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Hábitos alimentarios, publicidad y políticas de salud

Alberto Galeana

El discurso publicitario actual es uno de los poderes de las grandes empresas transnacionales junto
al económico y al político. El proceso de expansión industrial y mercadológica trajo a su vez un
progresivo desarrollo en las técnicas de comunicación masiva. Esto se vio reflejado en la
producción más rápida, la disminución de costos, la mayor oferta y la menor calidad de la
tecnología alimentaria a gran escala.

¿Realmente se puede comer sólo una? ¿Qué hábitos nos conduce a la costumbre del refresco en
la mesa o el jugo ultra procesado en el desayuno infantil? ¿Qué consecuencias tiene para la salud
la industrialización de los hábitos? ¿Qué rol juegan los medios y otros agentes? ¿Qué hacen los
gobiernos para combatir esas consecuencias?

Estas y muchas cuestiones más son las que se plantean a lo largo de Hábitos alimentarios,
publicidad y políticas de salud, proyecto coordinado por el PAPIIT Publicidad y obesidad infantil en
México: autorregulación y reglamentación, que en 12 ensayos desde distintas ópticas académicas
nos ofrece un panorama de la regulación a medios de comunicación y sus mensajes en términos
de Salud en el país.

El primer capítulo a cargo de la doctora en Sociología Carola García Calderón trata sobre las
políticas neoliberales y el marco jurídico de las políticas gubernamentales que dieron pie a la
desregulación en medios de comunicación y favorecieron a las grandes multinacionales desde la
perspectiva del nuevo etiquetado frontal.

El segundo apartado, sobre la contraposición a estas grandes empresas y sus mensajes, el


contramercadeo como publicidad subversiva en un mundo donde los estándares y las pautas ya no
pueden servirse a la ligera gracias a los grandes bancos de datos, según el doctor en Ciencias
Políticas y Sociales, Gerardo Dorantes.

El profesor del Centro de Estudios de la Comunicación, Pablo Cabañas Díaz, nos platica cómo es
que la obesidad se convirtió a lo largo de estas décadas en una alternativa de negocio para las
marcas de comida chatarra y las refresqueras bajo esquemas de consumo publicitario, donde
Coca-Cola es la más sobresaliente y rentable de ellas.

En seguida, Elsa Irene Pimienta Alcántara, maestrante en Comunicación, nos habla de la


renovación de imagen de la misma refresquera, pero esta ocasión del cómo ha sido necesario
adaptarse a los marcos culturales como el ser una Empresa Socialmente Responsable (ESR) y el
beneficio de marca que ha obtenido de ello a través de la política fiscal a pesar del daño
provocado.

Eder Salamanca Fuentes, licenciado en Comunicación, se encarga de proponer marcos de acción


para revertir las consecuencias que avanzan cada día hacia la no reducción. Nos dice de qué
manera deben entablarse los diálogos entre los diversos agentes y las maneras de intervenir
adecuadamente el espacio mediático.
En el sexto capítulo la doctora en Administración Laura Grisel Carrillo Sánchez nos advierte de
cómo las actividades económicas de las multinacionales tiene grandes efectos desfavorables para
la población de determinados lugares turísticos a través de su gastronomía como imagen de
marca, así como la omisión de las políticas públicas al respecto.

José Ángel Garfias Frías y Emmanuel Galicia Martínez, desde la Finisterra, nos plantean los
videojuegos como una nueva herramienta de entretenimiento educativo en el que existe la
posibilidad de generar grandes avances en los conocimientos del entorno alimenticio de infantes y
adultos.

Sobre el mismo hilo, Adolfo Gracia Vázquez, licenciado en Comunicación, nos platica la relación
existente entre los esports, género de videojuegos con primordial importancia para la industria
tecnológica pero también para la de comida chatarra por las capacidades de contenido que son
plausibles en estas plataformas, y la comida chatarra a través de la publicidad y el patrocinio.

Andrea Sánchez Islas en el noveno capítulo aborda el papel de México en la publicidad mundial
actual y las estrategias que practican para penetrar mercados cada vez más expuestos, aunque
acorazados.

En el siguiente apartado, Bryan Córdova, licenciado en Comunicación, se centra en la publicidad


como el segundo contacto con los modos de vida y los hábitos alimenticios después del núcleo
familiar, hecho que genera estilos de vida irresponsables en el consumo desmedido de calorías de
baja densidad en los niños.

Yessica Cano Santander, maestra en Comunicación, nos habla sobre la crisis de figuras de
autoridad y las características de las sociedades actuales que hacen posible el individualismo. Sin
embargo, esto tiene un punto de reflexividad en el que el carácter social se impone como el único
objetivo de adaptarse y funcionar conforme a las exigencias de la vida moderna, sea el consumo el
caso ejemplo.

Para finalizar, Juan Manuel Martínez Trejo, licenciado en Comunicación, trata sobre la necesidad
de reducir la influencia de los intereses comerciales en los procesos de desarrollo de las políticas
públicas en países en desarrollo, pues las consecuencias parten desde los políticos y las
instituciones que son abordadas por los grandes empresarios u otros políticos tradicionales.

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