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David
Salmo 5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y
esperaré.
Salmo 39:12 Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque
forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.
Romanos 10:13 Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Joel 2:32, Pablo usa la expresión del profeta Joel para recordarnos que todo aquello que
con una fe verdadera, y una transformación por obra del Espíritu Santo en el creyente,
invocar conlleva la sugerencia de un interés especial de parte del ejecutante de una acción
en aquello a lo que está dedicado.
Invocar "el nombre del Señor" quiere decir creer en el Señor Jesucristo.
Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Él, Jesucristo está a la puerta y llama. Él no derriba ninguna puerta. Él no impone Su
presencia, ni obliga a nadie "alojarlo" en su vida íntima, en su corazón. El Señor Jesucristo
moverá el cielo y la tierra para llegar a la puerta de su corazón, y cuando Él se encuentra
cerca de usted, Él se detiene y llama suavemente, pero con paciencia. Usted es quien tiene
que decidir si abrirá su corazón, su vida, o si por el contrario, se niega a escuchar esa voz, y
le grita para que Él se marche, y le dice que le deje en paz, que no le necesita, que se
encuentra bien, y que no tiene ninguna necesidad de Su compañía. Pero, aunque le
hayamos rechazado una y otra vez, Jesucristo siempre continuará esperando. El "cenar",
indica el alimentarse de la Palabra de Dios. Indica llegar a conocer a Jesucristo más
íntimamente, personalmente.
2. Protección.
Isaías 66:2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero
miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
“pobre y humilde de espíritu” significa una persona muy necesita.
Salmo 16:1-2 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. 2Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú
eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.
Guardar: Poner una cosa en un lugar para que no se pierda o para que se conserve en
buen estado, o en el lugar en que le corresponde estar. Conservar una cosa o retenerla,
evitando que desaparezca, se pierda o se altere.
Confiar: Dejar una cosa al cuidado de alguien. es la seguridad o esperanza firme que
alguien tiene de otro individuo o de algo. Encargar o poner al cuidado de alguien algún
negocio u otra cosa. Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión
que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa.
Es depositar en Dios tu vida, tu hogar, tu salud, tu trabajo, tu destino, absolutamente todo.
Las dificultades en nuestro caminar diario probará la calidad de esta confianza por lo que en
medio de las dificultades no haremos nada que al Señor le desagrade.
David tenía a disposición muchas cosas materiales para sentirse seguro, pero él sabía que
en las cosas materiales no hay seguridad total. Por eso pide a Dios, porque en Dios existe
seguridad total. La razón para el pedido es muy simple. David había confiado en Dios y
sabía que Dios no podía defraudarle. Igual es con usted. A lo mejor Ud. ha tratado de
encontrar seguridad en muchas cosas de este mundo, como la fama, el poder, la riqueza, la
sabiduría, el placer, etc. Pero lo único que ha encontrado es que estas cosas no proveen
total seguridad.
3. Dirección.
Salmo 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
Encomendar: Pedir a una persona que realice determinada tarea o que se encargue de
algo o alguien. Poner algo bajo la protección de alguien, especialmente de Dios, pidiéndole
su ayuda.
Es echarse a los brazos del Señor cuando uno no puede hacer ya nada y todo está perdido,
sin solución. Encomendarse es más que confiar .Hay momentos en la vida que tenemos que
tomar decisiones importantes sin espera, planes que desarrollar ¡ya! , sueños que realizar
pronto, problemas que solucionar en situaciones límite, pero no vemos la salida ni el modo o
los recursos por ningún lado, y sin tiempo ya para reaccionar. Dios quiere que en estas
circunstancias le presentemos todas estas cosas con plena fe y paciencia. Te cerrara
puertas y te abrirá otras para que sigas el camino que él te ha marcado, a su ritmo, y no al
tuyo. Por muy desesperante que sea la situación, esperara sus órdenes quietos, esto es
encomendarse. Si así lo haces tus enemigos caerán y los problemas se solucionaran para
alabar y glorificar las proezas del Todopoderoso.
4. Victoria sobre nuestro enemigo.
Santiago 4:7-8 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8Acercaos a Dios, y
él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad
vuestros corazones.
Someterse: Aceptar [una persona] la autoridad o la voluntad de otra persona, generalmente
sin oponer resistencia.
Ejemplo: Cuando usted va a un médico para recibir su ayuda, se somete a él. Y no importa
la cantidad de medicinas que recete, o que nos dé una lista de advertencias o indicaciones,
seguimos fielmente sus instrucciones
Resistir: Recibir [una cosa] algo que ejerce fuerza o presión sobre ella, sin moverse, ni
sufrir daño o alteración.
Santiago nos dijo que la forma de resistir al diablo es acercarse a Dios. Entonces, el diablo
huirá, se apartará de usted, porque el diablo no quiere estar en compañía de Dios. El diablo
no llegará hasta usted a menos que usted se aleje demasiado de Dios. Un lobo nunca ataca
a una oveja mientras ella se encuentre con el resto de las ovejas y con el pastor.
De modo que al someternos a Dios, al obedecerle, nos oponemos al calumniador,
contradecimos lo que puede estar tratando de poner en nuestras mentes, para luego al no
encontrar fruto de sus acciones hulla de nosotros.
Volvamos próximos a Dios, para que él sea cercano a nosotros, Si hemos pecado, entonces
limpiémonos las manos con el agua de la palabra, y confrontemos nuestras acciones con el
Espíritu para encontrar discernimiento de lo que es mejor. Y aquellos que son vacilantes,
indecisos, de doble ánimo, inconstantes purifiquen su corazón por medio de la fe. Aquí
encontramos una llamado al arrepentimiento genuino.
6. Descanso y paz.
Salmo 55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
Como hijos de Dios debemos depositar en Él todos nuestros problemas y temores, pero
para ello es importante aprender a confiarle plenamente todos los aspectos de nuestra vida
porque cuando es así nuestra alma encontrará la confianza y paz que tanto necesita.
El primer paso para evitar la ansiedad es echar sobre Dios todas nuestras penas. El deseo
de Dios no es que nosotros carguemos con todos nuestros problemas, sino que nos
fortalezcamos en el Señor y permitirle que tome control de nuestra vida.
Mateo 11:28-30 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Yugo: se suele calificar como yugo al trabajo o esfuerzo pesado, a las cargas o ataduras
28 Este pasaje trae gran consolación a una familia a que debe enfrentar los más altos
gastos para alcanzar la gracia, tan preciada por aquellos que le aman. Solo en Jesús
podemos hallar descanso, paz y gozo, pues su amor hecha fuera el temor, quita el dolor
agónico de la muerte, y destruye todo argumento que se levanta en su contra.
29 soportar que aunque no es fácil, por su ayuda, y amor se hace factible de llevar, sucede
lo mismo en el trabajo, es más viable trabajar cuando en casa se tiene una gran familia, se
recibe mucho amor, el perdón es cotidiano, y la paz lo inunda todo, en cambio si tienes un
trabajo estresante y tu casa es igual, la frustración, la amargura y dolor llenaran tu corazón
apartándote de lo que amas y te robara hasta el último centímetro de gozo que existía en tu
corazón, por eso Jesús nos devuelve a nuestra casa, donde el Padre nos recibe con amor.
30 Aunque la carga de llevar las almas de nuevo a su hogar eterno en Cristo parece una
tarea abrumadora e imposible de lograr, no es en nuestra fuerza que se realiza, es en el
poder del espíritu que se hace liviana, y aunque conlleva una gran responsabilidad hacer su
voluntad su gracia y amor nos permite vivir una vida santa y llena de bendición en Su
presencia.
Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
2. En el nombre de Jesús.
Juan 14:13-14 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Aquí nos da otra muestra poderosísima de la verdad sobre Jesús, como el Padre es
glorificado en el Hijo, cuando encontramos en las escrituras “Yo soy el Señor; ¡ese es mi
nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.”(Isaías 42:8), aquí
parece compartir su gloria con el Hijo, al pedir al Padre en el nombre de Jesús.
El continuó diciendo que estas obras mayores serían el resultado de la oración.
Pedir algo en el nombre de Cristo no es simplemente una fórmula que se dice al terminar
la oración, sino que en su nombre quiere decir todo lo que el nombre significa. El nombre
de Jesús se refiere a su autoridad; es decir, para orar en su nombre, tenemos que orar de
acuerdo con su voluntad.
3. Con fe.
Marcos 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá.
Tenemos que tener fe en Dios. Sí. Pero ello no nos proporciona la capacidad de satisfacer
nuestros propios deseos egoístas. Se trata de tener fe en Dios para que Su voluntad se
haga realidad en nuestra vida.
Hebreos 11:1,6 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá. 6Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Esta frase debe ser meditada y estudiada con detenimiento, no podemos pasar sobre ella
como lo hemos hecho siempre, debemos permitir que su significado y esencia calen en lo
más hondo de nuestro ser. Pues si encontramos revelación, nuestra vida puede ser
trasformada para entender lo que la fe significa y lo que ella permite en la vida del
creyente. Traduciendo el original podemos encontrar más significado, la fe es la sustancia
de aquel en quien se confía, y sin confianza no hay fe, una prueba tangible de aquello no
es visible para los ojos, pero si lo es para el corazón.
Sin esa sustancia, que nos permite confiar, que da sustento a lo eterno en nuestro ser, es
imposible agradar a Dios, pues no basta solo con creer, se necesita una confianza que
surge de una relación personal y continua que nos lleva a confiar en que él es real, que
nuestra existencia depende de él, y que su recompensa es maravillosa entre quienes le
buscan con entrega y fervor.
4. Sin cesar.
1 tesalonicenses 5:17,18 Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de
Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
La oración es la expresión de un corazón necesitado, agobiado por la necesidad de volver
a su origen.
Y la gratitud proviene de un corazón regenerado en la verdad y el amor.
5. Con intensidad.
Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces.
Tres cosas nos deben animar a clamar a Dios:
2. Lo segundo es que si nos fijamos antes del versículo 3, en Jer.33:2 dice: “Así ha dicho
Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre”. Y
para confirmar que significa esto, mira lo que dice en Jer.32:17: “¡Oh Señor Jehová! he
aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay
nada que sea difícil para ti”. Entonces, si algo nos debe motivar a clamar a Dios es que Él
es capaz de responder a nuestro clamor.
3. Y lo tercero que debe animarnos a clamar a Dios son los testimonios de aquellos que
clamaron y Dios les respondió, porque eso es lo que Él prometió. Permítame recordar
solo tres:
Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas
de sangre que caían hasta la tierra.
6. Individualmente.
Mateo 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta. Ora a tu Padre que
está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Orar en lo secreto te permitirá que en público se haga realidad la unción del Espíritu
Santo. Más allá de recibir nuevamente una recompensa material, la oración es un arma
espiritual poderosa para transformar, para hacer realidad la voluntad de Dios, que va más
allá de nuestros deseos egoístas.