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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 62 Abril-Junio 1999

  FONAIAP   DIVULGA  No.  62                                                                                            


Abril-Junio   1999

Enfermedades e insectos dañinos más importantes en el cultivo del


cocotero

Enio Soto*, Eustaquio Arnal*, Asdrúba

     Una plantación de cocoteros, durante su ciclo de vida, está


sometida por muchos años a la acción de condiciones diferentes de
humedad, temperatura y clima en general, lo que a su vez va a incidir
en la aparición de insectos dañinos y enfermedades que, en la mayoría
de los casos, se manifiestan cuando las plantas están moribundas. Por
ello, es necesario inspeccionar toda la finca y saber reconocer dónde
están los enemigos presentes, para así evitar pérdidas en el resto de la
plantación.

A continuación se presentan las situaciones más importantes


relacionadas con la incidencia de las enfermedades y plagas en
nuestras zonas productoras, con algunas recomendaciones bajo la
visión del manejo integrado.

Problemas fitosanitarios

Anillo rojo

Cómo se reconoce. Es una enfermedad que aparece mayormente en los


primeros 12 años de vida de la planta. En las hojas más viejas se presentan
coloraciones con tonos amarillos y castaños que empiezan en los extremos,
prolongándose hacia el cogollo, seguido de la caída de hojas y frutos. Si se
realiza un corte inclinado o transversal en el tallo, se observa una coloración
rojiza en forma de banda roja ó anillo, de 2,5 a 4 cm de anchura y a 1,2 m del
nivel del suelo.

Organismos causantes. En esta enfermedad interviene el picudo o


gorgojo del cocotero, Rhynchophorus palmarum L. (Coleóptera:
Curculionidae), el cual se comporta como transmisor de un nematodo
parásito (Bursaphelenchus cocophilus Cobb), el cual lo lleva tanto
externa como internamente. Este nematodo no puede ser observado a
simple vista, debido a su pequeño tamaño y es el causante de la
coloración rojiza en el tallo, mencionada anteriormente.

Control integrado. Las acciones en contra de esta enfermedad se orientan


hacia dos alternativas:

1. Hacia el organismo que transmite el nematodo; en este caso, el


coco o gorgojo. Siguen siendo efectivas y económicas las trampas
tradicionales de alambre con restos de cocos enfermos y sanos, mezclados con
insecticidas. Hoy día existen otras alternativas, donde se utilizan otros tipos de
trampas de retención, que usan tobos plásticos pequeños adaptados. Dentro se
coloca un poco de agua jabonosa, mezclando cebos naturales con algunas
sustancias atrayentes. Se pueden colocar algunos ejemplares machos vivos y
así aumentar el número de animales capturados. Una de las sustancias es el
Rhynchophorol, un compuesto (feromona de agregación) que es producido por
los adultos machos como llamado para comer.

2. Hacia la planta. Se debe erradicar cada planta con síntomas, dentro


de la plantación y en lo posible las palmeras silvestres en los
alrededores, además de quemar los restos vegetales. Deben evitarse
heridas y, en caso de haberlas, tratarlas con cicatrizantes o
insecticidas. Las aplicaciones en los pecíolos han mostrado ser más
efectivas para la prevención contra el insecto.

Marchitez sorpresiva

Cómo se reconoce. El amarilleo progresivo de las hojas más viejas es


parecido a la del anillo rojo y se presenta del ápice hacia la base, para finalmente
tornarse de color marrón oscuro. Simultáneamente, se produce la caída de frutos
de cualquier tamaño. Los más pequeños se desprenden, dejando las brácteas
pegadas a la inflorescencia, las cuales presentan necrosis. Las espatas cerradas
se tornan quemadas en las puntas, al igual que ocurre un ennegrecimiento de las
flores pequeñas y pudrición de frutos.

Organismos causantes. En la planta se han aislado pequeños


microorganismos llamados tripanosomas (Phytomonas sp.), del tipo de las
fitomonas o flagelados, debido a la forma que ellos presentan. También están
involucrados insectos del grupo de los chinches (Hemíptera del género Lincus, y
otros del género Oncopeltus spp.) como transmisores del flagelado.

  

Control integrado. Al igual que en el anillo rojo, se deben enforcar


dos alternativas:

1. El vector. Los chinches transmisores de la marchitez sorpresiva tienen su


hábitat en lugares húmedos y oscuros, así como en plantaciones de heliconias y
zingiberáceas, cercanas a la plantación de cocotero. Estas condiciones se
pueden variar con la erradicación de malezas, tratando de mantener entradas de
sol a la plantación en la medida de lo posible. Los insectos se encuentran en las
axilas de las cuatro o cinco hojas más viejas, siendo difíciles de encontrar por su
movilidad y coloración marrón oscura.

2. La plantación. Se debe erradicar toda planta afectada y quemar sus restos.


Seguidamente debe aplicarse algún insecticida residual (Carbaryl) en las axilas
de las plantas cercanas a las erradicadas, repitiéndose la aplicación cada tres
meses.

Pudrición del cogollo

Cómo se reconoce. Su presencia se manifiesta fácilmente por la marchitez


de las nuevas hojas que aún no han abierto; éstas pierden su color natural y se
tornan de color pardo. Esta coloración se va transmitiendo gradualmente hasta
afectar todo el cogollo, lo que indica un grado avanzado de la enfermedad.
Organismo causante. El agente causal es el hongo Phytophthora palmivora
Butler. Este hongo penetra por las raíces de la planta, causando pudrición
húmeda, la cual asciende hasta llegar a la parte del cogollo.

Control integrado. Esta enfermedad está estrechamente ligada a las


acumulaciones de agua, bien sea por el tipo de riego, mal drenaje o lluvias
excesivas. El riego por platones favorece el desarrollo de esta enfermedad,
sobre todo cuando no se tiene cuidado en la elaboración de dichos platones y se
provocan daños al sistema radical de la planta. En lo posible, se deben preferir
otras formas de riego, ya sea por canales o por inundación, evitando períodos
prolongados de humedad y riegos por la noche o al atardecer.

La construcción de dos o tres canales de drenaje a lo largo de la


plantación evitará las indeseables acumulaciones de agua, pero será
necesaria una revisión periódica del funcionamiento de estos canales
para aumentar y/o mantener su operatividad.

Entre los productos químicos disponibles están el Ridomil y el Galben


M, fungicidas sistémicos probados en otros cultivos. Es conveniente la
aplicación preventiva en las plantas alrededor de las enfermas, tratar
de hacer un cordón sanitario y disminuir la propagación de la
enfermedad. Otro producto (Fosetyl) ha sido inyectado a troncos de
árboles, con éxito, pero con la desventaja de su alto costo.

Exudado del tallo

Cómo se reconoce. Al inicio se desarrolla una podredumbre blanda


amarillenta y a medida que la enfermedad avanza, las zonas afectadas
manifiestan una decoloración, que se oscurecen con la edad. Al final se observa
una exudación líquida de color rojizo, la cual deja de exudar en lesiones viejas,
tornándose más oscura o negra. La infección, en el interior de las heridas puede
ser mucho más amplia y en estados avanzados, puede incluso causar la muerte
de la planta.

Agente causante. El hongo tiene dos fases: la superior o anamórfica,


Chalara paradoxa (De Seyn) Sacc. (syn. Thielaviopsis paradoxa De Seyn; Hohn)
y la fase final, el hongo Ceratocystis paradoxa (Dale) C. Moreau. En Venezuela
se han encontrado las dos fases; la primera, causa el exudado de color más
oscuro.

Control integrado. El hongo penetra por procesos naturales en el


crecimiento normal de la planta y también por las heridas causadas por pájaros
carpinteros, pegones, coleópteros, roedores, etc., pero la diseminación mayor
ocurre por heridas mecánicas, causadas por daños o por debilitamiento de
tejidos cuando se realiza la quema de hojas secas cerca de la base de la planta.
También, donde se realiza la cosecha con "maneas", ayuda a la diseminación de
esta enfermedad. Se deben raspar las partes afectadas con una navaja o
machete limpio y cubrirlas con pasta bordelesa, alquitrán vegetal o pintura blanca
de caucho, mezclada con un fungicida cúprico o sulfato de cobre. Fungicidas
como el Benomyl (benlate) aplicado a las raíces, puede controlar el exudado, si
no es aplicado frecuentemente, debido a la resistencia que puede crear el
patógeno. La fertilización juega un papel importante en esta enfermedad.
Mancha gris de la hoja

Cómo se reconoce. Es una enfermedad severa en fase de vivero y en los


primeros años de trasplante, pero también puede presentarse en plantas adultas
a nivel de folíolos, principalmente. Comienza con manchas de color amarillento,
marrón o pardo en los folíolos y el raquis; en la medida que las lesiones se
agrandan se desarrollan en cada mancha centros grisáceos rodeados de
márgenes de color marrón oscuro. Las lesiones se alargan paralelas a las venas
y pueden unirse y formar áreas necróticas irregulares más grandes.

Agente causante. Pestalotiopsis palmarun (Cooke) Steyaert (syn. Pestalotia


palmarum Cooke) es el hongo causante de la mancha gris en la hoja del
cocotero.

Control integrado. El desequilibrio nutritivo también favorece la


susceptibilidad de las plantas, como por ejemplo, una deficiencia de potasio o,
inclusive, el exceso de nitrógeno. Se recomienda mantener en lo posible el nivel
de nutrimentos, según lo indiquen los análisis de suelos y utilizar como medida
correctiva abonos de rápida asimilación. Los fungicidas recomendados son los
carbamatos que contienen zinc o manganeso, con presencia de cobre, siempre
con el cuidado de no excederse en las aplicaciones para no favorecer la
resistencia.

Insectos dañinos más comunes en cocotales


Ácaros (Eriophis guerreronis)

Daños. Es la plaga de mayor distribución en Venezuela. Afecta el fruto en su


fase inicial de formación, cuando están pequeños, y el daño se va manifestando
a medida que el fruto crece, observándose manchas rugosas y negruzcas que
reducen hasta 50% el tamaño del fruto.

Control. Aunque económicamente no sea factible, en casos especiales, la


aplicación de acaricidas al abrir las espatas, garantiza frutos completamente
sanos y de mayor tamaño. En otros países, como Cuba, existen razas de hongos
que ejercen biocontrol con probada efectividad (Hirsutella spp.). En Venezuela
existen especies de ácaros depredadores de otros ácaros.

Escarabajo rinoceronte

(Strataegus aloeus Linnaeus)

Daño. Ataca plantas jóvenes principalmente y penetra por el suelo, dejando un


pequeño promontorio de arena; al llegar a la base del cocotero realiza galerías
internas, produciendo daños en las zonas de crecimiento, deformaciones en las
hojas y, eventualmente, muerte de la planta.

Control. Normalmente se realizan campañas de revisión de cada planta y


captura de los individuos en forma manual; también se pueden aplicar
insecticidas en la entrada de las perforaciones (Cebicid, Danol).

Escamas

(Aspidiotus destructor Signoret; Ischnaspis longirostris Signoret;


Selenaspidus articulatus Morgan)

Daño. Las ninfas y adultos atacan, y dañan hojas y frutos de diferentes edades.
En las hojas se observa una fuerte clorosis y, en el envés, las partes afectadas
se van cubriendo con una cera blanca. Con el tiempo aparece un hongo de color
negro, el cual crece y se desarrolla en el excremento azucarado de las escamas
y, a su vez, sirve como alimento a hormigas y a otros insectos. Es favorecido con
altas densidades de plantas y condiciones de altas temperaturas.

Control. Lo más económico, menos contaminante y efectivo en bajas


poblaciones, es asperjar con agua jabonosa. Se debe favorecer la entrada de luz
con una poda dirigida y eliminar plantas muy cercanas a otras. En algunos
casos, donde las poblaciones siguen altas, la aplicación de Malatión y aceite
blanco es eficaz. Existen además enemigos naturales como son las colonias de
coleópteros de la familia Coccinellidae, que al ser liberados en las plantas
afectadas, realizan un control biológico adecuado. También son atacados por
avispas parasitoides y hongos entomopatógenos.

Afidos (Cerataphis variabilis ERL)

Daño. Tienen cierta similitud con las escamas, ya que les favorecen las altas
densidades de plantas y la alta humedad. También se relacionan con las
hormigas y producen mucho menos cera. En su excremento también se
desarrolla un hongo, manifestado por una película negra que impide la entrada
de luz a la planta. Igualmente tiene como enemigo natural a los coquitos de la
familia Coccinellidae.

Control. Se puede aplicar Pirimor, tratando de cubrir bien las colonias, o se


puede hacer un control indirecto de las hormigas, para que los enemigos
naturales actúen sobre las colonias. Las recomendaciones de manejo aplicadas
a la escama blanca también son pertinentes en este caso. Se pueden usar
trampas amarillas pegajosas para capturar adultos alados.
Gusanos defoliadores de hojas

(Brassolis sophorae L., Opsiphane spp.,

Automeris sp.)

Daño. Son mariposas de gran tamaño que ponen huevos en las hojas, sus
larvas son gregarias, de hábitos nocturnos, se alimentan de las hojas,
produciendo además perforaciones en la base y en racimos jovenes. A medida
que crecen, van uniendo folíolos mediante hilos de seda, para formar nidos,
donde se protegen durante el día.

Control. Existe la alternativa de control biológico, mediante el uso de


aspersiones con la bacteria Bacillus thuringiensis var. Kurstaki.

Gusano perforador del tallo

(Castnia guyanensis Cramer)

Daño. Las larvas taladran el tronco y los racimos, reduciendo la producción y


causando la muerte de las plantas

Otros artrópodos y hongos asociados

En el estado Falcón se puede encontrar el exudado del tallo,


aumentado por la incidencia de un insecto muy pequeño del grupo de
los Scolítidos, específicamente Xyleborus ferrugineus, el cual causa
innumerables perforaciones pequeñas, propiciando una mayor
incidencia del hongo Ceratocystis spp. Existen medios tradicionales de
combate químico (endosulfán) y métodos por investigar en Venezuela,
como es el uso de sustancias atrayentes para la captura de adultos.

En condiciones de sequía severa, se presenta debilitamiento de hojas,


produciendo quebrado de pecíolos; en este momento se facilita la
penetración del hongo Botryodiplodia palmarun, que avanza hasta la
base de la hoja, produciendo una mancha negra, que si llega al centro
del crecimiento de la planta causa su muerte.

Durante el ciclo del cultivo también se pueden observar daños en


frutos, causados por ardillas, roedores, presencia de comejenes, entre
otros. Estos últimos, generalmente aparecen en plantas adultas y
aparentemente no debilitan la planta como se pudiera esperar ante la
incidencia observada; más bien ayudan a descomponer el material
vegetal seco. Sin embargo, hay que estar atentos donde se observe
deterioro de las plantas. 

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