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INTEGRANTES.
ANGARITA COLMENARES KATRIN
YANINA SIERRA BAENA JISEEL PAOLA
ROMERO CANTILLO JUAN SEBASTIAN
ALMENARES VERGARA KELVIN JULIÁN
DOCENTE.
FRANCISCO BUSTAMANTE MONTERO
Indica que se configuró un defecto fáctico por no interpretar correctamente los estatutos
allegados al proceso, desconociendo el Convenio 87 de la Organización Internacional del
Trabajo “OIT” y el carácter vinculante de las recomendaciones del Comité de Libertad
Sindical. La Sala Laboral del Tribunal de Bucaramanga puso de presente que la acción de
tutela era improcedente, en tanto que se intentaba vincular aspectos propios de las instancias.
Luego, explicó que su decisión se fundó en la valoración de las pruebas y en el estudio del
caso, concluyendo que el sindicato fungía como sindicato de empresa y, por tanto, los
miembros debían estar vinculados mediante contrato de trabajo.
En ese orden de ideas, después de analizar la procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales, la Sala señala que el amparo tiene vocación de prosperidad, en cuanto
el Tribunal incurrió en defecto sustantivo por conferirle al artículo 353 del Código Sustantivo
del Trabajo y de la Seguridad Social una interpretación que, si bien en principio, resulta
formalmente posible a partir de las variaciones que ofrece la disposición, lo cierto es que
contraviene los postulados constitucionales y conduce a resultados desproporcionados frente a
la libertad sindical que tienen todos los trabajadores de conformar asociaciones, con
independencia de su vínculo con el empleador, según quedó definido en el Convenio 87 de la
OIT, relativo a la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación de 1948,
ratificado por Colombia mediante Ley 26 de 1976 y en los diferentes pronunciamientos del
Comité de Libertad Sindical sobre este aspecto. Igualmente, se configuró dicho defecto por
cuanto el Tribunal no realizó una interpretación sistemática, en la que se incluyera los
artículos 2º y 3º del Convenio 87 de la OIT y el artículo 356 del CST, sin que las simples
enunciaciones las disposiciones fuera suficiente.
En cuanto a la libertad sindical, la Corte Constitucional ha indicado que sus elementos
esenciales son: el derecho de todos los trabajadores, sin discriminación alguna, para agruparse
en defensa de sus derechos e intereses; la facultad de constituir y organizar las organizaciones
sindicales; el poder de determinar el objeto del sindicato y condiciones de permanencia y
retiro, entre otros aspectos; la facultad de los sindicatos para formular reglas de su
administración; la garantía de no estar sujetos a la suspensión de la personería jurídica sin
orden judicial; el derecho de constituir o afiliarse a federaciones y confederaciones; y la
inhibición para la administración de adoptar acciones tendientes a obstaculizar el derecho de
libertad sindical. Esta prerrogativa constitucional tiene respaldo en el Convenio 87 de la OIT,
artículo 2º, en tanto que dicha disposición otorga autonomía total para crear sindicatos, ajena a
toda injerencia del Estado y sin lugar a ningún tipo de distinción. Esto resulta complementario
del artículo 39 de la Constitución Política, que establece el Derecho de Asociación. En lo
respectivo al valor del Convenio 87 de la OIT dentro del ordenamiento jurídico interno, la Sala
indica que dicho Convenio hace parte del bloque de constitucionalidad en sentido estricto y,
por tanto, complementa el artículo
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39 constitucional, como se dijo. Por tanto, la aplicación del Convenio mencionado tiene
rango constitucional y, en consecuencia, su aplicación resulta vinculante para los jueces al
momento de emitir sus decisiones. Por otra parte, la Sala indica que, en lo respectivo a las
disposiciones del Convenio 87 sobre libertad sindical, resulta indispensable traer a colación el
artículo 2º, que establece que los trabajadores y empleadores, sin distinción alguna y sin
autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen
convenientes o afiliarse a ellas. Por su parte, el artículo 3º prevé que las organizaciones de
trabajadores y empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos, elegir
sus representantes, organizar su administración y formular su programa de acción, sin ningún
tipo de intervención estatal. Por otro lado, cabe resaltar que la Constitución de la OIT prevé el
trabajo como el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que satisfacen las
necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento de los individuos, por lo cual
puede deducir que la subordinación no es un elemento indispensable para predicar la libertad
de asociación sindical.
Por consiguiente, la máxima instancia constitucional indica que, el Comité de Libertad
Sindical de la OIT emite pronunciamientos que constituyen lectura autorizada de los
convenios, siempre que la Corte Internacional de Justicia no haya resuelto en contrario. En
este sentido, el Informe 376 del Caso No. 3042, en su párrafo 560, indica que todos los
trabajadores deberían poder gozar del derecho a la libertad sindical con independencia del
vínculo contractual que formalice su relación de trabajo. Tal postura fue reiterada en
numerosos informes del mismo Comité. De lo anterior, la Sala concluye que para el Comité ha
sido pacífico el entendimiento respecto a que cualquier trabajador puede hacer parte de un
sindicato, con independencia de la naturaleza del vínculo por el cual haya sido contratado para
prestar el servicio.
En ese marco, la interpretación de los artículos 353 y 356 del Código Sustantivo del Trabajo y
de la Seguridad Social debe estar encaminada a entender que el legislador no hizo distinción
frente a la naturaleza del vínculo de las personas que conforman los sindicatos de empresa
ni de los trabajadores que se asocian libremente. De ahí que una interpretación restrictiva
como la que hizo el Tribunal conlleva, necesariamente, a la vulneración del derecho a la
libertad sindical, pues de ninguna manera puede entenderse que los sindicatos solo puedan
constituirse por trabajadores con contrato de trabajo, máxime que de ello dependía la
subsistencia de la Unión Sindical de Trabajadores de las Apuestas (USTA). Ahora bien, es
imperioso determinar que el término “trabajadores” no puede limitarse, únicamente, a quienes
prestan sus servicios bajo un contrato de trabajo, ya que es una de las múltiples formas de
regular la relación de trabajo, como la prestación de servicios bajo un vínculo civil o
comercial. En el caso concreto, se equivocó el Tribunal al concluir que los sindicatos de
empresa solo podían estar conformados por personas naturales vinculadas mediante contrato
de trabajo.
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Así las cosas, el Tribunal incurrió en defecto sustantivo por conferirle al artículo 353 CST
una interpretación que, si bien, en principio, resulta formalmente posible, lo cierto es que
contraviene los principios constitucionales y conduce a desproporciones frente a la libertad
sindical. Esto, debido a que no realizó una interpretación sistemática con los artículos 2º y
3ºdel Convenio 87 de la OIT. Por otro lado, en desarrollo de su autonomía sindical, la USTA
podía, válidamente, representar a todos los trabajadores de la empresa Juegos y Apuestas La
Perla S.A., sin importar su forma de vinculación, dado que así lo prevé el artículo 5º, numeral
2º de sus estatutos, según el cual para estar afiliado al sindicato se requiere estar vinculado
como empleado de la empresa, bajo contrato de trabajo, contratos civiles de prestación de
servicios.
Para concluir, la Corte concedió la tutela del derecho fundamental a la libertad sindical de la
Unión Sindical de Trabajadores de las Apuestas (USTA). Y dejó sin efectos la Sentencia del
30 de junio de 2020, para en su lugar, ordenar a la Sala Laboral del Tribunal Superior de
Bucaramanga que, en el término de 10 días hábiles, profiera nueva decisión, teniendo en
cuenta el presente fallo.