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¿QUIENES FUERON LOS PRESOCRÁTICOS?

Si buscamos una definición clara de los presocráticos llegaremos al punto de


decir que son los primeros filósofos que iniciaron el llamado paso del mito al
logos.

El nombre de presocráticos hace referencia a todos aquellos pensadores


que ejercieron su labor filosófica antes de Sócrates (desde el año 624 a. C.
hasta el siglo V a. C.). No obstante, esta cronología es bastante artificial, ya
que muchos de estos hombres fueron contemporáneos e incluso
sobrevivieron a Sócrates

Los presocráticos pusieron en tela de juicio el origen del todo, es decir


quisieron a partir de algunos elementos de la naturaleza y connotaciones
propias del ser, dar una explicación más razonable, por ello establecieron
algunas teorías en las cuales nombraban al fuego, el agua, el aire, la tierra,
el ser entre otras. Como los elementos vitales para que se originara la vida.
Personajes como Tales de Mileto, Anaxímenes, Anaxágoras, Empédocles,
Demócrito y Heráclito fueron los que rompieron la tendencia mitológica y
dieron un giro a la historia de la ciencia en Grecia y hasta ahora no se
olvidan.

Cada uno de los anteriores filósofos dio su arjé o identificó su principio de


todas las cosas con un elemento distinto. Con ellos se inaugura la filosofía
como paradigma racional autónomo y original, es decir, ocupan ese punto
de bifurcación en el que se abrió paso un nuevo camino, el logos, la razón,
que terminó desalojando la religión, el rito, el mito

Por lo anterior los presocráticos   generaron hipótesis viables bajo


argumentos probables solo con hecho de mirar a nuestro alrededor y
nuestro interior. Denominado como el PRIMER PRINCIPIO.

Al referirse del primer principio Tales tiende a afirmar que todo parte de un


elemento vital que lo encontramos en la naturaleza. Dando origen a la
primera respuesta la encontramos, para el cual el principio o arjé era el
agua, afirmación que se fundamentaba en la observación de que todo
cuerpo, alimento o germen poseía la cualidad de lo húmedo, siendo el
agua su principio rector. Lo importante de dicha afirmación no estriba en la
elección del principio, sino en la afirmación de la necesidad de la existencia
de éste para explicar la multiplicidad empírica y en que la arjé se formula
fuera de todo contenido religioso. Si Tales es el primer filósofo, la filosofía
surge como una explicación genealógica de lo real, de la physis, como
generalización de la ley universal de todo acontecer.

Posteriormente al hacer esta afirmación por parte de Tales, otros


filósofos concluyen que no es el agua. Como lo hace Anaximandro siendo
él, el segundo presocrático, toda la multiplicidad (determinada) de seres
surge de un principio que ya no es un «elemento físico», sino un pre elemento
indefinido e indeterminado: el apeiron (de péras, límite, determinación). El
apeiron es un principio abstracto, hipotético, que contradice toda
experiencia sensible.

Consecutivamente Para Anaxímenes de Mileto (h. 582 a. C.-524 a. C.), el arjé


o principio creador de todas las cosas es el aire, que, por condensación y
enrarecimiento, en ciclos infinitamente repetidos, origina todos los seres y sus
diferencias cualitativas. Aire es también el alma (psiché), soplo o aliento
divino similar al aire que nos rodea.

Heráclito de Éfeso (h. 544 a. C.-480 a. C.) fue el último de los presocráticos
que vivió en Jonia. se le dio el sobrenombre de «el Oscuro». Afirmó que el
origen de todas las cosas es la guerra, la lucha y oposición de contrarios de
la que surge la armonía, según una inexorable ley que remite a una unidad
oculta: el logos, el fuego eterno que «se enciende según medida y se apaga
según medida». Todas las cosas están sujetas a un devenir perpetuo donde
todo fluye y nada permanece, y donde el nacer o perecer de un ser implica
necesariamente el nacer o perecer de su contrario. La naturaleza es
conflicto, lucha de presencias y ocultamientos: «Nos bañamos y no nos
bañamos en el mismo río; somos y no somos».

A la figura de Heráclito se le suele contraponerla de Parménides de Elea


(finales del siglo VI a. C.), el cual niega todo devenir como pura apariencia
de ser. El mundo fenoménico, del cambio, es un engaño de los sentidos,
mera apariencia. Todo pensar se encuentra siempre en la encrucijada de
dos caminos: el primero es el camino del uno, «qué es y qué no es no-ser». El
segundo es el del «qué no es y qué no-ser es necesario».
Muy importante fue su doctrina del número, según la cual, éste es
concebido como la arjé o principio de todo lo presente y de todo lo
pensable. Pero el número ha de entenderse cualitativamente y como
determinación ontológica, no cuantitativamente. Dentro de esta doctrina,
los pitagóricos le concedieron especial importancia al tetraktys, es decir, a la
serie numérica 1 +2 + 3 +4, cuya suma es igual a 10 (década), igual que son
diez los principios de los opuestos e incluso los cuerpos celestes: nueve•
visibles y una ariti-Tierra añadida (Antikton). El movimiento de los planetas y
las estrellas produce una música celestial (armonía de las esferas) inaudible
a los hombres pues es el silencio que acoge y en el que tiene lugar todo
sonido.

Pitágoras de Samos (h. 580 a. C.-500 a. C.), Pitágoras consideró que el alma
era inmortal y debía sufrir antes de su definitiva liberación diferentes
reencarnaciones. Muy importante fue su doctrina del número, según la cual,
éste es concebido como la arjé o principio de todo lo presente y de todo lo
pensable. Pero el número ha de entenderse cualitativamente y como
determinación ontológica, no cuantitativamente. Dentro de esta doctrina,
los pitagóricos le concedieron especial importancia al tetraktys, es decir, a la
serie numérica 1 +2 + 3 +4, cuya suma es igual a 10 (década).

También habría que mencionar a Empédocles de Agrigento (h. 490 a. C.-h.


430 a. C.), que estableció la teoría de los cuatro elementos (fuego, aire,
tierra y agua) como principios genéticos y rectores del cosmos, elementos
que se combinan como resultado de un equilibrio entre el amor (atracción)
y el odio (repulsión).

De suma importancia son también Demócrito de Abdera (h. 460 a. C.-370 a.


C.) y Leúcipo (h. 460 a. C.-h. 370 a. C.), que desarrollaron la teoría del
atomismo, según el cual el mundo está compuesto (arjé) exclusivamente de
átomos en movimiento en un espacio vacío, explicación que ha venido a
denominarse mecanicismo y que será desarrollada en siglos posteriores por
pensadores como Descartes o Hobbes. Estos átomos son eternos,
distinguiéndose únicamente por su distinta figura, posición y orden. 
1. A través de un mapa mental explica los aspectos más importantes
sobre el origen y pensamiento de los presocráticos, que sea muy claro
para compartirlo con los compañeros.

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