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Nombre: Nelcy Lizcano Angarita

Código: 2192731

Curso: Ética

La triste realidad del país es que los ciudadanos realmente no saben acerca de la guerra que se
vive día a día en las zonas alejadas del país, dejándose omnibular por hechos de
entretenimiento como los reinados de belleza o partidos de futbol. Cuando se le pregunta a los
colombianos que son los falsos positivos muchos no saben que responder y este
desconocimiento acerca de uno de los actos mas atroces que se han vivido en el país deja
mucho que pensar pues ya lo dice la famosa frase "quien no conoce su historia esta condenado
a repetirla.

Luz Edilia Palacio y Elvira Castro son dos mujeres de Soacha a las cuales la guerra se les llevo a
parte de su familia y que luchan por llegar a la verdad y conseguir justicia por ellas y por las
victimas. Sus hijos aparecieron en una fosa común en el municipio de Ocaña en Norte de
Santander y por parte de las autoridades se dijo que habían sido reclutados por la guerrilla,
siendo esto una vil mentira para encubrir la responsabilidad del ejercito. La parte que juega en
esto los medios de comunicación es importante ya que son los encargados de informar al país
acerca de lo que esta ocurriendo pero lastimosamente estos se quedan cortos en su labor
investigativa dando solo una parte de las noticias y quedándose en varias ocasiones con solo las
declaraciones que hace el gobierno sin ir mas allá. Tristemente mas del 95% de los casos de
muertes por falsos positivos aun se encuentran en la impunidad y en los que se adelantan las
victimas y testigos reciben amenazas contra su vida y las de sus allegados. Los falsos positivos
no solo consisten en matar a campesinos inocentes y hacerlos pasar por miembros de los
grupos al margen de la ley, otra modalidad de esta practica es la de inculpar injustamente a
gente que no tiene nada que ver por delitos que nunca cometieron.

Gustavo es un hombre campesino el cual ha sido victima de los denominados falsos positivos
judiciales. Este se encontraba trabajando cuando quedo en medio de un enfrentamiento entre
grupos guerrilleros y el ejercito del cual salió herido tras recibir un disparo, pese a esto el
ejercito lo acuso de pertenecer a la guerrilla. Tras ocho meses de estar encerrado injustamente
y pese a un proceso judicial corrupto con pruebas falsas pudo retomar la libertad. Pero la vida
para una de estas victimas no vuelve a ser igual ya que sin importar que ahora es libre las
oportunidades de trabajo y la relación con la sociedad ya no es la misma. La realidad en
Colombia es que al Estado realmente no le importa hacer justicia por las victimas de estas
practicas, lo cual se puede observar en la cantidad de casos que se encuentran detenidos en la
fiscalía y que a pesar de los años no avanzan. En vista de que los organismos en el país parecen
no ser capaces de actuar se ha hecho necesario llevar los casos hacia organismos
internacionales esperando conseguir algún resultado.

Para Idali Garcela la lucha por restaurar el buen nombre de su hijo es diaria. Diego fue acusado
de ser guerrillero injustamente por el gobierno y ya son cinco años de espera por parte de su
madre para obtener justicia. El caso de Diego es uno de los tantos de chico que tenían el sueño
de ser parte del ejercito nacional pero que atrozmente fueron reclutados por este para ser
acribillados y hacerlos pasar por miembros del grupo al margen de la ley. Mientras el
presidente y el gobierno en general no se comprometa sinceramente con cumplirle a las
victimas y buscar a los responsables de los hechos atroces con el fin de que paguen, y además
lograr que los ciudadanos que fueron juzgados como criminales recuperen su buen nombre,
nada se podrá hacer. Resolver el tema de los falsos positivos debería ser un objetivo primordial
del Estado colombiano porque esto empaña la historia del país y que no permite que muchas
personas sigan adelante y puedan encontrar consuelo.

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