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Badillo Reyes, Javier Eduardo

07 de junio del 2023

MONOGRAFÍA: EL FERROCARRIL
DURANTE EL PORFIRIATO
Historia Económica de México I
Contenido

Introducción ........................................................................................................................................ 1
Caracterización económica del Porfiriato .......................................................................................... 2
Antecedentes históricos .................................................................................................................. 2
Sectores económicos....................................................................................................................... 3
El ferrocarril: Imagen fiel del Porfiriato ............................................................................................. 8
Conclusiones ..................................................................................................................................... 11
Bibliografía .......................................................................................................................................... 1
Introducción

De forma general podemos definir al Porfiriato como un periodo histórico


comprendido de 1876 a 1911. Caracterizado por un gobierno oligárquico, el cual
contó con estabilidad política, crecimiento económico y que privilegió la
acumulación de capital para ciertas clases sociales.

Dentro del presente trabajo se pretende caracterizar dicho periodo desde la


perspectiva económica, centrando el análisis en el desarrollo de una actividad
sumamente importante para el Porfiriato, hablamos de los transportes, en
específico del ferrocarril, mismo que sería la imagen principal del desarrollo del
país, el cual contenía en sí mismo el lema principal de la administración: “Orden
y Progreso”.

La intención de la investigación es alejarse de un juicio de valor sobre las políticas


aplicadas durante ese periodo en el territorio mexicano, y más bien busca
aproximarse a una visión objetiva de los hechos. Es por ello que se tomarán
fuentes de diferentes corrientes, con el fin de estructurar desde distintos ángulos
los argumentos a continuación plasmados.

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Caracterización económica del Porfiriato

Antecedentes históricos

El antecedente principal para la época porfirista fue la República Restaurada,


periodo que comprende los gobiernos de Benito Juárez (1867-1872) y Sebastián
Lerdo de Tejada (1872-1876).

En este periodo el proyecto económico estaba caracterizado por la intención de


atraer inversión extranjera, además se buscaba el desarrollo de la agricultura.
Debido a la posición geográfica, también se planteó la transición de México como
un nexo comercial entre Asia, Europa y Estados Unidos principalmente. En
resumen, durante el gobierno de Juárez, se llevaron a cabo diversas políticas
económicas que buscaban modernizar el país y fortalecer su posición internacional.

Por su parte, el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada se caracterizó por una mayor
estabilidad económica, que siguió consolidando algunas políticas iniciadas durante
el gobierno de Benito Juárez. Algunos de los aspectos más relevantes del gobierno
de Lerdo de Tejada fueron el fomento del desarrollo industrial, la consolidación de
las políticas monetarias prestablecidas por Juárez, la promoción de relaciones
internacionales, así como el establecimiento de nuevos impuestos con el fin de
financiar los gastos del gobierno, esto último permitió el aumento del presupuesto
destinado para la construcción de infraestructura.

Las políticas implementadas por ambos gobernantes permitieron que la economía


mexicana siguiera desarrollándose y consolidándose, logrando una economía más
fortalecida en comparación con décadas anteriores. Sin embargo, como todo
gobierno, estos dos sufrieron de fallas, una de ellas fue sin duda alguna la
inestabilidad política debido a las diferentes ideologías con las que contaban los
grupos de poder. Ya para el año 1871, el general Porfirio Díaz proclamó el Plan de
la Noria, con el que se buscaba impedir la reelección de Benito Juárez.

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Fue hasta noviembre de 1876, cuando a través de un movimiento armado generado
a partir del Plan de Tuxtepec, Porfirio Díaz derroca a Sebastián Lerdo de Tejada.
Evento que marcaría el inicio del Porfiriato y con ello la consolidación, entre otras
cosas, de un gobierno estable.

Sectores económicos

A finales del siglo XIX México entró en un periodo de industrialización, mismo que
se concretó con el establecimiento del régimen de Porfirio Díaz en 1876. Este
sistema se basó en la inversión extranjera y el orden a través del sometimiento, en
el cual se buscaba consolidar la estabilidad del Estado por medio de la nula
tolerancia, el fortalecimiento del gobierno y el desarrollo de una fuerte estructura en
redes de transporte y comunicación que funcionó como punta de lanza del modelo
porfirista.

Sobre los aspectos económicos, consideramos dividirlos en tres bloques


principales:

Campo e industria

Como hemos mencionado anteriormente, durante el Porfiriato se produjeron


importantes cambios en el desarrollo económico del país, particularmente en los
sectores agrícola e industrial. Estas transformaciones fueron impulsadas por las
políticas implementadas por el gobierno de Porfirio Díaz y la inversión extranjera.

En el ámbito agrícola, se llevaron a cabo diversas medidas para fomentar la


producción y la exportación de los cultivos. Se otorgaron concesiones de tierras a
empresas extranjeras y nacionales, especialmente a compañías estadounidenses.
La inversión extranjera y la tecnología de la época contribuyeron notablemente a
aumentar la productividad agrícola y a expandir las exportaciones.

En cuanto a la industria, se impulsó la inversión extranjera para fomentar el


desarrollo industrial en el país. El desarrollo de vías de comunicación y transporte
(caracterizadas más adelante) facilitaron el traslado de materias primas y productos

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terminados. También se establecieron fábricas en sectores como el textil, el minero,
el metalúrgico y la producción de alimentos.

Todo esto provocó que las exportaciones aumentaran significativamente, y el país


experimentara un período de estabilidad y modernización en términos de
infraestructura y tecnología. Sin embargo, este crecimiento económico no fue
equitativo y benefició principalmente a los sectores más ricos de la sociedad,
mientras que las condiciones laborales y sociales de los obreros y campesinos
fueron precarias.

Podemos englobar estos sectores económicos con algunas de sus características


durante el periodo:

• En 1883 se establece la Ley de Deslinde y Colonización de Terrenos


Baldíos, permitiendo el despojo y consecuente explotación de las tierras
antes pertenecientes a los campesinos.
• Proliferación de las haciendas al sur del país, las cuales producían
principalmente azúcar, café, tabaco, henequén y maíz.
• Si bien es cierto, las primeras bases de industrialización surgieron durante la
República Restaurada, para 1876 la industria era prácticamente nula, puesto
que no existía una especialización para producir, ni tampoco un mercado
cohesionado en dónde colocar los productos industriales. Porfirio Díaz, a
través del desarrollo del ferrocarril, la electricidad, la oferta de mano de obra
barata y nuevos caminos, se dio a la tarea de construir un mercado interno,
lo que permitió el origen de las primeras industrias textiles y de zapatos.
• En materia energética, la construcción de la Presa hidroeléctrica en Necaxa
alimentó las minas de Pachuca y brindó el suministro eléctrico de Hidalgo,
Puebla, Tlaxcala, Morelos, Estado de México y la ahora Ciudad de México.

Minería y petróleo
La minería se convirtió en uno de los pilares de la economía mexicana durante el
periodo que estamos estudiando. Al igual que en el campo y la industria en general,
se fomentó la inversión extranjera, enfocada en la explotación de minerales como

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la plata, el oro, el cobre y el zinc. Compañías estadounidenses, británicas y
francesas establecieron numerosas minas en México y utilizaron su tecnología para
aumentar la producción.

La minería atrajo una gran cantidad de mano de obra, tanto mexicana como
extranjera. Sin embargo, las condiciones de trabajo en las minas eran muy
exigentes y los salarios bajos, lo que generó conflictos laborales y descontento entre
los trabajadores. Esta industria se desarrolló principalmente al norte del país,
convirtiendo esta zona en una de las más prolíferas. El crecimiento y fortalecimiento
de una clase media incentivada por el propio Díaz, aunado al descontento por parte
de los trabajadores que laboraban en las minas, se convertirían más adelante en
las causas principales de la Revolución Mexicana.

En el caso de la industria petrolera, durante el gobierno de Díaz se descubrieron y


comenzaron a explotar importantes yacimientos de petróleo en México. Empresas
extranjeras, principalmente estadounidenses y británicas, obtuvieron concesiones
para la extracción de petróleo en varias regiones del país. Esta industria se
desarrolló principalmente en el estado de Veracruz, donde se establecieron
refinadoras y se construyeron oleoductos para transportar el petróleo a los puertos.
Al igual que en los anteriores casos, las compañías extranjeras controlaban gran
parte de la industria y tenían una influencia significativa en la producción y
exportación del petróleo mexicano.

A continuación, mencionamos algunos aspectos relevantes de las dos industrias


descritas anteriormente:

• Con la apertura de la economía y la extensión de los ferrocarriles a lo largo


del país, los estadounidenses tuvieron mayor participación en la extracción
de oro, plata, cobre y zinc principalmente en la zona norte del país.
• La proclamación de nulos impuestos para el capital, la libre importación de
maquinaria y que los dueños de las fábricas y minerías estuvieran exentos
de ofrecer garantías a los trabajadores provocaron el incremento a niveles
nunca antes vistos de inversión extranjera, pero también se asumió un costo

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social elevado en el que la mayor parte de la población quedó relegada
dentro de la escala social.

Al respecto, Wasserman (1992) menciona: “Algunos campesinos se beneficiaron


del influjo de las inversiones mineras norteamericanas, al obtener mejores
condiciones de trabajo y salarios más altos, pero es difícil precisar cuántos
obtuvieron esa ventaja. Los beneficios producidos por la recolección de
impuestos pagados por exportación de minerales, difícilmente se habrán filtrado
hacia las clases bajas”.

• Para la década de 1900, ochocientas empresas eran estadounidenses,


cuarenta británicas y otras pocas francesas. Sólo había ciento cincuenta
empresas mineras mexicanas.
• Debido principalmente a la Ley de Deslinde y Colonización de Terrenos
Baldíos, los dueños de las tierras, que eran principalmente extranjeros,
tenían propiedad sobre el subsuelo, por lo que, entre otras cosas, el
petróleo era privado. Esto provocó que para 1883 se creara la primera
empresa petrolera en Tabasco.

Transporte y telecomunicaciones

Es durante el Porfiriato que la red de transportes y telecomunicaciones logra


consolidarse. Por un lado, se construyó una extensa red de ferrocarriles en el país,
mismas que facilitaron el transporte de mercancías y pasajeros, conectando
distintas regiones del territorio mexicano y mejorando la integración económica. La
inversión era extranjera, pero la propiedad nacional, este aspecto a la larga
incomodaría a Estados Unidos y desgastaría las relaciones comerciales que se
tenían hasta entonces.

También se realizaron inversiones en la construcción y mejoramiento de carreteras


y puentes para facilitar el transporte terrestre. Esto permitió una mayor movilidad de
productos y personas, así como un acceso más eficiente a diferentes regiones del
país. Por su parte, se modernizaron y expandieron los puertos, como Veracruz y
Tampico, para facilitar el comercio y el transporte marítimo.

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La red de telégrafos se amplió y modernizó. Esto permitió una comunicación más
rápida y eficiente tanto dentro del país como con el extranjero. En este gobierno
llega el servicio telefónico. En un principio, el servicio se limitó a las áreas urbanas
y a los sectores más privilegiados de la sociedad, pero poco a poco se fueron
estableciendo redes telefónicas en diferentes ciudades del país.

Estos avances en transportes y telecomunicaciones facilitaron el comercio, la


integración regional y el crecimiento de la industria, al tiempo que aceleraron la
comunicación y la transmisión de información, en beneficio exclusivo de las élites
en el poder.

Algunos de los aspectos importantes a considerar fueron los siguientes:

• El Ferrocarril, además de ser una punta de lanza en el desarrollo económico


de México, sirvió como símbolo de progreso y capitalismo. La imagen hacia
el exterior, brindaba confianza a los inversores, sumada a la estabilidad
política alcanzada por Díaz. Esta red férrea, que para 1910 alcanzó más de
19,000 km de extensión, conectó a Estados Unidos con los centros mineros,
los puertos y la capital
• El telégrafo ya existía antes de la llegada de Díaz al poder, pero como con
el ferrocarril, durante su gobierno se desarrolló y alcanzó importancia
internacional. Esta red permitió que la comunicación se acelerara y fuera
más eficiente, lo que trajo consigo una mayor dinámica de la actividad
económica. En resumen, fue una revolución total en materia de
telecomunicaciones.

Sin duda alguna, el proyecto económico implementado por el gobierno de Porfirio


Díaz transformó a la sociedad en general. Este proyecto logró su cometido de
modernizar y desarrollar la economía de México, atraer inversión extranjera y
fomentar el crecimiento económico.

El desarrollo industrial y agrario, así como el crecimiento de las redes de transportes


y telecomunicaciones fueron las bases de la economía mexicana. Pero es

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importante recordar que, sin la estabilidad política alcanzada por Díaz, de la mano
de una política monetaria y financiera equilibrada no hubiera sido posible.

El ferrocarril: Imagen fiel del Porfiriato

Como revisamos en la sección anterior, la red ferroviaria desarrollada durante el


Porfiriato fue una de las principales causas para el crecimiento económico del país.

Su injerencia no sólo se limitó al aspecto económico, también representó los


principios del gobierno de Díaz. Sirvió como imagen de confianza y progreso hacia
el exterior y hacia el interior significó un importante avance en la conexión comercial
y social del país.

El texto de Ana García de Fuentes “La construcción de la red férrea mexicana en el


porfiriato. Relaciones de poder y organización capitalista del espacio” es un gran
análisis del origen del ferrocarril en México, se explora no sólo el cómo sino también
el por qué de la creación y expansión de vías férreas en el territorio nacional. Es por
ello que decidimos seguir la estructura planteada allí para caracterizar este apartado
de la investigación.

Dentro de esta lectura se habla sobre cómo en México la construcción ferroviaria


estuvo subordinada a los intereses imperialistas de Estados Unidos y se inició con
la participación del Estado como inversionista. Es así que los ferrocarriles fueron
fundamentales para la expansión económica y territorial del país. Fue así que la
construcción ferroviaria en México inició en la última cuarta parte del siglo XIX, en
este periodo se tuvo la visión de que los ferrocarriles serían el pivote para el
desarrollo del capitalismo en el país.

Al inicio del régimen de Díaz, en 1876, México contaba con solo 666 km de vías
férreas, pero para 1910 la red se expandió hasta 19,528 km, construida en su
mayoría por empresas estadounidenses. Este proceso de construcción fue
fundamental para la consolidación del territorio y la integración de la economía
nacional.

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La construcción de esta red tuvo profundas repercusiones en la organización del
espacio y la forma en que las comunidades locales interactuaban entre sí y con el
resto del país. Entre otras cosas, permitió la integración económica de diferentes
regiones y el desarrollo de nuevas industrias y ciudades, lo que tuvo un impacto
significativo en la vida cotidiana de las personas en cada una de estas áreas.

Fuentes detalla los intereses en torno a la construcción del ferrocarril. En resumen,


algunos de los intereses tanto locales como regionales fueron los siguientes:

1. Conectar diferentes regiones del país: Una de las principales razones para la
construcción del ferrocarril en México fue conectar diferentes regiones del país. Esto
permitió el transporte de productos y bienes a través del territorio mexicano de
manera más rápida y eficiente.

2. Promover la industrialización: El gobierno quería impulsar la industrialización


del país a través de la construcción del ferrocarril. Al conectar diferentes regiones y
ciudades, se hizo posible el transporte fácil y económico de materias primas a las
fábricas y los productos manufacturados a los mercados.

3. Beneficiar a los inversionistas extranjeros: En ese tiempo, el gobierno de


Porfirio Díaz buscó atraer inversionistas extranjeros para la construcción de la red
ferroviaria, ofreciéndoles incentivos especiales y grandes beneficios económicos.

4. Desarrollar nuevas ciudades y pueblos: La construcción de la red ferroviaria


permitió el desarrollo de nuevas ciudades y pueblos a lo largo de las rutas del
ferrocarril, lo que impulsó el crecimiento económico y la prosperidad de
comunidades que antes estaban aisladas.

5. Dominar y controlar las regiones del país: La construcción del ferrocarril


también permitió a las fuerzas políticas y militares de esa época ejercer un mayor
control sobre las regiones del país. El gobierno y las fuerzas armadas podían
desplazarse más rápidamente por el territorio, lo que les permitía ejercer un mayor
control político y militar.

El Estado tuvo un papel fundamental en la construcción de las redes ferroviarias. A


través de la concesión de tierras y recursos, así como de la inversión directa en
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algunas obras, el gobierno de Porfirio Díaz logró impulsar y controlar el desarrollo
del sistema ferroviario en el país. Además, en 1898 se inició la transferencia de
deudas de las empresas ferroviarias al Estado, lo que llevó a la fusión de las
principales líneas en la empresa Ferrocarriles Nacionales de México, con
participación mayoritaria del gobierno. A este proceso también se le conoce como
la nacionalización de los ferrocarriles.

Aunque la mayor parte de ferrocarriles y redes ferroviarias se construyeron por


empresas extranjeras, estas mismas se consolidaron por los grandes subsidios
otorgados por el propio gobierno. No es de extrañarse que, por la naturaleza de esta
industria, el Estado fuera oportuno en su intervención en múltiples áreas del
negocio:

“Los ferrocarriles fueron el sector de la economía que más rápidamente evolucionó


en el marco del proceso capitalista. Fue el primer sector en el que el Estado intervino
directamente como inversionista” (Fuentes, 1987, pág. 187).

En este sentido, el gobierno de Porfirio Díaz buscó atraer inversionistas extranjeros


para la construcción del ferrocarril, y les ofreció una serie de incentivos y
concesiones para hacerlo. Sin embargo, también estableció una serie de medidas
para controlar la inversión extranjera en el sector ferroviario para asegurarse de que
las empresas extranjeras no tuvieran demasiado poder económico y político en el
país.

Algunas de las medidas que se establecieron para controlar la inversión extranjera


del ferrocarril en México fueron: requerir un porcentaje mínimo de inversión
nacional, restringir el número de concesiones a empresas extranjeras, mantener el
control sobre la política tarifaria y controlar la propiedad de tierras y vías férreas.
Estas medidas ayudaron a limitar el poder de las empresas extranjeras en la
construcción y operación del ferrocarril mexicano, lo que a su vez permitió al
gobierno mantener un mayor control político y económico en el país.

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Conclusiones

Sin duda alguna, el Porfiriato en materia económica fue un período de


transformación en México, con avances significativos en infraestructura,
industrialización y producción agrícola. Sin embargo, estos logros estuvieron
acompañados de desigualdades y exclusiones, lo que generó tensiones sociales
que llevaron finalmente a la Revolución Mexicana.

El análisis de este trabajo se limita a caracterizar el aspecto económico de dicho


periodo, pero es muy importante no dejar de considerar tanto los avances como las
limitaciones y desigualdades, así como su impacto en la reestructuración de la
sociedad y no sólo de la economía mexicana.

En materia de nuestro objeto central de estudio (el ferrocarril), queda claro que su
creación y expansión en México tuvo un impacto significativo en el desarrollo de
diversas industrias del país, tales como la minera, la manufacturera, la petrolera, de
la construcción y también en el sector agrícola.

En resumen, la creación del ferrocarril generó un impacto significativo en la


economía del país. Al conectar diferentes regiones y ciudades, el ferrocarril impulsó
el crecimiento de diversas industrias y sectores económicos, lo que contribuyó al
desarrollo económico del país durante el Porfiriato.

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Bibliografía

Fuentes, A. G. (1987). La construcción de la red férrea mexicana en el porfiriato. Relaciones de


poder y organización capitalista del espacio. México: Investigaciones Geográficas.

Wasserman, M. (1973). Oligarquía e intereses extranjeros en Chihuahua durante el porfiriato.


Historia Mexicana. México: El Colegio de México.

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