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Guia Durkheim

Durkheim definió la sociología como la ciencia de las instituciones, las costumbres y las
creencias de la sociedad. Creía que el objeto de estudio de la sociología era el estudio de los
hechos sociales. Los "hechos sociales" son fenómenos que existen fuera de la voluntad
individual y tienen un impacto coercitivo en la vida de las personas. Durkheim sostenía que
estos hechos sociales eran el objeto adecuado de estudio de la sociología porque
representaban una realidad social que trascendía a los individuos y ejercía una influencia
poderosa sobre su comportamiento.

Para Durkheim, los hechos sociales incluían normas, valores, instituciones, rituales y otras
formas de comportamiento colectivo que eran parte integrante de la sociedad. Creía que la
sociología debía analizar y comprender estos hechos sociales para comprender cómo la
sociedad funcionaba y cómo los individuos se relacionaban entre sí en el contexto de las
estructuras sociales.

El poder de coerción que los fenómenos sociales ejercen sobre los individuos es siempre un
poder social, su base es lo colectivo, en tanto obligante, y permite entender por qué la acción
social en Durkheim es siempre una acción colectiva.

Esta coacción —social— tiene formas específicas de manifestación, a través de la estructura


institucional de la sociedad; “todas las creencias y formas de conducta instituidas por la
colectividad.” La estructura social define —en términos de costumbres, normas y leyes— los
límites del comportamiento social posible, hecho destacado por Durkheim cuando afirma que
“la estructura política de una sociedad no es más que la manera como los distintos segmentos
que la componen han tomado la costumbre de vivir entre sí.

Durkheim planteaba un método positivista basado en un modelo organicista (fisiología y


anatomía), mediante la cosificación de la sociedad, es decir, que analizaba a la sociedad
mediante hechos sociales que él mismo establecía como “cosas”, con el fin de estudiar a la
sociedad como parte de la naturaleza (positivismo). Dichos fenómenos sociales eran
comprobados de manera empírica, es decir, que se basaba puramente en la observación de
dichos hechos mediante su comparación con la realidad, estableciendo una ruptura con los
métodos de aquellos autores considerados como fundadores de la Sociología Clásica (Comte,
Spencer, Saint-Simon, etc.).

Para Durkheim, la conciencia colectiva es una fuerza que une a los individuos en una
comunidad y les proporciona una sensación de pertenencia y cohesión social. Esta conciencia
colectiva se desarrolla a través de la interacción social y se transmite de generación en
generación a través de la socialización y la educación.

La conciencia colectiva juega un papel fundamental en la regulación del comportamiento


social. Establece las normas y valores que guían las acciones de los individuos y proporciona un
marco de referencia para juzgar lo que es aceptable o inaceptable en una sociedad en
particular.

El esfuerzo teórico más importante de Durkheim, en relación con el problema de qué es y


cómo es posible la sociedad, se revela en su obra De la división del trabajo social, en la que
desarrolla el concepto de solidaridad, elemento que determina la unión de los segmentos y
posibilita la existencia de la sociedad, y define sus dos tipos: la solidaridad mecánica y la
solidaridad orgánica, que corresponden a dos tipos de sociedad:
 El primer tipo de sociedad, a la que corresponde la solidaridad mecánica, es definida
como un conjunto más o menos organizado de creencias y sentimientos comunes, cuya
estructura está constituida por un conjunto de segmentos homogéneos y semejantes
entre sí. Debido a su semejanza, estos segmentos tienden a combinarse
mecánicamente para formar, como lo define Durkheim, el tipo colectivo.
 En la definición del segundo tipo, a la que corresponde la solidaridad organica, la
sociedad es visualizada como un sistema de funciones especializadas que mantienen
entre sí relaciones específicas. los elementos sociales están coordinados y
subordinados unos a otros alrededor de un mismo órgano central que ejerce sobre el
resto del organismo una acción reguladora.

En el estudio de sociedades particulares no se encuentra pura solidaridad mecánica o pura


solidaridad orgánica, ya que “estas dos sociedades no forman más que una. Son dos fases
de una sola y única realidad”, según Durkheim. señala específicamente que, a medida que
aumenta la solidaridad orgánica, disminuye la mecánica, en un proceso en el que la
división del trabajo adquiere características generadoras. Es el elemento que permite
explicar el pasaje de un tipo de estructura social a otra, el que en condiciones normales
genera solidaridad orgánica entre los segmentos diferenciados, otorgándoles organización
y estabilidad.

Varios autores han señalado la peculiar relación de esta obra con algunas de las tesis de
Marx. El objeto de estudio, la división del trabajo, parecería indicar un interés común. Y de
hecho es así, siempre y cuando nos estemos refiriendo a una concordancia en términos
generales acerca del proceso de diferenciación y complejizarían estructural que trae
consigo todo cambio social.

Para ambos el desarrollo histórico social se manifiesta como una creciente diferenciación
de las tareas sociales, una creciente complicación estructural, una progresiva complejidad
de las formaciones de conciencia. l La discrepancia radical entre Marx y Durkheim se
plantea en el propio ámbito de su relativa convergencia: al establecer el sentido de la
división del trabajo y de su desarrollo histórico social, la dialéctica y el análisis estructural
funcional se oponen absolutamente. Marx sitúa en aquel hecho fundamental el origen de
todas las contradicciones sociales, la raíz de la enajenación humana. Para Durkheim, el
creciente desarrollo de la división del trabajo da lugar a tipos de estructuras sociales que
presentan la más alta forma de integración social, la solidaridad orgánica en cuyo horizonte
los individuos alcanzan su máximo desarrollo personal.

En tanto que Marx centra su atención sobre las relaciones de dependencia entre grupos
sociales en una sociedad, Durkheim plantea como Su principal tema de investigación la
relación entre individuo y sociedad. Su preocupación principal es explicar por qué a pesar
de que el individuo es cada vez más autónomo y se diferencia de los otros individuos, al
mismo tiempo depende en mayor medida de la sociedad.

Para Durkheim ésta es una contradicción aparente, que se resuelve mediante la


introducción en el análisis de la idea de solidaridad social y de su proceso de
transformación relacionado directamente con el desarrollo de la división del trabajo social:
*“nos pareció que lo que resolvía esta aparente antinomia es una transformación de la
solidaridad social, debida al desarrollo siempre más considerable de la división del trabajo.
He aquí cómo nos vimos llevados a hacer de esta última el objeto de nuestro estudio”
Señalado el objeto de estudio, Durkheim plantea la metodología adecuada para tratarlo
científicamente: se lo debe observar, describir, clasificar y encontrar las leyes que permitan
su explicación. Para poder realizar esto último, es preciso descubrir en el objeto de estudio
“algún elemento objetivo que implique una determinación exacta y, si es posible, la
medida”

Émile Durkheim tenía una perspectiva particular sobre los conceptos de normalidad,
patología, anomia y coacción en el contexto de la sociedad industrial emergente.

 Normalidad: Para Durkheim, la normalidad se refiere al estado de equilibrio y


cohesión en una sociedad. En una sociedad normal, las normas y valores
compartidos por los individuos están en consonancia, y existe una integración
social efectiva. La normalidad implica un sentido de solidaridad y cohesión
entre los miembros de la sociedad.

 Patología: La patología, en contraste, se refiere a un estado de desequilibrio o


disfunción social. En una sociedad patológica, las normas y valores son
inestables o están en conflicto, lo que puede dar lugar a tensiones y conflictos
sociales. La patología es una condición anormal que amenaza la estabilidad de
la sociedad.

La anomia es un concepto clave en la obra de Durkheim. Se refiere a un estado de


desorganización social en el que las normas y los valores son ambiguos, débiles o están
ausentes. Durkheim identificó la anomia como un problema especialmente relevante en las
sociedades industriales en rápido cambio. Argumentaba que la transición de las sociedades
tradicionales a las industriales podía llevar a la anomia debido a la ruptura de las antiguas
formas de solidaridad y la falta de adaptación de nuevas normas a la nueva realidad. La
anomia podía dar lugar a comportamientos desviados y crisis sociales.

La coacción, en el contexto de Durkheim, se refiere a la influencia de la sociedad en el


individuo para que cumpla con las normas y valores sociales. Durkheim creía que la
coacción social era esencial para mantener la integridad de la sociedad. Esta coacción no
necesariamente implicaba la fuerza física, sino que también incluía la presión social y la
internalización de las normas por parte de los individuos. La coacción actuaba como un
mecanismo de control social que ayudaba a prevenir la anomia y la desviación.

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