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La Corte basó su decisión en que el artículo 353 del Código Sustantivo del Trabajo
establece el derecho de los trabajadores a asociarse libremente en defensa de sus intereses
sin imponer limitaciones. Además, señaló que el término "trabajadores" no se limita al
contrato de trabajo, incluyendo a trabajadores independientes y aquellos con contratos
civiles o comerciales. Esta interpretación se alinea con el Convenio 87 de la OIT y el
artículo 356 del Código Sustantivo del Trabajo.
La Corte concluyó que los sindicatos de empresa tienen el derecho de representar a todos
los trabajadores de la empresa, independientemente de su tipo de vínculo laboral. La
libertad sindical amplía las garantías para que las personas formen asociaciones y se
autogobiernen, por lo que no se pueden imponer restricciones injustificadas a este derecho.
En última instancia, la Corte decidió que las empresas debían indemnizar a ACDAC por los
daños y perjuicios causados debido a la masiva desafiliación de trabajadores y que las
acciones de las empresas contravenían los principios de libertad sindical establecidos en los
convenios internacionales y la constitución colombiana. Esta decisión se basó en la
protección de los derechos sindicales y la igualdad en el lugar de trabajo.
En este caso, los ciudadanos Alirio Uribe Muñoz y Diana Teresa Sierra Gómez presentaron
una acción de inconstitucionalidad contra los artículos 384, 388 (p), 422 (p) y 432 (p) del
Código Sustantivo del Trabajo, argumentando que estas disposiciones eran discriminatorias
hacia los extranjeros en relación con la formación y participación en sindicatos.
- Las restricciones carecen de una justificación legítima y violan tanto la Constitución como
el Convenio 87 de la OIT, que protege la libertad sindical y el derecho de sindicalización
sin discriminación.
- Nadie puede ser forzado a unirse a una asociación, ya que es una expresión del libre
desarrollo de la personalidad.
- Impugnó varias normas, incluyendo los artículos 191 al 194 del Decreto 960/1970 y los
artículos 7 y 8 de la Ley 29/73.
*Argumentos de la Demandante:*
2. Se violaba el artículo 26, ya que se permitía que solo los profesionales se asociaran en
colegios, y los notarios no eran una profesión, sino que representaban un oficio.
- El Ministerio de Justicia sostuvo que los notarios debían ser abogados, lo cual se
consideraba una profesión, y por lo tanto, podían agruparse en colegios.
- Se diferenció entre "profesión" y "oficio," concluyendo que aunque ser abogado era una
profesión en Derecho, no era un factor determinante para considerar a los notarios como
una profesión que pudiera ejercer la asociación.
En el caso 3091, la Confederación General del Trabajo (CGT) alegó que la empresa estatal
EMCALI, encargada de prestar servicios públicos, llevó a cabo actos de discriminación e
injerencia antisindical mediante un proceso de reestructuración. Los argumentos clave
presentados por la CGT fueron los siguientes:
- La CGT sostenía que estos trabajadores despedidos eran empleados públicos que no se
beneficiaban de la convención colectiva, a diferencia de los trabajadores oficiales que sí
tenían estabilidad laboral.
- También argumentaron que los jefes de departamento estaban mal clasificados como
empleados públicos en lugar de trabajadores oficiales, a pesar de las sentencias del Consejo
de Estado que indicaban lo contrario.
La respuesta del Gobierno y de EMCALI fue que la reestructuración era necesaria para
mejorar la eficiencia y la viabilidad de la empresa. Señalaron que la empresa había
enfrentado problemas financieros y que la intervención gubernamental fue necesaria para
su recuperación. Además, argumentaron que la legislación requería que las empresas
precisaran en sus estatutos internos qué actividades de dirección o confianza debían ser
desempeñadas por empleados públicos.
La conclusión del Comité fue que, si bien el caso involucraba alegatos de discriminación e
injerencia antisindical a través de una reestructuración empresarial, el Comité no tenía
competencia para pronunciarse sobre la clasificación específica de los trabajadores como
empleados públicos o trabajadores oficiales. Además, no había suficiente evidencia para
demostrar actos de discriminación o injerencia antisindical. El Comité destacó la
importancia de equilibrar los derechos laborales con las necesidades empresariales y
recomendó que el Consejo de Administración no requiriera un examen más detenido del
caso.