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(UNICARIBE)
ASIGNATURA:
Derecho Laboral II
TEMA:
(Unidad III)
Características del Derecho Procesal del Trabajo en
República Dominicana
PRESENTADO POR:
Ramiro Rivera Díaz ID: A00121571
Hidalgo E. Peña García ID: A0012247
Máximo A. Cuevas Alcántara 2014-2221
FACILITADOR:
José Alexis De Jesús Gálvez
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................1
Accesibilidad..............................................................................................................4
CONCLUSIÓN...........................................................................................................9
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................10
ANEXOS..................................................................................................................11
INTRODUCCIÓN
En esta ley están plasmados los procesos a seguir, en cualquier caso, con unas
características peculiares a diferencia de los demás procesos judiciales, en este
proceso nos encontramos con la accesibilidad, la evitación del litigio y la agilidad
del proceso, donde podemos decir que es accesible, ósea que los trabajadores
tienen más facilidad para ejercer su derecho, siempre se busca la conciliación
evitando un litigio largo y casón.
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Características del derecho procesal del trabajo en República Dominicana
El derecho procesal del trabajo es una aplicación particular del derecho procesal
en el campo del derecho del trabajo. Consiste, pues, en la rama del derecho que
estudia las instituciones procesales y el conjunto de normas relativas al proceso
en materia de trabajo, incluyendo las acciones accesorias al conflicto de trabajo.
El Dr. Rafael Albuerquerque define a este como "El conjunto de normas jurídicas
aplicable a las relaciones individuales y colectivas que surgen entre empleador
privado y los trabajadores con motivo del trabajo que éstos realizan bajo la
autoridad del primero" (citando a Jean Rivero y Jean Savatier, en su obra Droit du
Travail).
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Su objeto es proteger al hombre trabajador, siempre que no sea una actividad libre
y espontánea, que sea ejecutada por amistad, colaboración o benevolencia, entre
esposos e hijos en asuntos del hogar, un deportista amateur, o el trabajo
subordinado, prestado al Estado o sus instituciones autónomas que no tiene
carácter comercial ni industrial y a los municipios.
El fin supremo del derecho del trabajo es la justicia social. De ahí que el derecho
de trabajo, también denominado derecho social es una nueva rama de las ciencias
jurídicas, que tiene por misión el estudio de los problemas legales que hacen
relación con la actividad laboral.
Los principios generales del proceso son una especie de aplicación concreta de
los principios del derecho al proceso. De ahí que Juan Monroy Gálvez haya
indicado que los principios del proceso son la “expresión monodisciplinaria de los
principios generales del derecho”, por lo que “vistos en su conjunto y al interior de
un ordenamiento sirven para describir y sustentar la esencia del proceso, y
además poner de manifiesto el sistema procesal por el que el legislador ha
optado...”, aunque ello no impide que se entienda que ciertos principios no
enunciados de forma expresa en la norma escrita se consideren parte de ésta,
bajo la consideración de que el legislador los tomó en cuenta al momento de
elaborar la norma, entendiéndolos implícitamente incluidos en ese cuerpo
normativo, lo que, por lo general, se deducen de la reglamentación misma, y,
sobre todo, porque el derecho no es sólo la norma escrita.
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En la República Dominicana existe una forma general para los procedimientos
jurídicos, esto está plasmado en el artículo 69 de la Constitución del 2010, el cual
nos dice que toda persona tiene derecho a obtener la tutela judicial efectiva, con
respeto del debido proceso que estará conformado por diez garantías mínimas
entre las cuales cabe destacar las siguientes:
Accesibilidad.
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Evitación del Litigio.
Con este principio se tiene el propósito de evitar la discusión del litigio o de reducir
su duración. Una prueba de ello es que la conciliación esta activa en cualquier
parte del proceso, es la primera parte del mismo.
Esto facilita la inmediatez de juez, el conocimiento directo de las pruebas, así con
la concentración de los actos judiciales necesario para una rápida administración
de justicia en materia laboral. Árabes de él se efectúa un proceso solidario.
Supongo que este principio se basa en que la parte más frágil del procedo como lo
es el trabajador, está desempleada y necesita del dinero para sobrevivir.
Este principio nos dice que las autoridades de la administración laboral tienen que
estar presente en todas las diligencias practicadas en el juicio, procurando
además un acercamiento entre las partes y entre la parte y el juez, a través de
procedimiento, para buscar la solución más conveniente al conflicto.
Todo juicio tiene como propósito definir quien tiene mas razón o cual es la verdad
y en materia laboral como en otras materias la prueba es el medio con el cual se
establece la misma, esto es así porque a través de la prueba se demuestran los
hechos y se esclarecen los juicios.
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A pesar de que la prueba como todo en el mundo tiene una forma de hacerse lo
cual se determina como regla, también es cierto que, en materia laboral, puede
establecerse como prueba cualquier cosa que tenga que ver con el trabajo que se
allá estado realizando, cosas como un carnet, una factura, un uniforme etc.
Facultad para dictar medidas de instrucción, la cual se deduce del artículo 536 del
Código de Trabajo, texto que aumenta el plazo para dictar sentencia “Si el Juez
/Jueza ordenare cualquier medida de instrucción...”; atribución que debe ser
ejercida dentro del marco fijado por el artículo 494 de dicho código.
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Poder para suplir de oficio los medios de derecho; atribución que está
expresamente indicada por el artículo 534, que dispone: “El Juez /Jueza suplirá de
oficio cualquier medio de derecho...”. No se trata de la utilización de meros
argumentos no esgrimidos por las partes durante el litigio, sino de la capacidad
para suplir las razones de derecho que no fueron invocadas por las partes;
razones que sirven de sustento y de fundamento a la demanda o a la defensa.
En este sentido, el Juez Laboral puede invocar, por ejemplo, en provecho del
trabajador, que el empleador no dio cumplimiento (en caso de despido) al artículo
91 del Código de Trabajo, sea porque la comunicación de despido no se hizo
dentro del plazo de las cuarenta y ocho horas indicadas por ese texto, sea porque
en la comunicación no se indicó la causa del despido, o, simplemente, concluir
que el despido es injustificado porque se produjo cuando el derecho para ser
ejercido había caducado, a la luz de lo previsto por el artículo 90; o, en cambio, en
caso de dimisión, por ejemplo, podría declarar el carácter injustificado de ésta
debido a que el trabajador no ejercicio el derecho a dimitir dentro de las
condiciones fijadas por los artículos 98 y 100 del Código de Trabajo.
En ambos casos no se requiere que las partes hayan invocados los medios
indicados, ya que el Juez Laboral podrá (deberá o tendrá, mejor dicho) hacerlo en
su lugar. Esta facultad permite que el Juez Laboral pueda variar la calificación
errónea que el trabajador, por ejemplo, haya podido atribuir a la causa de
conclusión del contrato, tal como ha sido juzgado por nuestra jurisprudencia.
Con ello se procura que el Juez pueda suplir la falta de conocimiento o de pericia
de las partes o de sus apoderados, lo cual se entiende en un proceso en el que
(salvo en casación) no se exige a las partes hacerse asistir de abogados.
Poder para fallar ultra petita y extra petita. “El proceso civil se enmarca dentro de
los límites que le fijan la demanda y su contestación, esto es, en la Litis
contestatio; sus normas generalmente fulminan con la nulidad a la sentencia que
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resuelve sobre algún punto no demandado o no controvertido. Todo exceso es
vicio insalvable. A este principio se le reconoce como de ‘inmutabilidad del
proceso´.
Sin embargo, la jurisprudencia dio un giro radical mediante una decisión (de
principio, en ese entonces) de fecha 22 de marzo de 1995, conforme a la cual
nuestra Suprema Corte de Justicia no sólo reconoció al Juez Laboral la facultad
para acordar de oficio la indemnización procesal del ordinal 3º. Del artículo 95 del
Código de Trabajo, sino que fue más lejos al decidir que “...los Jueces en proceso
laboral tienen un papel activo, y puede en uso de sus facultades conceder las
prestaciones que la Ley acuerda a los trabajadores, aun cuando éstos no las
hubieran reclamado expresamente, siempre que resulten de la naturaleza jurídica
de la demanda, de las pruebas aportadas al debate y correspondan a los derechos
legalmente consagrados a favor de los mismos...
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CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFÍA
Américo Plá Rodríguez. Los principios del derecho del trabajo, 2ª. edición,
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1990, pág. 9.
Mario Pasco Cosmópolis. Fundamentos del derecho del trabajo, 2ª. edición, aele,
1997, pág. 38.
Mario Pasco Cosmópolis. Los principios del derecho procesal del trabajo, in Rafael
Alburquerque y Néstor De Buen. El derecho del Trabajo ante el nuevo
milenio (obra colectiva), Editorial Porrúa, México, 2000, págs. 128-129.
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ANEXOS
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