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JUZGADO DE LO MERCANTIL Nº 10 DE MADRID

C/ Gran Vía, 52 , Planta 2 - 28013


Tfno: 914930617
Fax: 914930590
42010143

NIG: 28.079.00.2-2018/0154675
Procedimiento: Juicio Verbal (250.2) 1128/2018

Materia: Contratos en general


Clase reparto: DEMANDAS J. VER. TRANSP. AEREO

Demandante:: D./Dña. JAIONE ALVAREZ GIRALTE


LETRADO D./Dña. ALVARO AZCARRAGA GONZALO
Demandado:: ETHIOPIAN AIRLINES
LETRADO D./Dña. JORGE FERNANDO ESPAÑOL FUMANAL

SENTENCIA Nº 292/2020

JUEZ/MAGISTRADO- JUEZ: D./Dña. MARIA DE LA PALOMA ALVAREZ


AMBROSIO
Lugar: Madrid

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Fecha: dieciséis de junio de dos mil veinte
Asunto: Reclamación de cantidad (600 euros) por retraso de vuelo.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- La parte demandante presentó demanda en la que suplicaba sentencia


por la que estimándose la demanda se condene a la demandada al pago de 600 euros más los
correspondientes intereses y costas.

SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, se acordó dar traslado a la parte


demandada para su contestación, en la que se opuso a los pedimentos formulados de
contrario.

TERCERO.- Dado traslado a la parte demandante a efecto de alegar sobre la


pertinencia de celebrar vista, manifestó que no consideraba necesaria la celebración de la
vista.

CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento no se han cumplido los


plazos legales por el cese del anterior refuerzo y la carga de trabajo que soporta este juzgado.
.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

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PRIMERO.- Objeto del pleito.
La parte demandante sostiene que tenían reserva para volar de Madrid (MAD) a
Kilimanjaro (JRO) el 04/06/2018, con el siguiente plan de vuelo:
-Vuelo ET713 con salida desde Madrid (MAD) a las 22:40 horas del 04/06/2018 y llegada a
Addis Abeba (ADD) a las 06:30 horas del 05/06/2018;
-Vuelo ET815 con salida desde Addis Abeba (ADD) a las 10.20 horas del 05/06/2018 y
llegada a Kilimanjaro (JRO) a las 12.55 del 05/06/18.
Que el vuelo ET713 se retrasó más de 4 horas y perdió la conexión, siendo reubicada
en el vuelo PW726 del 05/06/18, con salida a las 16:50 horas y hora de llegada programada a
las 17:50 horas, llegando a destino con más de cuatro horas de retraso sobre la hora
inicialmente programada. Y reclama 600 euros con apoyo en el Reglamento 261/2004.

La parte demandada sostiene que el Reglamento 261/2004 no sería de aplicación al


tratase de un billete gratuito, al no aparecer el precio en el título de viaje de la demandante;
impugna los documentos que no aparecen traducidos al español y en concreto la información
obtenida de fligthstats por carecer de la más mínima seriedad tal y como la propia página
web indica al declinar y retirar cualquier garantía de que sus datos sean verídicos o reales
(doc. N.º 1 de la contestación; afirma que el avión padeció un leve retraso debido al caos
producido por la huelga de los controladores franceses del fin de semana según acredita con
el doc. N.º 2 de la contestación; y niega que el leve retraso fuese la causa de la pérdida de la
conexión, ya que el vuelo llegó a Addis Abeba el martes a las 09.04 minutos, tiempo

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suficiente para que el pasajero hubiese podido coger su vuelo de conexión previsto a las 9.50
h. en el aeropuerto de Addis Abeba (doc. N.º 3 de la contestación).
Sostiene que la parte demandante no se presentó al embarque, motivo por el que no
aporta tarjetas de embarque, y que la única que aporta es de un vuelo desde Nairobi, por lo
que considera habría temeridad en su conducta.
Por todo ello, pide la desestimación de la demanda con costas con especial
declaración de temeridad.

SEGUNDO.- Ley aplicable.


Mientras la demandante solicita la compensación prevista en el artículo 7 del
Reglamento (CE) 261/2004, la parte demandada sostiene que estamos ante un vuelo gratuito
o de precio reducido restringido, pues la carga de la prueba la tenía la actora, y el
Reglamento europeo 261/04 en su art. 3.3 excluye de forma expresa que este se aplique, por
lo que rige entonces, y en este caso, el Convenio de Montreal de 1999 de Unificación de
Reglas para el Transporte Aéreo que entró en vigor para Etiopía el día 22/6/2014 y que
también está suscrito por España que lo ratificó el 29/4/2004.

El artículo 3.3 del Reglamento (CE) nº 261/2004 del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 11 de febrero de 2004, por el que se establecen normas comunes sobre
compensación y asistencia a los pasajeros aéreos en caso de denegación de embarque y de
cancelación o gran retraso de los vuelos, y se deroga el Reglamento (CEE) nº 295/91, dice:
3. El presente Reglamento no se aplicará a los pasajeros que viajen gratuitamente o con un billete de precio
reducido que no esté directa o indirectamente a disposición del público. No obstante, se aplicará a los pasajeros
que posean billetes expedidos, dentro de programas para usuarios habituales u otros programas comerciales,
por un transportista aéreo o un operador turístico.
El billete que se aporta como documento n.º 3 de la demanda no contiene referencia

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alguna al precio, siendo carga de la parte demandante acreditar dicho extremo (art. 217
LEC). La parte demandante no ha solicitado la celebración de vista, acto procesal en el que
se fijan los hechos que resulten controvertidos y se propone la prueba para acreditarlos (art.
443.3 LEC).
En conclusión, la parte demandante no ha acreditado que abonara precio alguno por
el billete, lo que conlleva la no aplicación del Reglamento 261/2004, y la aplicación del
Convenio de Montreal de 28 de mayo de 1999, que en su artículo 19 dice así:
«El transportista es responsable del daño ocasionado por retrasos en el transporte aéreo de pasajeros,
equipaje o carga. Sin embargo, el transportista no será responsable del daño ocasionado por retraso si prueba
que él y sus dependientes y agentes adoptaron todas las medidas que eran razonablemente necesarias para
evitar el daño o que les fue imposible, a uno y a otros, adoptar dichas medidas».
Y el artículo 29:
1. En el transporte de pasajeros, de equipaje y de carga, toda acción de indemnización de daños, sea
que se funde en el presente Convenio, en un contrato o en un acto ilícito, sea en cualquier otra causa, solamente
podrá iniciarse con sujeción a condiciones y a límites de responsabilidad como los previstos en el presente
Convenio, sin que ello afecte a la cuestión de qué personas pueden iniciar las acciones y cuáles son sus
respectivos derechos. En ninguna de dichas acciones se otorgará una indemnización punitiva, ejemplar o de
cualquier naturaleza que no sea compensatoria.

La Comisión de la Unión Europea, en las Directrices interpretativas del Reglamento


(CE), publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 15 de junio de 2016, deja claro
la diferencia entre el Reglamento (CE) 261/2004 y el Convenio de Montreal en cuando se
refiere a compensación y/o indemnización, y su acreditación:
“(…) el Reglamento prevé una compensación uniforme e inmediata, mientras que el Convenio de

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Montreal prevé una indemnización que exige una evaluación del daño causado en cada caso.”

SEGUNDO.- Circunstancias extraordinarias.


La entidad demandada admite un leve retraso de 2 horas y 4 minutos, pero sostiene
que fue debido al caos producido por la huelga de los controladores franceses del fin de
semana, por lo que el retraso no sería culpable; y para acreditar la huelga aporta una noticia
de prensa como documento n.º 2 de la contestación a la demanda.

En este caso y en el ámbito del Convenio de Montreal, debemos acudir a las normas
del Código Civil relativas a las obligaciones contractuales para determinar si el
incumplimiento del contrato en cuanto al tiempo de llegada al destino final fue o no
culpable, tal y como alega la parte demandada.
La fuerza mayor, como circunstancia cuya concurrencia es capaz de exonerar de
responsabilidad al contratante incumplidor, viene contemplada en el artículo 1.105 del
Código Civil, y para ponderar su concurrencia habrá de estarse a la normal y razonable
previsión que las circunstancias exijan adoptar en cada supuesto concreto, o inevitabilidad en
una posibilidad de orden práctico.
En este caso, la parte demandada no acredita que el retraso fuera debido a la huelga
de controladores franceses, ya que el documento n.º 2 que aporta para ello es una noticia de
prensa de fecha 21 de junio de 2018, posterior al vuelo que operaba el 4 de junio, en la que
se habla de forma general de las huelgas en Europa, con una referencia a las huelgas en
Marsella, sin ninguna concreción respecto al vuelo que nos ocupa, ni en la fecha al no
haberse aportado ningún documento que acreditara la situación en dicha fecha, ni en el
espacio aéreo afectado, al tratarse de un vuelo que no tenía ni la salida ni la llegada en
territorio francés, por lo que, en principio, no debería verse afectado de forma directa por las

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huelgas en Francia.

TERCERO.- Prueba del retraso.


La parte demandada también niega que el retraso del vuelo fuera la causa de la
pérdida de la conexión, ya que sostiene que el retraso fue de 2 horas y 4 minutos, por lo que
la demandante habría tenido tiempo suficiente para hacer la conexión; y para acreditarlo
aporta un comunicado de su oficina central en Addis Abeba como documento n.º 3.
La parte demandante sostiene que el retraso fue superior a cuatro horas, y motivó la
pérdida de la conexión; y para acreditarlo aporta el informe obtenido en la página web de
fligthstats, que ha sido impugnado de contrario porque carece de la más mínima seriedad tal
y como la propia página web indica al declinar y retirar cualquier garantía de que sus datos
sean verídicos o reales, lo que acredita con el documento n.º 1 de la contestación.

En este caso, habría quedado acreditado que la pasajera llegó a su lugar de destino
con un retraso superior a cuatro horas con el informe publicado en la página web Flightstats,
medio de prueba del que comúnmente se valen tanto pasajeros como compañías aéreas para
acreditar las incidencias de los vuelos, y que viene siendo admitido por los tribunales a estos
efectos, sin que quede contradicho por el comunicado de la oficina central de Addis Abeba
de la demandada que se aporta como documento n.º 3 de la contestación, al tratarse de un
documento de parte. Y ello porque el informe de flightstats es un documento de tercero que
goza de objetividad e imparcialidad ya que, aun cuando la propia flightstats reconozca que
los datos publicados pueden no ser completamente exactos, se trata de una página web

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titularidad de la empresa americana “Flighstats Inc”, con domicilio en Portland, Oregón,

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cuyo objeto, entre otros, es la prestación de servicios de información en tiempo real relativa
a vuelos operados a nivel global y de diversas compañías aéreas, y que pone a disposición de
todo el público una plataforma de verificación de datos entre los que se incluyen los datos
relativos a las horas programadas de salida y llegada de los vuelos, el tiempo de duración de
estos o puertas de embarque, así como las horas reales en que un vuelo ha salido y llegado a
destino, mostrando el tiempo de retraso, en caso de que éste tenga lugar, lo que le otorga una
verosimilitud y presunción de exactitud que no puede ser contradicha por un documento de
parte, sino por otro documento emitido por tercero imparcial o por una autoridad competente
en la materia.
Y en cuanto a los documentos redactados en inglés, acojo la doctrina sentada por la
AP Barcelona, sec. 15ª, S 24-01-2019, nº 95/2019, rec. 178/2018, según la cual:
Si bien es cierto que no consta su traducción y que el art. 144 LEC exige la traducción de los
documentos redactados en idioma que no sea el castellano, entiende esta Sala que no debe ser impedimento
para efectuar la adecuada valoración probatoria atender al redactado en el idioma original de los referidos
documentos dado su contenido (de redacción escueta y concisa) para poder valorar adecuadamente los mismos
y otorgarles fuerza probatoria.
Por todo ello, considero que habría quedado acreditado el retraso que motivó la
pérdida de la conexión.

CUARTO.- Falta de acreditación de los daños.


La parte demandante debe identificar y acreditar los daños de los que deriva su
pretensión indemnizatoria, y el nexo causal que existe entre esos daños y el retraso
producido.
En cuanto al daño moral, la jurisprudencia reconoce la pertinencia de resarcir el daño
moral, «consistiendo la situación básica del que resultaría indemnizable en un sufrimiento o padecimiento

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psíquico, que comprende situaciones tales como la impotencia, zozobra, ansiedad, angustia, pesadumbre, temor
o presagio de incertidumbre. El propio Tribunal Supremo ha admitido en la sentencia de 31 de mayo de 2000 la
aplicación de tal doctrina en un caso de transporte aéreo (en razón de la aflicción producida por un retraso,
concretamente por la demora en la salida de un viaje), si bien no debe confundirse el daño moral con
situaciones de mera molestia, aburrimiento, enojo o enfado, que suelen originarse cuando surgen incidencias
desfavorables en un vuelo, pues lo que debe indemnizarse son aquellas situaciones que por su grado de
relevancia afecten a la esfera psíquica de la persona, atendiendo tanto a las circunstancias del caso como a las
deducibles de un juicio de notoriedad, de manera que se produzca una perturbación de alguna entidad, como
consecuencia de las horas de tensión e incomodidad producidas por una incidencia importante, que se
entiendan carentes de justificación alguna» (SAP Madrid, sec. 28ª,, n.º 103/2011 de 1 de abril).
Por su parte, la sentencia de la AP Madrid sec. 28ª, nº 262/2012 de 24 de septiembre,
concluye:
«No cabe considerar daño moral el que no se ofrecieran refrescos o comida o que no se ofrecieran
llamadas telefónicas, fax o correo electrónico, sin perjuicio de que pudieran generar unos gastos que deban ser
reembolsados, como señala la citada Sentencia del Tribunal de Justicia de 13 de octubre de 2011, gastos que
aquí no se reclaman».
Y el TJUE, en su sentencia de 23/10/2012, asuntos acumulados C-581/10 y C-
629/10, sostiene:
49. A este respecto procede precisar que, al igual que las molestias mencionadas en la sentencia IATA
y ELFAA, antes citada, no cabe calificar una pérdida de tiempo de «daño ocasionado por retrasos» en el sentido
de lo dispuesto en el artículo 19 del Convenio de Montreal y, por ese motivo, no está comprendida en el ámbito
de aplicación del artículo 29 del Convenio.
50. En efecto, el artículo 19 de este Convenio exige, en particular, que el daño se haya generado a raíz
de un retraso, que exista un nexo causal entre el retraso y el daño, y que el daño esté individualizado en función
de los distintos perjuicios que sufra cada pasajero.

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En este caso, con independencia de la circunstancia extraordinaria alegada huérfana
de toda prueba como ya hemos dicho, no se han acreditado los daños, ya que la angustia o
ansiedad derivada de las incidencias de un vuelo, por sí sola, no pasa de ser una molestia o
incomodidad que puede producirse en cualquier viaje, sin que en el caso concreto se hayan
acreditado especiales circunstancias que pudieran integrar el daño moral pretendido, al
tratarse de pasajera mayor de edad, sin enfermedad o necesidades especiales que no hubieran
sido cubiertas por la compañía aérea demandada.

Por todo ello, procede la desestimación de la pretensión.

QUINTO.- En aplicación del criterio del vencimiento previsto en el artículo 394 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil procede imponer las costas a la parte demandante.
En cuanto a la declaración de temeridad, entiende la parte demandada que es clara al
no presentar ni la tarjeta de embarque del vuelo de Madrid a Addis Abeba ni del vuelo de
Addis Abeba a Klimanjaro, ya que la única tarjeta de embarque que presenta es la de un
vuelo desde ¡Nairobi a Klimanjaro!, por lo que, es obvio que la pasajera está engañando al
tribunal pues, por el motivo que sea, no se presentó a dichos vuelos.

Si bien es cierto que la parte demandante ha guardado silencio respecto de la falta de


correspondencia entre la tarjeta de embarque del vuelo alternativo y el punto de origen del
mismo, no lo es menos que la demandada no acredita que la pasajera no se presentara al
embarque, lo que podría haber hecho aportando sus registros internos, y que la parte
demandante ha presentado demanda en la que expone sus alegaciones, y prueba que tenía
una reserva para el vuelo por el que se reclama, sin que la reclamación se apoye en el vuelo

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alternativo, por lo que no se aprecia una forma aventurada o aviesa de litigar, aunque sí
cierta parquedad en la descripción fáctica de la demanda, en la que no se encuentra
explicación al hecho de aportar una tarjeta de embarque de un vuelo que, en principio, no
guarda relación alguna con los vuelos contratados.

SEXTO.- No cabe recurso.


Artículo 455 LEC. Resoluciones recurribles en apelación. Competencia y tramitación
preferente
1. Las sentencias dictadas en toda clase de juicio, los autos definitivos y aquéllos
otros que la ley expresamente señale, serán apelables, con excepción de las sentencias
dictadas en los juicios verbales por razón de la cuantía cuando ésta no supere los 3.000
euros.
Redacción dada por la Ley 37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilización
procesal.

FALLO

DESESTIMO la demanda interpuesta por JAIONE ALVAREZ GIRALTE y absuelvo


a la compañía ETHIOPIAN AIRLINES de las pretensiones formuladas contra ella, con
imposición de costas a la parte demandante.

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Contra esta resolución no cabe recurso.

Así por esta sentencia lo pronuncio, mando y firmo.

El/la Juez/Magistrado/a Juez

La difusión del texto de esta resolución a partes no interesadas en el proceso en el que ha sido dictada sólo
podrá llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los mismos contuvieran y con
pleno respeto al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que requieran un especial deber de tutela
o a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando proceda.

Los datos personales incluidos en esta resolución no podrán ser cedidos, ni comunicados con fines contrarios a
las leyes.

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Este documento es una copia auténtica del documento Sentencia firmado electrónicamente por
MARIA DE LA PALOMA ALVAREZ AMBROSIO

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