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Garfias Aldrete Manuel Alejandro

México Independiente
La identidad y el Guadalupanismo. La Virgen de Guadalupe y el movimiento de independencia
31/01/2023

PRÓLOGO:

Podemos considerar al culto a la Virgen de Guadalupe en la Nueva España y su impacto en la Guerra de


Independencia de México, como un fenómeno cultural inmerso en un proceso de carácter social y político de
larga duración histórica. Por su misma naturaleza, ofrece diversos enfoques para ser estudiado; los cuales no
necesariamente se descalifican unos a otros, mientras los aparicionistas defenderán el carácter dogmático del
fenómeno Guadalupano, habrá otras corrientes que aplicaran un criterio racionalista, otorgándole a su estudio,
una visión más amplia.

Con estas bases enfocaré un análisis, que pretenderá ser desprovisto de opiniones extremas guiadas por un
fervor religioso o por un afán irreverente que pudiese lastimar la religiosidad del pueblo mexicano.

¿QUÉ RELACIÓN EXISTIÓ ENTRE LA VIRGEN DE GUADALUPE EXTREMEÑA Y LA MEXICANA?

En la Villa de Guadalupe, provincia de Cáceres, en Extremadura España, se venera la imagen de una


advocación mariana, tallada en madera de cedro, mide 59 cm. Y esta vestida a la usanza del siglo XIV y en su
cabeza porta una llamativa corona de oro. El rostro y las manos son de color obscuro y sujeta un niño con el
rostro del mismo color.

La tradición local narra que la imagen, tallada en los primeros siglos de la era cristiana, y ocultada en el
siglo VII durante la invasión musulmana, cerca del río Guadalupe, (de donde toma su nombre) mismo lugar en
que fue encontrada por el vaquero Gil Cordero 500 años después; sin embargo, por la naturaleza de su
manufactura se estima que es una obra del siglo XII, cercana a la fecha en que se menciona su hallazgo.

La Virgen de Guadalupe de Extremadura es una de las 8 advocaciones marianas que han sido nombradas
Patronas de las comunidades españolas, es considerada Patrona de la Villa de Guadalupe, Patrona de
Extremadura y Reina de la Hispanidad. Los Reyes Católicos y Cristóbal Colón fueron devotos de esta imagen,
la corona de oro que tiene la virgen fue fundida con el primer oro llegado de América y donada por el Rey
Fernando.
LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS

La imagen de esta advocación mariana fue la primera que llegó a América, traída desde España por los
conquistadores. A su intercesión se le atribuyen producir las lluvias y proteger a los hombres de mar. Fue la
Patrona de la Conquista o Generala del ejército conquistador.

En Nueva España se desarrollo el culto a esta imagen, en razón a una historia paralela a la de las
Apariciones Guadalupanas, que narra que en el Cerro de los Remedios, se apareció al Indio Juan Águila,
cacique de Totoltepec y le pidió que en ese lugar fuera construida una iglesia para su culto.

LA ERMITA EN EL CERRO DEL TEPEYAC

El historiador Francisco de la Maza, sugiere que en el Cerro de Tepeaquilla, fue erigida una capilla en que las
familias que acostumbraban pasear los domingos por las huertas cercanas, tuvieran un lugar en pudieran
escuchar misa; la capilla fue dotada por una imagen de la Virgen de Guadalupe extremeña.

“El porque la imagen se llamó de Guadalupe, haciendo a un lado con todo respeto a la tradición, creemos que
a los principios se colocó en la ermita una imagen de la Virgen de Guadalupe de Extremadura, virgen tan
reverenciada por los principales conquistadores” (Maza, 1953)1

En el Cerro del “Tepeyac”, existía un adoratorio indígena a Tonantzin, por lo que desde tiempos
prehispánicos era frecuentado por los indígenas que ofrecían ofrendas de alimentos y flores; mismas que eran
también depositadas en honor a la imagen extremeña.2 Según el plano de Santa Isabel Tola, hasta 1634 se
hallaba en el Cerro del Tepeyac una figuración de Tonantzin, misma que fue destruida al construir la calzada
de acceso al cerro.

En algún momento del siglo XVI la imagen de la Virgen de Guadalupe fue retirada y se sustituyó por una imagen
hecha con flores, por lo que se estableció una relación entre la imagen y las flores. La ermita continuó
llamándose, “De Guadalupe”, alrededor de 1556 fue sustituida por un lienzo, al parecer ordenado al tlacuilo
Marcos de Aquino por el Arzobispo de México Fray Alonso de Montufar.

Esta imagen reúne algunas de las características de la Virgen de Guadalupe, viste a la usanza europea,
pero el color de su cara y manos es menos obscuro que el de la imagen extremeña, No se puede afirmar que
la imagen sea una representación exacta de la Virgen de Guadalupe; sin embargo, al haber sustituido a la
original, conservó el nombre de “Virgen de Guadalupe”

¿QUÉ ES EL GUADALUPANISMO INDÍGENA?

Si bien la ermita original fue un espacio pensado en los fieles españoles, por su ubicación en el cerro en que se
encontraba el adoratorio de Tonantzin, era visitada por una gran cantidad de indígenas, poco a poco, con el

1
Es de pensar que la imagen de la Virgen de Guadalupe, fue colocada en ese lugar con el propósito de ser reverenciada por los
españoles ya que era la Patrona de la Conquista.
2
Existe cierta similitud iconográfica entre ambas imágenes, por lo que es posible que en principio los indígenas pensaron que se
trataba de una advocación de Tonantzin.
adoctrinamiento del catolicismo, los indios olvidaron a sus deidades prehispánicas y volcaron su idolatría sobre
las imágenes religiosas españolas, Las advocaciones de Jesucristo, la Virgen María y los Santos eran
veneradas en las iglesias y conventos en que recibían la doctrina los naturales, sin embargo, las historias de la
religión contadas por los frailes, hablaban de lugares desconocidos, la única imagen que tenía una historia
anclada en suelo Novohispano era la Virgen que se adoraba en el Tepeyac; por lo que se fue convirtiendo en
la favorita de los indios del Valle de México.

LAS APARICIONES

Durante el siglo XV, la referencia, de las apariciones milagrosas de la Virgen María al Indio Juan Diego, es un
manuscrito en náhuatl, adjudicado a Antonio Valeriano llamado “Nican Mopahua”

“Aquí se cuenta, se ordena, como hace poco milagrosamente se apareció la perfecta Virgen Santa María,
madre de Dios, allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe, primero se hizo ver de un indito, su nombre Juan
Diego y después se apareció su preciosa imagen delante del reciente Obispo Don Juan de Zumárraga”
(Valeriano, 1548)3

El texto del Nican Mopahua, fue publicado por primera vez en 1649, por el bachiller Luis Lasso de la
Vega, criollo vicario y capellán de la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, en un pequeño libro impreso en
la ciudad de México titulado Huei Tlamahuicoltica omonexiti in ilhuicac tlatocacihuapilli. Existiendo más de un
siglo entre su supuesto origen y su publicación por Lasso de la Vega. Existiendo otros testimonios orales en
que se mencionan las apariciones como “algo que alguien escuchó de quien supuestamente vió alguna
referencia o documento en que se mencionaban las apariciones, sin embargo, antes de la aparición de la
publicación de Lasso de la Vega, no se menciona el carácter milagroso de las apariciones en discursos de los
clérigos más prominentes, incluso se pone en duda la participación del Obispo Juan de Zumárraga, ya que por
su formación Erasmista, no era afecto a aceptar la presencia de milagros.

NACIONALISMO GUADALUPANO Y LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Conforme crecía la influencia del grupo de los criollos en la sociedad novohispana, y el alejamiento de las formas
de vivir y pensar peninsulares, el protonacionalismo criollo requería urgentemente símbolos que no fueran
heredados de España, encontrando en la Advocación Mariana de la Virgen de Guadalupe y su milagrosa
aparición en suelo propio el factor que fomentara el orgullo nacionalista.

Este mismo factor de cohesión fue aprovechado por el grupo criollo para manipular el sentimiento de
pertenencia de los indígenas y utilizarlo como carne de cañón en la Guerra de Independencia. Su enfoque como
protectora de los indios desvalidos y explotados por los peninsulares (En la realidad también eran explotados
por muchos criollos). El cura de Dolores Don Miguel Hidalgo tomó como bandera un estandarte de la Virgen de
Guadalupe que tomó de la iglesia de Atotonilco, y arengó a su contingente a seguir ese símbolo que

3
El nombre De Guadalupe, en el manuscrito hace clara referencia a la ubicación “Allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe”
representaba el apego a esta tierra. Un caso especial fue el de las “Vírgenes en conflicto, ya que la advocación
de la Virgen de los Remedios, fue proclamada “Generala” del ejército realista.

Bibliografía
Anónimo. (s.f.). Plano Santa Ysabel Tolla. Plano. Instituto Nacional de Arqueologia e Historia, México.

Lora, A. N. (s.f.). Guadalupe, cultura barroca e identidad criolla. Historia y Grafía(35), 129-160.

Mayoral, M. R. (1995). Dos vírgenes en guerra; Lizardi y la defensa nacional. AIH Actas XII, 185-193.

Maza, F. d. (1953). El Guadalupanismo mexicano. México: Porrúa y Obregón.

Valeriano, A. (1548). Nican Mopohua. México: SE.

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