Elaborado por: Nelcy Lizcano Angarita

Código: 2192731

Curso: Ética

El documental que lleva por nombre" Crímenes de la era colonial" evidencia uno de los hechos
mas atroces y de los cuales poco se habla: la creación de zoológicos humanos durante la era
colonial. Durante muchos años miles personas aborígenes fueron llevadas desde Australia, el
Congo, Guayana y muchos otros lugares hacia las grandes ciudades europeas con el fin de ser
exhibidos como animales intentando justificar así el propósito de la colonización.

Antes de convertirse en un espectáculo para las masas a las elites de la sociedad les eran
traídos extraños salvajes desde países lejanos, A inicios del siglo XIX esto se extendió a
mercados y teatros atrayendo una gran audiencia. El rey de los espectáculos en Estados Unidos
era Phineas Taylor Junior quien desde 1841 atraía un gran publico con su show de personas
extrañas. Este con el fin de extender su negocio decide escribir a varias agencias comerciales
para que le envíen salvajes. Esta solicitud es respondida por Cannigan quien se encontraba en
Australia y allí se apropia de un grupo de aborígenes de Queensland que por ese entonces era
una colonia. A pesar de que este les quita la ropa para impedir que escapen dos de ellos logran
hacerlo al llegar a Sidney, pero estos fueron capturados y devueltos a Cannigan nuevamente. Al
llegar a Nueva York Taylor ya tiene preparado su espectáculo y amasa una fortuna exhibiendo a
los salvajes de Queensland por todo el país. Un año después Tambo uno de los indígenas del
grupo enferma y muere, seguido a esto Cannigan hace que momifiquen su cuerpo y lo vende a
un museo en Cleveland. A pesar de las muertes que siguieron a estas Taylor lleva su show hacia
Londres y de allí por toda Europa hasta que solo quedan dos supervivientes del grupo Jenny y
Toby Junior quienes finalmente enferman de tuberculosis y mueren. Del compañero de Tambo:
Billy no se supo mas nada. Después de muchos años de tramites finalmente los descendientes
de Tambo logran encontrar el cuerpo de Tambo y llevarlo a su hogar.

Además de ser utilizados para el entretenimiento los zoológicos humanos eran la forma en la
cual los imperialistas daban a conocer las culturas de las colonias y porque su papel estaba mas
que justificado, esto dado que a finales del siglo XIX occidente impuso una nueva ola
colonizadora donde grandes potencias se repartieron los territorios libres que quedaban en el
mundo en especial África.

Una de las pocas supervivientes de los zoológicos humanos fue Molico proveniente del pueblo
Kalina de Guayana. En 1882 ella y otras 32 personas fueron llevadas a Francia siendo
convencidas por un colonizador al prometerles joyas y cosas de valor, pero al llegar a su destino
son utilizadas para ser exhibidas como un pueblo salvaje y para realizar investigaciones de
orden racista. Gran parte del grupo contrajo enfermedades mortales y solo unos pocos
pudieron regresar a su hogar entre ellos Molico. Aun hoy en día los descendientes de esta no
han podido superar el trauma que supone las atrocidades a las que fueron sometidos sus
antepasados. La exhibición del pueblo de los Kalina fue un primer paso de la explotación de las
colonias con fines propagandísticos y seguidamente el Ministerio de las Colonias tomo a su
cargo las exhibiciones etnográficas. A su vez Estados Unidos entra en el grupo de las grandes
potencias, a cargo de Samuel Berner se organiza una expedición al Congo Belga de donde se
llevan un grupo de la tribu de los pigmeos Batua que eran considerados el pueblo mas salvaje
de la tierra para ser expuestos en el país. Este grupo es uno de los cuales atrae mas
espectadores. Otavenga un chico del grupo es de los favoritos del publico con su baja estatura y
sus dientes afilados, en 1906 Berner ya no tiene los medios para alimentarlo por lo tanto lo
alquila al zoológico del Bronx en donde lo colocan en una jaula con un chimpancé y lo instan a
realizar pequeños trucos.

Después de una serie de publicaciones acerca de lo degradante que es esta practica el zoológico
acuerda trasladar a Otavenga a un orfanato en donde le ofrecen una educación cristiana,
tiempo después es enviado a Virginia en donde conoce a Anne Spencer una poeta y activista
afroamericana quien le enseña a escribir, pero a pesar de esto Otavenga no puede
acostumbrarse a su nueva vida y se dispara en el corazón.

La Primera Guerra Mundial marca un punto de inflexión en la relación entre colonizadores y

colonizados, los antes salvajes ahora son convertidos en valientes soldados o trabajadores bajo
supervisión. Tras la victoria cientos de soldados de Australia, el Congo, Nueva Guinea y muchos
otros lugares son vitoreados como si fuesen héroes, pero siempre se deja en claro que estos
están bajo el poder de sus conquistadores.

Marius KaloÏs indígena Canaco de Nueva Caledonia es convencido de viajar a Paris con una
parte de su grupo étnico para la exposición colonial en 1931 con la promesa de regresar ocho
meses después. A pesar de lo prometido Marius se da cuenta rápidamente de que nada de lo
que creían era real. Al llegar a los jardines de aclimatación fueron obligados a actuar sin
descanso durante todo el día, las mujeres debían amamantar a sus hijos frente al cientos de
personas y construir canoas y bailar hasta el agotamiento. Así Francia demuestra el poder que
posee llevando el espectáculo hasta los barrios de trabajadores. Pero cada vez cobran mas
fuerza las criticas de los grupos de derechos humanos, comunistas e incluso los nuevos colonos
de Nueva Caledonia exigiendo que estas practicas lleguen a su fin. Estas protestas son tan
fuertes que en Junio de 1932 las autoridades deciden devolver al grupo hacia su lugar de
origen. A pesar de esto Mariu decide no tomar el barco y quedarse con una mujer francesa que
conoció durante su estancia, semanas después se casan en Burdeos y al cabo de un año tienen
una niña. Silvet hija de Marius pasa casi toda su vida sin saber que su padre era Canaco hasta
que una de sus amigas quien era periodista le comunica la verdad y decide trasladar los restos
de su padre a su hogar: Nueva Caledonia donde es recibido por su tribu y enterrado con todos
los honores.

Hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial los zoológicos humanos van desapareciendo
gradualmente y dan inicio a las guerras de descolonización dando inicio a una era de conflicto y
sufrimiento, siendo los veinte años que transcurren desde 1940 a 1960 los mas oscuros y
violentos. Este capitulo de la historia termina en los años 60 y 70 con la declaración de
independencia de las colonias. La historia de los zoológicos humanos es una de las que menos
se conoce pero que juega un papel importante para conocer los fundamentos del racismo y la
esclavitud por esto recientemente se hacen cada vez mas investigaciones para desentrañar
toda la información referente a este tema.