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CHARLES FRIED

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LA OBLIGACION
CONTRACTUAL
El contrato como promesa

EDITORIAL JURIDICA DE CHILE


Barcelona • Buenos Aires • México D.F. • Santiago de Chile
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previo del editor.

Título del original en inglés


Contract as Promtse
A Tbeory o/ Contractual Obligation
Traducción: PABLO RUIZ-TAGLE VIAL
. Colaboración: Rodrigo Correa González
Publicado por acuerdo con Harvard University Press

La teoría contractual de Charles Fried es un replanteamiento de


la teoría clásica de los contratos.
Mediante una explicación coherente, intenta demostrar la
cercanía que hay entre los conceptos de la teoña contractual
anglosajona y la teoría contractual de raíz continental europea
predominante en Chile.
Además, el libro de Fried ilustra con numerosos ejemplos
y casos de plena actualidad los principales problemas que deri-
van de una teoría de los contratos, tales como el contenido
moral de la obligación contractual, aspectos litigiosos que fre-
cuentemente se presentan en la oferta y aceptación, la doctrina
del error y la buena fe, de la fuerza y la falta de conciencia en
© 1981 Harvard University Press
la relación contractual, y la posibilidad de intervención judicial
© EDITORIAL JURIDICA DE CHILE parn moderar los efectos de los contratos.
Av. Ricardo Lyon 946,.Santiago
En definitiva, la obra sirve de puente para entender el
Todos los derechos reservados
en lengua española nexo entre la teoña contractual clásica y las necesidades de una
Registro de Propiedad Intelectual economía de mercado, con argumentos que se oponen a las
Inscripción N° 97.106, año 1996 explicaciones meramente utilitaristas o inspiradas en el análisis
Se terminó de imprimir esta primera edición económico del derecho.
de 1.000 ejemplares en el mes de agosto de 1996
La apertura a los mercados internacionales, que caracteriza
IMPRESORES: Productora Gráfica Andros
a la economía chilena actual, hace cada vez más frecuente el
IMPRESO EN CHILE/PRINTED IN CHILE
uso de formas legales y doctrinas contractuales anglosajonas.
ISBN 956-10-1137-9
8 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ NOTA DEL EDITOR _ _ _ _ _ _ _ _ __

PREFACIO
La Editorial Jurídica de Chile ha estimado de interés ofre-
cer la traducción de la obra de Fried, puesto que entrega los
elementos fundamentales para que los abogados y estudiosos
del derecho tengan acceso directo a esta importante y actual
materia. Constituye, además, una excelente introducción para
un curso sobre derecho de los contratos en cualquier universi-
. dad del mundo.

Este libro tiene dos propósitos: uno que es de carácter teórico y


el otro que es fundamentalmente pedagógico. El propósito teó-
rico intenta mostrar cómo una institución jurídica compleja, el
contrato, puede derivarse y está determinado por un pequeño
número de principios morales básicos. El propósito pedagógico
se propone enseñar a los estudiantes la estructura que sostiene
a esta institución jurídica básica. Tal vez en esta· obra haya más
detalles jurídicos de los que el propósito teórico requiere (como
en las discusiones de la oferta, la aceptación y las condiciones)
y más teoría de la que es necesaria para un estudiante de
derecho (como en la discusión inicial sobre la moralidad del
prometer). Sin embargo, espero que por sobre todo ambos
propósitos puedan sostenerse mutuamente.
Espero, a nivel de la te01ía, aportar evidencia que demuestre
que el derecho de contratos tiene una estructura que lo sostiene;
lo unifica, y en el ámbito de la exposición doctrinaria, argumentar
cómo esa estructura puede estar referida a principios morales.
El trabajo surge directamente de la experiencia de enseñar
el curso de contratos de primer año en la Escuela de Derecho
de Harvard, y mi mayor deuda es con los estudiantes que me
ayudaron y que sufrieron mis esfuerzos por darle sentido a esta
complicada materia. Mi siguiente deuda es con Lon Fuller, ya
10 - - - - - - - - - - - P R E F A C I O - - - - - - - - - - -
INTRODUCCION:
fallecido, quien fue mi amigo y maestro cuando era un joven
miembro del cuerpo de profesores. En aquel entonces yo no LA VIDA DEL CONTRATO
enseñaba contratos, de modo que rara vez discutimos esta
materia en aquellos años, pero lo que aprendí de él combinado
con mi posterior estudio de sus escritos sobre el tema y el uso
de su libro de casos, me dejó una poderosa impresión. Tam-
bién me he beneficiado muchísimo de numerosas conversacio-
nes con John Dawson, el más sabio de los profesores de
contratos, de sus comentarios a mi borrador y de sus escritos.
Tengo una deuda de otro tipo, pero no menos profunda, con
aquellos profesores y colegas con quienes estoy en desacuerdo.
Sin el estímulo de su ataque ingenioso e implacable a premisas
que yo daba por hecho, dudo que hubiera estimado necesario
escribir este libro, y estoy seguro que no habría visto tan claramen-
te cuáles son las cuestiones centrales. Me refiero a Patrick Atiyah,
Grant Gilmore, Morton Horwitz y Anthony Kronman, pero más
especialmente a mis colegas Duncan Kennedy y Roberto Unger. El principio de la promesa, que constituye el fundamento moral
Este último fue particularmente gentil conmigo al prestarme su del derecho de contratos, es aquel según el cual las personas
manuscrito inédito sobre contratos y sus notas de investigación. pueden imponerse a sí mismas obligaciones donde nada existía
Muchos amigos y colegas han leído y comentado con anterioridad.
generosamente borradores anteriores: William Andrews, Phillip Para David Hume, la seguridad de la persona, la estabili~
Areeda, Ludan Bebchuk, Robert Clark, Ronald Dworkin, Richard dad de la propiedad y la obligación del contrato eran las bases
Epstein, Morton Horwitz, Anthony ·Kronman, Frank Michelman, de una sociedad civilizada. 1 * Hume expresó la idiosincrasia de
Robert Nozick, Todd Rakoff, David Shapiro, Steven Shavell, su tiempo y lugar al tratar el respeto a la persona, la propiedad
Judith Thomson y Arthur von Mehren. Versiones anteriores de y el contrato, como los fundamentos del derecho y de la justi~
este libro fueron presentadas en 1978 a seminarios de profesores cia, que son evidentes por sí mismos. Durante la mayor parte
en las escuelas de derecho de Chicago, Harvard y Yale, y en la de nuestra historia, el derecho constitucional y la política se
Society for Ethical and Legal Philosophy. Me beneficié mucho han desarrollado sobre las mismas premisas. Particularmente,
de los comentarios que recibí en esas ocasiones. Algunas partes en el derecho privado estas premisas han echado raíces y se
también fueron presentadas en · la Escuela de Derecho de la han ramificado en innumerables situaciones específicas, que
Universidad de Indiana, como las Harris Lectures, y en la Escuela han sido necesarias para darles sustancia. El derecho de propie-
de Derecho Osgoode Hall de la Universidad de York, como las dad define los límites de nuestras posesiones legítimas, mientras
'Or 'Emet Lecture. que el de la responsabilidad extracontractual busca resarcirnos
Recibí invaluable ayuda de investigación y editorial de íntegramente de las violaciones a éstas, como así también de las
muchos estudiantes de la Escuela de Derecho de Harvard: Jane transgresiones a los límites naturales de nuestra persona física. 2
Ginsburg y Jane von Frank de la clase de 1980; William Ewald
de la promoción 1981; Donald Board, Gerald Stoddart y Larry
Varn de la de 1982, y J. Walter Freiberg de la de 1983. * Véanse las notas en págs. 189 y ss.
12 _ _ _ _ _ _ __ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ INTRODUCCION: lA VIDA DEL CONTRATO _ _ _ _ _ __ 13

El derecho de contratos ratifica y hace cumplir forzadamente contractual. 5 Al parecer, es· aceptado como correcto que tal
(enforces) *nuestras empresas comunes más allá de estos lími- disminución y tal incremento del control colectivo han existido.
tes. De este modo, el derecho de la responsabilidad extracon- Pero del hecho que. el contrato haya emergido como· la princi-
tractual ·y el de propiedad reconocen los derechos que como pal forma de organización social sólo en los tiempos modernos,
individuos tenemos sobre nuestras personas, nuestro trabajo y no se sigue que el concepto de éste como promesa (que· consti-
alguna porción definida del mundo externo, mientras que el de tuye una pieza central del liberalismo económico del siglo die-
los contratos nos facilita la disposición de estos derechos en los cinueve) sea un invento de la revolución industrial. Cualquiera
términos que mejor nos parezcan. El régunen de derecho con- sea el ámbito aceptado para el mismo, el principio de fidelidad
tractual, que respeta la forma en que los individuos disponen a la palabra empeñada es antiguo. 6
de sus derechos, lleva a su conclusión natural la premisa liberal Es _aún menos aceptable sostener que la validez o la correc-
de que los individuos tienen derechos. 3 Y por su parte, la teoría ción del principio de la promesa, b de la obligación autoimpues-
voluntarista del contrato, que mira a las obligaciones contrac- ta, dependa de su aceptación en aquel período anterior; o que
tuales como esencialmente autoimpuestas, 4 es una justa deriva- ahora que la misma está en duda, la validez del principio esté
ción del individualismo liberal. en una nebulosa. El valor de una norma, como el de una verdad
Esta concepción de la obligación contractual como esen- matemática, no depende de la moda o del favor de que goce.
cialmente autoimpuesta ha estado sometida a una presión cre- Un grupo de críticas más insidiosas niega la coherencia o
ciente en los últimos cincuenta años. Una línea de ataque la viabilidad independiente del principio de la promesa. La
esencialmente historicista señala que hasta el siglo dieciocho obligación jurídica sólo puede ser impuesta por la comunidad,
los controles comunitarios, de tipo familiar, gremial, local o y al imponerla, ésta debe perseguir sus fines e imponer sus
gubernamental, difícilmente concedían a los individuos suficien- estándares, más que sancionar. neutralmente los que son pro-
te discreción sobre su trabajo y propiedad como para dar a la pios de las partes contratantes. Estas líneas de ataque -que
concepción liberal mucho campo de acción. Sólo a partir del aparecen recientemente en escritos de juristas como Patrick
siglo pasado, y con gran velocidad desde entonces, el Estado, Atiyah, Lawrence Friedman, Grant Gilmore, Morton Horwitz,
los sindicatos, las corporaciones y otros grupos intermedios, Duncan Kennedy, Anthony Kronman y lan Macneil, 7 como asi-
nuevamente han sustraído grandes áreas de intereses del con- mismo en textos filosóficos- proveerán el contraste de la mayor
trol de los individuos, y por lo tanto del ámbito puramente parte de mis afirmaciones y argumentos. Por el momento ·sólo·
mostraré su principal estocada, para que mis lectores vean en
contra de qué estoy reaccionando.
No todas las promesas ·son ejecutadas forzadamente por el
.* Hemos traducido el verbo to en/orce indistintamente como hacer
derecho (legal/y enforced), y de entre aquellas que lo son,
cumplir forzadamente o como ejecutar forzadamente. Enforcement lo traduji- diferentes categorías ·reciben distintos niveles de reconocimien-
mos como ejecución forzada. Esta ·es sin embargo una fórmula que no to jurídico: algunas, sólo son obligatorias si constan por escrito;
expresa cabalmente el sentido de la expresión anglosajona. Según el Black's otras, lo son siempre. que se hayan celebrado entre cierta clase
Law Dictionary (5ª ed. abreviada), en/orce significa "poner en ejecución;
hacer que algo tenga ·efecto; hacer efectivo; como to en/orce una. ley en de partes; aun, hay aquellas que sólo tienen valor cuando
particular, una orden, un juicio o la recaudación de una deuda o multa; forzar alguien ha actuado por confianza (has relied)* en ellas y esta
el cumplimiento de". En consecuencia, nuestra traducción debe entenderse en
este sentido, y no en el de ejercer específicamente la acción de cumplimiento
forzado y no otra, o de demandar en juicio ejecutivo. Tan enforcement es la * Hemos traducido rely y reliance como actuar por confianza y actua-
acción de ejecución forzada como la de resolución de un contrato (N. del T.). ción por confianza, respectivamente. Aunque gramaticalmente pudiera pare-
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actuación le ha causado un daño mensurable. Además, algunos críticos sostienen que el derecho establece los vínculos contrac-
acuerdos que no constituyen una promesa en modo alguno -las tuales como una manera de hacer justicia y de imponer políti..,
negociaciones preliminares, las palabras erróneamente interpre- cas sociales a· personas que se han involucrado en diversas
tadas como promesas, los esquemas de cooperación- son asi- relaciones unas con otras. Sólo algunas de éstas parten de un
milados al régimen contractual. Finalmente, de entre los acuerdo explícito, y aun en estos casos, las consideraciones de
convenios· jurídicamente obligatorios contraídos por acuerdo de justicia y política no están constreñidas por los términos o
las partes, algunos son regulados por un conjunto de reglas que implicancias de dicho acuerdo.
en ocasiones poco tienen que ver con ellos. El matrimonio es el Aunque para este punto de vista las bases del derecho de
ejemplo más obvio, pero también presentan esta característica contratos son tan variadas y cambiantes coino las políticas de
los contratos de trabajo, de seguro y de transporte. De modo los procesos legislativos y judiciales, se han destacado frecuen-
que la concepción de la voluntad obligándose a sí misma -idea temente dos consideraciones generales sobre la justicia en el
que está en el corazón del principio de la promesa- no es ni ataque a la concepción del contrato como promesa: el beneficio
necesaria ni suficiente para explicar la obligación contractual. y la actuación por confianza. El principio del beneficio sostiene
Para algunos de estos críticos (por· ejemplo, Friedman, Gilmore que donde una persona ha obtenido un provecho a expensas
y Macneil) la búsqueda de un principio central o unificador del de otra y ésta ha actuado razonablemente y sin intención de
contrato carece de sentido y constituye una típica ilusión del donar, la justicia exige que el beneficio sea devuelto o se pague
mal definido y muy criticado vicio del conceptualismo.* Estos por él. Discuto esta idea en detalle en los capítulos siguientes.
En este lugar argumentaré en tomo a la noción de actuación
por confianza, más penetrante que la anterior. Partiendo del
cer más correcta la forma actuar confiado, ésta no expresa fielmente el influyente artículo de Lon Fuller y William Perdue escrito en
significado que tiene la expresión inglesa. En efecto, no se trata sólo de que
la persona a quien se dirige la promesa actúe confiada en que ésta será 1936,8 un grupo de autores ha sostenido que muchas veces lo
cumplida, sino que actúa precisamente y porque cuenta con ello; en otras que se toma por ejecución forzada de una promesa es en
palabras, hace cosas que no habría hecho de no haber confiado en la realidad la compensación de los perjuicios sufridos por un
promesa. Cuando el acento está puesto en los gastos en que incurrió la
demandante que actuó por confianza en la promesa del deman-
persona que actuó por confianza en la promesa, como criterio para avaluar
los perjuicios, hemos traducido reliance como gastos por confianza. En esto dado. A primera vista, esta distinción entre obligaciones origina-
nos ha ayudado la traducción de J. M. Alvarez Flores del libro de A. Mitchell das en una promesa y obligaciones . causadas en la actuación
Polinsky, Introducción al Análisis Económico del Derecho (Ariel, Barcelona, por confianza puede parecer demasiado sutil; sin embargo, de
1985). Ver especialmente la nota al pie de p. 40. Por su parte, el Black's Law
Dictionary define la promissory reliance de la siguiente manera: "En promis- ella se siguen. importantes cuestiones teóricas y prácticas. Exigir
sory estoppel, el demandante debe probar que ha actuado por confianza el cumplimiento de una promesa como tal es obligar al deman-
(relied) en la promesa del demandado, en su propio perjuicio". A su vez, el dado a cumplir la prestación (o su equivalente monetario) sólo
promissory estoppel se define (ibid.) como "aquel que surge cuando hay una
porque él la ha prometido. Por el contrario, el punto de vista
promesa que el promitente debe razonablemente esperar inducirá una acción
u omisión de un carácter definido y sustancial por parte del destinatario de la de la actuación por confianza, se concentra en los perjuicios
promesa, y que de hecho induce tal acción u omisión, y tal promesa es sufridos por el demandante y pregunta si el demandado es lo
obligatoria si la injusticia sólo puede evitarse mediante la ejecución forzada de suficientemente responsable de tales perjuicios como para exi-
la promesa." Para estoppel, ver nota infra al pie de p. 184 (N. del T.).
girle· pagar una indemnización.
Este último fundamento de la· obligación, la indemnización
de los perjuicios sufridos por la actuación por confianza, es un
*Sobre el formalismo y el conceptualismo, ver capítulo 6 infra, pp. 128-
129, y el capítulo 7 infra, pp. 148-150. caso especial de responsabilidad extracontractual. El derecho de
16 _____~-- LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - INTRODUCC!ON: LA VIDA DEL CONTRATO ------- 17

la responsabilida d extracontractual trata precisamente de la in- Otra línea de ataque al contrato como promesa niega la
demnización del daño causado por otro: físico, ocasionado por coherencia de .la idea central de la obligación autoimpuesta.
conducta dolosa o negligente; pecuniario, causado por repre- Algunos autores señalan ·que la obligación sólo puede ser .im-
sentaciones descuidadas o maliciosas; con injuria a la reputa- puesta desde afuera. 10 ·Otros formulan una crítica más bien
ción, producida por declaraciones falsas. Ahora bien, la interna: para que una obligación fundada en una promesa real-
responsabilida d extracontractua l típicamente tiene que. ver con mente sea autoimpuesta, la promesa debe haber sido hecha
transacciones involuntarias -si es que podemos llamar de ese libremente. Si esto sólo significa· que el promitente haya actua-
modo a un puñetazo en la· nariz, a un accidente de. tránsito o a do intencionalmente, entonces incluso es obligatorio el com-
un pasquín malicioso- de modo que el rol de la comunidad en promiso dado en respuesta· a las· amenazas de un pistolero. Si,
la solución de estos conflictos es particularment e destacado: como es nuestro deber, insistimos que debe existir una justa
¿cuál es la velocidad segura en una tarde lluviosa? ¿qué puede posibilidad de elegir entre prometer y no prometer, hemos
decir un ex-empleador en respuesta a una petición de dar una aplicado criterios de justicia externos en el corazón de la obli-
referencia? Por. el contrario, si miramos a la obligadón contrac- gación. Si por ejemplo, decimos que la promesa de comprar
tual como fundada. en una pro~esa, en obligaciones que las una medicina vital a un precio exorbitante no es formulada
partes han asumido por sí mismas, la investigación se concentra. libremente, mientras que la de pagar un precio razonable sí lo
en la voluntad de éstas. Si la asimilamos a la responsabilida d es, ¿por qué no dejar a un lado la promesa y simplemente
extracontractual,9 nuestra atención se desvía a los perjuicios sostener que existe una obligación de proveer la medicina a un
sufridos por el demandante y a la justicia de cargar al demanda- precio determinado externamente a todos los que la necesitan?
do con una parte de éstos o con su totalidad. Si, por ejemplo, no Esta y otras ideas más sutiles relacionadas con lo anterior han
ha habido perjuicios palpables debido a que el destinatario de la sido tratadas por autores particularmente interesados en la co.:..
promesa todavía no ha actuado por confianza en ésta, pareciera nexión entre el contrato como promesa y el mercado como
no haber nada que indemnizar, mientras que en otras ocasiones forma de organización económica. Algunos como Robert Hale,
un criterio .generalizado de indemnización justa puede obligar- Duncan Kennedy y Anthony Kronman11 ven en· los conceptos
nos a ir más allá. de lo acordado por las partes. La promesa y sus
secuelas son miradas como una especie de encuentro, al igual
que un accidente de tránsito, un altercado callejero· o un inter-
cambio periodístico, que da lugar a ciertas pérdidas que deben fundada en la justa indemnización de los perjuicios sufridos por la actuación
ser distribuidas según el sentido de justicia de la comunidad. por confianza- pueden correr paralelas. Podria decirse que una expectativa
frustrada es un perjuicio indemnizable per se, y· que el haber hecho una
Esta asimilación del contrato a la responsabilida d· extracontrac- promesa constituye base suficiente (tal vez necesaria) para imputar al promi-
tual constituye (y para autores como Gilmore, Hoiwitz y Atiyah, tente la responsabilidad por dicho perjuicio. Por supuesto que no es esto lo
ésta es su intención) la subordinación de un fundamento exclu- que los teóricos de la "muerte del contrato" tienen en mente. Para ellos, un
sivamente individualista de la obligación y del control social, perjuicio relevante debe ser una pérdida palpable con independencia de la
expectativa de que la promesa sea cumplida: por ejemplo, un gasto que de
sólo es referido a la voluntad de las partes, a un grupo de otra manera no se habría hecho y que no puede recuperarse, o la omisión de
criterios que son inevitablement e colectivos en sus orígenes y una precaución con daños sobrevinientes. La distinción se hace particular-
que, por lo tanto, están prontos a realizar fines colectivos.* mente sutil cuando consideramos los costos de oportunidad -la utilidad que
podriamos haber conseguido en negocios alternativos en caso de no haber
actuado por confianza en que la promesa sería cumplida-, particularmente si
estos negocios alternativos pudieran haberse moldeado en la forma de pro-
* Las dos ideas -la obligación fundada en la promesa y la obligación mesas (pero a su tumo, éstas podrían haber sido o no respetadas).
18 _ _ _ _---'---- LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

de fuerza y unconscionability el derrumbe de los argumentos


en favor del libre mercado y la autonomía del derecho de
contratos. Otros, especialmente Richard Posner, 12 que también
l
(
LCONTRATO
COMO PROMESA

niega la fuerza independiente de .la obligación fundada en la


promesa, derivan la fuerza que el derecho da a los contratos,
de las políticas sociales, tales como la maximización del bienes-
tar y la eficiencia, que están usualmente asociadas con el fun-
. cionamiento del mercado.
Por mi parte, comienzo con una declaración a favor de la
idea del contrato como promesa. Esta es mi versión del punto
de vista clásico que propone la teoría voluntarista y en ella está
implícita la afirmación de que el contrato ofrece un fundamento
obligatorio, distinto y apremiante de la obligación. En los si-
guientes capítulos mostraré cómo esta concepción da cuenta de
la estructura y complejidades de la teoría del contrato. El dere-
cho de contratos es complejo y es fácil perder de vista su
unidad esencial. Los adherentes a la escuela de la ''muerte del Un princ1p10 fundamental de ·la moral política liberal es que
contrato" han encontrado un terreno demasiado libre para ex- debemos gozar de seguridad, de modo que las personas y
plotar estas complejidades. Pero los exponentes del punto de propiedades no estén expuestas a la explotación por otros, y para
vista que yo defiendo, usualmente han adoptado un enfoque eso necesitamos tener una base segura en el mundo para expresar
mucho más rígido de lo que la teoría del contrato como prome- nuestra voluntad y expandir nuestros poderes. Mediante estos
sa requiere. Por ejemplo, tienden a sostener que la responsabili- últimos podemos crear cosas buenas y viles, objetos útiles y
dad contractual es el único fundamento de la justicia, de modo suntuarios, elementos extraordinarios o banales, y seremos consi-
que una reparación sólo puede tener origen en una promesa, derados, en consecuencia: santos o malvados, hábiles u ordina-
debiendo negarse en caso contrario. Estas rigideces y excesos rios, industriosos y afortunados o degradados, amistosos y
también han sido explotados para intentar demostrar que es simpáticos, o fríos e inhumanos. Pero cualquiera sean nuestros
falsa toda la concepción del contrato como promesa. Á1 desa- ·logros y juicios, la moral exige que respetemos la persona y la
rrollar las afirmaciones de mi tesis, mostraré por qué la teoría propiedad de los demás, dejándolos libres para hacer lo que
clásica puede haberse traicionado a sí misma en tales errores, y quieran con sus vidas así como nosotros podemos hacer lo mismo
propongo soluciones a problemas perennes que concuerdan con las nuestras. Este es el ideal liberal, el que distingue el bien,
con la idea del contrato como promesa y también con la decen- como dominio de la aspiración y lo correcto, y que establece los
cia y el sentido común. términos y límites conforme a los cuales intentamos actuar. Este
paradigma hace que lo que conseguimos nos pertenezca y que
también las caídas sean de nuestra responsabilidad; a pesar de lo
mucho o poco que elijamos compartir nuestra buena fortuna o
pese a la ayuda que esperemos recibir cuando fallamos. 1
Todo debe estar a nuestra disposición, pues ¿quién puede
negar a la voluntad humana el derecho a expandirse aun a los
*Ver infra al pie de p. 111.
20 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ EL CONTRATO COMO PROMESA-------- 21

rincones más remotos del universo? Y cuando por su belleza pramos y· vendemos, activand() ·de este modo la fuerza moral,
natural nos abstenemos de usar algún objeto externo, de todos que es la más elevada de todas las fuerzas.
modos lo estamos ponderando, puesto que hacemos un juicio ¿Qué es una promesa, que es lo que tiene una promesa
de valor y es nuestra propia concepción del bien la que pone- que con mis palabras puedo convertir en incorrecto lo que
mos en juego. En este sentido, sólo las demás personas no antes era moralmente indiferente? Es una comunicación, usual-
están a nuestra disposición. Ellas comparten nuestra autocon- mente verbal; dice algo. Pero ¿cómo· puede. ser que al decir
ciencia, nuestro poder de autodeterminación; de modo que algo se ponga una carga moral en una elección que antes era
usarlas como si fueran parte del mundo exterior es envenenar moralmente neutra? Está claro: engañando o mintiendo. 4 ¿No es
la fuente del poder moral de que gozamos. Pero los demás acaso la mentira el paradigma de hacer algo incorrecto hablan-
también son de algún modo parte del mundo exterior, y al do? Pero esta idea no necesariamente funciona. Una promesa
negarnos el acceso a esas personas y poderes, reducimos dra- pone una carga moral en un acto potencial -lo incorrecto se
máticamente el alcance de nuestra eficacia. En consecuencia, hace después, cuando no se la mantiene- mientras que la
fue l.Jn descubrimiento moral crucial que los hombres libres mentira es algo erróneo que se comete en el momento de su
pudieran libremente servir a los propósitos de otros: el descu- expresión. Ambas faltas abusan de la confianza, pero de dife-
brimiento de que más allá del miedo a la represalia o la espe- rentes formas. Cuando hablo me comprometo con la verdad de
ranza de un favor recíproco, la misma moral asegura no sólo mi declaración, pero al prometer me comprometo a actuar más
que los demás me respeten a mí y a mi propiedad, sino que adelante. Aunque ambas faltas son diferentes, ha existido una
sirvan activamente a mis propósitos. 2 Cuando mi creencia en persistente tendencia a .asimilarlas tratando a la promesa como
que otra persona me asistirá activamente deriva de mi convic- a· una particular clase de. mentira: una mentira sobre las propias
ción de que hará lo que es correcto (no· sólo· lo que es pruden- intenciones. Consideremos este caso:
te), entonces confío en ella, y esta confianza es una herramienta '\)
poderosa para desarrollar nuestras mutuas voluntades en el l. Le vendo una casa, reteniendo para mí un sitio vacío
mundo. Entonces, la confianza es un instrumento tan notable adyacente. Durante las negociaciones, le aseguro que en este
que al final la buscamos por sí misma; pudiendo actuar confia- sitio pretendo construir una casa. ¿Qué pasa si varios años
dos en el miedo o en el interés, o solos, preferimos hacer cosas después le vendo el terreno a una persona que levanta en él
en forma cooperativa. 3 una estación de gasolina? ¿Es igual si sólo la vendo un mes
La promesa es el instrumento que da a la confianza su después? ¿Y si estoy negociando la venta del sitio para instalar
fuerza y la hace palpable. Mediante ella ponemos en manos de la estación de gasolina al mismo tiempo que le vendo la casa?5
otra persona un nuevo poder para desarrollar su voluntad,
aunque sólo sea moral: lo que pensaba hacer solo, ahora tiene Si ya estaba negociando la venta del sitio para construir en
la e:cpectativa de efectuarlo con ayuda prometida, y darle esta él una estación de gasolina y al mismo tiempo afirmé que
nueva herramienta es precisamente el propósito de la promesa. pretendía hacerme una casa, me he comportado incorrectamen-
Al prometer transformamos una elección moralmente neutra en te. He mentido acerca de mis intenciones y esto es tan grave
moralmente apremiante. La moral, que debe ser permanente e como hacerlo sobre el estado de las cañerías. 6 Si por el contra-
independiente de nuestra voluntad particular si queremos que rio, vendo el lugar varios años después, no he obrado incorrec-
las bases de nuestro querer sean seguras, está moldeada para tamente. No hay base para decir que he mentido sobre mis
permitirnos trabajar mejor dicha voluntad particular. La moral intenciones; sólo he cambiado de idea. Ahora bien, si he pro-
sirve fines modestos y monótonos: celebramos convenios, com- metido que usaré el sitio sólo para residencia, la situación sería
.
.
.
.
22 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - EL CONTRATO COMO P R O M E S A - - - - - - - - 23

diferente. Prometer va más allá de informar con verdad sobre


1 la base para compensar el daño causado por la actuación por
mis actuales intenciones, puesto que puedo ser libre de cambiar confianza defraudada, sino que también otorga fundamento moral
de idea, pero no lo soy para quebrantar mi promesa. a la obligación de restituir cualquier beneficio obtenido del otro
Demos por descontado que engañar es incorrecto y que con la fuerza de mi promesa. 8 Pero aquí hay una petición de
por ende lo es obtener beneficios o causar daño mediante la principio. Si la promesa no es más que la afimiación verdadera
mentira (incluida aquella sobre las propias intenciones). De de mi intención, ¿por qué soy responsable del daño que pueda
aquí no se sigue necesariamente que sea también errado obte- sufrir cuando cambio de opinión? En ningún caso esto es como
ner un beneficio o causar daño mediante el incumplimiento de el cambio del tiempo -pude haber mantenido mi intención
una promesa. Que mi actuación me procure un beneficio o original-, pero ¿cómo distinguir la promesa quebrada de todas
cause daño no prueba nada por sí mismo. Si abro un restauran- las otras afirmaciones de intención (o hábito o predicción de
te cerca de un hotel y luego prospero a costa de la clientela conducta futura) que se conocen de mí y en. base a las cuales
que le he quitado a éste, el dividendo que obtengo no me crea se elige actuar por confianza en ellas? ¿Mi libertad de elección
ninguna obligación. Sólo estoy obligado a restituir si me he está limitada por las expectativas que se tienen acerca de mi
beneficiado en forma injusta, que es precisamente lo que suce- persona? Si alguien arrienda un departamento vecino al mío
de cuando engaño -como cuando le miento sobre mis intencio- porque toco música de cámara, ¿le debo algo más que una
nes en el ejemplo I.7 Pero ¿dónde está la injusticia si con toda ¡
expresión de pesar cuando mis amigos y yo decidimos juntar-
honestidad tengo el propósito de cumplir mi promesa al mo- T nos en casa del celista? Y en general, ¿por qué mi libertad
mento de formularla y es con posterioridad que cambio de habría de estar constreñida por el daño que pudiera sufrir otra
parecer? Si creemos que en este caso también debo una indem- persona al frustrar las expectativas que decidió abrigar en rela-
nización, la razón no está en que haya obtenido beneficios con ción a mis propias elecciones?
mi promesa: hemos visto que aún el provecho a expensas de ¿Es relevante el hecho de que cuando prometo algo no es
otro no es por sí solo suficiente para requerir compensación. Si por casualidad que el otro actúa por confianza; que lo que
tengo un deber de restituir los beneficios obtenidos, ello debe comunico es mi intención y que esto puede tomarse como
ser en razón de la promesa. Es ésta lo que hace que el .enrique- evidencia de que sabía que el cambiar de opinión podía ponerlo
cimiento a expensas suyas sea injusto; no es la ganancia lo que en peligro? Pero entonces tengo que estar consciente que otro
la hace obligatoria. Por lo tanto, ni la afirmación de mis inten- puede contar con que mantendré mis intenciones aun en el caso
ciones ni el beneficio explican por qué la promesa tiene un de no haberlas comunicado (usted podría haberme dicho que
papel moral, si es que tiene alguno. estaba actuando por confianza en mí, o pudo haberme escuchado
Un intento más corriente de reducir la fuerza de la prome- contando mis intenciones a una tercera persona). Podría decirse
sa a alguna otra categoría moral apela al daño que sufre quien que al contarle mis intenciones me hago el agente de su actuar
actúa por confianza en que se cumplirá. Esta afirmación es por confianza, y que esto hace más clara mi responsabilidad:
como un hoyo cavado en el camino y en el cual uno se cae. Lo después de todo, difícilmente puedo manejar todas las formas en
he dañado y debo indemnizarlo. De modo que la responsabili- que se lleguen a saber mis intenciones, pero sí puedo controlar el
dad extracontractual puede construir el puente que separa la contárselas o no. Pero persiste la petición de principio. Si prome-
. afirmación de una intención y la promesa: tengo un deber sólo ter no es más que contar intenciones, ¿por qué no reconocemos
porque pude haber previsto (de hecho ése era mi propósito) ambos que todavía puedo cambiar de parecer? Tal vez, prometer
que el otro actuaría por confianza en mi promesa y que sufriría es contar la intención y también que no se piensa cambiar de
daños si yo la rompía. Y este actuar erróneo no sólo constituye opinión. Pero t.Y si hay cambio de opinión sobre esto último?
24 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA-------- 25

Quizás la declaración de la intención al prometer es obli- oionalmente mediante una promesa en particular pueden ser-
gatoria porque no sólo prevemos la actuación por confianza, nos moralmente atribuidos. Este reconocimiento no es tan pa-
sino que invitamos a ella: queremos que el destinatario de .la radójico como su formulación abstracta lo hace parecer. Después
promesa actúe por confianza en .el cumplimiento de la misma. de todo, está detrás de toda estructura convencional: los jue-
Pero no basta con esto. Si invito a actuar por confianza en mi gos, 10 las instituciones y las prácticas, y lo más importante, el
intención declarada, eso es todo lo que estoy haciendo. Cierta- lenguaje.
mente que en el ejemplo 1 puedo querer y tener la esperanza Dejemos por un momento de lado la cuesti~n de cómo
de que compre mi casa por lo que le he dicho, pero ¿por qué llega a formarse una convención, o de cuándo y por qué
esta esperanza me obliga a· algo más que a expresar mi inten- estamos moralmente obligados a cumplir con sus términos,
ción honestamente? Y esa intención e invitación son totalmente mientras miramos brevemente qué es una convención y cómo
compatibles con un cambio de opinión posterior. Por supuesto, opera. Tomemos el clásico ejemplo de un juego.
en cada caso debo evaluar el daño que haré si modifico mi Lo que hacen los jugadores está definido por un sistema
opinión. Si soy un médico y se actúa por confianza en mí para de reglas -que algunas veces es bastante vago e informal, otras
formar parte de una excursión en que alguien puede enfermar- elaborado y codificado-. Estas reglas sólo se aplican a los
se, ciertamente debo evaluar el daño que se produciría si dicha jugadores, esto es, a las personas que las invocan. Son inven-
actuación por confianza es defraudada. En efecto, debería eva- ción humana y sus consecuencias (enrocar, anotar, ganar, per-
luar tal daño aun cuando no se actuara por confianza en mí, der) sólo pueden comprenderse mediante ellas. Los jugadores
pero fuera tan tonto como para no haber tomado las providen- pueden tener muchos motivos para jugar (lucro, entretención,
cias para llevar un ll_lédico. Pero en ninguno de estos casos incluso ·el deber con los otros jugadores que necesitan partici-
estoy obligado como si lo hubiera prometido.9 pantes). Se pueden hacer muchos juicios a los jugadores -que
Una promesa demanda una actuación por confianza en las son hábiles, imaginativos, audaces, honestos o tramposos- pero
acciones futuras, no sólo en la sinceridad actual. Necesitamos también todos estos juicios sólo pueden comprenderse en el
aislar un elemento adicional además del beneficio, la actuación contexto del juego. Por ejemplo, únicamente se puede hacer
por confianza y la comunicación de la intención. Ese elemento trampa violando reglas que debieran seguirse.
adicional debe comprometer; y debe hacerlo a algo más que ,,a Esta invocación casi canónica al ejemplo del juego ha
ser veraz en cierta, afirmación. Este elemento adicional se ha sido muchas veces malinterpretada, como si sólo se aplicara a
escurrido de nuestro análisis. materias poco serias, de modo que trivializa los objetos solem-
Se ha escurrido, creo yo, porque hay algo paradójico .en nes (como el derecho y las promesas) que pretende explicar.
la idea de que nos podamos comprometer a hacer algo que en Pero esto es un error que confunde los intereses involucrados,
ausencia del compromiso es moralmente neutro. La· invocación las razones para crear e invocar una convención en particular,
del beneficio y de la actuación por confianza intentan explicar con la estructura lógica de las convenciones en general. Los
la fuerza de la promesa en términos de dos de sus efectos más juegos son (usualmente) j_ugados por entretención, pero otras
usuales. Pero estos esfuerzos fracasan porque ambos efectos convenciones -por ejemplo los rituales religiosos y los proce-
dependen de la premisa previa de la fuerza del compromiso. dimientos legales- pueden tener fines más serios, mientras que
La forma de salir de esta paradoja es reconociendo la circulari- otros acuerdos son muy generales. A esta última categoría
dad del argumento: para que la promesa tenga fuerza en un pertenece el lenguaje. La naturaleza convencional del lenguaje
caso particular, debe asumirse que tiene fuerza en general. es demasiado obvia como para necesitar ser elaborada. Sin
Una vez que esto se asume, los efectos que producimos inten- embargo vale la pena destacar que todas las cosas qu"e pode-
26 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA-------- 27

mos hacer. con el lenguaje -informar, describir, prometer, in- Si A y B son objetos o .acciones que pueden ser transferi-
sultar, engañar, mentir- dependen en gran medida de su es- dos simultáneamente, no hay necesidad de compromiso. Le
tructura convencional. No sería posible mentir si no se pudiera entrego A a cambio de B. y ambos quedamos satisfechos. Pero
comprender la mentira dicha y si no existiera una convención muy pocas cosas funcionan de este modo. Por eso necesitamos
general de usar el lenguaje con verdad. Esto es cierto indepen- una herramienta que nos permita comerciar en el tiempo= que
dientemente de si la institución del lenguaje ha mejorado la me permita hacer A por usted cuando lo necesite, en la creen...
situación de la humanidad y de si mentir es incorrecto siem- cia confiada que usted hará B cu.ando yo lo necesite. Su com-
pre, nunca o a veces. promiso pone su prestación futura en mis manos en el presente,
El prometer también es una convención muy general tal como el mío pone, en sus manos mi. prestación futura. Un
-aunque por supuesto menos que el lenguaje, puesto que el intercambio posterior se transforma en actual. Y para lograr
prometer es precisamente un uso de éste. 11 El acto de prome- esto lo único que necesitamos .es un instrumento convencional
ter (como el del lenguaje) tiene un propósito muy general bajo al cual ambos invoquemos, que se sepa lo que estoy invocan-
el cual podemos derivar una infinidad de propósitos particula- do, que se sepa que el otro sabe a lo que estoy recurriendo, y
res. Para ser lo más libre posible, de modo que mi voluntad así sucesivamente.
tenga el mayor rango de acción compatible con igual voluntad El único misterio en esto es el que rodea el hecho que un
de los demás, es necesario que exista una manera en la que aumento de la autonomía se produce por medio de mecanis-
pueda comprometerme. Es esencial que pueda convertir en no mos que la restringen. Pero en realidad esto es un pseudomiste-
opcional un curso de acción que en caso contrario lo habría rio. Las restricciones involucradas en una promesa son tomadas
sido. De esta forma puedo hacer más fácil los proyectos de los precisamente para incrementar las. opciones en el largo plazo, y
demás, puesto que puedo hacer posible el contar con mi de este modo son perfectamente consistentes con el principio
conducta futura, y entonces dichas personas pueden perseguir de autonomía, con el respeto a la autonomía propia y a la
proyectos más intrincados, más difíciles de alcanzar. Si está en ajena. Sin duda, al conseguir algo para mí, ahora mediante la
mi propósito y voluntad que otros puedan contar conmigo, es promesa de hacer algo por el otro en el futuro, estoy hipote-
esencial que me pueda poner más fuertemente en sus manos y cando los intereses de mi ser futuro a favor de mi ser presente.
no sólo para que predigan mi conducta futura. De modo que ¿Cómo puedo asegurarme que mi ser futuro aprobará esto?*
la posibilidad de comprometerme me permite realizar actos de Este es un problema difícil y profundo .al que me referiré más
generosidad, perseguir un proyecto cuyo contenido es que el adelante en este capítulo. Por el momento baste con decir que
otro pueda perseguir su proyecto. Por supuesto que este moti- a menos que uno asuma la continuidad del ser y la posibilidad
vo exclusivamente altruista no es el único valioso a favor de la de mantener proyectos complejos en el tiempo, no sólo la
posibilidad de comprometerse. Más central es la situación en moralidad del prometer, sino. toda visión coherente de la perso-
que apoyamos proyectos en que la ganancia es recíproca. na se hace imposible.
Esquemáticamente, la situación se ve de la siguiente manera:

Usted quiere conseguir el objetivo A y yo el objetivo B.


Ninguno de los dos puede tener éxito sin la cooperación del
otro. De modo que quiero poder comprometerme con usted a
* Observe· que este problema no surge cuando hago un sacrificio
ayudarlo a alcanzar el objetivo A de tal suerte que usted se presente por un beneficio futuro, puesto que por hipótesis actualmente estoy
comprometa conmigo a ayudarme a alcanzar el objetivo B. de acuerdo en hacer el sacrificio, y en el futuro sólo espero ganar;
28 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA-------- 29

David Hume intentó combinarlas señalando que la sanción


LA OBLIGACION MORAL DE LA PROMESA externa de oprobio público o pérdida de reputación, que fa
Una vez que he invocado la institución del prometer, ¿exacta- sociedad aplica a quien rompe una promesa, se internaliza y
mente, por qué es incorrecto que posteriormente no la cumpla? deviene en instintiva, explicándose así el sentimiento· de obliga-
Hasta ahora, mi argumento no contesta esta pregunta. La ; ción moral implícito en la proinesa. 13 Aunque Hume ofrece una
institución del prometer es una manera en que me puedo explicación antropológica o psicológica de cómo se siente la
obligar a mí mismo en favor de otro, de modo que éste pueda gen~e en relación con las promesas, el suyo no es un argumen-
esperar una prestación futura; y de este modo,. el obligarme a to moral satisfactorio. Supongamos que puedo dejar ·de cum-
mí mismo es algo que puedo elegir. Pero por sí solo, no plirla sin que llegue a ser sancionado (la persona a quien se la
demuestra que esté moralmente forzado a cumplir mi promesa hice está muerta), y que pregunto si frente a un inconveniente
si con posterioridad se demuestra que hacerlo resultaría incon- personal aún debo mantenerla. La explicación de Hume es más
veniente o costoso. El dinero aumenta las posibilidades de bien un argumento en contra de la mantención de mi compro-
acción y es útil, pero su existencia no prueba que, si quiero miso, puesto que da cuenta de cómo llegan a alojarse en mi
salirme con la mía, no deba usar dinero falso. De igual modo, psique los sentimientos de obligación, como primer paso para
la utilidad de prometer en general no da ninguna razón de por que me libere de tan inconvenientes prejuicios.
qué no debería sacar ventaja de una promesa dejando· de cum- Las consideraciones de interés. personal no pueden consti-
plirla, en un caso particular. tuir el fundamento moral de mi obligación de guardar una
Frente a la pregunta de por qué estoy obligado a cumplir promesa. Por argumentos análogos, tampoco pueden hacerlo
una promesa en particular en una ocasión especial, difícilmente razones de utilidad. Por· muy sincera .e imparcial que sea mi
sirve de respuesta el hecho· que las convenciones dejarían de aplicación del mandato utilitario de considerar en cada paso la
funcionar en el largo plazo y de reportar beneficios si todos se forma de incrementar el total de felicidad y utilidad en el
sintieran libres para violarlas. . mundo, éste siempre me permitirá romper mi promesa cuando
David Lewis 12 ha· demostrado que una convención que la balanza de ventajas (que por supuesto incluye mi propio
cada persona tendría interés en observar siempre que todos beneficio) se incline· en dicha dirección. El posible daño a la
los demás también lo hicieran, sería establecida y conservada institución del prometer es sólo un factor que debe ser conside-
sin ningún mecanismo especial de compromiso o ejecución rado en el cálculo. Otros a considerar son: el bien alternativo
forzada. Partiendo de acuerdos simples (p. e., si una conversa- que podría hacer rompiéndola; si la violación de la misma fuera
ción telefónica se interrumpe, la persona que llamó es la que descubierta y, en caso de serlo, por cuántas personas; cuál sería
debe volver a hacerlo) este autor extiende su argumento al el efecto real que tal transgresión producirá en la confianza. No
lenguaje. Ahora bien, la promesa es diferente, puesto que existe ninguna razón a priori para creer que los cálculos que
usualmente el promitente tendrá un interés en no cumplirla saquen los individuos arrojarán un resultado en favor de mante-
cuando llegue el momento de la prestación (a diferencia del ner siempre la proposición, a veces, o en la mayoría de los
lenguaje, donde es de interés unánime que todos cumplan las casos.
convenciones lingüísticas, incluso para mentir). De modo que El utilitarismo de reglas busca una salida a este acertijo. La
el propio interés del individuo no es suficiente para sostener la obligación moral del individuo no está determinada por la me-
convención, y se necesita algún fundamento adicional para jor acción en un momento en particular, sino por la norma que
amarrarla. Existen dos posibilidades: las sanciones externas y le resulte más beneficiosa. Creo haber demostrado que esta
la obligación moral. posición es incoherente: o bien el utilitarismo de reglas exige
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que éstas sean seguidas en un caso particular, incluso cuando, en la verdad de ·lo que se dice cuando se la está diciendo,
considerando todos los factores, el resultado no sea el mejor, pero una promesa obliga hacia el futuro, aun pasado el mo-
de. tal suerte que se abandona el aspecto interesado del utilita- mento en que se la· hizo. Sin duda que un régimen general de
rismo de reglas; o bien la obligación de seguir la norma resulta fe y confianza en las promesas y en la veracidad será de gran
tan calificada que finalmente se vuelve a un utilitarismo de utilidad social. Pero esto sólo demuestra que un sistema de
actos. 14 Existe, sin embargo, una versión del utilitarismo ·de respeto mutuo permite· a los hombres y mujeres conseguir lo
reglas que parece tener mucho sentido. En esta caso, el utilita- que no podría obtenerse en una jungla de intereses personales
rista no nos dice cuáles son nuestras obligaciones morales, sino ilimitados. Si se quiere establecer con firmeza esta ventaja,
que indica a los legisladores cuáles son las mejores reglas. 15 Si debe existir un fundamento para la confianza mutua más pro-
la legislación es nuestro objeto, no· surgen las contradicciones fundo que la utilidad social que posibilita, e independiente de
del utilitarismo de reglas, puesto que sólo estamos dando ins- ésta.
trucciones a personas cuyas decisiones sólo toman la forma de El utilitarista, considerando las ventajas de la institución,
reglas. Desde esta perspectiva existe una obvia utilidad en nor- afirma la importancia de hacer cumplir los contratos. En cam-
mas que establezcan obligaciones creadas por promesas e im- bio, el partidario de la moral del deber, ve en la promesa un
pongan su ejecución forzosa. Pero puesto que mi preocupación instrumento modelado por individuos morales libres que se
aquí es la pregunta por la obligación individual, esto es, el apoya en la premisa de la confianza mutua, y que obtiene su
deber moral, no puedo en este caso asumir esta perspectiva fuerza moral precisamente de esta premisa. Luego, la moral del
legislativa. deber establece una obligación general de mantener las prome-
La obligación de mantener una promesa no se funda en sas, de la que la obligación contractual es sólo un caso particu-
argumentos de utilidad, sino en el respeto a la autonomía lar, aquel en. que ciertas promesas han obtenido obligatoriedad
individual y en la confianza. Ambas también son fundamento jurídica además de moral. Pero puesto que el contrato es una
de la institución de la promesa, pero no es- igual al argumento promesa antes que ninguna otra cosa, debe cumplirse del mis-
en favor de la obligación individual. Esta última está sólo un mo modo.
paso más allá, pero ese paso debe darse. 16 Un individuo está En resumen: existe una convención que define la práctica
moralmente obligado a mantener su promesa porque ha invo- del prometer y sus efectos. La misma provee una modalidad en
cado intencionalmente una convención cuya función es dar que una persona puede crear expectativas en otras. En virtud
fundamentos -morales- para que otro tenga la expectativa de de los principios kantianos básicos de confianza y respeto, es
que será cumplida.17 Quien reniega de ella, abusa de la con- incorrecto invocar esta convención para hacer una promesa y
fianza que libre e intencionalmente invitó a depositar. Abusar luego romperla.
de esta confianza es como (pero sólo como) mentir: es aprove-
charse de una institución social compart_ida que tiene por obje-
to apelar a los lazos de confianza. Tanto el mentiroso como el EL VALOR DE LA PROMESA
que rompe una promesa están usando a otro. Tanto cuando se
dice algo como cuando se promete, se invita al otro a confiar, Si hago a usted una promesa, debo .actuar como prometí; y si
a hacerse vulnerable; el mentiroso y el que rompe la promesa dejo de cumplirla, es justo que sea obligado a entregar el
abusan de esta confianza. De modo que la obligación de equivalente de la prestación prometida. En teoría· contractual
mantener una promesa es parecida a la· de decir la verdad, esta proposición aparece como la avaluación de la indemniza-
pero más exigente que ésta. Para evitar mentir basta con creer ción de los perjuicios por el incumplimiento según la medida
32 _______ ~ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - EL CONTRATO COMO P R O M E S A - - - - - - - - 33
de las expectativas.* Este criterio da a la víctima del incumpli- darle el beneficio de su convenio. Si todo lo· que tengo que
miento ni más ni menos que lo que habría recibido en caso de compensarle en II-B es su esfuerzo, estoy indemnizando su
cumplirse el contrato, en otras palabras, obtiene el beneficio de actuación por confianza; y si en II-C se me fuerza a pagar el
su convenio. 18 Dos medidas alternativas para avaluar la indem- justo precio por el tiempo que he tenido el baúl, ·la atención se
nización, los gastos por confianza y la restitución, expresan centra en el beneficio real que he recibido.
diferentes nociones. La primera, que si una persona ha actuado La concepción clásiea del contrato, lo que llamo contrato
por confianza en una promesa y ha resultado perjudicada, tal como promesa, se ha centrado en la conexión -que por cientos
perjuicio .debe ser indemniz.ado. La segunda, que si la persona de años se ha tomado como canónica- entre derecho contrac-
que ha incumplido el contrato ha obtenido bienes o servicios, tual y la indemnización de las expectativas.* Focalizar el ataque
debe ser obligado a pagar un precio justo por ellos.1 9 Conside- en esta conexión es estratégico. Tal como lo acabo de afirmar, y
remos los tres casos siguientes: así lo reconocen los críticos, si el contrato está basado en la
promesa, resulta natural que las expectativas, esto es la misma
II-A. Una tarde entro a una tienda de antigüedades y por promesa, sea el criterio de medición de la compensación. Si tal
escrito acepto comprar un baúl caro que veo ahí. El precio es conexión puede ser atacada, entonces el contrato podría fun-
tres veces el que el dueño pagó por él pocos días antes. darse en algo diferente de la promesa, fuera de la voluntad de
Cuando llego a mi casa me arrepiento y no habiendo pasado las partes. En su reciente tratado, The Rise and Fall of Freedom
· más de una hora -antes que ningún otro cliente haya entrado a of Contract, Patrick Atiyah hace· el nexo entre el recurso a la
su tienda- llamo por teléfono e informo que ya no me interesa indemnización de las expectativas y la emergente obligatoriedad
el baúl. de los contratos que no han producido perjuicios ni reportado
II-B. Lo mismo, salvo que en el intertanto el dueño ha beneficios (el caso II-A es un ejemplo de esta clase de contra-
~ncerado y lustrado el baúl y lo ha enviado a mi casa. tos). Sostiene que antes del siglo XIX una relación contractual
II-C. Igual que en el caso anterior, salvo que ahora he se refería en general a una de varias relaciones .particulares
tenido el baúl en mi casa por seis meses, tiempo durante el entre personas (como transportistas, posaderos, cirujanos o mer-
cual el dueño ha tenido su tienda cerrada por remodelación. caderes) que en el curso de sus transacciones actuaban unas
por confianza en las otras cuando se perjudicaban y cuando
Obligarme a pagar el baúl en II-A (o, si lo revende, a conferían beneficios, y que como tales eran sancionadas por la
pagar cualquier ganancia que el dueño perdió, incluida la pér- comunidad. Eran estos perjuicios y beneficios los que debían
dida por volumen de negocios) es satisfacer su expectativa,

* En el derecho norteamericano, los perjuicios por incumplimiento de * Expectation damages en el original. Es aquella indemnización que
contrato pueden avaluarse conforme a tres criterios alternativos: 1) conforme resulta "de sustraer el valor monetario actual de la posición de la víctima del
a la medida de las expectativas: dejar a la persona en la misma posición que incumplimiento al valor monetario proyectado de la posición en que habría
habría alcanzado de haberse cumplido el contrato (cfr. Black's Law Dictiona- estado de haberse cumplido la prestación. El fin es determinar el monto
ry, voz damages, expectancy damages). 2) Conforme a la medida de los necesario para asegurar que la posición de la parte agraviada, después de la
gastos por confianza: compensar a la víctima por el monto de los gastos que indemnización, sea la misma -en la medida que el dinero puede permitir la
realizó por confianza en el cumplimiento del contrato. 3) Conforme a la igualdad- que si la otra parte hubiera cumplido su obligación" (Black's Law
medida de la restitución: se debe restituir a la víctima el monto de lo que Dictionary, voz damages, expectancy damages). La expresión inglesa no equi-
hubiere dado en razón del contrato. Para esta aclaración nos ha servido vale completamente a la nuestra de lucro cesante y por eso hemos preferido
Polinsky, op. cit., nota a pie de p. 40 (N. del T.). traducirla literalmente (N. del T.).
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ser reparados o restituidos, y una promesa explícita -si es que · generoso insistir en la medida completa de las expectativas
la había- sólo era importante para acreditar la actuación por (ésta es parte de la estocada de Atiyah cuando designa la
confianza o para mostrar que los beneficios habían sido conferi- medida de éstas como un aspecto de la rígida moralidad victo-
dos en la expectativa de un pago, no como donación. Según riana de la promesa). Esta severidad aparece en ·el hecho que el
este autor, todo esto se invirtió cuando se pasó a considerar que promitente sienta que la obligación asumida es demasiado gra-
la misma promesa era la base de la obligación, de modo que ya vosa.
ni el beneficio ni la actuación por confianza parecieron necesa- Esta incomodidad puede ser analizada de tres maneras: 1)
rios, y la medida apropiada de la obligación pasó a ser la misma El promitente se lamenta de tener que pagar por lo que ha
promesa, esto es, la expectativa. El principio de la promesa fue comprado (que puede ser sólo la satisfacción de prometer un
acogido como expresión del principio de libertad -dicho en regalo o la emoción de comprar un billete de lotería o una
términos kantianos, la voluntad obligándose a sí misma más que opción de compra de acciones), aunque estaría dispuesto a
constreñida por las normas de la colectividad- y la condena a hacer lo mismo nuevamente. Supongo que este tipo de moles- ·
pagar una indemnización por las expectativas siguió como la tia no merece consideración de ningún tipo. En efecto, si le
consecuencia natural del principio de la promesa. diéramos alguna, frustraríamos la posibilidad del promitente de
La insistencia en la actuación por confianza o en el benefi- realizar sus propios proyectos en el tiempo, de modo que
cio se relaciona con disputas sobre la naturaleza de la promesa. considerado estrictamente, su alegato es contradictorio. 2) El
Como he sostenido, la actuación por confianza en una promesa promitente se lamenta de su promesa porque estaba equivoca-
no puede explicar por sí sola su fuerza: hay actuación por do sobre la naturaleza de las cargas que estaba asumiendo -el
confianza precisamente porque la misma es obligatoria, y no comprador en el caso II-A pensó que encontraría el dinero
viceversa. Pero si una persona está obligada por su promesa y para pagar la antigüedad comprada, pero en realidad sus aho-
no por el daño que pudo sufrir la persona a quien se la hizo rros estaban agotados, o tal vez el baúl no era tan antiguo o tan
por haber actuado por confianza en ella, entonces a lo único valioso como había imaginado, o su casa se incendió y ya no lo
que está obligado es a cumplir lo prometido. Dicho más sim- necesita. Todos estas lamentaciones están basadas en presun-
plemente: sólo estoy obligado a hacer aquello que prometí, o ciones erróneas sobre los hechos o de cómo estos devinieron.
estoy obligado a colocarlo en una posición tan buena como si Como veremos en el capítulo 5, las teorías del error, la frustra-
hubiera cumplido la promesa. Limitar mi deber a indemnizar ción y la imposibilidad, otorgan base para mitigar los efectos
sus gastos por confianza implica excusarme del compromiso del principio de la promesa, sin debilitarlo.
que contraje. Si sus gastos por confianza son menores que su Finalmente, el tipo más problemático de lamentaciones:
expectativa (en el caso II-A no hay gastos por confianza), en- 3) El promitente no cometió error alguno sobre los hechos o las
tonces un criterio basado en la confianza me excusa de la probabilidades, pero llegado el momento de cumplir la prome-
obligación que contraje, y de este modo debilita la fuerza de la sa, ya no la valora tanto como cuando la hizo. Se lamenta de la
obligación que decidí asumir. Puesto que por hipótesis elegí misma porque lo hace sobre el juicio de valor que lo llevó a
asumir el deber en su forma más fuerte (esto es, realizar la realizarla. Ha concluido que la compra de una antigüedad cara
prestación prometida), la regla de actuación por confianza evita es una extravagancia. En un caso semejante, la compasión pue-
que contraiga la obligación que elegí adquirir al momento de de hacer que la persona a quien se .hizo la promesa libere de
prometer. El más apremiante de los argumentos en contra de su obligación al promitente, pero esta liberación es un acto de
esta conclusión y en favor de la actuación por confianza es el generosidad, no un deber, y ciertamente el arrepentimiento del
sentimiento de que en ocasiones es demasiado severo y poco promitente no destruye la fuerza de la obligación original. La
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razón intuitiva para pensar esto es que tal arrepentimiento es propio esfuerzo y bienes), puesto que en una promesa uno
responsabilidad del promitente y que no la puede cargar a toma responsabilidades no sólo por su propio presente, sino
otros. Esta parece ser una forma muy simple de evadir las también por su propio futuro. Pero esto no significa que el
obligaciones. Pero nuestra intuición no depende sólo de sospe- principio de la promesa sea nuevo· -las discusiones de Cicerón,
chas de insinceridad. Más bien sentimos que vincular a la gente Pufendorf y Grocio21 demuestran lo contrario-, sino sólo que su
a sus deberes es una forma de tomarlas en serio y así dar al uso se ha expandido eri forma importante en el tiempo.
concepto de sinceridad un contenido consecuente. Llevada esta
intuición a un nivel de mayor abstracción, diría· que el respeto a
los demás como seres libres y racionales exige tomar en serio REPARACIONES DENTRO Y ALREDEDOR
su capacidad para determinar sus propios valores. Invoco nue- DE LA PROMESA
vamente la distinción entre lo correcto y el bien. Lo primero
define el concepto del ser que elige su propia concepción del Aquellos que tienen interés en a~imilar el contrato a los criterios
bie~. Los derriás deben respetar nuestra capacidad como perso- más comunitarios de la responsabilidad contractual,· han sido
nas libres y racionales para elegir nuestro propio bien, y este capaces de oscurecer el vínculo entre éste y la promesa, porque
respeto significa permitirles tomar responsabilidades por el bien en algunos casos hay una tendencia natural a fijar la indemniza-
que eligen. Y por supuesto, ese ser que elige no es un ser ción según los perjuicios sufridos más que por el valor moneta-
instantáneo, sino uno que se proyecta en el tiempo, de modo rio de la expectativa prometida. Pero de estos casos no puede
que respetar sus determinaciones es respetar su permanencia derivarse que las expectativas no sean la medida normal y
en el tiempo. Si no tomamos en serio la autoimposición de una natural de la indemnización contractual. En primer lugar, éstas
obligación, porque no lo hacemos con la concepción del bien son situaciones en que los perjuicios sufridos son la ·medida de
que eligió el promitente y que lo llevó a asumir dicha obliga- la indemnización porque es difícil establecer el valor monetario
ción asimismo no lo tomamos en serio como persona. Lo de la expectativa. Un caso importante para ilustrar esto es
trata~os como a un niño, como hacemos cuando con toda Security Stove & Mfg. Co. v. American Railway Express Co.22 El
propiedad liberamos a éstos de las consecuencias de sus opcio- demandante, un fabricante de hornos, convino con el deman-
nes. 20 dado, un empresario transportista, que éste embarcara una nue-
Puesto que los contratos invocan y son invocados por va clase de hornos a una feria comercial, donde esperaba
promesas, no es sorprendente que el derecho haya impuesto interesar a compradores en su producto mejorado. El presidente
sobre las promesas que reconoce los mismos incidentes que y sus trabajadores asistieron a ella, pero el demandado no llegó
demanda la moral. La conexión entre el contrato y el principio a tiempo con parte importante de la exhibición, de modo que
de las expectativas es tan evidente que hay razón para dudar nada tenían para mostrar. El demandante inició un juicio para
que su reconocimiento sea un invento relativamente reciente. recuperar el costo de arrendamiento del puesto, las tarifas del
Es cierto que en los últimos dos siglos ·1os ciudadanos de las flete, y el tiempo y gastos perdidos en el infructuoso viaje a la
democracias liberales han sido cada vez más libres para dispo- feria. Generalmente se acepta como correcta la indemnización
ner del modo que mejor les parezca de sus talentos, su trabajo de esas partidas, las cuales (con la posible excepción de la
y su propiedad. La libertad para obligarse contractualmente a sí renta por el puesto en la feria, pagada con anterioridad) ·son
mismo por una disposición futura es un importante y sorpren- ejemplos típicos de gastos· por confianza. No había manera de
dente ejemplo de esta libertad (otros ejemplos son la libertad saber cuáles habrían sido los resultados que el demandante
para testar o para hacer cualquier disposición presente del habría obtenido en caso de haber podido exhibir su producto
38~~~~~~~~ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __
- - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA _ _ _ _ _ _ __ 39

en la feria. No había cómo saber cuál era su expectativa, de ·nablt:_! actuación por confianza y que debe compensar el daño
modo que el tribunal le compensó sus gastos por confianza. resultante. Pero también puede decirse que es una justa conse-
Pero esto sólo demuestra que cuando la expectativa no puede cuencia de la aparentemente simple transacción original que el
ser calculada, la actuación por confianza puede ser una sustitu- trabajador no sólo prometió entregar y transferir el dominio del
to razonable. Es razonable suponer que la expectativa del de- perno, sino que al mismo tiempo prometió que dicho perno
mandante en Security Stove era al menos equivalente a los serviría para su uso natural.* 24
dineros que invirtió en la exhibición de sus productos; después Es por haber roto esta .promesa implícita (tal vez en forma
de todo, era un hombre de negocios y se supone que iba a completamente inocente) que hacemos responsable al fabrican-
exhibir sus productos para hacer una ganancia eventual. Si te. La solidez de este análisis se demuestra si variamos leve-
hubiera podido demostrarse que la muestra iba a ser un fracaso mente los hechos:
y que el demandante hubiera tenido una pérdida neta, las
posibilidades de una indemnización habrían disminuido, y mu- III-B. Igual que en III-A, salvo en que el comprador ad-
chos la habrían denegado.* 23 quiere el perno en una ferretería, sin decir nada sobre el uso
En segundo lugar, están los casos en que el monto necesa- que piensa darle.
rio para reparar el perjuicio causado por la actuación por con-
fianza es por sí mismo la medida más justa de la expectativa. En este caso resulta injusto hacer responsable de los gra-
ves perjuicios al dueño de la ferretería o al fabricante del perno.
III-A. Un comprador se acerca a un fabricante con las Uno podría decir que esto es así porque no podían prever que
especificaciones de una pieza pequeña y barata ~igamos un su conducta provocaría un daño de tal magnitud (un aforismo
perno- para una máquina que el comprador está construyendo. de responsabilidad extracontractual: la persona que negligente-
El fabricante selecciona la pieza y se la vende al comprador. El mente empuja un paquete que contiene una bomba, no pudo
perno resulta de fabricación ·defectuosa, se destruye y daña la prever y no es responsable por la magnitud de los daños que
máquina. se producen cuando el paquete explota). Pero uno puede nue-
vamente poner esto en términos contractuales y decir que ellos
El valor de la cosa prometida, un perno bien hecho, es no asumieron este grado de responsabilidad. Después de todo,
desdeñable, pero sería una grave injusticia sólo devolver al si en la primera versión de este ejemplo el comprador y el
comprador el dinero que· pagó por dicha pieza. Resulta más fabricante hubieran acordado que éste sólo sería responsable
natural decir que el fabricante indujo al comprador a una razo- hasta un cierto monto, digamos diez veces el valor del perno,

* Un caso como éste puede interpretarse de modo que lo único en


juego es la determinación de quién debe cargar con la prueba de la expectati- • En derecho, esta última promesa se llama garantía -una promesa no
va. El demandante muestra los gastos por confianza y afirma que prima facie sólo de que el promítente hará algo en el futuro, sino de que asume una
sus expectativas al menos alcanzan a dichos gastos. La carga de la prueba responsabilidad más allá de la afirmación de buena fe. Por ejemplo, un
recae ahora en el demandado, quien debe demostrar que esta proposición vendedor puede garantizar que un violín es un Stradivarius. Esto no sólo
estaba equivocada, y que éstas eran menores que los gastos en que incurrió significa que él cree esto de buena fe, sino que promete que en caso de no
el demandante por haber confiado. Parece justo que siendo el incumplimiento serlo, responderá. Uniform Commercial Code (en adelante, UCC) § 2-714. Cf.
del demandado lo que impidió que se llevara a efecto la exhibición, recaiga Smith v. Zimbalíst, 2 Cal. App.2d 324, 38 P.2d 170 0934), audiencia denegada
sobre él la carga de probar que ésta habría sido un fracaso. 17 enero 1935.
40 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA _ _ _ _ _ _ __ 41

semejante limitación sería generalmente respetada. De manera partes no habían llegado aún a la etapa de hacerse promesas
que en ciertos casos la responsabilidad extracontractual y el determinadas. La condena se debió a que la firma no negoció
derecho de contratos llevan a iguales resultados. 25 En III-A limpiamente con Hoffman. Permitió que éste incurriera en gas-
podemos decir que el comprador actuó justificadamente por tos basado en esperanzas que ésta sabía o debía saber eran
confianza en el fabricante. En parte actuó por confianza en imprudentes y para las· que no estaba preparada. Red Owl fue
razón de la garantía prometida (implícitamente), y por cierto hallada responsable no para forzarlo a cumplir una promesa,
que una función primordial de las promesas es inducir la actua- que nunca hizo, sino más bien para compensar a Hoffman por
ción por confianza. los perjuicios que sufrió debido a sus afirmaciones desconside-
Finalmente, consideremos esta variación: radas y ·dilatorias. 28 Nada hay en mi concepción del contrato
como promesa que impida que las personas que se comportan
incorrectamente y causan un daño innecesario sean forzadas a
III-C. El fabricante no hace pernos sino latas de conservas.
pagar una justa compensación. Las promesas no son la única
El comprador compra una de arvejas en el almacén y las sirve a
fuente de responsabilidad; la responsabilidad extracontractual
un invitado que se rompe un diente con una piedra incluida
es suficiente para imponer a quienes hacen afirmaciones vagas
negligentemente en la lata.
que causan un daño previsible la obligación de indemnizar.
Algunos creen que casos como Hoffman debilitan la concep-
El fabricante nada prometió al invitado (en términos jurí-
ción del contrato como promesa: si éste es realmente distinto
dicos, no hay relación contractual alguna). Sin embargo, po- d€ las demás fuentes de las obligaciones y si realmente está
dría ser responsable de los perjuicios que sufrió el invitado, al basado en la promesa, entonces, siempre que en el cuadro
igual que el conductor de un automóvil puede serlo por los aparezca una promesa (aunque sólo sea eventual) los princi-
perjuicios que cause a un peatón al que atropella negligente- pios contractuales deben regular toda la relación. Al exponer
mente, aunque aquí también falta una relación contractual. 26 el argumento se revela que incurre en un non sequitur. Es una
Uno podría decir que el invitado actuó razonablemente por falacia lógica de la que los mismos exponentes clásicos de la
confianza en la pureza de las arvejas que comía, al igual que teoría del contrato como promesa fueron muy culpables por
el peatón en el debido cuidado de los automovilistas. Pero su reticencia a admitir compensación por fraude o errores que
jamás he sostenido que la promesa sea la única fuente de la impedían se formara un convenio real. Los críticos modernos
actuación por confianza o que el contrato sea la única fuente de la libertad contractual han tomado la palabra a los clásicos.
de responsabilidad por los daños causados a otros. La justicia suele exigir que se indemnice en casos de acciden-
Tercero, hay casos en los que se cometen actos incorrec- tes que se producen en el proceso de contratación o que lo
tos y se sufren pérdidas a propósito de una negociación. Tam- rodean. Y los críticos han creído que con esto han refutado la
bién aquí los daños por confianza son la mejor medida de premisa mayor de los clásicos. En el capítulo 5, que trata del
compensación. Un ejemplo destacado es Hoffman v. Red Owl error, la imposibilidad y la frustración, mostraré en detalle
Stores: 27 un comerciante que estaba negociando el francbising cómo esta excesiva rigidez de los clásicos los engañó tanto a
de la marca de supermercados Red Owl, vendió su anterior ellos como al concepto de contrato como promesa. Aquí basta
negocio e incurrió en otros gastos sobre la base de que las con introducir la noción de que el contrato como promesa
negociaciones para obtenerlo concluirían pronto. La condena a tiene un lugar propio, aunque ni exclusivo ni necesariamente
pagar indemnización por daños por confianza no correspondió dominante, dentro de los principios jurídicos y morales. Un
a un cumplimiento forzoso de una promesa, puesto que las punto importante en este libro es la articulación de las fronte-
42 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - EL CONTRATO COMO PROMESA _ _ _ _ _ _ __ 43

ras y las conexiones entre la justicia de la promesa y otros para los cuales la restitución es el principio correcto de indem-
principios de justicia.* nización. 30
La tendencia a fundir la promesa en sus conceptos adya-
centes, se aplica también a la relación entre ésta y el principio IV. En un caso como Security Stove, donde los fletes fue-
de restitución, según el cual una persona que ha obtenido .un ron pagados pero los bienes nunca fueron transportados con-
beneficio a expensas de otra, debe compensar a su benefactor, forme a lo acordado, supongamos que la empresa de transporte
salvo que éste haya querido hacer una donación. Este principio logra probar que la exhibición contemplada hubiera sido un
apela a una primitiva intuición de justicia. Aun cuando se haya desastre y que para la fábrica de hornos resultó mucho más
querido donar, muchas culturas reconocen que al menos la beneficioso no haber presentado su muestra en la feria. Tal vez
gratitud o un vago deber de reciprocidad son correctos. Aristó- en un caso semejante no habría condena a pagar perjuicios por
teles refiere este principio a la obligación de mantener cierto daños por confianza, pero ¿podría la empresa transportista rete-
equilibrio entre los miembros de una sociedad, pero esto más ner el pago del flete? ¿Puede decirse que la fábrica de hornos
bien reformula la proposición; no la explica. 29 Puesto que la tuvo suerte de que no se cumpliera el contrato?
restitución, al igual que la actuación por confianza, es un prin-
cipio de justicia que opera independientement e de la voluntad Según los conceptos tanto de las expectativas como de los
de las partes, el intento por referir las obligaciones fundadas en perjuicios, la fábrica de hornos no tiene derecho a indemniza-
promesas a éste, es otro esfuerzo por negar el carácter autoim- ción alguna. Se probó que su expectativa era negativa, y no
puesto de éstas. Ya he argumentado que esto no puede hacerse sufrió perjuicio alguno. Sin embargo, sigue siendo claro que
sin incurrir en petición de principio. Ciertamente que el princi- Railway Express debe restituir. No hicieron nada a cambio del
pio· de restitución no puede explicar la fuerza de una promesa dinero y deben restituirlo. ¿Es esto hacer cumplir forzosamente
en la que ningún beneficio se recibe a cambio (el reconoci- (enforcini,) la promesa? No del todo.
miento jurídico de estas promesas gratuitas está enredado por
las confusiones de la doctrina de la consideration, que es el V. Debo diez dólares a mi gásfiter, de modo que pongo
tema del capítulo 3). La reducción de la promesa a la restitu- un billete por esa cantidad en un sobre y lo envío a otro por
ción (o a la restitución más la actuación por confianza) es error.
equivocada. Sin embargo, hay incumplimientos de promesas
¿En base a qué. teoría puedo exigir que me devuelvan los
diez dólares? No me han hecho nada incorrecto, de. modo que
no es ése el fundamento de mi demanda, aunque ahora sí se
* Hay una categoría de casos que se ha hecho famosa en el derecho me hace un mal si se niega acceso a mi demanda. El principio
bajo el nombre de promissory estoppel o detrimental reliance. En general, en
estos casos ha existido una promesa, pero se dice que la fuente jurídica de la
es uno general: es incorrecto retener una ventaja obtenida a
indemnización es el perjuicio sufrido por el demandante al actuar por con- expensas de otro sin justificación. ¿Y qué justificación puede
fianza en la promesa. Actualmente los tribunales tienden a limitar el monto de darse para retener los diez dólares?* 3l ¿Qué justificación puede
la indemnización al· perjuicio sufrido por la actuación por confianza. Pero
estos casos tampoco demuestran que esta última y el daño sean el fundamen-
to general de la indemnización contractual. Más bien, deben ser vistos como
lo que son: un esfuerzo tardío por llenar un espacio en el régimen general de
la ejecución forzosa (enforcement) de las promesas, un hueco dejado por la * ¿Pensó que se trataba de un regalo, lo gastó y ahora tendría que sacar
infortunada y artificial doctrina de la consideration. Ver el capítulo 3 infra y dinero del presupuesto del almacén para restituírmelo? Si esto fuera así,
Fuller y Eisenberg, infra nota 25, pp. 194. podría ser una justificación.
44 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

ONSIDERATION
dar Railway Express para retener los pagos del flete en el
caso IV? ¿Que al malograr la muestra le ha hecho un favor a la
fábrica de hornos? Pero éste no es un favor que ésta le pidiera
a la empresa de transportes ni uno que ésta tuviera un derecho
a imponer. Y menos puede decir Railway Express que ha reci-
bido el dinero en razón de un contrato, puesto que lo ha
repudiado completamente. El mismo argumento-cae dejando a
Railway Express sin una justificación para retener el dinero.
Con este estado de cosas, gana la fábrica de hornos. ·
Los principios de la promesa y de la restitución son dife-
rentes. Ninguno deriva del otro, y el intento por buscar los
fundamentos de la primera en la segunda (o en la actuación
por confianza) es equivocado, El contrato está basado en la
promesa, pero cuando algo falla . en el proceso del mismo
-cuando las personas no llegan a un acuerdo o rompen sus
promesas- usualmente habrá pérdidas y ganancias que ajustar.
El caso Red Owl es un ejemplo. Aquí hay otro: La consideration es una proposición estándar que aparece en
los textos de estudio en el derecho anglo-americano y sin la
VI. Britton firma contrato de trabajo con Turner por un cual una promesa no es vinculante.* Se ·la define como algo
año, con una remuneración convenida de US$120, pagaderos al que se da o se promete a cambio de una promesa. 1 Así formu-
final de los servicios. Después de nueve meses de leales servi- lada, esta proposición es demasiado vasta para ser precisa.
cios, abandona el trabajo sin justificación, y el empresario con- En el s. XIX, en la mayoría de las jurisdicciones del
sigue sin dificultades un reemplazante. common law, una promesa contenida en un documento que
tuviera sello resultaba vinculante sin consideration. En los últi-
Por una parte, Britton no mantuvo su promesa; por la otra, mos cien años, ha habido un movimiento gradual para abolir
Tumer obtuvo un beneficio sustancial a expensas suyas. 32 En por ley el efecto del sello, 2 mientras que leyes en diferentes
esta situación, los principios de la promesa y de la restitución jurisdicciones han hecho obligatorias sin consideration una gran
parecen apuntar a direcciones opuestas. En el capítulo 8 consi- variedad de promesas particulares: de mantener abierta una
dero detenidamente la forma en que estos dos principios traba- oferta, 3 de remitir una deuda, 4 de modificar una obligación,s de
jan juntos, cuándo y por qué uno u otro tienen prioridad. Por el pagar favores pasados. 6 Sin embargo, la tendencia a abandonar
momento, basta destacar que son precisamente las diferencias el timbre por tratarse de una reliquia anacrónica, y la naturaleza
entre ambos lo que hace que surjan estas preguntas. Ciertamen-
te que nada hay en el principio de la promesa, la concepción
del contrato como promesa, que permita decir que todas las
disputas entre personas que han intentado celebrar un acuerdo * A falta de una palabra adecuada en castellano, hemos optado por no
traducir la expresión inglesa consideration. Toda traducción puede ser equí-
sin lograrlo, o que lo han roto, deban ser resueltas sólo confor- voca, puesto que nada hay en nuestro derecho equivalente a ésta, cuyo
me a dicho principio. sentido se explica en el texto principal y es objeto de análisis en todo este
capítulo. Ver especialmente la nota 1 a este capítulo (N. del T.).
46 _ _ _ _ _ _ _ _ LAOBUGACION CONTRACTUAL_,__ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - CONSIDERATIQN _ _ _ _ _ _ _ _ __ 47

estrecha y episódica de las excepciones legales, mantiene a la Para contestar a estas preguntas y de ese modo tomarle el
doctrina de la consideration como la regla general. peso al desafío, debemos examinar esta doctrina con algún
Es esta doctrina la que lleva a algunos a ver el contrato ·detalle. Consta de dos proposiciones:
como algo distinto de la promesa; o a decir que la misma muy A) La consideration que en derecho convierte a una mera
bien puede ser un fundamento de obligaciones morales, pero promesa en una obligación contractual es algo, o la promisión·
que el derecho se preocupa de asuntos diferentes y más serios de algo, dado a cambio de la promesa.
que la promesa.7 B) El derecho no se interesa en modo alguno en que la
¿Cuáles son estos asuntos más serios? Una intuición es la consideration sea adecuada. La justeza del intercambio es algo
que los intercambios se hacen cumplir forzosamente porque una que sólo las partes deben juzgar, el derecho sólo se preocupa
persona que hace trampa es una especie de estafador o ladrón:_ de que haya un intercambio. 8 De este modo, la concepción
es alguien que ha obtenido un beneficio y ahora rehúsa pagar clásica intenta afirmar tanto el intercambio como la libertad
por él. Como vimos en el capítulo 2, esta sensación intuitiva no Contractual. Estas dos ideas resultan contradictorias.
calza con los hechos, al menos en los muchos casos de contra- Consideremos primero el importante caso Hamer v. Sidway: 9
tos en que el "estafador" aún no ha recibido nada a cambio de
su promesa, excepto la propia proposición de la "víctima". l. Un tío promete a su sobrino que le pagará US$5.000 si
Cuando usted no ha dado a cambio de mi propuesta más que la no fuma ni bebe antes de cumplir veintiún años de edad. El
suya, es un argumento circular razonar que debe tener derecho sobrino cumple, pero el albacea del tío rehúsa pagar, alegando
a una compensación porque yo con mi incumplimiento me que la promesa fue hecha sin consideration.
apropié de algo valioso sin cumplir el intercambio acordado. Lo
único de valor que he recibido o que usted dio es tan sólo una La Corte sostuvo que el cumplimiento del sobrino era
promesa, de modo que sólo me beneficio a expensas suyas bajo consideration suficiente, aunque éste se hubiera beneficiado de
la premisa que su oferta puede ser objeto de ejecución forzosa su cumplimiento y aun en el caso que no hubiera deseado
(enforceable). Pero esta premisa es inadmisible en un argumen- fumar o beber por ese período. Basta con el hecho de que
to diseñado para demostrar que las promesas sólo pueden ser habiendo podido hacerlo, se abstuvo de ello.
objeto de ejecución forzosa (enforceable) en la medida que sea El derecho no inquiere en los motivos reales. Esto parece
necesario evitar que una parte obtenga un beneficio unilateral. razonable. Imagine que un productor de conciertos se niegue a
Esto no significa que los intercambios de promesas no sean pagarle a un pianista los honorarios -acordados basándose en
verdaderos canjes, sino sólo que la prevención del enriqueci- que el pianista habría estado feliz de tocar gratis. Tales investi-
miento injusto no puede ser el fundamento para hacer cumplir gaciones subjetivas son obviamente objetables. ¿Entonces de
forzosamente (enforcini,) dichos intercambios. Un argumento qué modo debemos resolver el siguiente caso?
análogo logra contradecir la idea de que la doctrina de la
consideration muestra que el derecho de contratos no se ocupa II. Un padre, queriendo asegurar a su hijo un regalo, pero
de hacer cumplir forzosamente (to en/orce) las promesas, sino sin tener a mano los fondos necesarios, le promete pagarle
de compensar el daño sufrido por la actuación por confianza. · US$5.000 a cambio de un grano de pimienta u otro objeto sin
¿Exactamente qué clase de desafío plantea la doctrina de la. valor. 10
consideration a mi tesis del contrato como promesa? Si la mis-
ma provee un fundamento para la obligación contractual distin- Se nos dice que no se puede exigir el cumplimiento forzo-
to de la promesa, ¿cuál es exactamente dicho fundamento? so de semejante promesa, puesto que d contrato referido al
48 _ _ _ _ _~-- LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - CONSIDERAnON _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 49

grano de pimienta es "una mera simulación" .11 Cuando el dere- menos esto, la única pregunta que resta por contestar sería la
cho dice que debe haber un intercambio, significa precisamente siguiente: ¿qué hay en los bargains que los hace objetos privile-
eso y no una burla que pretende serlo. Esto también parece giados de reconocimiento jurídico?
razonable, pero ¿cómo podemos decidir que el intercambio en El examen de algunos casos muestra, sin embargo, que
este caso es· una burla sin mirar el motivo -lo que Hamer nos esta noción simple que depende de la idea intuitiva de bargain
prohíbe hacer- o a la sustancia del intercambio, que la segunda no puede servir para explicar todos los alcances de la doctrina
de las dos premisas B) formuladas al inicio de esta sección de la consideration.
prohíbe?
El concepto de intercambio es altamente abstracto. Tal vez III. Un autor promete a su mandatario que éste tendrá el
esta investigación avanzaría si usáramos el término "bargain ': * 12 . derecho exclusivo a negociar su manuscrito durante seis meses,
que de· hecho se usa tradicionalmente para explicar la conside- a cambio de que lo agregue a su lista. El mandatario no prome-
ration. A esto podemos agregar la sugerencia de Holmes de te hacer esfuerzo alguno para colocarlo, pero insiste que sin el
que la consideration no exige necesariamente un bargain efec- derecho exclusivo no hará nada.
tivo, sino una "inducción convencional recíproca". n Esto supo-
ne tanto un bargain real o el tipo de intercambio que en El common law sostiene que un promitente en el lugar
general constituye un bargain real, aunque en un caso particu- del autor no queda obligado, puesto que el mandatario no ha
lar el motivo usual pueda faltar; La gente no intercambia usual- dado consideration, no ha prometido nada a cambio de la
mente grandes cantidades de dinero por granos de pimienta, promesa del autor, ni ha pagado por el privilegio exclusivo de
pero regularmente conviene los términos de la retribución por considerar el manuscrito. 14 Hay sin embargo un bargain en el
una ejecución musical. ¿Después de todo, de qué otra forma se sentido que el autor ha obtenido algo que quería -a saber, la
supone que: viven los pianistas? En consecuencia, la proposi- posibilidad de que este mandatario pueda vender su manuscri-
ción consiste en que una transacción cuenta como una bargain to-, algo que podría no haber logrado más que a cambio de
tanto si éste era su propósito como también si pertenece a un su promesa.
tipo de transacción sobre las que la gente generalmente nego- En general, el common law ha rehusado admitir la ejecu-
cia (bargain). Pareciera que el derecho puede entonces conse- ción forzosa (enforceability) de opciones,·a menos que el bene-
guir su propósito de hacer cumplir forzosamente (en/orcin¡j) los ficiario haya dado o prometido algo de valor a cambio de la
intercambios de promesas sin tener que mirar la sustancia -esto opción. Se dice que tales acuerdos carecen de reciprocidad. 15
es, deja a las personas la libertad para hacer los bargains que La falta de reciprocidad es sólo un fundamento para negar
mejor les parezcan. Si la doctrina de la consideration hizo al la ejecución forzosa de acuerdos que de hecho son bargains.
Aquí hay otro:

IV. Una viuda promete pagar una deuda de su marido ya


* El sustantivo bargain podría traducirse como convenio, negocio, trato fallecido a cambio de que el banco acreedor cancele la deuda
o pacto. Sin embargo, el. autor constantemente alude al sentido "intuitivo" o
"evocador" que tiene la expresion inglesa bargain. Según este sentido "intuiti-
hereditaria. La herencia no tiene activos, y ninguna parte de la
vo", el término bargain parece aplicarse no a cualquier acuerdo, sino a un deuda cancelada puede ser jamás recuperada.
grupo de ellos que no puede discernirse de otro modo que aludiendo al
referido sentido intuitivo de dicha palabra. En consecuencia, hemos preferido ¿No hay consideration por la prorriesa de la viuda? Supon-
traducir este sugerente vocablo. En cambio, cuando l~ palabra se usa como
verbo, la hemos traducido como negociar(N. del T.). gamos que ella sabe que el crédito remitido no tiene valor. Sin
50 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - CONS/DERAT/ON _ _ _ _ _ _ _ _ __ 51

embargo, considera que la expectativa de limpiar el nombre de Cualesquiera sean los méritos sustantivos de la obligación
su marido vale la pena cambiarla por una promesa de pagar la de indemnizar en estos casos, la explicación dada es obviamente
deuda. ¿No es esto un bargain? Inclusive podemos imaginar al -qna jerigonza. Para ser consistentes, los tribunales debieran
banco y a la viuda regateando los términos de la promesa. Sin sostener que en tales casos no hubo más bargain que en el de la
embargo, la corte dijo que como el banco no entregó nada de viuda, puesto que uno no negocia (bargain) algo que ya tiene:
valor, la promesa de la viuda no era ejecutable forzosamente el contratista arrepentido ya se ha liberado de toda obligación de
(enforceable).* 16 pagar el dinero que posteriormente promete pagar. Esta noción
La viuda pensaba que estaba "comprando" algo de valor de que usted no puede negociar (bargain) lo que ya tiene, se
para ella, de modo que éste ni siquiera es un caso de bargain ilustra con estos casos de la llamada consideration moral:
simulado. Tal vez la corte encontró que la transacción estaba
demasiado alejada del paradigma central de un bargain, demasia- VI. Un trabajador se lanza en la ruta de un objeto que
do lejos del modelo de algunas transacciones comerciales típicas; viene cayendo, salvando la vida a su empleador, pero sufriendo
pero si es así, es difícil explicar el caso III. Entonces, tal vez la lesiones incapacitantes. El agradecido empleador le promete
corte tuvo la sensación de que la viuda fue puesta en una una pensión, que sus albaceas rehúsan continuar pagando, pues
situación difícil, pero se ha sostenido que estas transacciones argumentan que la promesa fue hecha sin consideration.
carecen de consideration aun cuando no haya viudas involucra-
das, mientras que muchos bargains que son duros y que han sido VII. Una familia cuida durante un período considerable al
hechos por viudas empobrecidas son ejecutados forzosamente. hijo adulto de un padre que vive lejos. Cuando el padre se
Consideremos este caso: entera de esta gentileza, promete recompensar, pero no cumple
lo prometido.
V. Un pequeño contratista pide dinero prestado de uno de
sus artesanos y cae en bancarrota antes de devolverlo. Muchos En el segundo. de estos casos el tribunal aceptó las conse-
años después, hace por escrito una promesa explícita de pagar cuencias de la teoría del bargain y denegó la ejecución forzosa
la deuda, aunque hace ya varios años se ha hecho inejecutable (enforcement). 18 En el primero el resultado era demasiado repe-
(unenforceable) debido tanto a la bancarrota como al transcur- lente para ser aceptado, y el tribunal concedió la ejecución
so del tiempo. forzosa (enforcement), mediante un razonamiento demasiado
rebuscado como para reproducirlo aquí. 19
En este caso los tribunales típicamente hacen cumplir for- Pero el problema de promesas sobre obligaciones previas
zosamente (enforce) la promesa posterior, usando la confusa también puede surgir en contextos donde el motivo no es la
argumentación de que la primera obligación es de algún modo gratitud sino el cálculo:
suficiente para sostener a la última promesa -y afirmando que
el paso del tiempo y el efecto propio de la quiebra son sólo VIII. Un arquitecto amenaza abandonar la supervisión de
defectos formales que la promesa posterior remueve. 17 un proyecto de construcción industrial en un momento crucial,
a menos que el desesperado dueño prometa pagar un honora-
rio adicional. 20

* Los casos en que una persona exige una promesa mediante amenazas IX. Un constructor contratado para construir en un terreno
de iniciar un juicio infundado, pueden manejarse en el marco de la doctrina
de la fuerza. Ver capítulo 7 infra. descubre que éste consiste en una delgada caparazón de tierra
52 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ CONSJDERATJQN _ _ _ _ _ _ _ _ __ 53

dura bajo la cual existe un pantano. Completar el proyecto sería unilateral de bargains anteriores, de modo que los promitentes
mucho más costoso que lo presupuestado. Aunque el construc- (los dos propietarios y el acreedor) hacen . nuevas promesas,
tor claramente aceptó el riesgo de una sorpresa semejante, el pero no consiguen más (el acreedor consigue menos) de aquello
dueño promete pagarle una suma adicional por la. conclusión a que tenían derecho según sus antiguos bargains. Sin embargo,
exitosa del trabajo. 21 se han hecho nuevos bargains, y las proposiciones A y B se han
satisfecho. 24
X. Un deudor es presionado duramente y promete pagar a El atractivo intuitivo de las decisiones, al menos en los
su acreedor una deuda ya vencida, en tres cuotas mensuales, a casos de construcción, VIII y IX, puede explicarse fácilmente. El
cambio de la promesa del acreedor de condonarle los intereses arquitecto tiene al propietario arriba de un barril: el bargain
prometidos de la deuda. 22 original dejó al dueño dependiendo de él, y el segundo bar-
gain explota la vulnerabilidad creada por la confianza del due-
En todos estos casos, el promitente posteriormente no ño en la promesa original. El constructor en el caso IX, por el
cumple su palabra. Los propietarios en los casos VIII y IX alegan contrario, tuvo una sorpresa desagradable, aunque según los
que no recibieron nada a cambio de sus promesas, y por lo términos del acuerdo original los riesgos de tal sorpresa eran
tanto niegan el pago adicional. En el primero de estos ejemplos suyos. Finalmente, el caso X puede ser uno en que el deudor,
ganó la defensa y el arquitecto no obtuvo compensación; en el como el constructor, cae en dificultades imprevistas, o puede
segundo, la defensa perdió y el constructor fue compensado. El ser más como el IX: una explotación de la aversión del acree-
acreedor del caso X posteriormente reclama los intereses de la dor a sufrir los gastos y azares de deducir una demanda por su
deuda, sobre la base de que el deudor no pagó nada por la dinero.
promesa del acreedor de condonar dichos intereses. El dispositivo formal para tratar estos casos de modifica-
El common law normalmente ha ejecutado forzosamente ción es la teoría de que la consideration no sólo debe ser
(enforced) la deuda original completa en contra del deudor, a negociada (bargained far), sino que además debe ser "fresca", *
pesar de la promesa del acreedor de una condonación parcial. 23 es decir, que el promitente no puede vender dos veces la
La teoría del bargain de la consideration no sólo no logra misma cosa. 2s De modo que tal vez nos baste agregar a A y B
explicar por qué este .patrón de decisiones es justo; no ofrece una nueva premisa, A': que lo dado o prometido a cambio de
ningún grupo consistente de principios de los cuales puedan una promesa no debe ser algo que ya pertenezca al promitente.
fluir todas estas decisiones. Particularmente, estos casos no pue- Dejemos de lado por un momento por qué estamos agregando
den explicarse por las dos premisas directrices de la doctrina de esta premisa, sólo preguntemos si ahora los tribunales pueden
la consíderatíon: proceder formalmente -esto es, en cumplimiento de la premisa
A) que sólo las promesas dadas como parte de un bar- B- para decidir cuáles promesas deben hacerse cumplir de
gain pueden hacerse cumplir forzosamente; modo forzoso. Esta nueva teoría de la consideration (que ahora
B) que la existencia o inexistencia de un bargain es sólo consta de tres proposiciones) ciertamente neutralizaría· al arqui-
una cuestión formal. tecto chantajista en el caso VIII, pero sólo al costo de contra-
Como en Jos casos del autor y la viuda (III y IV), en cada rrestar el más que razonable acomodo entre el constructor y el
una de estas situaciones también ha existido de hecho un propietario en el caso IX. Y no ofrece manera de distinguir
bargain: los propietarios y el acreedor han prometido algo a
cambio de una seguridad o del cumplimiento de una obligación.
La diferencia es que en los casos VIII a X hay una. modificación * También se sugiere la expresión "limpia" o "clara" (N. del T.).
54 ______ __ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - CONSIDERATIQN _ _ _ _ _ _ _ _ __ 55

acuerdos razonables de aquellos que son extorsivos entre deu- sencilla·. razón de que la doctrina tiene demasiadas inconsisten-
dores y acreedores (en efecto el common law no hace esta cias internas como para ofrecer una alternativa.
distinción, aplicándola indiscriminada mente a todos los arreglos La raíz de esta inconsistencia está precisamente en la con-
con deudores). junción de las proposiciones A y B. La B afirma el principio
Los rigores de esta teoría ampliada pueden ser mitigados si liberal de que los acuerdos libres entre personas racionales
tratamos una modificación contractual como si el constructor y deben ser respetados. La A, que limita la clase a acuerdos a los
el propietario en el caso IX hubieren cancelado su antiguo bargains, sostiene que la autodetermina ción individual no es un
contrato y celebrado uno nuevo que contuviera las deseadas fundamento suficiente de la obligación .jurídica, y por lo tanto
compensacion es adicionales para el constructor. Al momento implica que, después ·de todo, las políticas colectivas pueden
de la modificación, cada uno aún debía al otro alguna obliga- pasar por sobre los juicios individuales, frustrando los proyectos
ción en virtud del viejo contrato ·(el constructor la de construir; de los destinatarios de las promesas después que éstas se han
el propietario la de pagar). Sin mirar los motivos ni el conteni- contraído y los proyectos potenciales de los promitentes. La
do (premisa B), podemos tratar la mutua liberación --que tiene proposición A es presentada como si después de todo fuera
incluso un carácter putativo- de estas obligaciones pendientes neutral, dejando a las partes su "libertad contractual". Pero hay
como un bargain, y habiendo hecho esto el camino está despe- un sentido en que cualquier promitente consigue algo a cambio
jado para hacer un nuevo· bargain en cualesquiera términos de su promesa, aunque sólo sea la satisfacción de poder reali-
que las partes elijan. 26 zar su propósito mediante la misma. La libertad contractual es
¿Está claro? En verdad, no lo está. Pues si el truco funciona libertad para prometer, y, como demuestran mis ejemplos, las
en el caso IX, donde lo ·queremos, también funcionará en intrusiones de las doctrinas clásicas de la consideration pueden
el VIII, donde no lo queremos. Si excluimos el ardid en ambos, imponer restricciones sustanciales, cuando no azarosas, a pro-
A' prohíbe demasiado; si lo dejamos en los dos, lo que haya- yectos que son perfectamente racionales.
mos querido conseguir con A' es engañoso. Y si lo dejal\l.OS El carácter anómalo de la doctrina de la consideration ha
sólo cuando el propósito es "razonable" o el nuevo acuerdo es sido ampliamente reconocido. Muchas leyes derogan algunas
justo en sus estipulaciones, violamos B. En efecto, la situación de sus manifestacione s más incómodas, tales como la imposibi-
es aún peor: el manejo no funcionará en modo alguno en lidad de ejecutar forzosamente (unenforceability) las opciones
ningún caso como el X, sea éste razonable o no. Al momento gratuitas o las. modificaciones contractuales. Incluso ha habido
que el deudor y el acreedor consideran una modificación, la proposiciones a favor de su virtual abolición.*
única obligación pendiente es la del deudor, de modo que no Antes de comentar brevemente estas proposiciones, al fi-
puede haber una mutua liberación de las ·obligaciones, ningún nal de este capítulo, debo ocuparme de una perspectiva de esta
mutuo bargain para deshacer el antiguo contrato; en un caso
como el X el deudor debiera ofrecer alguna consideration fres-
ca (limpia o clara, y real). Pero algunos casos como el X serán
* Las más sorprendentes son la Model Wrítten Obligations Act, de Samuel
tan convincentes como el IX o tan poco convincente como Williston (vigente sólo en Pensilvania), y la interrogante aún no contestada de
el VIII, pero ninguno puede acomodarse totalmente. Lord Wright, "Ought the Doctrine of Consideration to Be Abolished from the
Concluyo que la doctrina clásica de la consideration, que Common Law?", en 49 Haro. L. Rev. 1225 0936). Aunque se opone a ellas, el
profesor Atiyah observa muy acertadamente que estos llamados son la conse-
se ilustra con los diez casos precedentes, bastante típicos del cuencia lógica de la libertad contractual y el principio de la promesa. Atiyah,
common law, no constituye un desafío a mi concepción del supra nota 8, pp. 134-40, 440, 452-54, 687-90; y ver Fried, recensión a Atiyah,
derecho contractual como enraizado en la promesa, por la 93 Haro. L. Rev. 1858, 1865-67 0980).
- - - - - - - - - - CONSIDERAT/QN _ _ _ _ _ _ _ _ __ 57
56 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

doctrina, que la rescata de sus más graves anomalías y que Ni la propuesta de Dawson, ni el derecho francés, ni el
constituyen un desafío para mi punto de vista. alemán, limitan el contrato a las transaccion es comerciales:· los
En un trabajo reciente, John Dawson compara el common tratos entre individuos privados que venden o intercambia n
law con el derecho francés y el alemán, y concluye que un propiedad en mercados informales o consuetudin arios, y acuer-
impulso compartido por todos estos sistemas distingue las prome- dos familiares de muchas clases, son reconocidos como -obliga-
sas gratuitas, esto es, las de donar, de los verdaderos bargains.
27 torios en todas partes. Difícilmente podría ser de otra manera,
Otro comparativista, Arthur von Mehren, escribiendo en pues negar a un individuo privado la facilidad para, digamos,
28
The Jnternationál Encyclopedia of Comparative Law, también vender su automóvil o su casa a un amigo, afectaría la libre
contrapone los bargains a las promesas de donar, apellidando transferibili dad de la propiedad y por ende su valor, mientras
a estas últimas económicam ente "estériles". 29 que crearía un monopolio injustificable en una clase comercian-
Dawson no culpa al common law por hacer esta distinción, te vagamente definida. Pues al menos aparenteme nte estas tran-
sino por asumir una "sobrecarga doctrinal" al usar la doctrina de sacciones no son económicam ente "estériles". Más bien existe
la consideration para regular y excluir promesas de mantener consenso en que el regalo, la promesa de una donación, es el
abierta una oferta (opciones) y promesas que modifican o libe- villano de la película, por su "esterilidad". Pero ¿por qué es
ran acuerdos existentes. Dawson enfatiza la que él cree es la menos estéril mi promesa, que puede ser ejecutada forzosa-
idea básica de la doctrina de la consideration, la idea sustantiva mente (enforced), de vender mi automóvil a mi cuñado que la
e intuitiva del bargain. Las opciones y las modificacio nes caen ~· de dárselo a mi sobrino? El derecho reconoce la transacción
bajo dicha noción porque son parte de un "trato"; se relacionan una vez que está completa (después que he entregado efectiva-
con bargains . Una opción es el primer escalón en el camino a mente o traspasado la propiedad del automóvil), presumible-
un bargain. Casos como los VIII-X también ocurren como parte mente en reconocimie nto a mi derecho a hacer con mi propiedad
del proceso de negociación (bargaining); las modificacio nes y lo que quiera. En un sentido, la transacción completa en ambos
liberaciones debieran facilitarse, con el objeto· de mantener di- casos es suficientem ente fértil: es una expresión de mi volun-
cho proceso flexible y duradero. Las injusticias sustantivas de- tad, incrementa mi satisfacción en algún sentido amplio, y hace
bieran controlarse no por la manipulació n de formalidades, sino esto al aumentar el gozo de mi sobrino o mi cuñado. Ambas
por la investigació n sustantiva realizada bajo el amparo de las transferenci as son útiles precisamen te en el sentido que cual-
doctrinas de la fuerza y la unconscionability.* quier acto mío significativo, libremente elegido, es útil para mí,
Esta concepción constituye un desafío para mi tesis de que y por lo tanto es de una utilidad neta para la sociedad, salvo
la base del contrato es la promesa, poniendo esta base ahora que dañe a otra persona. Permitir a la gente que baga regalos
en una política colectiva diferente, el fomento -del intercambio (supongamo s que los hace en forma libre, deliberada y razona-
31
económico.3° Para este punto de vista, una promesa puede ser ble) sirve a la utilidad social al servir a la libertad individual.*
necesaria, pero son las inmensas necesidades comerciales del
mercado las que fundan el contrato. Como explicación es cier-
tamente más satisfactoria que las incoherente s formalidade s de • Podría objetarse que en el caso de la promesa de hacer un regalo mi
la doctrina del common law, pero esta concepción también falla explicación de la base moral para la obligación fundada en la promesa no
cuando es examinada más cuidadosam ente. funciona: no resulta obvio que una persona a quien se hizo una promesa que
no fue cumplida y que no ha sufrido daños por confianza en ella, haya sido
"usada" o se haya "abusado" de su confianza cuando no se le da un regalo
prometido. Y sin embargo hay abuso. El promitente, por razones propias, ha
•Ver nota a pie, infra al píe de p. 111 (N. del T.). elegido crear en el destinatario de la promesa lo que, por hipótesis, es una
58 _________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - CONSIDERATIQN _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 59

Dado el análisis de la promesa del capítulo precedente, Finalmente, algunas promesas, particularmente aquellas que
simplemente no hay fundamento para no extender tal conclu- afectan la situación y expectativas de varios miembros de la
sión a las promesas de donar. Hago un regalo porque me place familia, pueden requerir regulaciones sustantivas debido a los
hacerlo. Prometo hacer un regalo porque no puedo o no voy a intereses legítimos de terceras partes.
hacer. una transferencia ahora, pero quiero dar una expectativa En un artículo clásico, "Consideration as Form", 32 Lon Fuller
(moral y legalmente) segura. sostuvo que la doctrina de .la Consideration sirve a diversas
Concluyo que la vida del contrato es en efecto una prome- políticas, usualmente convergentes. El derecho vacila en ejecu-
sa, pero esta conclusión no es precisamente una afirmación de tar forzosamente (en/orce) promesas informales cuando tanto el
derecho positivo. Hay demasiadas lagunas en la ejecución for- promitente como su destinatario se sorprenderían de ver que. la
zosa (enforcement) que el common law da a las promesas pesada maquinaria del derecho se impone sobre lo que sólo
como para permitir una afirmación tan desnuda. Mi conclusión parecía un acuerdo informal. Al exigir un intercambio se au-
es más bien que la doctrina de la consideration no ofrece una menta la probabilidad de que las partes hayan contemplado
base. alternativa coherente para la fuerza de los contratos, mien- negocios serios con consecuencias serias. Más aún, al requerir
tras que sigue tratando a la promesa como necesaria para ello. un intercambio,. el derecho permite que los contratos sean asi-
En el camino hacia esta conclusión he hecho o sugerido milados a un número de tipos de acuerdos predeterminados, y
. muchas calificaciones a mi tesis. La promesa debe ser hecha la misma existencia de éstos alerta a las partes de un grupo de
libremente y no debe ser injusta. Esta es la materia de los problemas convencionales que deben ser considerados y ·de
capítulos 6 y 7. También debe haber sido hecha en forma soluciones también convencionales a estos problemas.
racional y deliberada. El promitente debe haber sido lo suficien- Por último, el requerimiento de un intercambio puede
temente serio de modo que la posterior ejecución jurídica (legal excluir las clases de regalos más dudosos e insólitos, en que se
enforcement) haya sido un aspecto que pudo haber considera- promete la luna a un extraño, en perjuicio del cónyuge y los
do al momento de hacer la promesa.* hijos.

firme expectativa atada a una obligación moral. El destinatario de la promesa


piensa que tiene algo -un derecho moral- que es lo que el promitente quiere
que él piensa que tiene. Y ahora, habiendo creado esta expectativa, el promi- supone que dos comerciantes que hacen un trato deban alojar alguna inten-
tente elige frustrarla. Consideremos un ejemplo análogo tomado de la morali- ción adicional de crear relaciones legales para que dicho trato sea juridica-
dad de mentir: le cuento que he oído redén que usted se ha ganado el mente obligatorio. Por otra parte, dada la base consensual del contrato como
premio Nobel en filosofía. Una hora después, antes que haya tenido oportuni- promesa, las partes deben en principio ser libres para excluir la ejecución
dad de gastar el dinero del premio o siquiera anunciarlo, le cuento que todo juridica (legal enforcement) siempre que ésta no sea una forma fraudulenta de
ha sido una broma. Le he mentido. He abusado de su confianza y lo he engañar al incauto. Ver por ejemplo, Spooner v. Reseroe Lije Jnsurance, 47
usado. Ahora bien, tanto en este caso como en el de la promesa de donar, el Wash.2d 454, 287, PP.2d 735 (1955). En un caso particular puede ser un difícil
daño puede haber sido trivial y· tal vez el mal· causado marginal, pero esto problema de interpretación acaso dicho propósito puede ser justamente pre-
nada tiene que ver. En ambas instancias, y por razones análogas, le he. hecho sumido. En un caso particular será un punto a interpretar el determinar si la
a usted algo incorrecto. ejecución juridica (legal enforcement) no seria una violación a la intención de
las partes, como en las llamadas promesas sociales. Ver Henry Hart y Albert
Sacks, "The Invitation to Dinner Case", en Tbe Legal Process 477-478 (tentative
ed., Cambridge, 1958). Y la ejecución juridica puede violar la intención de
• Esta última calificación es capturada en el derecho por la frase "inten- una parte pero no la de la otra. Compare Annstrong v. M'Ghee, Addison 261
ción de crear relaciones juridicas". La frase así formulada es equívoca. Nadie (Westmoreland County Ct. Pa. 1795), y el capítulo 5 infra.
60 ________ lA OBLIGACIONCONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - CONSIDERATION _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 61

De acuerdo con Fuller,. éstas son razones convergentes para Nos estamos moviendo en esa dirección como resultado
requerir consideration, pero ninguna es necesaria ni suficiente; de una intención más abierta a estigmatizar ciertas promesas
Existe la importante categoría de los acuerdos familiares, y como injustas o involuntarias, y a denegarles la ejecución forzo-
ciertamente no se debe negar indiscriminadamente a éstos la sa (enforcement) sobre esa base más que sobre la de una
ejecución- forzosa (enforceability). Aun más, usando las formas consideration insuficiente. 33
correctas es posible configurar transacciones totalmente nuevas
en un molde ejecutable forzosamente (enforceable), aunque las
mismas no se basen en lo habitual de la costumbre y la expe-
riencia.
Definitivamente, la doctrina de la consideration permite
otorgar ejecutabilidad forzosa (enforceability) a acuerdos que
son triviales, cuando no frívolos, siempre que las formas sean
observadas. E incluso, si éstas lo son, es posible que una
persona que hace una promesa resulte legalmente obligada
aunque no haya sido ésta su intención, como si sólo quiso
prometer y conseguir algo valioso a cambio de su promesa. La
consideration en la opinión de Fuller es como una herramienta
bastante extraña, que tiene la -virtud de poder martillar un
clavo, atornillar un tornillo, forzar una lata ya abierta, aunque
no hace ninguna de estas cosas bien y aunque cada una de
éstas se puede hacer mucho mejor con una herramienta espe-
cializada (la arcaica institución de la promesa bajo sello puede
compararse por su habilidad para servir a estos fines útiles con
mayor o menor conveniencia).
El movimiento en el derecho más bien nos sugiere que
podemos tener en un futuro no muy lejano un grupo de princi-
pios más sinceros para determiriar qué -promesas deben ser
ejecutables forzosamente en términos de la justicia de cada
tipo. Nos estamos moviendo en esa dirección como resultado
de decisiones y leyes que dan valor a tipos de promesas cuya
legitimidad ha estado en duda bajo la doctrina de la considera-
tion: contratos de opción, oferta a firme, transacciones de deu-
das, modificación de contratos y el dominio completo del
promissory estoppel.*
una acción u orms1on de un carácter definido y sustancial por parte del
destinatario de la promesa, y que de hecho induce tal acción u omisión, y tal
promesa es obligatoria si la injusticia sólo puede evitarse mediante la ejecu-
• -El promissory estoppel se define como "aquel que surge cuando hay ción forzosa de la promesa". Ver supra nota al pie de p. 42. Para estoppel, ver
una promesa que el promitente debe esperar que razonablemente inducirá infra nota al pie de p. 184 (N. del T.).
ONTESTANDO
UNA PROMESA
Oferta y aceptación

El derecho de contratos es complejo. Esta complejidad puede


aparecer como un factor en contra de la tesis de que el contrato
está fundado en la primitiva institución moral del prometer,
pues ésta debe ser accesible para el hombre común, en contac-
to con sus intuiciones, y su comprensión no debería implicar
necesariamente el entrenado ingenio de un profesional.
Karl Llewellyn ha subrayado que generaciones de estu-
diantes de derecho han encontrado tal vez en las complejidades
de la oferta y la aceptación del derecho de contratos, el primer
cuerpo de doctrina esencialmente técnico. 1
Sin embargo, como sostendré en este capítulo, este· cuerpo
de doctrina se relaciona, al menos en parte, con una caracterís-
tica del prometer que aún no he considerado y que debe ser
explicada antes que la exposición del prometer esté acabada, y
que el hombre común reconocerá de inmediato: una promesa
se le hace a alguien; otorga a su destinatario un derecho a
contar con y a exigir su cumplimiento; y por eso, para que sea
completa, para que valga como tal, en algún sentido debe ser
recibida por su beneficiario.
_ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 65
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

Este ejemplo, que reconozc o extravag ante, muestra la ne-


PROMESAS Y VOTOS cesidad de profundi zar el concepto inicial del promete r, que no
distingue entre el caso usual de una promesa de lo que podría-
Imagine mos un grupo de hombres y mujeres que cree impor- mos llamar un voto.
tante mantene r bajo el crecimie nto de la població n. Eligen mi La concepc ión de promesa que· he desarrol lado hasta el
nombre al azar del directori o telefónic o y cada uno de ellos me moment o sugiere, p. e., que las siguiente s situacion es pueden
escribe prometié ndome que no tendrá más que dos niños. ¿No crear una obligaci ón moralme nte vinculan te, la de una prome-
es extraño creer que estas pe.rsonas están bajo la obligació n sa: usted se dice a sí mismo con énfasis, sentimie nto y serie-
para conmigo, fundada en una promesa, de limitar el tamaño dad que se comprom ete a hacer una donació n de mil dólares
de sus familias? 2 Para tener ün tercer hijo sin violar su deber, a su radioem isora local de música clásica. Hay algo extraño en
¿deben asegurar se realmen te que las libere de su obligación? decir que ha prometid o hacer eso. ¿A quién se lo ha· prometi-
Conside remos la carga para mí. Puede que tenga poca claridad do? Tal vez a Dios, pero esto sólo significa que debe existir un
sobre los problem as de limitación de la població n, de modo destinata rio personal de la promesa , uno que lleve las riendas
que si para algunas parejas el tener otro hijo depende de que de la obligació n. Entonces , ¿se ha prometid o a sí mismo? Si es
las libre de su promesa , tal vez antes de hacerlo querré estudiar así, entonces es libre para autoexim irse del mismo modo que
sus casos. O que quizás no crea en el control de la natalidad , podría hacerlo otro destinata rio de la promesa . Cuando llega
. pero sienta que no tengo derecho a imponer a otros mi punto el moment o de cumplirla, usted puede liberarse a sí mismo en
de vista. ¿Cómo puede se.r que todo este "poder" para controla r base a cualquie r razón moralme nte suficient e para no hacer la
las acciones de otros haya recaído sobre mí en contra de mi contribu ción en ese moment o (posterio r) en ausencia de una
voluntad? ¡No me digan que puedo ignorar el problem a y por promesa . Una promesa a sí mismo no agrega nada a las razo-
lo tanto nada ha caído sobre mí en contra de mi voluntad! nes morales para hacer la contribu ción en ausencia de ella.
¿Cómo puedo ignorar el problema ? Una pareja ha venido a mí y Una cosa parece clara: usted no ha hecho una promesa a la
me ha pedido que la exima de su "obligación". Si le doy la radioem isora, puesto que no se comunic ado con ella. Enton-
espalda, ¿cuál es ahora la situación? ¿Los he eximido o no? Se ces, ¿qué es lo que falta? ¿cuál es el element o ·adiciona l que
podría decir que al darles la espalda lo he hecho. Pero puede trasform a un voto o un comprom iso con uno mismo en una
que yo no quiera ni liberarlos ni dejar de hacerlo. Puede que promesa a otro? Si la radioem isora hubiera dado considera-
sólo desee no tener nada que ver con el problem a. Y no me ti.on, el element o de bargain o intercam bio ciertame nte hubie-
digan que siempre puedo negarme a ejecutar forzosam ente ra transform ado su comprom iso de un mero voto en una
(en.force) la promesa , o eludir regañar a los promiten tes por promesa .
romperla , o aun rehusar sentir resentim iento por el incumpli - Sin embargo , como hemos visto en el capítulo preceden te,
miento. La fuerza moral de una promesa no puede depende r de un intercam bio no es necesari o ni para una obligació n fundada
que su destinata rio decida "ejecutar forzosam ente" (to enforce) en una promesa ni para (una visión correcta de) una contrac-
la misma. Después de todo, ¿qué significa ejecutar forzosam ente tual fundada en un contrato. Lo que el intercam bio (considera-
una promesa en la esfera ·moral? Supongo que uno puede tion) consigue es proveer otro element o realmen te necesari o.
demanda r su cumplim iento, pero si es que hay una obligaci ón Tal vez por eso es que haya parecido tan natural insistir en la
que nos comprom ete moralme nte bajo una promesa , la existen- consideration. El hecho de que pague por· una promesa esta-
cia de dicho comprom iso no depende de una demand a del blece dos cosas: que la misma me fue hecha y que quise que se
destinata rio de ella, ni de su regaño al promiten te ni de su me hiciera.
sensació n de resentim iento.
66 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ ----CONTESTAND O UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 67

El caso del voto muestra que la promesa es algo esencial- ción moral de la promesa y la institución jurídica del· contrato.
mente comunicado a alguien -en un caso normal, al destinata- No obstante, me confieso incómodo al insistir en la aceptación
rio de la misma3 ·(en la siguiente sección trataré del caso especial en el caso en que la promesa es comunicada claramente y
en que la persona a quien se hace la promesa no parece ser su sería capcioso dudar que su destinatario está encantado con
beneficiario). Una promesa es relacional: invoca la confianza, ella. Aún más, mantengo la idea de que la promesa requiere
de modo que su comunicación es esencial. Pero mi caso hipo- aceptación. Puesto que como hemos visto, cualquier beneficio
tético de la "promesa" de tener sólo dos hijos demuestra que no putativo en los hechos puede no ser querido por un destinata-
basta con la comunicación. Una promesa no puede ser simple- rio (putativo) particular, porque debe existir al menos la op-
mente impuesta a alguien; en algún sentido, éste debe querer ción para rehusar o rechazar no sólo el beneficio, sino la
ser su beneficiario.* promesa del mismo. Pero aun puede ser una imposición el
Este elemento adicional puede ser identificado de un modo poner a un destinatario putativo de una promesa en una
muy general como el requisito de que la promesa beneficie a situación en la que si no habla y rehúsa la relación no queri-
su destinatario. Sin embargo, esta sugerencia no logra dar cuen- da, ésta le sea impuesta. En muchas situaciones, si lo miro a
ta de que ciertas promesas pueden proponer a su destinatario los ojos y le prometo mil dólares, su aceptación puede ser
un beneficio que éste no desea, o que no desea de ese promi- fácilmente inferida de las circunstancias. La infiero, usted in-
tente. Ahora podría decirse que si. el destinatario no quiere la fiere que la infiero, y así sucesivamente. Entonces, más que
· promesa, ésta no puede contar como un beneficio para él, pero arrojar al mar el requisito de la aceptación, sugiero que en
esto hace que la noción de beneficio sea poco clara. Más aún, tales casos reconozcamos que hay una aceptación tácita, 4 ad-
puede que no sea la cosa prometida lo que él no quiere, ni mitiendo solamente que a veces la línea entre ésta y la mera
tampoco la cosa de ese promitente, sino más bien que no lo disposición a recibir una promesa puede ser extremadamente
quiera como una promesa. difícil de dibujar. Lo que marca la línea en principio es el
El ejemplo de la limitación familiar nuevamente ilustra este grupo de mutuas inferencias tácitas de aceptación a que nos
punto. Estas dificultades se diluyen si identificamos como con- referimos más arriba.
dición necesaria adicional de la obligación fundada en la pro-
mesa el que ésta sea aceptada.
La necesidad de la aceptación demuestra que la relación
moral del prometer es voluntaria por ambos lados. Es parte de LA ACEPTACION Y EL DERECHO DE
la fuerza intuitiva de la idea del intercambio. La aceptación LOS TERCEROS BENEFICIARIOS
ofrece un punto adicional de correspondencia entre la institu-

Hay una clase de casos en que una promesa vinculante puede


* Un caso aún más fuerte, discutido en la literatura filosófica, es una haberse hecho aun sin que el beneficiario haya tenido jamás
amenaza proferida en forma de promesa: "Te prometo que si no pagas noticia de ella. En éstos A promete a B (supongamos que a
completamente, te romperé las piernas". El uso de la palabra promesa puede cambio de una buena consideration) que otorgará un beneficio
agregar énfasis, pero difícilmente pone al amenazador bajo la obligación
moral de romper las piernas de la víctima, ni le da a ésta un derecho a que a C. El reconocimiento de que en tales casos haya una obliga-
sus piernas le sean quebradas. Ver Pall Ardal, And Tbat's a Promise, 18 Phil ción fundada en una promesa, ¿refuta mi tesis sobre la necesi-
Q. 225 (1968); Vera Peetz, Promises and Tbreats, 86 Mind (n.s.) 578 0977): dad de la aceptación? Esta pregunta teórica es objeto de un
"una promesa es un compromiso de hacer algo para usted, no a usted",
citando a John Searle, Speech Acts (Cambridge, Inglaterra, 1969).
confuso cuerpo de doctrina contractual, el derecho de los terce-
68 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 69

ros beneficiarios.* La exploración de esta doctrina ilumina la toda actuación por confianza crea una obligación, sino sólo
cuestión teórica. aqueÜa que está justificada de algún modo. ¿Y qué justifica
Una respuesta que se podría dar es que no es, después de aquí que C actúe por confianza en la promesa de A? ¿Acaso no
todo, como un voto o una promesa no comunicada, puesto que debería contar C con la posibilidad que A y B acordaran
hay un típico promitente (A) y un típico destinatario de la revocar el beneficio que habían decidido conferirle?
promesa (B). Aunque C no la aceptó, B sí lo hizo. De modo Una respuesta sensible a estas dificultades reconoce que
que A por lo menos está obligado para con B, y el hecho de habrá situaciones en las que lo que A y B están tratando de
que a lo que A está obligado es a realizar una prestación a C, hacer -el verdadero propósito de su acuerdo- es crear algún
parece irrelevante para la cuestión que tenemos entre manos derecho, alguna firme expectativa en C. Tiene que haber situa-
(es como si A le prometiera a B construir un monumento al ciones en que A y B quieran hacer por C lo que los promitentes
· gato muerto de B). y sus destinatarios generalmente quieren hacer el uno por el
En efecto, ésta era la forma en que el derecho original- otro: amarrar· el futuro mediante una obligación moral. Pero la
mente se inclinaba a considerar esta cuestión. Pero surgen lógica del argumento que permite al promitente y al destinata-
problemas persistentes: 1) Si B es el destinatario de la promesa, rio deshacer las amarras que ellos mismos han hecho parece
¿cuál es la legitimidad de C para requerir el cumplimiento impedir que ellos puedan conferir un beneficio irrevocable a C,
forzoso de la misma? Por mucho tiempo el derecho sostuvo que aunque sea precisamente esto lo que quieren hacer. Para hacer
·sólo B podía demandar, con el inconveniente que, puesto que posible que A y B consigan su objetivo, el derecho ha conclui-
frecuentemente B no sufría perjuicio alguno por el incumpli- do que no sólo la actuación por confianza, sino también la
miento, sólo podía obtener una indemnización nominal.5 "aceptación" de la promesa por parte de C causaría respecto de
Se encontraron otras vías alrededor de esta dificultad, y éste la posesión de dichos derechos, impidiendo que A y B
finalmente se permitió que e demandara por sí mismo el deshagan lo que han hecho. 7
beneficio prometido por A. 6 Pero esta solución lleva a proble- Esta doctrina jurídica muestra la aceptación en su forma
mas que ilustran la cuestión teórica que tenemos delante: 2) Si más pura, sin vestigios de ningún elemento de contrapromesa o
B es el destinatario de la promesa, ¿no debería poder liberar a intercambio. He argumentado que es el propio acto operativo
A por cualquier razón que eligiera, al igual que cuando se de consentir en el beneficio de la promesa el complemento
trata de una promesa en beneficio del mismo B? ¿Por qué necesario para completar una promesa vinculante (concedo que
debiera admitirse la demanda de C si A y B, que se juntaron en el derecho anglo-americano este acto operativo de acepta-
para conferir un· beneficio a C, ahora lo hacen nuevamente y ción se encuentra en su forma pura sólo en la aceptación de C,
cambian de opinión? En este punto el derecho ha estado el tercero; el destinatario de la promesa, B, no sólo debe acep-
confundido por mucho tiempo. De acuerdo con una solución, tar sino dar una consideration. En el derecho continental la
B no puede liberar a A después que C, en perjuicio suyo, ha pura aceptación es operativa tanto para los contratos que sólo
actuado por confianza en la promesa de A. Pero aquí se involucran a las partes, como para aquellos en que hay terce-
incurre en una petición de principio. Como hemos visto, no ros). 8
A veces se dice que la aceptación convierte a C en una
parte del contrato; su aceptación hace como si la promesa se le
hubiera hecho a él. Y por supuesto, él sólo puede aceptar si de
una u otra manera, directa o indirectamente, descubre la pro-
* El autor se refiere a la figura que en nuestro derecho conocemos
como la estipulación en favor de un tercero (N. del T.).
mesa. Antes que C acepte, la promesa que A hace a B, hasta
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ -----CONTE STANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ _ __ 71

donde interesa a C, es más parecida a un voto que a una do; sino que también puede alegar que la obligación de su
promesa.* promesa nunca llegó a existir.*
El principio de expandir la libertad humana mediante el
reconocimie nto de la obligación autoimpues ta por las promesas
EL SIMPLE CIRCUITO DE LA OFERTA también conlleva el que una persona pueda condicionar su
Y LA ACEPTACION promesa a la percepción ·de una retribución de parte del desti-
natario de la misma. Y por supuesto no hay razón para excluir a
priori a las promesas condicional es o ignorar la condición. Sin
Las promesas -y por tanto los contratos- son fundamenta lmen- embargo, sólo en el siglo diecinueve éstas fueron completame n-
te relacionales ; una persona debe hacer la promesa a otra, y te reconocidas y sus términos respetados. Sospecho que este
ésta debe aceptarla. La aceptación se debe manifestar por desarrollo en el derecho fue asociado a la evolución del derecho
cualquier dispositivo convencion al, como decir "acepto" con la de la oferta y la aceptación. Demostraré que los conceptos de
intención de referirse a un mecanismo habitual en el que promesas condicional es y de oferta y aceptación están muy
figura dicha palabra. Hay gran latitud e informalida d para relacionado s, tanto en principio como históricamente.10
determinar qué vale como una intención de aceptar una pro- A desea estar unido a B por una obligación x' fundada en
mesa~ del mismo modo que la propia promesa puede hacerse
una promesa, pero sólo si B está vinculado a él por una obliga-
de diferentes formas.9 La fuerza intuitiva detrás de la doctrina ción 'y fundada asimismo en una promesa (por supuesto que
de la considerati on aparece en primer plano en aquellas pro- el propósito último de A es conseguir 'y de B, y el vincularse a
mesas en que el propio promitente requiere no sólo acepta- B por 'x es el medio elegido por A para obtener 'y). A promete
ción de su compromis o, sino una retribución de algún tipo. 'x' a B siempre que B prometa 'y a A. En derecho, la promesa
Evidenteme nte que debemos distinguir el caso en que el pro- condicional de A se llama oferta, la de B aceptación.
mitente sólo espera alguna retribución de aquel en que él
condiciona su promesa a dicha retribución. En este último
caso, si no se otorga la retribución, él no sólo ha sido frustra- * Una pregunta diferente es ésta: qué sucede si A condiciona su prome-
sa no a una actuación de B, sino a la promesa de la misma: si me promete
cortar el césped por los próximos cinco años, le prometo limpiar la nieve de
su entrada por el mismo período. Llega el primer invierno y cumplo mi
promesa, pero llega la primavera y usted no cumple. En rigor, éste es un
* Las ofertas públicas de recompensa plantean esta perplejidad especial problema diferente del del texto, puesto que obtuve lo que pedí: su promesa
al derecho: ¿puede decirse que una persona que cumple los términos de la en retribución. Por esta razón es que seguiré limpiando la nieve de su entrada
recompensa "acepta" la oferta, aunque no haya tenido conocimiento de la por los próximos cuatro inviernos, tal vez junto con demandarlo por los
misma hasta después que hubo completado su cumplimiento? Si la respuesta costos de encontrar un jardinero sustituto, ¿o acaso podría dejar de cumplir mi
es sí, tenernos entonces la anomalía de una promesa que es aceptada por promesa con total impunidad jurídica y moral? En otras palabras, al romper
alguien que no supo que estaba aceptando. Si la respuesta es no, surgen usted su promesa ¿se cancela mi obligación recíproca hacia usted o sólo
problemas práCticos de administración, particularmente la invitación a perjurar tengo acciones por mi frustración? No hay una razón evidente a priori en
por parte del reclamante. Sin embargo, no son sólo problemas prácticos los favor de una u otra respuesta. Parece más justo liberar a alguien de una
que hacen parecer injusto negar la recompensa al reclamante. ¿Debe decirse obligación de confianza hacia otro que se ha mostrado poco dispuesto a
que la oferta fue hecha al "público", del que el reclamante es un miembro? aceptar la misma obligación. Esta solución no fue aceptada por el derecho
Aunque ésta parece una solución artificial, remarca el hecho que la promesa hasta el siglo diecinueve. Hasta ese momento parecía que la víctima de un
difícilmente era privada, corno en el caso del voto. No es sorprendente que incumplimiento no quedaba liberada de su obligación recíproca, sino que
diferentes jurisdicciones hayan alcanzado conclusiones diversas. Ver Vitty v. tenía que contar con una demanda de perjuicios para ser reparada.
Eley, 51 App. Div. 44, 64 N.Y.S. 397 (1900); von Mehren, nota 4 supra. Discuto las condiciones más latamente en el capítulo 8 infra.
72 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION - - - - 73

La promesa de. B cumple tres funciones superpuestas: idea totalmente racional que está detrás de la doctrina de que el
1) Satisface la condición de la oferta de A.* oferente -el promitente condicional como lo llamo- es libre
2} Es una "aceptación" en el sentido general en que todas las para retractarse de su oferta en cualquier tiempo ·anterior a la
obligaciones fundadas en promesas son recíprocas de modo que aceptación, en cualquier momento previo a que se cumpla su
todas las promesas deben.ser aceptadas, aun las no condicionales. condición. ¿Por qué no debería serlo? Su promesa no ha sido
3) Aporta la consideration que el derecho anglo-americano aceptada y por ello no· puede obligarlo como una promesa
generalmente exige para hacer que una promesa sea jurídica- (aunque, como veremos, puede obligarlo en otras formas por
mente vinculante. otras razones).
De este simple concepto de oferta y aceptación se siguen Consideremos la fuerza de una promesa como si fuera una
muchas consecuencias cada vez más intrincadas. corriente eléctrica. Para que la misma fluya, el circuito debe
Cuando la promesa es condicional, como en mi ejemplo estar completo. Hay dos interruptores, el promitente y el desti-
esquemático, hasta que se cumple la condición, A no está natario de la promesa. Si el primero ha cerrado su interruptor,
vinculada en derecho por la . obligación de una promesa. Un se ha colocado en una situación de vulnerabilidad: el circuito
oferente puede retractarse en cualquier momento mientras su que lo pone bajo una obligación puede ser cerrado ·por un acto
oferta no haya sido aceptada. Imaginemos que B responde a la de aceptación del destinatario de la promesa. Pero si reabre su
oferta de A de la siguiente manera: acepto su promesa, pero no interruptor antes de la aceptación, ésta por sí misma es insufi-
·prometeré 'Y a usted. Esta aceptación desnuda (permítame lla- ciente para completar el circuito.
marla así) no tiene ningún efecto jurídico o moral. 11 Vincular a ¿Acaso no puede el promitente obligarse a sí mismo a
A en base a tal "aceptación", sin que se cumpla su condición, mantener su interruptor cerrado? Por supuesto, pero no por
es hacerlo a una obligación que él no ha asumido, y en conse- medio de la oferta-promesa solamente, puesto que ésta debe
cuencia implica violentar el principio de aumentar la libertad ser aceptada. Puede, sin embargo, hacer otra promesa, una
dando ejecutabilidad forzosa (enforcin[j) a las promesas. En diferente, subsidiaria, de mantener la principal abie'rta (o su
efecto, parece más preciso decir que B no ha aceptado la interruptor principal cerrado). Esto es lo que en derecho se
promesa de A del todo; ha aceptado una promesa que A pudo llama una opción o una oferta firme. Pero esta promesa subsi-
haber hecho, o que B hubiera querido que A hiciera, pero no la diaria debe ella misma ser aceptada. La equivocada asimilación
que A de hecho hizo. Expresemos esto diciendo que un promi- entre consideration y aceptación que hace el common law ha
tente debe poder controlar qué vale como una aceptación de su llevado a la infortunada doctrina de que no basta con la acepta-
promesa (en derecho existe el dicho de que el oferente es el ción sino que se requiere de consideration para hacer una
"maestro de la negociación [ba~ain]"). Pero si B no ha acepta- opción vinculante 13 (hay, por supuesto, opciones por las que,
do la promesa entonces A no está obligado por ella, y si no lo por sus propios términos, se debe pagar. Salvo que se pague
está entonces es libre, libre para retirar su oferta. 12 Esta es la por ellas, y hasta que se haga el pago, tales opciones no son
vinculantes y pueden ser retiradas. Una vez que se ha pagado
por ellas, ni aun el common law tiene problema en ejecutarlas
* Judith Thomson señala (en un manuscrito inédito) que para eliminar
forzosamente (enforcin[j) manteniendo abierta la oferta princi-
dificultades, la promesa-oferta condicional debiera construirse como una afir- pal).
mación: "Si los nombramientos están en orden, yo nombro a Jones". Si los ,, El análisis correcto de la opción gratuita sólo requiere la
nombramientos efectivamente están en orden, no necesito proceder a nom- simple aceptación de la opción (la única aceptación que ha
brar a Jones; ya lo he nombrado. De manera que también si usted acepta mi
oferta, yo he prometido eo ipso. pedido el promitente). Esta mantendrá viva la oferta principal
74 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 75

(aunque por sí misma no completa el circuito principal) por el comprarán por ese precio pero sólo si· se incluye un pollo, el
tiempo que la opción establezca, de modo que durante ese análisis del common law sostiene que:
período el promitente no puede retractarse de su promesa, no No se ha aceptado mi oferta.
puede reabrir su interruptor, y por lo tanto seguirá sujeto a que Me han hecho una contraoferta.
el destinatario complete el circuito en cualesquiera términos Esta contraoferta opera como un rechazo a mi oferta.
definidos por la promesa (como lo indiqué en el capítulo 3, los Puesto que ha rechazado la oferta, ésta se extinguió; ya no
inconvenientes de la regla del common law para. las opciones se la puede aceptar salvo que la renueve previamente.
son tan manifiestos que ha sido derogada por una gran varie- Puedo aceptar esa contraoferta, concluyendo el bargain
dad de leyes). en los términos propuestos por la otra parte.
Cuando el destinatario de la promesa especifica la acepta- Entonces, un rechazo del destinatario de la promesa re-
ción mediante una contrapromesa, ésta por sí misma cierra el abre el primer interruptor, de modo tal que su posterior acepta-
circuito de la obligación fundada en la promesa. ¿Significa esto ción no es efectiva para completar el circuito. 15
que las contrapromesas son una excepción a mi afirmación de ¿Pero por qué no exigir al oferente que retire su oferta
que una promesa debe ser aceptada para ser vinculante? No del explícitamente? ¿Por qué no permitir al destinatario que la acep-
todo. 14 La contrapromesa también debe ser aceptada para ser te hasta que haya sido retirada, aun después de haberla recha-
vinculante; pero la oferta-promesa incluye un compromiso de zado?
aceptar la contrapromesa de su destinatario, de modo que esa En principio no hay razones, nada derivado de los propios
contrapromesa acepta la oferta original y también gatilla la conceptos, sólo consideraciones de justicia y conveniencia. Re-
aceptación de la contrapromesa por parte del oferente. Sin cordemos la vulnerabilidad de mi situación después que he
duda, la aceptación debe ser un acto -aunque implícito o míni- hecho una promesa: por su sola aceptación se me puede impo-
mo- y lo es en este caso: un acto de compromiso de aceptar la ner una obligación. Estoy bajo su poder. Haber hablado en
aceptación que se dé. Esta condición la cumple el destinatario primer lugar en el proceso de negociación ( bargainin¡j) consti-
de la oferta y la aceptación deviene en incondicional. Tampoco tuye una cierta desventaja, aunque alguien debe ser el primero
puedo declinar aceptar su contrapromesa cuando me es comu- en hacerlo. El equilibrio de ventajas se restituye parcialmente al
nicada. En razón de mi promesa original, estoy obligado a exigir que se acepte mi oferta en sus términos exactos o que
aceptar su contrapromesa. ¿Qué es lo que me obliga? Mi prome- corra los riesgos de quedar sin un bargain y el otro tenga que
sa original, que deviene obligatoria por su aceptación. Sólo hacer una si quiere mantener la negociación (bargainin¡j). De
retirándola antes de ella, vuelvo a quedar libre para declinar lo contrario, para la otra parte sería muy fácil jugar conmigo:
aceptar su contrapromesa, su aceptación. podría intentar esto y lo otro, y si siente que estoy a punto de
perder mi paciencia y retirar mi oferta del todo, siempre podría
cerrar el trato dando finalmente la aceptación especificada al
inicio.*
RECHAZOS, CONTRAOFERTAS, CONTRATOS
A DISTANCIA, OFERTAS CRUZADAS
• Si la regla fuera la contraria, el promitente podria sin embargo conse-
La metáfora del circuito permite la aclaración de algunos enig- guir el mismo efecto de esta regla si condicionara explícitamente su oferta.
Tal como puedo condicionar la oferta de US$100 por la vaca a que se acepte
mas persistentes. Tomemos el caso de las contraofertas. Si pro- mañana al mediodía, igualmente el principio de libertad dicta que pueda
meto vender mi vaca por US$100 y me responden que la condicionar mi oferta de otras maneras, por ejemplo, puedo decir que cadu-
76 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA OFERTA Y ACEPTACION - - - - - 77

Del modo que hasta ahora hemos examinado la oferta y ¿cómo podemos llegar alguna vez a saber lo que otra persona
aceptación, hemos podido asumir la recepción de· la acepta- quiere decir, o que ha entendido lo que le queremos decir? No
ción especificada, porque hemos imaginado que el aceptante debemos esperar la solución a estos sofisticados problemas.
ha mirado al promitente a los ojos y le ha dicho "acepto". Cuando A contesta la pregunta de B en el mismo lenguaje y
¿Cómo sabemos aun en este caso que el promitente escuchó y bajo condiciones ordinarias y B parece entender, no nos pre-
entendió? ¿Existe algún tipo de contacto visual, un apretón de ocupamos de que B efectivamente haya entendido la respuesta
manos que de alguna manera confirme al aceptante que el de A, ni tampoco elaboramos dispositivos para asegurar que lo
promitente ha recibido la aceptación? ¿Efectivamente asumimos que parece una comunicación exitosa realmente lo sea.
la necesidad de esta confirmación de la aceptación? Y si tal Los problemas en el derecho no ocurren en las comunica-
confirmación del promitente de que ha recibido· la aceptación ciones directas, sino en aquellas que toman tiempo y usan
es necesaria para obligarlo, ¿no debiéramos exigir también medios de comunicación imperfectos~ Los problemas típicamen-
recibo de la confirmación por el destinatario de la promesa y te ocurren en~ontratos celebrados por correspondencia postal.
una confirmación de esto y así ad infinitum? Se podría decir La regla normal de derecho anglo-americano (conocida como la
que este .tipo de viaje al infinito no es necesario, puesto que del buzón) dispone que en tales casos el contrato se perfeccio-
hay un punto de detención natural justo después que el ofe- na cuando la aceptación es despachada, 16 no cuando se recibe,
rente confirma el recibo de la aceptación. En este punto el aunque el promitente puede establecer lo contrario.
promitente sabe que está obligado (su confirmación nos lo Se ha gastado mucha tinta para intentar derivar esta regla
dice) y el aceptante sabe que él (el aceptante) también lo está de los principios generales de oferta y aceptación. Christopher
(su aceptación nos lo dice). Pero en realidad el promitente Columbus Langdell pensó que la norma estaba errada en princi-
puede_ saber que está obligado antes de confirmar el recibo de pio.* 17
la aceptación; puede saber que quedará obligado apenas la _Para los propósitos de este ensayo, este famoso acertijo se
reciba, y el aceptante puede saber que él quedará obligado al resuelve fácilmente. Para que una promesa obligue debe ser
dar su aceptación. aceptada, y el modo como esta aceptación deba ser comunica-
Más allá de esto, el que cada uno pueda estar seguro de si
el otro quiso decir lo que pareció decir, o de si escuchó lo que
pareció escuchar, es un problema que ningún montón de con-
firmaciones y reconfirmaciones pueden resolver por completo. • La objeción de principio parece ser la siguiente: la distribución con-
Los filósofos reconocen esto como un aspecto de problemas tractual de los riesgos es voluntaria, pero salvo que la aceptación se haya
lingüísticos o de significado o de comprender otras mentes: · recibido no se ha completado un acuerdo entre las partes -incluido uno para
distribuir los riesgos- y por ello un oferente jamás debe quedar obligado
hasta que reciba la aceptación.
Aquí hay una falacia. Se asume que la distribución de riesgos del
promitente al recibo de la aceptación del destinatario de la promesa, debe ser
cará si la otra parte la rechaza o hace una contraoferta. Puesto que es probable objeto de un acuerdo concluido y separado. Es suficiente que el modo de
que el oferente frecuentemente quiera imponer tales condiciones, el derecho aceptación esté designado en la promesa original. Si tal promesa es aceptada
hace que la regla vaya en este sentido. Después de todo, un oferente siempre de la forma especificada, entonces tanto la sustancia de ella como la distribu-
puede especificar que los rechazos no producirán la caducidad de la oferta en ción de los riesgos son obligatorias. Por supuesto, el promitente/oferente
el extraño caso que éste fuera su deseo (el destinatario de la oferta también debe eventualmente darse cuenta de la aceptación si es que su promesa va a
puede especificar que su contraoferta es sólo tentativa y que mantiene mi tener algún sentido. Pero nada exige que él no quede obligado sin saberlo,
oferta bajo consideración. Esto la mantiene viva, pero debilita la fuerza negcr aunque puede no querer obligarse de esta manera, y puede limitar su oferta
dadora de la contraoferta). para no quedar obligado mientras no tenga noticia de la aceptación.
78 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 79

da al promitente, incluso la misma cuestión de si ésta debe ser 1) retiro de ofertas;


comunicada, es algo que el mismo puede especificar al hacer 2) retractaciones de aceptaciones que atajan las despacha-
su oferta-promesa. Lo que se necesita es que la aceptación sea das por correo con anterioridad; y
inequívoca e irrevocable, de lo contrario no cerrará el circuito. 3) aceptaciones que detienen rechazos despachados por
En las comunicaciones postales o telegráficas hay riesgos de correo con anterioridad.
que las aceptaciones sufran demoras o se extravíen. Las partes El derecho dispone que una oferta no es efectiva mientras
deben ser libres para distribuir estos albures, y una regla de no es efectivamente recibida, y que una aceptación es tal una
derecho en esta materia -en tanto que marca la aceptación vez que el destinatario de la promesa la pone irrevocablemente
mediante algún acto irrevocable- es satisfactoria en tanto ofrece fuera de sus manos camino al promitente. Sería extraño dispo-
sólo una distribución presunta de los riesgos, permitiendo a las ner que el retiro de la oferta fuera efectiva de una forma distinta
partes su redistribución del modo que deseen. que la misma oferta. Y una regla que pusiera al destinatario de
En el contexto de un sistema postal que en el siglo dieci- la promesa en la posición de pensar que ha celebrado un
nueve era extraordinariamente rápido y confiable, la regla del contrato en virtud de la regla del buzón pero que lo despojara
buzón tuvo la virtud de crear máxima certeza desde el comien- de dicho contrato porque .le ha sido despachado el retiro de la
zo. El destinatario de la promesa sabía que tenía un trato tan oferta, aunque no la ha recibido aún al tiempo de su aceptación,
pronto como hubiera despachado su aceptación, y podía proce- estaría diseñada casi perversamente para fomentar la confusión.
.der sobre esta base sin esperar una confirmación. Es verdad Igual pero menos obviamente· injusta sería una regla que
que el promitente tenía que considerar el riesgo de que pudiera permitiera al destinatario de la promesa atajar su aceptación
estar obligado por un contrato sin saberlo, pero ésta es una previamente despachada con el objeto de retirarla. La regla del
carga menor y controlable: el promitente inicia la transacción al buzón tiene la virtud de fijar -a pesar de accidentes raros pero
hacer la oferta, de modo que puede hacer averiguaciones si no inevitables- los derechos de las partes de la forma más determi-
recibe respuesta. 18 Y si no quiere asumir esta carga, puede nada posible en el momento más temprano que resulta razona-
invertir la presunción legal y exigir la recepción efectiva de la ble. Si un posterior retiro de la aceptación que la detenga
aceptación dentro de los términos de su oferta. La presunción tuviera efecto, sería posible la siguiente situación:
contraria -que el contrato sólo está completo cuando se recibe
la aceptación- dejaría al destinatario de la promesa en exacta- A ofrece vender maíz a B a US$5.000 la camionada, al
mente la misma incertidumbre sobre su situación como la regla precio de mercado corriente. B despacha su aceptación, siendo
del buzón deja al promitente. Y la fecha efectíva de la obliga- la demora normal del correo de tres días. B sabe que . si durante
ción se retrasaría por este paso adicional sin que hubiera ningu- estos tres días el precio del maíz baja, puede comunicar por
na ganancia en certeza (donde los buzones son poco confiables, telégrafo o teléfono el retiro de su aceptación; si el precio sube
de modo que la incertidumbre aparece mayor, puede ser mejor o se· mantiene, permitirá que ésta siga su curso.
la regla contraria. Tantos oferentes pudieran aprovechar su de-
recho a exigir la recepción de la aceptación, que el derecho En vez de establecer una regla que dé certeza y produzca
bien podría ahorrarles el problema). una justa distribución de los riesgos, estaríamos permitiendo
Cuando vemos la regla del buzón como una norma de que el destinatario de la promesa apostara a expensas del
conveniencia, que distribuye los riesgos en ausencia de una promitente.
distribución de las partes, aparecen los diversos refinamientos Ahora bien, por supuesto que si el oferente recibe primero
de esta regla. Los principales tienen que ver con: el rechazo posterior y éste.no contiene (como podría suceder)
80 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION _ _ __ 81

ninguna referencia a una aceptación previa, el oferente puede saben que el otro ha recibido su carta, de modo que las cir-
resultar seriamente perjudicado. Se le hace creer que su prome- cunstancias que harían nacer el contrato son desconocidas para
sa ha sido rechazada y que está libre. Tal vez vende sus bienes ambas partes. En el caso normal, si A es el oferente, aunque él
en otra parte. Después descubre que una aceptación efectiva le no sabe que B ha aceptado cuando B despacha su aceptación,
había sido despachada previamente. El oferente ha hecho una y aunque por esta razón A está obligado antes de saberlo, al
promesa, que sólo es obligatoria si es aceptada. Bueno, ¿el menos B está muy seguro de haber recibido la carta de A y de
destinatario de la promesa la ha aceptado o no? Este ha creado que él (B) ha despachado una respuesta, y por lo tanto B sabe
confusión sobre el particular, y claramente debe ser él, y no el que se han satisfecho todas las circunstancias para que ambos
promitente, quien soporte el peso de esta confusión, especial- queden obligados.
mente considerando que el promitente ha tenido pocas posibili- Es también cierto que en el caso de las ofertas cruzadas
dades de protegerse. Este puede ser más un principio de cada uno puede suponer el miércoles que ese mismo día el
responsabilidad extracontractual que de contratos, pero como otro probablemente está abriendo su carta de oferta, pero basar
veremos en el capítulo 5 respecto de otros accidentes contrac- un contrato en tales suposiciones mutuas complementarias cons-
tuales, ésta no es razón para permitir que una parte inocente tituye una proposiéión dudosa, puesto que cualquiera podría
sufra. 19 igualmente preguntarse acaso su carta se habrá atrasado, o si el
El rompecabezas final se genera por ofertas cruzadas. 20 El otro estará enfermo o de viaje y por lo tanto imposibilitado
lunes A manda a B una carta ofreciéndole 'x a cambio de 'y. El para leer su correspondencia. Y si una parte no ha recibido la
mismo día, B envía una carta a A, ofreciéndole 'y por 'x. carta del otro, sería injusto para ella cerrar el circuito contrac-
Ambas cartas llegan el miércoles. Es difícil decir que una u otra tual, puesto que todavía no sabe que lo que para él era una
misiva. acepta la oferta del otro, y a mí me parece más natural oferta ha sido "aceptado" por un hecho que ocurrió dos días
decir que no hay contrato, pero frases talismánicas .como "el antes de que ésta fuera recibida. Es cierto que tanto A como B,
encuentro de las mentes" y "consensus ad ídem" sugieren que al enviar sus ofertas, se mostraron dispuestos a asumir el riesgo
se ha celebrado uno. Tal vez las mentes se han encontrado (sea de resultar contractualmente obligados sin saberlo, de modo
lo que sea que esto signifique), pero no han salido de sus que tal vez se pueda decir que al disponer que queden obliga-
carrozas para estrecharse las manos. Racionalizo mi intuición de dos cuando cada uno ha recibido la carta del otro, no se los
esta manera: el lunes ciertamente no hay contrato, puesto que expone a más riesgo del que ellos estaban dispuestos a asumir.
alguien sólo puede aceptar una promesa que ha recibido. Todo Pero el perfeccionamiento del contrato sobre esta base requeri-
lo que las cartas de A y B del lunes demuestran es una volun- ría al menos la promulgación de una regla en tal sentido,
tad mutua por intercambiar 'x por 'y pero la aceptación de una puesto que el resultado carece de la naturalidad intuitiva del
promesa no es sólo un estado de ánimo, una disposición favo- caso ordinario de "oferta y aceptación". Y si se debe promulgar
rable, es un acto intencional que hace referencia implícita o una regla, ¿no debería proveer· expresamente que una de las
explícita a la promesa de otro. La regla del buzón s~lo se partes debiera tomar el paso adicional de aceptar la oferta de la
refiere a las aceptaciones -con seguridad no se aplica a cartas otra? ¿Y qué pasa si lo hacen ambas, creando aceptaciones
despachadas aun antes que la oferta haya sido recibida. Y lo cruzadas? No veo problema en reconocer un contrato en el
que no era ni pretendía ser una aceptación el lunes, no se caso de aceptaciones cruzadas, no veo un problema análogo al
puede convertir en una aceptación el miércoles. de las ofertas cruzadas.
Consideremos los inconvenientes de una regla que dispu- La cuestión es en gran medida teórica. Si hoy se presentara
siera que un contrato ha sido celebrado el miércoles. Ni A ni B un caso de ofertas cruzadas, supongo que A y B · tomarían

'f l
82 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ ----CONT ESTAND O UNA PROMESA. OFERTA y ACEPTACION - - - - 83

inmediata mente el teléfono para aclarar la confusión , lo que construir el edificio. El contratista general efectivam ente usa la
demostrar ía que efectivam ente vieron esto como una confusión oferta del subcontra tista en su propia propuesta y se adjudica el
· que debía ser aclarada. También se debe considera r que esta contrato ·de construcci ón, pero el subcontra tista rehúsa· hacer el
confusión difícilmente puede producirs e en comunica ciones di- trabajo eléctrico en el precio ofrecido, argument ando que pues-
rectas, porque más bien son el producto de las reglas conven- to que su oferta nunca fue aceptada, y que ·el contratista gene-
cionales que rigen los contratos celebrado s por correspon dencia. ral· nunca estuvo obligado para con él, éste es igualment e libre
Después de todo, si en una situación cara a cara ambas partes de cualquier obligación .
hablan al mismo tiempo y con las mismas palabras ~n un tipo En el caso I tal vez no hay contrato, pero, como veremos
de dueto involunta rio- es posible realizar, y se realizará, un en los capítulos siguientes, existen otras bases para hacer justi-
ajuste inmediato . Este ajuste es el que pido en el caso de una cia entre las partes: restitución y responsab ilidad extracontr ac-
negociaci ón (bargaini nfi) por correspon dencia. tual. 22 De modo que si la tarea fuera, p. e.,' la construcción- de
un cobertizo en terrenos de A y éste da a entender que se
retracta cuando el cobertizo está parcialme nte construido , el
ACTUA CION POR CONFIA NZA principio de restitución exige que A pague por lo que obtuvo.
EN UNA OFERTA Y si B no ha construido nada aún, pero ha incurrido en gastos
considera bles para reunir una cuadrilla y transporta r los mate-
El oferente es el maestro de la negociaci ón (bargain) ; puede riales, se puede usar el principio de responsab ilidad extracon-
condicion ar su promesa del modo que desee. Sin embargo, hay tractual para conseguir una indemniza ción. La fuerza intuitiva
del caso de restitución muestra que cuando se aplica el princi-
situacione s en que una persona a quien se hace una oferta
pio de restitución es particular mente poderoso. El caso de una
debe incurrir en molestias y gastos como resultado de haberla
solución de responsab ilidad extracontractual, por el contrario,
recibido, sin que al final sea posible satisfacer las condicion es
está abierto al debate. B resultó dañado, ¿pero acaso no asumió
para así obligar al promitent e.
En el pasado la respuesta a esta situación era que el él el riesgo? Más aún, a diferencia del caso de restitución, A no
obtiene nada de la pérdida de B. Por supuesto que si todo esto
destinatar io de la promesa actuaba por confianza bajo su ries-
fuera sólo un truco malicioso de A para hacer daño a B, no
go. Tomó el riesgo, apostó, y perdió, y no debería tratar de
imponer al promitent e una responsab ilidad que éste no eligió tendríamo s dificultad en exigir una compensa ción, pero cuando
A cancela el trato por alguna buena razón, debemos encontrar
asumir. 21 Se pensaba que esta dura respuesta era exigida por la
misma naturaleza del contrato, por el principio de libertad. algo en qué afirmamo s para decir que él estaba obligado a
Aquí hay dos casos paradigmá ticos: tomar en cuenta las pérdidas de B. Tampoco es éste como los
casos en que el derecho compensa las pérdidas causadas por
l. A promete pagar a B si B completa una tarea especifica -
una actuación por confianza en una promesa, puesto que A no
da (no se exige ni se desea una promesa de B). B empieza a hizo una promesa, al menos no una incondicio nal. Lo más que
trabajar en la tarea, pero cuando está a mitad de camino, A uno puede decir es que la conducta condicion al de A era que
cambia de opinión y se retracta de su oferta. él debió haber previsto que causaría un daño si era retirada, o
que su retiro era un proceder que él debió prever causaría un
II. Un subcontra tista ofrece hacer el trabajo eléctrico a un daño. Pero si seguimos esta línea, la demanda por compensa -
cierto precio al contratista general, quien responde que podría ción está sujeta a todas las calificantes usuales de la responsab i-
usar la oferta de aquél al calcular la propuesta global para lidad extracontr actual relativas a la razonabili dad: ¿tenía A un
84 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION - - - - 85

su
propósito que justificara totalmente el retiro de oferta? Y más de la promesa puede resistir frente a estos rivales, aunque
al punto: ¿fue B razonable al incurrir· en gastos, esperando que dejándoles espacio para conseguir la justicia sustantiva que
éstos le fueran compensados? Si desde el principio A hace saber corresponde a sus esferas de actuación particulares.
muy claramente a B que éste actúa a su. propio riesgo y peligro
y que A se siente libre para retractarse en cualquier momento
anterior a que se complete la obra, ¿no niega esto la razonabili-
dad de la actuación por confianza de B? Creería que sí, al
menos en ausencia de un engaño o mala fe por parte de A.
Este punto se ilustra muy bien con d ·caso en que se .
ofrece una recompensa a una clase· abierta de personas. 23 Quie-
nes no atrapan al delincuente o no encuentran el objeto perdi-
do a nada tienen derecho, sin importar cuánto hayan gastado
en la búsqueda. Ellos asumieron el riesgo.
El caso 11 presenta una situación diferente. Aquí hay oca-
sión para un daño grave y una frustración aguda, pero no
porque el contratista general haya actuado por confianza en
una promesa condicional e incompleta iniciada por el subcon-
tratista. En este tipo de casos el problema está más bien causa-
do por la perniciosa doctrina de la consíderatíon. Pues el
subcontratista ha formulado una promesa definitiva al contratis-
ta general, y éste la ha aceptado en el sentido que la ha
admitido, le. ha dado su asentimiento. Y por ello .en virtud del
principio de la promesa el subcontratista debiera estar obliga-
do. 24 Es cierto que el contratista general no ha aceptado la
promesa en el sentido técnico de dar al subcontratista algún
valor u obligándose a sí mismo a cambio, pero es la doctrina de
la consideration, y no el principio de la promesa, la que exige
este elemento adicional.
Esta discusión de la oferta y la aceptación completa la
presentación de los principales elementos de la obligación fun-
dada en una promesa y de los ingredientes paralelos en el
derecho de contratos. Lo que sigue es la consideración de la
respuesta a asuntos que funcionan mal en el régimen de pro-
mesas: presupuestos equivocados, desarrollos no esperados, in-
cumplimientos de una o ambas partes, la cuestión de las
promesas. injustas o forzadas. En estas preguntas el principio de
la promesa o no se aplica o debe competir con normas morales
contrapuestas. El desafío consiste en mostrar que el principio
LAGUNAS

La fuerza moral que está detrás del contrato como promesa es


la autonomía: las partes están obligadas por su contrato porque
así lo han .elegido. Cuando una o ambas han escogido por error
(se trata el engaño en el capítulo 6) esta racionalidad falla, pero
a pesar de ello hay algo que al menos parece como un acuer-
do, y en algún sentido lo es, aunque equivocado.
La teoría contractual clásica no ha tratado bien este proble-
ma. Tal vez demasiado ansiosa por preservar la integridad de
las promesas frente al abuso de principios impuestos a las
partes desde afuera, ha buscado aplicar también aquí el princi-
pio de la promesa, y el resultado frecuentemente y por intui-
ción ha carecido de plausibilidad y aun de coherencia. Esta
falla ha sido tomada como un signo de un defecto general en la
concepción del contrato como un ordenamiento autónomo. El
recurso a fundamentos de solución determinados colectivamen-
te -en particular a nociones de responsabilidad extracontrac-
tual- ha sido tomado por los críticos para mostrar que en cada
caso dichos fundamentos acechan detrás de la fachada de la
promesa. 1
En este capítulo considero por qué dicho error ha creado
esta dificultad y propongo una solución que deja intacta la
teoría del contrato como promesa.
88 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ 89

incendió una sala de música; el propietario pidió que se lo


ERRORI FRUSTRACION liberara de su obligación contractual con ejecutantes que se
E IMPOSIBILIDAD habían comprometido a usarla en un día determinado, sobre la
base de que hacer que la sala estuviera disponible era literalmen-
La doctrina tradicional distingue dos tipos de sorpresas: el error te imposible (si el contrato se refería a una sala de música en
y la frustración o imposibilidad. El primero se refiere a una falsa particular) o virtualmente. imposible (si el contrato se interpreta-
suposición sobre cómo. son las cosas al momento de contratar; ba como que exigía.al propietario reconstruir la incendiada).
la frustración y la imposibilidad se refieren a presunciones inco- Aunque en todos estos casos se libera de la obligación, la
rrectas sobre cómo serán las cosas más tarde, cuando llegue la confusión comienza al intentar clasificarlos o subclasificarlos.
hora de cumplir la prestación. 2 Estoy· de acuerdo con los críticos de la doctrina clásica como
La distinción se puede ilustrar con dos casos paralelos que Grant Gilmore,6 que no ve aquí más que un solo problema.
provienen de contratos para alquilar, por sumas sustanciales, Tanto en Grijfith como en Krell las partes no esperaban la
piezas con vista a la ruta de la procesión para la coronación del enfermedad del rey, y en este sentido en ambos casos estaban
rey Eduardo VII en 1902. Esta ceremonia fue postergada debido igualmente equivocadas. Taylor, en cambio, no puede ser tan
a una enfermedad repentina del rey. En Griffith v. Brymer 3 el fácilmente descrito como un caso de error: no es como si las
contrato se había perfeccionado después que ya había sido partes hubieran pensado equivocadamente que la sala era in-
tomada la decisión de cancelar la procesión para· la fecha pre- destructible (como sucedió con el Titanic); más bien no consi-
vista. La parte que esperaba ver el espectáculo fue liberada de deraron en absoluto esta cuestión.
su obligación de pagar la renta* en razón del error. En Krell v. No es la presencia de riesgo o incertidumbre lo que vicia
Henry, 4 el contrato se perfeccionó antes de que la procesión el acuerdo, puesto que los contratos generalmente son un ins-
fuera cancelada, y la liberación de su obligación que le fue trumento para distribuir riesgos. En un contrato de· suministro
concedida generalmente se explica en términos de la frustra- futuro, el vendedor toma sobre sí el riesgo de que los bienes
ción de su propósito esencial. suban de precio o que por alguna otra razón se haga más
El tipo de situación en que se exime a una parte de su gravoso cumplir, y el comprador asume riesgos recíprocos.
obligación en razón de sorpresas postcontractuales tiene más El lenguaje del error sugiere que la certeza es el paradig-
variables. Además de casos de frustración como Krell v. Henry, ma, pero en realidad los contratos son mayoritariamente un
donde es perfectamente posible cumplir el trato aunque no tenga intento deliberado de tratar con la incertidumbre. Las partes
sentido hacerlo, hay casos que caen bajo la rúbrica de imposibi- pudieron haber distribuido los riesgos de la enfermedad del rey
lidad o impracticabilidad. El modelo es Taylor v. Caldwe/1:5 se o del incendio, pero no lo hicieron, y también pueden distribuir
riesgos de circunstancias existentes como futuras.
Un cateador que compra una pertenencia minera está to-
* Granted reliefen el original. Según el Black's Law Dictionary (p. 671), mando el riesgo de la presencia de minerales. En el celebrado
relief significa: "Liberación de lo incorrecto o de la injusticia .. En este sentido caso de Wood v. Boynton 7 la corte confirmó la venta por un
es usado como una designación general de la asistencia, reparación o benefi- dólar de una piedra no identificada, que resultó ser un diaman-
cio que un ·reclamante pide a un tribunal, especialmente en equidad. En
consecuencia, se puede usar para remedios tales como el cumplimiento en te en bruto, puesto que de hecho consistía en una apuesta del
especie, una orden de abstenerse de algún acto (injunction) o la reforma o comprador y del vendedor sobre el valor de la misma; mientras
rescisión de un contrato". Hemos querido respetar la generalidad de esta que en Sberwood v. Walke-r8 la corte consideró que ni el vende-
expresión traduciéndola como liberación, aunque en este caso también se
podría haber traducido como nulidad o rescisión (N. del T.). dor había transferido ni el comprador pagado por la posibilidad
90 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ __________ LAGUNAS~---------~
91

de que una vaca aparentemente estéril estuviera de hecho pre- puede ejecutar forzadamente la voluntad de las partes puesto
ñada. que no hay voluntades concordantes. Por lo tanto, el juicio
Que la presencia de riesgo, común en estos casos, no es la debe fundarse en principios externos a la voluntad de éstas.
causa de las dificultades, aun se ilustra con otro celebrado caso, No es sorprendente que el derecho de contratos clásico se
Raffles v. Wichelhaus,9 en que un comprador rehusó aceptar un haya sentido incóm9do con estos casos. Ellos hacen potencial-
cargamento de algodón que llegó a Liverpool desde Bombay en mente aplicable a cada ·contrato principios de obligación no
el barco Peerless, tal como él lo había contratado, puesto que el voluntarios. Partes frustradas tendrían un gran estímulo para
Peerless que él había tenido en mente había zarpado en octu- describir las circunstancias de manera que escapen a los térmi-
bre, mientras que éste del vendedor lo había hecho en diciem- nos explícitos de sus contratos. Siempre es posible invocar
bre.* Hablar en este caso de problemas de riesgo, distribuidos o cuestiones que no eran genuinamente objeto del acuerdo, de
no distribuidos, parece bastante forzado. Derechamente, el pun- modo que el tribunal no puede evitar la pregunta de cuán
to es que las dos partes, aunque pareció que llegaron a .un cruciales son estos asuntos no considerados: ¿qué pasaría si
acuerdo, en realidad no acordaron nada. Y es esto -no el error hubiera llovido de manera que la procesión de la coronación
ni el riesgo- lo que está en el corazón de todos estos casos es hubiera pasado más rápido y la vista desde las ventanas hubie-
sólo que no hay acuerdo sobre algo que es o llega a ser un ra sido parcialmente obstaculizada por los paraguas de los
aspecto importante de lo convenido. 10 En Raffles existía com- espectadores? ¿o qué pasaría si sólo hubiera habido un barco
promiso para comprar algodón de India embarcado en un bar- Peerless pero las partes hubieran deletreado el nombre incorrec-
co llamado Peerless. Pero resultó que no había acuerdo alguno tamente?
respecto de la importante cuestión de cuál barco Peerless. De De cara a tales presiones, el derecho de contratos clásico
igual modo, en los casos de la coronación y en Taylor existía buscó refugio en varios recursos doctrinales, que hacían pare-
convenio sobre algunas cosas, pero ninguno sobre los riesgos cer como si después de todo estos casos estuvieran determina-
(la enfermedad del rey, el incendio) que debieron haber sido dos por la voluntad de las partes y nada más que por ella. Uno
cubiertos y que resultaron ser cruciales. De modo que aparece de estos recursos es la referencia a la intención presunta. u Es
el riesgo, pero sólo como un elemento sobre el cual las partes un axioma en filosofía del lenguaje que al interpretar las pala-
pudieron haber acordado pero que desafortunadamente no fue bras de una persona no estamos adivinando el contenido se-
así. En todos estos casos, el tribunal es forzado a resolver las creto, pero determinado, de una lista de significados en la
dificultades que resultan cuando las partes piensan que han cabeza del hablante. 12 Más bien nuestras preocupaciones son
llegado a un convenio pero realmente no lo han hecho. La particulares, se tornan concretas, invocan significados (de modo
única base sobre la cual estos casos no pueden resolverse es la que cuando una persona se refiere a todos los números pares
del acuerdo, esto es, la del contrato como promesa. La corte no entre el 10 y el 1.000, quiere referirse también al 946, aunque
éste no haya figurado explícitamente en su cabeza). Pero en
algún punto se hace necesario decir que no es esto lo que el
* Desde que el contrato se había perfeccionado, la Unión había captura-
hablante quiso decir, sino que esto es lo que pudo haber
do el importante puerto algodonero de New Orleans, que previamente había querido decir si hubiera pensado en ello. De igual manera, en
bloqueado, y el precio del algodón estaba cayendo vertiginosamente (este el derecho de contratos hay un límite vagamente marcado
punto es destacado por Gilmore, supra nota 1, p. 37 n. 87). La corte trató a entre interpretar lo que fue acordado e interpolar términos que
los contratos de algodón de los dos barcos como si fueran contratos tan
diferentes como aquellos celebrados para lanzar al estrellato a dos actores las partes con toda probabilidad habrían convenido, pero no
que por coincidencia tienen el mismo nombre. lo hicieron.
92 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ __________ LAGUNAS---------~--
93

Mientras más lejos están los tribunales del límite entre con un Guamerius que vale al menos veinte veces el precio
interpretación e interpolación, más lo están del fundamento pagado. Al recibir con posterioridad prueba concluyente de que
moral del principio de la promesa y es más palpable que están está equivocado, el comprador pide la nulidad de su bargain. 16
imponiendo un acuerdo. Que éste es un término que las partes
pudieran haber convenido, es sólo una de las razones que los II. Un empleado, temiendo una recesión en su campo
tribunales pueden tener para imponerles términos que ellas no laboral, conviene con un empleador un contrato de trabajo por
han efectivamente acordado. Esta decisión es de los tribunales, dos años, a un salario algo más bajo que el que le sería pagado
no de las partes, como se demuestra por el hecho de que hay en uno sujeto a desahucio. Seis meses después, el negocio del
algunos términos que los mismos no impondrían, aunque cre- empleador sufre una baja en las órdenes, y éste busca desha-
yeran que las partes los podrían haber acordado si hubieran cerse del empleado fundado en que no esperaba que las cosas
pensado en ellos, p. e., los tribunales podrían insistir que los sucedieran de este modo y que en consecuencia debe ser
términos que imponen son justos, que toman en cuenta los liberado de sus obligaciones.
intereses de ambas partes, aun cuando tal vez las mismas partes
habrían :Sido menos quisquillosas. En consecuencia, mientras No debería sorprendemos que los tribunales no hayan
más nos alejamos de la intención realmente manifestada, el tomado en consideración el reclamo de error en el primer caso
criterio de la intención presunta tiende a fundirse en otros o el de frustración o impracticabilidad en el segundo. Pero si
·criterios sustantivos usados para resolver los problemas causa- nosotros creemos al comprador y al empleador, ellos, al igual
dos por una laguna en el acuerdo. 13 que el vendedor de la vaca supuestamente estéril en Sherwood
Otra de las evasivas del derecho clásico para usar princi- o el espectador esperanzado en Krell, han sido cargados con
pios no contractuales para resolver lagunas en los acuerdos, es riesgos que no acordaron asumir. Puede que merezcan lo que
el recurso a los así llamados criterios objetivos de interpreta- obtienen, pero no porque sea un riesgo que han elegido correr.
ción.14 De cara a un reclamo de intenciones divergentes, el Para evadir el hecho de que este merecimiento no está basado
tribunal imagina que se respeta la voluntad de las partes al en el consentimiento, los tribunales han propuesto un análisis
preguntar lo que alguna otra persona, digamos un ser corriente, de que a) hay un acuerdo sobre algo (la venta de este violín,
habría querido decir con las palabras del acuerdo. Esta puede estas condiciones de trabajo), y b) no siendo compartidas las
ser una solución razonable en algunas situaciones, pero - es suposiciones erróneas posteriores, que son sólo unilaterales,
evidente que comporta la imposición a las partes de un criterio éstas no vician la fuerza del acuerdo. Así como lo demuestran
externo. Tanto lo razonaóte de este enfoque como sus orígenes casos como Sherwood y Griffith, el hecho de que haya existido
en criterios de justicia no contractuales, aparecen muy claros en un acuerdo es algo que difícilmente permite zanjar la cuestión.*
casos de lo que se llama error unilateral. 15 En tales casos sólo
una de las partes se sorprende por lo que sucede o lo que se
revela haber sido siempre así. * Todos los tipos de lógica destacada son hechos picadillo cuando se
aplican a la cuestión de si el acuerdo recayó en la sustancia o en una mera
cualidad, en la cosa misma o en un accidente. Ver Francis de Zulueta, 1be
I. Un vendedor, comerciante de instrumentos musicales Roman Law of Sale: lntroduction and Select Texts 28-30 (Oxford, 1945). Así
antiguos, sin hacer presente cuestión alguna, vende a un compra- por ejemplo, en Wood se falló que el acuerdo se refería a la cosa misma -esta .
dor un violín de principios del siglo diecinueve, agradable pero piedra- mientras que en Shenvood se concluyó que una vaca estéril y una
preñada son cosas en algún sentido esencialmente diferentes. Por supuesto
no extraordinario, por ochocientos dólares, el precio habitual. Sin
que esto no tiene sentido. Alguna medida de falta de consenso es inevitable,
embargo, el comprador cree firmemente que se ha encontrado y cuánto es necesario para viciar el trato, es una cuestión de grado.
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __
_ __________ LAGUNAS----------~ 95
94 _ _ _ _ _ _ _ _

Tampoco es desprecia ble la zona de desacuerd o en ambos vano intento de explicar estos casos por el princ1p10 de la
casos hipotético s. El derecho enfatiza el punto de que la supo- promesa, sólo juega a favor de quienes ven a los principios no
sición errónea no es compartid a, pero difícilmente crea un compromi sorios de la justicia trabajando en todo el derecho de
consenso ahí donde, en razón de supuestos divergente s sobre contratos.*
una materia crucial, nada existe. En estos casos de error unilate- El derecho es más fácilmente impulsado a intervenir 1) don-
ral el contrato se ejecuta forzosame nte (is enforced) a pesar de de ambas partes incurriero n en los mismos errores o en errores
la falta de acuerdo y, por lo tanto, sobre otros principios que compleme ntarios (esto es, casos de error mutuo como en
los de la promesa. El principio más probable reconoce que en Raffies), o 2) donde existen riesgos que ninguna de las partes
cada caso una parte es obligada a soportar una pérdida que no consideró . Es necesaria alguna determina ción. Los casos de
asumió a sabiendas , pero que la otra supuso que el riesgo de liberación por error mutuo parecen presentar un desafío más
esta pérdida ha sido asignado entre ellos, y que entre dos serio a la concepció n del contrato como promesa, puesto que
partes la que actuó razonable mente y del modo corriente no la ley impone una solución (usualmen te nada más que desha-
debería ver frustradas sus expectativ as. No debe ser frustrado cer la transacció n} que no se basa en la voluntad de ninguna de
porque 1) si la pérdida es inevitable y. ambas partes son inocen- las partes. En los casos de error unilateral la voluntad de al
tes, el hombre negligente no debe estar habilitado para arrojar menos .una de ellas es ejecutada, de modo que no tenemos un
esa privación al prudente, y 2) las probabilid ades de que las ejemplo tan bruto de imposició n ab extra. Igualment e, en aque-
reservas que manifiesta el comprado r o el empleado r hayan llas situacione s de imposibili dad y frustración en que se exime
sido pensadas con posteriori dad son demasiad o altas para ga- del cumplimie nto, tenemos la m~sma apariencia de imposició n
rantizar una investigac ión jurídica sistemática.17 de un resultado que no ha sidd previamen te establecid o por
La primera de estas razones puede estar referida a consi- ninguna de las partes. Estos casos, sin embargo, también son
deracione s de justicia o de estímulo del debido cuidado. La compatibl es con la concepció n de que la obligación mutuamen -
segunda no concierne a estas últimas solucione s de equidad, te autoimpue sta fundada en una promesa (la voluntad de las
sino a problema s de administración. Ambas considera ciones partes), es la verdadera vida del contrato. Puesto que uno
descansan sobre fundamen tos distintos del principio de la pro- podria preguntar qué significa dar efecto a "la voluntad de las
mesa. Esto se demuestra con variacione s de casos de error partes" en un caso en que éstas no tuvieron una voluntad
unilateral, en que la parte que no estaba errada sabía de la convergen te en relación con el asunto entre manos.
equivocac ión de la otra (p. e., el vendedor sabíá que el com-
prador pensaba que estaba adquirien do un Guarneriu s), o in-
cluso casos en que él tenía una razón para saber, o situacione s
18

donde -como algunos casos lo han sugerido- aunque no lo


sabía, la pérdida sufrida por la parte equivocad a hubiera sido • Los contratos celebrados por personas incompeten tes proveen otro
ejemplo del mismo tipo de problemas. Parece correcto decir, como se dijo en
muy grande y la no equivocad a no hubiera perdido ninguna los casos antiguos, que no se debe considerar que una persona insana haya
oportunid ad justa si el trato se hubiera deshecho. 9 Los tribuna-
1
expresado su voluntad de un modo jurídicamente vinculante. Pero de esto no
les no atienden tales considera ciones para ejecutar forzosame n- se sigue que en consecuencia alguien que inocenteme nte trató con una
te (to en/orce) lo que las partes han acordado, puesto que ellas persona semejante y que no puede ser restablecida a su situación original
deba soportar la carga de esa incapacidad, permanecie ndo impaga, por ejem-
no alcanzaro n acuerdo alguno sobre las premisas. Como no plo, de los bienes que la persona insana compró y no puede devolver. Ver
pueden llegar a un acuerdo, el tribunal sólo puede echar mano generalmente Richard Danzig, Tbe Capability Problem in Contract Law (Mi-
a criterios externos de justicia para alcanzar una solución. El neola, N.Y., 1978).
96 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - L A G U N A S - - - - - - - - - - - 97

definitivament e más blando que lo que cada uno de nosotros


DEJANDO LAS PERDIDAS considera razonable y probable" o "excepto que no haya proce-
EN EL LUGAR QUE SE PRODUCEN sión que ver"? Pero si éste es el punto, ¿por qué no alegar lo
contrario: que debe liberarse de la obligación, puesto que el
Una respuesta de la teoría clásica ha sido negar todo título para contrato no dice "construir una casa, cualesquiera sean las con-
liberar de la obligación en tales casos, insistiendo en cambio en diciones del terreno" o "tomar en arrendamiento las habitacio-
una interpretación "estricta" y "literal" del contrato, pase lo que nes en ·la fecha actualmente prevista para la coronación, sea o
pase. Gilmore propone Stees v. Leonard como un ejemplo de no posteriormente cancelada dicha coronación"? Es cierto que
esta actitud draconiana. 20 las palabras usadas admiten ambas interpretacione s, ¿pero qué
Un constructor, encontrándose inesperadamen te con un hace que la interpretación "más dura" sea la más preferible de
terreno pantanoso, casi completa una estructura prometida, pero las dos posibilidades? Sospecho por un prejuicio extendido que
ésta se derrumba. La reconstruye. Vuelve a derrumbarse. Final- la interpretación más dura es también la más simple, la menos
mente se rinde. Williston y otros autores de línea dura conside- calificada, la más natural, mientras que aquella que permite una
ran que el constructor no está excusado de cumplir su prestación excusa exige que el tribunal agregue lenguaje, que imponga
prometida21 (en el caso real, el propietario demandó principal- algo sobre la voluntad de las partes. Pero es precisamente el
mente la devolución de los pagos por avance de la obra). punto que en relación con las materias en cuestión las partes no
·Puesto que el vínculo del contratista lo obliga a construir, él tuvieron voluntad alguna, de modo que cualquier solución del
debe construir, construir y volver a construir. Este resultado problema necesariament e la impone el tribunal. En resumen,
duro y tonto es un ejemplo capital para los críticos del lugar a aquí simplemente ha habido un accidente, y cualquier solución
donde precisamente nos lleva la teoría liberal o voluntarista de del accidente es un tipo de juicio, un tipo de intervención. 22
la promesa. Tales rigurosos resultados son inaceptables, pero la Sospecho que la visión estricta o literal se relaciona con la
teoría del contrato como promesa no los exige. En efecto, creencia de que las pérdidas accidentales generalmente deben
ningún supuesto coherente puede exigir semejante conclusión. ser dejadas donde cayeron. El dominio usual para dejar las
Mediante la demostración de la incoherencia de esta visión pérdidas donde se producen es el derecho de la responsabili-
llamada estricta, demuestro que ni siquiera una teoría severa dad extracontractual, y existen comentaristas que han destacado
implica tal visión. que la actitud que favorece la visión estricta en los contratos se
La visión estricta o literal siempre ejecuta forzadamente muestra también como una aversión a transferir las pérdidas en
(en/orces) o ratifica alguna distribución del riesgo. En Stees v. el derecho de la responsabilida d extracontractual. Como lo se-
Leonard el tribunal asignó al constructor el riesgo de derrumbe. ñala Gilmore,. para esta visión idealmente nadie sería nunca
Si no se libera de sus obligaciones a los arrendatarios de habita- responsable por nada.23
ciones a lo largo de la ruta de la procesión de la coronación ¿Pero qué significa decir incluso en el derecho de la res-
cancelada, el riesgo de la cancelación es por consecuencia ponsabilidad extracontractua l que las pérdidas se quedan don-
impuesto sobre ellos y. no sobre los arrendadores de dichas de se producen? Es irñportante clarificar esto, puesto que afirmo
habitaciones. Ahora bien, ¿por qué es esta asignación de los que el error y la imposibilidad son también especies de acci-
riesgos más· "estricta" que su contraria? ¿Lo es realmente porque dentes, accidentes contractuales.
el contrato dice "construir una casa" o "tomar en arriendo una La idea intuitiva es que la carga de un accidente debe
habitación en ... "? ¿Lo es porque liberar al constructor o al arren- permanecer en quienquiera haya resultado dañado. Ahora bien,
datario implica una cláusula del tipo "salvo que el terreno sea la parte perjudicada puede decidir tomar el asunto en sus pro-
98 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ -----------LAGUNAS----------~ 99

pías manos y transferir la pérdida a otra persona (el autor del cuándo las cosas están realmente iguales. Una actitud relaciona-
daño o un tercero) de modo que posteriormente las pérdidas da con la anterior ve en la transferencia de las pérdidas una
permanezcan allí. Si un ladrón roba, salvo que el derecho amenaza a la autonomía individual, puesto que al forzar a otros
ayude a la víctima o ésta se ayude a sí misma, las pérdidas a compartir éstas se amenaza correspondientemente la posibili-
serán de ella. Si un asaltante lo golpea a usted en la nariz, las dad de gozar de las ganancias por los talentos, esfuerzos y
pérdidas, en ausencia de una reparación, permanecen en usted. logros individuales. Pero también ésta es sólo una vaga actitud
En consecuencia, dejar los perjuicios donde se producen no mientras no tome cuerpo en un supuesto de la responsabilidad
describe orden alguno, puesto que nada nos dice intrínseca- y los derechos, una teoría que identifique cuándo un individuo
mente dónde terminar esta imposición no jurídica de las cargas. particular es responsable por la buena o mala fortuna propia o
Después de todo, ¿por qué debe parar después del primer de otro, y cuándo un acto es un ejercicio de los derechos
eslabón en la cadena de eventos? ¿Por qué no puede la víctima, propios o una violación de los ajenos.
al término del primer eslabón, pasarlo a otra persona y después Finalmente, la confusa actitud del darwinismo social, que
a otra? Este punto es vital en el dominio de los contratos. alguna vez gozó de cierto favor,* puede sugerir que al rehusar
Porque si verdaderamente las pérdidas debieran dejarse donde transferir las pérdidas se estaría permitiendo que el más fuerte
se producen, .~ntonces ningún contrato habría sido jamás ejecu- triunfara sobre el menos apto y se mejorara la raza, o lo que
tado forzosamente (enforced). Si alguien terminó perdiendo por- sea que haya que mejorar. 24 Considerando que esta última
que confió en la promesa de otro, ¡pobre tonto! El derecho de postura haría que todo el derecho y toda la moral fueran
contratos hace cumplir forzadamente las promesas, y no permi- indiferentes, no necesitamos considerarla más a fondo.
te que una parte frustrada soporte su frustración simplemente Este mismo grupo de confusas actitudes acecha detrás de
porque le ha caído encima, más que lo que el derecho de la la noción de que si un acuerdo se expresa en palabras genera-
responsabilidad extracontractual permite que la víctima de un les, y si las mismas parecen cubrir un caso sorpresivo específi-
asalto o de un acto temerario soporte los costos que otro le co, entonces la carga de la sorpresa debe quedar ahí donde
ocasionó. Por otra parte, se permite que algunas pérdidas que- caiga como resultado de tomar esas palabras de modo que
den donde se han producido: si me tropiezo y caigo mientras cubran ese caso específico, aun cuando ninguna parte lo haya
camino por la playa, o si mi negocio es arruinado por un querido así. Considerando que esta noción no tiene ningún
competidor más eficiente, o si hago una desafortunada especu- atractivo, es más bien la declaración confusa y aproximada de
lación en los mercados cambiados. Las razones por las que otra concepción más coherente -una que, sin embargo, fre-
algunas pérdidas son transferidas y otras no, son tan variadas cuentemente acarreará resultados muy diferentes. Ahora bien, -
como el derecho mismo, pero debe haber razones. Dejarlas ¿porqué debemos tomar esas palabras como si incluyeran el
donde caen no es un argumento, una razón; en el mejor de los resultado específico no deseado y sorpresivo? Las palabras ge-
casos, reformula una posible conclusión de un argumento. nerales usualmente pueden implicar este resultado concreto.
Hay muchas actitudes generales detrás de la inclinación a Pero en la instancia de este contrato y estas partes, por hipótesis
dejar las pérdidas ahí donde se producen. Una de éstas no
resiste la intervención que implica transferir las pérdidas, pero
ésta es sólo una actitud, no una teoría, puesto que hemos visto
que no se puede adherir sistemáticamente a ella. A lo más * Holmes, a quien Gilmore asocia con la predilección por dejar que las
pérdidas queden ahí donde se producen, estaba bastante indinado hacía esta
expresa una preferencia por la no intervención estando las actitud. Ver Gilmore, supra nota 1, pp. 14-17; Mark Howe, justice Oliver
demás cosas iguales, pero entonces necesitamos una teoría de Wendell Holmes 11, 44-49 (Cambridge, 1963).
100 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ __________ LAGUNAS----------~ 101

ninguna de ellas quiso o previó que estas palabras generales juicio, declarando que la misma está o permitida o prohibida o
debieran cubrir aquel caso específico. Tal vez no se debe per- exigida. El juicio de "non-liquet" está excluido en principio. 25
mitir a una promitente que alegue no haber querido significar Ronald Dwotkin ha demostrado cómo este axioma de ple-
con un término lo que éste generalmente significa. Pero si no nitud es una molestia para un tipo particular de teoría jurídica,
se permite que se excuse mostrando esta intención privada el positivismo jurídico, y más particularmente aquella clase del
especialmente no es porque dudemos de que a veces la gente mismo dada a conocer por John Austin bajo el título de teoría
verdaderamente tenga tales intenciones especiales. Más bien "imperativa" (o voluntarista), 26 que conceptualiza todo el dere-
podemos prohibir semejante alegato como un asunto de justicia cho como la "voluntad" o el "mandato" de un soberano.
hacia la otra parte o como una cuestión de conveniencia prácti- En todo caso genuinamente novedoso y sobre el cual
ca. Más bien sospechamos que 1) la reclamante quiso significar nadie ha opinado anteriormente, esta teoría imperativa del
lo que usualmente significa, hizo sus apuestas, y ahora está derecho enfrenta un dilema. Dworkin da este ejemplo: la legis-
tratando de salirse de lo que se ha convertido en un mal trato; latura ha dicho que los contratos sacrílegos son inválidos. ¿Es
o 2) que aunque no quiso significar eso, su contraparte sí, y legítimo un contrato firmado en domingo? La legislación calla
asumió razonablemente que ella quiso significarlo, de modo sobre este punto. Juntando este axioma positivista de que el
que sería injusto frustrar ahora las expectativas de la contraparte derecho es lo que el soberano (la legislatura) dice que es y el
invocando alguna intención sorpresiva, no esperada y secreta. axioma de plenitud, parece que dado que la legislatura no ha
Pero esto no es dar la espalda y dejar las pérdidas ahí donde creado un derecho a ejecutar forzadamente (to en/orce) este
caen. Son fundamentos perfectamente razonables y prácticos contrato, no existe tal derecho. Pero si tampoco ha dicho que
para administrar un sistema que en general busca hacer efectiva el contrato sea inválido, entonces hay un derecho a ejecutarlo
la verdadera intención de las partes. Cuando realmente pode- forzadamente (to bave it enforced). Una salida positivista para
mos estar seguros de que ninguna de ellas pretendió cubrir este salvar la teoría voluntarista del derecho de esta contradicción
caso particular, y podemos alcanzar esta conclusión sin temer propone que el juez es una especie de soberano subsidiario
una expansiva desintegración de la confianza en las obligacio- que dicta mandatos y de ese modo crea derechos jurídicos en
nes contractuales en general, no queda razón para ejecutar las lagunas dejadas por los dictámenes del soberano principal.
forzadamente este contrato. Pero esto no funciona; ni los abogados ni los litigantes supo-
nen que en los casos "difíciles" o controvertidos no tengan
derechos hasta que el juez anuncie su decisión. Más bien
alegan ante el juez para que éste les reconozca un derecho
PARALELO CON LA TEORIA GENERAL
que sostienen poseer. Apelan a principios que consideran vin-
DEL DERECHO: UNA EXCURSION
culantes para el juez, y no esperan de éste un acto de legisla-
ción o de voluntad, sino de razón, un argumento y conclusión
Una posible fuente de donde emana la v1s1on "estricta" del basados en principios de derecho. Pero si esto es correcto,
error y de la imposibilidad es a partir de una analogía (equivo- entonces lo que el derecho sea no depende de la identifica-
cada) con la proposición de que no hay lagunas en el derecho. ción de un acto previo de voluntad de algún legislador, sino
Esta proposición, que es parte de la mayoría de las concepcio- de la razonada elaboración de principios -incluidos los mora-
nes de un sistema jurídico maduro, sostiene que el sistema les- que ahora son considerados tan parte del derecho como
jurídico cubre toda cuestión que se pueda promover en su las leyes del congreso. Y por supuesto que esta compenetra-
seno. No hay acción sobre la cual el derecho no pueda emitir ción íntima del derecho y la moral es precisamente lo que
102 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ __________ LAGUNAS----------~ 103

Dworkin postula y que la teoría del derecho positivista busca que un contrato tenga una respuesta determinad a a todas las
negar. 27 disputas que puedan surgir en relación con la materia objeto
Existen importantes puntos de contacto (más allá del nom- del mismo. Aunque es fatal para una teoría del derecho que el
bre) entre la teoría imperativa del derecho y la voluntarista de derecho tenga lagunas -y por ello la teoría imperativa del
los contratos. Los mismos teóricos del derecho que propusieron derecho es refutada-, no es fatal para una teoría voluntarista de
la teoría voluntarista del derecho como una forma de hacer al los contratos que los acuerdos contractuale s tengan lagunas.
derecho determinad o y distinto de las controvertid as cuestiones Después de todo, el mismo derecho impone responsabil idad
de la moral fueron atraídos por la teoría voluntarista de los contractual sobre la base de un conjunto de juicios morales,
contratos como una manera de hacer que los derechos y debe- políticos y sociales. Los límites de esa responsabil idad deben
res de las personas sean lo más posible una función de su depender de juicios; lo que está al otro lado (el lado no con-
propia voluntad y no de criterios de justicia externos a ella. Las tractual) de esos límites también está bajo el control de aquellos
dos teorías también han compartido algunas de las críticas. juicios que hacen al derecho. De modo que las lagunas en un
Como la voluntarista fracasa como teoría general del derecho, contrato no constituyen ningún problema teórico. Las mismas
estos críticos suponen que también debe fallar como supuesto son un problema cuando no sabemos cómo llenarlas, pero
teórico del derecho de contratos: si el derecho no es sólo la sabemos perfectamen te bien cómo hacerlo en un contrato. Cuan-
voluntad del soberano, sino que es en parte un fenómeno do las relaciones entre las personas no están cubiertas por el
moral, tampoco puede estar basado en la voluntad de las par- ropaje del contrato, no están por ello desnudas, tienen lugar
tes. En consecuenc ia, se piensa que la teoría voluntarista del bajo el manto general del derecho. De hecho, la misma ausen-
contrato es refutada por analogía. Quienes buscan impugnarla cia de lagunas en el derecho hace que sea fácil admitir que
enarbolan el error y la imposibilida d de la misma manera que puedan existir en los contratos. Puesto que cuando las relacio-
quienes buscan refutar la teoría imperativa del derecho desta- nes entre partes no están regidas por las promesas que ellas
can los casos novedosos o "difíciles". Y quienes defenderían la hayan celebrado, lo están por los principios generales y resi-
teoría voluntarista tanto en los contratos como en la teoría duales del derecho.
general del derecho, están tentados de hacer la misma dudos~
movida en ambas instancias: se esconden en el inexistente
refugio de las palabras generales y la interpretaci ón estricta. En LLENANDO LAS LAGUNAS
ambos casos, intentan demostrar que de alguna manera lo que
la legislatura ha dicho, o lo que proveen las palabras del con- Sería irracional ignorar las lagunas en los contratos y negarse a
trato, en sí mismos permiten una determinaci ón de los princi- llenarlas; no reconocer los accidentes contractuale s y negarse a
pios aplicables al caso complicado . Pero espero haber dicho hacer ajustes cuando ocurren. Las lagunas no pueden llenarse
suficiente para mostrar que este camino sólo lleva a la paradoja. ni los ajustes pueden ser gobernados por el principio de la
Aunque lo complicado del caso no contemplad o es fatal promesa. Ya hemos encontrado los dos principios residuales de
para la teoría imperativa del derecho, no lo es en ningún la obligación civil que compiten por asumirla cuando la prome-
sentido para una voluntarista de los contratos propiament e con- sa capitula: el de la responsabil idad eXtracontractual de com-
cebida, puesto que en la doctrina de estos no existe equivalente pensar el daño causado, y el de restituir los beneficios conferidos.
para el axioma de que el derecho no tiene lagunas. El derecho Cada uno de éstos tiene cierta aplicación, pero sólo limitada o
debe tener una respuesta para todas las disputas que se le confusa, en los casos que nos interesan. Si una parte contratan-
presentan. No hay, sin embargo, una necesidad equivalente de te ha ocultado a sabiendas o ha pasado por alto negligentem en-
-----------LAGUNAS-----------
105
104 ____ ____ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

una carga o una ventaja es el acto respons able de una de las


te una eventua lidad que modifica sustanc ialment e los riesgos
partes. Esta respons abilidad puede procede r ,de la culpabi lidad
-p. e., si el propiet ario en el caso Stees sabía o fácilmente pudo
-incluid a la neglige ncia-, de un acto volunta rio, o de haber
haber sabido de las dificult ades de su terreno -, podemo s for-
asumid o previam ente la respons abilidad , como por un contrato .
zarla a soporta r las pérdida s resultan tes por esa razón. Si una
Sin embarg o, como lo ilustran los casos III y IV, hay algunas
parte ha conferi do un benefic io (ha constru ido algo, ha pagado
situacio nes en que no existe base para hacer a las partes res-
por adelant ado) bajo un contrato que posterio rmente falla por
ponsab les una a la otra. Más bien; persona s relacion adas de
frustración, el benefic io debe ser pagado o devuelt o. En los .
algún modo, tal vez involuc radas en alguna empres a común,
casos a propósi to de la cancela ción de la coronac ión, las habi-
sufren una pérdida o reciben una gananci a inesper adas. El
tacione s con vista a la ruta de la procesi ón sólo tenían valor
principi o del compar tir aparece cuando no hay un acuerdo ,
para ese propósi to, y podían ser nuevam ente arrenda das una
ninguno en la relación está en incump limiento , y ningun o ha
vez que la misma fuera fijada nuevam ente. Permitir que los
conferid o un benefic io. El compar tir aparece donde no hay
propiet arios cobrara n dos veces habría sido absurdo (¿pero qué
derecho s que respetar . Es el principi o que debería aplicars e si
pasaría si posterio rmente no hubiera habido procesión?). 4
un grupo de nosotro s aterrizara junto en algún nuevo planeta.3
Desgrac iadame nte, en muchos casos ambas partes resultan
Es particul armente apropia do para llenar las lagunas en los
dañada s, ningun a es culpabl e ni ningun a se benefic ió. La casa
28 acuerdo s, para levanta r a las partes despué s de acciden tes con-
semicon struida es destruid a por un terremo to. La máquin a a
tractuales. Aplicad o a la casa que se derrum ba en el caso Stees
medio· hacer se· vuelve inútil por una disposi ción del gobier-
o a la máquin a a medio constru ir que ahora se vuelve inútil,
no.29 El program a impreso para la regata que se canceló no
dice que las pérdida s no deben quedar donde se han produci -
interesa a nadie.3° En tales situacio nes aparece en escena un
do, sino que las partes deben compartirlas, lo que tal vez
tercer princip io para distribuir las pérdida s y gananci as: el prin-
significaría que el propiet ario o el compra dor pagaría n la mitad
cipio del compartir.31 Conside remos estos casos:
del trabajo inútil .que ha sido hecho. Y ésta es la direcció n en
que se están movien do los tribunales. 35
III. Un hombre y una mujer que pasan la noche juntos en
¿Por qué, podría usted pregunt ar, sólo las partes del acuer-
un hotel descub ren detrás de un cajón de la cómoda un sobre
do deben compar tir los benefic ios y las cargas? En el caso de la
que contien e una gran cantida d de dinero. El propiet ario origi-
máquin a a medio construir, ¿por qué no debe el gobiern o pagar
nal no puede ser ubicado . ¿A quién corresp onde el dinero? ¿Al
parte del costo? En el caso de la casa, ¿por qué no deben
dueño del hotel, al hombre , a la mujer? ¿O deben compar tirlo
coopera r los vecinos , si el daño del terremo to también pudo
entre todos?32
alcanzarlos a ellos? En el caso del dinero encontr ado en el
·hotel, ¿por qué el tesoro no debe ser compar tido más amplia-
IV. En una tormen ta inusual mente severa, una nave de
mente?
flete pierde parte del valioso embarq ue de varios cargado res.
Las pregunt as necesar iamente llevan a cuestio nes muy
¿Deben quedar las pérdida s donde cayeron? ¿Deben ser sopor-
general es de filosofía política, y la vacilaci ón para reconoc er y
tadas por el dueño de la nave? ¿Deben ser compar tidas por
llenar lagunas en los acuerdo s contrac tuales puede haber sur-
todos los cargado res y el dueño de la nave?33
gido como un resultad o de preocup aciones a este nivel más
general . La admisió n de una obligac ión general de compar tir
Estos casos destaca n la diferenc ia entre el compar tir, por
se ve correcta mente como una amenaz a a los princip ios de
una parte, y los principi os del benefic io y el daño, por la otra.
autonom ía y respons abilidad persona l. Si debemo s compar tir
En los princip ios del benefic io y el daño la razón para transferir
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ ----------~LAGUNA$ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 107

los beneficios y cargas de azarosos accidentes contractuales, se limitan a ser miembros· de la misma comunidad política.
¿por qué no todos los beneficios y cargas de la vida? ¿Por qué Como las personas en mis. ejemplos, están .juntos en una em-
no considerar que la buena o mala suerte en las inversiones, presa común, y en consecuencia tienen alguna obligación de
en la elección de trabajo o en las estmtegias de mercado son distribuii los beneficios y pérdidas inesperados en caso de
accidentes que deben ser emparejados por el compartir? ¿Y accidente en el curso de aquélla. Del mismo modo que no
por qué no considerar asimismo que las variaciones en los decimos que C deba venir a compartir estas pérdidas; tampoco
talentos, carácter o disposición son accidentes? Al final habría ·decimos que A y B deban compartir las que están totalmente
un completo compartir y nadie gozaría los ·beneficios ni carga- al margen del ámbito de su empresa.
ría con las responsabilidades de sus elecciones personales, ni Esta atractiva solución tiene problemas. ¿No es acaso la
de su propia persona.36 En tal sistema el concepto de autono- empresa contractual precisamente aquella en que se han asumi-
mía, que está detrás del contrato como promesa, perdería todo do voluntariamente obligaciones recíprocas; y los accidentes
significado. contractuales no ocurren precisamente porque no se han cele-
Las modernas democracias liberales y la teoría política brado acuerdos recíprocos; de modo que estamos construyendo
liberal han buscado desarrollar un concepto de compartir que una especie de penumbra no consensual alrededor del corazón
deje intactas a la persona y sus libertades. Como argumento consensual? ¿En qué términos es que construimos la penumbra?
con más detalle en el capítulo 7, el acomodo se busca a través No es en términos de las voluntades o promesas de las partes.
·de la división básica de funciones en el moderno estado de Obviamente esto supone que existe un control por un criterio
bienestar entre la autonomía del mercado privado (contractual) de compartir que es externo a la intención de las partes. Pero si
y los esquemas redistributivos de bienestar generales. Este arre- el derecho es libre para imponer criterios externos a la inten:-
glo asume que la obligación de compartir es de carácter general ción de las partes del contrato con el fin de dividir con justicia
en la que todos deben participar mediante las contribuciones las pérdidas en el caso de un accidente contractual, ¿acaso no
impositivas. El sistema busca reducir las extremas disparidades demuestra esto finalmente que los principios del compartir es-
en la riqueza total que debilitan la posibilidad de comunidad y tán potencialmente disponibles para distribuir las cargas y be-
al mismo tiempo busca d~r oportunidades justas para ascender neficios entre cualquier grupo de ciudadanos? Si es así, entonces
y garantizar un mínimo social. Tal sistema está diseñado para no sólo el nexo contractual es innecesario para crear el funda-
proveer un marco, una estructura en la que los individuos mento para compartir, el mismo compartir podría ser visto
puedan realmente ejercitar su autonomía y cosechar los benefi- como un principio tan poderoso como para anular dicho víncu~
cios o sufrir las consecuencias de sus elecciones. Puesto que la lo, revirtiendo los efectos de acuerdos aun donde no ha habido
fórmula exacta para establecer lo que constituyen disparidades .un accidente.
tolerables y un mínimo social decente deben ser objeto de No necesitamos ir tan lejos. Quienes tienen una relación
juicios políticos cambiantes, sostengo que esta estructura y es- concreta o personal deben tener un mayor cuidado por el otro
tos propósitos son en principio consistentes. que aquellos que sólo tienen una relación abstracta con sus
¿Esto significa que no hay lugar para el principio del conciudadanos o prójimos. 37 Poi este principio debemos a los
compartir en la esfera contractual? ¿Que su admisión aquí miembros de nuestras familias y a nuestros amigos un mayor
amenazaría socavar el sano compromiso de autonomía y co- grado de nuestra consideración que el exigido por la justicia
munidad implícito en las democracias liberales? Pienso que no. abstracta. También por este principio, el daño directo o inten-
Al comprometerse en una relación contractual A y B ya no son cional constituye algo incorrecto. Si usted hace de otra persona
extraños el uno al otro. Están más cercanos que. quienes sólo el objeto de su intención, un paso en el camino de sus planes,
108 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - L A G U N A S _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 109

usted particulariza a dicha persona y se forma una relación Por último, el recurso a los princip~os del compartir para
concreta entre ambos. Típicamente esas relaciones concretas llenar las lagunas no amenaza anular el principio. de la prome-
son libremente elegidas. Aunque algunos lazos familiares no lo sa, por la simple razón de que las partes son completame nte
son, sí los de amistad, y en cuanto al daño, la intención de libres para controlar el significado y extensión de su relación
dañar a otra persona específica eextraña o no) es esencialmen te por el mismo contrato.
voluntaria.
, · ·Uná' relaCióri : cohtratülál -··es; un buen ejemplo de una
relnciÓn' ehrrére'úf t'qu~'·baéfá~\/d~Í) lugar a un deber más focali-
zaSlo de compaf.tíi<la>i:>tiena y mal~ fortuna de otro. La relación
es,' después- de todo'~ ..elegida 1ibferriente. En efecto, ésta es la
misma idea que la de que las partes de un contrato están en
38
una empresa común, una empresa a la que eligieron entrar.
Es cierto que los lazos se extienden más allá que los términos
del contrato, puesto que por hipótesis los problemas que nos
ocupan no están contemplad os explícitame nte en el mismo .
.Sin embargo, el contrato también implica un límite a la obliga-
ción. Si he suministrad o maquinaria para su fábrica a lo largo
de los años, estoy involucrado en su esfuerzo .manufacturero
en algún mayor grado no especificado , pero de ninguna mane-
ra lo estoy en la mala fortuna que le sobrevenga en alguna
especulació n no relacionada , o en sus asuntos familiares. Si he
acordado venderle una pequeña pieza estándar, un alargador
de corriente o una ampolleta, mi relación con su empresa (o la
suya en la mía) tendrá muy poca relevancia más allá del
acuerdo de venta. En consecuenc ia, para llenar las lagunas es
natural mirar el acuerdo mismo para tener algún .sentido de la
naturaleza y extensión de la empresa común. Puesto que (por
hipótesis) falta la intención actual, el tribunal respeta la auto-
nomía de las partes hasta donde es posible, mediante la apli-.
cación de una distribución de las cargas y los beneficios que
personas razonables hubieran hecho en esta clase de acuerdos
(trata al contrato como uria especie de carta o constitución
para las relaciones. de las partes). He argumentad o antes que
esto es una investigació n en los inevitables elementos normati-
vos: las partes cuando son "razonables" no sólo buscan conse-
guir objetivos racionales, sino que también hacen· esto apegados
a las normas de justicia y honestidad.
UENA FE

El desafío más directo a la concepción del derecho de contra-


tos, como una expresión coherente del principio de autonomía,
proviene de las doctrinas de la buena fe, unconscion ability *y
fuerza. 1
Estas doctrinas explícitame nte autorizan a los tribunales
para que en nombre de la justicia revisen los acuerdos contrac-
tuales o los anulen derechamen te.
La buena fe es una forma de tratar con la contraparte de
un contrato: con honestidad y decencia. Es una noción adver-
bial que sugiere evitar la trampa o las prácticas engañosas
(mala fe) tanto para llegar a un acuerdo como en la ejecución
de sus términos.
La fuerza es un vicio que se refiere a la presión usada para
procurar el acuerdo, mientras que la unconscion ability dice
relación a un defecto en el acuerdo mismo: un pacto uncons-
cionable es aquel que está injustament e cargado hacia una de

*No existe traducción castellana para unconscionabílity. El Black's Law


Dictionary (p. 792) se refiere a ella en los siguientes términos: "La prueba
básica de la 'unconscionabílit]l de .un contrato es si bajo las circunstancias
existentes al tiempo de hacer el contrato y a la luz del trasfondo comercial
----------~BUENAFE----------
~ 113
112 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

justicia. El reto es más bien éste: que incluso donde ha habido


las partes; toma ventaja de la debilida d de una de ellas (aunque
un acuerdo explícito, no es éste sino las decision es de justicia y
también es probable que un acuerdo procurad o mediant e la
de bien sustantiv o lo que define cómo deben comport arse las
fuerza sea cargado hacia una de las partes, no es necesari o que
personas entre sí.
sea así, de modo que las dos doctrina s pueden divergir).
Se ha dicho que al admitir a la fuerza y al fraude como
Se dice que estas teorías desafían al concepto de contrato
circunsta ncias invalidan tes se demuest ra que el contrato no
como promesa porque de una u otra manera niegan que ésta
tiene como base el principio de la promesa como para dar
sea suficient e para definir las relacione s entre las partes contra-
efecto a obligaci ones libremen te asumida s por las partes contra-
tantes. Puede que los deberes asumido s contract ualmente no
tantes. Más bien, es presenta do como todo lo que el derecho
sean ejecutad os forzosam ente (may not be enforced) si el acuer-
inevitab lemente debe ser: la imposici ón ab extra de una deci-
do es juzgado unconsc ionable o si ha sido procurad o mediant e
sión diseñada para consegu ir lo que los tribunale s y la sociedad
la fuerza; deberes que no explícita mente asumido s por las par-
juzgan como una distribuc ión justa de las cargas y los benefi-
tes pueden ser impuesto s si así lo exige la buena fe.
cios. Después de todo, se argumen ta, el mayor poder o facili-
Puesto que la aplicació n de estas doctrina s depende de
dad para engañar son sólo dos ventajas entre muchas que
una decisión de justicia hecha por los tribunale s, parecier a que
pueden hacer que el equilibri o de UI). bargain se incline a favor
las relacione s contractu ales no dependi eran de la voluntad de
de uno que está mejor dotado. Ya que admitim os que los
las partes y del deber ser de sus relacione s sino de juicios
bargains pueden ser anulados o revisado s por un desequil ibrio
morales sustantiv os impuesto s desde afuera.
en las ventajas de este tipo, queda abierto el camino para
El hecho de que existan derechos y deberes que no han
examina r y revisar los acuerdos en general en términos de su
sido voluntar iamente asumido s ni acordado s, difícilmente pue-
justicia. En efecto, al final de este camino está la: revisión de un
de por sí mismo significar un desafío, puesto_ que en realidad
acuerdo sólo en razón del equilibri o de ventajas en su resulta-
son pocos los que sugieren que todos los derecho s y deberes,
do, sin referenc ia a alguno previo en la situación de las partes.
todas las relacione s entre ciudadan os, están basadas en acuer-
Si no hubiera existido este desequil ibrio preexiste nte, ¿por qué,
dos explícitos; ver, por ejemplo, la discusió n en el capítulo 5
después de todo, habría de darse un acuerdo desequil ibrado?
sobre el deber de los tribunale s de llenar los vacíos en un
Resultad os injustos son tratados como evidenci a concluye nte de
acuerdo mediant e el _uso de principio s jurídicos y morale-s de
procedim ientos injustos, y se piensa que los dos tipos de juicios
se unen. 2
En mi discusió n del fraude en conexió n con la buena fe,
general y las necesidad es comerciale s de un negocio o caso particular, las y de las amenaza s en unión con la fuerza, muestro que éste es
cláusulas involucrad as son tan parciales hacia un lado como para oprimir o un argumen to engaños o, que existen fundame ntos para con-
sorprende r injustamen te a una de las partes. Generalme nte se reconoce que la denar el fraude y la fuerza que no se refieren para nada al
unconscío nability incluye la ausencia de una elección intenciona da por parte
de una de las partes de un contrato junto con términos contractua les que son
equilibro de ventajas que resulta de su uso. De hecho, es un
irracionalm ente favorables (parcialida d) a la otra parte. non sequitur esgrimir que porque el uso de fuerza o fraude
Típicamen te los casos en que se considera que hay unconscío nabílíty puede conferir ventajas en la negociac ión (bargain ing), enton-
involucran una importante parcialida d global o una importante parcialidad de ces el principio general que está detrás de su condena es la
un término que renuncia a una garantía, limita la indemniza ción o concede
ventajas procesales . Usualmen te en estos casos la parcialidad se junta con el consecu ción de algún equilibri o de benefici os deseado entre
hecho de que el desequilib rio se esconde bajo letra chica o se expresa en un las partes contrata ntes (o más aún, entre todos los ciudada-
lenguaje ininteligib le incluso para una persona de una educación moderada ... nos).
Ver también nota 1 en el siguiente capítulo (N. del T.).
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - B U E N A FE _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 115

En resumen, aunque al condenar los bargains obtenidos asumido y nada más.4 El modelo de la relación altruista es la
con fuerza o fraude se lograrán efectos distributivos, no se familia, en contraposición con el duro individualismo de las
sigue de ello que los mismos estén detrás de estos juicios. relaciones comerciales.
Si_n embargo, para elaborar la parte positiva de mi argu- Sin embargo, en opinión de Fuller, Macneil y Kennedy,
mento debo ofrecer una teoría ·que explique las doctrinas del esta dicotomía es falsa, y todas las relaciones -sean de amistad
fraude y la fuerza y que no obstante deje intacta la concepción o comerciales- pueden estar guiadas por la ética del altruismo,
del contrato como promesa. y si no lo están en forma espontánea, deben ser modeladas
Un ataque más sutil al contrato como promesa se constru- para ese ideal por la intervención de los tribunales. Y como el
ye fundamentalmente sobre el concepto de buena fe. Esta aco- altruismo está de una· manera fundamental interesado en hacer
metida afirma la base relacional del derecho de contratos, pero ajustes a medida que las relaciones se desarrollan, de un modo
la sitúa en un lugar distinto que la asunción deliberada de los natural se lo asocia con el rechazo del interés individualista por
promitentes de un grupo de derechos y deberes limitados. Para identificar y hacer cumplir forzadamente el acuerdo original
esta perspectiva, las relaciones contractuales establecen lazos conforme a sus términos. Este rechazo toma la forma de un
de comunidad entre las partes, y tales lazos generan sus pro- ataque a un vicio que con vaguedad es denominado formalis-
pios imperativos morales, muy distintos de las obligaciones mo. En la discusión sobre la buena fe examino el cargo de que
· limitadas que las partes pudieron haber asumido al crear la el contrato como promesa es afectado por este vicio. 5
relación. Esta visión constituye un rechazo deliberado y una Estos do$ ataques al contrato como promesa -uno en
inversión de la clásica tesis de Henry Summer Maine en Ancient nombre de la redistribución y el otro en aras del altruismo--:
Law de que el derecho moderno se ha alejado de las relaciones están relacionados. Puesto que el altruismo requiere compartir,
de status a otras funda~as en la promesa, esto es, definidas por también es una instancia para obtener metas redistributivas a
la voluntad de las partes. En contraste con la tesis redistributiva, través del derecho de contratos. Sin embargo, las dos críticas
esta concepción no sostiene que la sociedad imponga a las son distintas en su focalización. El altruismo se focaliza en el
partes un grupo de obligaciones para propósitos sociales gene- compartir dentro de una relación particular. En consecuencia,
rales; sino más bien la relación misma se mira como si implica- parece ser un ataque menos completo, puesto que al menos
ra deberes y restricciones morales. reconoce el significado especial de · las relaciones particulares
Muchos han ·desarrollado este alejamiento de la concep- que las mismas partes han establecido. En otro sentido, sin
ción de Maine (entre ellos, Macneil, Fuller, Gilmore, Kessler, embargo, socava mayormente al individualismo. La redistribu-
Atiyah). 3 En un reciente e influyente artículo, Duncan Kennedy ción -según enseña la moderna economía del bienestar-6 al
contrasta el individualismo con el altruismo, y propone a este menos puede contentarse con definir amplias dotaciones de
último como la moral que compite con las relaciones contrac- riqueza y recursos, que en una· etapa posterior las ·partes po-
tuales. El altruismo es una ética de compartir y de sacrificar. Si, drán comerciar de una manera libre a su antojo (esto es, ha-
a medida que una relación se desarrolla, una parte viene a ciendo contratos individualistas). El altruismo niega al
gozar de grandes ganancias, debe compartirlas con su compa- individualismo este refugio contractual. Y por supuesto nada
ñero. Si sufre grandes pérdidas, su compañero debe sacrificarse hay en él que lo confine a repartir y sacrificar entre compañe-
y asumir parte del peso de éstas. El individualismo, por el ros contractuales u otros relacionados en forma estrecha. Se
contrario, permite que cada parte retenga cualesquiera ventajas podría sostener que tales relaciones especiales imponen debe-
de que goce, y no le da ningún derecho a ayuda en la miseria. res adicionales de compartir y de sacrificio.
Los deberes de las partes entre sí son sólo aquellos que han
116 _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - B U E N A F E - - - - - - - - - - - 117

11
tado este punto en profundid ad en otra parte. Aquí relaciono
"HONESTIDAD DE HECHO" lo incorrecto de mentir con mi tesis sobre el fundamen to moral
de la promesa y el argument o engañoso de que la prohibició n
12
contractua l del fraude constituye una forma de redistribu ción.
El Uniform Commercial Code define la buena fe como honesti-
En la visión que he estado desarrolla ndo, la capacidad de
dad de hecho (bonesty infact).7 Conforme a dicha definición, la
honestida d nada tiene que ver con compartir, con el altruismo o formarse juicios verdadero s y racionales y de actuar en conse-
con una activa preocupac ión por el prójimo. Un hombre hones- cuencia es el corazón de la personalid ad moral y el fundamen to
to puede !levar una negociaci ón (bargain) dura, pero lo hace del derecho de un sujeto porque se lo respete como un ser
abiertame nte, cándidam ente. Podría decirse que la honestida d ético. Un mentiroso busca obtener su propósito creando una
es la virtud más fuertemen te asociada con el individual ismo falsa creencia en su interlocutor, y por ello puede decirse que
clásico y con el principio de autonomía : 8 si una persona está ha hecho un daño afectando la mente, así como un asaltante lo
hace poniendo las manos en el cuerpo de la víctima. Más aún,
bien informada y goza con seguridad de sus derechos, entonces,
cualesqui era disposicio nes que elija hacer merecen ser respeta- el mentiroso procura este provecho solicitand o la confianza del
das. Ellas representa n la decisión racional de un hombre libre otro, puesto que es sólo invocando la expectativ a de veracidad
que la falsedad hace su trabajo. Este vicio es compuest o cuando
sobre cómo disponer de lo que es suyo, cómo obligarse a sí
la mentira hace su labor en el contexto de una promesa. Una
mismo. La esencia de la honestida d es el caballero victoriano,
mentira simple hace daño porque es creída; una que es admiti-
quien aunque rígido, tal vez nada generoso, negociado r duro,
mantiene su palabra y no miente. La honestida d asegura, en da y así consigue la promesa de la víctima, lo hace sólo si esta
promesa se ejecuta de una manera forzada. Pero ello implica
primer lugar, que uno no engañará a otros en relación con los
invocar contra la víctima la misma moralidad de respeto y
hechos para beneficiar se de la decisión mal informada de éstos.
También garantiza que una vez cerrados, los acuerdos serán confianza que el mentiroso traicionó al conseguir la. Es perfecta-
mente posible describir esta condena del fraude como una
respetado s. La buena fe, como la honestida d, pueden conside-
redistribu ción de ventajas, pero esta descripció n es con dificul-
rarse como una manifesta ción de la creencia liberal en la objeti-
tad clarificadora, puesto que la ''ventaja" ha sido obtenida con
vidad de los hechos, en la autonomí a individual y en la
importanc ia de mantener la palabra empeñada . violación de un principio moral que no se relaciona para nada
Considere mos el important e caso de Obde v. Scblemeyer.9 con intereses distributivos.
De modo que la mentira es un caso fácil, ¿pero mintió
El vendedor sabía que su casa estaba infestada de termitas, y
también que como tratamient o él no había hecho más que tapar Schlemeyer? Parece que "no hizo más" que omitir revelar infor-
· y reparar todos los signos visibles de infestación. Ahora bien, el mación que sabía sería muy útil para el comprado r. Uno puede
comprado r no preguntó por termitas, ni el vendedor dio seguri- mentir de modos diferentes y más allá de las palabras. Schleme-
dades sobre la condición de la casa. A pesar de ello, un tribunal. yer tapó (en términos laterales) las huellas de infestació n de
falló que el comprado r habla sido engañado y le concedió una termitas, sabiendo que esto crearía una impresión equivocad a
indemniza ción por las pérdidas que había sufrido. · en el comprado r y con seguridad con la intención de que así
¿Qué debemos decir acerca de este caso? El vendedor fuera. ¿Es esto una mentira? Los críticos de la concepció n del
ciertamen te actuó en forma deshonest a y si Schlemey er hubiera contrato como promesa argument an que el concepto de fraude
mentido directame nte ningún abogado ni moralista tendría la es inestable, que no puede ser limitado a una esfera de acción
más mínima dificultad. 10 Mentir es incorrecto y en consecuen cia definida con claridad en términos analíticos o intuitivos de la
es una forma inadmisib le de obtener una ventaja. He argumen- conducta que es de una manera evidente incorrecta , que en
118 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - B U E N A FE _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 119

forma inevitable implica un deber general de compartir infor- causante de la ignorancia. La molestia y la ignorancia de los
mación, que a su vez en. términos inexcusables admite un otros no genera ninguna demanda generalizada en aquellos
deber general de compartir los beneficios. Se puede pensar en que posiblemente podrían aliviarlos. 14
el caso Obde, como en el primer paso en esta pendiente resba- Sin embargo, en el caso hipotético 1 la empresa petrolera
ladiza hacia un deber general de compartir. no es que con simpleza no esté aliviando la molestia, ni que de
Consideremos este otro ejemplo: una manera simple omita remover oficiosamente la ignorancia,
sino que está haciendo de este desconocimiento el medio por
l. Una empresa petrolera ha hecho extensos cateos geoló- el cual alcanza sus fines, incrementa su ganancia.
gicos buscando identificar posibles reservas de petróleo y gas. Este caso está justo en el límite movedizo y en el frente
Estos son en extremo caros. Habierido identificado un sitio del desarrollo del derecho, y algunos escritores modernos argu-
promisorio, la empresa petrolera (actuando. a través de un co- mentan a favor de dar una reparación al agricultor. 15 ¿Sobre qué
rredor) compra una gran porción de t~rreno a su propietario, base? No hubo mentira. Si se reconoce un fraude, entonces
un próspero agricultor, sin revelar nada de sus investigaciones, parece que en realidad estamos de modo simple emparejando
sus propósitos, ni su identidad. El precio pagado es el de las ventajas (de información) entre las partes. Para aguzar nues-
mercado para tierras d~ esa calidad en esa región. 13 tras intuiciones, consideremos este otro caso.

¿Es la conducta del comprador diferente de la del vende- 11. Los hechos son los mismos que en el caso 1, salvo que
dor en Obde? ¿Debemos aquí obligar al vendedor a cumplir su la empresa está tratando de obtener derechos de exploración
promesa de vender la tierra, así como no obligaríamos al com- no de un agricultor, sino de una gran empresa holding de
prador a cumplir la suya en Obde? ¿Sería correcto decir que. éste recursos naturales. La empresa petrolera es una pequeña y
engañó al vendedor? arriesgada firma de exploración de pozos petroleros, que. está
A diferencia de Schlemeyer, la empresa petrolera de una dispuesta a asumir grandes riesgos y a actuar por confianza en
manera estudiada evitó engañar al agricultor. No envió a su información geológica controvertible. Nuevamente, ninguna de
agente a darse vueltas vestido con delantal y masticando una las partes expresa cuáles son sus expectativas o cuáles podrían
pajita. Sus indagaciones fueron hechas a través de un corredor · ser las bases de su actuación. La petrolera propone un precio a
que se sabía actuaba para un comprador no identificado. la de recursos naturales, que ésta acepta, y el acuerdo se per-
Ahora bien, como cuestión general, la prohibición de men- fecciona.
tir con dificultad puede importar un deber general de remover
todas las instancias de ignorancia y error que puedan deslizarse La respuesta intuitiva es totalmente diferente de aquella
dentro de su alcance; si no se remueve el error de un extraño referida a los hechos de Obde, y carece de todas las ambivalen-
no se hace un mal mayor que si no se sale. de su camino para cias que se podrían sentir en el de la empresa petrolera y el
aliviar algún otro deseo insatisfecho de un extraño cualquiera. agricultor. ¿Por qué es esto? Seguramente no lo es porque aquí
Si en Columbus, Ohio, hay un niño que estaría más feliz si tengamos sociedades a ambos lados de la transacción, o alguna
tuviera un helado, esto no crea ninguna demanda moral; tam- vinculación sentimental hacia los intereses del agricultor. Tam-
poco surge obligación moral alguna de la equivocada idea que poco es relevante por sí misma la riqueza de las partes. Des-
tiene la madre del niño de que el buen tiempo durará, lo que la pués de todo, el agricultor puede haber sido rico, con grandes
hace salir de la casa sin paraguas. Nadie causó la molestia; no posesiones de tierras. Si uno se inclina a hacer significativa la
se la está usando para propósitos propios, y tampoco ha sido el riqueza de la parte ingenua, es en la tácita suposición de que la
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120 ____ ____ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _
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misma implica conocim iento, experie ncia, oportun idades, de Los casos de la empres a petroler a son más difíciles de
modo que al agricult or rico en el anterior caso hipotéti co se lo despach ar de esta manera . El que causa el error de otro pierde
puede obligar a cumplir su bargain porque él hizo un cálculo el derecho · de demand ar en equidad el cumplim iento forzoso
deliber ado de no gastar algo de su patrimo nio para obtener la (enforc ement) de un trato imperfe cto, pero en el caso 1 la
informa ción compra da por la empres a petroler a, o tal vez no empres a petroler a a lo más supo (e intentó profitar) del error
hizo reserva de derecho s para el evento de descubr imiento s del agricultor. Sin embarg o, si se le~ permite hacer cumplir el
mineral es precisa mente porque estaba ansioso de consegu ir lo trato de manera forzada, no es porque había un acuerdo com-
que parecía un buen precio. pleto sobre el objeto materia de la promes a. No lo había.
Creo que las intuicio nes en conflicto en estos casos pueden Puesto que no hay un deber general (altruista) de ayudar, de
estar referidas a la concep ción básica del contrato como prome- compar tir, y por ello de compar tir informa ción para remove r los
sa, puesto que no se asume la obligac ión de una promes a errores que pueden ser dañinos para los demás,* este acuerdo
cuando el promite nte no ha tomado esta obligac ión a sabiend as. imperfe cto no debe ser ejecuta do forzada mente salvo que haya
Como vimos en el capítulo 5, donde las partes no han algún fundam ento equitati vo (equitable) para ello. El hecho de
pretend ido acomet er una distribu ción de los riesgos y ventajas, que la empres a petrole ra a sabiend as busque sacar ventaja de la
el mero hecho de que las palabra s general es de aquello a que ignoran cia del agricultor, es bien difícil conside rarlo como un
se han compro metido parezca cubrir un caso imprevisto, no argume nto de equidad (equity) a su favor. Y sin este argume nto
debe por sí mismo obligarlas en tal situación. Ha habido un (equity) el trato en término s simples debe morir.
error. Efectivamente el caso 1 y Obde son ejemplo s de error, al . Es cierto que sentimo s ambiva lencia frente a estos casos
extremo que el contrato es del todo defectu oso. En ambos el donde existe el deber de revelar, como lo muestra el caso 11. En
yerro es unilateral: el vended or en Obde sabía de las termitas. verdad ahí estamo s poco inclinad os a negar a la empres a petro-
La empres a petroler a en el caso 1 estaba al menos apostan do a· lera los frutos de ·su. bargain . Y más aún, el derecho general -
sabiend as sobre la posibili dad de encontr ar petróleo : el agricul- mente fallaría a favor de la empres a petroler a incluso en un
tor-ven dedor, no (el vended or en el caso 11 pudo haber estado caso como el I.17
apostan do). Como hemos visto, el error unilater al constitu ye el El reciente mente reda~tado Restate ment (Second ) of Con-
caso más débil para eximir, en especia l cuando una de las tracts estable ce (en la sección 161) que "el que una persona
partes del bargain está simplem ente tratand o de ejecuta r de no revele un hecho que conoce es equival ente ·a la afirmac ión
manera forzada lo que pensó era el negocio . Pero en Obde no de que el hecho no existe sólo si ... (b) sabe que la revelac ión
es así. Schlem eyer sabía del error; más aún, ayudó a crearlo.
16 del mismo corregir ía un error de la otra parte respect o de un
Mi tesis es que en cada caso de error, no debe ser usada la presupu esto básico sobre el cual esa parte contrató , y si la no
promes a sino los otros criterios de equidad (equities) para re- revelac ión del hecho importa una violació n al deber de actuar
solver el inevitable dilema causado por un acciden te contrac - con buena fe y de acuerdo con criterio s razonab les de nego-
tual. No obstant e, donde una de las partes causa el acciden te ciación justa ... " (el énfasis de la y es del autor). El coment ario
(como en Obde), muy clarame nte los criterios de equidad (equi- a esta regla dice explícit amente que "por ejemplo , no se espe-
ties) no lo favorecen. Su compor tamient o poco honora ble no
hace que el contrat o no exista; no existió de ninguna manera . * Imagine este caso: veo que usted está pronto a construir un hotel
en
Más bien previen e que el trampo so demand e, sobre la base de un sitio cercano a mi restauran te, afortunad amente en mi beneficio . No tengo
la equidad que debió obtener , el mismo benefic io que hubiera ningún deber de contarle que la tierra es blanda y que por ello los cimiento
s
gozado en un contrato honesto . le costarán más de lo que espera pagar.
122 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - B U E N A FE _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 123

ra ordinariamente que el comprador de una propiedad revele Anthony Kronman ha escrito recientemente que estos ra-
las circunstancias que hacen a ésta más valiosa de lo que el zonamientos en términos de promover la inversión en informa-
vendedor supone". ¿Por qué no? ¿Qué subrepticio argumento ción demuestran que los resultados en tales casos dependen y
de equidad (equity) favorece el hacer un bargain para la deben depender de una política de eficiencia y redistribución.
empresa petrolera, aunque (si mi análisis es correcto) no exista Las decisiones favorecen a la empresa petrolera porque incluso
un acuérdo verdadero? Vemos que en el caso II ambas partes los vendedores estarán mejor en el largo plazo bajo una regla
pertenecen a un mundo en el que se entiende que la investi- que promueva tales inversiones en conocimiento. Y en general,
gación y cálculo de las cualidades que hacen subir el valor de argumenta Kronman, que los contratos sean ejecutados forzada-
un bien raíz son responsabilidad de cada parte. Por lo tanto, mente es (y debe ser) simplemente siempre una función de lo
en un sentido muy general, estos riesgos son intrínsecos a los que hará estar mejor a la parte menos aventajada en un tipo
supuestos del trato. O alternativamente, los argumentos de particular de transacción.* 18 Pero ésta es una forma equivocada
equidad (equities) favorecen a la empresa petrolera porque de entender el argumento. La empresa petrolera no gana por-
estos supuestos subyacentes generales la han impulsado a in- que queramos promover sus inversiones futuras, sino porque
vertir recursos para adquirir el conocimiento relevante y esa sería injusto frustrar sus razonables expectativas pasadas. Cierta-
inversión sería en gran medida aprovechada por el vendedor mente, nuestra determinación de ser justos aun de cara a pre-
(que no asumió ninguno de los riesgos de la inversión) si la siones sentimentales para favorecer a la parte más débil (el
·revelación fuera exigida. El caso del agricultor es difícil preci- agricultor) promoverá la inversión, esto es, la planificación ra-
samente porque él puede no haber estado en este juego en cional del futuro. Pero Kronman toma el argumento precisa-
absoluto, de modo que los argumentos de equidad (equities) mente por el lado equivocado. Aún más, si nos comportamos
de la empresa petrolera no lo afectan de la misma manera. Y con justicia con la empresa petrolera sólo porque (y sólo hasta
sin embargo, también en el caso I hay argumentos de equidad el punto en que) esto llevó a una mayor productividad econó-
(equities) para la empresa petrolera. Si éstas son las convencio- mica o mejoró la situación de la parte menos aventajada, enton-
nes generales sbbre las que ha procedido, no hay manera para ces nuestro comportamiento justo en una ocasión particular no
ella para tratar de modo diferente con una persona inusual creará confianza y en consecuencia ni siquiera conseguirá estos
que no está al tanto de estas convenciones. No podemos hacer supuestos beneficios generales. En general podemos obtener
una excepción a favor del agricultor sin traspasarle la mayor dividendos sociales colectivos de la confianza sólo si somos
parte de la ganancia, aunque él no asumió parte alguna del fieles por causa de la misma -confianza, y no por los beneficios
riesgo. resultantes.
Tal vez es esto lo que está detrás de la dura afirmación del Aquellos que asumen una visión instrumental del deber de
Restatement: "Si el otro es indolente, inexperto o ignorante, o si revelar -sea la meta la sola eficiencia o la eficiencia para la
tiene mal juicio o carece de acceso a información adecuada, parte menos favorecida- están en lo correcto hasta este punto:
generalmente no se espera que su adversario lo compense por muchas de las convenciones que establecen las expectativas
estas deficiencias". El juicio es demasiado absoluto. Más bien
diría que donde la parte bien informada no puede compensar
los defectos de la otra sin quitarse a sí misma una ventaja a que
* La fórmula de Kronman, rawlsiana en su inspiración, es todavía
tiene derecho por un título convencional, su no revelación no
económica e instrumental en su forma. Otra versión en modo económico
hará que los argumentos de equidad (equities) se inclinen en su simplemente preguntaría si una regla de revelación sería más eficiente. El
contra. mismo Kronman usó esta fórmula en un trabajo anterior, supra nota 9.
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124 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

subyacentes, que señalan (en las palabras del Restatement) "cri- establecidas -incluyendo las establecidas anticipada o gradual-
terios razonables de negociación justa" tienden a producir resul- mente por los tribunales- la colectividad reconoce que los
tados eficientes. Y tal vez algunas de éstas han sido adoptadas individuos tienen derechos y no pueden ser simplemente sacri-
o han evolucionado precisamente porque llevan a la eficiencia. ficados por fines colectivos. El recurso a convenciones previas
Sería sin embargo falaz concluir de esto que la misma (o, en la permite a los individuos planificar~ considerar y perseguir sus
versión de Kronman, eficiencia más distribución) debe determi- propios fines. Y una vez que lo han hecho y se han embarcado
nar el resultado en un caso particular, más que las considera- en planes bajo este trasfondo sería injusto cambiar las reglas a
ciones de justicia que he propuesto. mitad de camino y requerir revelaciones y repartos inesperados
Primero, estas convenciones de revelación también tienen sólo en caso de que los planes tengan éxito. Los cambios sólo
otras fuerzas motrices. El ejemplo más notable es el deber de deben ser hacia el futuro. De hecho, si los tribunales ignoran
revelar cuando una parte tiene una relación de confianza con el las convenciones establecidas al actuar como agentes de la
destinatario de la promesa: p. e., si una de las partes se obliga a política social, entonces la colectividad sería ella misma culpa-
sí misma a actuar en interés de la otra (digamos un abogado, ble de la misma violación de confianza, la misma mala fe
un curador o mandatario). La no revelación en estos casos viola condenada en las transacciones entre individuos (en el siguien-
la confianza creada por los términos de esa relación fiduciaria.19 te capítulo elaboro este punto en relación con los derechos de
Pero tal vez estos casos fiduciarios demuestran que no sólo la propiedad en general).
eficiencia sino también una política altruista que favorece a las Finalmente, esta fidelidad hacia los supuestos subyacentes
personas más débiles o dependientes determina qué deberes de donde salen los planes y esfuerzos individuales, es el cora-
generales serán o no serán ejecutados forzadamente. Esta es la zón de la actitud que los críticos del individualismo han carica-
tesis de aquellos como Kennedy y Macneil, que destacan el turizado bajo el nombre de formalismo. Un tribunal que busca
aspecto relacional de la doctrina contractual. mantener la confianza entre la colectividad y los individuos
Segundo, sea que las convenciones subyacentes estén mo- debe inquirir en los supuestos subyacentes (incluidos aquellos
tivadas por intereses económicos o relacionales-altruistas, am- establecidos en decisiones anteriores) de un caso particular.
bas perspectivas pierden de vista el punto crucial de que éstas Para quienes no tengan paciencia para nada que no sean las
preceden a un encuentro contractual particular (frustrado). Como políticas de mejoras sociales que miran hacia el futuro, esta
tales, en el caso particular definen expectativas, permiten plani- búsqueda les parecerá vana, incluso un ejercicio tonto, como lo
ficar, y limitan la búsqueda por los tribunales tanto de eficiencia sería el aferrarse escrupulosame nte a la promesa de uno mis-
como de altruismo. Puesto que si ambos fueran nuestra única mo. 22 Es cierto que en casos difíciles esta búsqueda interpretati-
preocupación, no habría razones a priori por las que éstas no va puede ser un tanto misteriosa y polémica. 23 Sobre esto también
fueran mejor servidas si los tribunales en ocasiones decidieran tendré más que decir en la discusión que sigue.
por sí mismos los casos particulares sobre bases ad hoc, libres
de los límites de una convención preexistente. 20 Pero éstos en
general no operan sobre una tal base ad hoc, y rara vez lo BUENA FE EN LA EJECUCION
admiten, si es que lo hacen, lo que cuenta con gran fuerza en
contra de tesis tales como las de Kronman y Kennedy. 21 El concepto de buena fe normalmente es invocado no sólo para
La eficiencia, la redistribución y el altruismo con certeza condenar el engaño y la falta de candor al momento en que se
están entre los muchos fines del derecho. Pero al perseguir perfecciona un bargain, sino también para exigir una actitud
esos fines conforme, pero sólo conforme, con las convenciones futura, para condenar el engaño y las trampas durante la ejecu-
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126 ____ ____ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ _
2
En Neofotistos v. Harvar d Brewin g Co., 9 una cervece ría
ción de las obligac iones contractuales.~ Esto ha llevado a algu-
4

estaba obligad a por un contrato a largo plazo con un granjero a


nos a sostene r que al menos en esta etapa posterio r la buena fe
proveer le de todo el grano usado en la fabricación de la cerve-
implica un deber de. compartir, un deber de altruismo. s En
2

za para su uso como aliment o para el ganado . La cervece ría


consecu encia, si bien la buena fe como honesti dad es perfecta -
experim entó un período de baja demand a y finalme nte cerró.
mente compat ible con el concep to de contrato como promes a,
El granjero demand ó, diciend o que el cierre violaba la obliga-
puesto que sólo las obligac iones asumid as con conocim iento
ción de buena fe. Hubo un tiempo en que los tribunal es ten-
son contraíd as libreme nte, la buena fe como lealtad (para usar
dían a conside rar que esta clase de contrato s -prove er a todas
un contras te propue sto por Roberto Unger)26 impone deberes
las necesid ades de un compra dor, o aceptar toda la produc ción
que van más allá del principi o de la promes a. El contrato es
de un produc tor- eran demasi ado indefini dos para ser ejecuta -
visto como si creara un tipo de relación de status, como un
dos de manera forzada. Despué s de toQ.o, razonab an, cuáles
contrato de matrim onio o, como en algunos países, el de traba-
sean las necesid ades del compra dor o cuál la producc ión del
jo, y esa relación entonce s cobra vida por sí misma. Tres casos
vended or es cosa de ellos, de modo que al obligars e a compra r
clásicos nos darán alguna solidez para la conside ración de la
o vender por esta medida , una parte no se está obligan do en
buena fe en la ejecució n.
realidad (puesto que no se había obligad o a nada, su proines a
En Patterson v. Meyerhofer, 27 la demand ante, una eventua l
era "ilusoria" y no podía servir como consideration para la
compra dora de una parcela de tierra, acuerda que el demand a-
promes a de la contrap arte). Con posterio ridad se reconoc ió que
.do debe compra r la tierra para ella y luego revendé rsela a un
al menos en contrato s exclusivos de produc ción o suministro, el
precio determi nado. Con posterio ridad ella se adjudica, en con-
promite nte en realidad había restring ido en forma significativa
tra del demand ado, la parcela en el remate en que fue puesta a
su libertad de acción.3° Harvard Brewing, p. e., sólo podía cesar
la venta, y demand a indemn ización de perjuicios por incumpli-
de suminis trar el grano usado si acababa la operaci ón, y de un
miento. El tribunal denegó la demand a fundado en que implíci-
modo presum ible hubo otros factores distintos, en el mercad o
to en su contrato con el demand ado estaba una obligac ión de
de grano usado, que influyer on en su decisió n de si conven ía
no realizar accione s que interfirieran con el cumplim iento de su
elabora r cerveza y cuánta elabora r. Sin embarg o, el Uniform
compañ ero contractual.
Commercial Code ha ido más lejos, exigien do que la decisió n
En contras te con él caso anterior está !ron Trade Products
de .reducir la producc ión sea hecha de buena fe, y sugirien do
Co. v. Wilkoff, 28 en que el demand ante contrató la compra de
que el hacerlo sólo para evitar pérdida s no, lo es, mientra s que
una cantida d de rieles de hierro usados al demand ado y poste- 31
la reducci ón para evitar la bancarr ota es permisi ble.
riormen te entró al mercad o para compra r por sí mismo una
Nada hay en estos casos que fuerce la conclus ión de que
gran cantida d de ellos, haciend o que el precio subiera y que el
la buena fe en la ejecuci ón socava la naturale za autónom a de la
demand ado experim entara dificultades para hacer las compra s
obligac ión contractual. En cada caso una interpre tación razona-
necesar ias. El tribunal sostuvo que la conduc ta del compra dor
ble del acuerdo de las partes, de sus intencio nes originales, en
en ningún sentido constitu ía una violació n al contrato, que las
el context o de prácticas y supuest os normale s para este tipo de
partes que .negocia n un product o se conside ran a sí mismas
transacc iones, sería suficiente para proveer una solució n satis-
libres para especul ar por su propia cuenta y que cualqui era que
factoria.
ha celebra do un contrato de compra venta a futuro entiend e que
En Patterson, el corredo r demand ado debe haberse sor-
todos los actores potenci ales del mercad o -incluid o el audaz
prendid o bastant e al ver a la demand ante en la subasta , hacien-
compra dor- pueden continu ar especul ando en éste.
do postura s en contra. Con segurid ad una de las cosas que
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __
129
128 _ _ _ _ _ _ _ _

puede decir en su defensa es que si hubiera pensado en el diciones necesarias y suficientes. De manera que la determina.:..
punto, con certeza habría prohibido de modo expreso en el ción de lo que calza bajo un concepto de valor no es simple-
contrato esta posibilidad. Podría aducir que no pensó en esto mente un asunto de elección. Por ejemplo, el hecho de que no
simplement e porque parece demasiado obvio. podamos saber de antemano todas las instancias que se consi-
De nuevo tenemos la vaguedad inherente a establecer un deran comportam iento cruel, no significa que nuestra designa-
sistema de expectativa s subyacentes , al instituir el contexto de ción de una nueva instancia como una verdadera crueldad sea
un acuerdo. una decisión arbitraria. Existe un elemento de comprensió n, y
A Lon Fuller le gustaba citar un ejemplo de Wittgenstein,. el mismo concepto de crueldad determina nuestra decisión,
en que alguien a quien se le pedía que "mostrara un juego a los aunque no podamos saber completame nte esa determinaci ón
niños", les enseñaba uno que incluía apostar con dados.3
2 de antemano.
No sólo los acuerdos contractuale s, sino las palabras, las De modo que la noción liberal del contrato ha aparecido
frases y las sentencias tienen un sistema de expectativas subya- como inadecuada mediante la introducció n de una concepción
centes que no puede ser en su totalidad especificado s de ante- del lenguaje insostenible . Las promesas, como toda expresión
mano, y cuyas limitacioJ;leS sólo se perciben cuando alguien las humana, son hechas en un trasfondo de propósitos y experien-
transgrede. Tal como una palabra, una frase o una sentencia cias compartido s, incluso dentro de una teoría del mundo en la
deben ser comprendid as en su contexto -que no será especifi- que estamos de acuerdo. Sin ese trasfondo común la comunica-
cado de un modo total-, de una manera similar debe ser com- ción sería imposible. Por supuesto que la congruencia del tras-
prendida una obligación contractual. La pregunta que surge es fondo entre dos personas nunca es total, pero sólo el solipsista
la misma que consideram os en el capítulo 5: ¿es este sistema de extrae conclusione s pesimistas de esto. Lo que resulta a un
expectativas subyacentes , este contexto, susceptible de una es- mismo tiempo obvio y destacable es la extensión hasta donde
pecificación de hecho, identificable desde un punto de vista es posible el intercambio práctico y profundo. En la conversa-
cognoscitivo, o es normativo? Concedería que aquí, al igual que ción, una infinidad de claves -a veces tan ínfimas como la
en el caso general del lenguaje, este sistema de expectativas pérdida del contacto visual- permite a las partes percibir cuán-
subyacentes con dificultad puede ser especificado por una de do la comunicaci ón entre ellas no está teniendo éxito, de tal
sus condiciones necesarias y suficientes, las que son identifica- manera que deben ajustar, reformular, hacer explícito lo que de
bles en principio de antemano. Uno a veces puede no saber otra forma se habría mantenido implícito, permitiendo así final-
qué se incluye en el sistema hasta que surge la pregunta. Esto mente restablecerl a en un contexto compartido más general. La
hace que la especificaci ón de significado parezca un asunto de ausencia de tales claves puede explicar por qué intercambio s
elección más que de comprensió n, y la opción, por supuesto, muy limitados, como el de cartas en Raffies v. Wichelhaus sobre
está regida por valores, por normas. el barco Peerless, pueden fallar fácilmente sin importar qué
En consecuenc ia existe una dicotomía entre asuntos de tanto compartan las personas ·una "conciencia" común. Y tam-
hecho por una parte, que se supone pueden ser investigado s al bién podemos ver lo absurdo del deseo de algunos teóricos
menos en principio por rutinas no controvertid as, idealmente clásicos de los contratos de limitar el escrutinio interpretativ o
mecánicas; y asuntos de valor, que se relacionan con una elec- de la promesa a las cuatro esquinas del documento mismo. Esta
ción y son en principio arbitrarios. fatuidad se relaciona con la doctrina de dejar las pérdidas ahí
Esta es una dicotomía falsa. Es posible llamar a algo un donde se producen, discutida en el capítulo 5.
objeto de conocimien to, aunque sus resultados reales no pue- No es necesario que las partes acuerden por adelantado o
dan haber sido especificado s de antemano en términos de con- quieran lo mismo para que puedan entenderse mutuament e y
130-------- LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ 131

llegar a un acuerdo. Siempre hay algún nivel más profundo y Tal como vimos en la discusión sobre el error y la imposi-
más general de experiencia y esfuerzos compartidos a los que bilidad, la interpretación puede no encontrar un meollo del
se puede apelar para hacer mutuamente inteligible un proyecto acuerdo, y por eso en algún punto debemos admitir que el
particular. Con una comprensión :i;nutua el escenario está listo contrato se agota. En un caso semejante no nos queda más que
para un intercambio de promesas. Y esto es crucial para una buscar otros principios de solución distintos de la promesa.
visión apropiada y proporcionada del concepto de. buena fe. Estos no sólo incluyen los de culpa sino también de compartir y
Pues la posibilidad de comprensión mutua muestra que la mis- de altruismo. Si en la balanza penden consecuencias drásticas
ma no exige lealtad a alguna relación indefinida, sino sólo a la para una u otra parte y estamos llegando a los bordes del
promesa misma -el fiel cumplimiento de las promesas recípro- acuerdo efectivo (y quién dice que el límite debe ser siempre
cas que las partes, habiendo llegado a comprender sus propósi- uno nítido -los formalistas, sean quienes sean), inevitablemente
tos separados, eligen intercambiar. habrá presión para no empujar tanto al lenguaje como al com-
Esta concepción de la lealtad a. la promesa arroja de una pañero contractual contra la pared. Este es el prindpio de
vez y para siempre la idea de que el contrato como promesa civilidad, que permite el funcionamiento suave y tranquilo no
importa una actitud repugnante, mezquina y formalista hacia la sólo de las instituciones privadas sino también de las civiles: las
obligación contractual. Y cierra la brecha entre la buena fe ventajas dudosas no son presionadas hasta su límite, para que
como sinceridad y la buena fe como lealtad. la voluntad para cooperar no se resienta y no se sobrepasen las
Tomemos el ejemplo sugerido por el Uniform Commercial necesarias limitaciones del lenguaje y la buena voluntad.
Code sobre los contratos de suministro e insumos, como se Roberto Unger termina su tratamiento del contrato con una
aplicaría al caso Neofotistos. La sugerencia de que sólo una perorata conmovedora del contraste entre Venecia y Belmont,
eventual bancarrota justifica el cierre parece extrema. Una solu-
ción adecuada exige tomar en cuenta el presupuesto contrac-
tual de un contexto de variaciones normales de las necesidades 96, 364 N.E.2d 1251 (1977), un empleador ejerció una cláusula explícita de
y condiciones, de modo que se considerará que la buena fe desahucio, despidiendo a un empleado de veinticuatro años de antigüedad al
importa mientras las condiciones del negocio son normales, la día siguiente que su nombre apareciera en una orden por US$5.000.000. El
tribunal consideró que la razón para despedirlo fue pagar a Fortune lo menos
latitud de la redacción del contrato no debe ser usada para
posible del bono de comisiones por esa orden. El tribunal, considerando un
forzar una ganancia inesperada o nuevas concesiones de la otra deber de desahuciar sólo de buena fe, concedió una indemnización suficiente
parte contratante. Cuando las condiciones del contexto cam- para compensar a Fortune por las comisiones perdidas. Algunos piensan que
bian, entonces las obligaciones pueden ceder. Que una cerve- tales fallos ejemplifican una tendencia a dar a los trabajadores, mediante la
doctrina de la buena fe, derechos de seguridad laboral similares a los creados
cería no rentable deba continuar en operación sólo para por la legislación en otros países. Ver Note, "Protecting At Will Employees
suministrar a un granjero un subproducto es obviamente absur- against Wrongful Discharge: The Duty to Terminate Only in Good Faith", 93
do, y no habría sido acordado por las partes si lo hubieran Harv. L. Rev. 1816 (1980). El caso Fortune al menos no requiere una doctrina
mencionado más que lo que habría sido autorizada la postura tan amplia para permitir que se haga justicia. Podemos admitir el derecho del
empleador a despedir a su empleado sin aceptar su derecho a retener las
competitiva en Patterson.* comisiones, que una interpretación razonable del contrato consideraría que ya
han sido ganadas. Incluso aquellos casos que parecen ir más lejos, por
ejemplo Monge v. Beebe Bubber Co., 114 N.H. 130, 316 A.2d 549 (1977), son
* Gran controversia han provocado casos recientes sobre las implican- reacciones a despidos no por razones de negocios, sino por malicia, acoso
cias del deber de buena fe en el despido de empleados cuyos contratos nada personal o incluso extorsión. No tengo dificultades en acomodar el juicio de
establecían acerca de su duración o que eran explícitamente desahuciables a que tales acciones son incorrectas y que sus víctimas merecen compensación.
voluntad del empleador. En Fortune v. National Cash Register Co., 373 Mass. Ver capítulo 2 supra, pp. 40 y 41, y capítulo 7 infra, p. 149 n.
_ _ __
132 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - - - - B U E N A FE _ _ _ _ _ _ _ 133

las dos regione s del Mercader de Venecia que ejempli fican las perativo de que los compañ eros deban rehusar se a compar tir.
dos formas de ver el derecho de contrato s. Belmon t es el De hecho, existen muchos motivos para hacerlo en la mayoría
domini o del amor, de las relacion es familiares, en resume n, del de los context os comerciales: desde el deseo de manten er la
altruismo; Venecia el del comerc io, donde aún el bargain más buena volunta d para que las relacion es continú en en el futuro,
estricto debe ser manten ido en término s literales, sin importa r hasta una preocup ación altruista por el prójimo, el cliente o el
el costo en sufrimie nto. La versión liberal, de acuerdo con compañ ero de negocio s. Nada hay en el concep to liberal de
Unger, mantien e estos dos domini os de manera rígida aparte, contrato , nada en la concep ción liberal de la humani dad y el
con la desgarr ada alma del hombre yendo con dificultad entre derecho que haga tal altruism o improb able o sin sentido . La
las dos. En sus tratos comerc iales, en sus negocio s y también en disposic ión a mirarse unos a otros con simpatí a y clemen cia es
sus arreglos público s, el individu o está gobern ado por el estric- un bien positivo, que de manera alguna el liberalis mo está
to régimen de los contrato s, que no es mitigad o por ningún compro metido a negar. Pero, al igual que en la familia, la
toque de humani dad o clemenc ia. Y esto sólo se hace tolerabl e ejecuci ón forzada (enforcement) de una postura semejan te tien-
por su habilida d para retirarse en forma periódi ca a Belmon t, de a convert irse a sí misma en una tiranía. Las partes entran a
un mundo privado de dulzura y luz. El contras te es entre las relacion es contrac tuales con ciertas expectativas; constitu ye
relacion es comerc iales y familiares, las primera s regidas por las una forma de tiranía y fraude que el Estado frustre esas espe-.
doctrina s literalistas del contrato y por lo que puede realizarse ranzas.
de un modo formal y las últimas goberna das por un espíritu de
compar tir y de sacrificio.
El contras te es del todo falso. Lo cierto es que es verdad
que las relacion es dentro de una familia deben estar regidas por
un espíritu altruista de compar tir propósi tos y hacer sacrificios
comune s. Una familia en la que todos los benefic ios y cargas
fueran distribu idos por estrictos acuerdo s previos con ajustes
sólo median te algunos quid por quo durame nte negocia dos
(bargained) sería una parodia . Pero esto no prueba nada, pues-
to que el compar tir dentro de una familia es y debe ser volunta -
rio. Donde éste es ordena do por una autorid ad más alta, se
convier te en despoti smo. El despoti smo puede ser benigno ,
incluso necesar io, como cuando los padres ejecuta n forzada-
mente (en/orce) un régimen de clemen cia entre sus hijos pe-
queños . Pero esa ejecuci ón forzada paterna (enforcement) se
hace cada vez menos tolerabl e a medida que los niños crecen.
Ejecuta da en adolesc entes tardíos o en adultos es pura tiranía.
Entre los miembr os adultos o casi adultos de la familia el
compar tir debe produci rse libreme nte. Donde falta la volunta d
de compar tir, entonce s a su tiempo el instinto más sano dicta
que la unidad debe disolverse.
Tampo co existe en las relacion es comerc iales ningún im-
UERZA Y
UNCONSC/ONABILITY

Se sostiene que algunos contratos son injustos aunque las par-


tes los hayan pactado a sabiendas. Las doctrinas jurídicas que
sostienen esto son la fuerza y la unconscionability.
Una promesa dada bajo fuerza, aunque con conocimiento,
no es realizada con libertad. En términos paradigmáticos esa
promesa es inducida por la amenaza de la fuerza (en contraste
con el fraude); y por extensión es una respuesta a una presión
indebida.
La unconscionability es una noción más vaga, que se
concentra más bien en el desequilibrio, la injusticia sustantiva
del acuerdo mismo. Altas tasas de interés, bajos salarios, precios
elevados y cláusulas que permiten desahuciar a voluntad con-
tratos de trabajo o de licencia o que limitan seriamente las
ganancias en la venta de bienes, todas ellas han sido condena-
das como unconscionables.
En el uso jurídico real, la unconscionability se usa para
referirse tanto a defectos cognoscitivos como sustantivos. Por
ejemplo, el Uniform Commercial Code -en una disposición en-
redada y que confunde- habla tanto de "sorpresa injusta" como
de "opresión", siri dejar claro hasta qué punto éstas son nocio-
nes distintas. 1 En el capítulo precedente he tratado del fraude y
otras formas · de tomar ventaja de defectos cognoscitivos, de
- - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABJL/TY _ _ _ _ _ _
__ 137
136 ____ ____ LA OBLIGACIO N CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

manera que aquí dejo a un lado este aspecto de la unconsc io- bajo supuesto s equivoca dos, gente que está demasia do confun-
dida para entende r 'la relevanc ia de .sus comprom isos- también
nability.
De las tres nociones -buena fe, fuerza, unconsc ionabilit ]r lo hace en casos en que el asentimi ento de la persona no es
voluntar io. 2 Si soy hipnotiz ado para firmar un contrato o si otra
esta última es la que llega más lejos, puesto que sugiere que
incluso contrato s hechos con conocim iento y libremen te (esto persona mueve mi mano para hacer una marca simboliz ando
es, no en respuest a a presione s indebida s) pueden ser juzgados mi asentimi ento, no he prometid o. Obviame nte, si el concepto
tan injustos como para no ser obligatorios. de fuerza sólo cubriera tales burdas instancia s de asentimi ento
En este capítulo consider aré si es posible admitir las defen- aparente involunt ario, no sería de gran interés.
En realidad, la fuerza abarca muchos tipos de situacion es
sas de fuerza y unconsc ionabilit y sin abandon ar lo central de
m1 posición .
en las que no parece correcto tratar como obligato rio a un acto
A diferenc ia de la doctrina de la buena fe, la fuerza y la informa do de consenti miento, porque de una u otra manera se
siente que no hubo una justa posibilid ad de elección .
unconsc ionabilit y difícilmente pueden ser usadas para imponer
Esta intuición, sin embargo , plantea un dilema a la doctri-
obligacio nes que las partes nunca asumiero n. Más bien ellas
na contractu al y a la teoría del contrato como promesa , como
dispensa n de la obligació n. Sin embargo , semejan te poder para
autodete rminació n autónom a. Si un promiten te sabe lo que está
excusar, si es usado de una manera sistemáti ca para realizar
algún equilibri o de ventajas ordenad o de modo extrínsec o, pue- haciendo , si aprecia complet amente las alternativas y escoge
entre ellas, ¿cómo puede ser correcto decir que la suya no fue
de importar una autorida d muy general sobre las personas y sus
una elección libre? 3
acuerdos .
Y por ello, aquí también mi tarea es mostrar que la fuerza El hombre astuto y valiente que entrega su billetera a un
ladrón armado toma una decisión calculad a. El ardiente colec-
y la unconsc ionabilit y no necesita n ser vistas como invitacio nes
siempre abiertas a revisar los acuerdos que han alcanzad o las cionista de estampil las enfrenta do a un precio exorbita nte por
la última "Penny Black" que queda y que necesita para comple-
personas .
Sin embargo , deberé ir aún más lejos, y mostrar que estas tar su álbum hace uria elección calculad a. Incluso el tío cariño-
so que promete pagar el viaje a Europa de su sobrino, está
doctrinas cumplen distintas funcione s que no sólo son compati-
eligiend o cuando se enfrenta con este acariciad o sueño de una
bles con el concepto de contrato como promesa , sino también
persona a quien él desea agradar. ¿En alguno de estos casos la
esenciale s a éste.
promesa está hecha bajo fuerza? Sería absurdo decir que una
elección es suficient emente libre para fundar· una promesa sólo
FUERZA si es en algún sentido gratuita o inmotivada.4
Si sólo las opcione s inmotiva das fueran libres, los tribuna-
les tendrían obligació n de revisar en razón de la fuerza todas
"La fuerza es un vicio en la formació n del acuerdo; incluso más,
las eleccion es contractu ales que proviene n de las metas y de-
no es ni siquiera mínimam ente cognoscitivo: la víctima está
seos de las partes. Si, por otra parte, la fuerza sólo se concentr a
demasia do atenta a lo que está sucedien do y a lo que le pasará.
en el bienesta r o ventajas relativos de las partes de una transac-
La fuerza no se relaciona con la racionali dad o el conocim iento
ción y se consider a que las disparid ades socavan la voluntar ie-
sino con la libertad o la voluntad .
dad de la elección , entonces , de la misma manera, deberíam os
Así como el contrato como promesa excluye las obligacio-
redistrib uir directam ente, vinculan do a sus bargains al rico,
nes asumida s por personas que no saben lo que están haciendo
pero no al pobre.
-dement es, que no entiende n el idioma, personas que trabajan
- - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 139
J38 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

Ambas visiones son- inconsistent es con el concepto del


contrato como promesa, como autonomía.
COERCIO N Y DERECHOS
El problema no es sólo teórico; es (y tradicionalm ente ha
sido visto como tal) un desafío de todo o nada para la teoría Considerem os tres casos:
económica liberal del mercado.s Puesto que, si el mercado se I. Un ladrón armado amenaza a su víctima en una calle
ha ·de justificar sobre algún otro fundamento que no sea el oscura y solitaria, diciendo: "Su dinero o su vida".
fundamento instrumenta l de producir la mayor eficiencia en la
asignación de los recursos, debe serlo porque es el sistema de U. Uno de muchos supermerca dos competidor es en un
hombres· libres que contratan (prometen) libremente unos con opulento suburbio ofrece a los compradore s arvejas a treinta y
otros. nueve centavos la lata.
Las dudas sobre el status moral de las elecciones calcula-
das que toman cuerpo en los bargains (o, como en el caso de . III. Un coleccionist a de estampillas oferta a otro una "Pen-
la promesa del tío, incluso en donaciones) , las vacilaciones que ny Black" a un precio exorbitante, ·sabiendo que el comprador
llevan a que estas opciones sólo sean validadas si concuerdan necesita precisamen te este sello para completar un álbum.
con un juicio externo impuesto, socavan la defensa del merca-
do y también del prometer. La fuerza está claramente presente en el primer caso y
Por eso el derecho ha buscado definir la coacción en ausente en el segundo. Una forma natural y familiar para distin-
términos formales, o en todo caso en palabras que no implican guir los dos· y para probar el tercero es en términos del concep-
un juicio sustantivo de las elecciones hechas. to de coerción. La aquiescenci a de la víctima en el primer caso
La definición corriente de fuerza que encontramo s en los es coaccionada ; la compra de la lata de arvejas no lo es. ¿Qué
textos de estudio, se concentra en la compulsión mediante distinción estamos haciendo y cómo se aplica al coleccionist a
amenaza.6 Puesto que las intimidacion es operan sobre la volun- de estampillas?
tad y la respuesta a ellas es voluntaria, el derecho es inmediata- Robert Nozick, en una discusión filosófica de la coerción,
mente enfrentado con el problema que acabo de describir. distingue entre amenazas, ofertas y advertencia s, y propone que
El primer intento de solución, bastante débil, sostiene que sólo las primeras son coercitivas.* 8 Una amenaza empeora la
sólo aquellas amenazas que pueden doblegar la voluntad de situación de su destinatario; mejor no la hubiera recibido. Una
una persona de fortaleza corriente vician el consentimie nto.
7 oferta al menos lo deja indiferente, y por lo general mejora su
Supongo que el tipo de caso en que se está pensando es uno situación al aumentar sus opciones. El ladrón en términos senci-
donde una persona es amenazada con la tortura de un ser llos hace una amenaza, el supermerca do y el vendedor de
amado. Esta fórmula imagina una intimidación tan fuerte, que el estampillas hacen ofertas. Sin embargo, como reconoce Nozick,
mismo poder de elección, de cálculo, es puesto en cuestión. esta distinción requiere mayor refinamiento .
Busca evitar el problema pendiente extendiendo la noción de
coerción física a algún tipo de dominación psicológica. Aunque
uno puede aceptar de buena gana esta extensión, es obvio que * Esta concentración en las amenazas es apropiada, puesto que los
gestos que son físicamente forzados -la mano que es forzada para marcar
ésta abarca un campo muy pequeño, y la necesidad de ir más
una X en un documento- ni siquiera valen como acciones. Y las advertencias
allá ya fue apreciada. Por ejemplo, no cubre la amenaza del están al margen, puesto que quien hace una sólo informa de un estado de
ladrón; ni la de incendiar mi casa si no accedo a un convenio cosas que él no puede cambiar o no va a cambiar, cualquiera sea la respuesta
determinado . de la otra parte.
140 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSC/ONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 141

N. Pickles, propietario de un predio bajo el cual fluye un Pickles y del dueño· del terreno, pero pocos encontrarían coer-
arroyo subterráneo, propone bloquearlo salvo que se le prometa citiva, ni en ningún otro sentido objetable, la propuesta del
un pago por la villa de Bradford, que lo necesita para mejorar su pianista. Cabe destacar que no es bueno cambiar de un statu
suministro de agua.9 quo estático (la situación .en el preciso instante previo· a la
propuesta) a uno dinámico en que uno habla en forma más
v. El propietario de un terreno, una de cuyas esquinas ha amplia de interferencia con el ·curso normal de eventos, puesto
sido usada por un período de años (aunque menos tiempo del que en esta circunstancia el concertista en piano habría tocado
necesario para establecer un derecho de paso) como un conve- y el periodista publicado; sin embargo, el primero propone una
niente atajo, cierra este camino y rehúsa reabrirlo salvo que se transacción de mercado corriente, mientras que el segundo un
le pague. chantaje.
¿No deberíamos decir, entonces, que es coercitivo arrancar
VI. Un estudiante de piano que ha dado en forma gratuita una promesa mediante la amenaza de un dañó? Pero el hacer
recitales anuales en la iglesia de su pueblo por muchos años, equivalente la coerción con una propuesta de hacer daño (como
anuncia que de ahora en adelante exigirá el pago de una opuesta a la denegación de un beneficio) incurre en análogas
entrada. .dificultades. ¿Dañaría Pickles al pueblo si detiene el flujo de
agua? Al poner una cadena a la entrada del camino, ¿el dueño
VII. Un esforzado periodista descubre que un profesor de del terreno hace daño a los eventuales usuarios? ¿Se puede
filosofía moral estuvo preso hace años por una estafa. Propone decir que el pianista "termina" sus conciertos, dañando en con-
publicar esto en una crítica a un nuevo libro del profesor, salvo secuencia a los habitantes del pueblo, o sólo rehúsa conferir un
que éste le prometa pagarle varios miles de dólares. beneficio? Finalmente, ni siquiera la idea de dañar maliciosa-
mente, usando el perjuicio a otro como el medio elegido para
Estos casos muestran que la distinción entre propuestas que conseguir lo que quiere, resolverá el problema: Pickles y el
empeoran la situación de otro (amenazas) y aquellas que la dueño del terreno proponen crear algunas dificultades precisa-
mejoran al incrementar las opciones (ofertas) deja abierta la mente para privar a otros de un beneficio. El pianista puede
cuestión de cómo se identifica la situación previa del destinatario. querer tocar y puede proponer quedarse en casa sólo. como un
Sería bonito si el punto de referencia para determinar si intento para conseguir sus honorarios. En cada caso la propues-
una propuesta empeora o no la situación de alguien fuera ta es estratégica. Y en el del chantajista, el cambio planteado es
exclusivamente una cuestión de hecho. En el caso I esto pro- evadir el mal que él de otra manera infligiría siguiendo el curso
porcionaría una clara respuesta, pero en los casos IV-VII hay normal.
diferentes maneras de describir el statu quo. Estos acertijos deberían bastar para mostrar que no pode-
El arroyo estaba corriendo desde siempre, el camino esta- mos escapar usando algunos criterios normativos para distinguir
ba ahí y era usado, y por lo tanto se puede decir que Pickles Y ofertas de amenazas. Y esto es una pena, pues el propósito de
el propietario del terreno están proponiendo cambiar el statu la investigación es en sí mismo normativo: identificar la coer-
quo para peor. Sin embargo, en el caso del pianista uno no ción para determinar cuáles promesas (y contratos) no son
sabe qué decir. ¿Es el statu quo lo que existía antes de que moralmente (o jurídicamente) vinculantes. Siempre es más ele-
llegara el día del concierto anual, de modo que su concierto gante si una conclusión moral se puede transformar en criterios
sería un progreso?· ¿O el statu quo se define incluyendo el no éticos, porque cuando la moral depende de ella misma
concierto anual? Podemos tener dudas sobre las propuestas de existe siempre el peligro de un círculo vicioso. Y ciertamente
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están quienes creen que al decir que un contrato ha sido De hecho la violación de una tal norma independiente
conseguido coercitiyamente, no se hace más que anunciar nuestra necesariamente deberá socavar la validez de una promesa obte-
intención de no ejecutarlo de manera forzada. Pero si un crite- . nida mediante su violación. Pongamos una norma independien-
rio moral es más profundo, más general, o en algún sentido te N tal que hacer na una persona viola los derechos de ésta.
independiente de la cuestión ética que determina, entonces no Supongamos que otra se procura una promesa amenazando
hay circularidad en absoluto. Es ese criterio más profundo, hacer n al promitente, quien más tarde rehúsa mantener su
aunque moral, lo que debemos buscar. promesa. El destinatario de la misma difícilmente será oído en
Una propuesta no es coercitiva si promete lo que el pro- su alegato de que ha sido engañado, que se contuvo de hacer n
ponente tiene derecho a ofrecer o no, según él mismo elija. Es (p. e., infligir un daño a una víctima de robo) a cambio de la
coercitiva si propone algo incorrecto al objeto de la misma: 10 promesa ahora rota. En un foro jurídico tal alegación sería
El ladrón no tiene derecho a infligir el daño con que absurda. Tampoco puede quejarse el destinatario de la promesa
amenaza; haría algo incorrecto a su víctima. El supermercado de la inmoralidad del promitente, de su quebrantamiento de la
tiene derecho a ofrecer la lata de arvejas al precio que elija, y el fe. Puesto que (como sostuve en los capítulos 2 y 3) aunque no
comprador no tiene facultad para tomarla sin pagar el precio. es necesario un intercambio para la obligación de una promesa
En consecuencia, el statu quo que la propuesta altera está ya· que la misma es de hecho parte de éste, se considera que la
definido en términos de los derechos de las partes. Aunque los relación de confianza debe ser mutua si es que existe alguna.
transeúntes han usado el camino del dueño del terreno, no Reconocer un intercambio-promesa semejante como vinculante,
tenían derecho a ello; han estado entrando a propiedad ajena. jurídica o moralmente, implica reconocer la validez del mismo y
Si ya no pueden hacerlo, sus derechos no han sido disminui- por ello negar que éste amenaza los derechos del promitente.
dos. Por el contrario, por primera vez tienen la posibilidad de Si se condena al promitente por actuar mal al romper su pro-
poder usar el camino legalmente, si sólo pagan por el privile- · mesa, ¿está ahora el destinatario de ella liberado de su obliga-
gio.* ción recíproca? ¿Qué significaría esto? ¿Sería ahora permisible
El éxito de este criterio de coerción dependerá de si es hacer n, violar la norma N? Esto significaría que si la amenaza
posible fijar una concepción de lo que es correcto y lo que es tiene éxito, deja a la norma a un lado.*
incorrecto, de qué derechos tiene la gente en las relaciones En consecuencia, concluyo que una promesa procurada
contractuales independientemente de si sus contratos deben ser mediante amenaza de hacer algo incorrecto al promitente, de
ejecutados forzadamente. violar sus derechos, no tiene fuerza moral. Son tales intimida-
ciones lo que constituye la categoría jurídica de la fuerza.

* Parece que estuviera usando los términos "derechos", "derecho" e


"incorrecto" indiscriminadamente. Si tengo un derecho, entonces nada inco-
rrecto hago si lo ejercito, y usted hace algo incorrecto si lo viola. Si una
persona hace algo incorrecto a otra, viola el derecho de la víctima a que no le
sea infligido algo incorrecto. Decir a una persona que no tiene derecho a algo * Este último punto está relacionado con el familiar dilema moral de si
es ambiguo. Puede sólo significar que tiene lo que en derecho se llama una es pennisible mentir a un asesino en la búsqueda de su víctima. San Agustín y
libertad. No hace algo incorrecto al hacer eso, pero tampoco se le hace algo Kant sostuvieron que mentir es absolutamente malo y en consecuencia nega-
incorrecto si se le impide hacerlo. Pero en el lenguaje corriente la locución ron que tal mentira fuera correcta. Yo sigo a Benjamín Constant en el argu-
tiene el sentido más fuerte de que hacer eso es en sí mismo incorrecto. Ver mento de que en este caso el asesino ha perdido su derecho a que no se le
Ríght and Wrong, caps. 4 y 5.
mienta. Ver Ríght and Wrong, cap. 3.
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pasajero y contingente diseñado para realizar algún esquema


PROPIEDAD económico o social particular bajo circunstanci as particulares .
Quienes ven el derecho de contratos sólo como un instrumento En consecuenc ia, que el contrato del ladrón es nulo por fuerza
de la política ·social, sea de redistribuci ón o de eficiencia, y que y que el del pianista no lo es, puede estar determinad o por una
sostienen que la doctrina de la fuerza es sólo una forma de noción de lo correcto y lo incorrecto que es independie nte de
redistribuir ventajas en la persecución de la política· social, es las cuestiones contractuale s que resuelve.
poco probable que se sometan a mi formulación. Puesto que Lo mismo no es obviamente verdadero en el caso Pickles
para ellos la asignación de derechos simplement e refleja el (IV). En el del vendedor de estampillas (III) parece suficiente-
juicio de política deseado. mente natural (aunque también aquí hay problemas) decir que
Ahora bien, el argumento de que la condena de las ame- si la "Penny Black" es suya, no hace algo indebido al ofrecerla
nazas físicas (como las del ladrón) reflejan un juicio redistributi- en venta a cualquier precio que el tráfico permita. Sin embargo,
vo es al menos tan absurdo como el similar sobre el engaño no es obvio que el dominio de Pickles sobre el predio incluya
examinado en el capítulo 6. el derecho a bloquear el arroyo subterráneo . Y cuando enfatiza-
La violencia intencional (y también amenazar con ella) a la mos esta duda vemos que el caso del atajo (V) sólo es claro por
persona de otro es incorrecta, sin consideraci ón al equilibrio estipulación : si los vecinos hubieran usado el camino por algu-
total de ventajas entre el asaltante y su víctima. Ciertamente que nos años más, o si el tiempo para adquirir por prescripción
al condenarla y conceder un derecho a no ser su víctima se hubiera sido· algunos años menos, la demanda del dueño del
afecta el equilibrio de ventajas entre las dos partes, pero ésta no predio habria sido tan extorsiva como la del periodista, de la
es la base para la condena. También se ha dicho que tal castigo cual algo más debe decirse. En efecto, aunque Pickles · ganó su
produce una asignación más eficiente de los recursos. La
11 caso en 1895 en Inglaterra, el derecho en los Estados Unidos
corrección e incluso la coherencia de este argumento están generalmen te prohíbe acción maliciosa o incluso no razonable
abiertos a discu~ión, pero aún concediend o el punto, esto no de un propietario predial que detiene las aguas que se filtran
muestra que la eficiencia sea la base de la condena moral. (percoladas ). 13 Y cuando nos movemos a la superficie de la
Como he tratado de mostrar en otro lugar, 12 la condena de la tierra, Morton Hoiwitz 14 nos recuerda que el régimen jurídico
violencia intencional está- más firmemente enraizada en las no- que regula el derecho a desviar arroyos que pasan a través de
ciones morales de respeto por las personas y las bases físicas su predio ha sido objeto de las más grandes variaciones: el
de la personalida d. El derecho a no sufrir tal violencia expresa derecho inglés difiere del estadounide nse, y este último tam-
el juicio de que nuestras personas (y por ello también nuestras bién ha cambiado en respuesta -sostiene Hoiwitz- a corrientes
personas físicas) no están disponibles para ser usadas por otros intelectuale s y políticas cambiantes y a percepcione s variables
en contra de nuestra voluntad. Esta misma idea ayuda a expli- de las necesidades de la economía. El punto es, por supuesto,
car el caso del pianista (caso VI). Negarle el derecho a disponer que las reglas de la propiedad son en gran medida convenció-
de su trabajo y talento en los términos que él elija, importa nales.
afirmar que los habitantes del pueblo también tienen derechos Si una promesa es anulada por fuerza, y la fuerza es
sobre ellos, de modo que su propuesta de negarse a tocar se asimilada con la coerción, y la coerción es una amenaza de
convierte en una amenaza de privar a la gente del pueblo de violar derechos, y la propiedad es una fuente de derechos, y la
sus facultades. Pero el derecho de una persona a su propia naturaleza y extensión de la propiedad son convencion ales, y
persona y en consecuenc ia a sus talentos y esfuerzos es un las convencion es de propiedad son diseñadas o desarrollada s
dogma fundamenta l del individualis mo liberal, no sólo un juicio para servir las metas (de eficiencia o redistributiv as) de la co-
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munidad, l5 entonces parece seguirse que la obligación de la nos específicos de los derechos de propiedad) y un respeto por
promesa misma es la criatura de la voluntad de la comunidad y los individuos, cuya colaboración es reclutada en el entendido
no del individuo. 16 de que ellos retienen la medida de discreción que cualquier
Esta cadena de razonamiento, sin embargo, tiene eslabo- derecho implica. Más aún, si todas las relaciones con las cosas
nes falaces. fueran sacadas del régimen de derechos, el derecho natural a la
Primero, no toda la propiedad es convencional. 17 Los fun- propia persona y esfuerzos devendría tremendament e ineficaz,
20
damentos para reconocer un derecho (de propiedad) en la puesto que esos afanes se usan en el mundo exterior.
persona, talento y esfuerzos propios son no convencionale s en Tampoco la mutabilidad de ·los derechos de propiedad
el sentido que son parte de la teoría moral del individualismo constituye un obstáculo insuperable, puesto que los cambios
liberal, como asimismo de otras teorías éticas, y por lo tanto son graduales o hacia el futuro. 21 Un cambio brusco en la
dependen no de argumentos de conveniencia social, sino de la definición importa una confiscación. 22 Es un procedimiento poco
verdad de la teoría· moral. Si esto es lo que se quiere significar honesto, que sólo tiene éxito mediante la invocación a la con-
con el derecho natural, entonces tales derechos son naturales fianza de los individuos; como un gobierno que en vísperas de
(esto es análogo al punto desarrollado en el capítulo 6 de que una devaluación monetaria niega sus inminentes intenciones.
ciertas reglas de fraude, como las prohibiciones de mentir y de Un argumento sofista basado en la naturaleza mudable,
violar ciertas relaciones de confianza, dependen de criterios variada y convencional de los derechos de propiedad, busca
morales y son simplemente convencionale s). evitar esta carga de ·mala fe colectiva definiendo cada derecho
Segundo, inclusive aquellos derechos que son convencio- de propiedad desde el principio como sujeto a la condición de
nales -tales como el derecho a las aguas filtradas (percoladas)- que ese derecho sea drásticamente disminuido en cualquier
son derechos convencionale s. Al moldear la relación entre una momento conforme a la discrecionalida d colectiva. 23 Semejante
persona y una cosa en la forma de un derecho, la retiramos por propuesta es a medias muy inteligente. Ciertamente, un dere-
tanto del dominio de la imposición colectiva. 18 Al decir que la cho debe tener fronteras, y las mismas pueden ser tanto tempo-
"Penny Black" del coleccionista es suya, asimilamos esta rela- rales como espaciales, tanto conceptuales y condicionales como
ción al nexo entre un hombre y lo que .es esencialmente suyo, temporales o espaciales, pero si la condición es tan amplia que
a saber, su persona, su esfuerzo y sus talentos. en realidad el derecho queda totalmente entregado a la discre-
Ahora bien, no niego que los derechos de propiedad se ción de otros, entonces no lo es en absoluto. Esta es una
definan en parte para conseguir fines sociales. Lo que el argu- cuestión de grado, pero existe un derecho sólo hasta el grado
mento colectivista olvida es que estos fines-colectivos son con- que un ámbito de discreción, temporal, espacial y conceptual,
seguidos mediante la creación de derechos, otorgando a los es otorgado al individuo.*
individuos control discrecional, una esfera privada de actividad.
Algunos teóricos políticos como Adam Smith y Friedrich
Hayek19 argumentan que las metas colectivas se consiguen de
la mejor manera reclutando la iniciativa individual mediante un
régimen de derechos. No estoy convencido que esto sea así, * Dejo a un lado la pregunta por las emergencias. El que puedan ser (y
pero sí que aunque lo fuera, este argumento no sería el único regularmente lo han sido) invocadas de mala .fe por los gobiernos siempre
que los derechos hayan resultado inconvenientes, no significa que su invoca-
fundamento para proceder de esta manera. ción de buena fe vicie mi argumento. Así también un cambio en las circuns-
El régimen de derechos de propiedad representa un com- tancias puede alterar los términos del pacto entre el ciudadano y el gobierno
promiso entre intereses colectivos (que determinan los contor- de maneras análogas a las discutidas en el capítulo 6 supra.
148 ________ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 149

Probemos estas generalidades en el caso del periodista a excluir a otros sólo con el propósito de obtener un pago. Una
chantajista (VII). ¿Qué es lo que resulta tan ofensivo en su distinción de este tipo, sin embargo, es más convencional, más
conducta? ¿Por qué nos es tan claro que no hay necesidad de instrumental que natural (comparada con el caso del chantajis-
mantener una promesa hecha a él? ¿Es porque él, como el ta), y por esta razón la justicia exige que esté más claramente
ladrón, propone hacer un daño más que ofrecer un beneficio, vinculada a reglas disponibles de antemano.*
por lo que hay algo malicioso en su conducta? Como hemos
visto, este razonamiento no funcionará, puesto que Pickles (IV),
el propietario de la tierra (V) y el pianista (VII) proponen hacer
algo -si es que no tocar cuando usted estaría feliz de hacerlo es • Asumamos que un derecho de paso o un arroyo efectivamente perte-
hacer algo- que causará daño con el fin de conseguir un pago. necen al propietario predial, quien puede hacer con ellos lo que desee.
¿Puede negarlos, bloquearlos, con el fin de no celebrar siquiera un duro
Sin embargo, la malicia no parece jugar un rol. Al condenar el
bargain, sino para molestar a una persona en particular que quiere usarlos?
chantaje excluimos el uso de la propiedad (incluida la propie- Para ello, ¿puede un trabajador rehusarse a trabajar para alguien que no le
dad del esfuerzo propio) para el propósito general de dañar a agrada aun por lo que él considera una espléndida remuneración? No veo
otros; descartamos la inversión en el potencial dañino de las dificultad para argumentar que bajo ciertas circunstancias es inmoral e inco-
rrecto privar a una persona inocente, en razón de odio o desprecio, de una
cosas, esfuerzo o talento.. El uso de un predio como un atajo ventaja que se estaría dispuesto a conceder a otros. Tales odio o desprecio
constituye en general algo beneficioso; el desarrollo de los son en sí mismos una injuria moral, salvo que estén justificados por la
talentos del pianista produce un beneficio. Al conceder un conducta de la otra persona, e incluso así existen límites para la respuesta
apropiada. Es inmoral discriminar entre la gente sin razón, y tratar a algunos
derecho de propiedad en estos casos se permite que el benefi-
como menos dignos de respeto. Siendo éste el caso, en principio no hay
cio sea negado, pero la inversión inicial del chantajista es en un razón por la que uno no pudiera también condenar como incorrecta la
daño potencial. negativa a entrar en relaciones contractuales basadas en actitudes inmorales
Incluso la primera vez que el derecho juzgó que un con- de odio o desprecio. Nada hay en el individualismo o en la teoría de la
autonomía que justifique tales actitudes. Cf. American Law of Property, supra
trato con un chantajista fue hecho bajo fuerza no debe haber nota 13; Hayek, supra nota 19, pp. 135-137.
sido una sorpresa. Tal decisión no dejaba de estar fundada en Las dificultades de basar conclusiones jurídicas en estos juicios morales
principios, sino que aplicaba un penetrante juicio comunitario son sólo prácticas, pero estas dificultades prácticas son importantes. P. e.,
estaríamos dispuestos a aceptar que un trabajador pudiera buscar asociarse
de que la inversión en la miseria de los demás no debe ser
con otros trabajadores más agradables, que una persona pudiera buscar la
lucrativa. También sería posible distinguir el caso VII de uno en compañía de alguna gente más grata que de otros. Si las actitudes en que se
que el periodista hubiera hecho su investigación con la absolu- basan estas discriminaciones no envuelven actitudes de desprecio -como en
ta intención de publicarla, y después preguntara, a cambio de casos de odio racial- no hay objeción moral para un trabajador dispuesto a
trabajar por menos en compañía de sus amigos y sólo por más en la de
su silencio, sólo qué perdería si no publicara. Después de todo, extraños. De modo que el juicio moral es complejo. De hecho el derecho
¿por qué no debe figurar la motivación al juzgar si la conducta busca tomar en cuenta estas complejidades, pero reconociendo sus limitacio-
del periodista fue incorrecta? (sólo el formalista insistiría que nes prácticas. P. e., en leyes de antidiscriminación en los alojamientos, gene-
ralmente se contemplan excepciones para las casas ocupadas por el dueño,
tales juicios deben provenir algorítmicamente de reglas explíci- tal vez no tanto porque el odio racial esté justificado en tales contextos sino
tas previas, y, como he argumentado, el formalismo es una porque no existe una disposición a introducir el tosco instrumento del dere-
posición con la que la teoría liberal del contrato no está de cho en asuntos de asociación personal. Mientras más improbable es que están
ningún modo comprometida). La motivación también puede ser presentes discriminaciones justificadas, el derecho está más dispuesto a ejecu-
tar forzadamente un régimen de imparcialidad. Pero por supuesto nada de
usada en el caso Pickles, distinguiendo un derecho de un pro- esto socava la noción de que una persona debe buscar obtener el ·mejor
pietario a usar las aguas filtradas (percoladas) para cualquier precio mediante la negociación (bargainin¡j) y mediante la amenaza de negar
propósito que quiera, aun cuando excluya otros de un derecho los beneficios a menos que reciba un precio que ella considere aceptable.
150 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSC/ONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 151

coberturas de los seguros. Cada trabajador firma un compromi-


LA DUREZA EN LAS BARGAJNS so aceptando la totalidad del riesgo y obligándose a no deman-
dar por daños bajo ninguna circunstancia. Un trabajador cae de
Hasta ahora, los casos resueltos no invocan la doctrina de la una escala destartalada, de cuya condición estaha claramente
unconscionability de ninguna manera sistemática o incluso co- enterado, y resulta seriamente herido. Deduce una demanda,
herente. Alegaciones de injusticia sustantiva se mezclan con reclamando que el empleador fue negligente y que no propor-
sugerencias de fraude, deficiencia cognoscitiva y fuerza, de cionó un lugar seguro para trabajar (dejemos a un lado, por el
modo que no es posible discernir un patrón de situaciones de momento, que las leyes de compensación a los trabajadores
hecho en las que este episódico poder de liberación sea ejercido. actualmente harían esta acción generalmente imposible e inne-
Sin embargo, algunos importantes casos representan ten- cesaria). 25
dencias definidas en el derecho. Los uso en esta sección como
un punto de partida para mis propias propuestas sustantivas. X. Todos los fabricantes de automóviles acuerdan entre sí
ofrecer garantías tipo, excluyendo cualquier responsabilidad por
daños personales causados por defectos de fabricación o dise-
UNCONSCIONABILITY, FUERZA ño. Un comprador resulta dañado por un volante mal diseñado
ECONOMICA Y JUSTICIA SOCIAL y busca una compensación. 26

Consideremos estos casos: En casos como éstos, algunos tribunales han rehusado
ejecutar forzadamente las promesas, considerando que sus tér-
VIII. Un comerciante de un barrio pobre del centro de la minos son unconscionables.27 El razonamiento detrás de estas
ciudad ofrece electrodomésticos de gran tamaño a precios mu- decisiones viene a ser el siguiente: el promitente no tenía una
cho más altos que los disponibles en tiendas de departamentos real posibilidad de elegir y las condiciones efectivas eran sus-
o casas de descuento. Ofrece crédito a sus clientes, la mayoría tancialmente injustas para él, de un modo particular en conside-
de los cuales no están regularmente empleados y no lo conse- ración a su pobreza o su relativa falta de poder.* La expresión
guirían por los canales regulares. Los términos de los créditos "inexistencia de real posibilidad de elegir" es de manera obvia
son exorbitantes: las tasas de interés son altas, todos los bienes insatisfactoria por sí misma para explicar estas decisiones, pues
comprados quedan prendados y éstos son recuperados después todo consumidor enfrentado a un mercado de competencia
del incumplimiento más trivial. Una persona que sólo recibe perfecta y que busca satisfacer alguna necesidad o grupo de
subsidios de seguridad social y ha comprado muebles, una necesidades no tiene otra posibilidad real más que de pagar el
cocina, un refrigerador y un equipo de aire acondicionado y
que pagó más de un tercio del precio, incumple, y el comer-
ciante intenta recuperar todo. El precio de reventa de los arte-
factos usados es tan bajo que ni siquiera cubrirá el saldo de la
deuda. 24 * Una falta de confianza en la consistencia de este razonamiento se
muestra en el hecho de que una insinuación de defecto cognoscitivo -como
la referencia del Uniform Commercial Code a la sorpresa injusta- es general-
IX. Un pequeño contratista especializado en reparaciones mente introducida en la explicación, pero no con la claridad o determinación
exteriores ofrece empleos por bajos sueldos a hombres jóvenes suficientes como para que parezca valer la pena preguntar si el promitente
en una época de alto desempleo. Explica que el trabajo es realmente fue sorprendido o si tal sorpresa es un elemento necesario. Ver
Leff, supra nota 1, pp. 497-501. ·
peligroso y que ha limitado los equipos de seguridad y. las
152 ________ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 153

precio; del mismo modo que los productores no tienen más dolor y humillación más en una vida llena de ellos. El joven
real posibilidad de elegir que aceptar ese precio. trabajador será proveído durante su incapacidad y quizás si esto
La demanda de injusticia sustantiva también es algo oscu- se hace sólo una vez, aunque no se cumplan las expectativas,
ra; es inconcebible, por ejemplo, que un tribunal anulara el el empresario no tendrá que cerrar el negocio. Pero el juicio no
bargain del coleccionista de estampillas sobre la base de que el puede ser limitado a "sólo esta vez". Si cada hombre de nego-
precio fue extraordinariamente alto. El punto de. concentración cios está operando en el margen (ya sea de la bancarrota o del
está en las necesidades: un automóvil o un trabajo son una punto en que algún uso alternativo de su esfuerzo y· capital
necesidad. Lo que amerita prueba es la noción de injusticia sería preferible) entonces tal juicio sería una señal para cortar
sustantiva. El análisis revela que es dos partes de sentimiento y las pérdidas y cerrar la tienda. Bien, tal vez queremos desafiar
una de sentido común. sus expectativas y poner al hombre de negocios un poco más
Hasta dónde estemos preparados para condenar al comer- cerca de la situación de la gente pobre que él parece explotar.
ciante (VIII) o empleador (IX) aparentemente rapaces debe Pero esto también es un juicio confuso. ¿Por qué precisamente
depender de más circunstancias. Supongamos que la mayor este representante de las clases más afortunadas debe ser obli-
frecuencia de incumplimientos haya hecho que los precios altos gado a soportar la carga de nuestro fervor retributivo? Cierta-
y los duros términos crediticios sean una necesidad para hacer mente no porque él haya elegido buscar sus oportunidades
negocio con una clientela generalmente cercana a la indigen- ofreciendo más opciones a los. pobres. Supongo que queremos
da;28 ·supongamos que el pequeño contratista no estuviera ca- que los pobres puedan comprar refrigeradores a crédito; que
pacitado para mantenerse en el negocio y que sus trabajadores los trabajadores no calificados tengan una oportunidad de tra-
permanecerían desempleados si tuviera que pagar salarios altos, bajar. El juicio de unconscionability en tales circunstancias sería
usar mejores equipos o asumir (esto es, contra seguros) el otra instancia del fraude social que destaqué .a propósito de
riesgo de accidentes. Bajo estos supuestos el cargo de injusticia cambiar las reglas de revelación de información que definen el
parece sentimental y no poco injusto. Tanto el comerciante fraude o las de lo correcto o lo incorrecto que definen la
como el empleador están ofreciendo a sus supuestas "víctimas" fuerza. Porque la sociedad consigue lo que quiere -mayores
más opciones, están aumentando sus oportunidades; si las alter- oportunidades para los pobres- reclutando inversiones en tér-
nativas parecen duras, se trata de una mala fortuna de la que minos que en definitiva no respetará.
ninguna de las partes es responsable.* Esta conclusión hace que el principio de la promesa (y la
¿Es incluso· malo "aprovecharse" de esa mala fortuna? Esta moral política liberal) parezca dura e insensible a la situación
pregunta provoca más sentimientos. ¿Cuál sería el efecto de dar de lo~ menos afortunados, hasta que recordamos que la teoría
lugar a estas emociones y condenar esos contratos como un- (y la práctica) política liberal acepta la justicia distributiva como
conscionables? El consumidor indigente sería eximido de un una meta de la acción colectiva, pero como una que debe ser
perseguida por la colectividad como un todo, fundada en las
contribuciones generales de todos los. ciudadanos.
La redistribución no es una carga que deba ser soportada
al azar, ad hoc, por quienes acontece que se cruzan en sus
* A veces se dice que la gente pobre no entiende las disposiciones
contractuales o que no está capacitada para calcular racionalmente los riesgos. caminos con gente más pobre que ellos. Semejante concepción,
Tales argumentos frecuentemente son condescendientes o paternalistas. Si por muy espontánea y de buen corazón que sea, finalmente
fueran verdaderos, la doctrina del error ofrece alguna reparación. Ver capítu- socavaría nuestra habilidad para· planificar y vivir nuestras vidas
lo 5 supra. Así también lo hace el derecho cuando exige explicaciones deta-
lladas y comprensibles y un período de tiempo para la reflexión. como elijamos.
154 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 155

Las democracias liberales han elegido efectuar la redistri- productores· versus la dispersión de los consumidores, permitan
bución (para garantizar un mínimo social) mediante beneficios a los fabricantes de automóviles en el caso X, mediante su
de bienestar, por una parte, y mediante impuestos generales convenio tipo cartel, bajar el· costo de. }os accidentes para ellos,
basados en la capacidad global para pagar, por la otra. De
29 a .expensas de los consumidores y así gozar de una utilidad
esta manera el gobierno, al buscar.contribucio nes para remover monopólica, esto es, una medida, mayor que la necesaria para
las iniquidades, permanece neutral sobre los modos en que los conseguir un óptimo nivel de inversión en la industria automo-
más ricos adquieren su mayor riqueza, exigiendo {en prindpio triz. Al rehusar ejecutar forzadamente la cláusula que limita la
al menos) la misma contribución de todas ·las . personas que garantía, obligamos a los fabricantes de automóviles a entregar
gozan el mismo nivel de· fortuna. De manera que el comercian- sus utilidades monopólicas a los consumidores, y el resultado
te y el empleador de nuestros ejemplos pagarán impuestos será una mayor eficiencia económica; los fabricantes serán esti-
dependiendo de las utilidades que obtengan en sus negocios. A mulados a fabricar más automóviles o automóviles más seguros
su turno, éstos irán (o deberán ir) a reducir la pobreza y a al precio más bajo.3° Una decisión a favor del conductor herido
remediar las condiciones ·que hacen a los consumidores del no es, en consecuencia, sentimental ·en el sentido de que de-
centro de la ciudad que son .más proclives a tomar créditos mos lugar a un impulso del momento al tiempo que rehusamos
riesgosos y a los trabajadores no calificados desesperados a afirmar sus consecuencias sistemáticas. Por el contrario, lo que
aceptar incluso trabajos mal pagados o peligrosos. Pero no hay queremos son precisamente las consecuencias sistemáticas de la
razón alguna por la que el comerciante o el empleador deban decisión.
asumir mayor carga a este respecto que, digamos, la de un Ahora bien, puede ser que la ignorancia, el miedo o el
cirujano plástico de Beverly Hills con un ingreso diez veces prejuicio constituyan barreras tan efectivas para la competencia
superior, sólo porque el mismo nunca ha tenido ocasión de como los altos costos del capital, de manera que tal vez el
tratar con pobres y desempleados. comerciante en VIII y el empleador en IX, lejos de proveer un
En consecuencia, aunque las condiciones generales que servicio de mercado a precio de éste, están realmente explotan-
dan lugar a los contratos en los casos VIII y IX pueden ser do un monopolio natural. Podría ser, que comerciantes más
injustas, es arbitrario (y a la larga contraproducente) forzar á. grandes y que venden barato pudieran perfectamente hacer
personas en particular, que celebran sus convenios privados en negocios en los barrios bajos del centro de la ciudad y en
un trasfondo de condiciones que no crearon, soportar el peso términos mucho menos onerosos que los del caso VIII. Si per-
de remediarlas. La provisión de un mínimo social justo debe ser mitimos que el comerciante haga una gran utilidad, lo estamos
responsabilidad de la sociedad en general, no de actores eco- premiando por ver y aprovechar la oportunidad. ¿Entonces por
nómicos individuales, salvo en cuanto éstos pagan impuestos qué no debemos "premiar" al fabricante de automóviles por
para financiar este mínimo. aprovechar las suyas? (de hecho, al respetar los derechos de
Este es el principio liberal, pero dicho principio supone un propiedad en cualquier recurso escaso -incluyendo el talento y
mercado que funcione bien y que las injusticias son causadas la empresa- se conferirá algún grado de· status monopólico en
sólo por la pobreza relativa de las partes y por las limitaciones el titular del derecho).
generales de los recursos. Estas condiciones ideales nunca se Pero hay una diferencia crucial: mediante su acuerdo ( cons-
obtienen completamente y en ocasiones están tan lejos de lo- piración para restringir el comercio) los fabricantes de automó-
grarse que resultan serias distorsiones. viles crean y mantienen las condiciones monopólicas; el
Puede ser, por ejemplo, que las dificultades de ingreso, el comerciante minorista y el pequeño contratista no hacen algo
pequeño número de competidores, la concentración de los parecido. El tipo de conspiración de los fabricantes de automó-
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCJONABIL/TY _ _ _ _ _ _ __ 157
156 _____ ___

viles puede ser proscrita por reglas generales de antemano . contractua les particular es cuyos plenos derechos contractua les
Pero no hay modo de distinguir la ventaja usada por el empren- no son reconocid os, como si fuera efectivam ente unconscio na-
dedor comercian te o empleado r de la que gozó el inventor del ble exigir "una libra de carne" .de un promitent e ·en una estre-
hula hoop, salvo que aquellos obtienen su ganancia de los chez desespera da. Lejos de ser una anomalía, el régimen de
pobres; y esto sólo, he sostenido, no es razón para derribar sus exclusion es en la bancarrot a concuerda bien con un· sistema de
bargains por unco_nscionables. Si la pobreza es lo que crea sus asistencia pública. Nadie sugiere, por ejemplo, que los pagos
oportunid ades, entonces sólo acabando con ella remediare mos de asistencia pública deban cubrir responsab ilidades contrac-
lo que nos disgusta de estos convenios . Los convenios en sí tuales. Pero si la asistencia ·pública implica un piso bajo en el
mismos no son culpables.* cual no se permitirá que la gente se hunda, de manera que uno
Las leyes de quiebra parecen ofrecer una aparente excep- no puede mirar los pagos de bienestar al compañer o contrac-
ción a este principio de que la redistribu ción debe ser una tual para cumplir las obligacion es contractua les, no está lejos de
carga social y no una impuesta casuística mente a individuo s afirmar que en realidad los tribunales·· no empujarán a una
que tienen relaciones contractua les con personas pobres en persona a una situación en que requiera asistencia pública. En
particular . Estas leyes, con sus sistemas de excepcion es y exclu- verdad, la "carga" de esta política recae en un individuo en
siones, remontán dose tal vez a la abolición de la prisión por particular, pero lo hace de una forma que no es distinta del
deudas, disponen que sin importar cuáles sean las obligacion es fraude, el robo y las catástrofes naturales. De hecho, los compa-
contractua les de una persona, no se lo privará de lo nece?ario ñeros contractua les generalme nte tratan la bancarrot a como un
para manteners e él y su familia a un nivel razonable . No será riesgo en la conclusió n exitosa .de sus empresas. ¿Es éste un
privado ni por amenazas (tales como la prisión por deudas) si ejemplo de altruismo? No hay duda de que lo es, pero muy
no entrega sus ganancias , ni por el embargo de estas ganancias general, clarament e definido, y circunscrito.
mínimas, ni por el de los bienes (alimentos , vestidos, mobiliario
mínimo y techo) que compre.** 3I Este es un caso que se puede MALOS SAMARITANOS
mirar como uno donde el mínimo social es proporcio nado no
con recursos sociales, sino más bien a expensas de socios Algunos bargains, aunque aprueban todos los controles que he
establecid o hasta el momento, simpleme nte parecen demasiad o
duros para ser ejecutado s de manera forzada. Considere mos
• Dejo a un lado ciertas reglas que, por ejemplo, prohíben la exclusión estos casos:
de ciertas garantías, o requieren la inclusión de cláusulas tipo, o regulan
ciertos negocios o relaciones imponiendo estándares de seguridad obligato- XI. En Postv.]on es 32 dos barcos balleneros llegaron hasta un
rios o exigiendo seguros de compensaci ón a los trabajadores. Primero, éstas
son reglas generales, normalment e legislativas. Segundo, con frecuencia están tercero averiado a unas cinco mil millas del puerto más cercano.
diseñadas para eliminar imperfeccio nes específicas del mercado. Tercero, mu- Estando los primeros vacíos, realizaron una "subasta" y tomaron
chas de ellas (como las leyes de salario mínimo) puede ser ineficaces o el cargamen to completo de petróleo del barco desampar ado, a
contraprodu centes.
•• Cuando una obligación contractual prohíbe la competenci a con un ex una pequeña fracción de su precio en tierra. La Corte Suprema de
empleador, ni siquiera esto será ejecutado forzadamen te si el efecto de ello los Estados Unidos anuló esta venta forzada, y limitó a los dos
fuera privar a un trabajador de su habilidad para ganarse la vida en su rescatador es a la tarifa normalme nte pagada por salvataje.
ocupación usual. Ver Restatement (2d) § 330(1); 6 Corbin § 1394, pp. 101-104;
Hadan M. Blake, "Employee Agreements Not to Compete", 73 Haro. L. Rev. XII. En Batsakis v. Demotsis33 la demandad a, desespera da
625 (1960); G. Kreider, "Trends in the Enforcement of Restrictive Employmen t
Contracts", 35 U. Cin. L. Rev. 16 (1966). por dinero poco después de la ocupación alemana de Grecia,
__
- - - - - - - - FUERZA Y UNCONSCIONABIL/TY _ _ _ _ _ _ 159
158 ____ ____ LA OBLIGACIO N CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

demás. Para los liberales, al menos desde Kant, ha estado claro


pidió prestada una cantidad de dinero griego, que en esas
el argumen to de que la indiferen cia hacia el prójimo devalúa
circunsta ncias caóticas debe haber sido el equivale nte de una
nuestra común humanid ad y hace así peligrar la base moral del
cantidad tan pequeña como cincuent a dólares, contra su pro-
respeto que reclamam os como individuos. 35 Si el liberalismo es
mesa de devolver dos mil más el interés corriente , con fondos
distintivo como una posición moral, lo es en su intento por
que ella· controla ba en los Estados Unidos. La Corte Suprema de
acomoda r este deber de altruismo· con un derecho individu al a
Texas ejecutó forzadam ente el acuerdo según sus términos .
definir y persegui r la propia concepd ón· del bien sin ser con"su-
mido por las necesida des de otros.
Estos bargains son ofensivo s a la decencia , y se diferen-
El sistema político de redistrib ución social al que he aludi-
cian de manera importan te de aquellos que he venido discu-
do en varias ocasione s constituy e una parte crucial de este
tiendo. El comercia nte minorist a y sus pobres clientes tratan en
acomodo . Como hemos visto, deja intacto al contrato como
el contexto de un sistema social que funciona , que tiene el
promesa . Pero a· veces ese acomodo falla, ya sea porque la
poder y la responsa bilidad qe distribuir la riqueza y proveer un
previsió n humana no puede proveer para cada detalle, o por-
mínimo social. Si esta responsa bilidad ha sido cumplid a de un
que la impieda d y desobed iencia humanas destruye n la com-
modo bueno y razonabl e, entonces el trato· entre las partes
pleja estructur a que lo soporta. En tales casos bien podemo s
simplem ente refleja la situación económi ca que esa concepc ión
estar en un estado de naturaleza, y en ese estado nuestro deber
de la justicia social sanciona . Y si las exigenci as de la justicia
de humanid ad es el de ayudar al extraño en dificultades.
social no han sido satisfech as (aunque el sistema político sea
En Post v. janes lo aleatorio de la situación garantiza que
democrá tico), entonces la responsa bilidad de cada ciudadan o
la imposici ón no será demasia do gravosa. Y como proviene de
es trabajar en la esfera política para una mayor medida de
una laguna en un sistema que en lo demás funciona bien, es
justicia social. Ningún ciudadan o privado, sin embargo , tiene el
razonab le esperar una compens ación justa cuando después de
deber de buscar remediar estas iniquida des sistemáticas sobre
la tormenta todos hayamos llegado a puerto, literal y metafóri-
una base individual y en sacrificio de sus ventajas privadas (en
camente.36 En Batsakis la catástrof e es más abarcado ra, y el
oposició n a las políticas); más de lo que un juez tiene derecho
deber de ayudar más costoso. Pero consider ando que sin so-
a forzar semejant e altruismo que tiene un carácter episódic o
ciedad civil los derecho s individu ales no tienen práctica mente
mediant e la declarac ión de que un contrato particula r es un-
conscionable. Pero estos dos últimos casos plantean una cues- valor, no es sorprend ente que nuestros lazos comune s sean
particula rmente exigente s en una situación de barbaris mo in-
tión diferente.
En Post v. ]ones la debilida d relativa del barco averiado no minente: mediant e su afirmación, afirmam os también la espe-
es sanciona da por alguna distribuc ión social general. Es un ranza de que la civilidad no se extingui rá y la sociedad civil
retornará .
evento aleatorio, un accident e para el cual (asumam os que en
Los rescatad ores en Post tenían un deber de ayudar y
esos días) no puede hacerse provisió n sistemática.
En Batsakis v. Demotsis el orden social se ha desvane cido Batsakis tenía un deber de compart ir con su compatr iota nece-
ante la embestid a de un invasor bárbaro. Faltan aún las condi- sitada (decisión pace la Corte Suprema de Texas). Aunque exis-
ten graves problem as para ejecutar jurídicam ente tales deberes,37
ciones mínimas de. paz, estabilid ad y consider ación social nece-
sarias para ratificar las transacc iones individuales. no existen los mismos problem as para negar reconoci miento
Como he argumen tado más detallada mente en otro lugar,3
4 jurídico a las promesa s extraídas a cambio de la prestació n de
constituy e una concepc ión incorrect a del individu alismo liberal aquello que el destinata rio de la misma estaba de todos modos
obligado a hacer.
excluir de éste cualquie r deber de interesar se o asistir a los
160 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __
LA IMPORTANCIA DE
De manera que, mediante una aplicación estricta del prin- ESTAR EN LO CORRECTO
cipio expuesto al comienzo de este capítulo, vemos que esas
promesas fueron conseguid as bajo fuerza (uno se recuerda del
arquitecto chantajista en el caso VIII del capítulo 3). Podemos
dudar otorgar una acción positiva contra alguien que no actúa
como un buen samaritan o. Pero no necesitam os dudar para
nada al negar a~ mal samaritan o su ganancia injusta.

El derecho de contratos es con frecuencia altamente técnico;


important es consecuen cias se siguen de lo que a un lego po-
drían parecer pequeñas diferencias. Segurame nte esta es la ra-
zón por la que tantos abogados y profanos dudan que el
derecho de contratos pueda realmente ser la expresión de un
principio moral.
En este capítulo exploro algunas de estas intrincada s y tal
vez sorprende ntes doctrinas, y muestro que lejos de ser las
invencion es perversas de los abogados , son la consecuen cia del
principio de la promesa.
Las promesas son autoimpue stas, tienen por objeto marcar
una clara diferencia entre aquello a que alguien se ha compro-
metido y lo que de otro modo se habría obtenido. En conse-
cuencia, una persona que puede invocar el beneficio del principio
de la promesa usualmen te gozará de una mayor ventaja, mien-
tras que la que pierde ese provecho puede ser remitido a
principios de remedio* mucho menos ventajosos .

* Remedy en el original. El Black's !Aw Dictionary (p. 672) define


remedy como: "Los medios por los cuales un derecho se hace cumplir forza-
162 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO----- 163

El cambio de un principio a otro puede producir una gran propias demandas sean juzgadas bajo el régimen de la prome-
diferencia en· el resultado. Esto no debe sorprender, puesto que sa. Es crucial estar en lo correcto.
al prometer, la gente busca cambios mayores.
La expresión natural del principio de la promesa en dere- ·
cho de contratos es la disposición a sujetar al promitente a su USTED SIEMPRE PUEDE CONSEGUIR
palabra, hacerlo hacer aquello que ha prometido, ·o pagar el LADEVOLUCION DE SU DINERO
equivalente de la prestación prometida.
Si la situación de una persona, sus derechos y deberes, Consideremos este caso:
están controlados por la promesa o por los principios circun-
dantes, no consensuales, de la responsabilidad extracontractual l. Un comerciante espera comprar un número específico
y de la restitución, será muy diferente, puesto que es función de grandes automóviles tipo sedán ("tragagasolina") con poco
de las promesas alterar esa situación y del derecho de contratos kilometraje. Como está acercándose el final del año para el
traducir a la realidad la obligación fundada en ellas. modelo, pone avisos de una venta "especial" de éstos, y obtie-
Los críticos del principio de la promesa han encontrado ne el pago completo de US$8.000 de un cliente por uno de este
fundamento para sus ataques en los a veces abruptos cambios tipo (el color y los extras opcionales a ser especificados con
de fortuna que el principio acarrea. posterioridad). El cliente está feliz de hacer este trato, porque
Los instrumentalistas de todo tipo -economistas o aquellos esos automóviles ordinariamente cuestan cerca de los US$10.000.
impulsados por una vaga actitud altruista o socializante.,- tien- Antes de la fecha de entrega acontecen dos cosas: 1) se estable-
den a aborrecer tales bruscas peripecias. 1 ce el racionamiento de la gasolina, y 2) el modelo es desconti-
Sin embargo, si tomamos seriamente la autonomía como nuado en forma prematura, de modo que el comerciante no
un principio para ordenar los asuntos humanos, la gente debe puede obtener ninguno. En razón de lo primero, el actual
respetar las consecuencias de sus elecciones, y este imperativo precio de venta de "tragagasolinas" comparables cae a cerca de
dará a los resultados consiguientes una cualidad discontinua, US$6.000. El cliente busca obtener la devolución de sus US$8.000.
binaria. Si una persona ha prometido o no, es una pregunta
que se contesta con un sí o· un no. Si lo ha hecho, se lo juzga Tanto el sentido común como el derecho claramente sos-
por el régimen de la promesa. Si no lo ha hecho, entonces tienen que el cliente puede recuperar su dinero, aunque si el
algún otro sistema es el que rige~ Y si una persona ha dado una comerciante hubiera cumplido su parte del bargain, el cliente
promesa y ha recibido otra a cambio, su repudio de sus obliga- habría estado peor, habría sufrido una pérdida de US$2.000. 2
ciones prometidas lo privarán de título para insistir que sus Consideremos una versión del caso Security Stove expuesto
en el capítulo 2 como caso IV. En realidad la fabrica de hornos
recuperó sus pérdidas por confianza después que Railway Express
no recogiera ni transportara el modelo que iba a ser exhibido
en la feria. Si la empresa de hornos hubiera prepagado los
<lamente (enforced) o se previene, repara o compensa la violación de un
cargos de flete, no habría duda que podría recuperar este pago
derecho.
"Los derechos dados a una parte por la ley o el contrato que ésta aún si Railway Express hubiera podido demostrar que la
puede ejercer cuando la contraparte incurre en incumplimiento o cuando otra exhibición habría sido un completo fracaso (prueba que habría
persona hace algo incorrecto (un delito o cuasidelito civil). vencido a la empresa de hornos en la demanda por daños por
"Remedy significa cualquier derecho remedia/ que tiene una parte agra-
viada, con o sin recurso a un tribunal" (N. del T.). confianza).
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ __ - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECT O----- 165

Parece tan obvio ·que en estos casos el comprador del Habiendo repudiado su promesa, no puede insistir que mis
automóvil y la empresa de hornos deben recuperar su dinero que obligaciones deban ser juzgadas conforme a mi promesa recí-
fácilmente podemos pasar por alto algunos problemas de esta proca. El trato está muerto.
conclusión. Para traerlos a colación consideremos otro ejemplo: La lógica de este argumento se extiende al caso II, puesto
que no hay razón para limitarlo a la recuperación de los pagos
II. Un constructor está obligado por un contrato a construir de dinero.
una casa. a una especuladora al precio fijo de US$100.000. Dos coleccionistas acuerdan permutar relojes antiguos. El
Desde la firma de éste la inflación ha aumentado considerable- primero entrega su reloj, pero el segundo no lo puede hacer.
mente, y el precio de materiales, tales como la madera, el Parece tan justo que el segundo devuelva el reloj como nos
alambre y la plomería ha subido a una tasa aún más acelerada. parece justo que el comerciante en el caso I devuelva el dine-
El constructor ha completado la mitad de la casa cuando la ro. 4 Y si doy a quien incumplió la promesa algo que no puede
especuladora, con pocos fondos por las crecientes tasas de devolver -le di una botella de vino que ha sido bebida, o le he
interés, se ve obligada a ordenarle que pare el trabajo. Al construido parte de una casa en su terreno- ciertamente el
momento de hacerlo, completarlo costaría US$70.000 adiciona- principio de la restitución deberá igualmente aplicarse.
les, y la actual tarifa por construir una casa de este tipo ha Cuando la devolución del bien específico es imposible, el
subido a US$140.000. El constructor demanda a la especuladora valor del beneficio conferido debe ser devuelto. Y esto es
(o a. su representante en la quiebra, si usted prefiere un mayor precisamente lo que impulsa al constructor en el caso II a
grado de realismo). demandar no US$50.000 sino US$70.000, el valor del beneficio
que ha conferido.
Para el lego puede resultar sorprendente saber que el Nos sentimos incómodos con el resultado en el caso II. El
tratamiento estándar de la demanda del constructor en los tex- constructor asumió el riesgo de aumentos de precio tal como la
tos de estudio permite que éste demande por US$70.000 y no especuladora el de bajas·, y el precio acordado incluye la esti-
sólo por los US$50.000 que representan la mitad del precio mación por ambas partes de estos riesgos. ¿Por qué ahora el
constructor va a poder transferir a la especuladora la carga de
acordado. 3
Pero el principio detrás de la clara intuición de que el lo que se ha· transformado en un bargain con pérdidas? ¿Por
cliente puede recuperar todo su dinero en el caso I, si se extiende qué la especuladora incumplió el contrato?
al 11, lleva precisamente a este resultado. Pero hemos establecido que al ejecutar forzosamente su
Este es el principio de la restitución, introducido en el contrato, la víctima del incumplimient o sólo tiene derecho a sus
capítulo 2, que sostiene que si una persona se ha enriquecido expectativas, a lo que habría obtenido si el mismo hubiera sido
injustamente a expensas de otra no puede conservar el benefi- cumplido. La razón para contratar es atar el futuro, distribuir los
cio que ha recibido, debe ser forzado a entregarlo. riesgos de una transacción entre las dos partes. Pero al dar al
Si pretendo pagar a Mary diez dólares que le debo, pero constructor la posibilidad de elegir entre demandar su expecta-
por error le envío el dinero a otro, ese otro se ha enriquecido tiva o el valor real del beneficio que ha conferido, pareciera
a mi expensa y no hay razón por la que deba ser autorizado a que se le concede una ventaja injusta. La especuladora parece
retenerlo. Igualmente, si me roba los diez dólares, debe devol- soportar tanto el riesgo de que la construcción de la casa
verlos. Bien, si ha obtenido de mí diez dólares con fe en una resulte más barata como más cara. Ese no puede ser el acuerdo
promesa que con posterioridad es incapaz o no quiere mante- contratado. Aquí hay una anomalía que necesita ser explicada a
ner, parece igualmente injusto que deba retener el dinero. . pesar de nuestra convicción de que en el caso 1 el cliente debe
166 ________ · LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _~-- - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO _ _ _ __ 167

obtener la devolución de su dinero y así ser aliviado de una verdadero contrato, pero tiene el derecho a no continuar con la
carga que bajo el trato que él hizo sería suya. 5 transacción; tiene el derecho a no ejercer su opción. Es un tipo
Consideremos esta variante del caso 1: de convenio preliminar, tentativo. 6
Quien compra una opción busca hacer· precisamente eso:
III. El propietario tiene razones para creer que puede ha- "mantener sus opciones abiertas". Esto contrasta con quien ha
ber petróleo bajo su predio y contrata a un perforador para que . hecho un trato. Esta persona ya no mantiene sus opciones
cave un pozo exploratorio. El costo del mismo es de US$100.000, abiertas, sino que se ha comprometido a sí mismo.
pagaderos por anticipado. Después del pago, pero antes de que Esta es la razón por la que el concepto de opción difícil-
se hubiera hecho perforación alguna, pozos exploratorios per- mente describe los casos 1 y III.
forados en un predio vecino establecen con virtual certidumbre La transacción en ambos casos mira a .la ejecución, y el
que no hay yacimientos de petróleo en la zona. En el intertan- precio pagado es el total de la misma~ Si el perforador puede
to, sin embargo, el perforador se ha comprometido en otras rehusar cumplir y aún retener el dinero, cosecha entonces to-
operaciones, más lucrativas, y anuncia que no tiene intención dos los beneficios de la baja en el valor de su propio cumpli-
de cumplir el contrato. miento. En la asignación de riesgos contemplada en los contratos,
¿Debiera permitírsele retener los US$100.000 del propieta- el comerciante perdió la oportunidad de vender su automóvil a
rio considerando que si aquel hubiera cumplido sus obligado_; un mayor precio a otro cliente, o asumió la posibilidad de que
nes no le habría hecho bien alguno y habría perdido US$100.000? el costo de los autos subiera para él, y el perforador se hizo
Aquí podemos ver quizás con mayor claridad aún la extrava- cargo del •··riesgo de que el costo del cumplimiento de sus
gancia del perforador ocultándose detrás de una promesa que servidos pudiera ser más alto de lo que esperaba, mientras que
él ni siquiera empezó a cumplir, con el objeto de impedir que el diente asumió el riesgo de que el valor del automóvil bajara,
el propietario sea indemnizado por sus expectativas, esto es, la y el propietario corrió el albur de que el pozo estuviera seco. El
indemnización avaluada del contrato. comerciante y el perforador fueron compensados por tomar
Al resistir la devolución, el comerciante, Railway Express y estos riesgos al poder contar con un precio fijo por sus bienes y
el perforador tratan a sus contrapartes (el cliente, la empresa de servicios. El cliente y el propietario fueron compensados por
hornos y el propietario) no como si ellos hubieran celebrado los suyos al asegurárseles los bienes y servicios al precio deter-
contratos para comprar un automóvil, transportar bienes o cavar minado. Si el· comerciante pretende ahora retener US$2.000 sin
un pozo, sino como si hubieran comprado opciones para de- haber entregado el automóvil y el perforador US$100.000 sin
mandar estas prestaciones. Supongamos por un momento que haber gastado ningún recurso en perforar, entonces .el equili-
en el caso III el propietario hubiera comprado una opción al brio en el intercambio se altera.
perforador para requerir la perforación de un pozo a un precio Mirado ex ante esta posibilidad aumenta el precio total
determinado, o que en el caso I el cliente hubiera comprado al esperado del contrato para el comerciante o el perforador. Si el
comerciante una opción sobre el tragagasolina. Si el propietario cliente o el propietario hubieran sabido ex ante de esta posible
y el cliente dejaran que sus opciones caducaran cuando (como mejora en el resultado para sus contrapartes, habrían buscado
en las situaciones hipotéticas) los tratos resultan poco atractivos, obtener en el ·bargain alguna porción de éste, puesto que ellos
entonces por supuesto perderían el precio de las opciones del proporcionaron los fondos que producirían la mejora en ·el
perforador y el comerciante. valor esperado del bargain para el comerciante y el perforador.
Los contratos de opción son contratos para entrar en con- Después del suceso, quienes incumplieron el contrato pue-
tratos. El dueño de una opción puede convertir ésta en un den argumentar que sus víctimas no están peor que lo que
LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRE CTO---- - 169
168 _____ ___

estarían si el. mismo se hubiera cumplido. Pero este argument o En el caso II la especulad ora debe restituir al constructo r
más apropiado para una indemniza ción de perjuicios que para los beneficios conferidos , y esto significa pagar los US$70.000
una restitución, sólo parece plausible después del hecho. que cuesta el trabajo de éste. Esto de ninguna manera contradi-
Un régimen contractua l debe mantener la integridad de los ce el principio del contrato ·como promesa: la especulad ora,
bargains, y esto significa no revertir la asignación de riesgos habiendo incumplid o, no puede apelar a ese principio para
sobre los cuales las partes evaluaron su bargain cuando la limitar su responsab ilidad de pagar el justo valor de lo que ha
celebraron . Los .bargains se cierran y sus precios son evaluados recibido. Cualquier a otra solución distorsion aría las expectativ as
sobre la suposició n de que serán cumplidos . Si no lo son, la sobre las que los términos contractua les son usualmen te esta-
parte agraviada puede demandar indemniza ción de perjuicios blecidos. Más aún, el principio de la promesa de ningún modo
por las expectativ as. Las partes contratant es no imaginan que se socava al considera r esa obligación como liberada, puesto
tendrán que pagar por prestacion es que no reciben, se obligan que ha sido violada la reciprocid ad que hay en su formación .
a sí mismas recíprocam ente. Si una de ellas se trata a sí misma
como no obligada, la otra también puede hacerlo de la misma
CONDICIONES
manera.
Al romper su contrato, un compañer o contractua l no sólo
se expone a sí mismo a demandas de indemniza ción de perjui- La importanc ia de no estar en lo incorrecto nos lleva un paso
cios, sino que libera a su contraparte.* más adelante.
De modo que el celebrado dictum de Holmes de que uno Imagine que en los casos 1 y III no ha habido prepago por
siempre tiene la "opción" de romper un contrato y que la única la parte agraviada. Hemos estado despotrica ndo en contra de la
consecuen cia que el infractor debe tener es una demanda de actitud presuntuo sa de un infractor que se esconde detrás de
indemniza ción de perjuicios va demasiad o lejos, es demasiad o un contrato que él mismo ha roto para poder retener un prepa~
simple. La única responsab ilidad contractu al en que él incurre go u otro beneficio, forzando a la parte agraviada a recuperar
es efectivam ente la de pagar una indemniza ción, pero esto no
7 sólo sus perjuicios por la expectativ a. Cuánto más audaz sería
significa que no haya otras consecuen cias de su incumplim ien- para el infractor usar el mismo contrato como un fundamen to
to. La consecuen cia adicional más important e es la posible positivo en su demanda del precio.
liberación de la obligación de su compañer o contractua l. Cuan- Conjeture al perforador demandan do la ganancia que habría
do sobre la fe del contrato ha habido un prepago u otra presta- obterudo si hubiera horadado el pozo, aunque admite que fue él
ción, esta liberación conlleva una obligación de restituir. quien rehusó continuar. Cuanüo el propietario se opone, citando
el incumplimiento del propio perforador, éste alega que el propie-
tario debe cumplir sus deberes contractuales y que si quiere
debería demandar indemnización de perjuicios, y como hemos
* El profesor Atiyah escribe que hasta bien entrado el siglo dieciocho,
las obligaciones contractuales eran tratadas regularmente como independien - visto, en este caso en particular, el propietario no ha sufrido
tes, de modo que incluso la víctima de un incumplimiento total era obligada a perjuicios por el pozo no perforado. Sería realmente anómalo
cumplir su contraprestación y debía contentarse sólo con una acción de exigir que el perforado r devolviera el prepago mientras que se lo
indemnizac ión de perjuicios. Ver Patrick Atiyah, Tbe Rise and Fall of Freedom
of Contract, 108-216, 424 (Oxford, 1979). Sin embargo, esto no puede haber
autorizara a demandar por ese pago bajo exactamen te las mismas
sido más que una presunción, puesto que los tribunales estaban bien familia- circunstancias del incumplimiento. Que el perforado r debe perder
rizados con el concepto de obligación condicional. Ver A.W.B. Simpson, "The en este juicio se sigue a fortiori de nuestra determina ción anterior
Horwitz Thesis and the History of Contracts", 46 U. Chi. L. Rev. 533, 544 de que él debe repagar el precio que ha recibido como prepago.
(1979).
LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO--- -- 171
17º------~

El factor de no estar en lo .incorrecto ha jugado un rol Asombrosamente, en ambos casos el tribunal falló a favor
importante en el pensamiento de los tribunales. de los.compradores argumentando.que una parte contractual no
Consideremos los importantes casos de Norrington.v. Wrigbf3 está obligada a pagar por lo que no compró. Como principio
y Filley v. Pope.9 En ambos, comerciantes estadounidenses esta- general esto tiene sentido, y en efecto se sigue del desarrollado
ban comprando rieles usados donde los encontraran para satis- a partir de los casos I y III. Ciertamente, si los vendedores no
facer alzas especulativas en la demanda. Una brusca caída en los hubieran enviado rieles· en absoluto, habría sido desafortunado
mercados los dejó con compromisos de comprar rieles a precios permitirles demandar a los compradores por el precio de los
elevados, mientras que podían· esperar venderlos por sólo una rieles, dejando a los mismos en situación de coritrademandar
fracción de esos valores. En Norrington, el contrato estadouni- por los perjuicios sufridos al no haber sido éstos entregados.
dense disponía entregas mensuales en montos mínimos y máxi- Esto habría forzado a los compradores a sufrir y pagar a los
mos determinados. Después c:le dos meses de embarques; pareció vendedores la pérdida de mercado que ellos (los compradores)
que los vendedores no estaban cumpliendo con estos progra- habrían sufrido si el contrato hubiera sido cumplido estrictamen-
mas; a veces se excedían y otras quedaban cortos. Los compra- te. Y aunque los vendedores entregaron algo, esto no debe
dores tomaron esto como un pretexto para tratar a los vendedores permitir imponer a los compradores aquellas pérdidas que ha-
como si estuvieran en "total incumplimiento" y para rehusar brían sufrido si el contrato hubiera sido estrictamente cumplido.
aceptar o pagar por ninguno de los rieles. Si por ejemplo sólo se hubiera hecho un pequeño embarque de
En Filley la pretensión de· los compradores fue aun más rieles consistente en una pequeña fracción del monto total
extrema. El contrato disponía embarques de rieles hacia los contratado, esto no debiera hacer una diferencia en el resultado.
Estados Unidos desde puertos de Glasgow. Al no haber barcos Si contrato comprar un bien específico, no se me puede
disponibles en Glasgow, los vendedores cargaron y embarcaron entregar algo completamente diferente y forzarme a pagar el
en la costa este de Escocia, siendo ésta una vía más expedita precio convenido restados cualesquiera perjuicios que pudiera
para procurar la ·entrega que si se hubiera cumplido estricta- sufrir. En efecto, me obligaría a comprar algo que no quise,
mente con los términos del contrato. Nuevamente los compra- dejándome al mismo tiempo con las pérdidas contractuales que
dores usaron esta divergencia como pretexto para tratar a los habría experimentado si hubiera recibido lo que quise comprar.
contratos como incumplidos, y rehusando en consecuencia acep- De modo. que no es el principio lo que funciona torcido en
tar o pagar por los rieles. Esta estrategia fue inmensamente Norrington y Filley, sino su aplicación.
ventajosa para los compradores, desastrosa para los vendedo- La doctrina del cumplimiento sustancial habría evitado el
res. Si los primeros hubieran sido obligados a permanecer en injurioso resultado de estos dos casos preservando al mismo
sus contratos y se los hubiera remitido a una acción por perjui- tiempo intacto el principio del que he· venido argumentando a
cios por las desviaciones del vendedor de los detalles de sus favor.
compromisos, hubieran soportado por sí mismos toda la carga
de la caída de los mercados: en ninguno de los dos casos existe
arribaron antes de lo que el programa exigía, otros lo hicieron después. Esto
razón alguna para creer que la desviación de los estrictos térmi- puede haber hecho algo más difícil disponer de los mismos y en algunos
nos haya causado en efecto perjuicios significativos.* casos puede haber significado que rieles programados para una entrega más
temprana tuvieran que ser vendidos más tarde, cuando el mercado había
caído aún más, pero estas pérdidas fueron obviamente triviales comparadas
con las que el comprador hubiera tenido que sufrir como resultado de la
* En Norrington la desviación de las fechas programadas fue principal- caída en los mercados si el contrato hubiera sido estrictamente cumplido y
mente en la regularidad de los embarques, esto es, aunque algunos rieles hubiera sido forzado a recibir la entrega.
172 ________ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO----- 173

El cumplimiento sustancial busca acomodar el principio de por pagma, pero que recibiría US$4 · adicionales por folio a
que la víctima de un incumplimiento no necesita ser obligada a condición. que se abstuviera de beber alcohol durante el perío-
cumplir su promesa, no es necesario que pague cuando todo lo do de su trabajo. Clark produjo un fino tratado, pero tomó
que ha recibido es una promesa rota, al mismo tiempo evita los trago ocasionalmente, de modo que los editores buscaron pagar
absurdos de Nomngton y Filley. Si el infractor del contrato ha sólo la tarifa más baja (como mostraré más tarde, la justicia
cumplido en una medida importante, en un grado sustancial, al triunfó y Clark consiguió el monto total).
mantener vigente el acuerdo y exigir a la víctima que busque La obligación contractual está basada en la promesa, y las
compensación por cualquier deficiencia a través de los canales obligaciones fundadas en la promesa son obligaciones libre-
normales de recuperación contractual,10 no se pide a la víctima mente asumidas. Hay un umbral que el obligado debe cruzar
que pague por algo que no ha comprado. voluntariamente, debe ser libre de obligaciones que no ha asu-
¿Y cuánto se necesita cumplir para que haya cumplimiento mido, y una forma en que puede señalar los límites de su
sustancial? ¿Cuándo puede alguien vender una parte de la pres- compromiso es precisamente expresando qué tanto se obligará,
tación recibiendo el precio total restados los perjuicios? Aquí por ejemplo, prometo pagar "un precio razonable" para mejorar
grandes diferencias se pueden convertir en pequeños matices. mi casa, pero no más de US$5.000. Un promitente también
Hay una abrupta discontinuidad en el resultado entre los casos puede limitar su obligación haciéndola condicional, por ejem-
en que la víctima de un incumplimiento debe aferrarse al con- plo, prometo comprar un auto específico a un precio determi-
.trato y buscar su compensación sólo dentro de sus términos y nado, salvo que antes de la fecha de· entrega se instituya el
en los que puede ignorarlo completamente, ya sea escapando a racionamiento de gasolina. La no institución del racionamiento
su obligación de cumplir una contraprestación (como en de gasolina es una condición de la obligación. Si su promesa es
Nomngton) o demandando la restitución (como en los casos condicional, entonces salvo que la condición se cumpla usted
I-III). Esto refleja la abrupta discontinuidad entre entrar en rela- no está bajo obligación alguna. Cuando la condición falla, el
ciones contractuales -asumiendo una obligación voluntariamen- destinatario de la promesa no tiene ninguna obligación que
te- y no cruzar ese umbral. ejecutar forzadamente; no puede,. ejecutar forzadamente su obli-
Los problemas del cumplimiento sustancial y la importa·n- gación, proponiendo deducir cualquier perjuicio que usted haya
cia de no estar en lo incorrecto pueden ser mirados como sufrido. Simplemente no hay obligación. Se ha ido. Y si sucede
aspectos del a veces misterioso tópico de las condiciones, que que una persona con una obligación condicional hace un pre-
ya ha sido tocado en el capítulo 4. pago, entonces los principios discutidos arriba le permitirían
Cuando un término de un acuerdo es tratado como una obtener la restitución del mismo, puesto que éste ha sido dado
condición, el resultado para la parte en el lado perdedor de esa conforme a una obligación que ya no existe.
designación puede ser severo y duro. 11 Por ejemplo, beneficia- La doctrina del cumplimiento sustancial es un refinamiento
rios de pólizas de seguros han perdido cada centavo de sus de este concepto de obligación condicional.
12
demandas por omitir cumplir las condiciones de notificación; La promesa que hace el cliente en el caso I o el propieta-
tenedores de opciones han perdido oportunidades lucrativas rio en el caso III es en efecto condicional: si se me entrega un
por estar un día o incluso una hora atrasados en el ejercicio de auto, y cuando lo haga, estaré obligado a pagar el precio; si
sus opciones. 13 usted perfora para mí, y cuando lo efectúe, estaré obligado a
Y ahí tenemos Clark v. West: 14 Un académico acordó con pagarle. Estoy obligado a pagar por el auto, por la perforación,
un editor escribir un tratado sobre derecho de sociedades. El como usted está obligado a entregar el auto, a perforar el pozo;
contrato disponía que se pagaría al autor a una tarifa de US$2 pero si no hace su parte, mi obligación caduca.
174 _____ ___ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRE CTO---- - 175

Pero, tal como hemos visto, un pequeño princ1p10 de Los vendedor es de rieles de fierro ciertamen te.•no imagina- ·
ejecución no será· suficiente para activar el cumplimi ento del ron que este alejamien to trivial de los términos liberaría a los
promitent e, así también el cumplimi ento sustancial -la presta- comprado res de toda obligación , y si el contratp no· lo dijo
ción de todo salvo un pequeña proporció n de la contrapres ta- específica mente, ¿por qué se debe sostener esta interpreta ción
ción convenid a- establecer á esa obligación . _ poco razonable ? Uno sospecha· que el tribunal sintió alguna
En el caso I, la entrega de una tapa de rueda no es inhibición para. juzgar que algunas claúsulas son tan importan-
· suficiente para establecer la obligació n del cliente de pagar tes que de modo natural operan como condicion es, mientras
por un automóvil ; el suministro de todo menos una tapa de que otras son suficiente mente marginale s como para no operar
rueda no impediría que surgiera esa obligación . Si la contra- así. Pero tales ejercicios de juicio son ·inevitables, y aquellos
parte ha cumplido sustancial mente, el obligado no resulta libe- tribunales que buscan. evitarlos son culpables de la misma fala-
rado; debe cumplir sus comprom isos y buscar una acción de cia que sus críticos realistas (críticos ·y criticados) imaginan,
perjuicios para una satisfacció n en relación con sus pérdidas. puesto que tales ejercicios de juicio ni son mecánico s ni están
Ha cruzado el umbral; el cumplimi ento sustancial de la contra- más allá de la controvers ia, de modo que hacerlos constituye
parte lo mantiene a este lado del mismo; el incumplim iento un acto político, no neutral, impuesto a las partes, y no uno
menos que sustancial no devuelve al obligado al otro lado del que ponga en práctica sus voluntade s. 16
umbral, a un terreno de no comprom iso. El obligado debe Este análisis implica que si las partes así lo hubieran
calcular sus acciones desde dentro de la situación contractua l, estipulado específica mente, toda desviació n trivial del acuerdo
no desde fuera. debería ser tratada como la infracción de una condición y por
Los tribunales en Norrington y Filley llegaron a resultados lo tanto debería liberar de la obligación .
absurdos al asumir que el programa y los tiempos de salida ¿Es esto· chocante? ¿Debemos aceptar esta conclusión? Si
respectiva mente eran condicion es. 15 Asumiero n esto porque asu- las partes realmente acordaron semejante estipulaci ón, las deci-
mieron que todo término era una condición , según el razona- siones de los jueces serían más aceptables . En la mayoría de las
miento falaz de que ya que era su deber respetar la autonomí a situacione s podemos sospechar que las partes no lo han acor-
de las partes y no imponerle s obligacion es que no hubieran dado así; una de las dos ha tendido una sutil trampa de manera
asumido, entonces debían condicion ar todos los deberes de los que semejante consecuen cia es una sorpresa para la otra. Los
comprado res para con los vendedor es al estricto cumplimi ento conceptos discutidos en el capítulo 6 son suficiente s para impe-
por éstos de todos los términos de aquellos. Pero aquí se dir esta maniobra de mala fe. S_i no es una sorpresa, sino más
incurre en una petición de principio. Si los comprado res y bien una apuesta librement e aceptada, todavía hay maneras
vendedor es no quisieron tratar como condicion es a las desvia- para mitigar los rigores de ese resultado e impedir foifeitureS'
ciones .de los términos de contrato menores, no materiales, la en muchos casos.
voluntad de las partes se frustra más que se cumple si los Estas doctrinas mitigador as son el objeto de la siguiente
tribunales las tratan como condicion es. El que las partes hayan sección. 17
tomado todos los términos de sus contratos seriament e no impi-
de dar a tales términos no materiales un efecto perfectam ente
adecuado mediante una acción de perjuicios y nada más. El
* No existe expresión equivalente en nuestra lengua. El Black's Law
tratar todos los términos como condicion es priva a los negocia- Dictíonary (p. 332) define foifeíture como:
dores (bargainers) de un important e método para matizar la "Algo a lo cual se pierde derecho debido a la comisión de un delito o
asignación de los riesgos. una falta, o la pérdida de algo por vía de pena" (N. del T.).
176 ________ LA OBUGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO---- -- 177

Es consistente con la teoría de las condiciones que el


RENUNCIAS, REPUDIOS, FORFEITURES beneficiario de una condición, en este caso el comprador, no
está obligado a aprovecharse de ella. Si el vendedor embarca los
Considere este caso: bienes desde la costa este de Escocia en vez de Glasgow y el
N. Un constructor se compromete a construir una casa mercado está en alza, el comprador puede elegir aceptarlos. Si
según ciertas especificaciones para una fecha determinada. No el incumplimiento de una condición automáticamente liberara a
la completa en el tiempo y hay desviaciones mínimas del plan las partes, no sólo a elección de la que la impone, entonces la
(a saber, se usa una marca diferente aunque equivalente para el parte obligada a la condición podría escapar a obligaciones que
tubo de desagüe). El propietario alega que como las especifica- han devenido en desfavorables, simplemente incumpliéndola.
ciones y el tiempo en que la obra debía estar concluida .eran Así vemos que la doctrina de las condiciones implica que
condiciones expresamente denominadas, está liberado de su el beneficiario de una condición debe poder renunciar la infrac-
obligación y puede retener la casa sin pagar por ella.
18 ción de la misma si así lo· elige. Aún más, debe poder elegir
renunciar la infracción de la condición en cuanto condición, y
La sugerencia del propietario es absurda. La doctrina de mientras efectúa dicha renuncia puede seguir tratándola como
las condiciones no fuerza necesariamente semejante forfeiture la infracción de un término no fundamental y demandar perjui-
respecto el constructor. Imagine esta variante en casos tan du- cios.* 19 Nada de esta dureza importa una forfeiture, al menos
ros como Norrington y Filley: el comprador específicamente no una en el sentido de que el vendedor se haya desprendido
dispone que el tamaño y calendario de los embarques y el
puerto de salida son condidones, y que su no cumplimiento lo
liberaría. Aún en tal caso el comprador debe rechazar los rieles
cuando llegan o -si los retiene- debe pagar por ellos. Nada hay mercado a la baja en el vendedor. Pero éste es un riesgo que ex bypothesi el
en la doctrina de las condiciones que sugiera que el comprador comprador y el vendedor asumieron a sabiendas. Presumiblemente los pre-
cios cobrados. reflejan este riesgo. Después de todo, el vendedor también
pueda retener los rieles, quedando al mismo tiempo liberado pudo haber vendido al comprador una opción para comprar, que éste sería
de su obligación de pagar. Este punto obvio puede ser explica- libre de ejercer o no a su elección; cargando nuevamente al vendedor con el
do de dos maneras. Primero, podemos decir que como el com- riesgo de un mercado a la baja, un riesgo por el cual el vendedor presumible-
mente podría haber demandado compensación.
prador insertó la condición para su propio beneficio, no está
obligado a beneficiarse de ella. En el lenguaje del derecho,
puede "renunciar" la condición.
Segundo, simplemente no hay nada en la doctrina de las * Considerando el duro efecto de las condiciones, los tribunales .serán
condiciones que he venido elaborando que sugiera que la op- astutos en encontrar una renuncia, incluso si esto significa forzar un punto.
Más aún, incluso tribunales firmemente aferrados a las formalidades de la
ción del comprador a demandar la liberación de su obligación consideration respecto a la modificación o liberación de contratos (ver capítu-
sea también una a demandar todo el beneficio del ba'Tgain sin lo 3 supra) no exigen consideration para una renuncia efectiva. Así, en Clark
ninguna de sus obligaciones. Efectivamente habría una forfeitu- v. West el hecho que el editor supiera que éste tomaba un trago de vez en
cuando y aún así aceptara el trabajo sm comentario, puede constituir una
re si el vendedor tuviera que entregar sus bienes sin obtener renuncia implícita; particularmente si el objeto del convenio era obtener un
pago alguno.* manuscrito satisfactorio, lo que el editor consiguió. Como sostuvo el tribunal,
la idea era que Clark estuviera sobrio para escribir, no que escribiera para
estar sobrio. Todo el curso de conducta del editor indicaba que éste obtuvo
* No quiero minimizar la dureza de la doctrina tal como es: si un aquello para lo que negoció (bargained) y por lo tanto no podía insistir en la
comprador se beneficia de una condición, puede trasladar toda la carga de un condición.
- - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORR ECTO- ----- 179
178 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBUGACION CONTRACTUAL_·_ _ _ _ _ _ __

También está el problem a que surge en casos como II,


de bienes sin recibir paga por ellos. Ciertame nte se le han
donde la parte que ha cumplid o parcialm ente (constru ctor) está
forfeited sus derechos contractuales, pero del mismo modo ha
en incumpl imiento y no puede en el moment o o no completa rá
sido liberado de sus deberes.
¿Qué hacer entonces con el caso IV? ¿Cómo evitamos que su prestació n. El construc tor tiene un pie forzado: no puede
demanda r a la especula dora por incumpl imiento del -contrato ,
en tal situación el construc tor sufra una forfeiture dando al
puesto que ella no ha incumpl ido -el construc tor sí lo ha
mismo tiempo fuerza a la .doctrina de las condicio nes y respe-
hecho- y sería absurdo permitirle demand ar por su propio
tando. los -privilegios que. el· propieta rio incluyó en su contrato?
El caso parece difícil, pero sólo .por los hechos especiale s, incumpli miento. Es igualmen te descabel ladó que demanda ra la
restitución del valor del beneficio que él ha conferid o, puesto
no por algún defecto en la teoría. Como vimos respecto de los
que la especula dora puede razonabl emente señalar al contrato
bienes muebles , si el beneficia rio de la condició n elige retener-
como el instrume nto que dicta los únicos términos en los que
los, debe pagar por ellos. El mismo punto vale para el caso· IV.
ella consintió recibir tales beneficios. En contraste con el caso II,
21
Si el propieta rio retiene el beneficio contractual, entonces debe
pagar por él. Esto es sólo otra aplicació n del principio de la
restitució n. Es cierto que la infracción de la condició n lo ha
liberado de sus obligacio nes contractu ales, pero no lo ha hecho ladora puede estar en una mejor situación que si hubiera incumplid o cuando
de la muy diferente obligació n de pagar por los beneficio s la casa sólo estaba a medio construir. Si el contrato es ventajoso para ella,
tangibles que elija retener. sólo tiene que pagar el precio contractua l cuando está en posesión de todo el
beneficio, pero tiene que pagar el valor de lo que ha recibido -tal vez mucho
¿Pero cómo se puede devolver una casa a medio construir? más que el precio contractua l- si repudia después de recibir una parte. Ver
Por supuesto que esto no se puede hacer, lo que sólo significa nota 3 supra. En este punto mis poderes de racionaliza ción se rinden. El
decir que no se puede aprovech ar complet amente del beneficio borrador tentativo Nº 14, sección 387 (2) del Restatement (2d) propuso cortar
este nudo gordiano disponien do que "la parte agraviada no puede recuperar
de la condició n a su favor. El mejor uso que se pueda hacer de como restitución del cumplimie nto de parte de sus deberes una suma mayor
tal condició n consiste en rehusar pagar en términos contractua- que la que habría obtenido por el cumplimie nto total". Esta propuesta fue, sin
les por el beneficio conferid o, sino más bien ofrecer pagar no embargo, posteriorm ente retirada por el informante, profe sor Allan Fransworth,
más que el justo valor. Después de todo, el fundame nto del quien sostuvo: "Las autoridade s, dice Palmer [Restitution, supra nota 2], deci-
didamente favorecen la regla de que. uno puede exceder el precio contractual.
pago ya no es el contrato sino el principio de restitución. Y si Mi lectura de las autoridade s es que hay muy pocos casos en los que esta
el justo valor es menor que el precio contractual, esta distinció n cuestión se presenta, y que se puede encontrar suficiente autoridad en uno u
tendrá alguna importan cia. otro sentido para que la institución vaya en una u otra dirección ... Lo que
creo· podemos decir es que los tribunales han reconocid o que el precio
Todavía hay más sutilezas provenie ntes de la interacci ón
contractual es evidencia del beneficio para la parte infractora, y por lo tanto
de los principio s de la restitución y de la promesa . muy rara vez permiten al demandan te obtener más que éste. Esta constituye
Si en el caso II el construc tor complet ó la casa hasta la una declaració n precisa del "derecho. Pienso que· no dice al · lector en qué
última perilla de las puertas y la especula dora rehúsa pagar, el dirección fallará un tribunal. Mi sensación es que sería prudente que la
institución dejará esa dirección abierta". American Law Institute, Proceedings -
construc tor no puede demanda r la "restitución" del valor del 56tb Annual Meeting, 1979 405-408 (Filadelfia, 1980). La nueva disposició n,
benefici o que él ha otorgado , sino que estaría limitado a de- sin la propuesta, aparece ahora como sección 373.
mandar el precio del convenio.*
20 La paradoja también se presenta en la venta de bienes. Un comprado r
puede recuperar un prepago por bienes que incorrecta mente, debiendo haber
sido entregados , no lo fueron, aun cuando su valor haya descendid o bajo ese
monto, UCC § 2-711(1), pero el vendedor sólo puede recuperar el precio
* El resultado es una anomalía penosa: al incumplir más tarde, cuando contractual por bienes aceptados, cualquiera sea el aumento del valor de
ella ha recibido más y el constructo r ha cumplido sustancialmente, la especu- mercado que hayan experimen tado, UCC § 2-709(1)(a).
180 _______ _ IA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ IA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECT O----- 181

en este caso no tenemos una parte que resiste la restitución mitad de una casa a un valor de US$140.000 por la construcción
escondiéndose detrás de un contrato que ella misma ha incum- completa y a un precio contractual de US$100.000, podrá recu-
plido. Por el contrario, la especuladora en es~e caso se defiende perar US$50.000 y no US$70.000. 22 El otorgarle más le permitiría
contra la demanda de restitución del constructor precisamente usar su propio incumplimient o como una manera de mejorar su
invocando un contrato que ella nunca ha roto (el caso V en el situación por sobre lo que ésta hubiera sido de cumplir su
capítulo 2 es otro ejemplo de este problema). palabra. Permitir al constructor beneficiarse a expensas de la
Lo que vemos es una alternancia en la prioridad de los especuladora rompiendo su promesa es incoherente con el
principios de la restitución y de la promesa. juicio de que romper su promesa es incorrecto. Al mismo tiem-
El principio de la· restitución es más primitivo, más cercano po, el no conceder ninguna acción al constructor -exponerlo a
a lo que la justicia en general exige en los tratos entre personas una forfeiture- es inconsistente con el principio .de que a lo
extrañas no conectadas entre sí. Al hacer promesas, los extraños más que tiene derecho una parte agraviada es al valor de sus
pueden reemplazar ese régimen primitivo por uno voluntario expectativas.*
creado por ellos mismos. Pero es mejor que quien ha instado La doctrina de las condiciones otorga gran importancia al
por semejante régimen de suplantación haya estado en posición hecho de no estar en lo incorrecto. La parte que está en lo
de hacerlo. No está en posición de hacerlo si sus deudas en el incorrecto tiene mucho que perder.
club más refinado de las promesas no están prontas a ser Inevitablemen te esto da lugar a algunas elaboradas manio-
completament e pagadas. En otras palabras, no puede resistirse a bras para conseguir posiciones ventajosas. 23 Alguien obligado a
ser juzgado por los criterios más primitivos de la justicia de la un contrato que al parecer terminará desfavorablem ente para él
restitución si ha violado las premisas básicas del régimen de (como los compradores en Norrington y Filley), tendrá todas las
suplantación, si no está en cumplimiento sustancial de sus obli- razones para buscar incumplimient os de su contraparte que
gaciones contractuales. Esta fue la lección de los casos I-111. El debieran ser caracterizados como infracciones de condiciones y
principio complementar io frena al constructor en la variante del en consecuencia liberarlo de una obligación onerosa. Y la otra
caso 11 recién propuesta. No puede invocar el régimen de parte, que tiene el lado más favorable del trato, debe ser excesi-
restitución contra la especuladora cuando ésta ha cumplido en vamente cuidadosa de cumplir cada exigencia, para no ser
todo respecto un contrato que las partes han celebrado sobre objeto de una demanda por una infracción de condición y así
esta misma materia. Ambas convinieron libremente regular sus perder su ventajoso bargain. Este manejo llega a ser cómico en
relaciones por un régimen voluntario de su propia elección. La el caso en que la misma parte que demanda. el beneficio de la
especuladora está dispuesta a cumplir, y por lo tanto puede liberación en virtud de un incumplimient o de una condición no
insistir. habría estado dispuesta a cumplir o quizás ni siquiera habría
Finalmente, el derecho nos dará todavía otro golpe. Para podido hacerlo. Esta parte debe esperar que la otra incumpla
el constructor, el ser privado tanto de una acción de restitución antes que ella y soporte así todo el peso de la pérdida.
como de una fundada en la promesa opera sobre él como una
forfeiture y otorga a la especuladora una ganancia inesperada.
1

Una solución práctica -la que en la actualidad generalmente se


• Por supuesto que la especuladora puede ella misma demandar por los
obtiene- da al constructor una acción de restitución por los perjuicios causados por la negativa incorrecta de completar el contrato. Presu-
beneficios que él ha conferido a la especuladora, pero limitada miblemente a ella le costará US$70.000 conseguir otra persona que le termine
al precio contractual como tope. De modo que si en el caso 11 la casa. Los US$20.000 extra los puede obtener del constructor, restándolos de
lo que tenga que pagarle. Al final tendrá su casa y habrá pagado US$100.000
el constructor ha incumplido después de haber construido la por ella; justo lo que esperaba. No he considerado sus costas legales.
182 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECT O----- 183

Consideremos aún otra variante de Norrington o Filley. El argumento de Brenda será que el trabajo de Arthur para
Supongamos un contrato en el que el pronto pago por el ella era fa condic;:ión de cualquier obligación que ella pueda
comprador también es considerado como una condición del haber tenido, y que como él se ha imposibilitado a sí mismo de
contrato, tal que en un mercado en alza los vendedores pudie- cumplir· con la condición, está liberada y no puede ser: deman-
ran suspender sus cumplimientos futuros en el evento de un dada. La sugerencia es obviamente agraviante. ¿Cómo se la
atraso en el pago. ¿Qué sucede si un vendedor· culpable de un contrarresta? El sentido común sugiere que Brenda no puede
incumplimient o de una condición en un mercado con tenden- insistir en el cumplimiento de una condición cuando ella misma
cia a la baja pudiera probar que. el comprador no habría podi- está en incumplimient o y Arthur no ha .renunciado a sus ·dere-
do pagar por los bienes si éstos hubieran sido embarcados a chos provenientes de ello. Una vez más vemos_ la importancia
tiempo o desde el puerto que correspondía?24 ¿Debería esto de no estar en lo incorrecto, y Brenda claramente lo está. ¿Pero
privar al comprador del derecho a beneficiarse de la condición qué pasa si Brenda dice que ella no está· en lo incorrecto? ¿Qué
que lo favorece? No veo por qué. De hecho, ni siquiera veo por pasa si dice que estaba perfectamente preparada para tomar a
qué si el comprador hubiera incumplido primero, debiera por Arthur el 1 de julio, que es todo lo que el contrato le exige
esa razón perder automáticamen te el derecho a beneficiarse de hacer? Brenda dice que no ha incumplido porque sus obligacio-
sus condiciones. nes sólo surgen el 1 de julio, fecha en la que está totalmente
El significado de una condición es que otorga una opción dispuesta a cumplir. Si su respuesta fuera admitida, resultaría
a quedar liberado qe una obligación: incluso si el comprador ha una obvia injusticia. ¿Cuál es ésta y cómo debe ser evitada?
estado en incumplimient o de sus pagos de modo tal que el Una fórmula sería decir que realmente las obligaciones de
vendedor pudo haberse liberado de sus obligaciones, todavía, Brenda no empiezan el 1 de julio, sino que surgen con la
salvo que éste se haya en efecto liberado, el contrato continua- celebración del contrato. Estas obligaciones más tempranas se
ría vigente en sus términos originales· (teniendo el vendedor un dice que son de cooperación, de no interferencia, y otras por el
derecho a indemnización , en este caso, el interés por el atraso estilo. 26 Su declaración el 1 de marzo constituye una violación
en los pagos). Puesto que el contrato aún está vigente, el de estas obligaciones de actuar con lealtad a su compromiso
comprador está ahora en una posición en que puede exigir el desde el momento de su formación. Si tal violación es también
cumplimiento de sus condiciones. la de una condición, Arthur está excusado de sus obligaciones y
Un estímulo a confundir todo lo anterior que es particular- también puede demandar por sus perjuicios. Una forma menos
mente agudo se produce en otra situación algo especial: forzada de atacar la sentida injusticia de los alegatos de Brenda
consiste en decir que la misma, habiendo anunciado el 1 de
V. El 2 de enero, Brenda contrató con Arthur que éste marzo su intención de incumplir, no puede quejarse si Arthur
trabajara para ella desde el 1 de julio. El 1 de marzo ella le dice toma sus palabras al pie de la letra. 27 Esta es ciertamente la
erróneamente que ha contratado a otra persona y que el trabajo forma cómo nos sentimos frente a esto, pero la respuesta pare-
no estará disponible. El 15 de junio Arthur toma otro trabajo, ce demasiado superficial para servir como explicación.
con un sueldo más bajo, en algún lugar distante hacia donde se El propósito de la obligación contractual es proveer seguri-
muda. El 1 de julio Brenda le escribe diciéndole que como no dades hacia el futuro. Brenda ha hecho esto el 2 de enero. Su
se ha presentado a trabajar según lo convenido, ella se conside- declaración del 1 de marzo contradice esta seguridad. ¿Puede
ra liberada de toda obligación .. Sin embargo, a Arthur le gustaría ser culpado Arthur si es que él no ignora el repudio de Brenda?
demandar la diferencia entre el sueldo que está recibiendo y el Después de todo para él es más útil empezar a buscar inmedia-
más alto prometido en el contrato con Brenda. 25 tamente un empleo alternativo. Esperar hasta el 1 de julio
184---~---- LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __ - - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO--- -- 185

puede significar perder oportunidades espléndidas, y aunque haya presentado a Brenda el 1 de julio, su no cumplimiento de
Brenda eventualmente tendrá que responder por los perjuicios, lo que puede haber sido una condición en el contrato del 2 de
¿qué se gana si él renuncia a una alternativa más temprana? De enero, en estas circunstancias no le. debe impedir a Arthur
modo que la. utilidad está a favor de permitir a Arthur que tome demandar ninguno de los derechos que pueda tener.
a Brenda al pie. de la letra. ¿Pero es esto justo? Después de Al vincular a Brenda a su repudio, al igual que en el caso
todo, ella podría decir que pudo haber cambiado de opinión en de. renuncia, una vez más hemos permitido la extinción de un
cualquier momento, como de hecho lo hizo. La respuesta más derecho contractual por un acto voluntario que es inconsistente
· simple es la mejor. Arthur tiene .derecho a actuar por confianza con la afirmación de ese derecho y que socava el título moral ·
en las palabras dadas en el contrato de 2 de enero. El 1 de del actor para insistir en la· promesa.
marzo dice algo que da a entender a Arthur que ya no espere Decimos que las maniobras de mala fe de Brenda le impi-
que ella cumpla su promesa. Sería injusto castigarlo a él por den (estop) ejecutar forzadamente el contrato, y este estoppel, tal
buscar proteger sus intereses de cara .·a la amenaza que ella ha como la renuncia, es un acto que no está fundado en una
manifestado. promesa y que debilita o extingue derechos fundados en una
Si usted crea una expectativa para que otra persona actúe promesa.
conforme a ella, es una especie de trampa alegar posteriormen- ¿Pero qué pasaría si el 29 de febrero, sin que Brenda lo
te que la actuación de la otra persona que lo indujo a actuar sepa, Arthur ya hubiera convenido con Charlotte empezar a
constituye una violación de los derechos de usted. Usted no trabajar el 15 de junio? En tales circunstancias él difícilmente
está estoppect de alegar si hizo algo que tenía un perfecto podría decir que el empezar a trabajar para Charlotte el 15 de
derecho a hacer; por ejemplo, si dejó abierta su ventana en el junio fue una respuesta a la repudiación de Brenda. ¿Podría
verano, aunque tenía una razón para creer que alguien se todavía demandar a Brenda por la diferencia entre el salario
aprovecharía de esto para desvalijar su casa (al menos usted no que ésta le habría pagado y el que gana con Charlotte? Fíjese
esté estopped en contra del ladrón). Pero Brenda no ha hecho que si él hubiera .anunciado a Brenda sus infieles planes cuan-
algo dentro de sus derechos o neutral, como dejar una ventana do los hizo el 29 de febrero, entonces sería Brenda quien
abierta; ha amenazado actuar en violación a sus obligaciones podría demandar, tal vez recuperando la diferencia entre el
con Arthur. Ha hecho esto dándole a entender que ya no salario que ella le prometió a Arthur y el que ahora debe pagar
espere que ella cumplirá sus obligaciones. La trampa está en a David, quien tomará su lugar. Si Arthur simplemente hubiera
que ella posteriormente lo culpa por protegerse en contra de conversado un empleo alternativo con Charlotte, sin llegar a un
esta amenaza incorrecta. En consecuencia, el que Arthur no se acuerdo pero decidiendo en su corazón que rompería su con-
trato, parece bastante claro que todavía sería Brenda quien
estaría en lo incorrecto, quien repudiaría y quien debería pagar.
De otra forma, la investigación de los motivos sería realmente
• El término anglosajón estoppel significa que " ... una parte está impedi- muy delicada. ¿Pero cómo puede una circunstancia que Brenda
da, por sus propios actos, de demandar un derecho en detrimento de otra no conoce -la circunstancia de que Arthur de hecho ha celebra-
parte que tenía derecho a actuar por confianza en tal conducta y ha actuado
en consecuencia. Un estoppel surge cuando el derecho restringe o prolu'be do un convenio con Charlotte el 29 de febrero- liberarla de su
que uno hable contra su propio acto o declaración. No se puede adoptar una obligación o al menos convertir lo que de otro modo habría
posición, actitud o curso de conducta inconsistente para perjudicar o agraviar sido su repudiación incorrecta del 1 de marzo en una no repu-
a otro". Black's Law Dictionary. En nuestro derecho esta misma idea está
diación? ¿Es acaso porque Arthur ya no puede ser más perjudi-
representada en el aforismo "nadie puede aprovecharse de su propio dolo"
(N. del T.). cado por lo que Brenda le diga el 1 de marzo? Brenda pretende
- - - - - - LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORR ECTO-
----- 187
186 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

deber de mitigar los perjuicios es un deber que reconoc e que


perjudic arlo pero no lo consigue . Nótese que esto es ·diferent e
las responsa bilidade s contractu ales son suficient emente onero-
de la situación en que Arthur está pensand o seriamen te trabajar
sas de manera que no deben ser innecesa riamente exacerba das.
para Charlotte pero no ha celebrad o ningún convenio para ello,
Y si la víctima de un incumpl imiento no cumple su deber, la
puesto que en este caso él todavía es libre (en el sentido de
única pena que sufre es la pérdida proporci onal de sus propios
estar libre de una obligació n con Charlotte) para cumplir sus
derecho s de reparación.*
obligaci ones con Brenda, y por todo lo que sabemos todavía
Estas series de situacion es alternativas que· se dan dentro y
puede cambiar de opinión y decidirse a ello. De modo que las
fuera del principio de la promesa tienen una aparienc ia intran-
circunsta ncias son compleja s, cada paso en el camino es justo y
quilizad orament e binaria, tal como la doctrina de las condicio -
razonabl e, y la combina ción de ellos no es injusta. Sin embar-
nes tiene una inquieta nte brusqued ad.
go, muestra que en tales circunsta ncias no sólo es importan te
Si todas las condicio nes fueran rebajada s al status de me-
no estar en lo incorrect o, sino también no estar en lo incorrec to
ros términos contractuales, por cuyo incumpl imiento sólo pu-
primero.*
diera obteners e una indemni zación de perjuicios, todo el rango
Las doctrina s de la· renuncia , la repudiac ión y el estoppel
de ·situaciones que se dan entre el cumplim iento total, el parcial
son una respuest a al significativo poder que un contrato da al
y el incumpl imiento represen taría un suave continuo de deci-
destinata rio de la promesa sobre un promiten te; una promesa
siones judiciales con diferencias moderad as. Sin embargo , tal
puede exigir sacrificios muy por encima de lo que requiere n los
como realment e es, hay en esta doctrina disconti nuidades que
principio s residuale s y de la justicia y la decencia que están en
parecen ser agudas, y éstas son molestas para la mentalid ad
el .trasfond o, diferente s del de la promesa . Esta es la razón por
puramen te económi ca o marginalista. Esta mentalid ad ve las
la que un destinata rio de una promesa no puede jugar con lo
discontin uidades como un síntoma de ·irracionalidad. Lo que he
que tiene. Esto se manifiesta de nuevo en una etapa posterio r
tratado de mostrar es que tales disconti nuidades son inevitables,
de la relación, después ·que ha habido un claro incumpli miento.
Si la víctima de los actos que uno realiza se puede proteger a sí
misma de las consecue ncias, debe hacerlo. Tiene el deber de
mitigar los perjuicios28 (Arthur, por ejemplo, los mitiga buscan- • La extraña doctrina de la condonaci ón que rara vez se encuentra -más
conocida en el derecho de divorcio- lleva esta idea un paso más allá y se
do otro trabajo). Sin embargo , en un sentido el deber de mitigar junta con el principio de la renuncia y el estoppel. En un caso, In re Nagel,
va más allá que la renuncia o el estoppel: el derecho contractu al 278 F. 105 (2d Cir. 1921), un empleado r supo que su trabajador había sido
disminuy e no porque su tenedor haya actuado inconsist ente- infiel de una manera que hábría justificado su despido. El empleado r ni dijo
ni hizo nada por varios meses en relación con este incumplim iento, y poste-
mente con él, sino porque no tomó alguna acción posterior ,
riormente, cuando necesitó reducir su fuerza de trabajo; usó este incumpli-
que en el hecho beneficia al infractor del contrato al reducir ·su miento como fundamen to para despedirlo. Esto fue considerad o incorrecto.
potencia l responsa bilidad. Este es un deber, un tipo de deber ¿Por qué? Mi sensación es que el tribunal no quiso dar al empleado r un hacha
altruista hacia el compañe ro contractu al, el más altruista que es para tener· indefinida mente sobre la cabeza del trabajador; o el empleado r
despide ·al trabajador rápidamen te o ·restablece la· relación en sus términos
dirigido hacia una parte que está en lo incorrecto. Pero es un originales.
deber sin costo, puesto que la víctima del incumpli miento nun- Otra combinaci ón de las nociones de estoppel y mitigación se ejemplifi-
ca está peor por haber mitigado sus perjuicios. Más bien el ca por la regla del Uniform Commercial Code de que· la víctima de un
incumplim iento debe avisar a su perpetrado r, proveyend o· así una oportuni-
dad para curar o tal vez negociar una acomodac ión. U.C.C. § 2-607(3). Ver
también Cummings v. Connecticut General Llfe Insurance Company, 102 Vt.
• El original dice "... ít is important not only not to be in the wrong but 351, 148 A. 484 (1930). Pero cf. Cawley v. Weiner, 236 N.Y. 357, 140 N.E. 724
(1923).
not to be in the wrongfirs t" (N. del T.).
188 _ _ _ _ _ _ _ _ LA OBLIGACION CONTRACTUAL _ _ _ _ _ _ __

y que en realidad son una señal de que estamos en el dominio


de lo correcto y lo incorrecto, que es el de la discontinuidad. El
utilitarista, creyendo que lo correcto y lo incorrecto no constitu-
yen un dominio autónomo sino que están bajo la hegemonía
del bien y del mal, de lo mejor y lo peor, está comprometido a
percibir todos los juicios como si fuesen juicios de grado. Pero
si en cambio el dominio de lo correcto y lo incorrecto es
percibido como autónomo, entonces éste debe contener ciertos
quiebres agudos: entre lo permisible y lo impermisible, entre lo
obligatorio y lo opcional. Y la obligación contractual (fundada
en una promesa) es una obligación después de todo. Un acto
en particular puede ser más o menos bueno o indiferente, pero
una vez que es el objeto de una promesa se transforma y se
vuelve obligatorio. Este es un peldaño definido, de manera que
no debería ser sorprendente que los juicios (y sus consecuen-
cias) sobre los actos varíen en forma aguda (en forma disconti-
nua) dependiendo de si respecto de tales actos pueden o no 1. INTRODUCCION: LA VIDA DEL CONTRATO
pueden ser invocadas determinadas obligaciones.
El ir y venir entre la expectativa y la restitución, y entre l. A Treatise of Human Nature 526 (Selby-Bigge ed. Oxford, 1888).
recuperar y no recuperar lo que es debido, refleja lo apropiado o
2. Comparar con Henry Sidgwick, Elements of Politics: "En una visión
inapropiado de la invocación que hace una parte de las obliga- resumida del orden civil de la sociedad, así como la constituida por
ciones de otro. Como los términos de las mismas son inventados el ideal individualista, el cumplimiento del contrato representa el
e impuestos libremente por las partes sobre sí mismas, ellas los principal elemento positivo, mientras que la protección de la vida y
pueden moldear a su gusto. Las pueden condicionar, y si así lo de la propiedad son los principales elementos negativos... " Citado en
hacent sus deseos deben ser respetados. Pero otras circunstan- Friedrich Kessler y Grant Gilmore, Contracts 4 (2ª ed. Boston, 1970).
cias también encienden o apagan la fuerza de la obligación: que Esta idea está expresada en la referencia de Friedrich Hayek a una
"esfera privada", Tbe Constitution ofLiberty 21 (Chicago, 1960) y en
la otra parte no cumpla su porción, la repudiación, un evento la descripción que Robert Nozick hace de la violación de derechos
que frustra la obligación, la falta de ambas partes, el tipo de como "boundary crossing", Anarcby, State and Utopía 57 (Nueva
ventaja que se saca del incumplimiento propio o ajeno. York, 1974). Ver también Duncan Kennedy, "The Structure of
El derecho de contratos, precisamente porque está enraiza- Blackstone's Commentaries'', 28 Bu/falo L. Rev. 205, 234 0979).
do en la promesa y por tanto en lo correcto y en lo incorrecto, 3. Los principales representantes contemporáneos de esta visión son
es un sistema ramificado de juicios morales que trabaja las Ronald Dworkin, Taking Rigbts Seriously caps. 4, 7 y apéndice,
consecuencias de unos pocos principios que en verdad tienen pp. 294-330 (Cambridge, 1978); Robert Nozick, Anarcby, State and
un carácter primitivo; principios que determinan los términos Utopía IX (Nueva York, 1974); y John Rawls, A Tbeory of]ustice § 6
sobre los cuales hombres y mujeres libres pueden mantenerse (Cambridge, 1971). Ver también Charles Fried, Rigbt and Wrong,
cap. 4 (Cambridge, 1978).
separados o combinarse entre sí. Por cierto éstas son las leyes
de la libertad. 29 4. Ver Patrick Atiyah, Tbe Rise and Fa// of Freedom of Contract, 405-419
(Oxford, 1979); Kessler y Gilmore, op. cit. supra nota 2, pp. 1-14; Max
190 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ NOTAS------------ ------------NOTAS----------- 191

Radin, "Contract Obligation and the Human Will", 43 Colum. L. Rev. 575 Friedrich Hayek; The Constitution of Liberty, cap. 5 (Chicago, 1960);
(1943). Charles Fried, Right and Wrong, 124-126 (Cambridge, 1978); Rawls,
op. cit.,· p. 519. Para una visión diferente ver C. B. Macpherson, Tbe
5. Atiyah, op. cit. supra nota 2, parte III. Política! Theory of Possessive Individualism -Hobbes to Locke (Oxford,
1962).
6. Fried, recensión a Atiyah, 93 Raro. L. Rev. 1858, 1864-1865 (1980);
Roscoe Pound, "Contract or Bargain", 33 Tulane L. Rev. 455 (1959). 2. Immanuel Kant, Tbe Metaphysical Elements of]ustice, 54-55 (trad. de
Ladd, Indianapolis, 1965).
7. Atiyah, op. cit. supra nota 4; Lawrence- Friedman, Contract Law in
America (Madison, 1965); Grant Gilmore, Tbe Death of Contract (Co- 3. Ver Charles Fried, An Anatomy of Values 81-86 (Cambridge, 1970);
lumbus, 1974); Morton Horwitz, Tbe Transformation of American Henry Sidgwick, Elements of Politics, · citado en .Friedrich Kessler y
Law, cap. 6 (Cambridge, 1977); Duncan Kennedy, op. cit. supra nota 2, Grant Gilmore, Contracts 4 (2ª ed. Boston, 1970).
p. 356, y "Form and Substance in Private Law Adjudication", 89 Haw.
L. Rev. 1685 (1976); Anthony Kronman, "Contract Law and Distributi- 4. Sissela Bok, Lying: Moral Choice in Public Lije (Nueva York, 1978);
ve Justice'', 89 Yate L.]. 472 (1980); Jan Macneil, "The Many Futures Fried, op. cit. supra nota 1, cap. 3.
of Contracts", 47 So. Cal. L. Rev. 691 (1974). 5. Este ejemplo está inspirado en Adams v. Gillig, 199 N.Y. 314, 92 N.E.
8. Lon Fuller y William Perdue, "The Reliance Interest in Contract Dama- 670 0930).
ges", 46 Yate L.]. 52, 373 (1936, 1937). 6. Ver en general a Page Keeton, "Fraud: Statements of Intention", 15
Texas L. Rev. 185 (1937).
9. Gilmore, op. cit. supra nota 7, p. 87.
10. Emile Durkheim, Tbe Division ofLabor in Society, cap. 7; Karl Llewellyn,
7. Ver en general a Robert Goff y Gareth Jones, The Law of Resútution
cap. 1 (2ª ed. Londres, 1978).
"What Price Contract: An Essay in Perspective", 40 Yate L. ]. 704
(1931). 8. Para una poderosa construcción de la responsabilidad extracontrac-
tual y el principio del beneficio como los fundamentos del derecho
11. El lugar clásico es Morris Cohen, "The Basis of Contract Law", 46
de contratos, ver Patrick Atiyah, Tbe ·Rise and Fall of Freedom of
Han;. L. Rev. 553 (1933), cuya visión Kesller y Gilmore abrevian así:
Contract, l-7 (Oxford, 1979). Un excelente artículo que expone los
"La justicia distributiva ha reemplazado a la justicia conmutativa".
diversos principios morales implícitos en el derecho de contratos es
Op. cit. supra nota 2, p. 11. Robert Hale, "Bargaining, Duress and
George Gardner, "An Inquiry into the Principies of the Law of Con-
Economic Liberty", 43 Colum. L. Rev. 603 (1943); Kennedy, op. cit.
tracts", 46 Haw. L. Rev. 1 (1932).
supra nota 7; Kronman, op. cit. supra nota 7.
. 9. Para un panorama de la literatura anglo-americana sobre la promesa
12. Economic Analysís of Law,_ caps. 3 y 4 (2ª ed. Boston, 1977); "Utility,
desde Hobbes hasta nuestros días, ver Atiyah, op. cit. supra nota 8,
Economics, and Legal Theory", 8]. Legal Stud. 103 (1979).
pp. 41-60, 649-659. En la literatura filosófica reciente hay un vivo
debate sobre el fundamento de la obligación moral de cumplir las
promesas. Algunos filósofos han seguido la misma línea que Atiyah y
2. EL CONTRATO COMO PROMESA Gilmore, que encuentra el fundamento de la obligación de cumplir la
promesa en el elemento de confianza. La posición más firme es la de
1. Sobre lo correcto y lo bueno, la discusión crítica está en John Rawls, Neil MacCormick, "Voluntary Obligations and Normative Powers'',
A Theory of justice, §§ 68, 83-85 (Cambridge, 1971), quien retoma a Proceedings ofthe Aristotelian Society, supp. vol 46, p. 59 (1972). Ver
Immanuel Kant, <;roundwork of the Metaphysics of Morals (trad. de también Pall Ardal, "And That's a Promise", 18 Phi/. Q. 225 (1968);
Paton, Harper Torchbooks ed., Nueva York, 1964) donde se hace el F. S. McNeilly, "Promises Demoralized", 81 Phi!. Rev. 63 (1972). G. J.
contraste entre lo correcto y la felicidad. Ver también W. D. Ross, Tbe Wamock, Tbe Obje.ct of Morality, cap. 7 (Londres, 1971), ofrece una
Right and the Good (Oxford, 1930); Ronald Dworkin, "Liberalism", en efectiva refutación en el sentido del texto principal, pero su tesis es
Publíc and Prívate Morality (S. Hampshire ed. Cambridge, England, que la obligación de cumplir la promesa descansa en el deber de ser
1978). Sobre la relación entre liberalismo y responsabilidad, ver veraz, el deber de hacer que los hechos correspondan con la prome-
193

sa. Para una excelente discusión en tomo a esta última sugerencia y 15. De hecho, ésta era la perspectiva general de Bentham. Ver también
una propuesta que concuerda con la mía, ver Don Locke, "The Object Brandt, supra nota 14;
of Morality and the Obligation to Keep a Promise", 2 Canadian ]. of
16. Comparar con Rawls, supra nota 1, cap. 6, donde se. argumenta que
Philosophy 135 (1972). El énfasis de Locke en la confianza parece una
a) .la deducción de los principios• de justicia para las institucipnes, y
versión más clara y sólida de la propuesta de H. A. Prichard de que la
b) lademostración de que una institución en particular es justa, no
obligación de cumplir la promesa descansa en un "acuerdo de mante-
son suficientes . para generar una obligación de cumplir con dicha
ner los acuerdos". Moral Obligation, cap. 7 (Oxford, 1957).
institución. Deben ser establecidos otros principios de deber y obliga-
10. Un grupo de filósofos que se opone al argumento de Atiyah y ción naturales.
MacCormick enfatiza el carácter convencional de la invocación de la
17. Ver Locke, supra nota 9; Prichard, supra nota 9; Raz, supra nota 10.
forma promisoria, como asimismo la naturaleza autoimpuesta de la
obligación. Por ejemplo, Joseph Raz, "Voluntary Obligations'', Procee- 18. American Law Institute, Restatement (lst) of the Law of Contracts [en
dings of tbe Aristotelian Society, supp. vol. 46, p. 79 (1972); Raz, adelante, Restatement Ost) o (2d)], § 329, Comentario a: "Al compen-
"Promises and Obligations", en Law, Morality and Society (Hacker, sar los perjuicios, debe hacerse un esfuerzo por poner a. la parte
Raz eds. Oxford, 1977); John Searle, Speecb Acts 33-42, 175-188 (Cam- perjudicada en una posición tan buena como la que habría tenido si
bridge, 1969); Searle, "What Is a Speech Act?" en Tbe Pbilosopby of el contrato se hubiese cumplido cabalmente ... "; E. Allan Famsworth,
Language Qohn Searle ed. Oxford, 1971). La obra clásica en esta "Legal Remedies for Breach of Contract", 70 Colum. L. Rev. 1145
línea es John Rawls, "Two Concepts of Rules", 64 Pbil. Rev. 3 0955). 0970); Gardner, supra nota 8; Charles Goetz y Robert Scott, "Enfor-
Por supuesto, la idea general retoma a Ludwig Wittgenstein, Pbiloso- cing Promises: An Examination of the Basis of Contract", 80 Yale L.].
pbical Investigations § 23. Para la opinión de Hume sobre la naturale- 1261 0980).
za convencional de la obligación de cumplir la promesa, ver A
Treatise of Human Nature, 516-525 (Selby-Bigge ed. Oxford, 1888). 19. Ver Fuller y Perdue, "The Reliance Interest in Contract Damages", 46
Yate L.]. 52, 373 0936, 1937); Gardner, supra nota 8.
11. Me parece que la tesis de Stanley Cavell en Tbe Claim of Reason, 293-
303 (Oxford, 1979) de que el prometer no es ni una práctica ni una 20. Para discusiones sobre estos problemas, ver Fried, supra nota 3,
institución, puesto que a diferencia de un juego, uno no puede pp. 169-177; Rawls, supra nota 1, § 85; y los ensayos en Tbe Jdentities
imaginar su establecimiento o reforma, y porque el prometer no es ofPersons (Amelie Rorty ed. Berkeley, 1976) y Personal Jdentity Qohn
un oficio, está fuera de lugar. Kant (supra nota 2) y Hume (supra Perry ed. Berkeley, 1975).
nota 10) demuestran que la moralidad puede imponer que haya una 21. Para una discusión de estas fuentes tempranas, ver Atiyah, supra nota
convención con ciertas características generales, aunque la postura de 8, pp. 140-141. Para una mayor discusión sobre estas y otras fuentes
este último es más utilitaria. tempranas, ver mi recensión a Atiyah, 93 Haro. L. Rev. 1858, 1864-
12. David Lewis, Convention (Cambridge, 1969). 1865 0980).

13. Supra nota 10. 22. 227 Mo. App. 175, 51 S.W.2d 572 0932).

14. En esto estoy de acuerdo con David Lyons, Tbe Forms and Limits of 23. Restatement (lst) § 333(d).
Utilitarianism (Oxford, 1965) en un debate continuo. Para los desa- 24. Gardner, supra nota 8, pp. 15, 22-23.
rrollos más recientes de la posición contraria, ver Richard Brandt, A
Tbeory of tbe Good and Rigbt (Oxford, 1979). Para una excelente 25. Este es el problema que los textos de contratos tratan típicamente
introduccción, ver J. J. C. Smart y Bemard Williams, Utilitarianism: bajo la denominación de consequential damages, o el principio de
Por and Against (Cambridge, England, 1973). En mi recensión a Hadley v. Baxendale 9 Exch. 341 0854). Ver Gardner, supra nota 8,
Atiyah, 93 Haro. L. Rev. 1863n 18 0980), sostengo que es un error pp. 28-30. El juez Holmes, en Globe Refining Co. v. Landa Cotton Oil
tratar la discusión de Rawls sobre la promesa en "Two Concepts of Co., 190 U.S. 540 0903) explicó la limitación de la responsabilidad
Rules" supra nota 10, como una instancia de utilitarismo de reglas. por perjuicios .consecuenciales en términos del mismo acuerdo: el
Ver también Charles Landesman, "Promises and Practices", 75 Mind demandado sólo es responsable de los riesgos que explícita o
(n.s.) 239 0966). tácitamente acordó asumir. ESta concepción ha sido desplazada en
194 -------------NOTAS------------ 195

favor de un criterio más vago según el cual el demandado es tracts § 252 (St. Paul, 1963) (en adelante citado como Corbin acompa-
responsable de todo riesgo que tenía una "razón para conocer" al ñado del número de volumen). Esta es, sin embargo, una materia que
tiempo del convenio. UCC § 2-715 comentario 2. El criterio de Holmes ha sido objeto de una acdón legislativa extensa. Ver 1 Williston
es más armónico con la tesis de este libro. Ver Pothier, Tbe Law of § 219A, 1 Corbin § 254, y Restatement (2d) § 95, tent. draft Nº 1-7,
Obligations, citado en Lon Fuller y Malvin Eisenberg, Basic Contract cap. 4, p. 189, para un resumen del estado del derecho. Aproximada-
Law 27 (3rd ed. St. Paul, 1972). La diferenda entre las dos posiciones mente la mitad de los Estados aun reconoce el sello, aunque muchos
no es mucha: primero, porque siempre es posible para las partes en una forma· debilitada; el efecto del sello puede ir desde sustituir
limitar o ampliar convencional mente la responsabilid ad por perjuicios completamen te a la consideration, una presunción sustantiva pero
consecuencia les, UCC § 2-719(3); segundo, porque el criterio de una rebatible de la consideration, una· distribución de los requisitos de las
"razón para conocer" significa que el demandado al menos tenía una alegaciones y carga de la prueba, una mera distribución de la cues-
oportunidad justa para incorporar dicha cláusula. tión al juez o al jurado. La otra mitad de los Estados y UCC §2-203
han abolido expresa y totalmente el efecto del sello.
26. UCC, § 2-318; William Prosser, Torts, cap. 17 (4ª ed. St. Paul, 1971).
3. UCC § 2-205 elimina el requisito de consideration para una promesa
27. 133 N.W.2d 267, 26 Wis.2d 683 (1965). de mantener abierta una oferta para comprar o vender bienes, pero
28. Ver Stanley Henderson, "Promissory Estoppel and Traditional Con- limita el período de irrevocabilidad a tres meses, y exige que se
tract Doctrine", 78 Yate L. ]. 343, 357-360 (1969); ver en general, consigne separadamen te por escrito, firmado por el promitente. Ver
Friedrich Kessler y Edith Fine, "Culpa in Contrahendo, Bargaining in N.Y. Gen. Oblig. Law § 5-1109 para una regla parecida pero más
Good Faith, and Freedom of Contract: A Comparative Study", 77 general.
Harv. L. Rev. 401 (1964).
4. 1 Williston § 120, notas 7-9, par~ un resumen.
29. Nicomachean Etbics, libro V, IV-V.
5. Por ejemplo, UCC § 2-209; N.Y. Gen. Oblig. Law § 5-1103.
30. Ver John Dawson, "Restitution or Damages?", 20 Ohio St. L.]. 175
(1959); Gardner, supra nota 8, pp. 18-27. Para una discusión más 6. Pot ejemplo, Cal. Civ. Code § 1606; Ga. Code Ann. § 20-303.
completa de la restitución y el contrato, ·ver el capítulo 8 infra. 7. Ver Melvin Eisenberg, "Donative Promises", 47 U. Chi. L. Rev. 1, 2-7
31. Goff y Jones, supra nota 7, p. 101; el problema apuntado en la nota 0980), para una excelente discusión y revisión de las autoridades;
al pie de página está tratado en las pp. 127-129. ver también .Charles Goetz y Robert Scott, "Enforcing Promises: An
Examination of the Basis of Contract'', 89 Yate L.]. 1261, pp. 1261-
32. Britton v. Turner, 6 N.H. 281 (1834). 1262 (1980). El descuido de las promesas de donar es anotado con
pesar por Roscoe Pound, "Promise or Bargain?", 33 Tutane L. Rev. 455
0959).
3. CONSIDERATION
8. "Es un principio elemental que el derecho no entrará en una investi-
gación sobre la adecuación de la consideration". 1 .Williston § 115,
l. Restatement (lst) § 19. La definición de consideration es como sigue:
p. 454, citando a Westlake v. Adams, 5 C.B. (n.s.) 248. Ver 1 Williston
1) algo de valor se debe haber dado a cambio de la promesa a
ejecutar forzadamente [ver Restatement (lst) ·§ 75(1), Restatement (2nd) § 115 y 1 Corbin § 127 para numerosos ejemplos de consideration
§ 17(1)}; 2) con manifestación de mutuo asentimiento de las partes a
considerada inadecuada pero suficiente. Ver también Restatement Ost)
hacer tal intercambio (el requisito de bargaining Jor) [Restatement § 81 y (2d) § 79. Los comentaristas al igual que los casos concuerdan
en derivar la decisión del derecho de no involucrarse en tal avalua-
(lst) § 75(1), Restatement (2nd) § 710-2)}.
ción "objetiva" de la libertad de las partes para establecer sus propios
2. La regla de common taw es que la_ consideration no se requiere para valores y diseñar sus propios contratos. Ver también la explicación
la ejecutabilidad forzada de una promesa bajo sello. Ver Restatement del profesor Atiyah de los orígenes históricos de la doctrina de la
Ost) § 11 O; Restatement (2d) § 950); 1 Samuel Williston, Contracts (3ª adecuación, que se remonta directamente al .complejo de ideas que
ed. Walter Jaeger, Mt. Kisco, 1975) (en adelante citado como Williston están detrás de la libertad contractual. Tbe Rise and Fall ofFreedom of
acompañado del número de volumen) § 217; 1 Arthur Corbin, Con- Contract, 448.:451 (Oxford, 1979).
196 -----------NOTAS------------ 197

9. 124 N.Y. 538, 27 N.E. 256 (1891). corazón (1 Williston § 120) y lo considera simplemente una clara
instancia particular de la regla del deber preexistente (ver 1 Williston
10. Basado en Ill. 5, Restatement (2d) § 71. § 120, § 130A, p. 542). Se ha interpretado persuasivamente que esta
11. Id., comentario b. Ver también Fischer v. Union Trust Co., 138 Mich. interpretación, ahora estándar, es en realidad una mala interpretación
612, 101 N.W. 852 (1904); 1Corbin§118; 1Williston§111. de los principales casos. Ver James Barr Ames, "Two Theories of
Consideration", 12 Harv. L. R. 515 (1899) y Merton Ferson, "The Rule
12. Ver John Dawson, Gifts and Promises 199-207 (New Haven, 1980) Y in Foakes v. Beer', 31 Yate L.]. 15 (1926).
particularmente en la p. 102, donde· Dawson ac~ba con la "soi:rren-
dente ... sugerencia" de .Gilmore de que la teona de la bargain fue 24. Ver Dawson, supra nota 12, pp. 220-221; Ames, supra nota 23, p. 528;
Lon Fuller, "Consideration and foffi1", Cotum. L. Rev. 799, 818 {1941);
inventada por Holmes.
· y Joseph Beale, "Notes on Consideration", 17 Harv. L. Rev. 71, 71-72.
13. Tbe Common Law, 292-293 (Boston, 1881). Tal vez la exposición más clara y elegante sobre este punto es, sin
embargo, la discusión de Corbin, en lA Corbin § 172.
14. El caso III está basado enWood v. Lucy, Lady Duff-Gordon, 222 N.Y.
88, 118 N.E. (1917) (Cardozo, ].), pero Cardozo entendió que había 25. Ver Samuel Williston, "Successive Promises of the Same Performan-
una promesa en la declaración del agente de hacer esfuerzos razona- ce", 5 Harv. L. Rev. 27 (1894).
bles. El problema general del que los casos de "opción al agente" so~
26. Ver Schwartzreich v. Baumanbasch, Inc., 231 N.Y. 196, 131 N.E. 887
una instancia, generalmente se conoce como el problema de la reci-
(1921); 1 Williston § 130A, p. 540: "Si por un momento las partes
procidad de la obligación. Ver Restatement (2d) § 79(c) y comentario f.
hubieran estado liberadas del contrato original, de modo que cual-
15. Ver Arthur Corbin, "The Effect of Options on Consideration", 34 Yate quiera de ellas pudiera haber rehusado entrar en ninguna bargain
L. ]. 571 (1925); Corbin, "Nonbinding Promises as Consideration", 26 relativa al mismo objeto, un acuerdo ulterior en cualesquiera térmi-
Cotum. L. Rev. 550 (1926). nos sería bueno".

16. El caso N está basado en Newman & Snell's State Bank v. Hunter, 27. Dawson, supra nota 12.
243 Mich. 331, 220 N.W. 665 (1928). Williston mira este celebrado
28. Vol. VII (en prensa), y ver Von Mehren, "Civil Law Analogues to
caso como una violación anómala de la .doctrina de la adecuación.
Consideration", 72 Harv. L. Rev. 1009 0959).
Corbin ataca derechamente el resultado en su frase más magistral: "Se
cree que esto es erróneo". 1 Corbin § 127, nota 83. El "valor de 29. La idea de la esterilidad recibe su formulación clásica en Claude
mercado" de la nota no tiene relevancia, si es que· 1a vi';,1-da negoció Butnoir, Propiété et Contrat 487 (París, 1900).
(bm-gained) por ella, y el banco no tiene que devolverla.
30. Ver en general Goetz y Scott, supra nota 7, pp. 1265-1266; Eisenberg,
17. El caso V está basado en Zabella V. Pakel, 242 F.2d 452 (7th Cir. supra nota 7, p. 4.
1958). Ver Restatement (2d) § 82, 83.
31. Ver Kant, Tbe Metaphysicat Etements of]ustice. En términos económi-
18. Milis v. Wyman, 3 Pick. 207 (Mass. 1825). cos, tanto . los ·regalos como las promesas son transacciones con
eficiencia Pareto. Ver Harold Hochman y James Rogers, "Pareto Opti-
19. Webb v. McGowin, 27 Ala App. ~2, 168 So. 196 (1935). ma! Redistribution", 59 Am. Econ. Rev. 542 0969).
20. Lingenflder v. Wainwright Brewery Co., 103 Mo. 578, 15 S.W. 844 32. 41 Cotum; L. Rev. 799 0941). Ver también Edwin Patterson, "An
(1891). Apology for Consideration", 58 Cotum. L. Rev. 929 0958); Atiyah,
21. Linz v. Schuck, 106 Md. 220, 67 A.A. 286 (1907). supra nota 8.

22. Basado en Foakes v. Beet, 9 A.C. 605 (Cámara de los Lores 1884). 33. Para una visión menos apasionada, ver Pound, supra nota 7, p. 455:
"Mientras que el progreso del derecho ha sido más y más favorable a
23. La regla de Foakes v. Beer, aunque general~ente seguida, ha dado lo que se .ha tomado como la posición moral de que las promesas
dudar a muchas críticas y oposición. Ver nota 6 supra para incursio- como tales deben ser cumplidas, y mientras hasta hace poco el
nes legislativas en este punto. Williston acepta este caso de todo derecho en todo el mundo parece haber llegado casi (se podría decir
198 -----------NOTAS------------ ------------NOTAS----------- 199

sustancialmente) a este punto, ha comenzado una notable relajación 1729); Restatement (lst) § 20; Restatement (2d) § 18; 1 Williston § 64.
de la estricta doctrina moral de la obligación de la promesa intencio- Lo que se requiere es la aceptación intencional del destinatario de la
nal y deliberada. Desde la antigüedad la obligación moral de cumplir promesa, entendida la intención en forma objetiva. Ver Restatement
la promesa ha sido dogma cardinal· de los filósofos éticos, los publi- (lst) § 20, 1 Williston § 66. Ver 1 Corbin § 58 y 1 Corbin § 62 para
cistas y los filósofos del derecho ... algunas excepciones a esta regla, y 1 Corbin § 58 para una buena
"Hoy día, lo que tomábamos como el último paso para hacer al discusión del motivo del destinatario de la promesa al aceptar (y
derecho de contratos completamente acorde con el precepto de la compare con 1 Corbin § 84: "aceptación a regañadientes"). Ver 1
moral, se ha detenido, al menos en el presente, y se nos dice que el Corbin § 67, 1 Williston §§ 68, 70 y Restatement (lst) § 56 para la
supuesto fundamento moral es ilusorio. Los hombres no deben ser exigencia de notificar al oferente ·de la aceptación y ·las condiciones
obligados por las promesas. Ellos sólo deben ser obligados por las que la rigen. Ver 1 Corbin §§ 72-73, 75, 1 Williston §§ 91-91D, y
bargains. La interpretación económica marxista, el auge del Estado Restatement (lst) §§ 71-72 para discusiones sobre las circunstancias
de servicios, y la teoría humanitaria de la responsabilidad, de diferen- bajo las cuales el silencio del destinatario de la oferta. vale como
tes maneras y en varios grados, parecen liderar una visión radical- aceptación; la aceptación del destinatario de la oferta de un beneficio
mente diferente del significado de una promesa ... " propuesto por el cual él sabe que se espera un pago, es el caso
paradigmático.
Para una discusión del concepto de aceptación en el derecho
continental (civil law), ver Arthur von Mehren, 1be Civil Law System,
4. CONTESTANDO UNA PROMESA:
465-474 (Boston, 1957). El jurista del siglo diecisiete, Lord Stair Qames
OFERTA Y ACEPTACION Dalrymple) sostuvo que las promesas son obligatorias sin aceptación,
aunque los contratos en general no lo son. 1be Jnstitutions of Scotland,
1. Karl Llewellyn, "On Our Case-Law of Contract: Offer and Acceptance, libro I, título 10, §§ 1-4 (Edimburgo, 1954).
I", 48 Yate L.]. l, 32 (1938). Ver también Llewellyn, "On Our Case-
5. Ver A.W.B. Simpson, A History of tbe Common Law of Contract, 475-
Law of Contract: Offer and Acceptance, II'', 48 Yate L.]. 779 (1939).
485 (Oxford, 1975) y Patrick Atiyah, Tbe Rise and Fall of Freedom of
2. En este punto y en el argumento que de él se sigue estoy en deuda Contract, 413-414 (Oxford, 1979).
con Robert Nozick.
6. Lawrence v. Fox, 20 N.Y. 268 (1859), discutido en 4 Corbin § 788.
3. Que no es posible contratar con uno mismo es algo sobre lo que hay Para una cuenta resumida de la regla básica de la ejecución forzada
acuerdo universal. Ver Restatement (lst) § 15; 1 Williston § 18, p. 32; por terceros, ver 2 Williston §§ 356, 361, 368; 4 Corbin § 774; Restate-
y 1 Corbin § 55. Corbin, Williston y Restatement (2d) § 9 también ment (lst) §§ 135, 136, y (2d) § 304, 305.
están de acuerdo en derivar esta conclusión de la naturaleza del 7. Ver 2 Williston §§ 396-397 y 4 Corbin §§ 813-815 para discusiones
prometer. Ver 1 Corbin § 55, p. 233; 1 Williston § 18, p. 32; y 1 sobre las reglas que rigen la liberación o variación de la promesa
Williston § 1; y Restatement (2d) § 9, comentario a. hecha por su destinatario, y las razones detrás de ellas. Ver también
También existe consenso universal en que una promesa ejecutable Restatement (lst) §§ 142-143 y (2d) § 311. Un caso sobresaliente para
forzadamente por el derecho debe hacerse a alguien. Ver Restatement la proposición de que el mero asentimiento del beneficiario interrum-
(lst) y (2d) § 23: Sólo la persona a quien se ha hecho la oferta pe el poder del destinatario de la promesa para liberar, es Copeland
(promesa) puede aceptarla. Para la regla de que la oferta debe ser v. Beard, 217 Ala. 216, 115 So 389 (1928). Ver también William Page,
comunicada a su destinatario, ver Restatement (lst) § 23, 1 Williston "The Power of Contracting Parties to Alter a Contract for Rendering
§ 33, y 1 Corbin § 59; pero para algunas importantes excepciones, ver Performance to a Third Person", 12 Wis. L. Rev. 141, 160 0937).
1 Corbin § 59 y 1 Williston § 35. Para la regla de que se requiere que
el destinatario de la oferta la conozca, ver Restatement (lst) § 23, 1 8. Ver nota 4 supra.
Corbin § 59, y 1 Williston § 33B, y fíjese en las excepciones. 9. Ver Restatement Ost) §§ 20, 29, 1 Williston §§ 36, 36A; y 1 Corbin
§§ 62-66, 72, 77.
4. Hugo Grotius, jure de Belli et Pacis, libro II, cap. XI, §§ 1-4 y 14-15
(Oxford, 1925); Samuel von Pufendorf, Of tbe Law of Nature and 10. Para la noción de una oferta como promesa condicional, ver Restate-
Nations, libro III, cap. VI, § 15; libro III, cap. V, §§ 7 y 9-11 (Londres, ment (lst) y (2d) § 24; 1 Williston 24A, 25 y 1 Corbin § 11; Llewellyn,
201

supra nota 1; George Goble, "Is .an Offer a Promise?", 22 Ill. L. Rev. § 87(2) crea un contrato de opción a favor del contratista general
567 (1928); Samuel Williston, "Reply", 22 Ill. L.Rev. 788 (1928). "hasta donde sea necesario para eliminar la injusticia".
Atiyah argumenta que tanto el condicionamiento implícito en la pro-
mesa del demandado de que el demandante cumpla, como la crea-
ción de reglas de oferta y aceptación, son aspectos del triunfo del 5. LAGUNAS
executory agreement como paradigma de responsabilidad contractual
en el siglo diecinueve. Supra nota 5, pp. 208-212, 424-428, 446-448.
l. Grant Gilmore, Tbe Deatb of Contract 87ss (Columbus, 1974); Duncan
11. Ver 1 Williston § 73 y 1 Corbin §§ 82, 86. Kennedy, "Form and Substance in Private Law Adjudication", 89 Haro.
12. Restatement (2d) § 24, comentario a, § 35(1)(c), § 41; 1 Williston § 55; L. Rev. 1865, 1719-1720, 1725-1737 (1976); Karl Klare, recensión a C.
1 Corbin § 38; Grant Gilmore, Tbe Deatb of Contract 28-30, 76-77 L. Knapp, Problems in Contract Law: Cases and Materials, 54 N. Y. U.
(Columbus, 1974) para una discusión del importante caso para esta L. Rev. 876, 887 0979).
proposición, Dickinson v. Dodds, 2 Ch. D. 463 (C.A. 1876). 2. Ver Restatement Ost) § 502, "When Mistake Makes a Contract Voida-
13. Ver UCC § 2-205 y capítulo 3 supra, notas 3 y 30. ble". Ver también Restatement Ost) § 454, "Definition of Impossibili-
ty"; UCC § 2-615; Restatement (2d) §§ 151-3, "Mistake"; Restatement
14. Ver Wesley Hohfeld, "Fundamental Jural Relations Contrasted with (2d) § 261, "Discharge by Supervening Impracticability"; Restatement
One Another", 23 Yate L.]. 28, 49 (1913). (2d) cap. II, "Impracticability of Performance and Frustration of Pur-
pose" (borrador tentativo Nº 9, 1974); John Dawson, "Effects of Infla-
15. Ver Restatement (2d) §§ 38(2), 59; 1 Corbin §§ 82-94. tion on Private Contracts: Germany, 1914:-1924", 33 Micb. L. Rev. 171
16. Adams v. Lindsell, 1 B. & Ald. 681, 106 Eng. Rep. 250 (K.B. 1818); 0934); John Dawson y Frank Cooper, "The Effect of Inflation on
Restatement (2d) § 63. Private Contracts: U.S.-The Inflation in the North, 1861-1879", 33
Micb. L. Rev. 706 0935); Edwin Patterson, "The Apportionment of
17. ASummary oftbe Law o/Contracts, 20-21 (2ª ed. Boston 1880). Business Risks through Legal Devices," 24 Colum. L. Rev. 335 0924);
Richard Posner y Andrew Rosenfield, "Impossibility and Related Doc-
18. Para esto, ver 1 Corbin § 78, pp. 336-338; Llewellyn, supra nota 1,
trines in Contract Law: An Economic Analysis", 6]. L. Stud. 83 0977).
p. 795. Langdell, supra nota 17, pensó que tales argumentos son
"irrelevantes". 3. 19 T.L.R. 434 (K.B. 1903).
19. Ver Restatement (2d) §§ 40, 63; Lon Fuller y Melvin Eisenberg, Basic 4. 2 K.B. 740 (C.A. 1903). La coronación estaba fijada para el 26 de
Contract Law, 349-351 (3ª ed. St. Paul 1972). junio de 1902. La enfermedad del rey fue anunciada el 24 de junio, y
20. Ver Tinn v. Hoffman, 29 L.T.R. (n.s.) 271 (Exch. 1873); 1 Corbin § 59, fue operado ese mismo día. La coronación se realizó el 9 de agosto.
pp. 247-248; Arthur Corbin, "Offer and Acceptance and Sorne of the 5. 3 Best and S. 826 (Q.B. 1863).
Resulting Legal Relations", 26 Yate L.]. 169, 182-183 0917).
6. Gilmore, supra nota 1, p. 81, y nota 216 que se refiere a Bell v. Lever
21. l. Maurice Wormser, "The True Conception of Unilateral Contracts", Brothers, Inc., L.R. 1932 A.C. 161 0931) (Atkin, ].).
26 Yate L.]. 136 0916), idea retractada en 3]. Legal Educ. 146 0950).
7. 64 Wis. 265, 25 N.W. 42 (1885).
22. Restatement (2d} § 45 protege a B mediante la creación de un contra-
to de opción, que obliga a A a mantener su oferta abierta hasta que B 8. 66 Mich. 568, 33 N.W. 919 (1887).
complete la prestación.
9. 2 Hurl. and C. 906 (Exch. 1864).
23. Ver nota al pie de p. 68 supra.
10. Ver George Gardner, "An Inquiry into the Principies of the Law of
24. El principal caso que protege la actuación del contratista general en Contracts", 46 Haro. L. Rev. l, 33 0932) ("Responsabilidad limitada
tal situación bajo el principio de Restatement (lst) § 90 es Drennan v.· por promesa aparente"); Oliver Wendell Holmes, "The Theory of
Star Paving Co., 51 Cal. 2d 409, 333 P.2d 757 0958). Restatement (2d) Legal Interpretation" 12 Haro. L. Rev. 417, 419 (1899); Clarke Whittier,
203

"The Restatement of Contracts and Mutual Assent", 17 Calif L. Rev. 441 18. Ver M.F. Kemper Construction Co. v. City of Los Angeles, 37 Cal.2d
(1929), cuya conclusión es esencialmente la misma que la propuesta 696, 235 P.2d 7 0951).
por mí en este capítulo; Williarn Young, "Equivocation in the Making
of Agreements", 64 Colum. L. Rev. 619 (1964); Dadourian Export 19. Ver Elsinore Union Elementary School District v. Kastorff, 54 Cal.2d
Corp. v. United States, 291 F.2d 178, 187 n.4 (2d Cir. 1961) (voto 380, 353 P.2d 713 0960).
disidente de Friendly, ).). 20. 20 Minn. 494 0874). Ver también Paradine v. Jane, 82 Eng. Rep. ·519
11. Blackbum, )., en Taylor v. Caldwell, supra nota 5; William Anson, (K.B. 1647); Gilmore, supra nota 1, pp. 44-46.
Law of Contract, 506-507 (25ª ed. Oxford, 1979); 3 Corbin § 565; 6 21. Ver Williston §§ 1963-1964.
Corbin § 1331 0946).
22. Ver Patrick Atiyah, Tbe Rise and Fall of Freedom of Contract, 436-438
12. La fuente y origen es Ludwig Wittgenstein, Philosopbical Investigations (Oxford, 1979); Whittier, supra nota 10.
§§ 138-326 (traducción de Anscombe, Oxford, 1953). La literatura
posterior es inmensa. Para un comentario reciente, ver Crispin Wright, 23. Gilmore, supra nota 1, p. 140. Ver también Morton Horwitz, Tbe
Wittgenstein on tbe Foundations of Matbematics, cap. 2 (Cambridge, Transformation ofAmerican Law, 181-185 (Cambridge, 1977).
1980). Ver también H.L.A. Hart, "Positivism and the Separation of Law
24. Ver Herbert Spericer, Principies of Etbics, parte N, justice cap. 3
and Morals", 71 Harv. L. Rev. 593 0958); Ronald Dworkin, "How to
(Londres, 1891). Hay ecos de esta visión en Friedrich Hayek, Tbe
Read the Civil Rights Act", Tbe New York Review of Books, 20 de
Constitution ofLiberty, cap. 3 (Chicago, 1960).
diciembre de 1979, p. 37.
25. Ver Julius Stone, Legal System andlawyer's Reasoning 185-192, 212-
13. Este concepto de interpretación es análogo a lo que Ronald Dworkin
218 (Stanford, 1964); Max Weber, On Law in Economy and Society
sostiene es el proceso de interpretación y de elaboración de leyes y 62, 277, 354 (Rheinstein ed., Cambridge, 1954).
precedentes por los jueces. Taking Rigbts Seriously cap. 4, 338-345
(ed. revisada, Cambridge, 1978). Esta concepción de la· interpretación 26. "No Right Answer?", 53 N.Y.U. L. Rev. 1, 16-23 0978).
fue bosquejada por Lon Fuller en Tbe Law in Quest ofJtself (Evanston,
1940) y en "Reason and Fíat in Case Law'', 59 Harv. L. Rev. 376 27. Dworkin presenta la versión mejor argumentada y filosóficamente
(1946). más sofisticada de una concepción del derecho que al menos fue
anticipada por Lon Fuller, supra nota 13, y por Henry Hart y Albert
14. 1 Williston § 94, p. 339: "Se sigue que la prueba de la verdadera Sacks, Tbe Legal Process, parte I, cap. 3 (Cambridge, 1958). Como esta
interpretación de una oferta o aceptación no es lo que la parte que la visión del derecho es necesaria para salvar a la teoría liberal de los
hizo pensó que dio a entender, sino lo que Una persona razonable en absurdos del positivismo, los críticos del liberalismo como Roberto
la posición de las partes habría pensado que significa"; ver también Unger, Knowledge and Politics 94-97 (Nueva York, 1975) y Kennedy,
Gilmore, supra nota 1, pp. 41-43; Oliver Wendell Holmes, Tbe Com- supra nota 1, pp. 1764-1766 son particularmente vehementes en su
mon Law 230 (Boston, 1881). ataque a ella. Ver también nota 22 al capítulo 6 infra.

15. Restatement (lst) §§ 70-71, § 503; Restatement (2d) § 153; Edwin Pat- 28. C. Angus · v. Scully, 176 Mass. 357, 57 N.E. 674 0900); Carroll v.
terson, "Equitable Relief for Unilateral Mistakes", 28 Colum. L. Rev. · Bowersock, 100 Kan. 270, 164 P. 143 0917).
859 0928).
29. Cf. Fibrosa Spolka Akcyjna v. Airbairn Lawson Combe Barbour, Ltd.,
16. Este caso está basado en Smith v. Zimbalist, 2 Cal App.2d 324, 38 [1943] A.C. 32.
P.2d 170 0934), audiencia denegada el 17 de enero de 1935, en que
30. Marks Realty Co. v. Hotel Hermitage Co., 170 App. Div. 484, 156
se declaró la nulidad, pero sólo proque al tribunal le pareció que el N.Y.S. 179 0915).
recibo del vendedor que daba los nombres de los fabricantes consti-
tuía una garantía (una garantía contractual) de autenticidad. Compare 31. Estoy agradecido a Duncan Kennedy por destacar la importancia de
con Restatement Ost) § 503, ill. 2. este concepto. Supra nota 1, pp. 1717-1718.
17. Ver Patterson, supra nota 15; Whittier, supra nota 10. 32. R.A. Brown, 1be Law of Personal Property (3ª ed. Chicago, 1975)
205

§ 3.2. El derecho estadounidense dispone que el dinero pertenece a Duress and Economic Liberty", 43 Colum. L. Rev. 603 0943); Hale,
cualquiera de los dos que pasaron la noche y que lo encontró y lo "Coercion and Distribution in a Supposedly Noncoercive State", 38
tomó en posesión con la intención de mantenerlo. Por supuesto, Poi. Sci. Q. 470 0923); Duncan Kennedy, "Form and · Substance in
quien lo encuentra puede compartirlo con su compañero si desea. Prívate Law Adjudication", 89 Harv. L. Rev. 1685, 1725-1726, 1735-
De acuerdo a la regla inglesa, el dinero probablemente iría al 1737, 1778 0976).
dueño del hotel, aunque podría ir al hombre o a la mujer si el
2. Ver, por ejemplo, Anthony Kronman, "Contract Law and Distributive
tribunal decide que el dueño ha renunciado a favor de ellos el
Justice", 89 Yale L.]. 472, 486 0980).
control del cajón involucrado.
3. Para una exposición de la tesis de Maine, ver Henry Maine, Ancient
33. Ver Grant Gilmore y Charles Black, Tbe Law of Admiralty (2ª ed.
Law 170 (London, 1861). Para un ataque a esta tesis, ver Ian Macrieil,
Mineola, N.Y., 1975) cap. V, "General Average". La regla de derecho
Contracts, F:xcbange Transactions and Relationsbips 346-502 (2ª ed.
marítimo es qu~ la pérdida debe ser sumada y distribuida entre los
Mineola, N.Y., 1978); Macneil, "The Many Futures of Contract", 47 S.
cargadores y el dueño de la nave.
Cal. L. Rev. 691, 693-696 y passim 0974); Macneil, "Whither Con-
34. Esta figura alegórica es central para el libro de Bruce Ackerman, tracts?", 21 J. Legal Educ. 403, 404-406 0969); Lon Fuller, Tbe Morality
Socialjustice in tbe Liberal State (New Haven, 1980). of Law 27-30, 42-43 (New Haven, 1963); Fuller y William Perdue,
"The Reliance Interest in Contract Damages (pt. 1)", 46 Yale L.]. 52,
35. Restatement (2d) § 272(2): "En cualquier caso regulado por las reglas 70-71 0936); Gilmore, supra nota 1, pp. 94-96; Friedrich Kessler y
establecidas en este capítulo [capítulo 11, "Impracticability of Perfor- Grant Gilmore, Contracts part 1, cap. 11 (2ª ed. Boston, 1970); Kessler
mance and Frustration of Purpose"J, si estas reglas en conjunto con Y Edith Fine, "Culpa in Contrabendo, Bargaining in Good Faith, and
las reglas establecidas más adelante en el capítulo 16 no eliminan la Freedom of Contract: A Comparative Study", 77 Harv. L. Rev. 401,
injusticia, el tribunal debe ... prov~er una disposición que sea razona- 404-405, 407-412, 448-449 0964); Roscoe Pound, "The Law as Deve-
ble a las circunstancias".· loped in Juristic Thought", 30 Harv. L. Rev. 201, 210 0917). Ver
36. Ver Charles Fried, Rigbt and Wrong, caps. 5, 6 (Cambridge, 1978) también Patrick Atiyah, Tbe Rise and Fall of Freedom of Contract 716-
para una explicación de la posición y una revisión de la literatura en 737 (Oxford, 1979); Emile Durkheim, Tbe Division of Labor in Society
este punto. cap. 7 (traducción de Simpson, Nueva York, 1933).

37. Ver id. caps. 2, 5, 7. 4. Ver Kennedy, supra nota 1, pp. 1713-1716, 1717-1722, 1728-1729,
1733-1737.
38. Esta idea de una empresa común como una base para el compartir
también puede estar detrás de la creciente disposición del derecho 5. Para discusiones sobre el formalismo, ver Kennedy, supra nota 1,
para permitir contribuciones entre varios causantes de un mismo pp. 1729-1730, 1737, 1770; Kennedy, "Legal Formality", 2 ]. Leg. Stud.
daño y, por extensión, detrás de la reducción de la indemnización en 351, 359-360 0973); Atiyah, supra nota 3, pp. 338-448; Herbert Hart,
una acción de responsabilidad extracontractual cuando tanto el de- "Positivism and the Separation of Law and Morals", 71 Harv. L. Rev.
mandante como el demandado son hallados culpables. 593, 608-613 0958); Morton Horwitz, Tbe Transformation of Ameri-
can Law 201, 253-266 (Cambridge, 1977); Horwitz, "The Rise of Legal
Formalism", 19 Am ]. Leg. Hist. 251 0975); A.W.B. Simpson, "The
Horwitz Thesis and the History of Contracts", 46. U. Cbi. L. Rev. 533,
6. BUENA FE 534 0979) (formalismo descrito como "esa muy mal definida dolen-
cia jurídica").
l. Ver John Dawson, "Economic Duress: An Essay in Perspective", 45 6. Ver A.C. Pigou, Tbe Economics of Welfare 82-97 (4ª ed. Londres,
Micb. L. Rev. 253 (1947); Lawrence M. Friedman, Contract Law in 1962); John Rawls, A Tbeory ofjustice, cap. 5 (Cambridge, .1971).
America 98-105, 190-194 (Madison, 1965); Grant Gilmore, Tbe Deatb
of Contract, 94-96 (Columbus, 1974); Robert Lee Hale, Freedom tbrougb 7. Ver UCC § 1-201 09) ("'Buena fe' significa honestidad de hecho en la
Law: Public Control of Prívate Governing Power, parte l. cap. 1, 3:...12 conducta o transacción respectiva"); UCC § 2-103(b) ('"Buena fe' en el
y parte 11, cap. 7, 109-136 (Nueva York, 1952); Hale, "Bargaining, caso de un comerciante significa honestidad de hecho y la observancia
206 -----------NOTAS------------ 207

de criterios comerciales razonables de trato justo en el comercio"); E. Orgon, 2 Wheat. (4 U.S) 178 (1817) (Marshall, c.].). Para una discu-
Allan Farnsworth, "Good ·Faith Performance and Commercial sión de estos casos ver Kronman supra nota 9, pp. 20-21, y Morton
Reasonableness under the Uniform Commercial Code", 30 U. Cbi. L. Shulman, The Billion Dollar Windfall (Nueva York, 1969).
Rev. 666 (1963); Russel ·A. Eisenberg, "Good Faith ·under the Cede", 18. Ver Kronman, supra nota 2, pp. 478-480, 486.
54 Marquette L. Rev. 1 (1971); Robert S. Summers, "Good Faith in
General Contract Law and the Sales Provisions of the Uniform 19. Ver Restatement (lst) § 472(c) y comentario c; Restatement (2d) § 303
Commercial Code", 54 Va. L. Rev. 195 (1968); Kessler y Fine, supra (borrador tentativo Nº 12, marzo de 1977); 12 Williston § 1499, pp. 390-
nota 3. Ver tambiénJ.F. Burrows, "Contractual Cooperation and Implied 393; Restatement (2d) Torts § 551; Prosser, supra nota 10, § 106,
Terms", 31 Mod. L. Rev. 390 (1968) para una interesante discusión de p.697. .
una noción algo más amplia de buena fe, un deber implícito de
20. Ver Kennedy, .supra nota 1, pp. 1750-1751, 1760-1762, 1772-1774.
cooperación.
21. Ver Ronald Dworkin, Taking Rigbts Seriously 297-311 (Cambridge,
8. Atiyah, supra nota 3, pp. 345-358. 1978).
9. 56 Wash.2d 449, 353 P.2d 672 (1960). Ver la discusión de este caso 22. Que el contrato como promesa, esto es, la teoría liberal de contrato y
en Anthony Kronman, "Mistake, Disclosure, Information and the Law la teoría liberal del derecho en general, están impedidas de elaborar
of Contracts", 7 ]. Legal Stud. l, 24-25 0978). la obligación de este modo, que sólo están relegadas a algún tipo de
10. Ver Restatement (lst) §§ 470, 476; (2d) §§ 159, 162-164; William Pros- elaboración formalista, mecánica, es un embuste que ha puesto de
ser, Law ofTorts §§ 105, 106 (4ª ed. St. Paul, 1971). moda entre los juristas, Roberto Unger, Knowledge and Politics, cap. 2
(Nueva York, 1975). A su vez, se dice que este compromiso con el
11. Fried, Right and Wrong, cap. 3 (Cambridge, 1978). formalismo depende de un compromiso con algo llamado subjetivis-
12. Ver Kronman, supra nota 2, pp. 481-483, 490. mo de los valores. Ni este concepto de subjetivismo de los valores ru
el objetiyismo con el que se contrasta tienen un sentido claro, pero
13. Cf. el uso de un ejemplo similar en Kronman, supra nota 9, pp. 18- cualquiera sea el sentido vago que tenga, es derechamente inaplica-
27. ble a liberales clásicos como Locke o Kant o a liberales modernos
como Rawls, Nozick o Dworkin, todos quienes argumentan a favor
14. Ver Fried, supra nota 11, caps. 2, 3 y 7.
de teorías en los que los derechos figuran como entes objetivos.
15. Prosser, supra nota 10, pp. 695-699: "El derecho parece evolucionar Unger construye su argumento sobre el liberalismo sólo mediante el
hacia la conclusión última de que se deben revelar completamente sorprendente procedimiento de negar que su verdad dependa de lo
todos los hechos materiales siempre que la conducta elementalmente que hayan realmente escrito ciertos liberales. Knowledge and Politics,
justa lo demande". Ver 12 Williston § 1498, p. 386, para un argumento 7-12. Para una discusión más completa de este método, ver Charles
a favor de que se debe dar una compensación al agricultor. Ver Fried, "The Laws of Change", 9 I Legal Stud. 335, 350-351 (1980); y
también Leo Bearman, "Caveat Emptor in Sales of Realty: Recent Anthony Kronman, recensión del libro de Unger, Knowledge and
Assault upon the Rule", 14 Vand. L. Rev. 541 (1961); W. Page Keeton, Politics, 61 Minn. L. Rev. 167, 191-194 (1976). En realidad la explica-
"Rights of Disappointed Purchasers'', 32 Tex. L. Rev. 1 0953). Pero ción de Unger es una reconstrucción imaginativa y poderosa en
vea la nota 17 infra y el texto que la acompaña. especial del pensamiento de Hobbes, pero con dificultad hace justicia
al liberalismo en general. Recientemente varios autores jurídicos han
16. Cf. capítulo 5 supra, notas 18, 19 y texto que las acompaña.
atacado al liberalismo atribuyéndole doctrinas como el formalismo y
17. Ver Leitch Gold Mines, Ltd. v. Texas Gulf Sulphur, 1 Ont. Rep. 469, el subjetivismo de los valores, a veces dando autoridad a la explica-
492-493 (1969): TGS sólo estaba haciendo "lo que cualquier compa- ción de Unger. Ejemplos de ello son Gerald E. Frug, "The City as a
ñía minera habría hecho para adquirir una propiedad en la que sabía Legal Concept", 93 Raro. L. Rev. 1057, 1074 (1980); Kennedy, supra
había una anomalía muy prometedora" cuando compró la propiedad nota 1, pp. 1732, 1766-1771; Kennedy, supra nota 5, pp. 353 n.7, 361-
"sin hacer que los eventuales vendedores sospecharan que se había 365; Karl Klare, "Judicial Deradicalization of the Wagner Act and the
hecho un descubrimiento". TGS consiguió, por US$18.000, pertenen- Origins of Modem Legal Consciousness, 1937-41'', 62 Minn. L. Rev.
cias mineras avaluadas en US$100.000.000. Ver también Laidlaw v. 265, 276-277 (1978); Klare, "Review, Contracts Jurisprudence and the
------------NOTAS----------- 209

First Year Casebook", 54 N.Y.U. L.Rev. 876, 881, 889 n.69 0980). Para 32. Ludwig Wittgenstein, Philosophícal · Investígatíons (traducción de
un solo ejemplo reciente de un teórico político contemporáneo emi- Anscombe~ 3ª ed., Oxford, 1958), p.33e, citado en Lon Fuller y Melvin
nentemente liberal que rechaza y argumenta tanto en contra de Eisenberg, Basíc Contrat Law 808-809 (3ª ed. St. Paul, 1972). Ver
Hobbes como de los postulados hobbesianos (pero no liberales) de también Herbert Hart, "Positivism and the Separation of Law and
la subjetividad de los valores y de la vanidad de términos morales Morals", 71 Haro. L. Rev. 593, 608-612 0958).
generales tales como justicia y crueldad, ver Michael Walzer, just and
Unjust War.s, cap. 1 (Nueva York, 1977).
23. La más impresionante exposición de esta concepc1on del proceso 7. FUERZA Y UNCONSCJONABILITY
jurídico es de Ronald Dworkin, supra nota 21, cap. 4, "Hard Cases".
Como se sugirió más arriba, esto implica una vuelta atrás, particular- l. UCC § 2-302, Unconscíonable Contract or Clause, comentario 1: "El
mente al trabajo más intuitivo de Lon Fuller. principio es uno de prevención de la operación y la sorpresa injusta,
y no de perturbación de la asignación de los riesgos en razón de un
24. Ver J.F. Burrows, supra nota 7, esp. 397-405 para una discusión de la . poder de negociación (bargaínínfi) superior". Ver Arthur Leff, "Un-
extensión hasta la que una parte tiene un "deber de cooperar" en la conscionability and the Code: The Emperor's New Clause", 115 U. Pa.
obligación contractual. Ver en general a Kessler y Gilmore, supra nota L. Rev. 485 0967), que introduce la importante distinción entre un-
3, pp. 944-976; "Good Faith Performance"; Kessler y Fine, supra nota 3. conscíonabilíty procesal y sustantiva, sugiriendo que toda la noción
25. Ver Kennedy, supra nota 1, p. 1721. · es incoherente. Contra, P. Ellinghaus, "In Defense of Unconscionabili-
ty'', 78 Yale L.]. 757 0969). Ver también Norman Jaffee, "Definition
26. Manuscrito inédito, parte de un trabajo en desarrollo sobre doctrina and Interpretation of Unconscionable Contracts under the Code", 58
jurídica. Díck L. Rev. 161 0954); John Murray, "Unconscionability: Unconscio-
nability'', 31 U. Pítt L. Rev. 1 0969).
27. 204 N.Y. 96, 97 N.E. 472 0912).
2. Ver Restatement Ost) § 20, comentario a (intención de asentir al
28. 272 Pa. 172, 116 A. 150 0922). acuerdo, y presencia de una voluntad consciente de hacer los actos
29. 341 Mass 684, 171N.E.2d865 0961). que manifiestan el consentimiento); 1 Corbin § 11, p. 25.

30. Ver Arthur Corbin, "The Effect of Options on Consideration'', 34 Yale 3. Ver Anthony Kronman, "Contraer Law and Distributive Justice", 89
L.]. 571, 579-583 0925); Kessler y Gilmore, supra nota 3, pp. 337- Ya/e L.]. 472, 477-478 (1980). Ver también John Dalzell, "Duress by
361, "Requirements Contracts and Mutuality"; Karl Llewellyn, Cases Economic Pressure", 20 N. Car. L. Rev. 237, 239-240 0942); John
and Materials on the Law ofSales 452 (Chicago, 1930); Edwin Patterson, Dawson, "Economic Duress: An Essay in Perspective", 45 Mich. L.
"Ilusory Promises and Proinisor Options'', 6 Iowa L. Bull 129, 209 Rev. 253, 267 0947); Robert Lee Hale, "Bargaining, Duress and Eco-
0921). . nomic Liberty'', 43 Colum. L. Rev. 603, 616-617 0943).

31. UCC § 2-306, comentario 2: "El cierre de una persona que vende a 4. Compare David Hume, An Enquíry Concerning tbe Human Under.s-
pedido por falta de órdenes puede ser aceptable, a diferencia del tanding 80-103 (Oxford, 1902); W. D. Ross, Foundatíons of Ethics,
cierre que se realiza para evitar pérdidas, que no es aceptable. La "Indeterminacy and Indeterminism", 222-251 (Oxford, 1939).
prueba esencial es si la persona está actuando de buena fe ... " Ver 5. Ver los materiales citados en la nota 3 supra y en la nota l del
también 3 Corbin § 569 y 1 Williston § 104A; City of Lakeland, Fla. v. capítulo 6 supra. Ver también Karl Marx, Capital 81-96 (traducción de
Union Oil Co. of Cal., 352 F. Supp. 758 (D. Fla. 1973) (el incremento Moore y Aveling, Nueva York, 1906); Roscoe Pound, "Liberty of
en el volumen de la energía vendida por una ciudad a las comunida- Contract", 18 Ya/e L.]. 454, 482-483 0909);. Max Weber, 2 Economy
des vecinas fue demasiado grande para que se mantuviera dentro de andSocíety729-731 (Roth, Wittich eds. Nueva York, 1968).
los límites de la buena fe en un contrato con una compañía de
petróleo para suministrar todo el petróleo usado por la ciudad para 6. Ver Restatement Ost) § 492; Restatement (2d) §§ 174-176; Restatement
los generadores eléctricos); Note, "Requirements Contracts under Uni- of Restítution § 70. Ver también 13 Williston §§ 1603, 1605; Tallmadge
form Commercial Code", 102 U. Pa. L. Rev. 654 0954). v. Robinson, 158 Ohio St. 333, 109 N.E.2d 496 0952) (amenaza a
211

media hermana con alegar relaciones ilícitas con su padre para crear 15. Ver Bruce A. Ackerman, ed., Economic Foundations of Property ww
odiosidad en la familia); Stevenson v~ · Sherman 231 S.W.2d 506 (Tex. (Boston, 1975); para una útil colección de artículos y referencias
Civ. App. 1950) (amenaza con sacar a un candidato de la cédula si no sobre estos tópicos relacionados; Ackerman, Private Property and tbe
paga sobre el 25 por ciento de los fondos de su campaña). Ver en Constitution (New Haven, 1977); Lawrence Carlyle Becker, Property
general Arthur Leff, "Injury, Ignorance, And Spite: The ·Dynamics of Rigbts: Pbilosopbic Foundations (Londres, 1977); Ronald H. Coase,
Coercive Collection", 80 Ya/e L.]. 1 (1970). "The Problem of Social Cost", 3 ]. L. and Econ. 1 (1960); Harold
Demsetz, "Toward a Theory of Property Rights", 57 Am. Econ. Rev.
7. Ver 13 Williston §§ 1601-1602 para una discusión de la expansión 347 (1967) (vol. 2, Papers and Proceedings); Frank l. Michelman,
gradual del concepto jurídico de fuerza; Dawson, supra nota 3, p. 255; "Property, Utility, and Fairness: Comments on the Ethical Foundations
Restatement (2d) Torts § 892B (3), y comentario j; American Law of '..Just Compensation' Law", 80 Haro. L. Rev. 1165 (1968).
Institute, Model Penal Code § i.09 (borrador oficial propuesto, mayo
1962) (esta sección adopta el criterio de una "persona de fortaleza 16. Ver Anthony Kronman, "Contract Law and Distributive Justice", 89
razonable"). Ver también Rollin M. Perkins, Criminal ww 951-955 (2ª Yale L.]. 472; 495-7; Emile Durkheim, Tbe Division of Labor in Society
ed. Mineola, N.Y., 1969); lan H. Dermis, "Duress, Murder and Crimi- cap. 7 (traducción de Simpson, Nueva York, 1933). Cf. Duncan
nal Responsibility", 96 L. Q. Rev. 208 (1980). Kennedy, "Form and Substance in Private Law Adjudication", 89 Haro.
L. Rev. 1685, 1731-1732 (1976).
8. Robert Nozick, "Coercion", Pbilosopby, Science and Metbod: Essays in
Honor ofBrnest Nagel 440-472 (Morgenbesser, Suppes, White eds., 17. Compare Herman Melville, Moby Dick, cap. 89, "Fast-fish and Loose-
fish". ·
Nueva York, 1969).
· 9. Basado en Borough v. Pickles, 3 Ch. 54 (1894), 1 Ch. 145 (1895), affd 18. Ver Ronald Dworkin, Taking Rigbts Seriously, caps. 4, 7, app. 297-311
(Cambridge, 1978); Fried, supra nota 12, cap. 4.
[1895] A. C. 587. Ver 5 Richard Powell y Patrick Rohan, Tbe Law of
Real Property §§ 711 y 725 (1980 ed.) (el tratamiento jurídico de este 19. Adam Smith, 1 An lnquiry into tbe Nature and Causes of tbe Wealtb
caso inglés depende de si el agua en cuestión es clasificada como un of Nations, 25-30, "Of the Principie which gives occasion to the
arroyo o como aguas filtradas (percoladas); las últimas pero no las Division of Labor'' (Glasgow ed. Oxford, 1976) (cómo el intercambio,
primeras pueden ser apropiadas del todo). sin planificación alguna, produce el mayor aumento en poder pro-
ductivo descrito previamente). Friedrich Hayek, Tbe Constitution of
10. Ver Dalzell, supra nota 3, p. 240, para una exposición similar; ·Resta-
Liberty, caps. 2 y 3 (Chicago, 1960).
tement (2d) § 176 se concentra en la maldad de los actos propuestos.
Ver también Dale v. Simon 267 S.W. 467, 470 (Tex. Com. App. 1924): 20. Ver Immanuel Kant, Tbe Metapbysical Elements ofjustice 35-37, 51-67
"No puede haber fuerza salvo que haya una amenaza de hacer algún (traducción de Ladd, Indianapolis, 1965). En consecuencia estoy de
acto que la parte amenazante no tiene un derecho jurídico a. hacer" acuerdo con Duncan Kennedy y Frank Michelman, "Are Property and
(Williston señala que este importante caso es citado frecuentemente, Contract Efficient?", Hofstra L. Rev. (en prensa) de que la respuesta a
y constituye el principio básico de la fuerza. 13 Williston § 1603, n.9). esta pregunta es: no necesariamente. La propiedad y el contrato
Ver también Dawson, supra nota 3, pp. 287-288, para una discusión pueden ser o no ser eficientes; son correctos.
crítica de esta formulación de la fuerza.
21. Ver Dworkin, supra nota 18, pp. 297-311. Cf. Hayek, supra nota 19,
11. Ver Richard Posner, Economic Analysis of ww, 27-31 (2ª ed. Boston, cap. 14.
1977).
22. Ver Michelman, supra nota 15, pp. 1229-1234, para una exposición
12. Charles Fried, Rigbt and Wrong, caps. 2 y 4 (Cambridge, 1978). de la importancia de las definiciones jurídicas de los intereses de la
propiedad, y de los cambios en dichas definiciones.
13. Powell y Rohan, supra nota 9, § 726; VI-A American Law of Property,
§§ 28.66, 28.68 (Boston, 1954). 23. Michael Graetz considera este argumento en relación con los cambios
en el derecho tributario y revisa la literatura en "Legal Transitions:
14. Morton Horwitz, Tbe Transformation of American Law, 34-42 (Cam- The Case of Retroactivity in Income Tax Revision", 126 U. Pa. L.
bridge, 1977). Rev. 47, 74-76 y n.80 0977).
------------NOTAS----------~ 213
1

24. Este caso está basado en jones v. Star Credit Corp., 59 Misc.2d 189,
298 N.Y.S.2d 264 (Sup. Ct., 1969). Ver también Williams v. Walker-
1· Award: How Computed, How Distributed). Ver también 13 Williston
1 § 1608 (Is Persuasion or Pressure of Circumstances Duress?).
Thomas Furniture Co., 121 U.S. App. D.C. 315, 350 F.2d 445 (D.C. Cir.
1965). 33. 226 S.W.2d 673 (Tex. Civ. App. 1949).

25. Ver N.Y. Workmen's Compensation Law § 10 (McKinney) (responsa- 34. Fried, supra nota 12, cap. 5; cf. Hayek, supra nota 19, p. 257.
bilidad del empleador por incapacidad del trabajador sin importar la 35. Kant, Groundwork of tbe Metapbysics of Morals 90-91 (traducción de
culpabilidad, salvo en casos de intoxicación o heridas voluntarias); Paton, Harper Torchbooks ed. Nueva York, 1964).
N.Y. Workmen's Compensation Law § 11 (McKinney) Oa responsabili-
dad del empleador previamente descrita es exclusiva y en vez del 36. Fried, supra nota 12, cap. 7.
derecho de acción del common law).
37. Ver Eric Mack, "Bad Samaritanism and the Causation of Harm", 9
26. Este caso está basado en Henningsen v. Bloomfield Motors, lnc., 32 Phi!. and Pub. Affai'rs 230 0980) (una buena revisión de la literatura,
N.J. 3581 161 A.2d 69 (1960). y una crítica del argumento de que la omisión del mal samaritano es
la causa del daño); Francis Bolen, "The Moral Duty to Aid Others as
27. Este caso y otros similares son discutidos en Leff, supra nota 1, the Basis of Tort Liability'', 47 Ú. Pa. L. Rev. 217 0908) (rechazando la
passim. citada tesis de la causalidad, pero argumentando a favor de un deber
de rescate); A.M. Honoré, "Law, Morals, and Rescue", en Tbe Good
28. Ver Richard A. Epstein, "Unconscionability: A Critica! Reappraisal'', 18 Samaritan and the Law (Ratcliffe ed. Nueva York, 1966) (argumen-
]. L. and Econ. 293, 305-315 0975) para una interesante discusión del tando a favor de un deber de rescate); William Landes y Richard
marco económico y social que justifica términos contractuales hoy Posner, "Salvors, Finders, Good Samaritans, and Other Rescuers: An
ampliamente considerados como sustancialmente unconscionable. Ver Economic Study of Law and Altruism", 7 ]. Legal Stud. 83 0978).
en general Lon Fuller y Melvin Eisenberg, Basic Contract Law, 592-
609 (3 ed. St. Paul, 1972).

29. Ver Ronald Dworkin; "Liberalism", en Public and Prívate Morality (S. 8. LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO
Hampshire ed., Cambridge, Inglaterra, 1978); Fried, supra nota 12,
cap. 5; Hayek, supra nota 19, p. 257; Richard A. Musgrave y Peggy B. 1. Existe una extendida visión de que es .irracional permitir que conse-
Musgrave, Public Finance in Tbeory and Practice 12 (2ª ed. Nueva cuencias importantes dependan de pequeñas variaciones en las cir-
York, 1976); john Rawls, A Tbeory of justice, cap. 5 (Cambridge, cunstancias que las controlan. Para expresar esta intuición de un
1971); Thornas Scanlon, "Liberty, Contract and Contribution", en Mar- modo más formal, es irracional que el valor de una función varíe en
kets and Morals (Dworkin, Bermant, Brown eds. Washington, 1977). forma discontinua mientras que sus argumentos varían en forma
continua. Esta intuición es regularmente invocada contra principios
30. Ver Philip Areeda y Donald Tumer, 2 Antitrust Law §§ 402b2, 402b3,
morales deontológicos, los que, por ejemplo, prohíben obtener un
403c (Boston, 1978). Cf. Charles Goetz y Robert Scott, "Liquidated
resultado bueno por algunos medios descritos pero no por otros -por
Damages, Penalties and the just Compensation Principie: Sorne Notes
ejemplo, salvar muchas vidas matando a algunos pocos inocentes- o
on an Enforcement Model and a Theory of Efficient Breach", 77
los que (como el segundo principio de justicia de Rawls) permiten
Colum. L. Rev. 554, 558 0977).
desigualdades sólo en cuanto ellas mejoren la situación de los menos .
31. Ver por ejemplo 11 US.C. § 522 (1978); Mass. Gen. Laws, Ann. cap. 235, aventajados, usando como criterio aquello que beneficia a un indivi-
§ 34 .para una enumeración de las excepciones. Ver Lawrence King, duo representativo de esa clase, de manera que ninguna ganancia del
ed., 3 Collier on Bankrnptcy § 552-§ 522.31 (esp. § 522.01, historia más afortunado justifica empeorar la situación del menos afortunado.
legislativa, y § 522.02, excepciones _en general). Bajo esta intuición debe estar el supuesto implícito de que la última
medida de valor se puede expresar como una cantidad continua
32 .. 19 How. (60 U.S.) 150 (1856). Ver Grant Gilmore y Charles Black, Tbe singular, del cual el principio del placer de Bentham es el ejemplo
Law of Admiralty, cap. 8 (2ª ed. Mineola, N.Y., 1975) (esp. § 8-1, The más familiar; pero la intuición está mucho más extendida que su
Nature of Salvage: What Property May Be Salved, y § 8-8, The Salvage explícita adhesión a cualquiera teleología moral última semejante. Ver
214 -----------NOTAS------------ 215

Lon Fuller y William Perdue, "The Reliance Interest in Contract Dama- tes con la visión de Holmes. Ver, por ejemplo, M. T: VanHecke,
ges: 2", 46 Yale L.]. 373, 419-420 0937) para un ejemplo de la "Changing Emphases in Specific Performance", 40 N. Car. L. Rev. 1
intuición. La intuición está implícita en mucha teoría de la decisión; 0961); Alan Schwartz, "The Case for Specific Performance", 89 Yale
ver Howard Raiffa, Decision Analysis, cap. 4 (Reading, Ma., 1968); y L. f. 271 0979) (argumentando que el cumplimiento en especie
ver la discusión y referencias en Amartya Sen, Collective Choice and debiera estar· tan rutinariamente disponible como la acción de perjui-
Social Welfare, cap. 3 (San Francisco, 1970). La más poderosa afirma- cios). Pero cf. Charles Goetz y Robert Scott, "Liquidated Damages,
ción en contra de la visión intuitiva de la racionalidad como un Penalties and the Just Compensation Principie: Sorne Notes on an
continuo está en John Rawls, A Tbeory of fustice, §§ 83, 84 (Cam- Enforcement Model and a Theory of Efficient Breach", 77 Colum. L.
bridge, 1971). Ver también Robert Nozick, "Moral Complications and Rev. 554, 558-559 0977). Cf. Snepp v. United States, 444 W.S. 507
Moral Structures", 12 Natural L. F. 3 0968). 0980) (per curiam), donde un eX: agente de la C.I.A. violó su conve-
nio de trabajo de proveer a la agencia de una copia de cualquier
2. Ver Bush v. Canfield, 2 Conn. 485 0818). El demandante recuperó el escrito sobre las actividades de la agencia antes de su publicación.
total de los US$5.000 pagados por adelantado, aunque si el contrato Considerando que entre las partes existía una relación fiduciaria, el
hubiera sido completamente cumplido, habría sufrido una pérdida de tribunal impuso un trust constructivo sobre las utilidades de un libro
US$3.000 en el trato. · publicado en violación del convenio.
Para una explicación de los principios generales de la recuperación
restitutoria, ver en general George Palmer, Tbe Law of Restitution 8. 115 u.s. 188 0885).
(Boston, 1978); Robert Goff y Gareth Jones, Tbe Law of Restitution 9. 115 u.s. 213 0885).
(2d ed. Londres, 1978); Robert Childress y Jack Garamella, "The Law
of Restitution and the Reliance Interest in Contract", 64 Nw. U. L. Rev. 10. Ver Jacob & Young v. Kent, 230 N.Y. 239, 129 N.E. 889 0921);
433 0969); John Dawson, "Restitution or Damages?", 20 Obio St. L.f. Haymore v. Levinson, 8 Utah 2d 66, 328 P.2d 307 0958).
145 0959); E. Allan Farnsworth, "Legal Remedies for Breach of
11. Ver Inman v. Clyde Hall Drilling Co., 369 P.2d 498 (Alaska 1962).
Contract", 70 Colum. L. Rev. 1145, 1148, 1175-1177 0970); George
Gardner, "An Inquiry into the Principies of the Law of Contracts", 46 12~ Ver Unnerzagt v. Prestera, 339 Pa. 141, 13 A.2d 46 0940). Pero ver
Haro. L. Rev. l, 15-18 0932); Robert Nordstrom, "Restitution on Deafault Southem Surety Co. v. MacMillan Co., 58 F.2d 541 OOth Cir. 1932).
and Article Two of the Uniform Commercial Code", 19 Vand. L. Rev.
1143 0966). 13. Ver, por ejemplo, Cities Service Oil Co. v. National Shawmut Bank of
Boston, 342 Mass. 108, 172 N.E.2d 104 0961) (el ejercicio de la
3. Ver, por ejemplo, Boomer v. Muir, 24 P.2d 570 (Cal. App. 1933), opción fue considerado inválido al ser despachado por correo el
bearing dismissed; 5 Corbin § 1112 0964); John Calamari y Joseph último día pero recibido después de la expiración); The Austin Friars,
Perillo, Tbe Law of Contracts 547-575 (2ª ed. St. Paul, 1977). Cf. 71 L.T.R. (n.s.) 27 (Adm. 1894).
Jerome Walsh, "Restitution-Availability asan Altemative Remedy Where
Plaintiff Has Fully Performed a Contract to Provide Goods or Servi- 14. 193 N.Y. 349, 86 N.E. 1 0908).
ces'', 57 Micb. L. Rev. 268 0958). 15. Cf. Hand, J., en Mitshubishi Goshi Kaisha v. J. Aron and Co., 16 F.2d
185, 186 (2d Cir. 1926): "No hay lugar en los contratos comerciales
4. Ver en general Goff y Jones, supra nota 2, especialmente el cap. 23.
para la doctrina del cumplimiento en especie".
5. Ver Childress y Garamella, supra nota 2, p. 441; Joseph Perillo, "Resti-
16. Ver la discusión en el capítulo 6 supra, pp.125-129.
tution in a Contractual Context", 73 Colum. L. Rev. 1208, 1224-1225
0973). 17. Para una completa revisión de derecho de penalidades y forfeitures,
ver Goetz y Scott, supra nota 7.
6. Ver las discusiones sobre contratos de opción en el capítulo 3 supra,
p. 54 y capítulo 4 supra, pp. 71-72. 18. Este ejemplo está basado en Jacobs and Young v. Kent, supra
nota 10. · ·
7. Oliver Wendell Holmes, Tbe Common Law 236 0881, M. Howe ed.
1963). La creciente disponibilidad del cumplimien~o en especie y la 19. Ver, por ejemplo, UCC § 2-607(2), que dispone que, por sí misma, la
doctrina del incumplimiento anticipatorio son difícilmente consisten- aceptación· de una oferta disconforme no impide el ejercicio de otros
216 -----------NOTAS------------ ------------NOTAS----------- 217

remedios por la falta de conformidad, aunque bajo UCC § 2-607(3) el existen mercados de futuros y de existencias en total funcionamiento.
comprador debe notificar al vendedor del incumplimiento dentro de En tal caso ha sido generalmente fallado que la parte agraviada no
un plazo razonable para preservar de derecho a la indemnización de está obligada a mitigar los perjuicios haciendo un segundo contrato
perjuicios. Ver también "Waiver Distributed", en Lon Fuller y Melvin de entrega futura, y ciertamente no necesita comprar al contado en el
Eisenberg, Basic Contract Law, 240 (3ª ed. St. Paul, 1972). mercado de existencias. Ver Reliance Cooperage Corp. v. Treat, 195
F.2d 977 (8th Cir. 1952). Contra, Oloffson v. Coomer, 11 Ill. App. 3d
20. Ver Oliver v. Campbell, 43 Cal.2d 298, 273 P.2d 15 0954). Ver 918, 296 N.E.2d 871 0973). Ver también 5 Corbin § 1053; Note, supra
también Dawson, supra nota 2; Famsworth, supra nota 2; Walsh, nota 26, pp. 103-105. Anthony Kronman y Richard Posner, Tbe Eco-
supra nota 3; George Palmer, "The Contract Price as a Limit on nomics of Contract La.w, 160-161 (Boston, 1979).
Restitution for Defendant's Breach", ·20 Ohio St. L. f. 264, 266 0959).
29. Ver Immanuel Kant, Groundwork of the Metaphysics of Morals, 41
21. Ver, por ejemplo, Nevins v. Ward, 320 Mass. 70, 67 N.E. 2d 673 (Paton ed. trad., Harper Torchbooks ed. Nueva York, 1964); Mary
0946). Gregor, La.ws of Freedom, XII-XIII (Oxford, 1963).
22. Ver Britton v. Tumer, 6 N.H. 281, 26 Am.Dec. 713 (1834) (trabajador
infractor tiene derecho al valor razonable de los servicios prestados).
Ver también Freedman v. The Rector, 37 Cal.2d 16, 230 P.2d 629
(1951); Palmer, supra nota 20; Restatement (lst) § 357; Restatement
(2d) § 374.
23. Ver, por ejemplo, Plotnick v. Pennsylvania Smelting and Refining Co.,
194 F.2d 859 (3d Cir. 1952).
24. Ver, por ejemplo, Koppelon v. Ritter Flooring Corporation, 97 N.J.L.
200, 116 A. 491 (1922). Ver también Caporale v. Rubine, 92 N.J.L. 463,
105 A. 226 (1918); Hathaway v. Sabin, 63 Vt. 527, 22 A. 633 (1891).
En casos en que una parte tiene fundamentos razonables para estar
insegura respecto del cumplimiento de la otra parte, UCC § 2-609 da
a la parte insegura el derecho a suspender su propio cumplimiento y
exigir seguridades adecuadas de que otra parte cumplirá puntualmen-
te. Si tales seguridades no aparecen dentro de un tiempo razonable,
la parte agraviada· puede tratar el contrato como incumplido por
repudiación. Ver, por ejemplo, Com Products Refining Co. v. Fasola,
94 N.J.L. 181, 109 A. 505 (1920).
25. Este caso está basado en Hochster v. De la Tour, 118 Eng. Rep. 922
(Q.B. 1853).

26. Ver Note, "A Suggested Revisión of the Contract Doctrine of Anticipa-
tory Repudiation", 64 Yale L.]. 85 (1954). Ver también Calamari y
Perillo, supra nota 3, cap. 12, especialmente la lista de importantes
artículos citados en la p. 456 n.6.
27. Ver Restatement (2d) §§ 250, 255.
28. Las doctrinas de la mitigación y el incumplimiento anticipatorio se
intersectan curiosamente cuando se trata de la repudiación anticipato-:
ria de un contrato de entregar en el futuro bienes para los que
INDICE
-r

r..

NOTA DEL EDITOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

PREFACIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1/ INTRODUCCION: LA VIDA DEL CONTRATO . . . . . . . . . . . . 11

2/ EL CONTRATO COMO PROMESA ................... 19


La obligación moral de la promesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
El valor de la promesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Reparaciones dentro y alrededor de la promesa . . . . . . . . . . . 37

3/ CONSIDERATION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

4/ CONTESTANDO UNA PROMESA. OFERTA Y ACEPTACION. 63


Promesas y votos . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
La aceptación y el derecho de los terceros beneficiarios . . . . . 67
El simple circuito de la oferta y la aceptación . . . . . . . . . . . . 70
Rechazos, contraofertas, contratos a distancia, ofertas cruzadas 74
Actuación por confianza en una oferta .......... ·. . . . . . . 82

5/ LAGUNAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Error, frustración e imposibilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 88
Dejando las pérdidas en el lugar que se producen . . . . . .... 96
Paralelo con la teoría general del derecho: una excursión ... 100
Llenando las lagunas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 103
220 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ I N D I C E - - - - - - - - - - -
·. ·. ··.·r~-· .-·.···

6/ BUENA FE
'~ ··.·•· .- ~ e '

111
116
125

7/ FUERZA Y UNCONSCIONABILITY . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135


Fuerza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Coerción y derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Propiedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
La dureza en las ba'Ygains . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Unconscionability, fuerza económica y justicia social . . . . . . . 150
Malos samaritanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

8/ LA IMPORTANCIA DE ESTAR EN LO CORRECTO ........ 161


Usted siempre puede conseguir la devolución de su dinero . . 163
Condiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
Renuncias, repudios, foifeitures . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176

NOTAS ........................ ' .............. · ... . 189

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