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Ponente: CARLOS BETANCUR JARAMILLO

Fecha de Resolución: 3 de Diciembre de 1993


Emisor: SECCIÓN TERCERA
ACCIONES CONTRACTUALES CADUCIDAD - Término.En materia contractual las
acciones de cumplimiento tienen una caducidad ordinaria de dos años, contados a
partir del vencimiento del contrato. Es en esa oportunidad en la cual las partes
pueden saber a ciencia cierta si se dio el incumplimiento total o parcial de alguna o
de algunas de las obligaciones emanadas del mismo. Pensar que cada
incumplimiento tiene un plazo de caducidad diferente para su reclamo introduciría
un caos en las controversias contractuales y traería más de una sorpresa a las
partes; las que, comúnmente, aspiran a que el cumplimiento se logre mientras esté
vigente el Contrato. En otras palabras, es el vencimiento de éste el que permite
definir con mayor seguridad cual o cuales obligaciones se incumplieron;El pago no
se hizo a quien estaba en posesión del crédito, sino a terceros falsarios, y porque la
sociedad acreedora no ratificó en forma alguna el pago hecho al pretenso diputado
para el cobro. En suma, el poseedor del crédito era INDUMETAL S.A. quien era su
titular. El papel o documento esgrimido por los que cometieron el ilícito no les daba
esa calidad. Justificar lo ocurrido con la culpa de la víctima, porque esta se demoró
casi seis meses para formular la cuenta, carece de seriedad; como sucede también
con la aseveración que con su demora la acreedora "puso las circunstancias para
que terceros cobraran el cheque. Eso es culpa de la víctima".La jurisprudencia de la
sala no ha sido reiterada sino uniforme, con la siguiente orientación: se reajusta el
valor histórico de la indemnización con, base en los índices de precios siguiendo la
formula vp= vh ind.1 ind.i; de donde vp es el valor presente que se busca, vh el valor
histórico o a la suma que se va a reajustar, ind. f. o índice final a la fecha del fallo; e
ind. i. o índice inicial el vigente a la fecha en que debió cumplirse la obligación,. Se
anota que la actualización de la condena fue expresamente solicitada en la
demanda. Como lucro cesante de la suma debida, se liquidará un interés puro o
técnico del 6% anual sobre el valor histórico de la obligación; tasa que se estima
desprovista de toda finalidad correctivo y que sólo es el precio mínimo que debe
cobrarse por el uso del capital.La persona llamada en garantía podrá ser privada, en
principio no justificable ante esta jurisdicción, porque cuando se le cita a esta clase
de proceso ( bien de reparación directa o contractual) el llamamiento se hace
porque existe título legal o contractual que así le permite y no porque el llamado sea
parte de la relación principal que se discute entre el demandante y la demandada. Si
no pudiera llamarse sino a las personas públicas el llamamiento no tendría razón
dentro del proceso administrativo y se contrariaría la voluntad de la ley, la que al
autorizarlo no lo restringe a esa clase de personas. No puede olvidarse que el
llamamiento en el fondo hace posible la efectividad de una relación de garantía. Y
además, en el evento como el aquí analizado, se produce un fuero de atracción que
permite que todas las partes principales o intervinientes sean enjuiciables por un
mismo juez. Así las cosas, el llamamiento efectuado en este proceso tuvo su
justificación formal en el contrato de una cuente corriente celebrada entre el FAN y
el Banco Cafetero. Pero en el caso concreto no se comprobaran los supuestos para
comprometer la responsabilidad de dicho banco, ya que no se acreditó que por su
culpa o negligencia se produjo la defraudación que afecto el patrimonio de la
demanda. El Banco no tenía porque estar al tanto de los pormenores del asunto; el
cheque girado no tenía especiales restricciones y en apariencia los documentos que
acreditaban el carácter de los beneficiarios eran correctos. Recuérdese que sólo con
posterioridad la justicia penal vino a descubrir el fraude. Por lo tanto, el banco
llamado será absuelto.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

Consejero ponente: CARLOS BETANCUR JARAMILLO

Santa Fe de Bogotá, D.C., tres (3) de diciembre de mil novecientos noventa y tres
(1993)

Radicación número: 7677

Actor: INDUMETAL S.A.

Demandado: FONDO AERONAUTICA NACIONAL (FAN).

Procede la sala a decidir el recurso de apelación interpuesto por las partes contra la
sentencia de junio 5 de 1992 dictada por el tribunal administrativo de Antioquia
(Sección Segunda), mediante la cual se dispuso:

"1. NO PROSPERAN LAS EXCEPCIONES DE CADUCIDAD DE LA ACCION


CONTRACTUAL Y CUMPLIMIENTO 0 PAGO DE LA OBLIGACION.
1. NO SE DECLARA LA FALSEDAD DE LOS DOCUMENTOS TACHADOS NI
SE IMPONEN LAS SANCIONES PREVISTAS EN EL ​ARTICULO 292 DEL
CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL POR LO EXPUESTO EN LA PARTE
MOTIVA.
2. DECLARAR, QUE EL FONDO AERONAUTICO NACIONAL FAN -
INCUMPLIO EL CONTRATO NUMERO 3881 DE SEPTIEMBRE 27 DE 1982,
SUSCRITO CON LA SOCIEDAD INDUSTRIAL METALMECANICA DEL
QUINDIO - INDUMETAL S.A. - .
3. CONDENASE AL FONDO AERONATICO NACIONAL - FAN - A PAGAR A LA
SOCIEDAD INDUSTRIAL METALMECANICAS DEL QUINDIO -
INDUMETAL S.A. - LOS SIGUIENTES CONCEPTOS:
4.1. LA SEGUNDA CUOTA DEL ANTICIPO CONTRACTUAL PACTADO,
ESTO ES, LA SUMA DE VEINTIUN MILLONESVEINTIOCHO MIL
TRESCIENTOS TREINTA Y OCHO PESOS CON VEINTE CENTAVOS
($21.028.338.20).
SUMA QUE D.A. CONFORME A LO SEÑALADO EN LA PARTE MOTIVA.
4.2. INTERESES MORATORIOS POR INCUMPLIMIENTO EN EL PAGO DE
LA CUOTA DEL ANTICIPO, LA SUMA DE SESENTA Y SEIS MILLONES
OCHOCIENTOS SETENTA MIL CIENTO DIECISEIS PESOS MIL
($66.870.116.00).
4.3. POR INTERESES QUE SE CAUSARON SOBRE LOS INTERESES
M.ORATORIOS, LA SUMA DE TREINTA Y CUATRO MILLONES
SETECIENTOS SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS SESENTA Y OCHO
PESOS MIL (34.762.368.00).
4. NIEGANSE LAS DEMAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA.
5. ABSTÉNGASE DE DECIDIR EL LLAMAMIENTO EN
GARANTIA.
6. SIN COSTAS
7. A ESTA SENTENCIA SE LE DARA CUMPLIMIENTO DE CONFORMIDAD
CON EL ​ARTICULO 174 Y SUBSIGUIENTES DEL ​CODIGO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO​".
En la demanda presentada por Indumetal S.A. contra el Fondo Aeronáutico
Nacional en agosto 16 de 1985, se pidió:
"PRIMERA: Declarar que el Fondo Aeronáutico Nacional incumplió el
contrato número 3881 - IX - 27 - 82, celebrado el 27 de septiembre de 1982,
con la Sociedad INDUSTRIAS METALMECANICAS DEL QUINDIO -
INDUMETAL S.A. - , cuyo objeto es el "SUMINISTRO, MONTAJE Y PUESTA
EN SERVICIO de un sistema de manejo de equipajes para el Aeropuerto
J.M.C. -M..
SEGUNDA: Asimismo declarar que el Fondo Aeronáutico Nacional es
administrativamente responsable del incumplimiento contractual a que se
refiere la pretensión inmediatamente anterior. Como consecuencia de las
declaraciones anteriores, ese Honorable Tribunal se servirá hacer las
siguientes:
A. CONDENAS:
8. PRIMERA: Condenar al FONDO AERONAUTICO NACIONAL a cumplir el
contrato 3881 - IX - 27 - 82,y en consecuencia a pagar a la sociedad
INDUSTRIAS METALMECANICAS DEL QUINDIO - INDUMETAL S. A. las
siguientes cantidades Correspondientes a la obligación contraída por el
demandado en el Ordinal 2) de la CLAUSULA SEGUNDA del mismo contrato:
9. La suma de VEINTIUN MILLONES VEINTIOCHO MIL TRESCIENTOS
TREINTA Y OCHO PESOS CON VEINTE CENTAVOS ($21.028.338.20)
MONEDA CORRIENTE)
10. Los intereses moratorias corrientes de la misma suma anterior desde que se
hizo exigible hasta que se realice el pago.
11. Los intereses que se causen sobre los intereses devengados por la referida
suma de $21.028.338.20 desde la fecha de la presentación de esta demanda,
los cuales constituyen intereses debidos con un año de anticipación con
arreglo al ​Artículo 886​ del ​Código de Comercio​.
SEGUNDA: Condenar al FONDO AERONAUTICO NACIONAL a indemnizar a
la sociedad INDUSTRIAS METALMECANICAS DEL QUINDIO -
INDUMETAL S.A - " los perjuicios derivados del incumplimiento del contrato
3881 - IX - 27 - 82 y en consecuencia a reconocerle y pagarle la suma de
SIETE MILLONES CIENTO VEINTISEIS MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y
UN PESOS MONEDA CORRIENTE($7’126.381.oo), o la suma que se pruebe
dentro del proceso.
TERCERA: Condenar al FONDO AERONAUTICO NACIONAL al pago de las
agencias en derecho y de las costas del proceso.
CUARTA: Para compensar la pérdida del valor adquisitivo de la moneda
colombiana, se ordenará actualizar el valor de las anteriores condenas o el
ajuste del mismo al momento de la sentencia o de su pago, todo con arreglo al
artículo 178​ del ​C.C.A.
A la sentencia se le dará cumplimiento dentro del término establecido en el
artículo 176​ del ​C.C.A.​"
En el mismo escrito se narraron, en síntesis, los siguientes hechos:
12. Que entre el Fondo e Indumetal S.A. se celebró el contrato No. 3881 de 27 de
septiembre de 1982 para la fabricación, suministro y montaje del sistema de
manejo de los equipajes en el aeropuerto "J.M.C." de Rionegro.
13. Que dicho contrato fue objeto de algunas modificaciones, entre las que se
puede destacar la No.4443 de 12 de enero de 1984, por la cual se varió la
forma de pago (cláusula segunda).
14. Que el contrato, en términos generales, se cumplió sin obstáculos, salvo en lo
relacionado con el pago de la segunda cuota del anticipo (el 30% del valor del
contrato) por $21.028.338.20, pagadera cuatro meses después de la firma del
mismo, previa la presentación de la cuenta de cobro.
15. Que al formular la cuenta (No. 1682 de 17 de agosto de 1983) de acuerdo con
el contrato y con la resolución 3280 de 1981 del Fan, éste organismo negó su
pago aduciendo que ya había sido pagada.
5. Que el hecho produjo otras acciones y procesos, uno de los cuales le
permitió a la justicia penal establecer la comisión del delito de estafa; delito
que facultó a terceros, distintos del contratista, gestionar ante el Fan el cobro y
el pago de la susodicha cuenta.
16. Que a pesar de que las obras fueron entregadas a plena satisfacción el 22 de
marzo de 1985 (a folios 44 del cuaderno No.1), la administración no ha
liquidado el contrato ni pagado el saldo de la deuda.
La entidad demandada al oponerse a las pretensiones propuso las excepciones
de caducidad de la acción y de pago o cumplimiento y llamó en garantía a
varías entidades bancarias, quedando reducido dicho llamamiento al que se le
hizo al Banco Cafetero (a folios 133 cuaderno No. 3).
El a - quo, luego de cumplir el trámite correspondiente, decidió en la forma
indicada atrás. Inconformes las partes, interpusieron apelación, así: el Fan
mediante escrito de julio 1 de 1992 (a folio 501) y la parte actora en escrito del
día 3 siguiente (a folio 502).
Durante la segunda instancia sustentaron el recurso, la parte demandada en
memorial que obra a folios 507 y s.s. y la demandante en escrito que figura a
folios 521 y s.s.
El ministerio público, por conducto de su procurador décimo delegado,
solicitó, en su vista de 2 de abril de 1993, la confirmación del fallo en cuestión,
con las siguientes modificaciones:
"1). - Aclarar el numeral 3 de la parte resolutiva en el sentido de declarar que
el Fondo Aeronáutico Nacional - FAN - incumplió el contrato número 3881 de
septiembre 27 de 1982, suscrito con la sociedad INDUSTRIAS (no
INDUSTRIAL, como dice el fallo) METALMECANICAS DEL QUINDIO -
INDUMETAL S.A.
2). - Reformar el numeral. 4.2 de la parte resolutiva, para condenar al FAN al
pago de intereses corrientes por el incumplimiento, desde que la segunda
cuota del anticipo se hizo exigible.
3). - Revocar el numeral 4.3 de la parte resolutiva, por cuánto la
jurisprudencia del Consejo ha sido reiterada en prohibir el anatocismo o sea
liquidación de intereses sobre intereses."
Asimismo alegaron de conclusión tanto el Banco Cafetero (a folios 535 y s.s.)
como las partes principales involucradas en el litigio. La parte actora en su
escrito que obra a folios 538 y s.s. la demandada en memorial que aparece a
folios 603 y s.s.
PARA RESOLVER, SE CONSIDERA:
El análisis de las excepciones y el estudio de fondo sobre el incumplimiento
contractual hechos por el tribunal merecen acogida en lo fundamental,
aunque no así las conclusiones de ese incumplimiento en cuanto a los
perjuicios, porque estos deberán concretarse de manera diferente, como se
explicará mas adelante. En este orden de ideas, se anota:
Para la Sala, sea con el enfoque del a - quo o con lo alegado por la actora, la
demanda fue presentada oportunamente. Para aquél porque el plazo de
caducidad terminaba el 17 de agosto de 1985 y el libelo fue presentado el día
anterior. Para la actora porque el plazo debía contarse a partir de la
determinación del contrato, o sea desde el 22 de marzo de 1985.
Aunque, como se dijo, la oportunidad así aparece indiscutible, en vista de que
la parte demandada señala la fecha de la admisión de la demanda como. la
indicada para calificar esa oportunidad, ya que el término empezó a correr el
17 de agosto de 1983 (día en el se formuló la cuenta de cobro y se puso en
evidencia el no pago de la cuenta), la sala hace las siguientes observaciones.
En materia contractual las acciones de cumplimiento o tienen una caducidad
ordinaria de dos años, contados a partir del vencimiento del contrato. Es en
esta oportunidad en la cual las partes pueden saber a ciencia cierta si se dio el
incumplimiento total o parcial de alguna o de algunas de las obligaciones
emanadas del mismo. Pensar que cada incumplimiento tiene un plazo de
caducidad diferente para su reclamo introduciría un caos en las controversias
contractuales y traería mas de una sorpresa a las partes; las que, comúnmente,
aspiran que el cumplimiento se logre mientras esté vigente el contrato. En
otras palabras, es el vencimiento de éste el que permite definir con mayor
seguridad cuál o cuáles obligaciones se incumplieron; y por esa razón será la
fecha de dicho vencimiento la que permitirá empezar a contar el término que
las partes tienen para formular sus reclamos ante el juez del contrato.
En éste sentido estima la Sala que la caducidad empezó a contarse cuando el
contrato terminó. Esta definición da certeza y seguridad a las partes y se
ajusta al pensamiento jurisprudencial.
La que sí es francamente inadmisible es la posición de la entidad demandada,
la que da a entender que la caducidad se produjo porque el auto admisorio se
expidió después de los dos años de la ocurrencia del hecho del
incumplimiento.
Y se dice que es francamente inadmisible porque la jurisprudencia, respaldada
por texto legal expreso (​artículo 143 del ​C.C.A.​), acepta que el término de
caducidad se interrumpirá con la presentación de la demanda que reúna las
exigencias legales y no con la admisión de la misma. Si así fuera la caducidad
quedaría al capricho o al arbitrio del juzgador, a quien le bastaría demorar la
decisión inicial del proceso para dar al traste con las aspiraciones del
demandante.
En suma, si la demanda se presentó el 16 de agosto de 1985, su oportunidad es
indiscutible.
Fuera de lo dicho y en vista del tránsito de legislación que se produjo con la
expedición del código administrativo, adoptado por el ​decreto 01 de 1984​,
cabe recordar que las controversias contractuales nacidas con anterioridad al
código no estaban regidas por la caducidad sino por la prescripción extintiva;
razón por la cual, la presente demanda, que se formuló ya en vigencia del
nuevo estatuto, bien pudo presentarse hasta el 12 de marzo de 1986.
La demanda, pues, fue presentada oportunamente y el proceso podrá
resolverse de fondo, tal como lo hizo el a - quo.
El asunto, a grandes rasgos, toca con el incumplimiento que se endilga a la
entidad demandada por el no pago de la segunda cuota del anticipo convenido
(el 30% del valor del contrato) o sea la suma de $21.028.338.20;
incumplimiento que sirve de fundamento a la actora para reclamar no sólo su
pago, sino el reconocimiento de interés es moratorias desde que se hizo
exigible la obligación, más los intereses previstos en el ​artículo 886 del ​c. de
co. y los perjuicios causados por el mismo incumplimiento estimados en la
suma de $7.126.381.
El a - quo, luego de rechazar la excepción de caducidad de la acción propuesta
por la parte demandada, estimó que efectivamente la entidad había
incumplido lo de su cargo porque "el pago no fue hecho al acreedor o a
representante legítimo del mismo" y porque "ni siquiera la buena fe podría
invocarse como hecho exceptivo de la pretensión, porque no puede olvidarse
que se trata de un contrato conmutativo, donde hay prestaciones recíprocas
que deben ser satisfechas por ambas partes y que se trata además de un
contrato administrativo donde el principio del equilibrio económico financiero
del contrato, entre otros, también rige la relación jurídica".
La defraudación, cree la Sala, ocurrió en el patrimonio de la entidad
demandada, no en el del acreedor".
La Sala comparte, luego del reestudio del acervo probatorio, tal conclusión, la
que también resultó avalada en toda su extensión por el procurador décimo
delegado ante esta corporación, como se verá luego.
Del fallo del tribunal se destacan los siguientes apartes, que la sala prohíja:
"Como puede colegirse de la demanda, la pretensión del demandante se funda
en la mora en el pago de la segunda cuota del anticipo contractual. La parte
demandada aduce que pagó.
Prueba de tal pago, son los documentos aportados en la diligencia de
Inspección Judicial que obra a folios 62 y siguientes del cuaderno número 7, y
que son tachados de falsos por la parte actora:
- La orden de pago del Fondo Aeronáutico Nacional 0537 de julio 8 de 1983 ...
en la cual son totalmente falsos: el sello atribuido a Indumetal S.A., así como
la firma y la cédula de ciudadanía atribuidos a su presunto autorizado o
representante, sello y firma que aparece en estampados debajo de la leyenda
(sic) recibí en el extremo¡ (sic) inferior derecho del documento tachado.
- El cheque No.625564 girado sobre (sic) el banco Cafetero sucursal cra. 10a.
de Bogotá de fecha 8 de julio de 1983 por $21.007.309.80 por el Fondo
Aeronáutico Nacional a favor de (... ) "INDUMETAL (sic) S - A.", en donde son
totalmente falsas las firmas atribuidas a H.A.B., así como el sello que dice
INDUMETAL S.A. y debajo de la firma falsificada la palabra Gerente, firma y
sello que aparecen el anverso del documento tachado.
- La cuenta de cobro No. 1601, en donde es totalmente falsa. firma de H.A.B.,
la firma y el visto bueno (sic) de Iacio (sic) S.R., así como el membrete o sello
de Indumetal S.A - y (... ) sello de "INMA, interventores Asociados" puesto
encima de la firma falsificada de I.B..
- "La autorización de 5 de julio de 1983 que consta en el papel documentario
minerva No.AA - 3588594 en donde son falsos: Las tres '3' f las que se
atribuyen a H.A.B., el sello que dice I.S.A "a palabra Gerente debajo de la
segunda firma falsificada. La cédi (sic) de ciudadanía No.3.967.736 de
Barranquilla (sic) atribuida a H.A. en la primera de las firmas falsificadas, la
c.c. No.5.103.8 de Neiva atribuida a L.A.S.R. y la huella digital atribuida a
H.A.B. que aparece estampada al dorso del documento al lado de la tercera
firma falsa de A.B.. Igualmente falso este documento (sic) en cuanto se
atribuye a la sociedad actora,, obstante haber sido dicha autorización por una
sociedad totalmente diferente a la denominada "INDUSTRIAS METALICAS
DEL QUINDÍO S.A".
Indica que "la tacha de falsedad de los documentos enunciados obedece a que
las cuentas de cobro invocadas y aportadas por el Fondo Aeronáutico Nacional
no fueron por el representante legal de Industrias Metal Mecánicas del
Quindío S.A., (...) ni firmas que en ellos aparece son del señor H.A.B., ni el
interventor autorizó dichas cuentas, siendo falsa su firma. Tampoco el señor
A.B. concurrió a Bogotá el 8 de julio de 1983 puesto que se hallaba en Armenia
Quíndio en esa fecha a recibir el cheque del Banco Cafetero 625564, ni firmó
éste instrumento: por tanto, la firma y el sello que obran al respaldo del
mencionado lo cheque atribuidos a Indumetal y a su representante legal son
falsos, lo mismo que la firma y el sello que aparecen en la orden de pago 0537
tachado de falso" - Folios 67 y 68 del cuaderno número 7 - .
Las pruebas solicitadas fueron practicadas en su integridad y de conformidad
con el ​artículo 290 del ​Código de Procedimiento Civil​, la Sección debe decidir
la tacha formulada.
De los medios de convicción aportados al proceso, se concluye, SIN DUDA
ALGUNA, que los documentos tachados de falso, efectivamente ostentan tales
vicios: los dictámenes grafológicos practicados así lo corroboran".
"2.2. Del Incumplimiento:
2.2.1 El pago de la segunda cuota del anticipo contractual, una vez leída la
cláusula segunda, numeral dos, del contrato - folio 9, cuaderno principal - , es
a juicio de la Sala una obligación sujeta a plazo: 4 meses después de la firma
del contrato.
Transcurrido el plazo de los 4 meses, el 17 de agosto de 1983, se formuló por el
contratista la cuenta de cobro. Todo porque la obligación ya era exigible a tal
fecha.
2.2.2. La administración alega que efectuó el pago de la obligación dineraria,
pero las pruebas aportadas al proceso llevan a una conclusión contraria por
las siguientes razones:
2.2.2. 1. El ​art. 1634 del ​Código Civil consagra un principio general aplicable al
contrato administrativo en materia del pago como modo de extinción de las
obligaciones.
Dice tal artículo:
"Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo (bajo cuyo
nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito aun a título
singular), o a la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o la
persona diputada por el acreedor para el cobro.
El pago hecho de buena fe a la persona que estaba posesión del crédito, es
válido, aunque entonces en si después aparezca que el crédito no le
pertenecía"
2.2.2.2. Tal disposición consagra uno de los elementos esenciales o específicos'
del pago como lo es la "existencia de un accipiens" ésto es, de una persona
legitimada para recibir el pago bien por ser el acreedor de la obligación o por
estar facultado, por ley o por acto del, acreedor, para recibir el pago.
El "pago" hecho a personas diferentes de las facultades no constituye pago o
medio extintivo de la obligación.
El pago hecho a persona distinta de las relacionadas en el art. 1634, como el
que se les hace a los padres del acreedor emancipado, al cónyuge del acreedor,
etc., no extingue la obligación: el acreedor conserva su derecho y, por ende, el
deudor que ha pagado mal continúa obligado a satisfacerlo.
"Esto, desde luego, sin perjuicio del derecho de repetición que tiene dicho
deudor contra el accipiens no Iegitimado para recibir, quien no puede
enriquecerse injustamente" - O.F.. G. - "Régimen General de las
Obligaciones". Temis, Bogotá, 1987 - Páginas 350 y 351 2.2.3. De las
constancias procesales, se concluye que el pago no se efectuó ni al acreedor, ni
a persona diputada por éste para el efecto.
La falsedad de los documentos que utilizaron los delincuentes para defraudar
a la entidad demandada así lo demuestran, amen de los otros medios de
convicción aportados, véase declaraciones de I.B., J. lván R., S.V.C., folios 183,
184, 280 y 313 del cuaderno principal - .
2.2.4. La conclusión surge al rone: la excepción de pago, por lo mismo de
cumplimiento del contrato, no fue demostrada por la entidad demandada.
El pago no fue hecho al acreedor a representante legítimo del mismo y, agrega
la Sala, ni siquiera la "buena fe", podría invocarse como hecho exceptivo de la
pretensión, porque no puede olvidarse que se trata de un contrato
conmutativo, donde hay prestaciones recíprocas que deben ser satisfechas por
ambas partes y que se trata además de un contrato administrativo donde el
principio el equilibrio económico financiero del contrato, entre otros, también
regia relación jurídica. .
La defraudación, cree la Sala, ocurrió en el patrimonio de la entidad
demandada, no en el del acreedor.
Y se refuerza lo sostenido por el tribunal con lo resuelto por la justicia Penal,
la cual fue enfática en afirmar y definir que los documentos tachados de
falsedad por la parte actora y que fueron aportados durante la diligencia de
inspección judicial que obra a folios 62 s.s. del cuaderno No. 7, efectivamente
resultaron falsos o apócrifos y dieron traste con la posición defensiva de la
parte demandada, la cual a lo largo de este proceso ha venido sosteniendo no
sólo que pagó su obligación sino que lo hizo de buena fe.
De ese proceso penal se colige, entonces, la falsedad de los siguientes
documentos, claves para la solución en este asunto.
a) La orden de pago No.0537 de julio 8 de 1983; de la cual resultaron falsos el
sello atribuido a Indumetal; la firma y la cédula atribuidas a la persona
autorizada: el cheque No.625564 de julio 8 de 1983 por $21.007.309.80
girado por el Fan a nombre de una persona jurídica distinta, pero de nombre
que facilitaba el equívoco "Indumental S.A." y con sello del Banco Cafetero en
tal forma puesto que hacía desaparecer prácticamente la n de la sílaba "men";
la cuenta de cobro No. 1601, con todas sus firmas falsificadas, la autorización
de 5 de julio de 1983, en la cual se falsificaron las firmas, los sellos y se
hicieron figurar números de cédulas diferentes.
Se observa que obran dentro del Expediente las copias del proceso penal, en lo
pertinente, en especial de las providencias calificatorias del sumario de
primera y segunda instancias, dictadas por el Juzgado 22 Superior de Bogotá
(21 de julio de 1986) y por el Tribunal Superior de esta misma ciudad el 9 de
diciembre del mismo año, en las cuales se detallan todos y cada uno de los
pasos recorridos para arribar a la falsedad alegada. Asimismo obran las copias
de las sentencias condenatorias de primero y segundo grado, en las que se
constató definitivamente la falsedad propuesta.
En dichas providencias se hace hincapié en el estudio grafológico de Medicina
Legal; organismo que tuvo oportunidad de analizar los documentos tachados
de falsos, o sea los utilizados inicialmente por el Daac, la corporación
Colpatria y los demás terceros, demostrativos, de la cancelación del título de
depósito y del recibo de los cheques.
Lo precedente muestra que se estableció penalmente el delito de falsedad
documental; falsedad en la que no intervino la parte actora y que permite
concluir que el Fan pagó mal y tendrá que volver a hacerlo; ya que la veracidad
y la autenticidad de los documentos que le sirven de apoyo a su excepción
resultaron desvirtuadas.
Las conclusiones del tribunal tienen su apoyo en el ​artículo 1634 del ​c.c.​; y la
interpretación y los alcances de esta norma fueron correctamente expuestos,
tal como se lee a folios 486 y S.S del fallo de instancia. Y así como lo dice el a -
quo ni siquiera puede hablarse en apoyo de la demandada de la buena fe, ya
que la defraudación, y así lo da a entender el proceso penal, encontró camino
fácil en la conducta omisiva, por decir lo menos, de algunos funcionarios del
Fondo.
Asimismo acepta ésta Sala que del acervo probatorio se infiere que esa
falsedad afectó el patrimonio de la entidad pública y no el de la acreedora.
La Sala también apoya su posición con lo expuesto por el señor procurador
décimo delegado, quien en su vista de fondo de 2 de abril del presente año,
observa sobre el fondo del asunto:
"C). En el caso que se debate, se demostró que como consecuencia de una
falsedad documental, el Fondo Aeronáutico Nacional pagó a quien no debía la
segunda cuota del anticipo pactada en el contrato de obra, celebrado con la
sociedad INDUSTRIAS METALMECANICAS DEL QUINDIO - INDUMETAL
S.A. Y aunque la entidad pública demandada insiste en que solucionó el pago
de buena fe, la verdad es que dicho pago no tiene la virtualidad de liberarla de
la obligación, en la medida en que el pago efectuado a persona distinta de la
acreedora, no extingue el crédito.
El ente demandado alega que al emitir el cheque con endoso restrictivo y
entregarlo a quien supuestamente representaba al acreedor, cumplió su
compromiso contractual. Sin embargo, considera este despacho que no
bastaba con la simple restricción del cruce para que el cheque se pagara al
oficiarlo, sino que en que se primer beneficiario, si no que en tratándose de
una suma tan apreciable, era apenas natural que los funcionarios del F.A.N.
hubiera verificado con, el contratista la veracidad de la autorización que Se le
daba a su presunto representante, en orden a agotar todos los medios de
identificación. El proceder del Fondo acusa, entonces, una conducta
negligente y descuidada frente a la entrega del instrumento negociable, sin
confirmar que el sello y la firma del interventor en la cuenta de cobro No. 1601
y que el sello de INDUMENTAL, la firma y cédula de ciudadanía del
autorizado en la orden de pago No.0537, no fueran apócrifos. Y sin reparar en
que la autorización la otorgaba una sociedad distinta a la poseedora del
crédito, de acuerdo con el membrete de la inexistente sociedad.
La ley de la circulación del cheque no puede servir para convalidar conductas
fraudulentas. Ni el pago de la obligación a persona distinta del acreedor, por
descuido o imprudencia del deudor, soluciona el crédito.
Si bien es verdad que conforme al ​artículo 1.634 del ​C.C.​, el pago hecho de
buena fe a la persona que estaba en posesión del crédito, es válido, no lo es
menos que el caso sub - lite, la persona que recibió el cheque no estaba para
entonces en posesión del crédito. Y que, como. lo preceptúa el. artículo 1635
Ibídem, el acreedor, ésto es INDUMETAL S.A - no ratificó, de modo expreso o
tácito, el pago hecho al pretenso diputado para el cobro.
En ese orden de ideas, la entidad pública demandada. al hacer el pago de la
segunda cuota del anticipo a persona, diversa del contratista, pagó mal y, en
consecuencia, continuó obligada a satisfacer el pago, so pena de incurrir en
incumplimiento del contrato.
Esta delegada comparte en su integridad los planteamientos del a - quo
vertidos en el fallo impugnado y, en especial cuando predica:
"2.2.4 La conclusión surge al rompe: la excepción de pago, por lo mismo de
cumplimiento del contrato, no fue demostrada por la entidad demandada.
El pago no fue hecho al acreedor o a representante legítimo del mismo y,
agrega la sala, ni siquiera la "buena fe", podría invocarse como hecho
exceptivo de la pretensión, porque no puede olvidarse que se trata de un
contrato conmutativo, donde hay prestaciones recíprocas que deben ser
satisfechas por ambas partes y que se trata además de un contrato
administrativo donde el principio del equilibrio económico - Financiero - del
contrato, entre otros, también rige la relación jurídica.
La defraudación, cree la Sala, ocurrió en el patrimonio de la entidad
demandada, no en el del acreedor..."
Conviene advertir que, en el evento de que no prosperaran las súplicas del
demandante, se presentaría un empobrecimiento en el patrimonio del
contratista, lo cual se traduciría en el rompimiento del equilibrio económico,
financiero que debe presidir las relaciones contractuales.
En este caso, le queda al F.A.N. la acción de repetición contra sus
defraudadores, a fin de obtener el resarcimiento de los perjuicios que se le
causaron".
Lo precedente responde la argumentación de la entidad apelante; a la cual no
le asiste la razón porque se probó adecuadamente que el pago se hizo a quien
no era su acreedor, ya que el cheque con el cual se quiso solucionar la
obligación ni siquiera se giró a "Indumetal S.A." sino a Indumental S.A. Esto
se observa a simple vista (ver fotocopia del cheque No.625564 del Banco
Cafetero, a folios 194), pese a que con el sello del mismo Banco de su sucursal
de la carrera 10a - se hace un tanto ilegible la segunda "n" de "Indumental".
Sobre la buena fe del Fan quedan, también, serias dudas, hasta el punto que,
como lo sostiene el ministerio público y lo da a entender el proceso penal, sólo
por la participación de algunos funcionarios suyos pudo lograrse la
defraudación. Sólo así se entiende por qué el cheque se giró a Indumental S.A.
y fue entregado a alguien que se hacía llamar L.A.S., cuando éste aparecía
autorizado para recibir no por la propia contratista "Industrias
Metalmecánicas del Quindío Indumetal S.A.", sino por Industrias Metálicas
del Quindío, Indumetal, empresa diferente.
Además, el alegado inciso final del ​artículo 1634 del ​c.c. no es aplicable al caso,
- porque el pago no se hizo a quien estaba en posesión del crédito, sino a
terceros falsarios; y porque la sociedad acreedora no ratificó en forma alguna
el pago hecho al pretenso diputado para el cobro.
En suma, el poseedor del crédito era Indumetal S.A. quien era su titular. El
papel o documento esgrimido por los que cometieron el ilícito no les daba esa
calidad.
Justificar lo ocurrido con la culpa de la víctima, porque ésta se demoró casi
seis meses para formular la cuenta, carece de seriedad; como sucede también
con la aseveración que con su demora la acreedora "puso las circunstancias
para que terceros cobraran el cheque. Eso es culpa de la víctima".
Aquí se pregunta la Sala: Quién, fuera de la contratista, tenía conocimiento de
la deuda y de que ésta era exigible? La respuesta es obvia. Los funcionarios del
Fan. Entonces, no serían ellos los que abrieron las puertas a los terceros, así
fuera por descuido o negligencia? En otras palabras, para la sala no es
descabellado sostener que la administración al contribuir con su incuria en la
producción del ilícito, dejó sin piso su alegada buena fe.
Pero aún aceptando que la acreedora incurrió en culpa por la demora en
formular su cuenta, ésta no tendría ningún alcance exculpativo por no haber
sido ni exclusiva ni determinante y ni siquiera, estima la sala, efecto reductor
por su carácter absolutamente irrelevante.
Que la Culpa, si existió, dice el Fan, fue de los Bancos que hicieron un mal
pago. Pues bien sí esto fue así tampoco varía el enfoque de la decisión del a -
quo que aquí se confirmará. La culpa del tercero, mejor su hecho, sólo exculpa
cuando sea exclusivo y determinante. Porque si sólo es concausa no cabrá
hablar de exoneración de responsabilidad sino de pluralidad de sujetos
responsables. De allí que aún en el evento del hecho de tercero, cuando no es
exclusivo, no quepa hablar de exoneración o exculpación.
Por todo lo expuesto, se confirmará en este extremo el fallo del a - quo.
LOS PERJUICIOS:
En lo que no tiene razón el fallador de primera instancia es en la liquidación
de los perjuicios, ya que en este extremo la Sala acoge algunas de las razones
expuestas por los demandados.
En este orden de ideas, se anota:
El tribunal accedió al pago de la obligación insoluta inicial ($21.028.338.20)
debidamente actualizada. Condenó además al pago de intereses por el
incumplimiento del pago de la indicada suma desde el 17 de agosto de 1983 a
junio 5 de 1992 por $101.632.484 con la siguiente discriminación: a) intereses
moratorias causados y pendientes a la fecha de la presentación de la demanda
$15.140.404. de agosto 17 de 1983 a agosto 16 de 1985; b) Intereses corrientes
sobre la suma precedente (capitalizada) de agosto 16 de 1985 a junio 5 de 1992
$34.762 - 368; c) Intereses moratorias de agosto 16 de 1985 a junio 5 de 1992
sobre $21.028.338.20, $51.729.712.
Lo esquemáticamente presentado no tiene apoyo ni en la ley ni en la
jurisprudencia y podría implicar un caso de anatocismo, porque el a - quo no
se limita a reconocer la deuda con sus intereses hasta su pago, sino que,
olvidando que también reconocerá la actualización de dicha deuda, primero
capitaliza los moratorias sobre el saldo insoluto hasta la fecha de la
presentación de la demanda ($15.140.404); en segundo término, sobre esa
capitalización líquida intereses corrientes comerciales desde la presentación
de la demanda hasta el fallo de primera instancia; y en tercer lugar, liquida
interés moratorias sobre $21.028.338.20 desde el 16 de agosto de 1985 hasta
la sentencia.
Así, a primer golpe de vista, a los intereses moratorias devengados desde el 17
de agosto de 1983 hasta el 5 de junio de 1992, le suma $34.762.368, que no
son otra cosa que intereses comerciales corrientes del primer período de
intereses moratorias capitalizados (desde el 17 de agosto de 1983 al 16 de
agosto de 1985, fecha de la presentación de la demanda).
Y si esto es grave, de por si, es más grave si se tiene en cuenta que el saldo
insoluto debido a Indumetal S.A. deberá pagarse actualizado. En otras,
palabras, la danza de los millones, porque si ya en los intereses comerciales
corrientes está comprendido no solo el lucro por el uso del dinero sino un plus
por el riesgo de la inflación, qué no podrá decirse de los moratorias?
En estos extremos, la jurisprudencia de la sala no sólo ha sido reiterada sino
un informe, con la siguiente orientación: se reajusta el valor histórico de la
indemnización con base en los índices de precios siguiendo la fórmula
Vp= vh ind.f
ind.i ; de donde vp es el valor presente que se busca: vh el valor histórico o la
suma que se va a reajustar; ind. F. o índice final a la fecha del fallo; e ind.i o
índice inicial el vigente a la fecha en que - debió cumplirse la obligación. Se
anota que la actualización de la condena fue expresamente solicitada en la
demanda.
Como lucro cesante de la suma debida, se liquidará un interés puro o técnico
del 6% anual sobre el valor histórico de la obligación; tasa que se estima
desprovista de toda finalidad correctivo y que sólo es el precio mínimo que
debe cobrarse por el uso del capital.
No existe razón para cambiar la jurisprudencia. La saber reitera y ratifica así
los puntos de vista expuestos en providencia de marzo 20 de 1980 (proceso
1379. S.. R. y R.L., C.B.J. y que son del siguiente tenor:
"Finalmente; toda indemnización debe ser íntegra y completa, de modo que
compense para su acreedor el daño que se le produce con el . no pago
oportuno de la obligación. Así, debe comprender no solo el rendimiento que
dejó de percibir, traducido ordinariamente en intereses, sino también la
pérdida del valor adquisitivo de la moneda con la que se pretende pagar. En
este orden de ideas el equilibrio o la justeza en la indemnización debe mostrar
ésta o similar actuación: indemnización debida igual a deuda era la fecha del
perjuicio, más intereses hasta que el pago se efectúe, más devaluación.
Los rubros de devaluación e intereses puros no se excluyen entre sí, puesto
que tienen causas diferentes: los intereses buscan compensar el perjuicio
sufrido por la privación temporal del uso del capital, en tanto que la
compensación por depreciación monetaria, según Z., se dirige a mantener
indemne el patrimonio del acreedor que sufriría menoscabo si recibiese como
reparación el monto del daño originario en signo monetario envilecido. Se
habla de intereses puros porque los bancarios corrientes llevan en su seno una
parte que busca compensar la incidencia del fenómeno inflacionario. De allí
que no sería equitativo revaluar y cobrar ésta clase de intereses.
Estima la sala que el extremo de la devaluación deberá reconocerse, porque el
concepto "indemnización", que busca o pretender volver las cosas al estado
anterior, ordinariamente por equivalencia, lo implica. No es justo que las
obligaciones dinerarias sigan sometidas hoy para efectos de solución al
sistema nominalista, máxime cuando la inflación golpea desde hace varios
años en forma alarmante a la economía colombiana y cuando los organismos
estatales mismos aceptan índices de devaluación del 18% y aún mayores.
La revaluación de obligaciones dinerarias o indexación no es nueva en nuestro
continente. La jurisprudencia de los países australes (Chile, Argentina y
Uruguay, entre éstos) desde hace cerca de dos lustros la contempla y la acepta
cada vez con mayor amplitud, movida entre otras razones no solo por la
equidad sino por los serios fenómenos inflacionarios que padecen.
El hecho de la inflación es notorio en Colombia, con tendencia a su
agravación, como lo es, en forma aproximada, el índice acumulado desde 1959
- Baste leer los informes periódicos del D. y del Banco de la República a ese
respecto.
Dadas las fechas en que el Incora debió pagar las distintas sumas, el
reconocimiento de intereses es perfectamente viable. Pero aquí debe hacerse
una precisión, porque sí al crédito reajustado en función de la depreciación
sufrida durante el lapso transcurrido entre la fecha del acaecimiento del hecho
perjudicial y el pago, se le suma el interés corriente bancario que incluye el
plus destinado a recomponer el capital, se originaría, como dice el autor
argentino atrás citado, un enriquecimiento sin causa.
De allí que para este autor, en tesis que comparte la Sala, "sí se realizan
reajuste del crédito como el explicado, el interés debe ser un interés puro
exclusivamente retributivo del precio del uso del capital que es lo que ha
dejado de ganar el acreedor por la falta de inversión de sus fondos excluyendo
el plus del interés que tiene, como se dijo, otra función".
En éste orden de ideas puede decirse con C., citado por Z., en su obra
"Revaluación de obligaciones dinerarias" (Astrea 1977) que "la actualización
monetaria rescata el valor perdido por el capital, mientras que los intereses
están llamados a indemnizar al acreedor por la privación del uso del capital
durante todo el tiempo de la mora".
En otros términos, la actualización monetaria hace referencia al daño
emergente y los intereses al lucro cesante, en la idea anterior.
Aunque no exista en Colombia norma que defina qué se entiende Por interés
puro o técnico, su tasa puede medirse en la legal señalada en el ​artículo 1617
del ​c.c. Esta tasa del 6% anual se estima despojada de toda corrección
inflacionario y corresponde a una época de estabilidad monetaria"
En éstas condiciones la condena quedará así:
Obligación insoluta $21,028 - 338.20, o valor histórico. Lapso debido - 17 de
agosto de 1983 a noviembre 25 de 1993. Índice inicial de agosto de 1983=
34,81, índice final octubre de 1993=317. 10. Así:
VP= 21.028.338.20 317.10
34.81
Vp= $191.556.622.90
Lucro cesante.
Intereses al 6% anual de agosto 17 de 1983 a noviembre 25 de 1993
$12.960.465.75
Total condena: $ 204.517.089
El llamamiento en garantía:
Finalmente, la Sala no comparte la decisión inhibitorio tomada por el a - quo
en relación con la persona llamada en garantía; y menos porque la relación
existente entre el Fan y el Banco Cafetero tenga como causa "un acto jurídico
de derecho privado, ya un contrato mercantil de cuenta corriente, ya en las
obligaciones derivadas de un título valor como es el cheque o en otra cuestión
diferente, pero en todo caso ajena a las controversias del conocimiento de la
jurisdicción administrativa, razón esta que expone el Consejo de Estado a folio
140 y subsiguientes del cuaderno número tres".
Y no lo comparte. porque ya la Sala desde hace bastante tiempo viene
aceptando que la persona llamada en garantía podrá ser privada, en principio
no justiciable ante esta jurisdicción, porque cuando se le cita a ésta clase de
proceso (bien de reparación directa o contractual) el llamamiento se hace
porque existe título legal o contractual que así lo permite y no porque el
llamado sea parte de la relación principal que se discute entre la demandante:
y la demandada. Si no pudiera llamarse sino a las personas, públicas, al
llamamiento no tendría razón dentro del proceso administrativo y se
contrariaría la voluntad de la ley, la que al autorizarlo no lo restringe a esa
clase de personas. No puede olvidarse que el llamamiento en el fondo hace
posible la efectividad de una relación de garantía. Además, y en evento como
el aquí analizado, se produce un fuero de atracción que permite que todas las
partes principales o intervinientes sean enjuiciables por un mismo juez.
Así las cosas, el llamamiento efectuado en este proceso tuvo su justificación
formal en el contrato de cuenta corriente celebrado entre el Fan y el banco
Cafetero. Pero en el caso concreto no se comprobaron los supuestos para
comprometer la responsabilidad de dicho Banco, ya que no se acreditó que
por su culpa o negligencia se produjo la defraudación que afectó el patrimonio
de la demandada El Banco no tenía porque estar al tanto de los pormenores
del asunto; el cheque girado. no tenía especiales restricciones y en apariencia
los documentos que acreditaban el carácter de los beneficiarios eran correctos,
R. que solo con posterioridad Injusticia penal vino a descubrir el fraude. Por lo
tanto, el Banco llamado será absuelto.
Por lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo contencioso administrativo,
Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la República de
Colombia y por autoridad de la ley
FALLA:
1) Confirmase la sentencia de junio 5 de 1992 dictada por el tribunal
administrativo de Antioquia (Sección Segunda) en sus numerales 1, 2, 3, 5, 7 y
8.
2) R. el numeral 4 el que quedará así:
A. al Fondo Aeronáutico Nacional - Fan a pagar a la sociedad Industrias
Metalmecánicas del Quindío Indumetal S.A. la suma de
$204.517.088.60, discriminada así:
17. a) 191.556.622.90, valor ya actualizado a la fecha, del saldo insoluto de la
obligación incumplida por la entidad demandada; y b) $12.960.465.77, valor
de los intereses técnicos sobre el valor histórico de la deuda.
3) R. el numeral 16 y en su lugar se absuelve al Banco Cafetero llamado en
garantía.
4) Expídanse las copias para su cumplimiento.
C., notifíquese y cúmplase
El anterior proyecto lo discutió y aprobó la Sala en su sesión de fecha dos (2)
de diciembre de mil novecientos noventa y tres (1993).
CARLOS BETANCUR JARAMILLO DANIEL SUÁREZ HERNÁNDEZ
JULIO CÉSAR URIBE ACOSTA DANIEL MANRIQUE GUZMÁN
Conjuez
RUTH STELLA CORREA PALACIO
Secretaria
Nota de Relatoría: Reiteración jurisprudencial en providencia de 20 de marzo
de 1980 proceso 1379 S.. R. y R.L.. C.B.J..

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