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Economía de México durante el Porfiriato

El porfiriato, período que abarcó de 1877 a 1911. Esta economía se caracteriza por la


expansión mercantil, el desarrollo comercial y los avances generales en industria e
infraestructura, siendo la explotación de materias primas, la inversión extranjera y la
exportación agrícola las que transformaron a México de un estado precario a uno altamente
capitalista.

Durante la economía en el porfiriato se proporcionaron distintos sistemas bancarios para


hacer monedas, monitorear el progreso empresarial y el equilibrio de intercambio en el
mercado. La inclusión de los bancos fue llevada a cabo gracias a acuerdos internacionales
entre el gobierno mexicano y las empresas europeas.

El desarrollo económico durante el Porfiriato dependía de las industrias y capital


extranjero, por lo que se inició una política proteccionista para tales mercados, que
benefició e impulsó el desarrollo de los siguientes elementos clave:

Inversión extranjera: Inversiones europeas: Principalmente de Francia, Alemania y Reino


Unido. Este último contribuyó significativamente para la construcción de ferrocarriles,
tranvías y la expansión de la minería. Inversiones norteamericanas: Tenía la misma
orientación que la europea mediante la concesión de préstamos para el gobierno mexicano.
El objetivo era ampliar el mercado e incrementar la industrialización, a fin de obtener
mayores beneficios y a establecer vínculos directos con la política.

Explotación agrícola: Gracias a la revolución industrial y el continuo proceso de


urbanización, la demanda de productos agrícolas se amplió a nivel nacional e internacional.
Así pues, se habilitaron grandes extensiones de terreno para el cultivo intensivo de café,
garbanzo, caña de azúcar, colorantes, tabaco, vainilla y algodón, mismos que encabezaron
la lista de exportaciones agrarias dentro de la economía en el porfiriato.

Transporte: Durante este período fue creado el ferrocarril, con el propósito de traslado de
los productos, principalmente agrícolas, la agilización de las comunicaciones (correo) y
garantizar el viaje de los individuos. Este transporte se destacó por sus bajas tarifas y su
contribución a la expansión comercial.

Proyectos mineros: En 1887 se promulga la Ley de Porfirio Díaz, característica de


la economía del porfiriato, por la cual quedan libres de toda contribución federal, local y
municipal los proyectos mineros extractivos, incluyendo la exploración petrolífera.

Este estatuto permite al gobierno y los empresarios aumentar significativamente la


extracción de minerales.

La principal característica de la sociedad mexicana durante la economía en el porfiriato fue la


profunda desigualdad que existía dentro de ella. La estabilidad económica se logró a costa de
relegar gran parte de la población a la pobreza y sin libertad de expresión, mientras que solo un
pequeño porcentaje de esta pudo disfrutar de la instalación de sistema eléctrico y el teléfono.
En contraparte, no hubo mejoras económicas para los trabajadores. La explotación laboral
era la norma, ya sea en las fábricas o en las haciendas. Los pueblos indígenas también
vieron disminuidos sus derechos. Muchas de sus tierras les fueron arrebatadas y vendidas al
capital extranjero o nacionales pudientes, evidenciando un trato desigual que favorecía solo
a los sectores, regiones y grupos de la insipiente de clase media.

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