENTE

DEPARTAMENTO DE CAPACITACIÓN CONTINUA

DIVISIÓN DEFENSA PERSONAL POLICIAL 1

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Prólogo

El 6 de Julio del año 2016 y por Resolución de Jefatura Nº 62218 quedó


oficialmente creado el Departamento de Capacitación Continua para implementar,
coordinar, transmitir y valorar la capacitación unificada a todos los efectivos de la Policía
de la provincia de Córdoba, enmarcando su función primordial en: “… capacitar al
personal policial en actividad, en todas las materias inherente a la función, para obtener
un óptimo desempeño profesional, propio de la actividad policial.”
Esto incluye la tarea de proveer herramientas, conceptos y técnicas que
involucran el uso del arma, la defensa personal policial, la conducción de vehículos
policiales, la educación física policial y todo lo relativo a técnicas de operaciones urbanas,
que hacen a la formación complementaria de un efectivo más profesional y con mayores
posibilidades de resolver adecuadamente aquellas situaciones que ponen en riesgo su
vida, su libertad, su integridad física y la de terceros.
En virtud de todo ello y para darle un respaldo más específico a la promoción,
implementación y difusión de tales actividades, el 11 de marzo de 2019 con Resolución de
Jefatura Nº 70846, el Departamento fue absorbido con la creación de la Dirección de
Entrenamiento Policial Permanente, quien sumó además al Departamento de
Coordinación académica para proyectar y desarrollar adecuadamente todo este
paradigma de trabajo en el interior provincial.
A raíz de esto y después de un arduo trabajo, el 23 de febrero de 2018 se
reconoció al área de TPCRT como División Defensa Personal Policial, con Resolución de
Jefatura Nº 68179, con el objeto de implementar y regular toda la actividad relativa a la
enseñanza en el uso de técnicas de defensa específicas para el personal policial en
general, tanto en el ámbito capital como en el interior, diagramando a su vez los
programas a desarrollarse en todos los institutos de formación de nuestra policía, con
potestades para implementar los lineamientos institucionales de la materia de manera
unificada y progresiva, y homologar a los docentes encargados de la transmisión de la
misma. Entre sus múltiples actividades está también la de generar y promover talleres,
cursos y jornadas para docentes e instructores encargados del dictado de la asignatura en
cualquiera de los ámbitos de la institución policial, con la finalidad de instruirlos sobre el
programa, contenidos específicos, lineamientos generales o unificar criterios de trabajo,
teniendo presente cualquier cambio o evolución de paradigma que surja o se implemente
por cuestiones sociales, legales, institucionales o por sugerencias acertadas de una
mayoría idónea en el tema.
Basado en estas premisas y con la necesidad de elaborar un protocolo único de
trabajo para toda la Policía de la Provincia de Córdoba, es que se desarrolla el presente
manual inicial –como prototipo básico- de aplicación directa a la formación de los
aspirantes a Agente, cadetes o personal egresado, para comenzar a darle respaldo
teórico a esta unificación técnica, y que sirva como punto de partida para futuras
correcciones, permitiendo así una evolución amplia y progresiva del complejo arte de la
reducción inmediata…
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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

INDICE
Introducción 04
Objetivos 05
UNIDAD Nº 1. Defensa Personal Policial 06
T.P.R.I. 08
Lectura de una Situación de Conflicto y su Contexto 09
Control de Entorno 11
Empleo de la Fuerza y su Uso Racional 12
Uso Racional de la Fuerza 15
Modelo del Uso Racional de la Fuerza 17
Aspectos Legales (Legitima Defensa) 33
Tipos de Legítima Defensa 36
UNIDAD Nº 2. Anatomía Básica 43
Mapa de colores 50
UNIDAD Nº 3. Desarrollo Técnico 53
Distancias 54
Patada Policial 56
Golpe de Puño Recto 59
UNIDAD Nº 4. Aspectos Procedimentales 62
Palpado 63
UNIDAD Nº 5. Técnicas Básicas de 89
Técnica de Desarme contra Arma Blanca 91
Técnica de Desarme contra Arma de Fuego 94
ANEXO I. Principios Básicos Sobre el empleo de la Fuerza - Pprotocolo de actuación
policial para el uso legal y racional de la fuerza en la provincia de córdoba 97

ANEXO II. Reglamento de Custodia y Traslado de Detenidos 120


ANEXO III. Armas no Letales 122

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INTRODUCCIÓN

La violencia urbana en todos sus aspectos es uno de los flagelos que más azota a
la sociedad a nivel mundial, desde una simple y acalorada discusión hasta el límite de
llegar a los golpes de puño y/o ataque con armas propias e impropias, con el más diverso
abanico de consecuencias físicas, legales y psicológicas. En nuestra profesión, a diario
nos vemos inmiscuidos en situaciones que superan rápidamente éstos límites de
violencia, y de algo que comenzó como un sencillo control pasamos a la retención de una
persona alterada, con la probabilidad certera de llegar a su reducción y posterior traslado,
siempre cuidando la integridad física propia, de terceros y del aprehendido mismo, y
dentro del marco establecido legalmente por la legítima defensa y los Derechos Humanos.

La realidad cotidiana nos demuestra que en muchas ocasiones, el efectivo que


procede no está técnicamente preparado para hacer uso de la fuerza resguardando los
parámetros mencionados, y aplica la reducción policial de manera inadecuada al borde de
los excesos legales o traspasando los mismos, y con el mínimo o ningún resguardo de su
integridad propia o ajena, con las consecuencias clínicas y legales negativas que ello
pudiere acarrearle.

Queda de manifiesto en esas situaciones la necesidad real de entrenamiento para


un accionar idóneo del personal policial, y lo importante que resulta para nuestra
Institución contar con efectivos altamente capacitados que puedan desenvolverse en este
tipo de circunstancias adversas con prolijidad y profesionalismo.

Es por ello que desde el presente manual se pretende brindar las herramientas
necesarias para poder afrontar el mayor número de situaciones en lo que a violencia
urbana se refiere, adoptando conceptos movimientos simples y sencillos para el personal
policial, que les permitan una rápida y eficaz resolución ante una agresión física,
implementando técnicas de control, reducción y traslado, con clara noción de una lectura
y abordaje del conflicto y aplicando la fuerza justa, basada en la legalidad que su escala
gradual permite conforme a cada situación en particular.

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OBJETIVOS
Generales:

Proveer a los efectivos policiales, egresados o en formación, de una herramienta de


consulta única y actualizada que aborde toda la temática teórica y práctica del nivel 1 de
T.P.R.I., con conceptos claros y unificados que sirvan como material de consulta y de
estudio permanente de la materia.

Específicos:

• Establecer lineamientos claros de trabajo y de conocimiento para un abordaje


integral del concepto de la defensa personal policial y todas las aristas que ella
involucra.
• Desarrollar los aspectos legales que enmarcan la defensa personal policial y los
conceptos de anatomía y biomecánica corporal con los cuales se trabaja.
• Incorporar los parámetros internacionales de la escala gradual del uso de la fuerza.
• Propender a un abordaje general de las situaciones de conflictos de manera
correcta, progresiva y articulada teniendo en cuenta la lectura de la situación y
manejo de distancias.
• Establecer parámetros claros para el control pasivo y activo de personas en la vía
pública.
• Proveer material didáctico ilustrativo a las destrezas básicas y ejercicios de defensa
personal policial.
• Reforzar el desarrollo de los conceptos técnicos de las técnicas policiales de
reducción inmediata.

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UNIDAD Nº 1
DEFINICIONES, CONTEXTO Y ASPECTO LEGAL

¿QUÉ ES LA DEFENSA PERSONAL POLICIAL?

“La defensa personal policial es un sistema de defensa legal que utiliza solo
la fuerza necesaria para reducir al oponente, esposarlo y trasladarlo a donde
corresponda con absoluto cuidado de la integridad física del propio aprehendido,
del personal actuante y de terceros, siempre dentro del marco legal establecido y
sin exceder los límites de la legítima defensa.” -

El abordaje integral del concepto de la Defensa Policial orientada a los Agentes


de Calle, tiene en cuenta diferentes aspectos tales como:
• Estrategias de gestión del conflicto
• Habilidades comunicacionales
• Marco Legal que lo regula
• Racionalidad en el nivel del uso de la fuerza
• Uso de la coerción/fuerza cuando se pone en riesgo la vida, la libertad o la
• integridad física de un ciudadano
• Conocimientos, actitudes, habilidades y técnicas corporales propias de la labor
Policial, como controlar, reducir y trasladar a individuos en defensa de la seguridad
ciudadana.

a- Características de la Defensa Personal Policial:


• Tiene fundamentos propios y específicos, basados en la legalidad y regulados por
un marco jurídico provincial, nacional e internacional.
• Incorpora conceptos y tácticas de interacción, comunicación y gestión del conflicto.
• Posee un método propio para la secuenciación de técnicas simples.
• Sus técnicas son sencillas, efectivas y su ejecución eficiente requiere de continuo
entrenamiento.

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• Tiene en cuenta el factor “error”, esto quiere decir que pueden fracasar, por lo cual
cada procedimiento no se basa en la técnica sino en lograr el objetivo deseado.
• Su procedimiento es propio y uniforme, caracterizando al personal de la institución
de seguridad.
• Pueden ejecutarse en equipo.
• Su aplicación no tiene árbitro ni reglas específicas, y su nivel de violencia pude
descender o ascender drásticamente, conforme se involucren más elementos o
personas en la situación.
• Toda acción empleada en ella será juzgada a posterior por el juez que entiende la
causa.

b. Principios básicos para la seguridad en el ejercicio del rol


1. Considerar toda situación como potencialmente insegura hasta que no se identifique
claramente la amenaza.
2. No involucrarse directamente en el conflicto hasta no entender qué está pasando, y
pedir la colaboración pertinente antes de hacerlo.
3. No sumar al problema.
4. No mantener contacto físico, técnico defensivo, con ninguna persona a la cual no se
deba reducir, neutralizar y controlar.
5. Colocarse siempre a una distancia segura del agresor.
6. Ante una identificación positiva de la amenaza, accionar con valor, decisión y
contundencia, bajo el principio de proporcionalidad en el uso de la fuerza.
7. Considerar que las armas corporales y de impacto accionadas con desmesura, falta de
pericia y sin precisión pueden producir lesiones graves e irreversibles llegando a ser
armas tan letales como las armas de fuego.
8. Cesar la acción cuando la amenaza ha sido neutralizada y controlada.
9. Mantener un constante control del entorno siempre que haya oportunidad.

c. Consecuencias del mal uso de la fuerza


• Deterioro de la imagen policial.
• Pérdida de credibilidad, autoridad y respeto por parte de los ciudadanos.
• Denuncias que pueden terminar en sanciones administrativas y/o penales.
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• Agresión a personas probablemente inocentes.


• Poner en peligro la vida personal, del victimario y/o de terceros.

¿QUÉ SON LAS TÉCNICAS POLICIALES DE REDUCCIÓN INMEDIATA (T.P.R.I.)?

Para empezar, desglosaremos de manera somera los términos que componen


dicha sigla, aclarando de manera sucinta lo que cada uno significa.

Técnica: conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte. Se


adquiere por medio de su práctica y requiere habilidad

Policiales: que está relacionado y corresponde al accionar específico de la policía.

Reducción: en el ámbito policial, se refiere a la capacidad de neutralizar la acción física o


agresiva de una persona a la que hay que controlar. Disminuir su capacidad de acción
ofensiva, respuesta y/o agresión.

Inmediata: que se realiza justo antes o después de otra cosa, sin mediar tiempo entre
ellas.

De manera tal que podemos decir que, las Técnicas Policiales de Reducción
Inmediata, en el marco de este manual se definen como: “El conjunto de recursos
adquiridos a través de la práctica, inherentes al quehacer policial en el uso de la
fuerza pública, destinado a neutralizar y/o disminuir la capacidad de acción
agresiva y/o ilícita de un oponente en el menor tiempo y con el menor daño posible,
dentro de los límites estipulados por la ley para la Legítima Defensa”.

CONFLICTO

La palabra conflicto procede del latín “conflictus” y “confligere”: chocar. Significa


choque, lucha, antagonismo, conflagración. Choque de ideas y sentimientos. Intereses
opuestos.
El conflicto tiene lugar “cuando dos o más partes tienen una relación de tal tipo en
la que ambas procuran la obtención de objetivos que, pueden ser o parecen ser, para
alguna de ellas, incompatibles”; ésta es la definición de René Entelbaum.
La de Kenneth Boulding es: “Una situación de competencia en que las partes
están conscientes de futuras posiciones potenciales y en la que cada una desea ocupar
una posición incompatible con los deseos de la otra.

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Un conflicto ocurre cuando dos o más personas no están de acuerdo y perciben


que satisfacer los intereses de cada uno implica necesariamente que el otro no lo haga y
actúan basándose en estas incompatibilidades percibidas. El conflicto es una “condición
humana”. Está presente en nuestra vida personal, familiar y social y en las relaciones
entre comunidades, pueblos y estados. El conflicto en sí mismo, no es algo positivo ni
negativo, es un fenómeno natural, potencialmente positivo, disparador de cambios y de
posibilidades de crecimiento y aprendizaje.
En el manejo de conflictos es necesario buscar el equilibrio entre fuerzas
opuestas e intereses encontrados. Las situaciones que surgen alrededor de un conflicto,
no son el conflicto en sí, sino las respuestas y actitudes que tenemos ante él. Es por eso
que comprender la naturaleza del conflicto es el primer paso hacia una resolución
positiva.
Para comprenderlo, es necesario saber que el conflicto es un proceso construido
por las partes que tienen lugar en él y que las actitudes frente al conflicto surgen de las
creencias, supuestos y experiencias de vida.

LA LECTURA DE UNA SITUACIÓN DE CONFLICTO Y SU CONTEXTO

La “lectura de conflicto” refiere a la labor de los agentes de calle, en la cual deben


interpretar el conflicto que están abordando como lo hace un espectador externo de una
situación, y rápidamente evaluar la situación y tomar decisiones respecto a ella. Esta
lectura de conflicto se realiza en tiempo real, por lo tanto, debe ser continua, dinámica y
variable porque el conflicto va mutando constantemente. Un gran porcentaje de las
situaciones conflictivas, en la que los funcionarios públicos asisten, suelen agravarse por
realizar una mala lectura del mismo.
La escalada del conflicto es el movimiento de la conducta conflictiva hacia
niveles de mayor intensidad. Inversamente, la desescalada es un desplazamiento hacia
niveles más bajos de intensidad. (Kriesberg). El aumento o disminución de la conducta
conflictiva se advierte básicamente en el aumento o disminución de la intensidad de los
recursos utilizados.

La importancia de la comunicación en la resolución de conflictos


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A diario nos relacionamos con otros a través de la palabra, gestos o expresiones,


y en este sentido hay quienes tienen más facilidad en iniciar y mantener una conversación
consiguiendo que los demás se muestren interesados; hay otros que hablan siempre y no
son capaces de escuchar las demás opiniones, y otros que no logran generar diálogo. El
que exista una buena conversación no depende de tema, sino de que todos participen.
Cuando nos comunicamos establecemos una interrelación con el otro y nos
proponemos compartir información, actitudes, sentimientos, etc.
La comunicación es un proceso doble: la persona interpreta y transmite el
mensaje, es sujeto y objeto a la vez, de manera acorde con su personalidad, sus ideas,
sus sentimientos, sus motivaciones y sus intereses. La forma en que nos comunicamos se
convierte en una radiografía nuestra, de múltiples dimensiones, desde nuestro ser,
nuestro estar, nuestro pensar y sentir.

La disuasión
Entendemos como Disuasión a: Inducir o mover a alguien a cambiar de opinión
o a desistir de un propósito. Esto puede darse por mera presencia de autoridad, o por
usos de tonos imperativos.
Inducir a una persona para que desista de una actitud de resistencia y colabore
con las indicaciones del oficial, o disuadir a un grupo que se encuentra realizando
actividades delictivas o inapropiadas, por la mera presencia policial perfectamente
equipada organizada y con una actitud de control.

Persuasión
Cuando se habla de Persuasión, nos referimos a generar procesos para cambiar
actitudes o comportamientos de una persona o un grupo mediante el uso de palabras
(argumentos) que hagan desistir la acción de los mismos (convencer).
Para persuadir o disuadir se deben desarrollar capacidades comunicacionales en
lo verbal, expresivas y gestuales, con aptitudes para influenciar en los demás y aportar
soluciones prácticas que permitan descentralizar el conflicto planteando alternativas
probables de realizar. A estos acuerdos se llega de mejor manera utilizando las técnicas
de negociación y mediación, que en lo cotidiano el policía desarrolla empíricamente sin el

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contenido teórico de fondo, y sin tomar en cuenta que gran parte de su aporte en la
resolución de conflictos deriva de ellas.

Control de Entorno

El término “control de entorno” hace referencia al paneo o chequeo visual que el


policía debe hacer antes de meterse de lleno a una situación. Entorno es lo que rodea y
en donde está inmersa dicha situación.

Este procedimiento debe estar dirigido a detectar tempranamente:

• Posibles amenazas

• Detección de elementos

• Coberturas y encubrimientos

• Salidas alternativas

Posibles amenazas

El escenario donde se desarrolla el conflicto debe ser considerado como hostil, y


como regla general debe tenerse en cuenta que desde cualquier ángulo puede surgir una
potencial amenaza, por lo que al proceder de forma directa en el conflicto el uniformado
queda expuesto a esta posibilidad. Esto significa que no puede solamente concentrarse
en un solo objetivo y demorarse al momento de ejecutar las acciones puntuales que
demanden su atención y el uso de la fuerza, sino que debe lograr un dominio rápido de la
situación y observar a sus alrededores para salir de la visión túnel y evitar ser sorprendido
por una agresión externa.

Detección de elementos

Ya desde la distancia preventiva y aún antes de involucrarse, el efectivo debe


observar qué elementos se encuentran en el escenario, y tener en cuenta aquellos que
pueden potenciar defensiva u ofensivamente al/los sujeto/s involucrados, oficiando como
armas impropias, para sacarlos de contexto, o ubicarse de manera tal que pueda servirse
de ellos si fuere necesario, o alejarlos del alcance de los involucrados el conflicto.

Coberturas y encubrimientos

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De la misma manera que debe saber detectar de manera rápida qué elementos
hay en el lugar, el policía debe determinar también que objetos de los que allí se
encuentran pueden servir de cobertura, por si llegado el caso, debe parapetarse por la
aparición de un arma de fuego.

Salidas alternativas

En el chequeo visual inicial, el efectivo debe saber detectar otros puntos de


ingreso y egreso del lugar, si los hay, dependiendo del escenario donde se desarrolle la
situación (si es lugar abierto o cerrado), para tener en cuenta y no exponerse, o como ruta
de escape si hiciera falta.

EMPLEO DE LA FUERZA Y SU USO RACIONAL

Las Fuerzas Policiales y de Seguridad están facultadas para usar la fuerza. Son
instituciones estatales autorizadas de manera exclusiva para hacer un uso legal de la
fuerza pública. El programa sostenido en materia del uso de la fuerza por parte de la
Policía, el cual es acorde a los estándares internacionales vigentes, asume la
denominación de “Modelo de Uso Racional de la Fuerza”.
Entendemos como “Uso Racional de la Fuerza” a las acciones que involucran
coacción, material o simbólica, por parte de las fuerzas de seguridad, contra quienes
ponen en riesgo la vida, los derechos o la integridad física de otras personas.
El uso de la fuerza es racional en la medida que las acciones busquen el objetivo
de detener un delito o prevenirlo, dentro del marco normativo correspondiente. La fuerza
policial, se conforma desde la sola presencia del agente hasta la aplicación de técnicas de
coacción directa.
El modelo tiene tres características fundamentales: es interactivo, situacional y
promueve un uso diferenciado de la fuerza.
Es interactivo, porque busca que la actuación policial esté relacionada con las
acciones de quienes interactúan con él, permitiendo evaluar la necesidad de incrementar
o disminuir el nivel de uso de la fuerza, así como el uso de las técnicas más adecuadas
para resolver las distintas situaciones de acuerdo con la evolución de la interacción.

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El modelo es situacional, porque incluye criterios para una evaluación táctica de


la situación, como por ejemplo el lugar donde el hecho ocurre, y promueve un uso
diferenciado de la fuerza porque identifica gradualmente distintos niveles de aplicación
de la fuerza, y reconoce al funcionario policial la posibilidad de incrementarla o disminuirla
en función del desarrollo de la interacción. Es por ello que evalúa continuamente la
situación y elige la opción más razonable según lo percibido en cada momento.
Es necesario hacer una valoración de la situación a la que se enfrenta; considerar
el entorno, ubicación, tipo de evento que atiende, características de las personas que
intervienen, ventaja numérica policial, etc., analizando el nivel de riesgo.

Las bases legales del Modelo del Uso Racional de la Fuerza


Los funcionarios policiales cuentan con una serie de facultades que incluyen la
posibilidad de usar la coerción y la fuerza para el cumplimiento de las funciones que les
fueron asignadas. El accionar policial solo será válido en la medida en que tenga como fin
el cumplimiento de una obligación legal y se ejerza respetando principios destinados a
resguardar los derechos de las personas y, en particular, el derecho a la vida.
El modelo del Uso Racional de la Fuerza tiene un marco jurídico internacional y
nacional, a saber:

• La Constitución Nacional sienta las bases del ordenamiento jurídico interno.


El artículo 18 establece un límite a la injerencia del Estado en torno al derecho a la
libertad del individuo y lo protege contra torturas u otros malos tratos. El artículo 75 inc.
22 enumera los instrumentos internacionales de Derechos Humanos que cuentan con
jerarquía constitucional y establece el procedimiento para darle igual rango a otros
tratados del mismo carácter. Es por ello que se le otorgó jerarquía constitucional a la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas y a la
Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los
Crímenes de Lesa Humanidad.
• Normas Internacionales con jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional Argentina). Las disposiciones de los instrumentos
internacionales otorgan el marco jurídico al cual debe adecuarse la normativa

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interna y el accionar de las fuerzas de seguridad en relación al uso de la fuerza y al


empleo de armas de fuego.
• Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
• Convención Americana sobre Derechos Humanos.
• Declaración Universal de Derechos Humanos.
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
• Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
• Degradantes.
• Convención sobre los Derechos del Niño.
• Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
• Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.

Instrumentos Nacionales e Internacionales sobre Uso de la Fuerza

• Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, ha sido


receptado en las siguientes normas:
• Ley de Seguridad Interior, Art. 22;
• Decreto No. 836/2008 - Aprobación del Régimen Profesional del Personal Policial
de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Art. 287, inc. 11;
• Decreto 637/2003. Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer
Cumplir la Ley.
• Resolución 933/2012 del Ministerio de Seguridad de la Nación que crea el
PROGRAMA SOBRE USO DE LA FUERZA Y EMPLEO DE ARMAS DE FUEGO;
• Resolución Nº 1069/2012 del Ministerio de Seguridad de la Nación mediante la cual
se establece como actividad prioritaria del PROGRAMA SOBRE USO DE LA FUERZA
Y EMPLEO DE ARMAS DE FUEGO.
• Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego de
Naciones Unidas
• Leyes Nacionales
• Ley 24.059 de Seguridad Interior
• Código Penal de la Nación

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USO RACIONAL DE LA FUERZA

FUERZA: Según el contexto suele entenderse como vigor, energía, acción de contacto
físico, capacidad para mover algo o alguien que tenga peso o haga resistencia; inclusive
en nuestro contexto social se la puede considerar como violencia

En el marco de este manual y de la propia actividad policial diremos que es el medio


coercitivo a través del cual el efectivo policial logra el control de una situación que atenta
contra la seguridad, el orden público, la integridad, los derechos y/o la vida de las
personas. Así mismo el nuevo Protocolo de Actuación Policial para el Uso Legal y
Racional de la Fuerza para la Policía de la Provincia de Córdoba, nos da la siguiente
definición:

Artículo 4. Definición Uso de la Fuerza


A los fines del presente protocolo se entiende por uso de la fuerza a la aplicación
gradual de técnicas y elementos policiales para el control y aseguramiento de los
individuos o grupos de individuos que pongan en riesgo la convivencia, el ejercicio de
derechos y/o el orden público.

El empleo excesivo de la fuerza se convierte en violencia, visto como un acto:

 Arbitrario

 Ilegal

 Ilegítimo

 No profesional,

Debe quedar claro para los efectivos policiales que “FUERZA NO ES


VIOLENCIA”.

El Policía no debe temer usar la fuerza en la medida que su objetivo sea siempre
garantizar la vida, derechos e integridad física de las personas. Los parámetros de uso de

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la fuerza aquí descritos, no exigen que el policía tenga que ser agredido primero o se
exponga innecesariamente al peligro antes de poder hacer uso de la fuerza.

PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA

a. Proporcionalidad: la intensidad de la fuerza utilizada debe corresponderse al fin que


se quiera obtener. Asimismo, la intensidad de la fuerza desplegada por parte del personal
policial debe correlacionarse y ser proporcional a la intensidad de la fuerza utilizada por la
agresión o resistencia que se intenta repeler.

b. Legalidad: el fin que se intenta lograr con el uso de la fuerza debe ser jurídicamente
lícito.
c. Último Recurso: el ejercicio de la fuerza es siempre el último medio que debe utilizarse
y sólo cuando otros medios y mecanismos de diálogo y mediación hayan fracasado o,
según las circunstancias del caso, cuando estos medios sean de imposible utilización o no
sean los adecuados para lograr el objetivo.
d. Progresividad: en la medida en que las circunstancias lo permitan, el uso de la fuerza
debe ser gradual, comenzando la intervención utilizando técnicas de baja intensidad.
Siempre se deberá evaluar táctica y éticamente la intensidad del uso de la fuerza. La
intensidad de la intervención debe disminuir cuando se reduce la intensidad de la agresión
o resistencia.
e. Valor supremo de la vida: en el uso de la fuerza se deberá priorizar la vida de todas
las personas involucradas (personal policial, y/o terceros) por sobre los bienes materiales
y por sobre el objetivo de lograr una aprehensión.
f. Rendición de cuentas: todo personal, en el uso de la fuerza, rinde cuentas civil,
administrativa y penalmente por su accionar.

USO DIFERENCIADO Y PROGRESIVO DE LA FUERZA

El efectivo policial, al intervenir a personas en el cumplimiento de su función,


encontrará como respuesta una serie de conductas clasificadas en niveles de resistencia
pasiva y activa, que va desde riesgo latente hasta agresión letal. Ante estas conductas el
policía deberá hacer un uso diferenciado y progresivo de la fuerza.

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El modelo circular presenta las opciones de actuación del personal policial como
alternativas posibles dispuestas en forma concéntrica alrededor de la situación en la que
tiene que intervenir, integrando el uso de la fuerza y otras posibles como resultado de un
proceso de toma de decisiones que resulta de la secuencia evaluar/planificar/actuar.
Este modelo promueve la evaluación crítica y continua de cada situación ayudando al
personal policial a comprender que puede hacer uso de una amplia variedad de opciones

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para responder a hechos potencialmente violentos, siempre orientadas a lograr el des


escalamiento de la violencia.
El Modelo Circular de uso de la fuerza contiene directrices básicas relativas a las buenas
prácticas policiales en la interacción con la ciudadanía. Se destaca la velocidad con la que
debe ser aplicado y las variaciones que atraviesa, consecuencia de la intensidad del
conflicto abordado. El uso racional de la fuerza no es un proceso lineal sino que refleja
con precisión la naturaleza dinámica de las situaciones potencialmente violentas
Siempre que pueda procederse en forma ideal, el uso del arma de fuego queda relegado
al último recurso, debiendo agotar todas las instancias precedentes antes de recurrir al
armamento.

CONCEPTOS

Evaluar: Realizar un juicio cuya finalidad es establecer, tomando en


consideración un conjunto de criterios y normas, el valor, la importancia y el significado de
la situación que requiere la intervención del personal policial. Se deben tener en cuenta
criterios ético-jurídicos además de los criterios tácticos.

Planificar: Elaborar o establecer el plan conforme al que se ha de desarrollar la


intervención del personal policial, considerando el nivel de intensidad de la fuerza a aplicar
para lograr los fines de dicha intervención, así como los medios y recursos disponibles.

Actuar: Llevar a cabo lo planificado en base a la evaluación previa, siempre con


el fin de desescalar la violencia que presente la situación y cumplir con el objetivo de la
intervención. La actuación debe ser dinámica para responder a las variaciones que
existieren en la conducta de la o las personas objeto de la intervención, tanto si la
resistencia aumenta como si disminuye.

Niveles de Conducta
Los niveles de conducta son:
a. Cooperación: Conducta de una o varias personas que cumplen con las instrucciones
legales y legítimas del personal policial, previamente identificado como tal, sin oponer
ningún tipo de resistencia.

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b. Resistencia Pasiva: Conducta de acción u omisión que realizan una o varias personas
que, sin manifestar violencia, se niegan a cumplir las órdenes legítimas y legales
impartidas a través de la comunicación verbal por parte del personal policial previamente
identificado como tal.

c. Resistencia Activa: Conducta manifiesta de resistencia física o amenaza de usar


violencia por parte de una o varias personas con la intención de negarse a cumplir las
órdenes legítimas y legales impartidas por el personal policial previamente identificado
como tal.

d. Resistencia Agresiva: Conducta agresiva que realizan una o varias personas


empleando la violencia de manera manifiesta creando una situación riesgosa para la
integridad física del personal policial y/o terceros. Tal conducta, a su vez, va acompañada
de la negativa a cumplir las órdenes legítimas y legales impartidas por el personal policial
interviniente, previamente identificado como tal.

e. Resistencia potencialmente letal: Conducta agresiva, generalmente con utilización de


armas que implica riesgo inmediato, inminente y grave a la vida del personal policial y/o
terceros, negándose a cumplir las órdenes legítimas y legales impartidas por el personal
policial, previamente identificado como tal.

Niveles del Uso de la Fuerza

Durante el desarrollo de los niveles del uso de la fuerza, el personal policial tendrá una
percepción de la situación por medio de las impresiones que generan los sentidos y en
base a esta percepción desplegará una serie de consideraciones tácticas, siguiendo las
pautas del Modelo Circular de uso de la fuerza del artículo 14 del presente protocolo.
Tanto la percepción como las consideraciones tácticas son dinámicas y se van
actualizando en base a los niveles de resistencia y el contexto donde se desarrolla la
intervención.

La respuesta el personal policial será:

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a. Presencia de la Autoridad: Consiste en el contacto visual que realiza el personal


policial con la persona a controlar, en el que el funcionario hace uso de la fuerza de
manera simbólica como respuesta a una situación que atenta contra la tranquilidad y la
seguridad pública. La presencia policial puede incrementarse realizando un despliegue de
elementos propios de la función (móviles policiales, grupos especializados, numerario de
personal, etc.) si la situación lo requiere.

b. Comunicación verbal y comportamental: Consiste en la interacción con una o varias


personas, a través del diálogo, instrucciones verbales y no verbales, con la intención de
producir un efecto disuasivo de la resistencia, procurando la aplicación de técnicas
pacíficas de resolución de conflictos.

c. Control físico: Consiste en el uso de técnicas de control a través del contacto físico
con la persona, tendientes a disminuir el nivel de agresividad y que según el nivel de
resistencia que se presente podrán ser:

I. Técnicas blandas: también denominadas suaves, consisten en conducir,


sujetar e inmovilizar con el fin de controlar la resistencia pasiva de una
persona.

II. Técnicas duras: consisten en la aplicación de la fuerza física de manera


directa, en forma justa y necesaria equivalente al nivel de agresividad o
resistencia física ofrecida, con el fin de contrarrestar la resistencia activa
de una persona. En este contexto pueden ser utilizadas progresivamente
las técnicas de control, reducción, traslado e inmovilización.

III. Recursos defensivos menos letales: consisten en la utilización de


elementos, técnicas y tácticas de letalidad reducida en los casos de
resistencia agresiva y cuando las técnicas de control físico sean
insuficientes.

IV. Fuerza potencialmente letal: Consiste en la utilización de medios letales,


por ejemplo armas de fuego, para proteger la vida o la integridad física del
personal policial y la de terceros. Es el último nivel de fuerza que debe
ejercerse sólo como respuesta a la resistencia potencialmente letal y en
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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

los casos en los que sea estrictamente necesario. Debe utilizarse dentro
de los parámetros legalmente establecidos para la legítima defensa propia
o de un tercero y cuando no sea posible controlar la situación a través de
otro medio previsto en el presente protocolo.

Son armas no letales, menos letales o de letalidad controlada:

• Dispositivos que generan descargas eléctricas


• Agentes Químicos de uso disuasivo
• Dispositivos de descarga de agua
• Bastones Policiales
• Bastones extensibles
• PR24

Significados-Uso Racional de la Fuerza

Dentro de los significados que aquí se le otorgan a la expresión “uso de la fuerza”,


debemos distinguir al uso de la fuerza en sentido amplio, y en sentido restringido.
El primero denota todas aquellas posibles manifestaciones concretas e hipotéticas
que la policía hace de este recurso. Este sentido amplio del uso de la fuerza implica que
hay una proyección simbólica de la fuerza, que se expresa con la mera mención o
aparición súbita de la Policía. En este sentido, la institución y su personal no precisan
recurrir a la coacción directa, sino que el solo hecho de su capacidad de recurrir a ella es
lo que la caracteriza.
En un sentido más preciso, es decir en un sentido restringido, el uso de la fuerza
por parte de la Policía consiste en todas aquellas manifestaciones materiales del recurso -
no solamente la coacción- en las que el personal de la institución está legalmente
habilitado a producir asignaciones obligatorias. Y esto incluye también las órdenes
verbales, las prohibiciones de circular en los espacios custodiados, los registros y
requisas; es decir, todas aquellas manifestaciones materiales de la fuerza pública.

21

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Ahora bien, el uso de la fuerza por parte de la Policía es, en uno u otro caso, un
recurso con el que la institución cuenta y el cual la define. Por eso, el recurso debe ser
utilizado en las acciones y operaciones tendientes a hacer cumplir la ley.
La doctrina sostenida por el Estado nacional en materia del uso de la fuerza por
parte de la Policía asume la denominación de “Modelo de Uso Racional de la Fuerza”,
puesto que recurrir a ella en este marco exige ajustarse a ciertos principios que aquí
detallaremos:

¿CUÁNDO SE PUEDE USAR LA FUERZA?


El uso de la fuerza solo está autorizado cuando el objetivo que se pretende
alcanzar y el modo en que se utiliza ese recurso se encuentran respaldados por normas
jurídicas. En relación a ello, el uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Policiales y de
Seguridad tiene que adecuarse a las normas constitucionales, legales y reglamentarias
vigentes, así como a los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos.

¿EN QUÉ MOMENTO ES NECESARIO USAR LA FUERZA?


Cuando todos los demás medios legítimos para alcanzar ese objetivo resulten
ineficaces y el uso de la fuerza no acarree consecuencias más lesivas que aquellas que
se producirían en caso de no recurrir a ella. En este sentido, el uso de la fuerza es
siempre un medio para la consecución de un fin policial legítimo. Por tanto, recurrir a él
requiere la evaluación desde un punto de vista táctico, así como ético. La oportunidad de
usar la fuerza por parte de la Policía resultará de la evaluación del riesgo que presente la
situación, conforme las circunstancias que objetivamente produzcan o pudieran producir
un agravamiento o desescalamiento del conflicto y la violencia.
¿CUÁNTA FUERZA SE DEBE UTILIZAR?
El nivel de fuerza aplicado debe ser proporcional a la agresión recibida, la
gravedad de la amenaza y los riesgos objetivos que de ella surjan, procurándose evitar
daños innecesarios (moderación). Así, el grado de fuerza aplicado deberá ser evaluado
por el personal en relación a la gravedad del delito y al objetivo que persiga salvaguardar.

¿CÓMO SE CONTROLA EL USO DE LA FUERZA?

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El personal debe asumir las responsabilidades de su accionar y rendir cuentas por


las acciones efectuadas. Quien utiliza la fuerza, sus superiores, y en última instancia el
Estado, deben rendir cuentas por esa acción y responder por las consecuencias que
acarree su uso.
PRINCIPIO DESCRIPCIÓN

Un modelo operativo del Uso Racional de la Fuerza

Toma de decisiones y Uso Racional de la Fuerza

Todas las situaciones problemáticas suponen un conflicto: el de tener que tomar


una decisión respecto de qué tipo de acción seguir, con el propósito de resolverlo. Las
alternativas de respuestas posibles siempre suponen un curso de acción. Todas ellas son
en general valoradas por su utilidad y conveniencia, pero también por su eficacia y su
ajuste al código de ética profesional. Todas estas variables intervienen en el momento de
decidir qué acción seguir, cuál es la opción más conveniente. Esta situación, pero también
esta facultad –la de decidir–, es la que convierte a un sujeto en un agente, es decir, en
quien obra o tiene virtud de obrar.
“Decidir” tiene que ver con analizar posibilidades, seleccionar cursos de acción
posibles conforme los resultados que se esperan, elegir conforme a la razón. Frente al
problema de la elección, primero, y de la decisión después, el agente ignora el resultado
futuro real, producto de su elección y decisión. Si bien puede conocer alguno de los
aspectos que lo llevarán a actuar en uno u otro sentido, esa información que posee nunca
es completa.
Esta incertidumbre tiene un efecto sobre el proceso de toma de decisiones en
contextos operativos, y se denomina riesgo. Pero ese es un riesgo subjetivo, puesto que
es el efecto de la incertidumbre sobre quien debe decidir. La otra cara del riesgo son las
circunstancias objetivas que tienen o podrían efectivamente arrojar efectos nocivos para
quienes se ven implicados en una situación que demanda decisiones.
Para analizar las implicancias operativas del uso de la fuerza por parte de los
funcionarios policiales o de las Fuerzas de Seguridad, esta distinción reviste un interés
supremo, puesto que valorar y asignar los riesgos posibles en una determinada situación
es parte integrante de la formación para el desempeño profesional. Enseñar y aprender a
convivir con los riesgos propios de la profesión es una materia fundamental del paradigma

23

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de la formación en el Uso Racional de la Fuerza: capacitar al personal para preservarse


de las consecuencias nocivas de esos riesgos resulta cada vez más fundamental, puesto
que cualquier proceso de toma de decisiones no está exento de problemas y conflictos.
El personal policial que tiene que tomar decisiones sobre el tipo y nivel de fuerza
que debe emplear, si lo requiere, una situación en la que debe imponer la ley, tiene por lo
general poco tiempo desde el momento en que toma conocimiento directo sobre la
situación y sus circunstancias, y las necesidad y obligación de actuar. Las Fuerzas
Policiales y de Seguridad, por la naturaleza de su trabajo y tal como hemos mencionado
anteriormente, tienen el deber de intervenir para hacer cesar un delito o una infracción.
Cuando nos referimos a “actuar”, no se trata del acto de un autómata, sino debe
esperarse que sea la acción inteligente de un profesional preparado para intervenir. La
intervención policial es la consecuencia de su capacidad profesional: su competencia. Es
por ello, que, si bien la preparación táctica y el entrenamiento en técnicas es fundamental,
también lo es en cuanto a las habilidades del sentido práctico, esto es, a formar, educar y
entrenar la capacidad de tomar decisiones prácticas en tiempos apremiantes. Es
fundamental comprender que esas decisiones implican además dos dimensiones claves:
la evaluación de las circunstancias y el contexto de actuación; y la planificación a
contrarreloj de las acciones que implica esa decisión.
Un proceso de estas características no es lineal, sino dinámico. Y cualquier
decisión/acción que tomamos/ejecutamos modifica de manera sistémica a todo el
proceso.
EVAL UAR
Un proceso simplificado de toma de decisiones policiales:

Evaluar la situación es una instancia de la acción mediante la cual el efectivo


policial percibe y analiza las circunstancias, el contexto y las posibles consecuencias del
conjunto de acciones y hechos que están ocurriendo; observa al/los sujetos
involucrados/intervinientes en la situación, y en su caso, también con quien/es está
interactuando. Evalúa, a su vez, las modificaciones que se producen en sus propias
percepciones y las de terceros, producto de aquellas interacciones; y las posibles
consecuencias de sus propias acciones.

24

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En función de las conclusiones a las que arriba, planifica el curso de acción a


seguir y actúa en consecuencia. La evaluación de una situación –se entiende– es un
proceso dinámico, porque las interacciones modifican el entorno, lo cual requiere de una
nueva evaluación. Es un proceso continuo, pues se desarrolla permanentemente y a
consecuencia de hechos que van desencadenándose.
Es sistemático, porque implica evaluar un conjunto de elementos de manera
organizada y metódica.
El tiempo con el que cuenta el policía para realizar la evaluación de la situación
es, en general, muy breve.
Sin embargo, la formación de los efectivos de las Fuerzas Policiales y de
Seguridad se orienta cada vez más al entrenamiento de los mecanismos que les permitan
tomar decisiones y emprender acciones de manera prudente e inteligente, controlar
reacciones automáticas, y capacitar en competencias profesionales para situaciones que
demandan respuestas inmediatas y en conformidad a la ley.
En todo proceso de evaluación con estas características, en particular cuando
existe riesgo para la vida o integridad física de las personas intervinientes, también tiene
lugar la pregunta “¿Qué debo hacer?”. El deber es uno de los motores del
comportamiento humano, aunque no el único. Del policía se esperan actos de altruismo,
es decir, tomar riesgos para su propia vida con el propósito de defender la vida o
integridad física de terceros, a las cuales, por mandato legal debe proteger. Sin embargo,
es importante señalar que, para lograr eficazmente ese imperativo profesional, el efectivo
policial deberá actuar con seguridad y resguardar su propia vida e integridad, a fin de
poder garantizar la seguridad del resto de las personas involucradas.
Las decisiones que se toman en estos contextos dependerán siempre de los
hechos y acontecimientos que se estén produciendo, de las características del escenario,
de las acciones que proponga el o los sujetos intervinientes –incluyendo agresores o
víctimas–, de la aparición o no de más actores en escena, del conocimiento técnico
profesional del efectivo actuante, de su experiencia de campo y de su capacidad innata o
adquirida para afrontar y resolver conflictos bajo estrés.
Por eso las respuestas (actuación), dependiendo de la situación y de una
adecuada evaluación y planificación del accionar, podrán ser: mantener una prudencial
distancia de los sujetos, dar órdenes o asignaciones verbales, buscar cobertura, pedir

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apoyo, armar un vallado, emplear las armas de fuego u otra acción legítima que
corresponda.

El proceso de toma de decisiones policiales ante los condicionamientos de cada


situación.

Para tomar decisiones operativas correctas y actuar con competencia profesional,


es importante focalizar también que en los procesos de evaluación de las distintas
incidencias se deben conocer los repertorios de respuestas posibles frente a situaciones
habituales, regulares y esperadas, como de aquellas que no lo son, resultan poco
habituales, imprevistas, inesperadas o directamente novedosas.
Los casos más frecuentes son sencillos y se resolverán con una correcta
utilización de las técnicas policiales simples (presencia, comunicación, intervenciones
recurriendo a la coacción pero sin resistencia de los sujetos). De cualquier modo, el
funcionario policial debe mantener niveles adecuados de atención, concentración y alerta,
puesto que a menudo hechos sencillos pueden cobrar una escala de violencia
impredecible. Otras veces, hechos infrecuentes tienen consecuencias graves.
Por eso, siempre y en todo momento, el funcionario debe tener el control de la
situación y estar alerta, en particular, a indicadores que le hagan presumir
razonablemente que, por ejemplo, una agresión podría potenciarse o que los niveles de
tensión podrían aumentar un conflicto en desarrollo.
Para responder eficazmente a ese desafío de “evaluar la situación”, es preciso
cultivar capacidades para la evaluación. En general, los policías, a medida que van
ganando experiencia, van construyendo un saber que les permite intuitivamente evaluar
estas incidencias y direccionarlas hacia una probable solución. Para formar esas
capacidades de evaluación en materia de uso racional de la fuerza es necesario tener
presente una serie de preguntas básicas que debe hacerse el funcionario ante cada
situación. Podríamos sistematizarlas de este modo:
■ ¿Cuál es el objetivo que debo alcanzar en esta situación?
■ ¿Está legalmente permitido tratar de lograrlo?
■ ¿Cuáles son los riesgos implicados en esta situación?
■ ¿Soy capaz de lograr ese objetivo?

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■ ¿Cuáles son los riesgos para mí y para terceros en esta situación?


■ ¿Cuál debería ser mi plan de acción para responder adecuadamente?

Hay tres factores que inciden sobre el desarrollo de una situación: el escenario,
las consideraciones tácticas y la conducta del sujeto. las situciones
Hemos hecho constante hincapié en la importancia de las capacidades de
decisión de los efectivos policiales como competencias profesionales. Por un lado, estas
capacidades se tienen por definición (el hombre es un ser racional), y por el otro, en lo
específico de la función, se forman, desarrollan, construyen y entrenan.
En los últimos años, diversas áreas de gobierno tanto como las Fuerzas Policiales
y de Seguridad han realizado importantes esfuerzos (materiales y humanos) para
fortalecer los sistemas de formación y capacitación, regulación y control del uso de la
fuerza por parte de los efectivos de esas instituciones. A la vez que crecieron, maduraron
y se multiplicaron esos esfuerzos, se incluyeron también dispositivos de formación cada
vez más específicos y cercanos a la realidad operativa.
Los principios y estándares de Derechos Humanos relativos al uso policial de la
fuerza, generales y amplios, fueron tomando la forma de normas y protocolos de
actuación específicos, donde podían expresamente observarse las metodologías
puntuales para proceder. En tal sentido, el material didáctico debería proseguir ese norte:
fortalecer los desempeños operativos en conformidad con los mencionados principios y
estándares.

Evaluar y analizar el escenario.


En primer lugar, es fundamental comprender, para la evaluación de las
situaciones en las que las Fuerzas Policiales y de Seguridad recurren al uso de la fuerza,
que el espacio donde ocurre ese ejercicio lo denominamos escenario. Podemos definir
como tal al ambiente donde se desarrolla la situación.
Hay varios elementos a tener en cuenta, que describen al escenario y sus
condiciones:
• Condiciones climáticas
• Momento del día
• Ubicación física del conflicto

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• Presencia de terceros
• Característica del o los sujetos involucrados.
• Presencia de elementos que puedan convertirse en armas potenciales
• Características del terreno
• Lugares de cobertura u ocultamiento.
Estos elementos deben ayudar a determinar, por ejemplo, si es posible una
intervención inmediata o si las condiciones son desventajosas, y debe esperarse apoyo o
un determinado equipamiento antes de una intervención directa.
Orientación N
Evaluar la cantidad de sujetos intervinientes.
Más importante que la cantidad absoluta de policías y sujetos, es su número
relativo y en qué nivel de agresividad se ubica ese número. Es decir, si:
 Un sujeto enfrenta a un policía;
 Un sujeto enfrenta a dos o más policías;
 Si el sujeto esta armado o no.
 Múltiples sujetos enfrentan a un policía, o
 Múltiples sujetos se enfrentan a múltiples policías.
 Si los múltiples sujetos tienen algún arma o elemento que los potencie.
La “regla básica” en este caso es que, frente a la inferioridad numérica, el efectivo
solicite apoyo y observe al detalle la situación, tanto como sea posible, a fin de que luego
pueda identificar a los sujetos intervinientes y en caso que corresponda, y por medios
investigativos, se pueda dar con ellos ante cualquier eventualidad, sea como imputados
de un delito o infracción, sea como testigos de los hechos.
En una situación de desventaja, es recomendable pedir apoyo o reunir la
información necesaria antes que accionar directamente; salvo que el nivel de agresión
sea tan elevado o inminente que pueda objetivamente peligrar la vida suya o de terceros.
En algunos casos, las consecuencias pueden ser fatales e implicar un gran riesgo.
Si aparecen armas en escena hay que trabajar en consecuencia, en razón del
arma que trate, las distancias preventivas y las coberturas que brinde el escenario.
Orientación N
Evaluar las características del sujeto.

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Determinar la edad, género, si se encuentra bajo la influencia de sustancias


psicoactivas, su contextura, fuerza, habilidad física aparente, estado emocional, si posee
armas y sus características. La evaluación de estos factores debe incidir en la detección
de factores objetivos que develen la capacidad de respuesta y resistencia del sujeto, lo
que definirá, en parte, las técnicas necesarias para modificar su conducta o lograr su
reducción.
Asimismo, deben servir para identificar si el sujeto pertenece a un grupo en
condición de vulnerabilidad, por ejemplo, menores de edad, embarazadas, personas con
discapacidad, reconocer si se trata de una persona con padecimiento mental,
hipoacúsica, entre otras posibilidades, lo cual requerirá de un cuidado y medidas
especiales en el tratamiento policial del tema.
En ocasiones, una determinada situación coloca al funcionario policial frente a
sujetos ya conocidos. El conocimiento previo del sujeto a enfrentar también permite un
tratamiento más ajustado a los riesgos que podría presentar dicha situación. Se trata de si
el sujeto:
■ Posee antecedentes delictivos o violentos, o ha tenido contactos anteriores con
otros policías.
■ Ha tenido contactos anteriores con otras personas, y que la policía tenga
conocimiento,
■ Ha demostrado ciertas habilidades o características en situaciones análogas.
Estos elementos pueden ser útiles para que el funcionario policial anticipe cómo el
sujeto podría reaccionar ante su intervención o presencia, y –por lo tanto– planifique su
curso de acción ajustándola o anticipando posibles reacciones. Precisamente esto último
puede presentar alguna dificultad: si se espera de la policía un trato justo, equitativo e
igualitario, el hecho de que el sujeto cuente con un “prontuario” y que esto habilite tratos
discriminatorios negativos, parece poner en tensión esa aspiración de una policía que
actúe con justicia.
Sin embargo, los antecedentes negativos de un sujeto deben poner en alerta al
efectivo, siempre que eso no entre en contradicción con un accionar acorde a la ética
policial que asume la justicia en el trato.
No habrá contracción siempre que el sujeto reciba un trato profesional, que de
ninguna manera entrañe una actuación abusiva, arbitraria o discriminatoria, que implique

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violencia moral contra él, siempre que el agente se desempeñe responsablemente, con
respeto, imparcialidad e igualdad de trato.

Evaluar los factores “tiempo” y “distancia”.


El concepto de tiempo y distancia se refiere a aquellas condiciones que
determinan si el policía debe responder inmediatamente o si, por el contrario, puede
demorar su intervención hasta que las condiciones le sean más favorables, sobre todo
ante la posibilidad de un agravamiento del conflicto o de la violencia. Para ello dependerá
de cuestiones tales como:
■ Gravedad de la situación,
■ Posibilidad de ponerse a cubierto,
■ Inminente arribo de refuerzos,
■ Posibilidad de incrementar la distancia respecto del sujeto,
■ Disponibilidad de rutas de escape.
Este punto está vinculado nuevamente a las condiciones medioambientales. La
“regla básica” en este aspecto es que el policía priorice su resguardo y cubierta a la hora
de intervenir. Además, si se encuentra ubicado a una distancia lejana del hecho, no debe
actuar hasta que se encuentre a una distancia razonable.

Evaluar la conducta del sujeto.


Podemos definir “conducta” como aquella acción de los sujetos a la cual le dan un
sentido. Por tanto, el significado de esa conducta es algo interpretable. El sentido de la
acción es hacia otro u otros sujetos, se orienta hacia el otro. Por tanto, evaluar la
conducta de un sujeto desde el rol policial consiste, sin más, en analizar e interpretar la
conducta de manera objetiva, puesto que se trata de percibir qué pretende el sujeto
realizar, o directamente, saber cuál es el sentido de su acción.
En la mayoría de las ocasiones de las incidencias policiales, la relación con los
sujetos ocurre entre “personas desconocidas”. No obstante, es preciso que el policía
forme y entrene sus capacidades interpretativas, para poder ser más preciso en el análisis
del desarrollo externo de la acción: es decir, la comprensión del motivo de la acción del
sujeto, en función de las características observables que permitirían presumir la intención
del sujeto. Además, las conclusiones de esa interpretación deben ser comunicables, es

30

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decir, que debe ser posible compartir con otros la explicación de por qué tal o cual
comportamiento podía develar una intención, y que esa interpretación no sea producto de
un acto de mera intuición u “olfato”, ya que lo intuitivo, espontáneo y menos profesional
debe ser desechado.
Comprender e interpretar la conducta de un sujeto, evaluar las consecuencias que
ella podría tener, consiste en comprender el sentido de la acción, la conexión entre los
propósitos y las consecuencias empíricas, materiales, observables de la acción. Así, la
interpretación que hace el policía de la conducta de un sujeto es al cabo una
“interpretación causal” entre sentido otorgado por el sujeto (a su acción) y conducta
(observable) y sus consecuencias.
El sujeto puede dar indicios respecto de cuáles son sus intenciones. La siguiente
lista incluye una serie de conductas que podrían preceder al ataque a un funcionario
policial o a una tercera persona:
■ Hablar de un modo agresivo o provocador.
■ Exteriorizar enojo e irritación.
■ Cesar completamente sus movimientos.
■ Invadir el espacio personal.
■ Esconderse.
■ Adoptar una postura física amenazante.

La conducta del sujeto es un elemento central en el proceso de evaluación-


planificación-acción que realiza el policía ante una incidencia. El policía debe tener
presente que la interacción es dinámica, y que si bien su actuación va a estar definida por
la conducta del sujeto, su conducta también afecta y tiene incidencia sobre el accionar de
éste.

Personales

• Su fuerza y estado físico general


• Experiencia personal
• Habilidad/capacidad/entrenamiento
• Temores
• Apariencia/imagen del funcionario
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• Cansancio
• Lesiones
• Vista/visión
• Síntomas de estrés

Operacionales
• Uniforme y equipamiento, incluyendo elementos de protección
• Cantidad de funcionarios policiales presentes
• Disponibilidad de apoyo
• Disponibilidad de unidades y equipos especiales
• Disponibilidad de cubierta/protección (cobertura o parapeto según las propiedades
balísticas de los elementos)
• Posibilidades de contener, tomar distancia, establecer comunicaciones
• Consecuencias de un posible repliegue Táctico

Institucionales
• Normas y reglamentos
• Políticas y directivas institucionales
• Protocolos de actuación

Planificar la actuación. Todos los elementos anteriores, el escenario, las


consideraciones tácticas y la conducta del sujeto, guían el proceso de “evaluar-planificar-
actuar”. En función de la evaluación, el funcionario policial debe desarrollar un plan de
acción, el cual implica seleccionar el camino que considere más apropiado, más ajustado
a los requerimientos de la situación.
El modelo propone diferentes niveles de fuerza a utilizar, que van desde la mera
presencia policial hasta el uso de la fuerza letal. Cada nivel implica una serie de técnicas y
herramientas específicas que pueden variar en virtud del tipo de objetivos perseguidos y
las características y rasgos principales de la intervención.
Los distintos niveles de “uso de la fuerza” pueden aplicarse solos o combinados,
para permitirle al policía controlar la situación y lograr el fin legítimo que se propone. Debe
tenerse presente que los niveles de fuerza son dinámicos, dado que una vez que la
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situación está bajo control es necesario disminuir el nivel de fuerza utilizada, y de ese
modo también reflejar la razonabilidad de la intervención, toda vez que sea necesario
evitar y neutralizar la violencia y conjurar los delitos, lo que puede lograrse, en ocasiones,
con un mínimo nivel de fuerza y por medios no coactivos.
El policía debe utilizar la “palabra” continuamente, tanto para comunicarse con el
sujeto como para intentar, en todo momento, disminuir el nivel de enfrentamiento entre él
y el sujeto al que se enfrenta.

ASPECTOS LEGALES (CÓDIGO PENAL ARGENTINO)

LEGÍTIMA DEFENSA: Circunstancia que exime o reduce la culpabilidad en ciertos


delitos, por considerar que la defensa es necesaria para impedir o repeler una agresión
ilegitima o injusta.

Además de este concepto también se puede tener presente las diferentes


Definiciones según la doctrina de los siguientes autores:

La legítima defensa como causa de justificación. Fundamento:

- Es pacífica la doctrina y la jurisprudencia en tratar la legítima defensa como


causal de justificación o de licitud (la diferencia con el estado de necesidad es que este
último trabaja con la idea del interés preponderante). Este instituto autoriza a defender
bienes propios atacando bienes jurídicos de quien trata de agraviar aquellos. Dr.
Donna, Edgardo A., Teoría del Delito y de la Pena, t.2, p.127.

-El Dr.Creus. la cataloga como una acción de repulsa autorizada.

- El Dr. Jescheck, la define como "la defensa requerida para apartar de sí o de


otro una agresión actual antijurídica".

¿Cuál es su fundamento?

-Para Welzel y Jakobs (citados por Zaffaroni) se halla en el principio de que "el
derecho no tiene por qué soportar lo injusto".

- El Dr. Donna sostiene un doble fundamento:

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

1) la defensa del bien jurídico en particular, que surge de la propia normativa, en el


sentido de que la defensa sólo es permitida en cuanto se trate de la persona o derechos
propios o ajenos, esto es, de bienes personales y

2) la necesidad de defensa del orden jurídico, en el sentido de que el derecho


siempre debe prevalecer sobre el injusto. Con respecto a su naturaleza, el Profesor la
considera un derecho, ya que no es posible exigir a la persona que se defienda ante la
agresión ilegítima cuando la misma decide huir o retirarse, siendo su elección,
jurídicamente inobjetable.

Art. 34 del Código Penal Argentino: No son punibles…

• …Inc. 6) El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre


que concurrieren las siguientes circunstancias:

a) Agresión ilegítima;

b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla;

c) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.

Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquél que durante la


noche rechace el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su casa,
o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño ocasionado
al agresor. Igualmente, respecto de aquel que encuentra a un extraño en el interior de su
hogar, siempre que haya resistencia.

• …Inc. 7) El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro,


siempre que concurran las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber
precedido provocación suficiente por parte del agredido, la de que no haya
participado en ella el tercero defensor.

 Los tres requisitos exigidos por el inc. 6° del art. 34 son: agresión ilegítima,
necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y falta de
provocación suficiente por parte de quien se defiende. - El primero de ellos necesita

34

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

de cuatro condiciones: debe ser conducta humana, actual, agresiva, antijurídica e


inminente.- El requisito temporal consiste en la actualidad/inmediatez que debe darse
en la agresión. Para ampararse en la causal de justificación es indispensable que la
agresión sea actual, o sea, esté en curso, o por lo menos, que aparezca como
inminente, es decir, cuando el peligro de la agresión es suficientemente próximo como
para que el agente se vea obligado a actuar para neutralizarla. - Dr. Zaffaroni, ob. cit.,
p. 612.-Dr. Zaffaroni, ob. cit., p. 611.
-Como cuarto requisito implícito, y para que se configure la legítima defensa en
el uso de la fuerza, se debe considerar que la misma se produzca ante una agresión
actual e inminente, es decir, que el hecho por el cual debe defenderse esté en curso
aquí y ahora, y sea real y no potencial.
 La legítima defensa no puede producirse antes del hecho, porque no habría
de qué defenderse, ni puede levarse a cabo después que la situación pasó, porque el
motivo que la origina habría cesado y sería venganza.
La voz agresión indica la necesidad de una dirección de la voluntad hacia la producción
de una lesión; en castellano agredir es acometer a alguno para matarlo, herirlo o
hacerle daño. La conducta además debe ser ilegítima (antijurídica), es decir, toda
aquella conducta con voluntad lesiva, que afecta bienes jurídicos sin derecho.
 Con respecto a la racionalidad en el medio empleado, es correcto afirmar
que en la legítima defensa, aunque no haya ponderación de males, el límite en el
ejercicio del derecho está dado por el límite general del ordenamiento jurídico que
prohíbe su uso abusivo (1071 del Código Civil). En el caso específico, se entiende la
racionalidad como la ausencia de una desproporción insólita y grosera, casi
indignante, entre el mal que se evita y el que se causa.
 El tercer requisito negativo ha sido definido por el Dr. Zaffaroni como: la
provocación de la conducta anterior del que se defiende, que da motivo a la agresión y
que se desvalora jurídicamente como suficiente cuando es previsible, sin que ha este
efecto puedan tomarse en cuenta las características personales del agresor contrarias
a los principios elementales de coexistencia, salvo que la agresión que se funde en
esas características sea desencadenada por una conducta lesiva al sentimiento de
piedad. El adjetivo "suficiente" denota una "cierta gravedad" en la provocación. Así, no

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excluye la legítima defensa una pequeña falta de uno frente a una reacción desmedida
del otro. -

TIPOS DE LEGÍTIMA DEFENSA

LEGÍTIMA DEFENSA

PROPIA PRIVILEGIADA DE TERCEROS PUTATIVA O DE


BUENA FE

Legítima defensa propia

Existe legítima defensa propia cuando: “el que en defensa de su persona o de sus
derechos, empleando un medio racionalmente necesario para impedir repeler una
agresión ilegitima y sin que medie provocación suficiente de su parte, le ocasiona un
perjuicio a la persona o derechos del agresor”
El derecho a la legítima defensa comienza entonces, en el mismo momento de la
agresión ilegitima en que se hace evidente por parte del agresor, su intención de agredir,
típico el caso de un ataque delictivo, contrario a derecho.
Es ahí cuando, el que decide defenderse, debe hacerlo de una manera
¨proporcional¨, es decir, equitativa, en el sentido, de que al poder ofensivo que sufre por
parte del atacante, le debe oponer un poder defensivo, similar o equivalente, con la
capacidad de neutralizar o rechazar eficientemente la agresión, de lo contrario habría un
exceso. Teniendo en cuenta, que no debe confundirse nunca, con el concepto de
“igualdad”, si no incurriríamos en el error de considerar que ha actuado con exceso. Por
ejemplo: "un puñal no es igual a un revolver, puesto que mientras el primero es un “arma
impropia¨, el otro configura un arma de fuego, denominada “arma propia."
Pero he aquí la cuestión de real importancia, que muchas veces en el
desconocimiento del que tiene por tarea la de juzgar, puede pecar por exceso, de error en
la apreciación, y emitir un fallo injusto, si considera que no hay proporcionalidad como
medio de defensa y de ataque, entre el revólver y un puñal. Esta equivocación no se va a

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dar si el juez amerita que el puñal a determinada distancia puede lograr el mismo
resultado final que el arma de fuego, es decir, cualquiera de los dos elementos consigue
ocasionar la muerte cuando son utilizados con ese fin, por lo tanto, son equivalentes.

Legítima defensa privilegiada

La Ley prevé casos en los cuales por razones de tiempo o lugar existe una agresión
ilegítima y la reacción de quien se defiende es considerada necesaria y racional,
cualquiera sea el daño ocasionado al agresor.

Los tres requisitos que son exigidos y debe acreditar quien ejerce un acto de legítima
defensa no van a ser requeridos, cuando la víctima haya sufrido la agresión de ¨noche¨ y
en su vivienda, o en un lugar totalmente a oscuras, a cualquier hora del día, lo que se
conoce con el nombre de ¨nocturnidad¨, o en el mismo lugar si fuere de día, siempre que
haya resistencia por parte del agresor, cualquiera sea el daño que se le ocasione al
mismo.

Es por ello, que esta defensa es privilegiada, ya que el agredido, se encuentra en un


lugar íntimo, como lo es el de su casa, totalmente desprevenido y en desventaja, a
expensas de quien actúa al acecho y subrepticiamente, violando su tranquilidad, y
poniendo en riesgo su integridad física, la de su familia, y sus bienes.

Legítima defensa de terceros

Hay legítima defensa de terceros y sus bienes, cuando se dan siempre los dos
primeros presupuestos de la legítima defensa, y aunque el tercero que se defiende haya
provocado a su agresor, siempre que el que lo defiende no haya participado de la misma
provocación.

Puesto que, de lo contrario, dos personas, se podrían poner de acuerdo dolosamente,


para que mientras una lo provoca, la otra pueda causarle un daño al supuesto agresor, so
pretexto de actuar en legítima defensa del tercero.

Legítima defensa putativa o de buena fe

Existe legítima defensa putativa cuando el sujeto cree erróneamente que concurren los
presupuestos de la legítima defensa. Al ser un error se lo trata generalmente al estudiar la
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responsabilidad. Cuando el error versa en modo inculpable de la falsa apreciación de una


agresión injusta también incluiría la punibilidad, pero por una causa de inculpabilidad.

Aquí se dan los tres requisitos de la legítima defensa, pero el que la ejerce, lo hace de
buena fe, bajo los efectos de un error esencial de conocimiento invencible, ya que, para
defenderse eficientemente, no puede detenerse a preguntarle al que lo ataca, si lo hace
para dañarlo, psíquica - o físicamente, leve o gravemente, o con la intención de matarlo.

Imaginemos que nos apuntan con un arma de fuego. Nadie se detendría si tuviera la
manera de defenderse, y sobre todo con otra arma de fuego, para preguntarle al que nos
amenaza cuáles son sus intenciones reales, si el arma es de verdad o es de juguete, si
está cargada o no, si funciona o no, ya que en ese tiempo se podría poner fin a nuestras
vidas.

Por ello, no es punible, la conducta de quien se defiende legítimamente de una


amenaza con arma de fuego, cualquiera sea el daño que le cause al agresor, aunque
después resulte que el atacante utilizó un arma de juguete o inidónea.

EXCESOS EN LA LEGÍTIMA DEFENSA: La víctima que ante la agresión de un


tercero actúa en defensa propia, está justificada por la ley. Sin embargo, no todo le está
permitido hacer: existen límites para neutralizar el ataque, que deben tener una
coherencia con el nivel de la agresión. De lo contrario, la víctima se convierte en victimario
(Art. 35): El que hubiere excedido los límites impuestos por la Ley, por la autoridad o por la
necesidad, será castigado con la pena fijada para el delito por culpa o imprudencia.

LESIONES:

1. Art. 89: …al que causare a otro, en el cuerpo o en la salud, un daño que no esté
previsto en otra disposición de este código.

2. Art. 90: …si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un


sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si
hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por
más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro.

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3. Art. 91: …si la lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o
probablemente incurable, la inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un
sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o
de la capacidad de engendrar o concebir.

Lesiones Leves:

La figura penal transcripta es de los denominados tipos residuales, que describen las
lesiones leves, por carácter de exclusión, esto es, se aplicará este artículo ante la
producción de una lesión que no sea grave ni gravísima ni quede subsumida en otro delito
que las comprenda como estadio previo. Así, las lesiones leves quedan absorbidas
cuando el hecho configura tentativa de homicidio, lesiones en riña, duelo y también se
excluye esta figura cuando se trata de delitos que se cometen usando fuerza sobre la
víctima, como en el caso del robo, la violación.

Para que se tipifique el delito pueden darse cualquiera de las dos modalidades
descriptas: la producción de un daño en el cuerpo o en la salud. Los resultados exigidos
para la configuración son, alternativamente:

a) Daño en el cuerpo: consiste en una alteración o modificación anatómica de la


víctima. Puede tratarse de lesiones internas (ruptura de tejidos internos u órganos) o
externas (cortaduras visibles, mutilaciones, contusiones, quemaduras, manchas,
pigmentaciones en la piel). El delito consiste en alterar la integridad física de la víctima,
siendo irrelevante que se entienda “mejorado” el organismo. A modo de ejemplo, quien
forzadamente o sin consentimiento somete a otro a una cirugía plástica con el fin de
corregir defectos físicos, sin dudas comete delito de lesiones. La importancia práctica de
la cuestión es innegable en el ámbito de la praxis médica, por ejemplo. También se
asienta en doctrina la irrelevancia de causar dolor para que se constituya la lesión, siendo
intrascendente, asimismo, la emanación o no de sangre. Contrariamente sí tiene
relevancia la persistencia de la lesión (secuelas) de cierta duración en el organismo y así,
por caso, el torcer el brazo momentáneamente o pegar una bofetada, en la cual no
queden marcadas secuelas físicas, no constituye lesión.

b) Daño en la salud: En la salud, el daño es el cambio operado en el equilibrio


funcional actual del organismo de la víctima. Debe entenderse por salud el equilibrio
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anatómico funcional, habrá daño cuando se altere o rompa dicho equilibrio. Es posible la
alteración de la salud física y también de la salud psíquica de la víctima. En relación a la
alteración de la salud psíquica no solamente quedan incluidos los daños que producen
enfermedad mental a la víctima (demencia), sino además los daños psicológicos, aunque
no alcanza el mero daño moral del damnificado sino que es exigible la producción de un
real daño psicológico. El daño en la salud puede referirse al funcionamiento general de
todo el organismo o a ciertas funciones particulares del mismo.

Lesiones graves:

Con finalidad analítica, puede dividirse el artículo en cuatro figuras diferentes: las
debilitaciones y/ o dificultades permanentes, el poner en peligro la vida del ofendido, la
inutilidad laboral por más de un mes y la deformación permanente del rostro.

A) Las debilitaciones permanentes: En esta figura se incluyen todos los casos


en que la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un
órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra. Se presentan en todos
los casos dos características comunes: el debilitamiento y la permanencia. Debe
entenderse por debilitamiento una disminución funcional, sin que la función en sí misma
desaparezca. Para esa verificación, debe tenerse en cuenta, en el caso concreto, cómo
se cumplía esa función en momentos previos a la lesión, análisis sobre el que pone
acento la doctrina, destacando la noción funcional de la figura legal. De igual forma debe
decirse que la permanencia es la persistencia y continuidad del resultado por tiempo
prolongado sin que se requiera la perpetuidad. Es suficiente para encuadrar en la
exigencia de “debilitamiento permanente” que exista la probabilidad de que por la
evolución natural o procedimientos o intervenciones científicas no sea posible eliminar la
deficiencia que provocó el daño.

B) Peligro para la vida del ofendido: otra de las formas típicas del delito de
lesiones graves es la generación de peligro para la vida de la víctima. Es necesario que el
peligro no sea potencial sino que la víctima haya sufrido un real riesgo de perder su vida.
La agravación de la lesión está dada, justamente, por la inminente peligrosidad producida
por la lesión para la vida del ofendido. Es esencial dejar en claro que el peligro para la
vida no existe por grave y peligrosa que haya sido la lesión sino porque se encuentren

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presentes en la víctima, a partir de la lesión, las manifestaciones de inminencia del


desenlace mortal

C) Inutilidad para el trabajo por más de un mes: En esta figura, el resultado


exigido por la norma como consecuencia de la acción lesiva, está dado por la verificable
imposibilidad de la víctima de desarrollar actividad colaborativa, entendida ésta en sentido
general. Esto significa que configura el delito de lesiones graves si se determina la
incapacidad por ese período, aunque el sujeto pasivo no tuviese trabajo o no estuviese en
una etapa laboralmente activa por su edad: (niños o ancianos).

D) Deformación permanente del rostro: En el análisis de esta figura, la


discusión doctrinaria se centra básicamente en dos conceptos: deformación y rostro. La
doctrina es divergente en estos puntos. En cuanto al primero de los términos, alguna
doctrina entiende que la idea de deformación no implica que deba existir una alteración
que cause repulsión, bastando que la misma modifique la simetría, que destruya la
armonía o aún la mera belleza del rostro. Otro sector, en sentido opuesto, critica esta
postura indicando que, de ser así, cualquier marca, hasta con mínima perceptibilidad
constituiría lesión grave dado que debería considerarse que altera la armonía del rostro.
Esta opinión requiere que al menos la modificación del rostro cause una imagen de
fealdad sin que sea necesario que sea repulsiva. La jurisprudencia ha entendido suficiente
para agravar la lesión, la presencia de una malformación del rostro que le quite, con
carácter permanente, la belleza o armonía estética previa. No se ha requerido que la
imagen llegue al horror o repugnancia. En cuanto al término “rostro”, también se ha
dividido la doctrina ya que algunos autores entienden que, en virtud de la motivación
social de la agravante, por la evidencia de la lesión y el perjuicio para la interrelación con
otros, debe extenderse el concepto. Anatómicamente hablando el rostro es la parte del
cuerpo limitada en su parte superior por la línea normal de implantación del cuero
cabelludo en la frente, en su parte inferior por el borde del maxilar inferior y lateralmente
por los pabellones auriculares. Los que bregan por la extensión del concepto de rostro a
aquellas partes que culturalmente se exhiben descubiertas, cercanas a la cara, tales
como el cuello y la parte superior del pecho en las mujeres. De todas formas, para el
sector tradicional de la doctrina esta forma de análisis sigue significando una
interpretación extensiva y agravante de los términos típicos ya que por más que se

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analice, rostro es sinónimo de cara y en tal sentido resulta forzado que pueda tenerse por
deformación permanente del rostro, a una herida o marca, producida en el pecho o cuello,
aunque sea visible y horrorosa. Respecto de la permanencia de la deformación ésta se
configura cuando no es previsible que por medios naturales desaparezca, siendo
indiferente que sí pueda modificarse por medios quirúrgicos o que pueda disimularse
(maquillaje). No debe entenderse permanente como perpetuo.

Lesiones Gravísimas:

Este artículo contiene los supuestos de resultado lesivo que traen aparejada la
punción más grave para aquellos que realizan las acciones que las provoquen. la
producción de: a) Enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable b)
Inutilidad permanente para el trabajo c) Pérdida de un sentido, un órgano, de un miembro,
del uso de un órgano o miembro d) Pérdida de la palabra e) Pérdida de la capacidad de
engendrar o concebir.

Enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable: implica un


proceso patológico. Ya no se trata aquí de un debilitamiento en el estado de salud, sino
que la exigencia normativa, de allí la mayor gravedad de la pena es que se haya
producido como consecuencia de la lesión infringida, una patología, cuyo proceso no haya
cesado. Debe establecerse si la enfermedad que se advierte en la víctima es cierta o
probablemente incurable. Para ello es necesario determinar si la víctima podrá a la luz de
las posibilidades presentes y con pronóstico razonable volver o no a gozar de salud. Si no
fuera posible, estaríamos ante una afección irreversible. Es exigible para la tipificación de
esta figura, de un pronóstico de absoluta certeza o alta probabilidad.

La inutilidad permanente para el trabajo: Para la tipificación de esta lesión


gravísima se requiere un diagnóstico certero de que la víctima no podrá volver a trabajar
de por vida.

En este artículo se requiere la pérdida del sentido, órgano o miembro y en el caso


de estos dos últimos, también tipifica como lesión gravísima, la pérdida del uso del órgano
o miembro, de modo tal que en estos casos no se requiere la eliminación anatómica, sino
que es suficiente con que la víctima no pueda volver a usar el referido órgano o miembro
sin que le sea extraído o amputado.
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Pérdida de la palabra: En este caso no se está ante una dificultad para expresarse
o comunicarse, como es el caso de las lesiones graves. Habrá lesión gravísima por
pérdida de palabra cuando la víctima presente una absoluta imposibilidad de darse a
entender oralmente, siendo indiferente que se conserve la facultad emisora de sonidos,
cuando no exista posibilidad de articulación.

Pérdida de la capacidad de engendrar o concebir: Se trata de aquellas lesiones que


provocan esterilidad (incapacidad de reproducirse) cualquiera sea el medio que la
produzca. La capacidad de engendrar debe estar presente en la victima al momento de
producirse la lesión, aunque fuera potencial como en el caso de los niños, por eso no
pueden ser sujetos pasivos de este tipo de lesión los ancianos o personas que hayan
perdido su capacidad de engendrar o concebir.

Homicidio: Art. 79: …al que matare a otro siempre que en este código no se
estableciere otra pena.

El bien jurídico protegido, en todas las formas de homicidio, es la vida humana.

El homicidio simple es un delito doloso, debiendo entenderse el dolo como la


conciencia y voluntad de realizar una conducta dirigida a la producción de la muerte de
otra persona. La configuración subjetiva típica no requiere de ninguna motivación ni
finalidad específica. Son admisibles las tres clases de dolo: directo, indirecto y eventual.

Homicidio culposo: Art. 84: …el que por imprudencia, negligencia, impericia en su
arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo, causare
a otro la muerte.

El bien jurídico protegido o, con más precisión, el bien jurídico afectado, es la vida
humana producto de conductas que resultan violatorias del deber de cuidado.

En la figura simple, la acción típica consistirá en violar el deber de cuidado y como


consecuencia de ello producir el resultado típico: causar la muerte a otro por imprudencia,
negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los
deberes a su cargo.

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En este contexto, tradicionalmente se sostiene que la imprudencia se caracteriza


por un exceso en el obrar (precipitación, ligereza, temeridad que hace que el imprudente
haga algo que la prudencia no aconseja hacer); la negligencia como un defecto en el
obrar (descuido, desatención, falta de preocupación, que hace que el negligente no haga
algo que la prudencia aconseja hacer); la impericia en el arte o profesional (figura
conocida como “culpa profesional”) como la inhabilidad o idoneidad en el obrar en virtud
de no respetar la lex artis; la inobservancia de reglamentos, como la infracción a toda
actividad reglada; y la inobservancia de deberes de cuidado como todo comportamiento
contraventor de las reglas generales de la debida atención.

UNIDAD Nº 2
CUESTIONES ANATÓMICAS DE INTERÉS

SEGMENTOS CORPORALES

Para un estudio simple del cuerpo humano en general y para no excedernos de


las cuestiones puntuales que importan a nuestra materia, es que se divide al cuerpo en
los siguientes segmentos:

 Cabeza y cuello
 Tórax
 Zona abdominal
 Zona pélvica
 Miembros superiores
 Miembros inferiores

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VOLANTE Y EJE DEL CUERPO

La cabeza

Por naturaleza la cabeza es el volante del cuerpo. Es la “caja” que contiene el


centro de mando y los comandos que dirigen toda acción que dicho cuerpo quiera
realizar, debido a que todo lo relativo a la cuestión sensorial o motriz, así como el
aprendizaje, se procesa y emerge del cerebro tan celosamente resguardado en la calota
craneana. Sin necesidad de afectar a este órgano tan importante, si controlamos la
cabeza controlamos sentidos, estabilidad y equilibrio, centros de respiración y puntos de
presión. Pero tal como se explica a posterior en el mapa de colores, hay que tener suma
precaución y cabal conocimiento de lo que se va a hacer si llegado el momento se realiza
un trabajo ofensivo sobre la zona de cabeza o cuello del oponente. Por lo general se
recomienda, en técnicas de reducción policial, no trabajar sobre cabeza o cuello excepto
en casos muy específicos y con un control total de fuerza y movimiento, porque las
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lesiones a provocar pueden ser graves y de consecuencias irreversibles, e incluso


mortales.

Columna vertebral

La columna vertebral, raquis o espina dorsal es una compleja estructura osteo


fibrocartilaginosa articulada y resistente, en forma de tallo longitudinal, que constituye la
porción posterior e inferior del esqueleto axial. La columna vertebral está situada (en su
mayor extensión) en la parte media y posterior del tronco, y va desde la cabeza (a la cual
sostiene), pasando por el cuello y la espalda, hasta la pelvis a la cual le da soporte.

Regiones de la columna

La columna vertebral consta de cinco regiones, las cuales son:

 Región cervical (7vértebras)


 Región dorsal (12 vértebras)
 Región lumbar (5 vértebras)
 Región sacra (5 vértebras)
 Región coxígea (4-5 vértebras)

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Funciones

Las funciones de la columna vertebral son varias, principalmente interviene como


elemento de sostén estático y dinámico, proporciona protección a la médula espinal
recubriéndola, y es uno de los factores que ayudan a mantener el centro de gravedad de
los vertebrados.

La columna vertebral es la estructura principal de soporte del esqueleto que


protege la médula espinal y permite al ser humano desplazarse en posición “de pie”, sin
perder el equilibrio. Está formada por siete vértebras cervicales, doce vértebras torácicas
o vértebras dorsales, cinco vértebras lumbares, cinco sacras, y tres a cinco vértebras
soldadas a la “cola” o cóccix. Entre las vértebras también se encuentran unos tejidos
llamados discos intervertebrales que le dan mayor flexibilidad.

En el arte de la Reducción Inmediata, el dominio de la columna de una persona


permite el control relativo de su estabilidad y equilibrio. Si en la aplicación de la técnica se
logra dominar cabeza y columna del oponente (volante y eje), se obtiene un dominio total
de su equilibrio.

TÓRAX

Tórax humano en una vista anterior: delante y en el centro,


el esternón. A ambos lados las costillas y detrás, en segundo
plano, la columna vertebral dorsal.

El tórax es la parte del cuerpo humano que está


entre la base del cuello y el diafragma. Contiene a
los pulmones, al corazón, a grandes vasos
sanguíneos como la arteria aorta (ascendente, arco
y descendente), a la vena cava inferior, a la cadena
ganglionar simpática de donde salen los esplácnicos,
la vena ácigos mayor y menor, al esófago, conducto
torácico y su división es el mediastino.

Tiene la forma de cono truncado o pirámide


cuadrangular y su pared está formada por las
costillas y los músculos intercostales por los lados,

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que se unen por delante al hueso esternón por medio de los cartílagos costales, y por
detrás a la columna vertebral dorsal. La función de esta "caja" es la de proteger los
órganos internos de traumatismos mecánicos que de otra manera podrían lesionarlos.

La caja torácica tiene la particularidad de ensancharse para permitir la inspiración.


Además, el último par de costillas es denominado flotante, ya que solo está unido a las
vértebras en la parte posterior. Anteriormente, este par es libre: esto permite su
ensanchamiento en el embarazo.

ZONA ABDOMINAL

ÓRGANOS CONTENIDOS EN LA ZONA ABDOMINAL – APARATO DIGESTIVO

PELVIS

La pelvis es la región anatómica más inferior del tronco. Siendo una cavidad, la
pelvis es un embudo ósteomuscular que se estrecha hacia abajo, limitado por el hueso
sacro, el cóccix, los iliacos y los coxales (que forman la cintura pélvica) y los músculos de
la pared abdominal inferior y del perineo.

Genéricamente, el término pelvis se usa incorrectamente para denominar a la


cintura pelviana o pélvica misma.

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Topográficamente, la pelvis se divide en dos regiones: la pelvis mayor o (también


se le puede llamar pelvis Falsa) y la pelvis menor o (pelvis Verdadera). La pelvis mayor,
con sus paredes ensanchadas es solidaria hacia adelante con la región abdominal
inferior, las fosas ilíacas e hipogastrio. Contiene parte de las vísceras abdominales. La
pelvis menor, la parte más estrecha del embudo, contiene la vejiga urinaria, los órganos
genitales, y parte terminal del tubo digestivo (recto y ano)

MIEMBRO SUPERIOR

El miembro superior, en el cuerpo humano, es cada una de las extremidades que


se fijan a la parte superior del tronco. Técnicamente, está compuesto por cuatro partes
fácilmente distinguibles: mano, antebrazo, brazo y cintura escapular. En otras palabras, va
desde la cintura escapular hasta los dedos. Tiene un total de 32 huesos y 42 músculos.
Normalmente, se identifica la composición del miembro superior solo con los tres
segmentos primeramente mencionados.

Como se podrá apreciar más adelante, tras la segmentación del miembro, es un


error muy constante el citar a éste como "brazo". Éste término sólo se le asigna al
segundo segmento del miembro superior localizado entre el hombro y el codo.

Cintura escapular

CINTURA ESCAPULAR

La cintura escapular está compuesta por los huesos clavícula y escápula, dos a
cada lado, que fijan los miembros superiores a la parte superior del tronco -tórax- a nivel
de los hombros.
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Brazo: Su esqueleto está formado por un solo hueso: el húmero.

Antebrazo: Está formado por el cúbito y el radio.

Mano: Tiene un esqueleto complejo, formado por:

• Carpo
• Metacarpo
• Falanges

MIEMBRO INFERIOR

En anatomía humana miembro inferior o pelviano es cada una de las


extremidades fijadas al tronco a nivel de la pelvis -articulaciones de la cadera- mediante la
cintura pelviana. Coloquialmente, los miembros inferiores son las piernas.

Cada miembro inferior se compone de cuatro segmentos principales:

1. Cintura pelviana, formada por los coxales: fijan los miembros inferiores al tronco.
No se confunda cintura pelviana -los coxales- con pelvis -los coxales junto al sacro
y cóccix-. No obstante esto, coloquialmente se lo conoce al miembro inferior a partir
de los segmentos siguientes:
2. Muslo: su esqueleto es un solo hueso, el fémur.
3. Pierna: tibia y fíbula peroné.
4. Pie, a su vez formado por tres segmentos:

• Tarso
• Metatarso
• Falange

MAPA DE COLORES

EL SEMÁFORO DEL CUERPO

La labor policial conlleva a que en muchas oportunidades nos enfrentemos a


situaciones que requieren el uso de la fuerza física, avalada legalmente como “uso de la
fuerza pública”. Pero ese respaldo se termina cuando por impericia o exceso causamos al

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

otro un mal mayor que el que se pretendía impedir o, sin necesidad de comparar la
similitud o no de los perjuicios, dejamos en el otro una secuela total o parcial que a la
postre será usada para argumentar su libertad y poner en riesgo la nuestra, sin contar con
que dicha consecuencia sea la muerte. Por ello debemos tener en claro cuáles son las
zonas en las que se puede golpear o hacer palanca, y cuáles son aquellas en las que no
se debe trabajar debido a la gravedad de las potenciales secuelas. Con ese fin es que se
originó el mapa de colores, que divide al cuerpo en diferentes zonas pintadas de rojo,
amarillo y verde determinando así las prioridades y maniobras que se pueden realizar en
uno u otro sector.

DESCRIPCIÓN:

ROJO: en esta zona no se puede ni se debe golpear ni hacer torsiones o


palancas. Sí se pueden trabajar puntos de presión si se conoce la forma de hacerlo y su
ubicación. Componen la zona roja la cabeza y el cuello, columna vertebral y esternón.

AMARILLO: se pueden realizar presiones, torsiones, tracciones y palancas, con


las precauciones del caso. Componen esta zona todas las articulaciones como ser:
falanges, muñeca, codo y hombros en miembros superiores, rodilla y tobillos en
miembros inferiores. Quedan comprendidos en esta zona los riñones y la zona genital, y
los senos de la mujer.

VERDE: zona en la que está permitido golpear, compuesta por la parte muscular
del cuerpo, quedando conformada entonces por los bíceps, tríceps, músculos del
antebrazo, pectorales, abdomen, cuádriceps y gemelos. Se incorpora también a esta zona
el hueso de la tibia, centro neurálgico muy doloroso que ante el impacto genera en el otro
un gran dolor momentáneo que no deja otra secuela más que un hematoma (moretón).

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

UNIDAD Nº 3
DESARROLLO TÉCNICO INICIAL DE T.P.R.I.

GUARDIA POLICIAL

Es la postura corporal que adoptará el efectivo policial para mantener protegidos los
puntos vulnerables de su cuerpo, esta postura debe ser ofensiva/defensiva, de manera
que desde esa posición pueda atacar y defenderse al mismo tiempo. En la tarea diaria del
efectivo policial ambas situaciones se pueden dar indistintamente y de manera conjunta.
Así mismo al tratarse de un funcionario público su postura o guardia, debe denotar
presencia y seguridad al mismo tiempo que no debe incitar a más violencia.

ALTURA Y POSICIÓN DE LAS MANOS


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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

En relación a la altura y para redondear, podemos decir que universalmente hay


tres tipos de guardia: baja, media y alta. La guardia policial adoptará como regla general
una postura media o media alta, si bien debe saber trabajar con todas las alturas
mencionadas. Las manos deben estar abiertas y con los dedos extendidos y pegados
entre sí, incluyendo el pulgar, las palmas hacia delante y los codos pegados al cuerpo.

¿Por qué se trabaja con manos abiertas? Las razones son varias:

1. Porque universalmente la mano abierta transmite una señal de paz o


tranquilidad, no es agresiva ni ofensiva, le está “pidiendo” al otro que se calme.
2. Por cuestiones sociales: no es lo mismo salir en primera plana con
puños cerrados que con las manos abiertas, aunque la postura general sea la
misma. En el primer caso estoy “invitando” a pelear al otro, por más que
verbalmente le transmita otra cosa, mientras que en el segundo caso le estoy
pidiendo que se tranquilice.
3. Porque si tengo que actuar, las manos abiertas me permiten sujetar,
tirar, palanquear, traccionar o torcer, e incluso bloquear o golpear. El puño cerrado
solo me permite bloquear o golpear.

POSICIÓN DE LOS PIES Y EL CUERPO

En forma similar a la posición de tiro defensivo policial, piernas separadas


aproximadamente ancho de hombros, el pie inhábil debe estar adelantado con respecto al
otro, coincidiendo más o menos la punta del pie atrasado con el talón del adelantado, las
piernas levemente semiflexionadas, no rígidas, con el peso del cuerpo distribuido
uniformemente sobre ellas, el tronco recto o con leve inclinación hacia delante, cómodo y
estable. El policía debe saber trabajar tanto con guardia derecha como con la izquierda y
entrenar ambas, debido a que no siempre tendrá tiempo de adoptar inmediatamente su
guardia natural, si la agresión surge sorpresivamente desde el otro lado.

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

CAMBIOS DE GUARDIA

En la función policial el personal se verá involucrado en un sinfín de situaciones, las que


no podrá prever con mucho tiempo de antelacion, es por ello que debe prepararse para
poder identificar una amenaza y acomodar su cuerpo lo más rápido posible sin descuidar
su seguridad personal. Es por ello que primeramente adoptabamos una postura de
guardia, y ya sabiendo esto de ante mano, deberemos entrenar el cambio de guardia en
los distintos ángulos de los que pudiera surgir una agresión. Un ataque puede provenir de
un lado e ir mutando hacia otros o puede tambien provenir de varios lados al mismo
tiempo. Es por ello que identificar la amenaza y poder acomodar el cuerpo y la guardia a
cada situacion se hace indispensable.

El cambio de guardia implica, entonces, llevar su guardia a todos direcciones de manera


rápida y sincronizada, ya sea para atacar o defenderse. Nunca se deben cruzar los pies
para realizar un desplazamiento, en virtud de no quedar desequilibrado ni perder la base.

DISTANCIAS

El efectivo policial, por su propia seguridad debe tener en cuenta el manejo de las
distancias. En todo momento, el funcionario debe expresar, mediante técnicas verbales, la
necesidad de mantener la distancia prudencial para preservar la integridad física.

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Las zonas se pueden clasificar según la distancia que existe entre el funcionario
policial y la o las personas de las siguientes formas:
1) Distancia preventiva
2) Distancia de abordaje
3) Distancia de contacto físico
4) Distancia de suelo

1) Distancia Preventiva
Es una distancia que nos permite poder observar todo el escenario y mantener un
control visual del entorno que rodea al punto de contacto. Nos posibilita dar órdenes,
gesticular y escuchar a nuestro interlocutor; la distancia preventiva nos dará más opciones
de respuesta y espacio transformándose en tiempo de reacción.

2) Distancia adecuada de abordaje


Es una distancia crítica, utilizada para realizar el control de la persona a abordar.
Hace referencia al trayecto que debo recorrer para tomar contacto con el individuo, una
vez tomada la decisión de hacerlo.. Antes de llegar a este punto se requiere tener control
visual total de las manos del individuo a identificar, en posición segura, y el acercamiento
debe realizarse con fluidez dejando la cobertura visual del contexto al compañero, si se
trabaja con la mínima unidad operativa.

3) Distancia de contacto físico


Es la distancia de los controles y reducciones, y en la que el riesgo físico se hace
más latente. En esta distancia es fundamental un amplio conocimiento de biomecánica
corporal, las reacciones del cuerpo bajo estrés y comprender que una vez que la
abordamos debemos finalizar en un control total del individuo.
En este contexto se pierde el control del entorno y la atención se centra en la
persona a controlar.

4) Distancia de suelo
Distancia de cuerpo a cuerpo horizontal, que requiere una destreza exclusiva y
proporciona un gasto excesivo de energía, además de dejar expuesto al efectivo frente a

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otras agresiones sin posibilidad de defensa. Es la peor de las situaciones y por regla
general, el efectivo debe evitar ir al suelo y si esto ocurre, debe saber salir rápido de él.

PATADA POLICIAL

En general, la patada policial debe ser baja o a media altura, no excediendo


nunca la altura de la zona abdominal del oponente, por cuestiones legales y prácticas a
saber:

1. Porque es más rápida, precisa, efectiva y potente. La patada alta requiere


más entrenamiento y esfuerzo, es más visible por el oponente y nuestro
equipamiento muchas veces no nos favorece para efectuar este tipo de
movimientos.
2. Es más difícil de esquivar o defender, garantizando un resultado eficaz de su
aplicación. Además, con una patada baja no existe riesgo de pérdida de equilibrio,
y sí puede darse dicha pérdida en patada alta.
3. Es menos perceptible en general, más difícil de captar y más fácil de
defender en juicio. No es lo mismo una primera plana del policía pateando un
cráneo que en zona abdominal o de miembros inferiores, y la repercusión pública
sobre esto también es diferente.
4. Es menos lesiva tanto para el que la recibe como para el que la realizó. La
lesión ocasionada por una patada baja es nula o leve por impactar directamente en
zona verde (con cuidado de no tocar zonas amarillas), mientras que la patada a la
cabeza o al cuello (zona roja) puede acarrear gravísimas consecuencias e incluso
la muerte.
5. Por otro lado, la patada alta requiere de una buena elongación que no toda
persona posee, y si a ello le sumamos que además de la falta de entrenamiento, y
que tal vez el policía estuvo parado varias horas antes de una reacción explosiva,
la lesión para este efectivo por ese movimiento brusco y repentino puede dejarlo
inmediatamente fuera de combate y a merced del oponente.

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PATADA FRONTAL

Se debe diferenciar de la patada “futbolera” que empieza prácticamente


arrastrando el pie. La técnica pura se describe de la siguiente forma: se levanta primero la
rodilla a una altura media, quedando el muslo en forma horizontal e inmediatamente la
pierna sale disparada y se extiende como látigo hacia adelante, con proyección de cadera
en el mismo sentido para darle soporte y potencia a la patada. Como regla general se
golpea con el metatarso o con el talón de la planta del pie, dependiendo de la situación,
pero no con la punta o dedos del pie. En el caso del policía que está calzando borceguíes,
sí podrá impactar con los dedos en punta porque la dureza del calzado proporcionará de
igual manera un resultado efectivo. El pie que acaba de patear retorna por la misma línea
que utilizó inicialmente, solo que ahora en sentido inverso.

Esquema gráfico

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CIRCULAR AL MUSLO O LOW KICK

Patada sumamente efectiva, golpea con la tibia el muslo del oponente provocando
una “paralítica” (un shock) que entumece al músculo afectado al punto tal de anularlo para
ese combate. Se debe hacer rápido y con control, con conocimiento cabal del dolor que
provoca y la consecuencia en caso de excederse en fuerza (remota pero posible fractura
de fémur). Se realiza de la siguiente manera: se levanta la rodilla de la pierna que va a
patear a la vez que la pierna base gira con la punta del pie hacia afuera, simultáneamente
al movimiento circular descendente y hacia adentro de la pierna que se elevó para
descargar la patada, debiendo impactar con la tibia o caña del borceguí sobre el
cuádriceps del oponente. Cabe aclarar que es indispensable el giro de la pierna que hace
base, ya que esto evitará una lesión de la rodilla del que patea y a su vez le dará mayor
proyección y potencia a la técnica en sí.

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GOLPE DE PUÑO RECTO

Para la explicación del mismo debemos analizar y responder a ciertos aspectos:

¿Qué es un golpe recto?, ¿para qué hacemos uso del mismo? ¿Cómo se
golpea?

Pero antes de esto quisiéramos compartir un concepto muy usado en la biomecánica


corporal que nos va ayudar a entender cómo funciona un golpe recto, y puede ser

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aplicado a otros golpes.


Este concepto es, a su vez, una capacidad coordinativa que debe ser entrenada:

Concepto de Acoplamiento: “es la capacidad de coordinar movimientos parciales


del cuerpo entre sí y en relación del movimiento total que se realiza para obtener
un objetivo motor determinado.”

Leído este concepto podemos pasar a ver en qué consiste el golpe recto: a rasgos
generales el golpe recto es un golpe utilizado en las artes marciales, el cual puede ser
transferido desde la guardia policial. Este golpe se caracteriza por su largo alcance y
velocidad, proporcionando una “perforación” en el oponente, el mismo es de forma
horizontal paralela al suelo, y se realiza con un movimiento de espiral o tirabuzón
quedando la palma de la mano enfrentada al suelo (posición prona). La mano debe ir
cerrada con su dedo pulgar por
fuera del cierre, pero a su vez
escondido, evitando golpear
con él y que el mismo se
termine fracturando.
Hay que tener en cuenta que
la zona con la cual se golpea
es con los nudillos más
grandes de la mano (los
pertenecientes al dedo índice y
el dedo mayor) ya que estos
son de mayor tamaño y por lo
tanto más resistentes al
impacto.
Para que este golpe cumpla con la premisa de la “perforación” debe haber una correcta
distribución del peso corporal repartida entre ambas piernas y así lograr un efectivo
acoplamiento de fuerzas que se genera o que comienza desde la extensión de la
articulación del tobillo del pie ubicado del lado del puño que va a golpear, luego se
transfiere a la flexo-extensión de rodilla como así también de la extensión y rotación de

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cadera dirigida hacia el lugar del golpe; luego nuestro tronco rota hacia el lado que
realizamos el golpe y por último la fuerza es llevada hasta nuestro puño.
Estos pequeños movimientos suceden casi en conjunto con el golpe, haciendo un
excelente acoplamiento y transferencia de energía que comienza desde nuestras piernas
y culmina en la punta de nuestros puños, proporcionando una fuerza mucho mayor que si
el golpe naciera solo desde nuestro torso o brazo.

Este golpe puede ser usado para alejar a nuestro oponente, como así también para
anular posteriores ataques, ya que es un golpe de mucha potencia que puede generar
mucho dolor como así también lastimar severamente, por eso mismo es necesario ser
consciente de la fuerza proporcionada y del lugar al que se impacta.

Errores más comunes:


Sobre extender el codo (distancia inadecuada) al colocarse muy lejos del lugar de
impacto, generando dolor en la articulación humero cubital (codo), como así también una
posible lesión
No colocarse a una distancia adecuada, realizando un golpe “corto” que no permite una
transferencia correcta de fuerza.(es decir que el codo queda muy flexionado)
Golpear con los nudillos más débiles de la mano
Al efectuar un golpe con una de las manos, la otra no se encuentra cubriendo la cara.
No golpear con los nudillos, golpeando con la muñeca o dedos
El golpe nace solo desde el torso o del brazo, sin acoplamiento de cadera y/o piernas.
No tener buena base de piernas que nos hace perder el equilibrio.
El golpe se realiza en forma de “ala”, producto de tener una guardia abierta de codos
sin cubrir nuestras costillas. Hay que tener en cuenta que si el golpe sale desde arriba en
forma de “ala” es más difícil hacer un acoplamiento de fuerzas, ya que nuestro antebrazo
no realiza la torsión en forma de tirabuzón que debe realizar.
Colocar el dedo pulgar dentro del cierre de la mano o dejarlo afuera pero expuesto
(puede provocar lesiones al golpear).

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UNIDAD Nº 4
ASPECTOS PROCEDIMENTALES

CONTROL DE PERSONAS

Antes de comenzar a explayarnos en el tema que nos atañe es de suma


importancia hacer una diferenciación respecto de lo que es la REQUISA y su diferencia
básica con el PALPADO PREVENTIVO DE PERSONAS.
No hay que confundir los términos “requisa” con el “CACHEO”. Este último es el
acto de PALPAR superficialmente, al tacto manual, el perfil corporal del sospechoso de
haber cometido un delito o que presente indicios de participación probable en un hecho
delictivo o contravencional pasado o futuro, con la finalidad de detectar armas u otros
instrumentos peligrosos para la vida o la integridad física de los funcionarios intervinientes
o de terceros. Es eminentemente externo, superficial, mientras que la requisa es un
verdadero registro personal por el cual se buscan elementos relacionados con el delito, en
el interior del cuerpo o en la vestimenta, o en la universalidad de objetos bajo su esfera
(cartera, bolsos, autos, etc.), en la que para proceder legalmente se necesita de orden
judicial.
La requisa está expresada en el artículo 208 del Código Procesal Penal, que reza:
“se ordenará la requisa personal por decreto fundado, bajo pena de nulidad, siempre que
haya motivos suficientes para presumir que una persona oculta en su cuerpo cosas
relacionadas con un delito. Antes de proceder a la medida, podrá invitársela a exhibir el
objeto de que se trate”.
Tal como advierte Maier: “la requisa no persigue un fin en sí misma, sino que,
antes bien, sirve al hallazgo de rastros o al secuestro de cosas que contienen rastros del
hecho punible, elementos o instrumentos de él, o de su resultado”
MAIER, Julio B. J., Derecho procesal Penal: parte general: actos procesales, t. III, 1ª edición,
Ciudad autónoma de Buenos Aires, Ed. Del Puerto, 2011, p. 195

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PALPADO PREVENTIVO

Es con ese término que se lo conoce generalmente en la jerga policial. Se refiere


al palpado de la persona por sobre sus ropas, y se trata de un procedimiento policial
preventivo y de rutina que tiene como objetivo, primordialmente, REVISAR a una persona
tocando sobre sus ropas con el propósito de buscar elementos probatorios o peligrosos
para el personal policial, para terceros o para sí mismo.
Cuando el personal policial deba proceder al control de una persona y más aún
cuando proceda a su traslado, como norma de seguridad, se deben revisar las partes del
cuerpo que puedan servir para ocultar armas u otros objetos peligrosos. Es dable
destacar que este accionar es de carácter preventivo, meramente defensivo y protector.
Lo que implica que cuando procedemos ante un sospechoso de haber cometido un ilícito,
el palpado en nuestro accionar será en resguardo de nuestra integridad física, la de
terceros y la del propio sujeto, y como resultado de ello puede derivar en el hallazgo y/o
secuestro de objetos relacionados con hechos de carácter delictual.
“En el caso de las inspecciones o cacheos, por ser meramente preventiva,
no se requiere sospecha previa, debe ser superficial y genérica; hecho que no
impide que se hagan selecciones aleatorias de las personas a ser sometidas a la
inspección. Además, debe ser fugaz, respetuosa de la propiedad, mínimamente
invasiva de la intimidad, insignificantemente molesta, expresa o tácitamente
consentida y en caso de negativa la persona queda obligada a tolerar el ejercicio
del Poder de Policía, dentro de los límites proporcionados y razonables.”(-Maximiliano
Hairabedián “Requisas y Otras Inspecciones Corporales Ed. Astrea- Buenos Aires - pág. 109 y 110)

Es importante diferenciar cuando se realiza el control de una persona como un


control meramente rutinario y cuando se realiza a alguien que ya ha sido sindicado como
el autor de un delito, presenta vehementes indicios o por una razón legal debe ser
aprehendido y trasladado a sede policial o judicial para ponerlo a disposición de la justicia.
En ambos se procederá con todas las precauciones y las medidas de seguridad
pertinente, con la diferencia que en el primero de los casos se abordará inicialmente con
la concepción de un palpado de armas pasivo y en el segundo se procederá directamente

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como si se tratara de un palpado de armas activo. Dicho esto es imperativo diferenciar


dos tipos de controles:

1. PALPADO PASIVO
El término “pasivo” no se refiere a una conducta por parte del funcionario, ni a la conducta
del controlado, sino que hace referencia a la situación, será pasiva ya que no existen
motivos para suponer que hay una amenaza cierta, si no presenta indicios de haber
transgredido una norma, o que existan elementos que pongan en riesgo la vida o la
integridad física de los presentes, el sujeto en cuestión no ofrece ninguna resistencia ni se
opone al control, sino por el contrario, obedece y colabora con el mismo, Es por eso que
el palpado de armas pasivo se realizará siempre manteniendo al controlado de pie, con
las manos apoyadas en un punto de apoyo (pared, capot, etc.), y con las precauciones del
caso, pero sin poner al sujeto en una posición demasiado incómoda o de inferioridad
física.
Por regla general, se realiza a aquellas personas que no presentan indicios de haber
cometido un delito. Es el contexto en que el personal policial en su faz preventiva realiza
controles en todo del territorio de la provincia.

Procedimiento:
1. Ubicar al sospechoso con las manos alzadas y abiertas frente al
policía.
2. Pedirle que gire lentamente hasta quedar de espaldas, sin bajar ni
cerrar las manos.
3. Ordenarle que apoye las manos contra la pared y separe las piernas,
con las palmas de las manos bien apoyadas en la pared.
4. Alejar los pies del sospechoso de la pared y entre sí, de modo que (si
fuera necesario) con un simple barrido en una de sus piernas, pierda el equilibrio.
5. Colocarse detrás del sospechoso. Se comenzará siempre por el lado
hábil del personal policial, coloque su mano inhábil a la altura de la base del cuello
y a posterior el antebrazo a lo largo de la columna vertebral, con su pierna inhábil
dentro de la apertura de las piernas del sospechoso, aproximadamente debajo de
la zona inguinal y con la rodilla de dicha pierna, ejerciendo una leve presión sobre
la fosa poplítea. Es importante aclarar que la pierna inhábil deber permanecer
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activa para poder reaccionar ante cualquier resistencia que oponga el sospechoso,
ya sea para golpear, ejercer presión etc. A su vez la pierna hábil levemente retraída
hacia atrás brindando una postura firme y segura.
6. En esta misma posición, proceder al palpado. Se debe seguir un
orden a los fines de ir descartando zonas. Empezar desde el brazo hacia el
antebrazo y mano por la parte externa y volver por la parte interna del mismo
invirtiendo los pasos anteriormente descriptos, deslizando la mano hacia el torso,
revisando la cintura y la zona de la espalda, después el muslo y pierna para luego
chequear bien la botamanga del pantalón.
7. Una vez finalizado uno de los lados, cambiar la posición de la pierna
inhábil desplazándola hacia el lado faltante, de modo tal que la postura del
personal policial siga siendo la misma pero ahora orientada hacia el lado que falta
chequear (el armamento debe permanecer siempre lo más alejado posible del
sospechoso). Colocar la rodilla de la pierna inhábil en la fosa poplítea de la pierna
del sospechoso y proceder al palpado de la forma indicada anteriormente.

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2. PALPADO ACTIVO

Toma este nombre cuando la situación presupone un riesgo superior al normal e


inminente, ya sea por el entorno o contexto de la situación, un aumento en la resistencia
física del controlado, se observan indicios de que ha cometido un delito, ha sido sindicado
como el autor de una transgresión a la ley, se observan elementos que presupongan un
riesgo a la vida o integridad física de los presentes. Es una situación en la cual el personal
actuante percibe un nivel de riesgo o resistencia superior al normal y para poder
realizarlo el policía debe trabajar de la manera más segura posible, para sí, para terceros
y para el propio sujeto. Es así que puede llevarse a cabo colocando al sujeto en una de
las siguientes posiciones:

• De pie
• De rodillas y/o hincado
• Tendido y/o en el piso

Como regla general el palpado se debe realizar de pie y solo en casos puntuales
donde se vea amenazada la seguridad personal, de terceros y/o del sospechoso se
realizará de rodillas o tendido, pudiendo o no hacerle entrelazar los dedos para obtener un
mayor control del sujeto.

Este procedimiento se deberá realizar cada vez que se perciba un aumento en el


nivel de resistencia física del sujeto, el contexto, el lugar en que se encuentre o el
sospechoso por sus antecedentes represente un peligro para el personal policial o para
terceros, y siempre y cuando no haya elementos suficientes aún para proceder a su

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aprehensión, caso contrario se realizará primero el esposado del sospechoso para luego
proceder al palpado

Procedimiento:
Se realizará en igual postura que en el palpado preventivo, con la salvedad de
que el nivel de fuerza física utilizado por el personal policial deberá ser mayor, acorde a la
situación que se presenta y como alternativa a este control podrá hacerle colocar las
manos sobre la nuca y se le ordenará entrelazar los dedos, para luego tomar el dedo
anular y medio de una de las manos del sospechoso, teniendo entre ellos el dedo medio
de la otra mano, ejerciendo presión y control en todo momento sobre las manos del
sospechoso, que es de donde proviene una posible amenaza.

HINCADO O DE RODILLAS

Este tipo de procedimiento solo tendrá lugar cuando existan motivos legales
para proceder a la aprehensión del sospechoso.

1. Ubicar al sospechoso con las manos alzadas y abiertas frente al policía.


2. Hacerlo girar lentamente hasta quedar de espaldas, sin bajar ni cerrar las
manos.
3. Ordenarle que apoye en el suelo, primero una rodilla y luego la otra.
4. Una vez arrodillado (de espaldas al policía), pedirle al sospechoso que
coloque las manos en la nuca, (de manera alternativa podrá hacerle
entrelazar los dedos).

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5. Ordenarle al sospechoso que, sin mover los brazos, cruce sus piernas de
modo que un tobillo quede sobre el otro.
6. Aproximarse al sospechoso y colocar su pierna inhábil en la intersección de
las piernas del mismo las cuales deben estar cruzadas, a la vez que con su
mano inhábil toma los dedos del sospechoso manteniendo un control de los
mismos, y a partir de ahí proceder al palpado.
Este tipo de palpado debe realizarse de manera excepcional, cuando el contexto
y/o la situación lo ameriten, dependiendo del lugar en que se desarrolle, y teniendo en
cuenta el grado de peligrosidad del sujeto, el riesgo o los antecedentes, o aquello que
originalmente motivó el control.

TENDIDO SOBRE EL PISO:

Este tipo de procedimiento solo tendrá lugar cuando existan motivos legales
para proceder a la aprehensión del sospechoso.
• Ubicar al sospechoso con las manos alzadas y abiertas frente al policía.
• Hacerlo girar lentamente hasta quedar de espaldas, sin bajar ni cerrar las
manos.
• Ordenarle que apoye en el suelo lentamente cuerpo a tierra, con las piernas
separadas, los brazos abiertos en cruz, las palmas de la mano hacia arriba
y la cabeza apoyada sobre uno de los lados (derecho o izquierdo)
• Pedirle que ponga los brazos sobre la espalda para acercarse y rápidamente
tomar el control de sus brazos.
• Colocarlo de costado y proceder al palpado de un lado y luego del otro.

En resumen: para determinar qué tipo de técnica usar, hay que tener en
cuenta las características del lugar donde se realiza el procedimiento, las
características físicas y el grado de peligrosidad del sospechoso (por sus
antecedentes o el tipo de hecho en el cual se está actuando).

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Recuerde que estas técnicas tienen por objetivo reducir al mínimo las
posibilidades de resistencia física o armada y asegurar un procedimiento sin daños
en las personas intervinientes o terceras que se encuentren en el lugar del hecho.

Consideraciones a tener en cuenta al momento de realizar este procedimiento:

1. Dominio de la situación: diríjase al sospechoso con seguridad, con órdenes


verbales claras y fuertes, con decisión, pero sin excederse.
2. Coloque al sospechoso en situación de inferioridad física, utilizando las
técnicas que a posterior describiremos, para mantenerlo en permanente
desequilibrio, recuerde que cuanto más incómoda sea su posición, más endeble
será su resistencia.
3. El palpado debe ser TOTAL, RÁPIDO, METÓDICO Y MINUCIOSO, para lo
cual debe ser practicado hasta que salga de tal modo.
4. Emplear una sola mano para el cacheo, la otra debe permanecer libre para
controlar al sospechoso.
5. Colocar el arma lo más alejado posible del sospechoso y siempre tener el
control, al menos visual, de las manos del sujeto que es de donde proviene la
amenaza.
6. No tocar salteado, sino que es necesario oprimir y deslizar la mano sobre la
ropa a fin de descubrir cualquier objeto, en lo posible, utilizar protección de guantes
de látex o similares.
7. Revisar el interior, la suela y el taco de los calzados que lleve puesto el
sospechoso, gorras y otros lugares en los que pueda ocultar algún elemento (parte
interna del cinto, cabellos, etc.).
8. Evite insultar al sospechoso, no se irrite por la resistencia que el mismo
pudiera ofrecer, evite contacto físico innecesario, nunca use un trato denigrante.
Realice un trabajo profesional.

CONSEJOS PARA UN PROCEDIMIENTO SEGURO:

1. LA ACTITUD: Cuando esté de servicio, concéntrese en el trabajo, si la tarea


se realiza en binomio o dupla, debe evitar mantener conversaciones animadas, en
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voz alta o con risas, por cuanto esto deja de manifiesto que no está concentrado en
la tarea. Su actuación debe ser decidida y enérgica, denotando pericia en lo que
hace. Debe dejar de lado los problemas personales y tener presente que es un
profesional de la seguridad, y estar atento a todo lo que le rodea. La distracción
puede costarle caro, el uniforme es blanco fácil de un potencial sujeto armado que
esté cometiendo un delito. Evite el uso innecesario del teléfono celular y de
auriculares.

2. NO ACTUAR SOLO: Para reducir los riesgos debe procurar actuar siempre
con apoyo, excepto cuando las circunstancias del hecho obliguen a una
intervención inmediata. Si está solo debe apelar a los medios necesarios (radio,
teléfono celular, requerir colaboración a otra persona con teléfono, etc.) para
solicitar apoyo y brindar un cuadro de situación a la superioridad.

3. ARMAS EN CONDICIONES: Debe controlar periódicamente la limpieza y


funcionamiento del arma y las municiones provistas. A pesar de ser el último
recurso a utilizar, el arma puede salvar la vida de los damnificados del delito, del
compañero y la del policía actuante en ocasión de un procedimiento.

4. DESCANSAR SUFICIENTE: Para estar alerta y vigilante el policía debe


descansar correctamente. El cansancio mental y físico provoca falta de atención,
mal humor, y disminuye la reacción en caso de un hecho que requiera pronta
participación, con el consecuente riesgo para el efectivo y las personas
involucradas en el procedimiento. Debemos tomar conciencia de esta situación y
tratar de descansar convenientemente antes de realizar el trabajo en la calle.

5. ADVERTIR LOS SIGNOS DE PELIGRO: Estar atentos en la vía pública,


advirtiendo detalles de lo que nos rodea, nos despierta el “olfato policial” para
detectar signos de peligro, como ser movimientos, actitudes alarmantes,
automóviles con ocupantes que despierten sospechas, ropas abultadas que
supongan la presencia de armas de fuego. Para ello hay que tener en cuenta en
todo momento que el uniformado está expuesto, por lo que no debe encontrarse

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pendiente de su celular o distraerse en conversaciones animadas y distendidas que


lo distraigan del entorno. Al detectar alguna “actitud sospechosa” debe extremar los
cuidados y mantener la distancia hasta determinar el proceder.

6. NO RELAJARSE CON LAS “FALSAS ALARMAS”: Los llamados


telefónicos a procedimientos inexistentes, las falsas alarmas, el abordaje a
personas sospechosas que al identificarlas quedan sin novedad, tienen un efecto
negativo en nuestra actitud porque nos relajan y hacen que bajemos la guardia. Y
en nuestra institución existen numerosos antecedentes en los que funcionarios
policiales concurrieron a un hecho que a primera vista parecía “de rutina” y resultó
ser un acontecimiento grave, con consecuencias lesivas para su integridad física o
la de terceros, e incluso la muerte. Para resumir, nunca debe abordarse un
acontecimiento (alarma activada, control de personas, etc.) como si ya estuviera
sin novedad, aunque se haya repetido el mismo varias veces en esa condición.
Debe tomarse cada situación como única y afrontarla con la mayor seriedad y
actitud posible, con la máxima de las precauciones y preparados para reaccionar.

7. TOMAR LAS PRECAUCIONES NECESARIAS CUANDO COMENZAMOS


EL PROCEDIMIENTO: Si nos acercamos a identificar o dialogar con una persona
que está en una actitud sospechosa, debemos mantener una distancia preventiva y
prestar atención a sus manos, pues ellas son las únicas que pueden sostener o
utilizar un arma, o generar una agresión. Al momento de palpar de armas al
sospechoso, debemos extremar las precauciones y poner en práctica los métodos
aprendidos para detectar cualquier elemento que pueda poner en riesgo nuestra
integridad física o está vinculado con un delito. Esta tarea se completa colocando
las esposas correctamente al sospechoso, siempre con las manos hacia atrás,
pues de este modo se evita que el sujeto utilice sus manos para agredirnos o tratar
de escapar.
La experiencia, la responsabilidad con que asumimos nuestra tarea, el
constante perfeccionamiento, el conocimiento y las técnicas adecuadas para cada
circunstancia a la que nos exponemos, nos darán aplomo, seguridad y eficacia en
la tarea de PREVENIR el delito.
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ESPOSAS

Origen de la palabra esposa

En la antigua Grecia, cuando un comerciante firmaba un acuerdo sellaba el


contrato vertiendo unas gotas de vino en el altar de alguno de sus dioses. La palabra
griega para ese gesto era “spendo”, que quiere decir ‘derramar una bebida’. Con el
tiempo este acto empezó a ser llamado ‘hacer un acuerdo’ o ‘firmar un contrato’.

La palabra griega spendo derivó al vocablo del latín sponsus, usándose para
referirse a aquel que asumía un compromiso contrayendo matrimonio. En la Edad Media
fue cuando empezó a utilizarse el nombre de “esposas” para referirse a las manillas (o
grilletes) que servían para aprisionar las muñecas de un reo. El motivo de llamarlas así
era porque se tenía la idea de que las manillas eran como una esposa, que ataba al
marido y lo aprisionaba sin dejarle libertad.

Autor: Alfred López 05 de abril de 2012

https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/por-que-a-las-manillas-que-
usa-la-policia-se-les-llama-esposas/

DEFINICION: Las esposas, ganchos o grilletes, son un dispositivo de seguridad o


medio de sujeción diseñado para mantener juntas las muñecas de un individuo.

NOMENCLATURA DE LAS ESPOSAS

ESPOSA DE BISAGRA Y ESPOSA DE CADENA

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Ubicación de las esposas:

Comenzaremos diciendo que todo el equipo policial como regla general deberá
ubicarse de la media del cuerpo hacia adelante, por varias razones de las cuales
destacaremos:

1. Por delante de nuestro cuerpo, siempre se encontrará bajo nuestro dominio


tanto físico como visual, de modo que podemos protegerlas fácilmente si alguien
intenta sacárnoslas. Y en caso de no poder evitar su sustracción, al menos
estaremos viendo y seremos consientes del faltante de las mismas.
2. Están en un lugar próximo y al alcance de ambas manos.
3. Son de fácil acceso para el operador, al momento de requerir su uso.
4. Ubicadas detrás de nuestro cuerpo al momento de producirse una caída o
por el hecho de tener esta un tiempo prolongado sentado en el móvil nos puede
producir una lesión en la zona de la cintura.
5. En definitiva, cualquier elemento que se encuentre de la mitad hacia delante
de nuestro cuerpo está bajo nuestro dominio y siempre será más fácil de defender,
o de acceder a él si se lo necesita.

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Del lado hábil del correaje se ubicará la pistolera con el arma de uso letal (arma
de fuego), detrás de ella no irá absolutamente nada, debido a que si el personal se ve en
la necesidad de extraer su arma de fuego no debe existir ningún impedimento ni
obstrucción. El personal debe buscar con su mano hábil y extraer el arma lo antes posible.

Del otro lado, lo más próximo y al alcance de la mano inhábil, deben estar el o los
cargadores de emergencia; a posterior todo otro elemento que deba portar de acuerdo a
la especialidad.

Por lo antes expuesto se ha determinado que existen dos posibles lugares donde
pueden ubicarse las esposas o medios de sujeción:

• Del lado inhábil del correaje, a continuación de los cargadores de emergencia.


• Del lado hábil, a continuación de la hebilla o unión del cinto y delante del arma de
fuego en el frente del correaje. Esta posición es la recomendada porque posee la ventaja
de que siempre estará al alcance inmediato de las dos manos.

ESPOSADO

Es la técnica operativa policial que tiene por finalidad la inmovilización de las


manos de una persona, mediante el empleo de esposas o grilletes, con el fin de evitar
agresiones o intentos de fuga, y garantizar la seguridad del aprehendido.

Existen varios tipos de esposado. No obstante, con la finalidad de unificar


una forma de proceder, en este manual desarrollaremos el que en nuestro análisis
es el más adecuado, de acuerdo a las ventajas y facilidades que presenta.

ESPOSADO INVERTIDO:

 Llamado así puesto que la ubicación de las anillas móviles, quedan


invertidas entre sí.
 Se debe tomar las esposas por la unión de las mismas de modo tal que
ambas anillas queden rígidas formando un solo elemento.

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 La anilla superior de la esposa irá con su brazo móvil hacia adelante y la


anilla inferior se ubicará con la anilla móvil hacia atrás, de esta forma ambas
anillas quedan invertidas entre sí.

Procedimiento:

Para realizar el esposado de una persona es


conveniente ordenarle al sospechoso que coloque las
manos sobre la nuca para de esta forma tener un mejor
dominio del sospechoso, si hiciere falta se le hará apoyar la
frente contra un punto de apoyo, empuñando las esposas
hacia adelante se colocará primero la anilla inferior.
Indistintamente que tenga o no las manos en la nuca o en un punto de apoyo (pared,
móvil etc.), se ejercerá presión hacia abajo y por delante del sujeto envolviendo su brazo y
llevándolo hacia atrás quedando trabado en forma de palanca, teniendo así un dominio
del aprehendido, para luego con la mano inhábil bajar el brazo restante llevándolo hacia la
anilla libre y terminar el esposado.

ESTE TIPO DE ESPOSADO NOS PERMITE:

1. Tener un dominio del aprehendido una vez realizada la sujeción del primer brazo.
2. Realizar una sola empuñadura del medio de sujeción sin la necesidad de soltar o
cambiar de posición de las manos hasta tanto ya se haya terminado el esposado.
3. Realizado el procedimiento las palmas de las manos quedan hacia afuera evitando
o disminuyendo el poder de agarre del aprehendido.

UTILIZANDO PUNTOS DE APOYO.-

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

CON LAS MANOS SOBRE LA NUCA. -

A TENER EN CUENTA:

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Cuando deba realizar el esposado de una persona tendida en el piso, el personal


policial tomará dominio del brazo más próximo realizando una palanca de hombro con
sus piernas, y se procederá al esposado del brazo más alejado, debido a que es el que
está fuera de nuestro dominio, y en el caso de una persona de contextura robusta nos
permitirá traer ese brazo tirando de la anilla para terminar el procedimiento.

TÉCNICAS DE TRASLADO

ANTERIOR: una mano asegura el codo del oponente contra el cuerpo, la otra
produce una híper flexión de muñeca trabajando sobre el límite articular, generando un
dolor que anula en el momento toda reacción. Se le ordena al trasladado que coloque la
otra mano sobre la nuca y con la mano libre del que traslada se la mantiene allí,
asegurando la cabeza baja del mismo y manteniendo presión continúa sobre la muñeca.
Se camina siempre hacia delante, en una posición cómoda para el efectivo policial, no así
para el trasladado. Esta técnica no funciona con híper laxos.

POSTERIOR: se realiza un movimiento similar al anterior, pero se le lleva el brazo


a la espalda. En este caso el aprehendido camina hacia atrás y el que traslada va hacia
delante. No funciona con híper laxos.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Las técnicas de traslado pueden combinarse de anterior a posterior y viceversa,


pueden trabajarse solos, en dupla o de a tres, siempre que exista coordinación y práctica
por parte de aquellos que la llevan a cabo.

Cabe señalar que en el caso de las personas laxas, su laxitud generalmente es en


el sentido de la flexión natural de la articulación, en este caso solo basta rotar el sentido
de la flexión de la articulación para que la técnica funcione.

TÉCNICAS DE REDUCCIÓN

Antes de entrar a detallar las técnicas empleadas en T.P.R.I., debemos aclarar


que para el correcto aprendizaje y desarrollo de las mismas deben tenerse en cuenta
algunos factores:

1. Los movimientos no deben cuestionarse de entrada, sino que deben


practicarse hasta que el ejercicio salga dinámico. Por lo tanto, debe haber una
mutua colaboración entre el que ataca y el que se defiende para que se logre ese
dinamismo. Esa colaboración se basa en no imprimir demasiada velocidad en el
ataque, si el otro todavía no aprendió la técnica, o no trabajar demasiado tenso,
etc. Pero no sirve tampoco irse al otro extremo de tirarse antes, o “dormirse” en el
golpe para que el otro crea que hace bien su movimiento. Se debe encontrar el
punto justo y equilibrado, y eso solo se logra trabajando con seriedad y dedicación.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

2. La distancia del ataque debe ser real, es decir, el golpe debe llegar cómodo
a su objetivo, obligando al que el que debe realizar la técnica tenga que moverse
para evitarlo.
3. La dirección del ataque debe ser real y no salirse de la línea corporal del
otro. Esto hará que el que se defiende deba necesariamente moverse para aplicar
la técnica.

TÉCNICA DE REDUCCIÓN 1 – Contra golpe de puño

a. Salir por fuera de la línea de ataque


b. Una mano aferra a la altura de la muñeca del antebrazo agresor, la otra
“corta” con el canto del antebrazo (el cúbito) detrás del codo, a la altura de la
inserción del tríceps, ejerciendo hacia abajo presión constante y ajustada,
contraria al ángulo articular.
c. Manteniendo la presión, el que se defiende pivotea sobre sí y le genera un
vacío para que caiga el agresor.
d. Apenas cae el atacante, el que se defiende se arrodilla sobre él manteniendo
la palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa
inmovilización, con el brazo agresor atrapado entre sus piernas. A partir de allí
puede esposarlo.

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

ALTERNATIVA DE TÉCNICA 1 PARA PERSONAL FEMENINO

En el caso del personal femenino, debe tener la consideración de aplicar los


mismos movimientos, pero con un impacto previo a zona baja, de esta manera se
producirá la contracción muscular y el desvío instintivo de la atención hacia el lugar
afectado, pudiendo a posterior realizar la técnica con una resistencia considerablemente
menor.

TÉCNICA DE REDUCCIÓN 2 – Contra golpe de puño

• Salir por fuera de la línea de ataque.


• La mano de adelante desvía levemente el ataque a la vez que el cuerpo se
desplaza en diagonal hacia afuera (ganando la espalda del contrincante) y la otra
mano entra cruzada y recta por delante de la línea del mentón.

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• La primera mano se clava en la cadera del oponente al mismo tiempo que la otra
se cierra aplicando presión en base de nariz, generando movimiento inverso de “tijera”.
• Producida la caída, la mano que estaba en cadera y a posterior cubría en guardia,
toma el antebrazo del agresor a la altura de la muñeca, mientras que la otra (que
había presionado base de nariz) aferra el brazo agresor a la altura del codo, y en
forma simultánea mantienen presión y hacen un movimiento de “volante” sobre la
cabeza del caído para girarlo y que quede de cúbito ventral.
• Realizada la rotación, el que se defiende se arrodilla sobre el otro manteniendo la
palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa inmovilización, con el
brazo agresor atrapado entre sus piernas. A partir de allí puede esposarlo.

TÉCNICA DE REDUCCIÓN 3 – Contra golpe de puño

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

• Salir por fuera de la línea de ataque


• Una mano aferra a la altura de la muñeca del agresor tratando de girarla hacia
sí rápidamente, mientras que la otra mano colabora en el mismo sentido trabajando
sobre el dorso de la mano agresora, efectuando entre ambas una palanca o torsión
de muñeca hacia atrás y hacia abajo.
• Producida la caída, “la mano que está del lado del codo del caído” suelta la
palanca y toma dicho codo, y haciendo un movimiento de volante aplasta el mismo
en movimiento circular por sobre la cabeza del derribado, y la otra mano en
palanca pasa por debajo de su axila en forma simultánea, haciéndolo girar para
que quede de cúbito ventral. El desplazamiento del que realiza la técnica es
alrededor de la cabeza del caído.
• Realizada la rotación, el que se defiende se arrodilla sobre el otro manteniendo
la palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa inmovilización,
con el brazo agresor atrapado entre sus piernas. A partir de allí puede esposarlo.

TÉCNICA DE REDUCCIÓN 4 – Contra golpe de puño circular

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• Ante una agresión de golpe de puño circular, siempre con la guardia armada, el
agredido “sale” hacia el ataque desplazándose en diagonal hacia afuera pero
quedando dentro de la trayectoria del golpe.
• Se realiza una defensa simultánea a la agresión y al agresor: el antebrazo
adelantado “corta” el ataque mientras que la otra mano impacta abierta a la altura de
la mandíbula del agresor, al mismo tiempo que la rodilla acciona en su zona baja.
• La mano que bloqueó toma al brazo atacante envolviéndolo por debajo,
mientras que la otra mano se une a la acción envolviendo por arriba a la altura del
codo, generando una presión y una tracción hacia el centro del que está realizando
la defensa, aprovechando la palanca para derribar al oponente.
• Si al realizar esta maniobra el agresor flexiona el brazo atrapado, el que se
defiende debe pivotear sobre sí mismo “cortando” con el canto de su mano el tríceps
del brazo atacante, generando otro tipo de palanca que puede llevarlo al suelo o
directamente a su traslado, dependiendo de la situación.

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TRABAJO EN BINOMIO

En la faz policial diremos que es toda actividad que realizan en


conjunto dos efectivos policiales, utilizando las técnicas y tácticas inherentes a la actividad
policial en el uso de la fuerza, aprovechando sus capacidades y/o potencialidades en
conjunto para lograr el control de una situación.

PARAMETROS A TENER EN CUENTA

 Distancia
 Preventiva
 De abordaje
 Contacto físico
 Suelo
 Cantidad de personas que intervienen en el conflicto
 Armas presentes
 Propias
 Impropias
 Si hay urgencia en la intervención
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 Peligro inminente que obliga la actuación


 Contención mínima necesaria de la situación, hasta que llegue al
lugar personal especializado

PROCEDIMIENTO:

Aun ante la inminente amenaza debe proceder con cautela, teniendo


en cuenta que no debe sumarse al problema, sino que antes que nada debe preservar su
integridad física para así poder preservar la del resto.

Si ya ha decidido que debe intervenir, debe hacerlo dividiendo a la


dupla, y abordar al sospechoso en forma de “v”, aproximándose uno por cada flanco de
manera que le ofrezca a este dos puntos de intervención. Esto dificultará la visión del
sujeto y por ende no podrá mantener el control visual de los efectivos, posibilitando que
en algún momento uno de los policías pueda actuar con sorpresa.

Como regla general, el efectivo N°1 mantendrá la verbalización con el


sujeto, esto tiene como finalidad que en el corto plazo el mismo pierda la noción del otro
efectivo y centre su atención en uno solo. Por lógica, el efectivo N°2 deberá hacer la
intervención ya que se supone que es quien puede abordar por sorpresa, pero esto lo
determinara la situación, intervendrá quien tenga la posibilidad más clara y mayor
probabilidad de tener éxito.

“Tener en cuenta que si el sujeto conoce de técnicas o es diestro


en deportes de combate, será provechoso para él, contar con sectores de
cobertura y parapeto (paredes, objetos que pueda interponer etc.); por ello en ese
caso convendría buscar un espacio abierto, para coordinar de mejor manera el
trabajo a realizar y aprovechar los diferentes ángulos de abordaje que el entorno
provee. ”

Teniendo presente, que siempre la amenaza proviene de las manos,


lo más recomendables es que al abordar al sujeto ambos efectivos deben asegurarlas y a
partir de allí realizar la técnica de reducción adecuada a la situación específica de ese
momento.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Se debe tener en cuenta que en todo momento el personal interviniente debe interactuar y
coordinar las acciones entre sí. Más importante que la técnica elegida es la
COMUNICACIÓN y entendimiento entre los efectivos policiales que están procediendo.

TECNICA DE CONTROL -N° 1:

Ambos efectivos tomarán con sus manos las


extremidades superiores del sujeto, realizando la técnica 1 de control en simultáneo. Al
llegar al piso, uno de los efectivos asegurará al sujeto, informándole al otro a viva voz que
está “asegurado”, lo que le indicará a su compañero que ya puede soltar al sujeto
teniendo plena seguridad de que lo tiene bajo control. A continuación, el segundo efectivo
policial se desplazará a retaguardia de su compañero o se interpondrá entre el sujeto
reducido y los terceros circunstantes, brindando cobertura de 360°, sin perder con su vista
periférica el contacto con la situación.

TECNICA DE CONTROL N° 2:

Ambos efectivos tomarán las extremidades superiores


del sujeto, seguidamente uno de ellos realiza la técnica 2 de reducción. Al llegar al piso,
uno realiza el giro de volante y asegura al sujeto, gritando a viva voz que lo tiene
“asegurado” una vez logrado tal cometido. Esto indicará a su compañero que ya puede
desobligarse del sujeto, teniendo plena seguridad de que ya está bajo el dominio del
anterior. A continuación, el segundo efectivo policial se desplazará a retaguardia de su
compañero o se interpondrá entre el sujeto reducido y los terceros circunstantes,
brindando cobertura de 360°, sin perder con su vista periférica el contacto con la
situación.

TECNICA DE CONTROL N° 3:

Ambos efectivos tomarán las extremidades superiores


del sujeto, seguidamente uno de ellos realiza la técnica 3 de reducción. Al llegar al piso,
uno realiza el giro de volante y asegura al sujeto, gritando a viva voz que lo tiene

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

“asegurado” una vez logrado tal cometido. Esto indicará a su compañero que ya puede
desobligarse del sujeto, teniendo plena seguridad de que ya está bajo el dominio del
anterior. A continuación, el segundo efectivo policial se desplazará a retaguardia de su
compañero o se interpondrá entre el sujeto reducido y los terceros circunstantes,
brindando cobertura de 360°, sin perder con su vista periférica el contacto con la
situación.

TECNICA DE CONTROL N° 4:

Ambos efectivos tomaran con sus manos las


extremidades superiores del sujeto, seguidamente ambos realizar la técnica 4 de
reducción, al llegar al piso uno asegurara al intervenido y a continuación dirá a viva voz
“asegurado”, lo que le indicara a su compañero que ya puede desobligarse del sujeto,
teniendo plena seguridad de que ya está bajo el domino del anterior. A continuación, el
segundo efectivo policial se desplazará a retaguardia de su compañero o se interpondrá
entre el sujeto reducido y los terceros circunstantes, brindando cobertura de 360°, sin
perder con su vista periférica el contacto con la situación.

TECNICA DE DEFENSA CONTRA PATADA FRONTAL

• Salir por fuera de la línea de ataque.


• La mano de adelante desvía levemente el ataque a la vez que el cuerpo se
desplaza en diagonal hacia afuera (ganando el lateral del oponente), la otra mano
envuelve por debajo la pierna del oponente asegurándola.
• Manteniendo aferrada la pierna que tomó anteriormente, la primera mano (la que
desvió el ataque) vuelve rápidamente a la guardia para golpear, tomar, empujar o
cubrirse, al mismo tiempo que con la pierna que queda retrasada realiza un paso hacia
adelante y barrea la pierna base del oponente.
• Producida la caída, el efectivo se desplaza rápidamente por encima de la cabeza
del agresor generando una rotación del cuerpo por efecto de “volante” manteniendo
aferrado el antebrazo del mismo a la altura de la muñeca, mientras que la otra mano
(que había tomado la pierna) sujeta el brazo del agresor a la altura del codo, y en

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

forma simultánea mantienen presión y hacen un movimiento descripto por sobre la


cabeza del caído, para girarlo y que quede de cúbito ventral.
• Realizada la rotación, el que se defiende se arrodilla sobre el sujeto manteniendo la
palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa inmovilización, con el
brazo agresor atrapado entre sus piernas. A partir de allí puede esposarlo.

TECNICA DE REDUCCION CONTRA PATADA CIRCULAR

• Generado el ataque, quien se defiende debe acortar la distancia en forma directa,


con un desplazamiento por dentro y en línea recta hacia el cuerpo de su oponente
a la vez que absorbe el golpe envolviendo la pierna que patea con el brazo que
queda del lado del golpe.
• Con la mano que le queda libre, golpe al oponente en el cuerpo, produciendo un
impacto de choque, al mismo tiempo que con la pierna opuesta al lado del golpe
realiza una barrida interna sobre la pierna base del atacante.
• Producida la caída y manteniendo aun aferrada la pierna del sujeto, (ese agarre
hace tope entre la axila y el empeine del pie) ejerce presión con el antebrazo desde
abajo hacia arriba sobre la articulación del tobillo o sobre el tendón de Aquiles.
• Simultáneamente, con la pierna que realizó el barrido, “pisa” la cara interna del
cuádriceps de la pierna libre del agresor, y, manteniendo presión sobre la
articulación de tobillo o tendón de Aquiles de la pierna atrapada, hace girar al
mismo hasta quedar de cúbito ventral.
• Sin soltar aun la pierna aferrada en un primer momento, debe sentarse sobre los
glúteos del oponente ejerciendo presión en la articulación del tobillo, produciendo
dolor sobre este.
• A posterior, se realiza un giro por sobre la pierna atrapada del oponente cargando
el peso del cuerpo sobre la misma y dejando entrelazada con ella a la propia pierna
del que se defiende, ejerciendo presión con la tibia sobre la cara posterior del
cuádriceps de la pierna tomada, produciendo la rendición del agresor por dolor.
• Una vez que tiene el control del sospechoso, se le ordena colocar las manos en la
espalda para lograr el dominio de sus miembros superiores y proceder desde allí al
esposamiento, desentendiéndose de la sujeción de sus piernas.

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UNIDAD Nº 5
TECNICAS BÁSICAS DE LUCHA

TÉCNICA BÁSICA DE BARRIDO

a) En la posición de “clinch” o lucha.


b) El que se defiende toma con una de sus manos a la altura del tríceps, la
vestimenta o brazo del agresor, tirando hacia su centro de gravedad, mientras que
la otra mano se ubica a la altura del hombro contrario empujando hacia atrás, de
manera que el agresor gire en torno a su eje y mueva su base buscando
estabilidad.
c) Es en este punto, el que el que se defiende intercepta la pierna base del
agresor, aprovechando que el mismo desplazó su peso hacia ella, realizando un
barrido sobre la misma, o simplemente “trabando” con su pierna la pierna del
agresor.
d) Complementando todo el movimiento con cadera se logrará la proyección
del oponente, efectuando a posterior y de manera inmediata una rotación de brazo
sobre su eje escapular para girarlo y proceder a su reducción.

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TÉCNICA DE PROYECCIÓN DE CADERA

• Cuando se ha trabado en lucha con el oponente, una de las manos aferra y


tracciona hacia sí uno de los miembros superiores del mismo, obligándole con este
movimiento a trasladar todo el peso hacia la pierna de ese mismo lado.
• Hecho esto, el que se defiende se “mete” por debajo del centro de gravedad
del agresor flexionando sus piernas y bajando su cadera por debajo de la línea de
cadera del otro, pegando bien su cuerpo al oponente y girando a la vez sobre sí
mismo para “cargarlo”, a la vez que la otra mano asegura y controla su cuerpo para
que no se despegue y pueda mantenerse acoplado al movimiento, hasta completar
su proyección.
• Producida la caída, la mano que generó el desequilibrio continúa aferrada a
la manga o brazo del oponente, mientras que la otra mano (que abrazaba cintura,
axila, brazo o cuello según la variante y las posibilidades del momento) aferra el
brazo agresor a la altura del codo, y en forma simultánea mantienen presión y
hacen un movimiento de “volante” sobre la cabeza del caído para girarlo y que
quede de cúbito ventral.

• Realizada la rotación, el que se defiende se arrodilla sobre el otro


manteniendo la palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

inmovilización, con el brazo agresor atrapado entre sus piernas. A partir de allí
puede esposarlo.

A TENER EN CUENTA: el movimiento base de esta técnica es el mismo, pero


se puede trabajar “abrazando” al oponente a la altura de su cintura, su axila, su cuello
o su brazo.

TÉCNICAS DE DEFENSA Y DESARME CONTRA ARMA BLANCA

Antes de desarrollar el tema, diremos que blanca o punzocortante es aquella


arma o herramienta que se caracteriza por su capacidad de cortar, herir o punzar
mediante bordes afilados o puntiagudos.

Algunas de las particularidades que tiene este tipo de arma:

• Es extremadamente fácil de conseguir

• No requiere de licencia o permiso

• Es fácil de transportar

• Fácil de ocultar

• Es silenciosa y fácil de empuñar

• Difícil de neutralizar
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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

• Fácil y rápida de extraer

• Nunca deja de estar operativa por sí sola

• No requiere entrenamiento previo para su uso lesivo.

En virtud de lo expuesto, hay tres premisas a considerar si un arma blanca


aparece en escena:

 Mantenerse a una distancia preventiva superior a 7 metros con


respecto al agresor, con el arma de fuego empuñada (desenfundada) en posición
de seguridad.
 Quedar siempre con algún elemento interpuesto entre el potencial
agresor y el personal interviniente.
 No dudar en usar el arma de fuego si los dos primeros preceptos no
pudieron cumplirse y el atacante se abalanza de manera brusca y decidida. Tratar
de neutralizar la agresión saliendo de la línea de ataque.
No tema usar su arma de fuego ante una agresión inminente con arma blanca.
RECUERDE: LA MEJOR OPCIÓN CONTRA ARMA BLANCA ES NO TENER QUE
ENFRENTARSE A ELLA.

Por eso y para reforzar conceptos, debe quedar bien claro que un ataque con
arma blanca es mortal, y que enfrentarse manualmente a ella es extremadamente
peligroso y como última opción, cuando el movimiento agresivo ya se inició y no queda
tiempo ni distancia hacer espacio y/o desenfundar el arma de fuego. Recuerde que
intentar desarmar a alguien sin conocimiento acabado del tema (y aún teniéndolo) puede
acabar en una falla que le costará la vida. Ergo, el fracaso por querer ejecutar una técnica
de desarme, será el último error que cometerá en esta vida.

Por eso es que aquí solo se muestra una probable opción para cuando todos los
preceptos preventivos ya se vencieron y no queda otra alternativa que reaccionar, ya sin
tiempo ni distancia para desenfundar ante agresor que arremete con un ataque en
estocada.

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TÉCNICA 3 CONTRA ARMA BLANCA EN ESTOCADA

a) Salir de la línea del ataque.


b) Una mano aferra a la altura de la muñeca del agresor tratando de girarla hacia sí
rápidamente, mientras que la otra mano colabora en el mismo sentido trabajando
sobre el dorso de la mano agresora, efectuando entre ambas una palanca o torsión de
muñeca hacia atrás y hacia abajo.
c) Producida la caída, “la mano que está del lado del codo caído” suelta la palanca y
toma dicho codo, haciendo un movimiento de volante aplasta al mismo en movimiento
circular por sobre la cabeza del caído, y la otra mano en palanca pasa por debajo de la
axila del mismo en forma simultánea, haciéndolo girar para que quede de cubito
ventral. el desplazamiento del que realiza la técnica es alrededor de la cabeza del
caído.
d) Realizada la rotación, el que se defiende se arrodilla sobre el torso manteniendo la
palanca y agregándole el peso de su cuerpo para una completa inmovilización, con el
brazo del agresor atrapado entre sus piernas. A partir de ahí se puede quitar el arma
blanca (si es que no cayó cuando se realizó la torsión) para asegurarla mientras se
controla el entorno.

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TÉCNICA DE DESARME DE ARMA DE FUEGO

Con los mismos preceptos mencionados para arma blanca en cuanto a distancia y
decisión de uso de arma letal, debemos tener en cuenta los conceptos básicos de
cobertura cuando un arma de fuego aparece en escena y el policía se encuentra aún en
distancia preventiva. Las técnicas de desarme de arma de fuego se constituyen también
como última opción, y cuando no queda más remedio que moverse en virtud de signos ya
manifiestos de que el agresor abrirá fuego en cualquier momento sobre nosotros o sobre
terceros inocentes. Esto tiene que darse también en un supuesto donde el arma del
agresor está al alcance inmediato de las manos del agredido, caso contrario sería inútil
realizar cualquier movimiento de desarme.

Basado en lo manifestado se ofrece una opción de desarme frente a una


amenaza frontal de un arma de fuego.

Opción 1 de desarme contra arma de fuego al frente

El que se defiende mantiene las manos arriba, disimuladamente cerca del


armamento, mostrando inferioridad hacia el agresor.

a) En un movimiento rápido, se toma el armamento con ambas manos saliendo


de la línea de disparo.
b) En el mismo movimiento se realiza un giro de la boca del cañón hacia arriba
con el arma, enganchando del dedo índice del agresor con el arco guardamonte,
haciendo una palanca sobre el mismo y reteniéndolo en base al dolor, anulando su
posibilidad de defensa o de disparo. Desde este dominio se lo puede llevar al suelo
con el dedo palanqueado por su propia arma.
c) Una vez el agresor en el suelo se procede a quitarle el arma de la mano y se
toma una distancia prudencial de este para poder controlar el entorno. En este acto
se realiza el “TAC-RAC-BANG” para tener el arma lista para su uso.
d) Si el movimiento se realiza de manera muy veloz, el arma puede llegar a
quedar en las manos del que lo ejecuta inmediatamente, sin necesidad de llevar al
suelo al oponente.

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e) Si el policía se encuentra con su arma provista, una vez realizado al


movimiento descripto en el primer párrafo del punto “c”, puede recurrir a ella y
resguardar el arma quitada al sujeto.

Opción 2 de desarme contra arma de fuego al frente

El que se defiende mantiene las manos arriba, disimuladamente cerca del


armamento, mostrando inferioridad hacia el agresor.

a) En un movimiento rápido, se toma, en este caso con mano izquierda la


muñeca del agresor que empuña el arma a la vez que con la mano derecha sujeto
el arma a la altura de la corredera saliendo al mismo tiempo de la línea de disparo.
b) En el mismo movimiento se realiza un giro de la boca del cañón hacia arriba
y hacia el cuerpo del sujeto con el arma, a continuación, empujo el arma con un
movimiento brusco hacia el pecho del sujeto, produciendo el desarme del mismo, a
posterior ya con el arma en la mano retraigo mi brazo quedando ya con su arma en
mi poder.
c) Acto seguido se realiza el “TAC-RAC-BANG” para tener el arma lista para su
uso.
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Si el policía se encuentra con su arma provista, una vez realizado al


movimiento descripto en el primer párrafo del punto “b”, puede recurrir a
ella y resguardar el arma quitada al sujeto.

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ANEXO i
Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de
Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley

Adoptados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27 de agosto al
7 de septiembre de 1990.

Considerando que la labor de los funcionarios encargados de hacer cumplir la


ley * constituye un servicio social de gran importancia y, en consecuencia, es preciso
mantener y, siempre que sea necesario, mejorar las condiciones de trabajo y la situación
de estos funcionarios,

Considerando que la amenaza a la vida y a la seguridad de los funcionarios


encargados de hacer cumplir la ley debe considerarse como una amenaza a la estabilidad
de toda la sociedad,

Considerando que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley


desempeñan un papel fundamental en la protección del derecho a la vida, la libertad y la
seguridad de las personas, tal como se garantiza en la Declaración Universal de
Derechos Humanos y se reafirma en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos,

Teniendo presente que las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos
prevén las circunstancias en las que los funcionarios de establecimientos penitenciarios
podrán recurrir a la fuerza en el ejercicio de sus funciones,

Teniendo presente que el artículo 3 del Código de Conducta para Funcionarios


Encargados de Hacer Cumplir la Ley estipula que esos funcionarios podrán usar la fuerza
sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiere el desempeño de
sus tareas,

Teniendo presente que, en la reunión preparatoria del Séptimo Congreso de las


Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrada

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en Varenna, Italia, se convino en los elementos que debían tenerse en cuenta en la


continuación de los trabajos sobre las limitaciones en el uso de la fuerza y de las armas
de fuego por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,

Teniendo presente que el Séptimo Congreso, en su resolución 14, entre otras


cosas, subraya que el empleo de la fuerza y las armas de fuego por los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley debe conciliarse con el debido respeto de los
derechos humanos,

Teniendo presente que el Consejo Económico y Social, en su resolución 1986/10,


sección IX, de 21 de mayo de 1986, invitó a los Estados Miembros a que prestaran
especial atención en la aplicación del Código a la cuestión del uso de la fuerza y armas de
fuego por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y que la Asamblea
General, en su resolución 41/149, de 4 de diciembre de 1986, entre otras cosas, acogió
con satisfacción esta recomendación formulada por el Consejo,

Considerando que es oportuno, teniendo debidamente en cuenta su seguridad


personal, atender al papel de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en
relación con la administración de justicia y la protección del derecho a la vida, la libertad y
la seguridad de las personas, a su responsabilidad de mantener la seguridad pública y la
paz social, y a la importancia de sus calificaciones, capacitación y conducta,

Los Principios Básicos que se enuncian a continuación, formulados para asistir a


los Estados Miembros en sus actividades destinadas a asegurar y fomentar el papel que
corresponde a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, deben ser tenidos en
cuenta y respetados por los gobiernos en el marco de sus respectivas legislaciones y
prácticas nacionales, y deben señalarse a la atención de los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley, así como de otras personas como jueces, fiscales, abogados y
miembros del poder ejecutivo y legislativo, y del público en general.

Disposiciones generales

1. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley adoptarán y


aplicarán normas y reglamentaciones sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego
contra personas por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Al

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

establecer esas normas y disposiciones, los gobiernos y los organismos encargados de


hacer cumplir la ley examinarán continuamente las cuestiones éticas relacionadas con el
empleo de la fuerza y de armas de fuego.

2. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley establecerán


una serie de métodos lo más amplia posible y dotarán a los funcionarios correspondientes
de distintos tipos de armas y municiones de modo que puedan hacer un uso diferenciado
de la fuerza y de las armas de fuego. Entre estas armas deberían figurar armas
incapacitantes no letales para emplearlas cuando fuera apropiado, con miras a restringir
cada vez más el empleo de medios que puedan ocasionar lesiones o muertes. Con el
mismo objetivo, también debería permitirse que los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley cuenten con equipo autoprotector, por ejemplo, escudos, cascos, chalecos a
prueba de balas y medios de transporte a prueba de balas a fin de disminuir la necesidad
de armas de cualquier tipo.

3. Se hará una cuidadosa evaluación de la fabricación y distribución de armas no


letales incapacitantes a fin de reducir al mínimo el riesgo de causar lesiones a personas
ajenas a los hechos y se controlará con todo cuidado el uso de tales armas.

4. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus


funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al
empleo de la fuerza y de armas de fuego. Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego
solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el
logro del resultado previsto.

5. Cuando el empleo de las armas de fuego sea inevitable, los funcionarios


encargados de hacer cumplir la ley:

a) Ejercerán moderación y actuarán en proporción a la gravedad del delito y al


objetivo legítimo que se persiga;

b) Reducirán al mínimo los daños y lesiones y respetarán y protegerán la vida


humana;

c) Procederán de modo que se presten lo antes posible asistencia y servicios


médicos a las personas heridas o afectadas;

99

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

d) Procurarán notificar lo sucedido, a la menor brevedad posible, a los parientes o


amigos íntimos de las personas heridas o afectadas.

6. Cuando al emplear la fuerza o armas de fuego los funcionarios encargados de


hacer cumplir la ley ocasionen lesiones o muerte, comunicarán el hecho inmediatamente
a sus superiores de conformidad con el principio 22.

7. Los gobiernos adoptarán las medidas necesarias para que en la legislación se


castigue como delito el empleo arbitrario o abusivo de la fuerza o de armas de fuego por
parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

8. No se podrán invocar circunstancias excepcionales tales como la inestabilidad


política interna o cualquier otra situación pública de emergencia para justificar el
quebrantamiento de estos Principios Básicos.

Disposiciones especiales

9. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no emplearán armas de


fuego contra las personas salvo en defensa propia o de otras personas, en caso de
peligro inminente de muerte o lesiones graves, o con el propósito de evitar la comisión de
un delito particularmente grave que entrañe una seria amenaza para la vida, o con el
objeto de detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia a su
autoridad, o para impedir su fuga, y sólo en caso de que resulten insuficientes medidas
menos extremas para lograr dichos objetivos. En cualquier caso, sólo se podrá hacer uso
intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida.

10. En las circunstancias previstas en el principio 9, los funcionarios encargados de


hacer cumplir la ley se identificarán como tales y darán una clara advertencia de su
intención de emplear armas de fuego, con tiempo suficiente para que se tome en cuenta,
salvo que al dar esa advertencia se pusiera indebidamente en peligro a los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, se creara un riesgo de muerte o daños graves a otras
personas, o resultara evidentemente inadecuada o inútil dadas las circunstancias del
caso.

11. Las normas y reglamentaciones sobre el empleo de armas de fuego por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben contener directrices que:

100

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

a) Especifiquen las circunstancias en que los funcionarios encargados de hacer


cumplir la ley estarían autorizados a portar armas de fuego y prescriban los tipos de
armas de fuego o municiones autorizados;

b) Aseguren que las armas de fuego se utilicen solamente en circunstancias


apropiadas y de manera tal que disminuya el riesgo de daños innecesarios;

c) Prohíban el empleo de armas de fuego y municiones que puedan provocar


lesiones no deseadas o signifiquen un riesgo injustificado;

d) Reglamenten el control, almacenamiento y distribución de armas de fuego, así


como los procedimientos para asegurar que los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley respondan de las armas de fuego o municiones que se les hayan entregado;

e) Señalen los avisos de advertencia que deberán darse, siempre que proceda,
cuando se vaya a hacer uso de un arma de fuego;

f) Establezcan un sistema de presentación de informes siempre que los


funcionarios encargados de hacer cumplir la ley recurran al empleo de armas de fuego en
el desempeño de sus funciones.

Actuación en caso de reuniones ilícitas

12. Dado que todas las personas están autorizadas a participar en reuniones lícitas
y pacíficas, de conformidad con los principios consagrados en la Declaración Universal de
Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los
gobiernos y los organismos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
reconocerán que la fuerza y las armas de fuego pueden utilizarse solamente de
conformidad con los principios 13 y 14.

13. Al dispersar reuniones ilícitas pero no violentas, los funcionarios encargados de


hacer cumplir la ley evitarán el empleo de la fuerza o, si no es posible, lo limitarán al
mínimo necesario.

14. Al dispersar reuniones violentas, los funcionarios encargados de hacer cumplir


la ley podrán utilizar armas de fuego cuando no se puedan utilizar medios menos
peligrosos y únicamente en la mínima medida necesaria. Los funcionarios encargados de

101

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

hacer cumplir la ley se abstendrán de emplear las armas de fuego en esos casos, salvo
en las circunstancias previstas en el principio 9.

Vigilancia de personas bajo custodia o detenidas

15. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las
personas bajo custodia o detenidas, no emplearán la fuerza, salvo cuando sea
estrictamente necesario para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos o
cuando corra peligro la integridad física de las personas.

16. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las
personas bajo custodia o detenidas, no emplearán armas de fuego, salvo en defensa
propia o en defensa de terceros cuando haya peligro inminente de muerte o lesiones
graves, o cuando sea estrictamente necesario para impedir la fuga de una persona
sometida a custodia o detención que presente el peligro a que se refiere el principio 9.

17. Los principios precedentes se aplicarán sin perjuicio de los derechos,


obligaciones y responsabilidades de los funcionarios de establecimientos penitenciarios,
tal como se enuncian en las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, sobre
todo las reglas 33, 34 y 54.

Calificaciones, capacitación y asesoramiento

18. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán
que todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley sean seleccionados
mediante procedimientos adecuados, posean aptitudes éticas, psicológicas y físicas
apropiadas para el ejercicio eficaz de sus funciones y reciban capacitación profesional
continua y completa. Tales aptitudes para el ejercicio de esas funciones serán objeto de
examen periódico.

19. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán
que todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley reciban capacitación en el
empleo de la fuerza y sean examinados de conformidad con normas de evaluación
adecuadas. Los funcionarios que deban portar armas de fuego deben estar autorizados
para hacerlo sólo tras haber finalizado la capacitación especializada en su empleo.

102

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

20. En la capacitación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, los


gobiernos y los organismos correspondientes prestarán especial atención a las cuestiones
de ética policial y derechos humanos, especialmente en el proceso de indagación, a los
medios que puedan sustituir el empleo de la fuerza y de armas de fuego, por ejemplo, la
solución pacífica de los conflictos, el estudio del comportamiento de las multitudes y las
técnicas de persuasión, negociación y mediación, así como a los medios técnicos, con
miras a limitar el empleo de la fuerza y armas de fuego. Los organismos encargados de
hacer cumplir la ley deben examinar sus programas de capacitación y procedimientos
operativos a la luz de casos concretos.

21. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley


proporcionarán orientación a los funcionarios que intervengan en situaciones en las que
se empleen la fuerza o armas de fuego para sobrellevar las tensiones propias de esas
situaciones.

Procedimientos de presentación de informes y recursos

22. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley


establecerán procedimientos eficaces para la presentación de informes y recursos en
relación con todos los casos mencionados en los principios 6 y 11 f). Para los casos con
respecto a los cuales se informe de conformidad con esos principios, los gobiernos y los
organismos encargados de hacer cumplir la ley asegurarán que se establezca un
procedimiento de revisión eficaz y que autoridades administrativas o judiciales
independientes estén dotadas de competencia en circunstancias apropiadas. En caso de
muerte y lesiones graves u otras consecuencias de importancia, se enviará rápidamente
un informe detallado a las autoridades competentes para la revisión administrativa y la
supervisión judicial.

23. Las personas afectadas por el empleo de la fuerza y de armas de fuego o sus
representantes legales tendrán acceso a un proceso independiente, incluido un proceso
judicial. En caso de muerte de esas personas, esta disposición se aplicará a sus
herederos.

24. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley adoptarán
las medidas necesarias para que los funcionarios superiores asuman la debida
103

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

responsabilidad cuando tengan conocimiento, o debieran haberlo tenido, de que los


funcionarios a sus órdenes recurren, o han recurrido, al uso ilícito de la fuerza y de armas
de fuego, y no adopten todas las medidas a su disposición para impedir, eliminar o
denunciar ese uso.

25. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley adoptarán
las medidas necesarias para que no se imponga ninguna sanción penal o disciplinaria
contra los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que, en cumplimiento del
Código de conducta pertinente y de estos Principios Básicos, se nieguen a ejecutar una
orden de emplear la fuerza o armas de fuego o denuncien ese empleo por otros
funcionarios.

26. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no podrán alegar


obediencia de órdenes superiores si tenían conocimiento de que la orden de emplear la
fuerza o armas de fuego, a raíz de la cual se ha ocasionado la muerte o heridas graves a
una persona, era manifiestamente ilícita y tuvieron una oportunidad razonable de negarse
a cumplirla. De cualquier modo, también serán responsables los superiores que dieron las
órdenes ilícitas.

-----------

* De conformidad con el comentario al artículo 1 del Código de conducta para


funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, la expresión "funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley" incluye a todos los agentes de la ley, ya sean nombrados o elegidos,
que ejercen funciones de policía, especialmente las facultades de arresto o detención. En
los países en que ejercen las funciones de policía autoridades militares, ya sean
uniformadas o no, o fuerzas de seguridad del Estado, se considerará que la definición de
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley comprende los funcionarios de esos
servicios.

104

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN POLICIAL PARA EL USO


LEGAL Y RACIONAL DE LA FUERZA EN LA PROVINCIA
DE CÓRDOBA
Participaron en la elaboración del protocolo
- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos

- Ministerio de Seguridad

- Ministerio Público Fiscal

- Policía de la provincia de Córdoba

- Córdoba -
- Octubre 2020 –
Protocolo de actuación policial para el Uso Legal y Racional de la Fuerza

Introducción

CAPÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1. Ámbito de Aplicación
Artículo 2. Obligatoriedad
Artículo 3. Adecuación
Artículo 4. Definición Uso de la Fuerza
Artículo 5. Objetivos
Artículo 6. Principios
Artículo 7. Fines legítimos

CAPÍTULO II

PAUTAS ESPECÍFICAS SOBRE EL USO DE LA FUERZA

105

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Artículo 8. Uso prohibido de la fuerza.


Artículo 9. Obligación de informar
Artículo 10. Obligación de denunciar
Artículo 11. Asistencia post intervención y comunicación a familiar
Artículo 12 . Directrices generales para la utilización del arma de fuego.

CAPÍTULO III

MODELO CIRCULAR DE USO DE LA FUERZA


Artículo 13. Modelo Circular de uso de la fuerza
Artículo 14. Niveles de Conducta
Artículo 15. Niveles del Uso de la Fuerza
Artículo 16. Enfoque dinámico
Anexo 1. Modelo Circular de uso de la Fuerza
Anexo 2 Informe de Uso Fuerza y/o del Arma de Fuego
Anexo 3. Fuentes y antecedentes relevados
Normativa y Documentos internacional
Legislación y Documentación Argentina
Legislación, reglamentación y documentación local
Jurisprudencia Internacional y Nacional

Protocolo de actuación policial para el Uso Legal


y Racional de la Fuerza
Introducción

El presente protocolo contiene un conjunto de reglas obligatorias y estandarizadas que el


personal de la Policía de Córdoba deberá cumplir para desarrollar sus distintas funciones.
Tiene como objetivo brindar los más altos estándares en materia de seguridad laboral para el
personal policial y el resguardo de los derechos humanos de la ciudadanía.
El protocolo de uso de la fuerza otorga al personal policial la seguridad de cómo es el correcto
actuar frente a situaciones que pueden implicar el despliegue de uso de la fuerza. El uso de la

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

fuerza es una potestad exclusiva del Estado y sólo será legal cuando sea ejercida por sus
estructuras en el marco de leyes y reglamentaciones que lo delimitan.
El adecuado y racional uso de la fuerza por parte de la policía tiene una triple ventaja:
resguarda los derechos de la persona a quien se la aplica; resguarda los derechos del resto
de los ciudadanos; y brinda seguridad al personal policial que sabrá cómo debe intervenir.
El objetivo del uso correcto de la fuerza debe estar orientado a la gestión de los conflictos
desde el paradigma de la Policía de Proximidad. Este modelo implica el trabajo policial
profesional en el desarrollo de estrategias de prevención y conjuración del delito y la
promoción de la convivencia, construyendo lazos de confianza con la ciudadanía.

CAPÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1. Ámbito de Aplicación


El presente protocolo se aplica a todo el personal de la Policía de la Provincia de Córdoba sin
perjuicio de las disposiciones y protocolos adicionales creados o a crearse para los grupos
especiales, los que deberán ajustarse a los lineamientos generales aquí regulados.

Artículo 2. Obligatoriedad
El presente protocolo es de cumplimiento obligatorio por parte de toda la Policía de la
Provincia de Córdoba. Su incumplimiento total o parcial y la inobservancia de las cláusulas
aquí estipuladas, así como el dictado de órdenes o instrucciones que lo contraríen, deberá ser
informado al Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario o al organismo que en su futuro lo
reemplace.

Artículo 3. Adecuación
Los protocolos adicionales, específicos, los programas de estudio, los manuales de
entrenamiento y los materiales de estudio deberán adecuarse al presente protocolo.

Artículo 4. Definición Uso de la Fuerza

107

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

A los fines del presente protocolo se entiende por uso de la fuerza a la aplicación gradual de
técnicas y elementos policiales para el control y aseguramiento de los individuos o grupos de
individuos que pongan en riesgo la convivencia, el ejercicio de derechos y/o el orden público.

Artículo 5. Objetivos
El presente protocolo tiene como objetivos:
a. Regular el uso de la fuerza por parte del personal de la Policía de la Provincia de Córdoba
propendiendo a la minimización de su uso para la protección de los derechos humanos.
b. Brindar protección y seguridad al personal policial sobre la correcta manera en que debe
usarse la fuerza.
c. Otorgar pautas objetivas para el uso gradual y legítimo de la fuerza por parte del personal
policial.

Artículo 6. Principios
El uso de la fuerza por parte del personal policial debe adecuarse a los siguientes principios:
Proporcionalidad: la intensidad de la fuerza utilizada debe corresponderse al fin que se
quiera obtener. Asimismo, la intensidad de la fuerza desplegada por parte del personal policial
debe correlacionarse y ser proporcional a la intensidad de la fuerza utilizada por la agresión o
resistencia que se intenta repeler.
b. Legalidad: el fin que se intenta lograr con el uso de la fuerza debe ser jurídicamente lícito.
c. Último Recurso: el ejercicio de la fuerza es siempre el último medio que debe utilizarse y
sólo cuando otros medios y mecanismos de diálogo y mediación hayan fracasado o, según
las circunstancias del caso, cuando estos medios sean de imposible utilización o no sean los
adecuados para lograr el objetivo.
d. Progresividad: en la medida en que las circunstancias lo permitan, el uso de la fuerza
debe ser gradual, comenzando la intervención utilizando técnicas de baja intensidad. Siempre
se deberá evaluar táctica y éticamente la intensidad del uso de la fuerza. La intensidad de la
intervención debe disminuir cuando se reduce la intensidad de la agresión o resistencia.
e. Valor supremo de la vida: en el uso de la fuerza se deberá priorizar la vida de todas las
personas involucradas (personal policial, y/o terceros) por sobre los bienes materiales y por
sobre el objetivo de lograr una aprehensión.
f. Rendición de cuentas: todo personal, en el uso de la fuerza, rinde cuentas civil,
administrativa y penalmente por su accionar.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Artículo 7. Fines legítimos


La utilización de la fuerza debe estar orientada a los siguientes fines:

a. Proteger y defender a las personas;

b. Lograr el control de quien se resista a la legal aprehensión;

c. Restablecer el orden público alterado;

d. Mantener la seguridad y la convivencia pacífica de la ciudadanía;

e. Facilitar el accionar de la justicia en la protección de testigos y víctimas;

f. Prevenir delitos que pongan en riesgo la vida de las personas;

g. Proteger y defender los bienes públicos y privados;

h. Asegurar el cumplimiento de órdenes legítimas de la autoridad legal;

i. Preservar la escena de un hecho delictivo.

CAPÍTULO II
PAUTAS ESPECÍFICAS SOBRE EL USO DE LA FUERZA

Artículo 8. Uso prohibido de la fuerza.


Los siguientes usos de la fuerza son considerados excesivos y su aplicación está fuera de los
parámetros de uso racional de la fuerza:
a. Hostigamiento, entendido como el conjunto de prácticas que constituyen las relaciones
entre el personal policial y la ciudadanía. Son formas de abuso cotidianas que integran las
rutinas burocráticas de las fuerzas de seguridad tales como controles excesivos, malos tratos
verbales, pedido de documentos, explicaciones de circulación y requisas fundados en criterios
discriminatorios basado en razones de nacionalidad, expresión o identidad de género, origen
étnico, religión, ideología, edad, sexo, orientación sexual, caracteres físicos, discapacidad o
condiciones sociales, laborales o económicas.
b. Utilizar técnicas de defensa personal que impliquen riesgo para la vida de las personas.
c. Efectuar disparos hacia una multitud.

109

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

d. Efectuar disparos desde o hacia vehículos en movimiento. Se exceptúa esta regla en los
casos en que se encuentre en riesgo inmediato, inminente y grave la vida del personal policial
y/o la de terceras personas y no hubiere otra opción de abordaje de la situación.
e. Efectuar disparos hacia un objetivo que no se encuentre lo suficientemente definido a
través de ventanas, puertas, paredes u otros obstáculos.
f. Efectuar disparos cuando éstos impliquen un riesgo inminente para terceros.
g. Efectuar disparos para controlar a personas que solamente se encuentran causando daños
a objetos materiales.
h. Efectuar disparos para detener a personas cuyas acciones solamente pueden producir
lesiones a sí mismas.
i. Utilizar el arma de fuego directamente o como herramienta de disuasión frente a la huida de
un control vehicular, la fuga de una persona legalmente aprehendida o perseguida para
aprehender o la falta de cumplimiento de una orden verbal, salvo que se encuentre en riesgo
inmediato, inminente y grave la vida del personal policial y/o la de terceras personas.
j. Desenfundar o manipular un arma de fuego a menos que su uso potencial en la situación
sea adecuado al presente protocolo, o si las circunstancias claramente requieren el uso del
arma para controlar una situación peligrosa para la vida.

Artículo 9. Obligación de informar


Cuando en el marco de una intervención policial haya una persona lesionada por el uso de
la fuerza o sea utilizada el arma de fuego provista por la institución realizando disparos, sin
perjuicio de la entrega del procedimiento en la oficina del Ministerio Público Fiscal si así
correspondiera, el personal policial actuante deberá dar aviso de forma inmediata a su
superior. Éste deberá en el plazo de veinticuatro horas realizar y remitir para su registro y
evaluación un informe - que podrá ser digital - según las estipulaciones del Anexo 2 del
presente protocolo al Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario o al organismo que en su
futuro lo reemplace.

Artículo 10. Obligación de denunciar


El personal policial que hubiere participado o hubiere tenido noticia de un procedimiento en el
cual se haya hecho uso de la fuerza presuntamente excesivo, en contradicción con las
disposiciones del presente protocolo, tiene la obligación de denunciar el hecho a la oficina
correspondiente del Ministerio Público Fiscal1. Asimismo, deberá informar al Tribunal de

110

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Conducta Policial y Penitenciario o al organismo que en su futuro lo reemplace, pudiendo


hacerlo de manera anónima si las circunstancias así lo requieren.
1 Cfr. Art. 144 quater inc. 2 del Código Penal

Artículo 11. Asistencia post intervención y comunicación a familiar


Si del uso de la fuerza derivara en una afectación a la integridad física o psíquica de una
persona, el personal policial interviniente deberá procurar de forma inmediata su asistencia
médica. En estos casos, el superior a cargo del operativo deberá, a la mayor brevedad
posible, garantizar la notificación a familiares o amigos/as íntimos/as de las personas heridas
o afectadas.
Si las circunstancias del caso lo permitieran, se deberá facilitar a la persona afectada el
derecho a efectuar una llamada telefónica para informar a un familiar o amigo/a acerca de su
situación.

Artículo 12. Directrices generales para la utilización del arma de fuego.


a. El principio de “protección de la vida” exige que, en caso de duda, el personal policial no
haga uso de sus armas de fuego.
b. Si las circunstancias lo permiten, el personal policial deberá, antes de su utilización,
identificarse y anunciar que utilizará el arma de fuego.
c. La utilización del arma de fuego será justificada cuando, conforme a las exigencias del
presente protocolo en cuanto al nivel de resistencia y el nivel de fuerza a aplicar, se determine
que existe un peligro grave, inminente y actual para la vida del personal policial y/o de
terceros.

CAPÍTULO III
MODELO CIRCULAR DE USO DE LA FUERZA
Artículo 13. Modelo Circular de uso de la fuerza2
2 Se elige el modelo circular de la fuerza por entender que el uso racional de la fuerza no es un
proceso lineal sino que refleja con precisión la naturaleza dinámica de las situaciones
potencialmente violentas”.The Police Chief, “Canada’s National Use of Force Framework for Police
Officers”,
El modelo circular presenta las opciones de actuación del personal policial como alternativas
posibles dispuestas en forma concéntrica alrededor de la situación en la que tiene que
111

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

intervenir, integrando el uso de la fuerza y otras posibles como resultado de un proceso de


toma de decisiones que resulta de la secuencia evaluar/planificar/actuar.
Este modelo promueve la evaluación crítica y contínua de cada situación ayudando al
personal policial a comprender que puede hacer uso de una amplia variedad de opciones
para responder a hechos potencialmente violentos, siempre orientadas a lograr el
desescalamiento de la violencia.
El Modelo Circular de uso de la fuerza contiene directrices básicas relativas a las buenas
prácticas policiales en la interacción con la ciudadanía. Se destaca la velocidad con la que
debe ser aplicado y las variaciones que atraviesa, consecuencia de la intensidad del conflicto
abordado.
Evaluar: Realizar un juicio cuya finalidad es establecer, tomando en consideración un
conjunto de criterios y normas, el valor, la importancia y el significado de la situación que
requiere la intervención del personal policial. Se deben tener en cuenta criterios ético-jurídicos
además de los criterios tácticos.
Planificar: Elaborar o establecer el plan conforme al que se ha de desarrollar la intervención
del personal policial, considerando el nivel de intensidad de la fuerza a aplicar para lograr los
fines de dicha intervención, así como los medios y recursos disponibles.
Actuar: Llevar a cabo lo planificado en base a la evaluación previa, siempre con el fin de
desescalar la violencia que presente la situación y cumplir con el objetivo de la intervención.
La actuación debe ser dinámica para responder a las variaciones que existieren en la
conducta de la o las personas objeto de la intervención, tanto si la resistencia aumenta como
si disminuye.

Artículo 14. Niveles de Conducta


Los niveles de conducta son:
a. Cooperación: Conducta de una o varias personas que cumplen con las instrucciones
legales y legítimas del personal policial, previamente identificado como tal, sin oponer ningún
tipo de resistencia.
b. Resistencia Pasiva: Conducta de acción u omisión que realizan una o varias personas
que, sin manifestar violencia, se niegan a cumplir las órdenes legítimas y legales impartidas a
través de la comunicación verbal por parte del personal policial previamente identificado como
tal.

112

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

c. Resistencia Activa: Conducta manifiesta de resistencia física o amenaza de usar violencia


por parte de una o varias personas con la intención de negarse a cumplir las órdenes
legítimas y legales impartidas por el personal policial previamente identificado como tal.
d. Resistencia Agresiva: Conducta agresiva que realizan una o varias personas empleando
la violencia de manera manifiesta creando una situación riesgosa para la integridad física del
personal policial y/o terceros. Tal conducta, a su vez, va acompañada de la negativa a cumplir
las órdenes legítimas y legales impartidas por el personal policial interviniente, previamente
identificado como tal.
e. Resistencia potencialmente letal: Conducta agresiva, generalmente con utilización de
armas que implica riesgo inmediato, inminente y grave a la vida del personal policial y/o
terceros, negándose a cumplir las órdenes legítimas y legales impartidas por el personal
policial, previamente identificado como tal.

Artículo 15. Niveles del Uso de la Fuerza

Durante el desarrollo de los niveles del uso de la fuerza, el personal policial tendrá una
percepción de la situación por medio de las impresiones que generan los sentidos y en base
a esta percepción desplegará una serie de consideraciones tácticas, siguiendo las pautas
del Modelo Circular de uso de la fuerza del artículo 14 del presente protocolo. Tanto la
percepción como las consideraciones tácticas son dinámicas y se van actualizando en base a
los niveles de resistencia y el contexto donde se desarrolla la intervención.
La respuesta el personal policial será:
a. Presencia de la Autoridad: Consiste en el contacto visual que realiza el personal policial
con la persona a controlar, en el que el funcionario hace uso de la fuerza de manera simbólica
como respuesta a una situación que atenta contra la tranquilidad y la seguridad pública. La
presencia policial puede incrementarse realizando un despliegue de elementos propios de la
función (móviles policiales, grupos especializados, numerario de personal, etc.) si la situación
lo requiere.
b. Comunicación verbal y comportamental: Consiste en la interacción con una o varias
personas, a través del diálogo, instrucciones verbales y no verbales, con la intención de
producir un efecto disuasivo de la resistencia, procurando la aplicación de técnicas pacíficas
de resolución de conflictos.

113

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

c. Control físico: Consiste en el uso de técnicas de control a través del contacto físico con la
persona, tendientes a disminuir el nivel de agresividad y que según el nivel de resistencia que
se presente podrán ser:
i. Técnicas blandas: también denominadas suaves, consisten en conducir, sujetar e
inmovilizar con el fin de controlar la resistencia pasiva de una persona.
ii. Técnicas duras: consisten en la aplicación de la fuerza física de manera directa, en forma
justa y necesaria equivalente al nivel de agresividad o resistencia física ofrecida, con el fin de
contrarrestar la resistencia activa de una persona. En este contexto pueden ser utilizadas
progresivamente las técnicas de control, reducción, traslado e inmovilización.
iii. Recursos defensivos menos letales: consisten en la utilización de elementos, técnicas y
tácticas de letalidad reducida en los casos de resistencia agresiva y cuando las técnicas de
control físico sean insuficientes.
iv. Fuerza potencialmente letal: Consiste en la utilización de medios letales, por ejemplo
armas de fuego, para proteger la vida o la integridad física del personal policial y la de
terceros. Es el último nivel de fuerza que debe ejercerse sólo como respuesta a la resistencia
potencialmente letal y en los casos en los que sea estrictamente necesario. Debe utilizarse
dentro de los parámetros legalmente establecidos para la legítima defensa propia o de un
tercero y cuando no sea posible controlar la situación a través de otro medio previsto en el
presente protocolo.

Artículo 16. Enfoque dinámico


El modelo circular del uso racional y progresivo de la fuerza es dinámico, lo que implica que
los niveles de agresividad y/o resistencia van a ir variando y en base a ello hará lo propio el
nivel de fuerza que aplicará el personal policial. No debe perderse de vista que todos los
actos del personal policial están orientados a producir el desescalamiento o disminución de
los niveles de resistencia y agresividad, dentro de los parámetros legales establecidos para la
legítima defensa propia o de terceros y dentro del respeto de los derechos humanos de todas
las personas intervinientes.

Anexo 1. Modelo Circular de uso de la Fuerza

114

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Anexo 2

Informe de Uso Fuerza y/o del Arma de Fuego El presente informe deberá ser

remitido al Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario dentro de las 24 horas del hecho.

1. Fecha:

2. Hora:

3. Personal que informa:

4. Lugar del hecho:

5. Personal que utilizó la fuerza:


115

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

6. Breve descripción del hecho: ……………….........


......................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................
....................................................

7. Características del Arma utilizada para efectuar disparos:

a. Corta/Larga:

b. Clasificación (Pistola, revolver, escopeta,etc.):

c. Número de Serie:

d. Marca del arma:

e. Calibre del arma:

f. Quien era el legítimo usuario del arma:

g. En poder de quien se encuentra el arma actualmente:

h. Color del arma:

7. Características de los Cartuchos 18


a. Cantidad de disparos efectuados:

b. Lugar en el que impactaron cada proyectil (puede anexar un croquis):

c. Marca de los proyectiles utilizados:

8. Procedimiento Judicial
a. ¿Se entregó el procedimiento en dependencia judicial? SI NO

(En caso afirmativo)


b. Número de Sumario Digital:

c. Unidad Judicial:

116

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

d. Fiscalía Interviniente:

……………………………………...
Firma del responsable

Anexo 3.

Fuentes y antecedentes relevados


Normativa y Documentos internacional
- Declaración Universal de los Derechos del Hombre (ONU - 1948)

- Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (ONU -


1984-1986)

- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU - 1966-1986)

- Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza (México - 2019)

- Protocolo de Carabineros de Chile (Chile - 2019)

- Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley (La Habana - 1990)

- Directrices para la aplicación de los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de


Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley (Amnistía
Internacional - 2016)

- Reglas y Normas Internacionales aplicables a la función policial (Cruz Roja - 2015)

- Uso de la Fuerza - Investigación aplicada. Universidad de Chile - Centro de Estudios en


Seguridad Ciudadana

- Directrices para la aplicación de los Principios Básicos sobre el empleo de la fuerza y de


armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Amnesty
Internacional. Amsterdam. Países Bajos. Noviembre de 2016

117

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

- Instituto Interamericano de Derechos Humanos y Policía de Investigación de Chile (2011):


Derechos humanos, seguridad ciudadana y funciones policiales

Legislación y Documentación Argentina


- Protocolo de Uso Racional, Progresivo y Proporcional de la Fuerza para el Sistema Policial
de la Provincia de Santa Fe. (Santa Fe - 2020)

- Protocolo de Uso Racional de la Fuerza, la Coerción y Armas de Fuego en la Policía de


Catamarca (Catamarca - 2012)

- Ley 11.179 - Código Penal de la Nación Argentina.

- Informe sobre Inspección a la Provincia de Córdoba del Comité Nacional para la Prevención
de la Tortura (2018-2019).

Legislación, reglamentación y documentación local


- Ley 9235 de Seguridad Pública para la Provincia de Córdoba

- Ley 9728 de Personal Policial

- Ley 9120 de creación del Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario

- Ley 10326 Código de Convivencia Ciudadana de la Provincia de Córdoba

- Decreto 1753/03 - Reglamento del Régimen Disciplinario Policial

- Material de Estudio Cadetes 2020. Departamento de Capacitación Continua, División


Escuela de Tiro - Policía de la Provincia de Córdoba

- Material de Estudio “Escuela de Suboficiales de Policía” 2020. Departamento de


Capacitación Continua, División Escuela de Tiro - Policía de la Provincia de Córdoba

- Apunte de Examen de Idoneidad 2020. Departamento de Capacitación Continua - División


Escuela de Tiro - Policía de la Provincia de Córdoba

- Material de Estudios - Manejo de Armas y Tiro 2020. Escuela Superior Brig. Gral. Juan
Bautista Bustos - Policía de la Provincia de Córdoba

118

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

- Manual de Técnicas Policiales de Reducción Inmediata (T.P.R.I) 2020. Departamento de


Capacitación Continua, División Defensa Personal Policial - Policía de la Provincia de
Córdoba

- Protocolo de Control Vehicular Policial Urbano - Comisión de Trabajo Interinstitucional de


Estandarización de Actuaciones Policiales (2017)

- Informe Preliminar. Relevamiento sobre la actuación de las fuerzas de seguridad en


Córdoba. Programa de Extensión: Seguridad y Derechos Humanos. Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (2020)

Jurisprudencia Internacional y Nacional


- CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. CASO BUENO ALVES VS.
ARGENTINA, 05/07/2011

- T.S.J. Córdoba, Sala Penal S. n° 94, 21/09/19 “"CHAVEZ, Lucas Gastón y otro p.ss.aa.
Lesiones leves calificadas agravadas por el art. 41 bis, homicidio calificado agravado por el
art. 41 bis -Recurso de Casación-"

- T.S.J. Córdoba, Sala Penal S. n° 184, 06/08/10 “AGUIRRE, Gustavo Celestino p.s.a. Abuso
de arma agravado reiterado -Recurso de Casación-”

- CÁMARA EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL 11a NOM; S. n° 25, 11/06/2018,


““VELARDO BUSTOS, RODRIGO MAXIMILIANO Y OTRO p.ss.aa. Homicidio calificado
agravado por el art. 41 bis, etc.”

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

ANEXO ii
Reglamento de Custodia y Traslado de Detenidos
(Decreto Nº 00432/73)

Art 7: En materia contravencional y en los casos comprendidos en el ejercicio de


los poderes de Policía, se tendrá en cuenta que la detención es una privación
momentánea de la libertad que no afecta el honor de la persona. Es una leve
restricción a la libertad de locomoción que termina inmediatamente de finalizar las
diligencias que motivaron el procedimiento, siempre que el causante no resulte
responsable de la infracción que se le imputa.

Art 12: Hecho un arresto no debe adoptar más medidas de seguridad que las
necesarias para evitar la fuga del preso mientras esté a su cargo. Las medidas de
prevención y seguridad que se adopten, deben estar con relación a la actitud que asuma
el detenido, la gravedad del hecho en que haya intervenido y la situación en que puede
hallarse con relación al u otras circunstancias que sean dignas de tenerse en cuenta a
ese objeto. Esto tiene por fin evitar que se fugue, que ataque a la víctima o a los Agentes
interventores o que oculte o arroje armas u objetos que tengan vinculación con el delito o
la contravención cometida. También para protegerlo en caso de atacársele, impidiendo
que se le cause daño.

Artículo 13 - La colocación de cadenas de seguridad procede cuando se trate de


un individuo de malos antecedentes, de personas que ofrezcan resistencia, cuando el
delito fuera grave, o existiera temor fundado de que el detenido pretenda fugar o resistirse
con este fin. En tales casos se debe designar custodia para el detenido, de la misma
manera que cuando se tema que el público pueda atentar contra él o perteneciera darle
libertad.

Artículo 14 — Los detenidos, por lo general, deben ser conducidos por la vereda,
próximos al cordón, ocupando el Agente su derecha, y algo retrasado, para vigilar sus
movimientos y prevenir cualquier intento de fuga.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Artículo 38 — Cuando el estado de sobreexcitación del supuesto de llegue a un


grado tal que implique un peligro para él mismo o para los demás, aparte de colocársela
el chaleco de contención se solicitarán los servicios de la Asistencia Pública para su
atención facultativa.

Art 42: Sin perjuicio de otras medidas que las circunstancias particulares de cada
caso aconsejen, para el traslado de un supuesto demente, si se considera necesaria, se
solicitará la cooperación de la guardia de Infantería o división bomberos, cuando se trate
de un delincuente peligroso se actuará de la misma manera.

Artículo 68 — Los vehículos al transporte de detenidos no deben ser demorados en


las dependencias sino el tiempo indispensable para la entrega o recepción de ellos. A ese
efecto se tendrán preparados y ubicados con la debida anticipación los formularios,
recibidos, etc.

Para llevar a cabo dicha tarea, el personal policial deberá contar con las medidas
de sujeción correspondientes tales como esposas o grilletes, precintos o cadenas que
tiendan a asegurar al detenido en cada caso particular.

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MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

ANEXO iii
ARMAS NO LETALES

Las armas menos letales (AML) son dispositivos diseñados para generar un efecto
específico e intermedio que permita neutralizar o incapacitar temporalmente objetivos en
situaciones de riesgo medio2, reduciendo la probabilidad de una fatalidad

La misión de un arma no letal debe ser "proveer alternativas más flexibles, adaptar el
impacto de los dispositivos para lograr una respuesta deseada, garantizar la reversibilidad
de los efectos, y reducir o evitar la muerte de individuos ajenos al conflicto y la destrucción
no intencional de equipos o infraestructuras”

LOS GASES LACRIMÓGENOS Y OTROS AGENTES QUIMICOS

Para el control de disturbios civiles en general se emplean distintos tipos de


agentes químicos de los que podemos nombrar:
1. Humo blanco HC
2. Gas lacrimógeno CN
3. Agente irritante CS
4. Spray pimienta
5. Además, las fuerzas policiales poseen un quinto elemento que prácticamente no es
utilizado: el gas vomitivo DM.

Estos agentes químicos pueden ser lanzados a través de dispositivos manuales


(granadas), rociadores (tipo “mace”); a través de lanza granadas (escopeta o pistola), o a
través de máquinas y vehículos (trombón de niebla y carro lanza aguas).
Conozcamos un poco más sobre sus efectos y como dar primeros auxilios en cada
caso:

122

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1. HUMO BLANCO HC
Sus municiones se reconocen por tener un cintillo color amarillo. El color de este
gas es blanco, como su nombre lo indica. No provoca ningún efecto físico. Su efecto es
principalmente psicológico y está dirigido a provocar pánico y confusión en la multitud. Por
lo general se usa para acompañar otro tipo de gases de efectos más severos.

2. GAS LACRIMÓGENO CN. (Cloro acetofenona C6H5COCH2CL).


Las municiones con las que se lanza el gas CN tienen un cintillo de color rojo. No
debe confundirse con el agente irritante CS que se verá adelante y el cual es mucho más
severo en sus efectos que el CN.
En su forma pura, el CN es un sólido blanco cristalino, similar al azúcar o a la sal.
Como está formada de partículas sólidas, debe ser llevada a través del aire por un agente
o expelido en forma de polvo fino. La CN tiene un olor como a manzanas.
 - Provoca lagrimeo abundante, sensación de quemazón y cierre involuntario de los
ojos.
 Sensación de quemaduras y picazón en las áreas húmedas de la piel
 Sensación de irritación y quemazón y descarga nasal en la nariz
 Sensación aguda de malestar
Estas sensaciones de quemazón no son reales, sino aparentes, y basta unos
minutos al aire libre no contaminado para que desaparezcan. Sin embargo exposiciones
graves o prolongadas pueden provocar dificultad para respirar, y dolor de pecho.
Los efectos en general tardan entre 10 y 15 minutos en desaparecer.
Un efecto adicional que provoca el gas en las víctimas es el pánico y el
desconcierto; los cuales en muchos casos son más peligrosos que los efectos físicos.

3. AGENTE IRRITANTE CS. (Ortoclorobencilidenmalononitrilo ClC6H4CHCCN(CN)

Es el dispositivo antidisturbios más utilizado por la policía y el que efectos más


severos provoca. Su munición se reconoce por tener un cintillo azul.
En su forma pura, el CS es un polvo blanco, cristalino, similar al talco. Se lo
clasifica como agente irritante y lacrimógeno. Como se compone de partículas sólidas,
debe ser arrojado al aire con otro agente o en forma de polvo fino. El olor es acre, áspero,

123

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

picante, similar al jengibre. El CS es más irritante en un clima húmedo y sobre la piel


húmeda. Como es muy persistente, el CS causa un problema grave de
contaminación. Las partículas diseminadas se adhieren a la persona, a las ropas, a los
objetos por largos período de tiempo.
Las condiciones húmedas causarán que el olor y el efecto irritante perduren
indefinidamente. Sus efectos son similares a los del gas CN, pero mucho más graves:
 Intensa sensación de quemazón en los ojos.
 Lagrimeo abundante y cierre involuntario de los ojos.
 Tos, pecho tirante y dificultad para respirar.
 Goteo nasal
 Intensa sensación de quemazón en las partes húmedas del cuerpo (Cara, axilas, ingle,
etc.)
Los efectos del CS desaparecen en 10 o 15 minutos después de alejarse del sitio
contaminado, pero si no se quitan las ropas contaminadas pueden provocarse graves
quemaduras y ampollas.

4. GAS VOMITIVO DM (Difenilaminoclorarsina, se conoce también como Adamsita)

Su munición tiene cintillo de color verde. Aunque no es usual su utilización,


se sabe que existen en el arsenal nacional, por lo que no puede descartarse que en un
futuro se llegue a utilizar por parte de la policía para el control de disturbios civiles.
Contiene un 27% de arsénico por lo que es letal a 1500 mg/m3 por más de
10 minutos de exposición. Una vez expuesta la persona a este gas se requieren 6 minutos
para que provoque sus efectos:
 Descarga nasal acuosa y abundante
 Estornudos
 Dolor intenso en la nariz y pecho
 Nauseas, vómito intenso
 Trastornos sensoriales y pérdida total de control
 Efectos muy prolongados y graves que por lo general requieren tratamiento médico
 Puede provocar la muerte

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

 El DM puede contaminar y envenenar el agua y los alimentos que estén en las áreas
afectadas.

Existen otros agentes químicos para el control de disturbios civiles tales


como el CAP-STUN (a base de chile picante) o el gas CR (Dibenzoxacepina). Este último
es un irritante sensorial muy fuerte. Las propiedades físicas del CR son similares a los del
CS, pero sus efectos son más intensos. Además de afectar los ojos y las vías
respiratorias, la CR induce un dolor intenso en la piel.

4. SPRAY / GAS PIMIENTA

Concepto: El aerosol de
pimienta o gas pimienta es un
compuesto químico que irrita los ojos
hasta el punto de causar lágrimas,
dolor e incluso ceguera temporal. Se
utiliza para dispersar disturbios o
como defensa personal. Aunque no
es letal, en casos excepcionales
puede provocar la muerte del afectado.

Se denomina también spray de pimienta, spray OC, gas OC, spray de


capsicum u Oleoresin capsicum.

CLASIFICACION

Es un arma o agresivo químico de uso civil, que utiliza las propiedades toxicas de las
sustancias químicas para incapacitar con carácter temporal, que tiene efectos
irritantes/inflamatorio, asfixiante, paralizante, lacrimógeno, dependiendo la graduación
química.

Desde el punto de vista operativo, existen ciertas características que usualmente se


asocian a una mayor utilidad y efectividad de las armas no letales, menos letales o de
letalidad controlada

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• Portable: de fácil portación, transporte y almacenamiento.

• Discriminatorio o selectivo: con capacidad de aislar un blanco determinado.

• Efectos instantáneos: el lapso de acción debe ser inferior a los 3 segundos (demora
cognitiva de un humano en procesar un estímulo).

• Reversible: sus efectos no deben ser permanentes.

• Segura: para quien la acciona y para quien sufre el efecto de la misma.

• Respetuosa con el medio ambiente: no altera irremediablemente las condiciones


del contexto.

EFECTOS

El aerosol de pimienta es un agente inflamatorio opuesto a un irritante. Causa el cierre


inmediato de los ojos, dificultad de respiración, picor de nariz y tos. La duración de sus
efectos depende de la fuerza del aerosol, pero el efecto completo medio dura alrededor
de 30 a 45 minutos, con efectos disminuidos que duran horas.

Usadas correctamente, sus efectos nocivos son transitorios y no dejan secuelas.


Manifestaciones clínicas importantes son poco esperadas, no pasan de ser
irritantes/inflamatorios de los ojos y la piel, los síntomas incluyen fotofobia, conjuntivitis,
edema peri orbitario, laringoespasmo (cierre exagerado de la glotis), formación de bulas
(bolsas contenedoras de líquido) y edema subcutáneo. Todo puede ser mínimo con una
evacuación rápida del sitio de exposición y un manejo de soporte del paciente intoxicado.
El tratamiento es básicamente sintomático y de soporte con énfasis en descontaminación,
monitoreo y soporte de la función respiratoria

126

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

La Revista de Oftalmología
Investigativa y Ciencias
Visuales publicó un estudio que
concluía que la simple exposición del
ojo al OC es inocua, pero la exposición
repetida puede provocar cambios a
largo plazo en la sensibilidad de
la córnea. El equipo de investigación no
encontró un decremento duradero en la
agudeza visual.

La Comisión de Opciones Tecnológicas


y Científicas del Parlamento Europeo
(STOA) publicó en 1998 "Una
evaluación de las tecnologías de control político", una extensa información del aerosol de
pimienta y el gas lacrimógeno.

Escribieron:

"Los efectos del aerosol de pimienta son


bastante más severos, incluyendo
ceguera temporal con duraciones de 15-
30 minutos, una sensación ardiente de la
piel que dura de 45 a 60 minutos,
espasmos de la parte superior del cuerpo
que fuerzan a la persona a doblarse
hacia delante y provoca una tos
incontrolable dificultando la respiración y
el habla de 3 a 15 minutos."

Para las personas que tienen asma, que


están tomando medicamentos o son
objeto de técnicas restrictivas que
restringen la cantidad de aire al respirar,
hay riesgos de muerte.

127

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

COMPUESTO

Su ingrediente activo es la capsaicina, un compuesto derivado de la frutas de las plantas


del género Capsicum.

El método HPLC (High Performance Liquid Cromatography) se usa para medir la cantidad
de capsaicina de los diferentes espráis de pimienta. La Unidad de Calor Scoville (SHU) es
la utilizada para medir la picantez de los spráis de pimienta.

La vanililamida del ácido pelargónico (nonivamida o pseudocapsaicina), un análogo


sintético de la capsaicina, se utiliza en una versión del espray de pimienta conocido como
espray PAVA, que se utiliza en Inglaterra. Otro compuesto químico sintético es
la morfolida del ácido pelargónico (4-nonanoilmorfolina). Fue desarrollado y usado
ampliamente en Rusia. Su efectividad comparada con el espray de pimienta natural se
desconoce, y ha causado algunas lastimaduras.

Los aerosoles de pimienta suelen comercializarse en botes lo suficientemente pequeños


para transportarse o disimularse en un bolsillo o un bolso. También existe un proyectil de
aerosol de pimienta, que puede dispararse desde una pistola de paintball.

PRIMEROS AUXILIOS

Aunque no hay ninguna manera de neutralizar completamente el aerosol de pimienta, su


efecto puede ser minimizado o parado. La capsaicina no es soluble en agua e incluso
grandes cantidades de agua tienen poco o ningún efecto. Es, sin embargo, soluble
en grasas y aceites de tal manera que se pueden utilizar leche o detergentes para
disminuir sus efectos y lavarlo. Los paramédicos norteamericanos utilizan una solución de
gotas no tóxica de proporción 1:1 agua e hidróxido de aluminio que ayuda a neutralizar el
aerosol de pimienta y aliviar los síntomas.

Las víctimas deberían ser animadas a parpadear vigorosamente para soltar lágrimas, que
ayudará a eliminar las sustancias irritantes de los ojos. Algunos de los aceites pueden ser

128

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lavados de la cara utilizando desengrasante, no jabón aceitoso como el detergente de


suciedad media y un ventilador podría proporcionar algún alivio.

Algunos aerosoles de pimienta de "triple acción" también contienen "gas lacrimógeno"


(gas CS), que puede neutralizarse con metabisulfito de sodio (tabletas Campden,
utilizadas en la elaboración de cerveza casera), aunque también es liposoluble y puede
ser lavado hasta cierto punto con leche y algunos contienen un tinte cubrimiento de rayos
uva.

ASPECTO LEGAL

NIVEL INTERNACIONAL

El aerosol de pimienta está prohibido internacionalmente para su utilización en la guerra,


desde la Convención de Armas Biológicas de 1972, pero no para la utilización en la
seguridad interna.

El primer texto internacional en reconocer las bondades del uso de armas no letales o de
letalidad controlada, fue la ONU en el año 1990 dentro de los ya conocidos “Principios
Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de las Armas de Fuego por los Funcionarios
Encargados de hacer cumplir la Ley”

Punto N° 2. Los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley


establecerán una serie de métodos lo más amplia posible y dotarán a los funcionarios
correspondientes de distintos tipos de armas y municiones de modo que puedan
hacer un uso diferenciado de la fuerza y de las armas de fuego. Entre estas armas
deberían figurar armas incapacitantes no letales para emplearlas cuando fuera
apropiado,

Así mismo la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unida, en su manual
“NORMATIVA Y PRÁCTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS PARA LA POLICÍA”
Manual ampliado de derechos humanos para la policía- NACIONES UNIDAS Nueva York
y Ginebra, 2003. Dice en sus páginas:

Práctica de los derechos humanos


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MANUAL DE T.P.R.I
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Todos los funcionarios de policía


_Inscríbase en programas de capacitación para mejorar sus conocimientos en materia de
primeros auxilios, defensa propia, uso de equipo protector, uso de instrumentos no
letales, uso de armas de fuego, control de multitudes, solución de conflictos y alivio del
estrés personal.
_Obtenga y aprenda a usar distintos medios para el uso diferenciado de la fuerza,
como armas incapacitantes no letales.

Asu vez les asigna responsabilidad a los mandos de las instituciones;

Funcionarios con responsabilidades de mando y supervisión


_Organice cursos de capacitación periódicos sobre primeros auxilios, defensa
personal, uso de equipo protector, uso de armas no letales, uso de armas de fuego,
control de multitudes, solución de conflictos, alivio del estrés y técnicas de persuasión,
mediación y negociación

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos

El 31 de diciembre de 2009 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos publicó el


informe Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, considerado referencia obligada al
momento de contrastar el accionar de las fuerzas de seguridad con las normas del
derecho internacional de los derechos humanos. En dicho informe señaló que “el uso de
armas de fuego es una medida extrema, y que las mismas no deben utilizarse
excepto en aquellas oportunidades en que las fuerzas policiales no puedan reducir
o detener a quienes amenazan la vida o la integridad personal de terceras personas
o de efectivos policiales utilizando medios no letales”

Asimismo, Argentina ha incorporado a su derecho interno el Código de conducta para


funcionarios encargados de hacer cumplir la ley (aprobado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1979). A través del decreto 637/03 se dispone
que se difunda e implemente el “Código de conducta” en la Policía Federal, en la
Gendarmería Nacional, en la Prefectura Naval y en el Servicio Penitenciario Federal.

130

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Además, insta a los gobernadores a hacer lo mismo con las fuerzas de seguridad
provincial.

NIVEL NACIONAL

DECRETO REGLAMENTARIO 395/75 DE LA LEY NACIONAL DE ARMAS Y


EXPLOSIVOS 20.429,

ARTICULO 5.- A los fines de la ley y la presente reglamentación se considerará armas de


uso civil a las que, con carácter taxativo, se enuncian a continuación:

3) AGRESIVOS QUIMICOS: contenidos en rociadores, espolvoreadores,


gasificadores, o análogos, que solo producen efectos pasajeros en el organismo humano,
sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento y en recipientes de hasta 500 cc.

NIVEL PROVINCIAL

DECRETO REGLAMENTARIO 763/12 DE LA LEY DE PERSONAL POLICIAL 9728

ARTÍCULO 33º: EQUIPOS POLICIALES

Punto 1: Se entenderá como equipo policial todos los elementos materiales inherentes a
la función policial de seguridad y defensa.

Punto 6: DE LA MUNICIÓN y AGENTES QUÍMICOS


V) Se considera Agente Químico u Orgánico a todo compuesto que dispersado en
el aire en determinadas proporciones produce generalmente efectos irritantes
en los lagrimales, las mucosas nasales y vías respiratorias. No letal. C. N:
Fuertemente Irritante C.S: Lacrimógena O.C: Incapacitante
VI) El Agente Químico u Orgánico utilizado por la Institución será provisto por la
División Armamentos y Equipos conforme a las normas que reglan su uso, en
cantidad que resulte de las necesidades del servicio.

131

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

VII) La modalidad o presentación del Agente Químico a proveer podrá ser:


1) En forma de cartuchos para pistolas lanza gases y escopetas.
2) Como granada de uso individual.
3) En envases tipo “Spray” de uso individual.
VIII) Podrá utilizarse siempre que sea provisto, otro tipo de gas que no produzca
efectos letales ni lesivos y cuya principal función y finalidad sea de tipo
disuasorio.

Las armas menos letales son dispositivos diseñados para generar un efecto específico e
intermedio que permita neutralizar o incapacitar temporalmente objetivos en situaciones
de riesgo medio, reduciendo la probabilidad de una fatalidad. Los conceptos “no letales”,
“pre-letales” e “incapacitantes” son utilizados para referirse a dispositivos que buscan
incapacitar y cuyo objetivo principal no es causar la muerte del destinatario del impacto.

La finalidad de un arma no letal debe ser "proveer alternativas más flexibles, adaptar el
impacto de los dispositivos para lograr una respuesta deseada, garantizar la reversibilidad
de los efectos, y reducir o evitar la muerte de individuos ajenos al conflicto y la destrucción
no intencional de equipos o infraestructuras”. Desde hace al menos un siglo, fuerzas del
orden de todo el mundo han incorporado y utilizado dispositivos menos letales. Esta
incorporación progresiva, ha tenido especial incidencia, si bien no exclusividad, en
departamentos policiales para el control de grandes grupos de personas.

USO E IMPLEMENTACION

En relación con la seguridad de quien opera el arma, así como la adecuación de su


alcance en función de la finalidad para la que es empleada, pueden distinguirse a las
armas menos letales, de corta y de media distancia. Se estima que las AML destinadas a
accionar frente a una multitud deben tener un alcance mínimo de 36 metros (distancia
promedio a mantener entre la formación policial y la multitud, principalmente en el caso de
lanzamiento de proyectiles contundentes). Por otro lado, para aquellas destinadas al
control individual se estima que deben tener un alcance mínimo de 6 metros (distancia

132

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

mínima promedio necesaria para un ataque cuerpo a cuerpo). Para asegurar un correcto
uso de las armas menos letales es esencial la formación del personal dedicado a esta
tarea. Asimismo, temáticas como la capacidad de negociación previa o la consideración
heterogénea de la multitud son aspectos de la formación que deben ser también
considerados en el uso de las armas menos letales

NORMAS PARA EL USO DE AGENTES QUIMICOS

1 El uso de la fuerza esta solamente autorizado cuando el objetivo sea


razonable y para un fin legítimo.
2 El personal policial se circunscribirá al uso escalonado de la fuerza para
determinar el grado de respuesta apropiado.
3 Solo se utilizará el grado de fuerza que sea razonable a las circunstancias
que se presente y resulte necesario para controlar la situación.
4 El modelo del uso racional de la fuerza establece que, a mayor resistencia,
mayor fuerza estará autorizado a utilizar y viceversa, a menor resistencia
menos fuerza deberá utilizarse, el incremento o disminución del uso de la
fuerza será proporcional a la situación planteada.
5 A la hora de utilizar el spray, deben tomarse en cuenta factores como:
 Gravedad de la situación
 Cuantas personas intervienen
 Qué nivel de resistencia ofrece la situación
 Presencia en el lugar de terceros u otras personas
 Si es un espacio abierto o cerrado
 Si los sospechosos son mayores o menores de edad
6 El uso de spray o gas pimienta OC., será el único agente químico permitido
para portar por el personal policial, para su uso en las circunstancias que lo
ameriten, dicho personal debe estar debidamente adiestrado y certificado
por el departamento capacitación continua o el área que se determine a tal
efecto.
7 De ocurrir un incidente en el que se pueda anticipar el uso de gas pimienta el
personal interviniente notificara a la central solicitando la colaboración de
personal médico en el lugar. Esta notificación es particularmente importante

133

MANUAL DE T.P.R.I
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cuando se prevé el uso a personas que estén bajo la influencia de drogas,


exhibe conductas con respecto a problemas mentales, excitación o delirio o
presenta amenazas para sí mismo, como el caso de suicidas.
8 Cada situación que requiera el uso de gas pimienta contra una persona o
multitud, constituye un uso de fuerza independiente, por lo tanto, queda bajo
la estricta responsabilidad del operador, debiendo a posterior poder justificar
y explicar en forma detallada el procedimiento.
9 Antes de realizar el aplique de gas pimienta, el personal debe estar seguro
de que el o los sospechosos pueden entender y cumplir con los comandos
verbales que se le/s indiquen.
10 Antes de proceder es conveniente que el personal policial cuente con el
apoyo de otro personal que le brinde cobertura y/o asistencia en el arresto,
ya que el empuñamiento del gas o spray dificultara en caso de ser necesario
empuñar su arma letal.
11 Luego de la aplicación del gas se procederá a la aprehensión del sujeto con
las precauciones que la situación requiera.
12 El uso de gas pimienta o spray OC., bajo ninguna circunstancia tiene el
propósito de reemplazar el uso del arma letal, sino que será un elemento
intermedio de la escala del uso de la fuerza, entre el uso de mano vacía y el
uso del arma potencialmente letal.

USO Y PORTACION PERMITIDO

1. El personal policial de la Policía de la Provincia de Córdoba, portara


solamente el envase de gas pimienta que haya sido provisto por la División
Armamento y Equipo o el área que la reemplace.
2. Deber ser %100 biodegradable
3. Debe tener base soluble
4. No debe contener alcohol ni otra base inflamable
5. Poseer un seguro o interruptor, a los fines de evitar cualquier aplicación
accidental
6. El patrón de rociado debe ser en lo posible controlado de manera tal que
evite contaminación cruzada
134

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

7. El tamaño del envase no debe superar los 500cc. Para el personal


convencional
8. Sera portado en el correaje, del lado inhábil y a posterior de los cargadores
auxiliares

En caso de exposición accidental al contenido de su spray de pimienta

• Quítese inmediatamente las lentes de contacto y la ropa contaminada.


• Enjuague la zona contaminada con grandes cantidades de agua fría o una solución
diluida de bicarbonato de sodio.
• Exponga la zona al aire libre tan pronto como sea posible. No aplique pomadas,
cremas, aceites o lociones ya que pueden atrapar el agente irritante contra la piel y
provocar ampollas o quemaduras. Consulte a un médico si la irritación persiste.
• La ropa contaminada debe lavarse o limpiarse en seco, según proceda, antes de
volver a utilizarla para evitar lesiones en la piel.
Precaución: el incumplimiento de estas instrucciones puede provocar
quemaduras de primer o segundo grado, irritación grave de la piel,
despigmentación u otras lesiones cutáneas.

Almacenamiento, contención y transporte del gas OC.

• Almacene su aerosol de pimienta en área seca fresca lejos del calor, de la llama o
de la luz fuerte.
• No lo almacene en un ambiente donde la temperatura puede exceder los 120
grados F (50 grados C) tales como un vehículo cerrado.
• El cartucho de Spray de pimienta puede salir de sobre presurización y no funciona
correctamente.
• No guarde la unidad en un ambiente frío a menos de 32 grados F (0 grados C).
Esto puede causar despresurización y la pérdida de rango efectivo.

Vencimiento del Gas Pimienta OC

135

MANUAL DE T.P.R.I
DEFENSA PERSONAL POLICIAL

Los Sprays de pimienta tienen una vida útil de aproximadamente cuatro años
(dependiendo la marca) a partir de la fecha de fabricación y cada unidad o envase tiene
una fecha de caducidad. Una unidad caducada no tendrá la cantidad de presurización
necesaria para pulverizar adecuadamente. Las unidades caducadas deben eliminarse de
acuerdo con todas las regulaciones a nivel internacional.
“Se recomienda, comprar una unidad nueva cada dos o tres años para asegurarse
de que siempre está seguro”

Patrones de Rociado

Nuestro spray de pimienta se crea con Oleoresin capsicum (OC). Es una sustancia natural
que se deriva de pimientos picantes. El segundo ingrediente más grande es agua filtrada
tres veces. Los patrones de rociado pueden ser en chorro directo o cónico.

Sus versiones son definidas dependiendo del escenario: gaseoso- liquido-espuma.

TASER Y PHAZZER

Esta arma fue inventada por el científico de la NASSA, Jack Coverl entre 1966 y
1974, encargado del aterrizaje del APOLO 13 en la luna.

Funciona con una capacidad de 50.000 voltios de potencia o fuerza y 0,036 mA. de
corriente (no letal), teniendo en cuenta que la máxima descarga resistible por el cuerpo
humano es de 0,25mA.

Esta descarga de fuerza y corriente, actúa directamente sobre el sistema central nervioso,
elevando su capacidad y neutralizando el sistema sicomotor del cuerpo, la parte
mecánica. (LOS MUSCULOS).

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Tiene la capacidad de almacenar 1500 registros REGISTRA DIA, MES, AÑO,


HORA, TEMPERATURA, AMBIENTE Dentro del cartucho
contiene una serie de partículas en las cuales aparecen registradas las especificaciones
del mismo y su serial, estableciéndose así
quien hizo uso del arma.

Actúa en una forma más rápida y


efectiva que el arma de fuego. En sus
modelos puede acoplarse a un arma larga,
tienen la capacidad de 300 descargas, mira
laser, cámara de video y linterna.

BASTON PR24 O TONFA

El P.R.24 y el bastón policial son armas de letalidad controlada, su uso marcará la


fuerza y daño que genera. Correctamente utilizados pueden ser una excelente
herramienta para control y disuasión, pero su mal uso puede desencadenar una lesión
grave e incluso la muerte de una persona. Si bien forma parte en la clasificación de armas
no letales, podría encuadrarse su aplicación como “armas menos letal” o de letalidad
controlada.

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TONFA: elemento de campo que se usaba para girar la rueda de un molino o de


labranza luego incorporado como arma en el uso de las artes marciales de Oriente.

P.R.24: En su definición policial, (P) Prevenir, (R) Restringir, 24 (24 pulgadas “61
cm.”, es lo que mide de punta a punta), o sea, un recurso policial de 24 pulgadas. Si bien
la Tonfa pudo ser la inspiración para la creación del P.R.24 diseñado por un policía de
U.S.A. Lon R. Anderson; el material que ocupa a la función policial es el P.R.24 ya que
está diseñado exclusivamente como elemento de prevención, disuasión, control y traslado
de personas para uso policial. Con un tamaño diferente y más adecuado a la función.

El PR24 es un instrumento de gran eficacia en los servicios policiales. Es un arma


auxiliar policial de medio alcance, y correctamente utilizado, no letal. A través de la
práctica y la ejercitación continua podremos utilizar todo su potencial.

Es una herramienta disuasiva y de defensa que potencia el control de personas, da


gran ventaja como auxiliar de protección frente a multitudes, además funciona como un
instrumento de protección en caso de que exista un ataque con armas contundentes, o
punzocortantes que ponga en riesgo la seguridad del funcionario policial.

Es de suma importancia que el policía conozca y aprenda su uso correcto, lugares


de posibles impactos, donde no impactar, sus diferentes partes y aplicaciones y la
diversidad de su uso en la función policial.

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BASTÓN EXTENSIBLE:

Es una herramienta expandible de control e impacto extremadamente práctica y un


recurso importante frente a agresores armados con elementos de impacto o punzo
cortantes siempre que conozca su correcto uso.

Puede ser utilizado sin apertura como se mostrará o bien abriendo sus dos brazos
telescopio que operan por cerradura de fricción (cada brazo se traba con la cerradura del
anterior).

ANTECEDENTES HISTORICOS DEL BASTON TELESCOPICO


Origen del bastón extensible

Ya desde comienzos de la época feudal japonesa se optaba por emplear un Tambó o


bastón corto, o un bokken (espada de madera) cuando un samurái de rango superior
debía batirse con alguno de sus pares de menor rango. Con el correr del tiempo, en las
fuerzas policiales de casi todo el mundo se implementó en su equipamiento algún tipo de
bastón como elemento accesorio contundente, utilizable a la hora de resolver situaciones
de violencia, sin contar aquellas en las que dicho bastón era el único medio del que
disponían para toda circunstancia, sin importar la diferencia entre los riesgos que aquella
pudiera presentar.

En virtud a esto y a la diversidad de excesos de todo tipo que se producían con esta
herramienta, en donde debido a una falta de capacitación y celo en el uso del elemento
podían observarse de manera reiterada a policías cargando sin control contra

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manifestantes pasivos, o palizas propinadas a los detenidos que ya se encontraban


asegurados y sometidos, hicieron que la opinión y la imagen pública en general del policía
portando y utilizando el bastón fuera repudiado por diversas sociedades a nivel mundial. A
esto se sumaba la excesiva fuerza de impacto y la gravedad de las lesiones provocadas
por ese mismo uso desmedido y sin control.
Por la década del '60 la policía japonesa instrumentó entre sus filas la utilización del
bastón telescópico como herramienta adicional al arma de fuego.
El bastón extensible en el lado occidental tiene sus orígenes en los Estados Unidos allá
por los '80, y surge como resultado de una larga discusión sobre las ventajas y
desventajas de portar un arma de impacto entre policías y en el Servicio Secreto, cuya
misión es la de proteger al presidente, en la que trabajaban de traje (de civil). Hasta ese
momento, los bastones rígidos de madera eran de uso cotidiano en las fuerzas de
seguridad y policiales.

El bastón telescópico, aunque inicialmente fue diseñado para la comodidad de los


policías uniformados, rápidamente fue integrado como elemento indispensable en
unidades de civil y escolta, siendo alguno de los motivos:
• Su fácil porte, al guardarse plegado en su funda colgada del cinturón, parece
una linterna.
• Su diseño de tubos huecos reducen notablemente la fuerza del impacto sin
restarle la efectividad al golpe, dando al impacto, mayor efectividad y menos
lesividad , debido a que el golpe produce inhibición motora(ondas de
choque) y no penetra tanto como cuando se realiza con un bastón policial
tradicional macizo.
• Su poder de intimidación, el bastón telescópico al ser desplegado el ruido
que genera es muy parecido al que se produce al montar el arma de fuego,
esto unido al efecto visual sobre el individuo que de observar al efectivo con
lo que en principio parecía una linterna en la mano (bastón telescópico
plegado), con un leve gesto de la muñeca tiene una especie de defensa y
que a su vez ha generado el ruido de un arma de fuego hace que el
individuo, en numerosas ocasiones deponga su actitud.

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

• Su gran adaptabilidad ha permitido el desarrollo y elaboración de sistemas


de formación en el uso de bastón telescópico, que comprenden tanto su uso
en su versión plegada contemplando todo tipo de técnicas de control,
reducción, inmovilización, bloqueo y traslado, etc.
El bastón policial telescópico como cualquier otro elemento (arma) del que se dota
a los policías no está exento de la polémica que se genera con todo este tipo de
elementos o medios no letales, pero aun así continua siendo una de las elecciones
de muchísimos cuerpos policiales ya que es un elemento intermedio entre el uso
de las manos vacías y el uso de las armas de fuego, que tiene aplicación en gran
variedad de situaciones tales como:

• Cuando el efectivo policial debe enfrentarse a personas agresivas que le


superan en fuerza física.
• Cuando el efectivo policial debe presentarse ante un grupo de personas
alteradas y potencialmente lesivas.
• Cuando el efectivo se presente ante situaciones con uso de armas blancas a
distancias muy cerradas donde la extracción del arma no es efectiva.
• Cuando el efectivo enfrenta agresiones con objetos contundentes (palos,
candados de motos, cascos), y el uso del arma de fuego seria
desproporcionado.

Fuerzas Policiales que usan el bastón extensible

Muchísimas fuerzas policiales en el mundo utilizan medios alternativos no letales o de


letalidad controlada para potenciar la fase intermedia entre las manos y el arma de fuego,
y exclusivamente hay sectores de determinados países en donde sus efectivos
directamente no portan armas de fuego pero están equipados con porra, bastón
extensible y gas pimienta, en una política socio-cultural acorde a este equipamiento, sin
uso de armas letales en los microcentros de la grandes urbes de ese país, a lo que a
modo de ejemplo podemos citar:

Reino Unido
Irlanda

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Islandia
Noruega
Nueva Zelanda

TIPOS DE BASTON, PARTES Y MATERIALES

Tipos de bastón extensibles

Por su material de fabricación:

 Los denominados de polímero o de plástico: Son los


más endebles de los bastones telescopios, no dan
fiabilidad alguna a la hora de realizar alguna técnica, ya
que pueden partirse. Por ello no es recomendable su
uso para la actividad policial.

 Bastones de metal: Esta es la mejor elección entre los


bastones por su fiabilidad y su dureza, resiste a todas
las maniobras que se puedan llegar a utilizar.

 Los de metal y polímeros (híbridos): Estos suelen tener


la última parte de metal y las dos primeras de polímero,
al igual que los construidos con polímeros no son
fiables, ya que se doblan y se parten con facilidad

Partes del bastón extensible

TIPOS DE BASTONES POLICIALES TELESCOPICOS Y CARACTERISTICAS DE SU


FUNCIONAMIENTO

Sea cual fuere el tipo de bastón telescópico o extensible, metálico o de polímero,


independientemente del sistema de acción que posea, bien sea por inercia de masas o

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por presión dactilar, todos están compuestos por tres tramos o secciones que una vez
desplegadas quedan bloqueadas y perfectamente rígidas.

TIPOS DE BASTONES TELESCOPICOS POR ACCIONAMIENTO

Dependiente de tipo de accionamiento podemos encontrar los siguientes tipos de


bastones telescópicos:

• POR INERCIA DE MASAS: Estos bastones se activan ejerciendo


forzosamente de un movimiento brusco y seco bien hacia abajo o hacia arriba,
quedando las secciones o tramos del bastón bloqueados por fricción; para poder
cerrar este tipo de bastones telescópicos deben golpearse verticalmente contra una
superficie dura, normalmente al suelo o la pared.

Bastón de apertura por inercia de masas:

El bastón está constituido por tres tramos o secciones que cuando se despliegan queda
unidos perfectamente, a continuación se mencionara el nombre de las partes, el mismo
está compuesto por 5 partes:

Talón: Se encuentra en la base del bastón, en algunos bastones se les puede enroscar
accesorios como tapones para romper ventanas.

La empuñadura: Es la parte del batón donde se ocultan las otras dos secciones cuando
se encuentra en estado plegado, normalmente está compuesto por materiales
antideslizantes.

Cuerpo medio: Es la parte central del bastón, que une la empuña con el tramo final.

Tramo final: Última sección del bastón la cual se utiliza para golpear en caso de hacerlo.

Punta: Va enroscada en la parte final pudiendo ser esta intercambiada por otro tipo de
accesorio.

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PUNTA

TRAMO MEDIO

TRAMO FINAL

EMPUÑADURA

TALÓN

PRESTACIONES Y VENTAJAS DEL USO DE BASTON

DESCRIPCIÓN DEL BASTÓN POLICÍAL EXTENSIBLE


El bastón policial extensible es un instrumento que se ha sumado a las nuevas pautas
modernas policiales, como arma NO LETAL y que se adecua perfectamente a los
principios establecidos en el Ordenamiento Jurídico que regula el uso policial de la
fuerza.
Su uso en el equipo individual de todo efectivo policial proporciona un elemento
intermedio entre el uso de la fuerza a manos vacías y el uso del arma de fuego.
Existen un sin número de situaciones en las que el uso de la fuerza física del policía no es
suficiente para controlar la situación, pero tampoco sería proporcional el uso del arma de
fuego. Son en esas situaciones complicadas donde el efectivo necesita una herramienta
que incremente de algún modo su poder defensivo para el uso proporcional de la fuerza,
como lo es el bastón extensible propuesto. Así mismo, es un perfecto medio auxiliar para
realizar conducciones policiales o controles de individuos, y puede ser empleado en
diferentes momentos y procedimientos policiales como instrumento para llevar a cabo
rescates o/y romper puertas, ventanas, cristales, etc.
Técnicamente se puede describir como:
• Un instrumento policial compuesto de tres tramos que una vez extendido queda
perfectamente rígido para ser usado como defensa policial.
• Se extiende por inercia y queda bloqueado por fricción.
• Para cerrarlo basta aplicar el bastón perpendicular al suelo.

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• En el extremo dispone de una punta sin ángulos cortantes o punzantes, y no presenta


cantos ni ángulos vivos que puedan producir una lesión (a diferencia de las costuras de
algunas defensas convencionales).
• Un muelle interior permite ajustar la fuerza de extensión.
• En el mercado existen diferentes tamaños que se adecuan a las diferentes necesidades
del servicio.

VENTAJAS DEL BASTÓN POLICIAL EXTENSIBLE EN RELACIÓN CON OTROS


BASTONES POLICIALES
El uso del bastón policial extensible proporciona al agente unas ventajas añadidas al uso
de las tradicionales porras, bastones rígidos o tonfas:
1º- Fácil portabilidad: Siempre va con el efectivo, y por lo tanto nunca se olvida en el
vehículo. No se produce balanceo en la cintura. Gran comodidad.
2º- Gran discreción: No llama la atención al portarla en el cinturón de servicio,
confundiéndose con una linterna de mano. No rompe con la estética del uniforme y la
imagen del cuerpo.
3º- Imagen de policía amigo: Tanto al portarlo, como cuando está en la mano, no da una
imagen y aspecto agresivo o negativo al agente. Reduce el perfil de violencia policial.
Permite acercarse a los sospechosos de forma plegada y discretamente y, si la situación
lo requiere, extenderlo en fracciones de segundos.
4º- Efecto psicológico: El impacto psicológico que produce en el delincuente en el
momento de su apertura es enorme, puesto que el ruido de los tramos al extenderse es
similar al montaje de un arma de fuego. En la mayoría de las ocasiones el delincuente
depone su actitud y las situaciones de conflicto se solucionan con la sola apertura del
bastón por parte de los efectivos.
5º- Facilidad y eficacia en su uso: Permite concentrar toda la energía en los puntos del
sistema de inhibición motor, sin necesidad de causar lesiones, evitando las contusiones y
moretones que tan malos resultados forenses han dado. Su uso disminuye el número de
sentencias desfavorables para los miembros del Cuerpo de Seguridad en los juicios.
Menor número de lesiones en los delincuentes y una mejor imagen para la Institución.
6º- Tanto de civil como uniformados: Es ideal para servicios que exigen discreción:
protección de personas y escoltas, policía judicial, información, etc. De gran ayuda en los
servicios de conducción de presos para poder ser manejado en el interior de espacios
reducidos, como móviles, autobuses de traslado con que se realiza este servicio.
Perfecto para policías motorizados.
7º- Facilidad en uso del manejo del bastón: Los movimientos y las técnicas de
protección y de neutralización se adquieren rápidamente pero requieren de un
entrenamiento continuado y riguroso.
8º- Como instrumento de rescate: De gran utilidad para los miembros del Cuerpo de
Seguridad en el caso de intervenir en el auxilio y rescate de personas atrapadas en el
interior de vehículos ya que se puede hacer palancas con él y puede ser utilizado para
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romper los cristales de vehículos y proceder a la extracción de personas atrapadas o


heridas.

USO DEL BASTÓN POLICIAL EXTENSIBLE


-Uso del modo cerrado: Forma discreta que no representa ninguna actitud agresiva o
coercitiva, y puede confundirse fácilmente con una linterna de mano.
El efectivo puede portarlo en la mano en el accionar policial que así lo requiera, como dar
protección a un compañero, afrontar una posible situación de alerta, etc., sin causar
alarma social y cuidando la imagen de la Institución durante la intervención, y a la vez,
proporcionar seguridad al policía.
-Uso del modo abierto: Su apertura produce un gran impacto psicológico, gran poder de
disuasión, aumenta considerablemente la distancia con el agresor y proporciona
seguridad al efectivo.
Modos de abrir el Bastón:
• Hacia arriba: Forma disuasoria.
Cuando se abre el bastón hacia arriba, el agente muestra en toda su dimensión el arma
que tiene en la mano.
De esta manera se suma el impacto visual con el sonoro del bastón al abrirse para poder
controlar la situación policial de forma disuasoria empleando el impacto psicológico de la
apertura del bastón.
Además, una vez abierto, descansará en el hombro para poder ser utilizado de forma muy
versátil utilizando diferentes técnicas.
• Hacia abajo: Forma discreta.
Esta forma de abrir el bastón permite al agente tenerlo preparado para su uso de forma
que casi no se note cuando se acomode al costado de la pierna.
Puede ser usado de esta manera para dar protección al compañero o para tener el bastón
listo para utilizar en aquellas situaciones en que sea requerido.

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BIBLIOGRAFÍA

1. Principios básicos sobre el empleo y de armas de fuego por los funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley, Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y
tratamiento del delincuente, celebrado en la Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre
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2. Constitución de la Nación Argentina y sus tratados Internacionales.
3. Código Penal de la Nación
4. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba
5. Manual de Capacitación en el Uso de la Fuerza de la Policía Federal Argentina, / Sergio
Berni, 1ra edición, Bs As, Ministerio de Seguridad de la Nación, año 2015
6. Ales, C., (comp), Regulación y Control del Uso de la Fuerza en Argentina, Ministerio de
Seguridad de la Nación, Buenos Aires, Argentina, Noviembre de 2017.
7. Defensa Policial - colección de manuales para formación de formadores Nº2, Ministerio de
Seguridad de la Nación, 2018.
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Asamblea General, Resolución 34/169, 17 de diciembre de 1979.
9. Manual Básico del policía preventivo – México, 2009.
10. Breve manual de sociología general, Editorial Biblos, Buenos Aires
11. Ley 24059 de Seguridad Interior.
12. Resolución Nº 1069/2012 del Ministerio de Seguridad de la Nación, PROGRAMA SOBRE
USO DE LA FUERZA Y EMPLEO DE ARMAS DE FUEGO
13. RAE (Real Academia Española) Diccionario esencial de la lengua española, 2006.
14. Fundamentos de la biomecánica del aparato locomotor. -
http://www.edvillajunco.es/doc/7_fundamentos_de_la_biomec%c3%a1nica_del_aparato_locomoto
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15. MAIER, Julio B. J., Derecho procesal Penal: parte general: actos procesales, t. III, 1ª
edición, Ciudad autónoma de Buenos Aires, Ed. Del Puerto, 2011, p. 195
16. https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/por-que-a-las-manillas-que-usa-la-
policia-se-les-llama-esposas/
17. -Maximiliano Hairabedián “Requisas y Otras Inspecciones Corporales” Ed. Astrea- Buenos
Aires – 2013
18. -Publicación preparada por el centro regional de las naciones unidas para la paz, el desarme

y el desarrollo en américa latina y el caribe (unlirec)-2016

147

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DEFENSA PERSONAL POLICIAL

19. -Aspectos epidemiológicos de la medicina interna en Venezuela medicina interna (caracas),

usos y abusos de los gases lacrimógenos y la salud: prevención y manejo Alejandro rísquez p.

20. -https://es.wikipedia.org/wiki/aerosol_de_pimienta

21. -Guía primeros auxilios-cruz negra año 2001 primera edición en castellano

22. -Ley de personal policial n° 9728

23. -decreto reglamentario 395/75 de la ley nacional de armas y explosivos 20.429


24. http/ Word Reference.com – On line Language Dictionaries-Wikipedia la enciclopedia libre

Agradecimientos: a todo el equipo de trabajo de la División Defensa Personal Policial por el esfuerzo,
sacrificio y vocación manifestada día a día, y muy especialmente al Of Insp. Maximiliano Duarte por ser uno
de los precursores de este Manual cuyas páginas llevan gran parte de sus conceptos.

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