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ANALISIS DE LA SENTENCIA STL 7928-2020 CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, SENTENCIA DEL 9 DE
SEPTIEMBRE DE 2020, RAD. 60372, M.P. OMAR ÁNGEL MEJÍA
AMADOR

INTEGRANTES.
ANGARITA COLMENARES KATRIN
YANINA SIERRA BAENA JISEEL PAOLA
ROMERO CANTILLO JUAN SEBASTIAN
ALMENARES VERGARA KELVIN JULIÁN

DOCENTE.
FRANCISCO BUSTAMANTE MONTERO

SEMINARIO DE DERECHO LABORAL

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y


SOCIALES VALLEDUPAR, JUNIO 2022
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ANALISIS DE LA SENTENCIA STL 7928-2020 CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, SENTENCIA DEL 9
DESEPTIEMBRE DE 2020, RAD. 60372, M.P. OMAR ÁNGEL MEJÍA
AMADOR
Para iniciar a analizar la sentencia en cuestión, se debe tener en cuenta que los actores son la
Unión Sindical de Trabajadores de las Apuestas (USTA) y por otra parte los Demandados la
Sala Laboral del Tribunal Superior de Bucaramanga y Juzgado Único Laboral del Circuito de
Barrancabermeja, en la presente sentencia la Naturaleza del asunto versa sobre la
pronunciación, en primera instancia, de la demanda de tutela presentada por el sindicato contra
los demandados.
En cuanto a los antecedentes, el sindicato interpuso acción de tutela con el propósito de
obtener el amparo de sus derechos fundamentales a la libertad, debido proceso, asociación
sindical y trabajo, presuntamente vulnerados por los accionados. El accionante relata que
Juegos y Apuestas La Perla S.A. promovió proceso especial de disolución, liquidación y
cancelación de la inscripción del registro sindical en su contra, tras estimar que al momento
de la fundación del sindicato no se cumplió con el mínimo de trabajadores exigidos por la
Ley (Articulo 359 del Código Sustantivo del Trabajo y de la Seguridad Social) para la
conformación de un sindicato de empresa.
En ese sentido el Juzgado Único Laboral del Circuito de Barrancabermeja, tuvo conocimiento
del caso el cual, mediante sentencia del 19 de diciembre de 2019, accedió a las pretensiones de
la demanda.
Ante esto, el sindicato presento recurso de apelación, alegando que dentro del proceso se
comprobó que 8 trabajadoras se desempeñaban como colocadoras independientes, ya que no
ostentaban ninguna relación mercantil y fueron sometidas a sanciones disciplinarias,
supervisión y horarios laborales, sumado a que el derecho al trabajo goza de especial
protección en todas sus modalidades. El 30 de junio de 2020, la Sala Laboral del Tribunal
Superior de Bucaramanga confirmó la sentencia de primera instancia. Para esto, recalcó que
el sindicato se conformó, en su totalidad, por mujeres, la mayoría madres cabeza de familia,
vinculadas a la empresa, a través de distintas formas de trabajo, por lo cual el caso debía
resolverse con enfoque de género. Reprocha el sindicato que la mayoría de trabajadores de la
empresa son informales y que las sentencias hacen inane el derecho de asociación sindical,
habida cuenta que disolvieron el sindicato por ocho trabajadoras, informales, precarizadas que
no tienen contrato de trabajo, cuando es precisamente el mismo sistema laboral el que ha
permitido que dichas trabajadoras no tengan derechos laborales. Arguye que las autoridades
judiciales incurrieron en defecto sustantivo por interpretación errónea y desfavorable del
artículo 356 del Código Sustantivo del Trabajo y de la Seguridad Social, ya que dicha
disposición refiere que los sindicatos deben estar conformados por individuos, que presten sus
servicios a una misma empresa, más no hace distinción respecto de que sean o no
subordinados, vinculados mediante contrato de trabajo.
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Indica que se configuró un defecto fáctico por no interpretar correctamente los estatutos
allegados al proceso, desconociendo el Convenio 87 de la Organización Internacional del
Trabajo “OIT” y el carácter vinculante de las recomendaciones del Comité de Libertad
Sindical. La Sala Laboral del Tribunal de Bucaramanga puso de presente que la acción de
tutela era improcedente, en tanto que se intentaba vincular aspectos propios de las instancias.
Luego, explicó que su decisión se fundó en la valoración de las pruebas y en el estudio del
caso, concluyendo que el sindicato fungía como sindicato de empresa y, por tanto, los
miembros debían estar vinculados mediante contrato de trabajo.
En ese orden de ideas, después de analizar la procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales, la Sala señala que el amparo tiene vocación de prosperidad, en cuanto
el Tribunal incurrió en defecto sustantivo por conferirle al artículo 353 del Código Sustantivo
del Trabajo y de la Seguridad Social una interpretación que, si bien en principio, resulta
formalmente posible a partir de las variaciones que ofrece la disposición, lo cierto es que
contraviene los postulados constitucionales y conduce a resultados desproporcionados frente a
la libertad sindical que tienen todos los trabajadores de conformar asociaciones, con
independencia de su vínculo con el empleador, según quedó definido en el Convenio 87 de la
OIT, relativo a la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación de 1948,
ratificado por Colombia mediante Ley 26 de 1976 y en los diferentes pronunciamientos del
Comité de Libertad Sindical sobre este aspecto. Igualmente, se configuró dicho defecto por
cuanto el Tribunal no realizó una interpretación sistemática, en la que se incluyera los
artículos 2º y 3º del Convenio 87 de la OIT y el artículo 356 del CST, sin que las simples
enunciaciones las disposiciones fuera suficiente.
En cuanto a la libertad sindical, la Corte Constitucional ha indicado que sus elementos
esenciales son: el derecho de todos los trabajadores, sin discriminación alguna, para agruparse
en defensa de sus derechos e intereses; la facultad de constituir y organizar las organizaciones
sindicales; el poder de determinar el objeto del sindicato y condiciones de permanencia y
retiro, entre otros aspectos; la facultad de los sindicatos para formular reglas de su
administración; la garantía de no estar sujetos a la suspensión de la personería jurídica sin
orden judicial; el derecho de constituir o afiliarse a federaciones y confederaciones; y la
inhibición para la administración de adoptar acciones tendientes a obstaculizar el derecho de
libertad sindical. Esta prerrogativa constitucional tiene respaldo en el Convenio 87 de la OIT,
artículo 2º, en tanto que dicha disposición otorga autonomía total para crear sindicatos, ajena a
toda injerencia del Estado y sin lugar a ningún tipo de distinción. Esto resulta complementario
del artículo 39 de la Constitución Política, que establece el Derecho de Asociación. En lo
respectivo al valor del Convenio 87 de la OIT dentro del ordenamiento jurídico interno, la Sala
indica que dicho Convenio hace parte del bloque de constitucionalidad en sentido estricto y,
por tanto, complementa el artículo
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39 constitucional, como se dijo. Por tanto, la aplicación del Convenio mencionado tiene
rango constitucional y, en consecuencia, su aplicación resulta vinculante para los jueces al
momento de emitir sus decisiones. Por otra parte, la Sala indica que, en lo respectivo a las
disposiciones del Convenio 87 sobre libertad sindical, resulta indispensable traer a colación el
artículo 2º, que establece que los trabajadores y empleadores, sin distinción alguna y sin
autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen
convenientes o afiliarse a ellas. Por su parte, el artículo 3º prevé que las organizaciones de
trabajadores y empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos, elegir
sus representantes, organizar su administración y formular su programa de acción, sin ningún
tipo de intervención estatal. Por otro lado, cabe resaltar que la Constitución de la OIT prevé el
trabajo como el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que satisfacen las
necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento de los individuos, por lo cual
puede deducir que la subordinación no es un elemento indispensable para predicar la libertad
de asociación sindical.
Por consiguiente, la máxima instancia constitucional indica que, el Comité de Libertad
Sindical de la OIT emite pronunciamientos que constituyen lectura autorizada de los
convenios, siempre que la Corte Internacional de Justicia no haya resuelto en contrario. En
este sentido, el Informe 376 del Caso No. 3042, en su párrafo 560, indica que todos los
trabajadores deberían poder gozar del derecho a la libertad sindical con independencia del
vínculo contractual que formalice su relación de trabajo. Tal postura fue reiterada en
numerosos informes del mismo Comité. De lo anterior, la Sala concluye que para el Comité ha
sido pacífico el entendimiento respecto a que cualquier trabajador puede hacer parte de un
sindicato, con independencia de la naturaleza del vínculo por el cual haya sido contratado para
prestar el servicio.
En ese marco, la interpretación de los artículos 353 y 356 del Código Sustantivo del Trabajo y
de la Seguridad Social debe estar encaminada a entender que el legislador no hizo distinción
frente a la naturaleza del vínculo de las personas que conforman los sindicatos de empresa
ni de los trabajadores que se asocian libremente. De ahí que una interpretación restrictiva
como la que hizo el Tribunal conlleva, necesariamente, a la vulneración del derecho a la
libertad sindical, pues de ninguna manera puede entenderse que los sindicatos solo puedan
constituirse por trabajadores con contrato de trabajo, máxime que de ello dependía la
subsistencia de la Unión Sindical de Trabajadores de las Apuestas (USTA). Ahora bien, es
imperioso determinar que el término “trabajadores” no puede limitarse, únicamente, a quienes
prestan sus servicios bajo un contrato de trabajo, ya que es una de las múltiples formas de
regular la relación de trabajo, como la prestación de servicios bajo un vínculo civil o
comercial. En el caso concreto, se equivocó el Tribunal al concluir que los sindicatos de
empresa solo podían estar conformados por personas naturales vinculadas mediante contrato
de trabajo.
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Así las cosas, el Tribunal incurrió en defecto sustantivo por conferirle al artículo 353 CST
una interpretación que, si bien, en principio, resulta formalmente posible, lo cierto es que
contraviene los principios constitucionales y conduce a desproporciones frente a la libertad
sindical. Esto, debido a que no realizó una interpretación sistemática con los artículos 2º y
3ºdel Convenio 87 de la OIT. Por otro lado, en desarrollo de su autonomía sindical, la USTA
podía, válidamente, representar a todos los trabajadores de la empresa Juegos y Apuestas La
Perla S.A., sin importar su forma de vinculación, dado que así lo prevé el artículo 5º, numeral
2º de sus estatutos, según el cual para estar afiliado al sindicato se requiere estar vinculado
como empleado de la empresa, bajo contrato de trabajo, contratos civiles de prestación de
servicios.
Para concluir, la Corte concedió la tutela del derecho fundamental a la libertad sindical de la
Unión Sindical de Trabajadores de las Apuestas (USTA). Y dejó sin efectos la Sentencia del
30 de junio de 2020, para en su lugar, ordenar a la Sala Laboral del Tribunal Superior de
Bucaramanga que, en el término de 10 días hábiles, profiera nueva decisión, teniendo en
cuenta el presente fallo.

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