¿Qué es un hecho social? El texto señala, la idea de hecho social se emplea en el terreno de la Antropología y la Sociología para aludir a las ideas y los comportamientos que pueden encontrarse en un grupo social. Para entender qué es un hecho social es importante comprender el concepto de grupo social. Así denominamos hecho social al conjunto de individuos que comparten un objetivo e interactúan entre sí. Al tener algo en común, los miembros de esta agrupación cumplen un cierto rol en la sociedad. Por lo tanto, el autor fue el mentalizador del término hecho social a fines del siglo XIX. Durkheim sostenía que un hecho social era un modo en el que individuo es influenciado por la cultura y el contexto social. Los hechos sociales son conductas humanas habituales, no dependientes de la constitución biológica ni psíquica de las personas, sino de la sociedad, que integran y que tienen una existencia singular y propia. El hecho social es lo que se realiza en forma independiente fuera de uno mismo, aunque se adhiera consciente o inconscientemente a ellos. Son ejemplo de hechos sociales, pagar impuestos, cumplir con un contrato, cumplir los deberes conyugales o los paternos filiales. Estos hechos que el individuo ejecuta los concibe como obligatorios pues así ha sido educado, él no los ha inventado. A un niño se le enseña a escribir, a leer, a ser respetuoso, a comer con cubiertos, a que debe ir a la escuela, que cuando sea mayor deberá trabajar, que debe pagar lo que compra con dinero etcétera. Por consiguiente, los hechos sociales son impuestos por la sociedad para lograr que sus miembros estén unidos por una similar forma de pensar y de actuar. Cada hecho social es explicado por otro hecho social que se constituye en su causa. Manifiesto del Partido Comunista El texto señala que la historia de la humanidad se ha basado, en ser una historia de lucha de clases, en la que siempre hubo confrontación entre opresores y oprimidos, y su conflicto terminó, o bien en una revolución y con ella la creación de una nueva sociedad y nuevas clases, o en este caso, en la desaparición conjunta de los opositores. Por otro lado, en el texto menciona a la burguesía que desempeñó alguna vez un papel revolucionario puesto que, paralelamente a la industrialización y la creación de un mercado mundial, también asumió el poder político y abolió la sociedad feudal. En la sociedad burguesa ahora cuentan estos principios: el egoísmo, el libre comercio, el valor de cambio y el pago en efectivo. Todas las personas en todas las ocupaciones se convierten en trabajadores asalariados, incluso en las familias imperan las relaciones monetarias netas. El proletariado es la otra cara de la moneda de la burguesía con su capacidad financiera. Pero como consecuencia de la industrialización y el florecimiento del capitalismo, el trabajador se devalúa a un mero factor de producción, a una mercancía. Aunque, en general, la cantidad de trabajo está aumentando, cada vez más son máquinas las que lo hacen. El proletariado es el único opositor genuinamente revolucionario de la burguesía, en contraste con la clase media, los artesanos y los campesinos, que buscan preservar sus posesiones. No pasa lo mismo con los proletarios: no tienen que asegurar ningún derecho adquirido, sino destruir un orden social explotador que les niega cualquier tipo de derecho y que vive y prospera gracias a su falta de propiedad. Por consiguiente, los comunistas se distinguen de los demás partidos que pertenecen al movimiento de la clase trabajadora porque no están limitados por las fronteras nacionales, sino que se asumen a sí mismos como los representantes internacionales de los proletarios, por lo tanto, su objetivo es instruir a los trabajadores en una clase segura de sí misma, alejarse de alguna manera del dominio de la burguesía y conquistar el poder político. No se ven como representantes de cualquier teoría, ideas y principios, sino como representantes de la real y existente lucha de clases, que siempre ha moldeado la historia. Los comunistas quieren abolir la propiedad privada, en particular, la propiedad privada burguesa, de la misma manera en que la burguesía alguna vez abolió la propiedad feudal. Por consiguiente, el comunismo sigue solo un camino histórico que, en su momento, también siguió la burguesía. Sin embargo, quiere seguir por este camino hasta el final, hasta la abolición absoluta de la propiedad privada. El capital En el texto se menciona a la producción social en la cual, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino que es su ser social el que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase del desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción. Es antagónica en el sentido de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Por lo tanto, las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Dentro de los conceptos que están dentro del prólogo están: Mercancía: "una cosa cualquiera, necesaria, útil o agradable en la vida", objeto de necesidades humanas, un medio de subsistencia. Este modo de existencia de la mercancía en tanto que valor de uso coincide con su modo de existencia físico tangible. El dinero o la circulación simple: El cambio de mercancías es el cambio de productos particulares de individuos privados, es al mismo tiempo la creación de determinadas relaciones de producción sociales en las que entran los individuos en el curso de ese metabolismo. Las relaciones mutuas de las mercancías, a medida que se desarrollan, cristalizan como determinaciones distintas propias del equivalente universal, y de este modo el proceso de cambio es al mismo tiempo el proceso de formación del dinero. Este proceso en su conjunto, manifestado como desenvolvimiento de procesos diferentes, es la circulación. El capital: es un instrumento de producción, es asimismo trabajo pasado, objetivado, por lo tanto, el capital es una relación natural, universal y eterna, pero a condición de omitir precisamente el elemento específico, (o único que transforma en capital el "instrumento de producción", el "trabajo acumulado". La ética protestante t el espíritu del capitalismo En “las confesiones y estratificación social”, el carácter “protestante” aparece como un fenómeno que ha sido mencionado múltiples veces en la prensa y en la literatura católicas, así como en los congresos católicos de Alemania, tanto en la propiedad capitalista y empresaria como de los estratos capacitados superiores de los trabajadores; en especial del personal de las empresas modernas con formación profesional superior, ya sea técnica o comercial. La participación relativamente más intensa de los protestantes en la propiedad del capital, en la dirección y en los estratos superiores del trabajo dentro de las grandes empresas manufactureras y comerciales modernas. La participación en las mencionadas funciones económicas presupuso, en parte la posesión de un capital, en parte una educación onerosa y, en la mayoría de los casos, ambas cosas a la vez. Por otro lado, en la industria moderna, en las masas existía una mínima participación de los católicos, puesto que ellos se dedicaban a la esfera de la artesanía manual, sin embargo, el fenómeno de la fábrica era que se obtiene la fuerza laboral en una medida sustancialmente mayor entre los aprendices protestantes y no tanto entre los católicos. Por lo que los protestantes se vuelcan a las fábricas para cubrir aquí los puestos superiores de operarios calificados y empleados comerciales. En “el espíritu del capitalismo”, al intentar dar algo así como una “definición” de dicho concepto, surgen inmediatamente ciertas dificultades. Si en absoluto es posible hallar un objeto al cual ese concepto es aplicable, dicho objeto sólo puede ser un “individuo histórico”; es decir: un conjunto de relaciones dadas dentro de la realidad histórica que sintetizamos conceptualmente en función de su significado cultural. El concepto de “espíritu del capitalismo”, hace referencia al capitalismo moderno. Queda sobreentendido que se trata aquí solamente del capitalismo europeo-occidental y americano. Porque en China, en Babilonia, en la India, en la Antigüedad y en la Edad Media también existió el “capitalismo”, pero le faltó un Ethos característico para formarse como tal. El adversario contra el cual tuvo que luchar en primer término el "espíritu" del capitalismo, en el sentido de un estilo de vida normado y revestido de una "ética", fue la forma de sentir y de conducirse que se puede denominar como tradicionalismo. En la “Concepción luterana de la profesión” En la palabra alemana “profesión” (Beruf), aunque tal vez con más claridad en el inglés calling, es innegable que al menos resuena una concepción religiosa: la de una misión asignada por Dios; y esta concepción se vuelve tanto más manifiesta mientras más enfaticemos la palabra en el caso concreto. En el concepto de "profesión" se expresa ese dogma central de todas las denominaciones protestantes que desecha la distinción católica entre "praecepta" y "consilia" en lo que atañe a los preceptos morales cristianos, que no considera la superación de la moralidad mundana por medio del ascetismo monacal como única forma de vivir de manera agradable a Dios, sino que reconoce exclusivamente el cumplimiento de los deberes mundanos tal como éstos emergen de la posición social del individuo, con lo que este cumplimiento se vuelve, precisamente, su "profesión". Sin embargo, en Lutero este pensamiento se desarrolla a lo largo de la primera década de su actividad reformadora, por lo que Lutero no debe ser íntimamente asociado con el espíritu del capitalismo. Conceptos sociológicos: En el texto, Weber propone que la sociología es una ciencia que busca comprender a la acción social a través de la interpretación y explicar por esa vía las causas del desarrollo y de las consecuencias de esta. Asimismo, para poder desarrollarlo, el autor proporciona varios conceptos básicos de su método como, por ejemplo, el concepto de interpretación y los tipos ideales. También desarrolla los conceptos que trae consigo la acción, misma que es entendida como un comportamiento al que el individuo le atribuye un sentido o significado. Por "acción" debe entenderse una conducta humana (bien consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella un sentido subjetivo. La "acción social" es una acción en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo. Por "sentido" entendemos el sentido mentado y subjetivo de los sujetos de la acción, bien a) existente de hecho: a) en un caso históricamente dado, como promedio y de un modo aproximado, en una determinada masa de casos: bien b) como construido en un tipo ideal con actores de este carácter. En modo alguno se trata de un sentido "objetivamente justo" o de un sentido "verdadero” metafísicamente fundado. Toda interpretación, como toda ciencia en general, tiende a la "evidencia". La evidencia de la comprensión puede ser de carácter racional (y entonces, bien lógica, bien matemática) o de carácter endopático: afectiva, receptivo-artística. El método científico consistente en la construcción de “tipos” investiga y expone todas las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadas, del comportamiento que influyen en la acción, como "desviaciones" de un desarrollo de esta "construido" como puramente racional con arreglo a fines. Las "leyes'', son determinadas probabilidades típicas, confirmadas por la observación, de que, dadas determinadas situaciones de hecho transcurran en la forma esperada ciertas acciones sociales que son comprensibles por sus motivos típicos y por el sentido típico mentado por los sujetos de la acción. Y son claras y comprensibles, en su más alto grado. La acción social (incluyendo tolerancia u omisión) se orienta por las acciones de otros, las cuales pueden ser pasadas, presentes o esperadas como futuras. Pero no toda clase de acción es "social". La conducta íntima es acción social sólo cuando está orientada por las acciones de otros. No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter social; sino sólo una acción con sentido propio dirigida a la acción de otros. La acción social, como toda acción, puede ser: 1) racional con arreglo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento tanto de objetos del mundo exterior como de otros hombres, y utilizando esas expectativas como "condiciones" o "medios" para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos. 2) racional con arreglo a valores: determinada por la creencia consciente en el valor -ético, estético, religioso o de cualquiera otra forma como se le interprete- propio y absoluto de determinada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea puramente en méritos de ese valor, 3) afectiva, especialmente emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales actuales, y 4) tradicional: determinada por una costumbre arraigada. Por "relación" -social debe entenderse una conducta plural que se presenta como recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará socialmente en una forma indicarle; siendo indiferente, por ahora, aquello en que la probabilidad descansa. El cruce de los círculos sociales La diferencia entre el pensamiento cultivado y el grosero se manifiesta en la diversidad de los motivos que determinan las asociaciones entre las representaciones. No adquirimos conciencia de qué es una representación, con existencia propia, hasta que se nos presenta en otras muchas combinaciones diferentes. Entonces percibimos claramente lo que hay de igual en todas estas representaciones y las vemos recíprocamente ligadas, El individuo se ve primeramente colocado en un medio para el cual su individualidad es relativamente indiferente, lo encadena a su propio destino y le impone una estrecha convivencia con su familia, que es el estadio inicial. Pero a medida que van progresando, los individuos se relacionan con personalidades que están fuera de este círculo primario de asociación; y esas relaciones obedecen a la igualdad de inclinaciones, actividades. Asociaciones totémicas: Otro cruce de forma igual, pero de contenido y efectos muy diversos, se produce en la vida familiar de los pueblos civilizados, correspondiente a la comunidad de sexo. Por lo que La comunidad de género figura entre aquellas causas de unión que penetran constantemente en la vida sociológica. La comunidad de edad: La división por edades representa una combinación de personalismo y objetividad en los motivos de la agrupación. El número de los diversos círculos en que se encuentra comprendido el individuo es uno de los índices que mejor miden la cultura. El hombre moderno pertenece primeramente a la familia de sus padres; luego, a la fundada por él y, por consiguiente, a la de su mujer; después, a su profesión, que ya por sí sola, lo ligará muchas veces a diversos círculos de intereses. Las dos subjetividades: Cuanto más variados sean los círculos de intereses que en nosotros confluyen, más conciencia tendremos de la unidad del yo. La pertenencia a varias familias, consecuencia del matrimonio para los cónyuges, ha sido de antiguo causa de notables enriquecimientos, de grandes ampliaciones de intereses y relaciones, pero también de conflictos que obligan al individuo a realizar equilibrios internos y externos, así como a defender enérgicamente su personalidad. La determinación sociológica del individuo será tanto mayor cuanto que los círculos determinantes sean más contiguos que concéntricos. No obstante, estos círculos encajados unos dentro de otros, no siempre determinan de un modo unitario a sus individuos; su relación concéntrica puede ser puramente mecánica, en vez de orgánica, a pesar de dicha relación actúen sobre sus individuos como en yuxtaposición independiente. Sin embargo, la posibilidad de la individualización crece indefinidamente por el hecho de que la misma persona pueda ocupar situaciones completamente distintas en los diversos círculos de que forma parte al mismo tiempo. Tiene esto importancia respecto a los cruces de índole familiar. En las sociedades de consumo, la relación uniforme en que todos se encuentran con el capital constituye en cierto modo el exponente que permite extraer lo igual de tan diversas actividades, y suministra un punto de unidad para todos los copartícipes. Respecto a la mujer en el hogar, el hogar se ha disuelto ya lo bastante para que surja el problema «feminista», el problema general de las mujeres, como totalidad, y se produzcan todo género de acciones, cambios, asociaciones. Estructuras, habitus, prácticas. Bourdieu explica que la competencia se contrapone al habitus, pues este habitus se refiere a que el comportamiento cuando se naturaliza y se vuelve en algo incuestionable. Es algo que está establecido así. El habitus: es un conjunto de comportamientos y referencias introducidos desde tu infancia, este proceso te distingue de los demás porque se adquieren inconscientemente a lo largo de tu vida. Por lo tanto, podemos entender "disposiciones" o esquemas de obrar, pensar y sentir asociados a la posición social. Homogeneidad: se observa en los límites de una clase de condición de existencia y de condicionamientos sociales, es lo que hace que las prácticas y las obras sean inteligibles y predecibles, así, es que a ellas se las percibe como evidentes y se las da por sentadas para hacer un habitus de las prácticas y las obras. La Institución más allá de hace parte de la economía, es completamente viable en otros espacios y lógicas sociales que están más allá de las instancias individuales del ciudadano. Habitus de clase: es un sistema subjetivo, pero no individual de estructuras interiorizadas, esquemas conocidos de percepción o de concepción y de acción que constituyen la condición de toda objetivación y de toda apercepción y fundar la concertación objetiva de las prácticas y la unicidad de la visión del mundo en la impersonalidad y la sustitubilidad perfectas de las prácticas de las visiones singulares. La experiencia imaginaria: neutraliza el sentido de las realidades sociales, el mundo social reviste la forma de un universo posibles, igualmente posibles para todo sujeto viables. Los agentes se determinan con la relación a índices concretos de lo accesible y de lo inaccesible, del es o no para nosotros en la visión individual, división fundamental para establecer que es lo sagrado y profano en las instituciones sociales. La estructura para este autor es parte de un círculo frecuente inherente a toda y cada sociedad o grupo social , es por lo tanto una variación que depende de la sociedad o grupo social al que se hace referencia, es decir, la estructura, es lo que moldea las prácticas de los actores dentro de este grupo, pero a sus vez es lo que es moldeado por ellas mismas, y ambas practicas así como la estructura están relacionadas por un concepto que se acuña: el habitus, y la historia como entidad de formación colectiva e individual. Teoría Sociológica Contemporánea: Relaciones institucionales con la actividad humana En el capítulo "Institucionalización" del libro "La construcción social de la realidad" de Peter Berger y Thomas Luckmann, los autores analizan el proceso de institucionalización en la sociedad, que es la forma en que las personas construyen y mantienen las instituciones sociales que dan forma a la vida humana. Los autores comienzan señalando que las instituciones sociales son construidas por la actividad humana y no son preexistentes a la sociedad. Las instituciones son productos de la acción humana y son mantenidas por la continua acción de las personas en la sociedad. Los autores explican que la institucionalización implica la creación de normas, reglas y roles que guían la acción humana y que se convierten en parte de la estructura de la sociedad. Estas normas y reglas son internalizadas por las personas, lo que significa que se convierten en parte de su conciencia y de su identidad. Los autores describen cómo la institucionalización es un proceso continuo que comienza con la creación de una institución y se desarrolla a medida que se establecen y mantienen normas y reglas. Las instituciones también están sujetas a cambios y transformaciones a medida que la sociedad evoluciona y cambia. Además, los autores discuten cómo las instituciones sociales pueden tener diferentes niveles de formalidad. Algunas instituciones son altamente formalizadas, como el sistema legal o político, mientras que otras son menos formalizadas, como las normas sociales informales en una comunidad. En "La construcción social de la realidad", Berger y Luckmann presentan una teoría sociológica sobre cómo las instituciones contribuyen a la creación y mantenimiento de la realidad social. Según los autores, las instituciones son estructuras sociales que tienen una influencia fundamental en la forma en que las personas perciben y actúan en el mundo. Una de las ideas clave que los autores desarrollan es la noción de objetivación. La objetivación se refiere al proceso por el cual las prácticas y las creencias individuales se convierten en objetos independientes de las personas que las crean. Por ejemplo, una creencia religiosa puede ser objetivada en un texto sagrado que se considera la fuente de esa creencia. La objetivación es un proceso fundamental en la creación y mantenimiento de las instituciones. A medida que las creencias y las prácticas se objetivan, se convierten en parte de la estructura social y adquieren una autoridad y una legitimidad que van más allá de las personas individuales que las crearon. Otra idea importante que los autores presentan es la noción de legitimación. La legitimación se refiere al proceso por el cual las instituciones otorgan autoridad y validez a las creencias y prácticas sociales. Por ejemplo, la Iglesia puede legitimar una creencia religiosa al declarar que es parte de la doctrina oficial. La legitimación es un proceso importante para la estabilidad y la continuidad de las instituciones. Al otorgar autoridad y validez a las creencias y prácticas sociales, las instituciones pueden influir en la percepción y el comportamiento de las personas, y pueden proporcionar un marco de referencia y un conjunto de reglas y normas para el comportamiento humano. Sin embargo, Berger y Luckmann también reconocen que las personas tienen cierta agencia en la interpretación y la aplicación de las reglas y normas institucionales. La agencia se refiere a la capacidad de las personas para tomar decisiones y actuar de manera independiente dentro de los límites impuestos por las instituciones. En resumen, la teoría de la institucionalización presentada por Berger y Luckmann es una contribución importante a la sociología. Ofrece una perspectiva sobre cómo las instituciones contribuyen a la creación y mantenimiento de la realidad social, y cómo las personas interactúan con las instituciones para dar sentido al mundo que les rodea. En última instancia, la obra destaca la importancia de las instituciones en la vida social y el papel que desempeñan en la formación de nuestra comprensión de la realidad. La sociedad como interacción simbólica En su artículo "La sociedad como interacción simbólica", Herbert Blumer explica la perspectiva del interaccionismo simbólico y su enfoque en la importancia de la interacción y el significado simbólico en la sociedad. Blumer afirma que la sociedad se construye a través de la interacción simbólica, es decir, que las personas interactúan a través de símbolos y significados compartidos que les permiten entender y dar sentido a su entorno. Estos símbolos y significados son creados y modificados constantemente a través de la interacción y la negociación entre las personas. Además, Blumer destaca la importancia de entender el significado subjetivo que cada persona le da a los símbolos y las situaciones en las que se encuentra, y cómo esto influye en su comportamiento y sus decisiones. En resumen, para Blumer, la sociedad se construye a través de la interacción simbólica y el significado compartido entre las personas, lo que implica una comprensión profunda del significado subjetivo que cada persona le da a las situaciones y los símbolos. Herbert Blumer en su obra, presenta la teoría del interaccionismo simbólico, una perspectiva sociológica que enfatiza la importancia de la interacción simbólica entre las personas en la construcción de la sociedad. Según Blumer, la interacción simbólica es la forma en que las personas se comunican y se relacionan, y es fundamental para la construcción de la realidad social. Blumer sostiene que la realidad social no existe de manera objetiva, sino que se construye a través de la interacción simbólica entre las personas. En este sentido, los símbolos son elementos clave de la construcción de la realidad social, ya que son la forma en que las personas se comunican y crean significados compartidos. Los símbolos incluyen no solo palabras y gestos, sino también objetos y eventos que adquieren significado a través de la interpretación social. Para Blumer, la interacción simbólica es el proceso a través del cual las personas negocian y construyen significado a través del uso de los símbolos. En la interacción simbólica, las personas interpretan los símbolos y responden a ellos, lo que a su vez afecta la forma en que se interpretan y utilizan los símbolos en el futuro. Este proceso de negociación y construcción de significado es lo que da forma a la sociedad. Además, Blumer enfatiza la importancia de la acción en el interaccionismo simbólico. Para él, la acción es la forma en que las personas interactúan entre sí y construyen la realidad social. La acción se define como cualquier comportamiento que tenga un propósito y que esté dirigido hacia un objetivo, ya sea consciente o inconsciente. La acción puede ser individual o colectiva, y puede tener un impacto significativo en la sociedad. En resumen, la teoría del interaccionismo simbólico de Blumer destaca la importancia de la interacción simbólica y los símbolos en la construcción de la sociedad. Ofrece una perspectiva optimista de la capacidad de las personas para construir significado y relaciones sociales, y enfatiza la importancia de la acción en la formación de la realidad social. Epistemologías del Sur, Utopía y Praxis Latinoamericana En "Epistemologías del Sur, Utopía y Praxis", Boaventura de Sousa Santos propone una crítica a la epistemología dominante y propone una alternativa que aborde las limitaciones y exclusiones del conocimiento científico tradicional. Santos sostiene que la epistemología dominante es exclusiva y limitada, ya que se basa en la idea de que el conocimiento científico es universal y neutral, y que no reconoce ni valora los conocimientos producidos por las culturas y comunidades marginales. Además, Santos argumenta que esta epistemología es incapaz de imaginar soluciones alternativas a los problemas sociales, ya que se limita a la reproducción de los patrones y estructuras sociales existentes. Para superar estas limitaciones, Santos propone la creación de una epistemología del Sur, que reconozca la diversidad de conocimientos y perspectivas existentes en el mundo y que promueva la interacción y el diálogo entre ellas. Esta epistemología debe estar basada en la idea de que el conocimiento es siempre situado y contextual, y que debe estar orientado hacia la acción y la transformación social. Para lograr esta transformación social, Santos propone la utopía como herramienta para imaginar y construir alternativas al status quo. La utopía, según Santos, debe ser entendida como un proyecto colectivo que se orienta hacia la creación de una sociedad más justa y solidaria. La utopía no es un ideal inalcanzable, sino una orientación práctica para la acción y la transformación social. Finalmente, Santos destaca la importancia de la praxis, es decir, la relación dialéctica entre teoría y práctica, como un elemento fundamental para la transformación social. La praxis implica la acción orientada hacia la construcción de una sociedad más justa y solidaria, y la reflexión crítica sobre la realidad social para comprender y transformar las estructuras y patrones opresivos y excluyentes. Además, Santos sostiene que la epistemología del Sur no solo se enfoca en la diversidad de conocimientos y perspectivas, sino que también se preocupa por la justicia cognitiva y epistémica. La justicia cognitiva implica la redistribución de los recursos cognitivos y la eliminación de las desigualdades cognitivas, mientras que la justicia epistémica se refiere a la valoración y el reconocimiento de los conocimientos producidos por las culturas y comunidades marginales. Para Santos, la epistemología del Sur también implica una crítica a la globalización neoliberal, que ha generado nuevas formas de exclusión y marginación, así como la afirmación y defensa de las identidades y culturas locales y regionales. La epistemología del Sur, por lo tanto, se enfoca en la construcción de una alternativa al paradigma hegemónico global, que se orienta hacia la justicia social, la diversidad cultural y la solidaridad global. En resumen, la propuesta de Sousa Santos busca superar las limitaciones de la epistemología dominante y construir una epistemología del Sur, que reconozca la diversidad de conocimientos y perspectivas, promueva la utopía como herramienta para imaginar alternativas al status quo, y se oriente hacia la acción y la transformación social, a través de la praxis y la justicia cognitiva y epistémica. Teoría Tradicional y Teoría Crítica En su texto "Teoría tradicional y teoría crítica", Max Horkheimer desarrolla una crítica a la teoría tradicional de la sociedad y propone una teoría crítica como alternativa. Horkheimer sostiene que la teoría tradicional, basada en la razón instrumental, ha contribuido a la dominación y explotación de la sociedad y ha ignorado las dimensiones subjetivas y culturales de la vida humana. En la teoría tradicional, la razón instrumental se entiende como la forma de pensamiento que busca la eficiencia y la maximización de resultados, sin considerar los fines últimos de la actividad humana. Este tipo de razón se ha extendido a todos los ámbitos de la vida social, incluyendo la política, la economía, la ciencia y la cultura. La teoría tradicional ha naturalizado esta forma de pensamiento y ha ignorado las consecuencias negativas que ha tenido para la sociedad y el medio ambiente. Horkheimer propone una teoría crítica como alternativa a la teoría tradicional. Esta teoría busca analizar la sociedad de manera crítica y reflexiva, con el objetivo de comprender y transformar las condiciones sociales que generan la opresión y la injusticia. La teoría crítica busca comprender las condiciones subjetivas y culturales de la vida humana, y no se limita a una concepción instrumental de la razón. Para Horkheimer, la teoría crítica debe estar orientada hacia la acción y la transformación social. La teoría crítica debe estar comprometida con la lucha contra la dominación y la opresión, y debe estar vinculada a los movimientos sociales y políticos que buscan transformar la sociedad. La teoría crítica no se limita al análisis de la realidad social, sino que busca contribuir a su transformación. Además, Horkheimer destaca la importancia de la interdisciplinariedad en la teoría crítica. La teoría crítica debe estar abierta al diálogo con otras disciplinas, como la psicología, la antropología, la filosofía y la historia, para poder comprender de manera más completa la complejidad de la realidad social. En este sentido, la teoría crítica se caracteriza por una concepción dialéctica de la realidad social, que busca comprender las contradicciones y los conflictos inherentes a la sociedad. La dialéctica implica una comprensión de la realidad social como un proceso en constante cambio, en el que las fuerzas opuestas se enfrentan y se transforman. Por último, Horkheimer destaca la importancia de la libertad en la teoría crítica. La teoría crítica debe estar comprometida con la liberación humana, y debe luchar contra las estructuras sociales que limitan la libertad y la autonomía de las personas. La libertad implica la posibilidad de elegir y decidir de manera autónoma, sin estar condicionados por las estructuras sociales que limitan las opciones y las posibilidades de acción. En resumen, Horkheimer propone una teoría crítica como alternativa a la teoría tradicional de la sociedad, que busca comprender y transformar las condiciones sociales que generan la opresión y la injusticia. La teoría crítica se orienta hacia la acción y la transformación social, y busca estar comprometida con los movimientos sociales y políticos que buscan transformar la sociedad. La teoría crítica se caracteriza por una concepción dialéctica de la realidad social, que busca comprender las contradicciones y los conflictos inherentes a la sociedad, y por una concepción de la libertad como posibilidad de elección y decisión autónoma. Teoría tradicional: se refiere a la forma de hacer teoría que se ha desarrollado a lo largo de la historia de las ciencias sociales, caracterizada por una actitud contemplativa y desinteresada respecto de la realidad social, que busca describir y comprender la sociedad sin tener un compromiso político o ético con la transformación social. Teoría crítica: es una alternativa a la teoría tradicional, que busca comprender y transformar las condiciones sociales que generan la opresión y la injusticia. Se orienta hacia la acción y la transformación social, y busca estar comprometida con los movimientos sociales y políticos que buscan transformar la sociedad. Razón instrumental: se refiere al uso de la razón como una herramienta para la dominación y el control de la naturaleza y la sociedad. Horkheimer critica la razón instrumental como una forma de pensamiento que ha dominado en la sociedad moderna y que ha generado consecuencias negativas para la humanidad y el medio ambiente. Dialéctica: es una concepción de la realidad social como un proceso en constante cambio, en el que las fuerzas opuestas se enfrentan y se transforman. La dialéctica implica una comprensión de la realidad social como un proceso en el que las contradicciones y los conflictos inherentes a la sociedad deben ser entendidos y transformados. Interdisciplinariedad: se refiere a la importancia de la colaboración entre diferentes disciplinas para poder comprender de manera más completa la complejidad de la realidad social. Libertad: se refiere a la posibilidad de elegir y decidir de manera autónoma, sin estar condicionados por las estructuras sociales que limitan las opciones y las posibilidades de acción. Horkheimer destaca la importancia de la libertad en la teoría crítica como una posibilidad para la emancipación humana y la transformación social. La sociedad como sistema social En la Parte I, Luhmann introduce los conceptos básicos de su teoría, como la diferenciación, el sistema social, la comunicación y la autopoiesis. La diferenciación es el proceso por el cual la sociedad se divide en subsistemas funcionales (como la economía, el derecho, la política, etc.), cada uno de los cuales se dedica a satisfacer una función específica. El sistema social es el conjunto de interacciones entre los subsistemas y los individuos, que se caracteriza por su autorreferencia, es decir, su capacidad de generar su propia complejidad. La comunicación es el medio a través del cual los sistemas sociales se conectan entre sí y con el entorno, y la autopoiesis se refiere a la capacidad de los sistemas sociales para mantenerse y reproducirse a sí mismos. En las Partes II y III, Luhmann desarrolla su teoría de la evolución social, que sostiene que la diferenciación funcional es un proceso evolutivo que ha llevado a la complejizarían de la sociedad. La evolución social se basa en la selección de los sistemas sociales más eficientes en la satisfacción de sus funciones, lo que lleva a una creciente complejidad y especialización. En las Partes IV y V, Luhmann aborda la relación entre los sistemas sociales y el entorno, y la manera en que los sistemas sociales procesan la información. Los sistemas sociales operan en un entorno que es complejo y cambiante, por lo que necesitan procesar la información de manera rápida y efectiva para poder adaptarse a las demandas del entorno. La comunicación es el medio a través del cual los sistemas sociales procesan y codifican la información, y la teoría de la información es fundamental para comprender cómo los sistemas sociales manejan la complejidad del entorno. En la Parte X, Luhmann analiza la relación entre el individuo y la sociedad, y sostiene que la individualidad es un producto de la sociedad, y no una entidad preexistente. La sociedad influye en la formación de la identidad individual a través de los sistemas simbólicos y de las normas y valores sociales. La sociedad, entonces, no es una simple agregación de individuos, sino un sistema complejo que genera su propia complejidad. En general, la teoría sistémica de Luhmann presenta una visión compleja y abstracta de la sociedad, que enfatiza la autorreferencia y la diferenciación funcional como las características fundamentales de los sistemas sociales. Luhmann sostiene que la sociedad no puede ser entendida en términos de las interacciones entre individuos, sino que debe ser analizada como un sistema complejo en el que los individuos son elementos secundarios. La teoría de Luhmann ha sido muy influyente en la sociología contemporánea, especialmente en la teoría de sistemas y en la teoría de la comunicación. Algunos de los conceptos claves en la teoría de Luhmann incluyen la autopoiesis, la comunicación, la diferenciación funcional y la selección. La autopoiesis se refiere a la capacidad de los sistemas sociales para mantenerse y reproducirse a sí mismos. La comunicación es el medio a través del cual los sistemas sociales se conectan entre sí y con el entorno, y se utiliza para procesar y codificar la información. La diferenciación funcional se refiere al proceso por el cual la sociedad se divide en subsistemas especializados que satisfacen funciones específicas, mientras que la selección se refiere al proceso por el cual los sistemas sociales más eficientes en la satisfacción de sus funciones son seleccionados para la reproducción y evolución de la sociedad. La teoría de Luhmann también destaca la importancia de los sistemas simbólicos en la sociedad, como el lenguaje y la cultura, que son fundamentales para la comunicación y para la generación de significado. Además, Luhmann sostiene que la sociedad es una realidad construida, que depende de la percepción y la interpretación de los sistemas sociales y de los individuos. Por lo tanto, la realidad social no es una entidad fija o objetiva, sino un producto de la interacción entre los sistemas sociales y los individuos. En general, la teoría de Luhmann ha sido muy influyente en la sociología contemporánea, y ha sido utilizada para analizar una amplia gama de fenómenos sociales, desde la política y el derecho, hasta la cultura y la religión. A pesar de que su teoría es a menudo criticada por ser demasiado abstracta y compleja, Luhmann ha sido reconocido como uno de los teóricos sociales más importantes e influyentes del siglo XX, cuya obra ha abierto nuevas perspectivas en la comprensión de la sociedad y de los sistemas sociales. La sociedad vista como un sistema complejo Talcott Parsons es uno de los sociólogos más influyentes del siglo XX, y su obra "El concepto sociedad: los componentes y sus relaciones recíprocas" es uno de sus textos más importantes. En este texto, Parsons se centra en el concepto de sociedad y en cómo se relacionan sus diferentes componentes. Para Parsons, la sociedad es un sistema complejo compuesto por diferentes elementos que interactúan entre sí. Estos elementos son la estructura social, la cultura, la personalidad y el sistema de acción. La estructura social se refiere a la organización de la sociedad, incluyendo las instituciones y las relaciones sociales entre los individuos. La cultura se refiere a los valores, las normas y las creencias compartidas por los miembros de la sociedad. La personalidad se refiere a las características individuales que influyen en el comportamiento de las personas. Y el sistema de acción se refiere a las acciones que toman los individuos para alcanzar sus objetivos. Parsons argumenta que estos elementos están interconectados y que los cambios en uno de ellos pueden tener efectos en los demás. Por ejemplo, los cambios en la estructura social pueden afectar la cultura y la personalidad de los individuos. Además, Parsons sostiene que la sociedad funciona a través de la cooperación y la coordinación de estos elementos. Cada elemento tiene un papel importante que desempeñar en el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. Parsons también habla sobre las relaciones recíprocas entre estos elementos. La estructura social, la cultura y la personalidad son interdependientes y se influyen mutuamente. La estructura social proporciona el marco en el que se desarrolla la cultura y la personalidad, y a su vez, la cultura y la personalidad influyen en la estructura social. Además, el sistema de acción se relaciona con los otros tres elementos a través de la toma de decisiones y la implementación de acciones. En conclusión, Parsons presenta una visión de la sociedad como un sistema complejo en el que los diferentes elementos están interconectados y funcionan en conjunto. Para él, entender cómo estos elementos se relacionan y se influyen mutuamente es fundamental para comprender el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. Parsons también destaca la importancia de la función de la socialización en la sociedad. La socialización es el proceso por el cual los individuos aprenden las normas, valores y roles de su sociedad, y se convierten en miembros aceptados y funcionales de la misma. Para Parsons, la socialización es fundamental para la estabilidad y el funcionamiento de la sociedad, ya que permite que los individuos internalicen las normas y valores compartidos y actúen de acuerdo con ellos. Otro tema que Parsons aborda en su obra es el de la diferenciación social. Según él, la sociedad se vuelve cada vez más compleja a medida que se diferencian las distintas instituciones y roles sociales. Esta diferenciación permite que cada institución y rol tenga una función específica en la sociedad y contribuya al funcionamiento del sistema en su conjunto. Además, Parsons también se ocupa de la cuestión de la desigualdad social. Para él, la desigualdad es una característica inevitable de cualquier sociedad, ya que algunos individuos tendrán más recursos y poder que otros. Sin embargo, argumenta que la desigualdad puede ser justa si se basa en la meritocracia, es decir, si se premia a los individuos por su mérito y esfuerzo en lugar de por su origen social o familiar. En resumen, Parsons presenta una visión compleja y detallada de la sociedad como un sistema interconectado de elementos que funcionan juntos para mantener la estabilidad y el orden social. Su obra destaca la importancia de la cooperación y la coordinación entre los diferentes elementos de la sociedad y enfatiza la importancia de la socialización, la diferenciación social y la meritocracia para el funcionamiento del sistema en su conjunto. Estructura social: La organización de la sociedad, incluyendo las instituciones y las relaciones sociales entre los individuos. Cultura: Los valores, las normas y las creencias compartidas por los miembros de la sociedad. Personalidad: Las características individuales que influyen en el comportamiento de las personas. Sistema de acción: Las acciones que toman los individuos para alcanzar sus objetivos. Interdependencia: La relación entre los diferentes elementos de la sociedad y cómo se influyen mutuamente. Socialización: El proceso por el cual los individuos aprenden las normas, valores y roles de su sociedad y se convierten en miembros aceptados y funcionales de la misma. Diferenciación social: La división de la sociedad en diferentes instituciones y roles que tienen una función específica. Meritocracia: El sistema en el que los individuos son premiados por su mérito y esfuerzo en lugar de por su origen social o familiar. Estabilidad y orden social: La importancia de la cooperación y la coordinación entre los diferentes elementos de la sociedad para mantener la estabilidad y el orden social. Desigualdad social: La realidad inevitable de que algunos individuos tendrán más recursos y poder que otros, y la importancia de que la desigualdad sea justa y se base en la meritocracia. Funciones manifiestas y latentes En su artículo "Funciones manifiestas y latentes", Robert Merton propone una distinción entre las funciones manifiestas y latentes de las instituciones sociales y las acciones individuales. Las funciones manifiestas se refieren a los objetivos y propósitos explícitos y reconocidos de una institución o acción, mientras que las funciones latentes se refieren a las consecuencias no reconocidas o no intencionadas de dicha institución o acción. Merton argumenta que, a menudo, las funciones latentes son más importantes que las manifiestas para entender el impacto y la influencia de las instituciones sociales. Además, sostiene que las funciones latentes pueden ser tanto positivas como negativas, y que es importante examinar tanto las consecuencias previstas como las no previstas de una institución o acción para comprender su verdadero significado y efecto. Merton también desarrolla el concepto de disfunción social, que se refiere a las consecuencias negativas de una institución o acción que no están previstas ni deseadas. Según Merton, las disfunciones sociales pueden ser inevitables en cualquier sociedad, pero es importante identificarlas y tratar de minimizar su impacto negativo. En general, el trabajo de Merton ha sido muy influyente en la sociología contemporánea, y su distinción entre las funciones manifiestas y latentes ha sido ampliamente utilizada en el análisis de las instituciones sociales y las acciones individuales. Además, su concepto de disfunción social ha sido importante para entender los problemas y desafíos sociales en la sociedad moderna. Merton también discute la idea de anomia, que se refiere a la falta de normas claras y coherentes en una sociedad, lo que puede llevar a la confusión, la desorganización y la falta de dirección. Argumenta que la anomia puede ser una consecuencia de la desigualdad social y la falta de oportunidades en la sociedad, y puede conducir a la delincuencia y otros problemas sociales. Además, Merton desarrolla el concepto de innovación, que se refiere a la búsqueda de nuevos medios para alcanzar los objetivos establecidos por la sociedad. Según Merton, la innovación puede ser una forma positiva de adaptación social, pero también puede llevar a la delincuencia y otros comportamientos desviados si las personas no tienen acceso a los medios legítimos para lograr sus objetivos. En términos más generales, la obra de Merton se centra en el papel de las normas y los valores sociales en la sociedad, y cómo estos pueden afectar el comportamiento y la adaptación de los individuos. Su trabajo ha sido fundamental para la comprensión de la desviación y el cambio social, y ha influido en muchos campos de la sociología, desde la criminología hasta la teoría organizacional. Funciones manifiestas y latentes: La distinción entre las funciones manifiestas y latentes se refiere a los objetivos explícitos y reconocidos de una institución o acción, en comparación con las consecuencias no intencionadas o no reconocidas. Disfunción social: El concepto de disfunción social se refiere a las consecuencias negativas de una institución o acción que no están previstas ni deseadas. Anomia: La anomia se refiere a la falta de normas claras y coherentes en una sociedad, lo que puede llevar a la confusión, la desorganización y la falta de dirección. Innovación: La innovación se refiere a la búsqueda de nuevos medios para alcanzar los objetivos establecidos por la sociedad, y puede ser una forma positiva o negativa de adaptación social. Normas y valores sociales: El trabajo de Merton se centra en el papel de las normas y los valores sociales en la sociedad, y cómo estos pueden afectar el comportamiento y la adaptación de los individuos. Desviación: El concepto de desviación se refiere a las conductas que se alejan de las normas y valores sociales establecidos, y es una preocupación central en la obra de Merton. Teoría Sociológica Latinoamericana: Debido a que el material no está completo, podemos ver en líneas generales de lo que habla cada autor, sin embargo, éste será complementado con la lectura de dos textos planteados para entender la sociología latinoamericana. ¿Qué es la sociología, en América Latina? Este texto parte de una reflexión sobre las estructuras y procesos que establecemos en el marco de nuestras sociedades. Dentro de estas organizaciones sociales las más complejas tienen que ver con la idea de que el razonamiento se sofistica y aspira a presentarse como ciencia dentro de las mismas. El texto de Marini nos dice que la sociología surge de las concepciones totalizadoras de la sociedad, como son la económica clásica y la teoría social. Para el autor la investigación sociológica debe estar basada en la sociedad moderna, así, la sociología en América Latina surge en la segunda mitad del siglo XIX, ya que es una época donde existe una complejizarían de la vida moderna, es decir aparecen las sociedades de clases. A partir del análisis de los cambios sociales desde los años veinte Marini nos dice que, la sociología busca institucionalizarse en sincronía con la crisis del capitalismo, ya que se abren en los países de América Latina, espacios para procesos de industrialización los cuales influyen en la diferenciación de las clases y la toma de conciencia por éstas de sus intereses. En América latina esto genera que los movimientos de las clases media y obrera lleven a cabo nuevas alianzas sociopolíticas, con una postura en contra de la oligarquía agro comercial y la burguesía industrial las cuales estaban desplegadas en América Latina. Lo antes mencionado influye en que se piensen nuevos tipos de Estado, los cuales estén basados en pactos sociales menos excluyentes. Desde este punto señala Marini, que los intelectuales latinoamericanos tratarán de establecer sobre bases firmes una tradición original e independiente en la teorización de la región. Y a partir de esta construcción histórica dentro de Ameriza Latina se comienza a producir análisis de alta complejidad basados en la teoría de la dependencia. En este punto el autor concluye señalando que el sociólogo asume un compromiso con la sociedad el cual es proponerle metas e instrumentos capaces de hacerla mejor, lo cual le exige negarse a ser un mero agente de los grupos que someten las mayorías a la explotación y la opresión. Concepciones totalizadoras: son concepciones que en la historia se plasmaron como predecesoras de lo que hoy se considera la ciencia en la modernidad. Es decir, lo que dio cabida a la ciencia. Modernidad: para Marini esta es una modernidad que se complejiza mientras se configura, y esto permite que existan nuevos escenarios basados en la interacción social y por ende de desarrollo intelectual. Capitalismo: este concepto muestra varias dimensiones en la lectura por lo que es importante señalar que surge varios cambios en su estructura conceptual, como es sus planteamientos económicos y sociales, pero que de una u otra manera tiene que ver con el sistema de dominación económica que fue construido a este tiempo sobre bases oligárquicas y euro centradas. Cuatro conceptos de democracia Zavaleta plantea la cuestión de la democracia como elemento fundamental en el entendimiento de la modernidad. Es decir, la democracia no solamente como algo meramente político, sino como una capacidad de enfrentarse a la vida de los seres humanos como entidades activas. Así nos habla en primer lugar, del problema de la democracia como movimiento general de la época, es decir, que se impone como una necesidad en aquellas sociedades en donde el capitalismo ha logrado totalizar esa sociedad, no hay democracia antes de la época moderna. La democracia en tato que condición de época, requiere la ampliación jurídica de la igualdad individual, esto separa al estado de la sociedad civil, es decir la actuación de hombres libres. Entonces la democracia es un fenómeno de corte burgués, y tiene que ver con que el capitalismo totaliza todas las relaciones sociales. Zavaleta nos dice que la propia plusvalía no es sino una forma histórica de excedente que proviene de la fusión entre la libertad comprometida y la socialización productiva. Zavaleta nos habla de la representación, esto tiene que ver con la democracia ya que en sociedades abigarradas ciertas comunidades no son representadas por el estado y el capitalismo no es el modo de producción dominante, es decir la democracia representa solo aquello que puede ser representado, lo que es común a todos. En este punto del texto el autor nos habla de la autonomía de lo político lo cual tiene que ver con la idea de que en las sociedades modernas la política en tanto que fenómeno superestructural adquiere cierta autonomía con respecto a la base económica significa que el estado moderno debe desarrollar una modernidad no económica. Es decir, la política y la ideología como producción de realidades que pueden ser ajenas a lo económico pero que pueden incidir en ello. El autor en el último apartado de este texto empieza haciendo una distinción entre lo que es la democracia para el estado y la democracia para la sociedad civil. Para el autor el estado es un aparato de dominación de una clase por otra, es decir la democracia se convierte en un medio para que las masas puedan auto conocerse. Zavaleta nos habla de la democracia como acto de auto institución de la sociedad civil, distinguiendo la libertad como derecho, dato asumido o como práctica.