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Antracnosis 

Antracnosis. Enfermedad causada por el hongo Colletotrichum gloeosporoides Penza. Conocida


con el nombre común Antracnosis donde se ha distribuido mundialmente. El hongo ataca el tallo,
hojas, chupones y frutos.

Sumario
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 1 Síntomas
 2 Transmisión
 3 Control
 4 Fuentes

Síntomas
Esta enfermedad ataca los brotes tiernos, las hojas y los tallos
más expuestos al sol, particularmente los que se encuentran
en la copa del árbol, disminuyendo el desarrollo y la
producción de las plantas. Causa lesiones secas con borde
amarillo que normalmente avanzan del borde hacia adentro de
las hojas hasta dañarlas completamente, tras lo cual las hojas
se caen dejando las ramas desnudas. Esto estimula la emisión
de nuevas ramas que también son infectadas, dando
finalmente la apariencia de pequeñas escobas.

En el vivero causa lesiones similares y defoliación, así como


lesiones hundidas en el tallo.

Los daños en fruto se distinguen por la aparición de lesiones


de color café hundidas en frutos de distintas edades. Sobre las lesiones aparece un micelio blanco
que se vuelve rosado al producirse las esporas del hongo.

En los frutos aparecen manchas de color café y de apariencia hundida, luego aparece sobre la
mancha una felpa de color rosada, las mazorcas enfermas se ennegrecen y mueren.

Transmisión
Las esporas se producen sobre las lesiones de tallos y frutos cuando las condiciones son húmedas.
Son diseminadas por el viento, el agua de lluvia o de riego, insectos y herramientas. La infección
del follaje se da durante la estación lluviosa y es propiciada por las heridas causadas por insectos.
Control
Las plántulas más enfermas deben ser cuidadosamente eliminadas; a las restantes se les puede
aplicar un fungicida a base de cobre según la dosis y frecuencia recomendadas por la casa
comercial.

El control de la Antracnosis se basa en la poda y en la destrucción de todas las ramas y frutas


enfermas o muertas.

En las plantas adultas se deben podar los tejidos enfermos a 10 cm por debajo del área afectada,
aplicando pasta cicatrizante en los tallos gruesos y desinfectando las herramientas adecuadamente.

Cuando el daño en las hojas es muy severo, conviene después de la poda hacer unas tres
aplicaciones de caldo Bordelés cada quince días. Esto mismo debe hacerse como control preventivo
en el vivero.

En el vivero, en el suelo de las bolsas, una capa gruesa de aserrín, granza de arroz u otros
materiales, asegura que el hongo no pase del suelo a las hojas de las plantitas a través del salpique
del agua.
Tabla 1. Relación de aislados de Colletotrichum sp. obtenidos de acuerdo a su localización y variedad de
plantas de mangos 
Figura 1. Diferentes tipos de crecimiento de las colonias de los aislados en caja Petri con PDA a 27± 2 oC,
después de 7 días incubación durante es estudio

Figura 2. Media del crecimiento de microbiano medidos en centímetros en función a las diferentes
temperaturas en medio de cultivo PDA (CV: 0.61. S : 0.0443) 
Figura 3.  Pruebas in vitro de la patogenicidad de los 22 aislados y sus correspondientes testigos en hojas
de diferentes variedades de mangos. (A-aislado 21 variedad Filipino; B-aislado 7 variedad Señora; C-aislado
13 variedad Filipino; D-aislado 10 variedad Keitt; E-aislado 12 variedad Haden; F-aislado 20 variedad Haden;
G-aislado 3 variedad Señora y H-aislado 6 variedad Keitt). 

El un estudio in vitro de la virulencia de los 22 aislados mostró que las infecciones experimentales
fueron positivas, ejemplos ilustrados en la Figura 3. Las hojas mostraron manchas de color marrón,
con forma regular, las mismas aumentaron gradualmente y en algunos casos llegaron a cubrir
totalmente el órgano de la planta durante el tiempo de estudio. Al cabo de los 5 días, en las lesiones
hubo crecimiento micelial emergente y aparecieron acérvulos con abundante producción de conidios
inmersos en masas cromógenas, anaranjadas en su mayoría y salmón solo en el caso del aislado 21.
En ningún caso se produjeron peritecios propios de la especie Glomrella cingulata (Stonem) Spauld &
Schrenk. Los materiales usados como testigos permanecieron siempre libres de infección.
Figura 4.  Medida de la sensibilidad de las variedades de mango resultado de las pruebas de patogenicidad
de los 22 aislados de Colletotrichum gloeosporiodes (Penz) Penz & Sacc. 

En estudios realizados en 5 variedades de mango en producción se observaron diferencias


significativas (P<0.05) entre las variedades (Figura 4). La variedad Filipino fue la más afectada
contraponiéndose a lo planteado por Cañizares (1966) y Capote et al. (1989) quienes la incluyen dentro de las más
resistentes a la antracnosis. Estas diferencias respecto a las demás variedades puede deberse a que
la variedad de mango Filipino es considerada por los agricultores como una variedad temprana, que
su período de maduración comienza en el mes de abril, quizás esta baja susceptibilidad está referida
no a una resistencia genética sino a que los frutos se producen y maduran temprano, fuera de la
época de lluvias en que se favorece la infección por el patógeno, por tanto, no contradicen los
resultados obtenidos. La variedad Señora mostró una alta susceptibilidad al patógeno coincidiendo
con Capote et al. (1989).

Entre las variedades Haden y Keitt no hubo diferencia significativa. Ambas presentaron “in vitro” bajo
nivel de susceptibilidad. Estos resultados coinciden con lo planteado por Capote et al. (1989), para quien
estas se agrupan dentro de las variedades con baja susceptibilidad a la antracnosis en el campo. Sin
embargo, Campbell (1992) y Rodríguez et al. (2002) publican sensibilidad a la enfermedad para la variedad Haden.
Estas divergencias pueden tener su base en la influencia de las diferencias climáticas sobre el ciclo de
la enfermedad y la maduración del fruto, debido a que los estudios se realizaron en diferentes
regiones.

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