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CURSO
2do BGU
PROFESOR
OSCAR ORRALA
PLANTEL
UNIDAD EDUCATIVA “LA LUZ DE DIOS”
Heráclito
(Éfeso, hoy desaparecida, actual Turquía, h. 540 a.C. - h. 470 a.C.) Filósofo griego.
Desde sus orígenes y a lo largo del periodo cosmológico, anterior al periodo
antropológico que iniciaría Sócrates, el pensamiento griego se orientó hacia la
búsqueda de un principio constitutivo (arché o arjé) común a la pluralidad de seres
de la naturaleza. Así, en la escuela milesia se tendió a ver tal principio en una
sustancia material (el agua en Tales de Mileto, el aire en Anaxímenes); en la de
Pitágoras, en un principio formal (el número o ley numérica).
Pero a caballo entre los siglos V y V a.C., las escuelas de Elea y de Éfeso trataron
la cuestión desde una perspectiva más amplia al plantear concepciones sobre la
totalidad de lo existente que resultaron antagónicas. Para Parménides de Elea, el
ser o lo existente es uno e inmutable; para Heráclito de Éfeso, en cambio, la
realidad es puro cambio e incesante devenir («No te bañarás dos veces en el mismo
río»). En esta antinomia clásica de la filosofía griega, que se revelaría
extremadamente fructífera, se ha visto el origen tanto de la metafísica como de la
dialéctica.
Biografía
La filosofía de Heráclito
Cada par de opuestos es una pluralidad y, a la vez, una unidad que depende de la
reacción equilibrada entre ambos. La salud y la enfermedad, la saciedad y el
hambre, el día y la noche, la vida y la muerte o el bien y el mal son
interdependientes y solidarios, no existirían de no existir su contrario; el equilibrio del
universo se mantiene merced a la interacción sin fin entre los opuestos, que da lugar
a cambios que se compensan recíprocamente, garantía de que el cambio en una
dirección acabará por conducir a otro cambio en la dirección contraria, evitando una
preponderancia caótica y manteniendo la estabilidad total del cosmos.
En este sentido, el logos puede interpretarse como una lógica o ley armónica interna
que revela la coherencia subyacente en las cosas y el equilibrio del cosmos; una
lógica íntima que los hombres deben tratar de comprender, ya que la sabiduría
consiste en entender cómo se conduce el mundo, y ese entendimiento ha de ser la
base de la moderación y el autoconocimiento, que Heráclito postuló como ideales
éticos del hombre.
Heráclito de Éfeso (vivió alrededor de los años 544-484 antes de nuestra era)
Heráclito de Éfeso (c. 500 a. C.) fue uno de los primeros filósofos presocráticos que,
como los demás, trató de identificar la causa primera de la creación del mundo.
Rechazó las teorías anteriores, como la del aire y el agua, y afirmó que el fuego era
la causa primera, ya que creaba y destruía.
Tales de Mileto (c. 585 a. C.) afirmaba que la causa primera era el agua, mientras
que su alumno Anaximandro (c. 610-546 a. C.) concluía que era una fuerza cósmica
a la que llamaba ápeiron (una energía creativa ilimitada e infinita) y Anaxímenes (c.
546 a. C.) afirmaba que era el aire. Heráclito rechazó estas sugerencias en favor del
fuego como elemento creativo y transformador. Junto con los demás filósofos
presocráticos, el concepto de Heráclito acabaría influyendo en las obras de Platón
(428/427-348-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.), que sentaron las bases de la
filosofía occidental.
Heráclito era conocido por sus contemporáneos como el filósofo "oscuro", llamado
así porque sus escritos eran muy difíciles de entender. Al parecer, despreciaba la
comprensión común de la naturaleza de la vida y el propósito de la vida humana
(como, de hecho, parece haber considerado a la mayoría de los seres humanos con
los que entró en contacto), Heráclito comparaba la comprensión de la mayoría de la
gente con la de los dormidos. Para Heráclito, sólo el filósofo, el que perseguía la
Verdad, estaba totalmente despierto y plenamente vivo y parecía considerarse el
único filósofo de su tiempo.
Su afirmación central se resume en la frase Panta Rhei ("todo fluye en la vida"), que
reconoce que la esencia esencial y subyacente de la vida es el cambio. Nada en la
vida es permanente, ni puede serlo, porque la propia naturaleza de la existencia es
el cambio. Para Heráclito, el cambio no es solo una parte de la vida, sino que es la
vida misma. Según él, todas las cosas entran y salen de la existencia a través de un
choque de opuestos que crean y destruyen continuamente. Se dice que criticaba
duramente a los que lamentaban las luchas y las guerras, porque ambas, según él,
eran instrumentos de transformación.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/heraclito.htm
https://www.filosofia.org/enc/ros/herae.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Her%C3%A1clito
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10000/heraclito-de-efeso/
https://okdiario.com/curiosidades/quien-era-heraclito-efeso-3237058