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PRINCIPALES

PROBLEMAS DE
APRENDIZAJE EN
LOS ALUMNOS
DE
BACHILLERATO

1 Escuela de Bachilleres
Dr. Alejandro Cerisola
-Integrantes del
equipo-
José Francisco Villegas
Villegas
Ángel Gabriel López Lobato
José Aníbal Patiño García
Luis Fernando Reyes
Guerrero
Oscar Elías Santes Herrera

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INTRODUCCION
Desde el comienzo de nuestra vida, el cerebro (órgano con el
que aprendemos) empieza a cumplir esa tarea de manera
inevitable, durante toda nuestra existencia.

En el proceso de aprendizaje intervienen dos factores: el


genético y el contexto o ambiente. Este último se resume en
la experiencia dada por la familia, los maestros, los amigos y,
en general, por la sociedad, lo cual es fundamental en el
desarrollo del niño. Cuando estos dos factores logran una
alianza constructiva y asertiva, se brindan las condiciones
para desarrollar un proceso funcional, en el cual el niño se
ajusta y puede desarrollar día tras día habilidades en cada
una de las áreas de su desarrollo: cognitiva, lenguaje, motriz
y socio efectiva.
Pero ¿qué ocurre cuando existe una disfuncionalidad en este
proceso tan básico? ¿Qué sucede cuando se pasa del
aprendizaje libre y espontáneo de la primera infancia al
aprendizaje dirigido, es decir al aprendizaje escolar? ¿Qué hay
de ese niño que inicia este proceso pedagógico y no puede
responder funcionalmente a este contexto porque le cuesta, le
genera angustia, lo deprime y lo llena de miedo? Tal vez, en
esos casos nos encontramos frente a un estudiante que puede
tener un problema de aprendizaje.
Los problemas de aprendizaje son alteraciones que
interrumpen el curso normal de este proceso y puede ser
generado por factores de tipo biológicas o por factores
ambientales que impactan en el desarrollo equilibrado del
niño y que afectan, por un lado, los dispositivos básicos de
aprendizaje, es decir, la motivación, la atención, la
sensopercepción y la memoria y, por otro, las funciones
cerebrales superiores, las cuales son responsables del
desarrollo del lenguaje, el manejo viso espacial y motriz
(movimiento) y el equilibrio socio afectivo. Cuando un alumno

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presenta un problema de aprendizaje, por lo general, se le
asocian varios factores o agravantes. Para determinar si,
efectivamente, se trata de un trastorno es clave observar que
los indicadores perduran con el tiempo. Infortunadamente,
nos encontramos con un sistema educativo que no está
preparado para manejar este tipo de estudiantes. Por eso,
son chicos que sufren mucho en los contextos escolares y
familiares.

Los problemas de aprendizaje más recurrentes en los alumnos


escolares son la dislexia, la digrafía, la descalcaría, la
disortografía y el déficit de atención.

Tipos de problemas de
aprendizaje
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Algunos problemas de aprendizaje
Dislexia
Es un trastorno relacionado con la dificultad para la
adquisición del proceso lectoescritura. En este proceso, el
alumno debe analizar visualmente e identificar cada una de
las letras que conforman la palabra; luego, analizar la
secuencia de las letras y darle un significado. Así diferencia
cuáles comprende y cuáles no.

Algunos de los indicadores para determinar si un alumno


presenta dislexia son:

Omisión de letras, palabras y conjunciones.


Adición de letras y palabras.
Mala fragmentación de palabras frases y oraciones.
Salto inadecuado de renglones.
Invención de lectura: leen una palabra, pero se imaginan otra
e inventan el final. Ejemplo debe leer “el pececito” y lee “el
pescadito”.
Confusión de letras similares que presentan rotaciones
parecidas ejemplo: b, p, d, q
Dificultad para reconocerse adecuadamente la dirección de las
letras, por ejemplo, b-d.
Lectura lenta o deletreo o inadecuado, sobre todo, con
palabras desconocidas.
Alteración y mala comprensión de los textos.
Dificultad para la construcción de textos escritos.
Dificultad en la copia de textos y dictado.
Escritura en espejo. Ejemplo: 2 (para referirse a la S)
Errores ortográficos recurrentes y permanentes.
Fatiga al leer.
Desmotivación.

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Para saber sobre estrategias de manejo de niños con dislexia,
ir a la sección de videos: Cómo ayudo a mi hijo con dislexia.

Disortografía
Se refiere a la escritura, cuyo trazo de las letras afectan su
legibilidad. En estos casos, de base el niño tiene un trastorno
en la coordinación de los movimientos y no necesariamente
un problema de aprendizaje de la escritura.

En síntesis, corresponde al alumno al que no se le entiende lo


que escribe, sus escritos son ininteligibles. Los indicadores de
esta condición son:

Desmotivación al escribir.
Lentitud para escribir.
Mala ortografía. Sucede porque por estar concentrados en la
escritura que les exige, no tienen en cuenta la la regla
ortográfica.
Fatiga al escribir.
Mala fragmentación de palabras y frases.
Alteraciones en el manejo del espacio gráfico.
Distorsión en la forma de las letras.
Omisión, sustitución, adición e inversión de grafemas (letras).
No tiene pinza funcional, es decir, al tomar el lápiz no le
permite ejercer la actividad de escritura de manera adecuada.
Dificultad en la estructuración de textos.
Desorganización en el planteamiento de las ideas.
Déficit de integración neurosensorial.
Discalculia
Es un trastorno que altera y dificulta el proceso de
aprendizaje de las matemáticas. Los indicadores más
frecuentes son:

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Dificultad para hacer el conteo, pues no tiene correspondencia
uno a uno entre el número y el objeto. Al niño se les dificulta
comprender que a cada objeto le corresponde un número; por
lo tanto, se salta objetos, no los cuenta o puede contar un
objeto doble vez.

Dificultad para llevar el paso a paso de las operaciones


matemáticas para una correcta ejecución. Por ejemplo, en la
división se olvidan de la cifra que tienen que bajar; en la
suma se olvidan de la cifra que tienen que llevar; no suman
las cifras que tienen que llevar; se les olvida tomar prestado,
es decir, presentan omisión y sustitución de los pasos de cada
operación.
No interpretan correctamente los signos de las operaciones;
por eso, si deben desarrollar una suma y terminan restando.
Se les complica la escritura correcta de números, sobre todo,
los que tienen cifras grandes.
No interpretar correctamente el valor posicional de los dígitos
múltiples; de esta manera, por ejemplo, no interpreta que un
número representa una decena y el otro una centena.
Se les dificulta interpretar correctamente las instrucciones
matemáticas que tienen que ver con problemas o ejercicios
matemáticos; por lo tanto, inventan los procedimientos.

Déficit de atención
Los adolescentes con TDAH pueden mostrar una conducta
interpersonal vapuleada por la inestabilidad, de modo tal que
llegan a abandonar sus relaciones con gran facilidad. También

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se muestran a menudo muy impacientes, lo que puede
traducirse en interrupciones constantes a los compañeros, los
padres y los profesores. Todo ello, junto a una posible
tendencia a “perder los estribos”, contribuye de una manera
decisiva a la aparición de conflictos en el contexto familiar y
académico.

El rechazo de los grupos sociales puede darse con cierta


frecuencia también en la adolescencia, prolongándose un
problema social cuyo germen pudo brotar en la misma
infancia, y atentando consecutivamente contra el modo en
que la persona se percibe a sí misma. El ostracismo del grupo
de referencia, como una consecuencia más del
desconocimiento sobre cuestiones esenciales de la salud
mental, facilita la aparición de problemas del estado de ánimo
y ansiedad en personas con TDAH.

medida que aumentan las exigencias académicas, los


adolescentes con TDAH pueden percibir sobrepasadas sus
capacidades atencionales y mostrar dificultades en su
rendimiento. Este hecho se acentúa ante tareas repetitivas,
que requieran un exceso de detalle o que sean valoradas
como tediosas o poco interesantes. Por ello pueden cometer
diversos errores durante su confección.

TIEMPO DEDICADO A
LAS ACTIVIDADES
ESCOLARES
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Cerca de la mitad de los dedica entre 3 y 5 horas diarias a
clases y actividades escolares, siendo los de nivel primaria y
secundaria los que más destinan este tiempo. Por otro lado
los estudiantes de nivel superior, son quienes dedican en
mayor proporción más de 8 horas a estas actividades.

Conclusión

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Como hemos podido apreciar, los problemas de aprendizaje
por lo general encubren serios problemas de enseñanza,
principalmente en los contextos sociales más postergados.

Dado que el fracaso escolar resulta ser una problemática


educativa sumamente compleja, deben evitarse los análisis
simplistas lineales. Para tomar real dimensión de los
problemas de aprendizaje que presenta un niño, deben ser
contextualizados para poder ser comprendidos en forma
cabal, y además deben ser analizados desde una perspectiva
social y pedagógica.

Claro está que no todos los problemas son de origen social.


En muchos casos, los problemas de los niños tienen raíces
neurológicas, en enfermedades crónicas o en limitaciones
físicas reales que deben ser contempladas.

Cualquier problema de aprendizaje ha de ser entendido como


un síntoma, cuyo significado debe ser develado a través del
tratamiento psicopedagógico.

Los docentes deben estar atentos a los indicios de aquellas


conductas que puedan estar dando una señal de alerta, y
hacer la correspondiente derivación al profesional
competente, para que este realice un rápido y certero
diagnóstico.

Para de detección, la prevención y el tratamiento de la


problemática, el docente debe recurrir al Equipo de
Orientación Psicopedagógica. A este equipo, compuesto por
distintos profesionales vinculados a la educación (Psicólogos,
Licenciados en Ciencias de la Educación, Psicopedagogos,
Asistentes sociales) se le atribuyen distintas funciones, pero
es indispensable que trabajen en forma interdisciplinaria,

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conjuntamente con el maestro, el equipo directivo y la familia
del niño.

En los últimos años, creció el interés y la preocupación por


esta problemática. A nivel político, los distintos países
latinoamericanos han implementado programas y áreas
especiales de atención para aquellos alumnos de bachillerato
con problemas de aprendizaje

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