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Los contratos son acuerdos legales que fundamentan los derechos y obligaciones de las partes

involucradas. Dos conceptos importantes relacionados con los contratos son las cláusulas
generales y las cláusulas de adhesión. Aquí tienes una descripción de cada uno:

Cláusulas generales: Son disposiciones contractuales que se redactan de manera específica y


detallada para abordar situaciones o términos comunes que pueden aplicarse a una amplia
gama de contratos. Estas cláusulas son redactadas de manera individual y personalizada por
las partes involucradas en el contrato. Por ejemplo, una cláusula general puede establecer los
procedimientos de resolución de disputas aplicables a todos los contratos celebrados entre las
partes.

Los contratos de cláusulas generales son acuerdos legales que contienen disposiciones que se
aplican a una amplia gama de situaciones o transacciones. Estas cláusulas generales son
términos contractuales estándar que se utilizan para simplificar y agilizar el proceso de
redacción de contratos, al tiempo que brindan cierta flexibilidad y adaptabilidad.

Las cláusulas generales son redactadas de manera amplia e incluyen términos que se aplican
en diversas circunstancias. Por ejemplo, una cláusula general podría establecer los derechos y
obligaciones básicas de las partes en un contrato de compraventa, como la descripción de los
bienes, el precio, los plazos de entrega y las condiciones de pago.

Algunos ejemplos comunes de cláusulas generales que se encuentran en diferentes tipos de


contratos son:

Cláusula de indemnización: establece que una parte debe indemnizar a la otra en caso de
pérdidas, daños o responsabilidades derivadas del incumplimiento del contrato.

Contrato de Arrendamiento de Inmueble

Los contratos de cláusulas de adhesión son contratos preelaborados por una de las partes,
generalmente el proveedor de bienes o servicios, en los que se fundamentan las condiciones
generales del contrato y se ofrecen al cliente o consumidor de manera estandarizada. Estos
contratos son comunes en diversos sectores, como los servicios de telecomunicaciones,
seguros, banca, entre otros.

La característica principal de los contratos de cláusulas de adhesión es que el cliente o


consumidor tiene una posición de debilidad frente al proveedor, ya que no tiene la capacidad
de negociar o modificar las condiciones establecidas en el contrato. El cliente solo puede
aceptar o rechazar el contrato en su totalidad, sin poder introducir cambios o modificaciones.
Estas cláusulas suelen ser redactadas de manera unilateral y contienen términos y condiciones
que favorecen al proveedor, limitando los derechos o imponiendo obligaciones al consumidor.
Algunas de estas cláusulas pueden ser abusivas o desequilibradas, generando un desequilibrio
en los derechos y obligaciones de las partes.

En muchos países, existen normas y leyes que protegen a los consumidores frente a las
cláusulas abusivas en los contratos de adhesión. Estas normas suelen establecer requisitos de
transparencia y equilibrio en las cláusulas contractuales, permitiendo que los consumidores
puedan impugnar o desconocer aquellas cláusulas que sean consideradas abusivas o
desequilibradas.

Es importante que los consumidores estén informados sobre los términos y condiciones de los
contratos de adhesión antes de aceptarlos. En caso de duda o desacuerdo con alguna cláusula,
se recomienda buscar asesoría legal o consultar con entidades de protección al consumidor
para obtener orientación sobre los derechos y opciones disponibles.

En resumen, los contratos de cláusulas de adhesión son contratos preelaborados en los que el
consumidor no tiene capacidad de negociación y debe aceptar o rechazar en su totalidad. Es
importante estar atento a posibles cláusulas abusivas y conocer los derechos y protecciones
legales existentes en cada jurisdicción.

Podemos definir finalmente al contrato por adhesión, como aquel en el cual una de las partes
(predisponente) puede regular unilateralmente el contenido de un contrato (libertad de
configuración interna o libertad contractual) mientras que la otra (adherente) solo puede
aceptar o rechazar íntegramente las estipulaciones fijadas por aquella (libertad de contratar).

Aquí tienes algunos ejemplos comunes de contratos que suelen contener cláusulas de
adhesión:

Contrato de servicios de telecomunicaciones: Contratos de telefonía móvil o servicios de


internet que establecen las condiciones generales, tarifas, límites de uso, penalizaciones, entre
otros aspectos.

Control

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