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Cristo dentro de sus consignas para la Iglesia naciente llama a hacer discípulos a todas las

gentes, de esto se desprende que la catequesis desde el principio de lo cristiano en una


necesidad y acción inherente a la integralidad de su praxis, la cual es entendida como
doctrina del Maestro, donde la Iglesia es servidora e interlocutora de ese mensaje de
salvación para todos.

La catequesis es una tarea prioritaria y se enmarca desde la realidad pastoral y misionera,


como una etapa vital de la evangelización, no es, por tanto, toda la evangelización, es parte,
que sin ella el acto evangelizador no será integral, porque, es une necesidad y hasta un
derecho para el cristiano tener una catequesis para vivir la vida en Cristo y con la Iglesia.
Es por ello, que la catequesis corresponde a una experiencia vital y no solo de contenido
doctrinal, ya que la fe se transmite también con la vida y los sacramentos vistos desde la
catequesis son celebración de la vida con Cristo, en una realidad de fe en el mundo pero
trascendente, al venir pues de una fuente que desborda en buena noticia que tiene
elementos concretos dentro del credo, el cual tiene el privilegio de enmarcar la doctrina que
es necesaria para la vida, ya que, la fe también se comunica por la palabra, esta se ayuda
para darse a entender por medio de métodos pedagógicos y demás herramientas para dar a
conocer con mayor amplitud lo cristiano desde diferentes facetas culturales y circunstancias
donde se circunscribe la realidad humana, sin perder el contenido esencial de la fe, que
logra darse a entender por medio de lo humano.

La catequesis tiene su método, pero es un método abierto a los contextos socio-culturales,


podría decirse que existe un deposito catequético mínimo que se expande y se entiende
mejor al momento de la practica catequética, en cuanto existe seriedad en la formación y
conocimiento del contexto de los catequizados, de manera que no se comuniquen ideas
abstractas, si una fe viva, en un Dios vivo.

De manera que, en medio de esta experiencia de un Dios vivo que se da por entero, la
catequesis ha de estar imbuida, por la naturaleza de la fe cristiana, en una alegría que
produce un acercamiento natural, un contagio que apega a la fe, no para un proselitismo
manipulador, sino porque la realidad de la fe, es ante todo un dejarse encontrar y la
catequesis es la alegría del encontrado que busca conocer más el motivo de su alegría en
medio de otros que también se han sentido llamados en hecho histórico-salvífico que
llamamos Iglesia.

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COSTA RICA

ESCUELA DE CIENCIAS TEOLÓGICAS

CATEQUÉTICA

RECENSIÓN: CATECHESI TRADENDAE

P MARIO SEGURA

BRAULIO UGALDE
SEDE CENTRAL, MORAVIA

MARZO, 2016

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