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La división del trabajo social.

Emile Durkheim
El texto de Emile Durkheim, en su libro “La división del trabajo social", aborda la creciente
conciencia y efectos de la división del trabajo en las sociedades. Durkheim menciona que, aunque
este fenómeno ha existido por mucho tiempo, fue Adam Smith quien teorizó sobre él y acuñó el
término. En la actualidad, la división del trabajo se ha generalizado, especialmente en la industria,
donde las ocupaciones se han especializado cada vez más. Incluso la agricultura ha sido afectada.
Durkheim sostiene que la división del trabajo es considerada una ley superior y una condición
necesaria para el progreso. Además, señala que esta división también se ha observado en áreas
como la política, la administración, la justicia, el arte y la ciencia. Los sabios y científicos se han
vuelto más especializados en campos específicos, y la función científica se ha vuelto más
autónoma, centrándose en problemas específicos. La relación entre la división del trabajo y la
biología, argumentando que la división del trabajo no es solo una institución social, sino también
un fenómeno biológico que se encuentra en organismos y sociedades. Se plantea que la
especialización de funciones es una ley general en la naturaleza y que las sociedades se ajustan a
esta ley. Se plantea la pregunta de si la división del trabajo es una regla moral de la conducta
humana y cuál debería ser nuestra orientación moral hacia ella. Se reconoce que la división del
trabajo es fundamental para el orden social y que cada vez más se considera como un deber. Sin
embargo, también se menciona que ha habido una tendencia hacia una cultura general dispersa, y
se argumenta a favor de una concentración de actividad y una elección de roles específicos. Se
critica la falta de compromiso y la indeterminación en aquellos que no eligen un papel definido. En
resumen, el texto plantea cuestiones sobre la relación entre la división del trabajo, la biología y la
moralidad, y reflexiona sobre las implicaciones de esta división en la sociedad.
La relación con la moral y la sociedad. El autor plantea que la división del trabajo no solo es una
institución social, sino también un fenómeno biológico que se aplica tanto a los organismos como a
las sociedades. Se menciona que la especialización de las funciones en un organismo o una
sociedad puede llevar a un mayor desarrollo y que la división del trabajo es una ley natural que
afecta profundamente la constitución moral de los individuos.
El texto también presenta dos tendencias opuestas con respecto a la división del trabajo: por un
lado, se enfatiza la importancia de la competencia y la dedicación a una tarea específica,
considerando que la perfección moral radica en la capacidad de cumplir una función útil y
producir servicios. Por otro lado, se plantea la preocupación de que una especialización excesiva
pueda tener efectos negativos, y se mencionan opiniones que critican la pérdida de la amplitud
de habilidades y la preocupación por una cultura general en favor de la especialización.
El texto también señala el conflicto entre la necesidad de especialización y la búsqueda de un ideal
común para todos, lo cual genera inquietudes y contradicciones en la opinión pública. Se reconoce
que la vida moral está compuesta por elementos antagónicos y que este conflicto puede perturbar
la conciencia moral de las naciones.
Se critica el método utilizado por los moralistas para decidir sobre el valor moral de un precepto.
Se argumenta que las fórmulas generales de moralidad no son más que enunciados abstractos de
una legislación ideal y no reflejan los caracteres esenciales de las reglas morales de una sociedad
en particular. Además, se señala que estas generalizaciones suelen ser parciales y reflejar las
aspiraciones personales y necesidades individuales, en lugar de ser criterios objetivos para evaluar
la moralidad de las prácticas.
En el segundo fragmento, se aborda el tema de la división del trabajo. Se sostiene que, para
apreciar objetivamente la división del trabajo, es necesario estudiarla en sí misma y comprender su
función y sus relaciones con otros fenómenos morales. Se menciona que, si la división del trabajo
desempeña un papel similar a otras prácticas morales y se desvía del estado normal en ciertos
casos, se debe clasificar entre esas prácticas. El autor propone dividir el estudio en tres partes:
determinar la función de la división del trabajo, identificar sus causas y condiciones, y clasificar
las formas anormales que presenta.
Discusión en torno al valor moral de la división del trabajo y la necesidad de abordar las cuestiones
de hecho relacionadas con este tema. Se menciona que el debate se ha centrado más en la falta de
acuerdo sobre la fórmula general de la moralidad que en el análisis de los hechos reales
relacionados con la división del trabajo.
Se critica la tendencia de analizar la naturaleza, el funcionamiento y las causas de la división del
trabajo basándose únicamente en las nociones individuales que cada persona tiene al respecto. Se
argumenta que este enfoque no permite llegar a conclusiones científicas sólidas. A lo largo de la
historia, se afirma que la teoría de la división del trabajo ha progresado poco debido a la
insistencia en ejemplos y observaciones superficiales, hasta que los socialistas ampliaron el campo
de investigación al comparar la división del trabajo en las fábricas actuales con la de los talleres del
siglo XVIII.
Para comprender objetivamente la división del trabajo, se sostiene que no es suficiente desarrollar
nuestras propias ideas sobre el tema, sino que es necesario tratarlo como un hecho objetivo,
observarlo y compararlo con diversas situaciones. Se sugiere que los resultados de estas
observaciones difieren con frecuencia de las concepciones preconcebidas.
De la división del trabajo social" es una obra importante del sociólogo francés Émile Durkheim,
publicada en 1893. En este libro, Durkheim explora el fenómeno de la división del trabajo en la
sociedad y su impacto en la cohesión social.
Durkheim sostiene que la división del trabajo es un factor fundamental en el desarrollo de la
sociedad y juega un papel crucial en la formación de la solidaridad social. Examina cómo la
sociedad pasa de una forma primitiva de solidaridad mecánica, basada en la similitud y la cohesión
de sus miembros, a una forma más avanzada de solidaridad orgánica, basada en la
interdependencia de las diferentes partes y funciones sociales.
El autor argumenta que a medida que la división del trabajo se intensifica en la sociedad moderna,
aumenta la interdependencia entre los individuos y los grupos. Esta interdependencia resulta en la
necesidad de desarrollar reglas y normas sociales para regular las relaciones y garantizar la
cohesión social. Durkheim introduce los conceptos de conciencia colectiva y conciencia individual
para explicar cómo se mantienen y se fortalecen los lazos sociales en diferentes tipos de
sociedades.
Durkheim también examina los efectos patológicos de la falta de solidaridad social, como el
egoísmo y la anomia (una falta de normas sociales claras), y cómo estos pueden generar
problemas sociales y disfunciones en la sociedad. Propone que la solidaridad orgánica es crucial
para mantener una sociedad cohesiva y estable en la era moderna.

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