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LA PAZ DE DIOS DENTRO DE NOSOTROS

Lectura Bíblica: Juan 14: 25 – 31

Introducción

Es una paradoja, hablar de paz en nosotros, en estos momentos de


tanta inseguridad e incertidumbre, pero creo que los tiempos que
vivimos hoy, comparados con la época en que Cristo vivió en la tierra
y la situación que vivía el pueblo de Israel, no tiene mucha diferencia;
Vivian bajo un régimen extranjero (los romanos), no había libertad,
todos estaban sujetos a ese yugo en todas las áreas, sin embargo el
Señor les dice: “la paz os doy y mi paz os dejo”

El que les decía que les dejaba y les daba paz, Él mismo estaba siendo
violentado, maltratado y más tarde crucificado.

Pero ¿de qué paz les estaba hablando el Señor?

A. Paz interior

Cuando hablamos de paz dentro de nosotros, hablamos de paz interior.

¿Cómo fluye esta clase de paz en nosotros?

Fluye de una comunión libre e inquebrantable con aquel que es nuestra


paz, esta paz fue la que Cristo dijo: “la paz os dejo y mi paz os doy”
Juan 14 27ª
¿Será que todos los que tienen paz con Dios tienen la paz interior?...
todos tenemos el derecho a tenerla pero no todos gozan de su
posesión, porque la paz con Dios la recibimos por gracia al ser
justificados por la fe en nuestro señor Jesucristo, donde pasamos de
ser enemigos de Dios a ser amigos de Dios.

Pero la paz de Dios en nosotros, el enemigo procura, todo el tiempo la


manera como quitarla y lo logra cuando hace dudar al creyente de su
firmeza en la gracia y que ponga su confianza en las obras o en lo que
hace ¿Qué pasa cuando fallas? (Que es lo que el enemigo procura),
enseguida llega al creyente el remordimiento y el sentimiento de
culpabilidad, viene la duda pensando que no es capaz de seguir porque
no puede cumplir y hasta allí llega la paz y solo hay turbación. Pero
que dijo el Señor: “no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” Juan
14: 27b

¿Cuántos creemos que antes que fallemos ya el Señor lo sabe? Pero


¿Cuál es la orden del Espíritu Santo, que es nuestro guiador a través
de su Palabra? Gálatas 5:1
B. Como retener esa paz interna

La paz interna en la vida del cristiano es inestable ya que estamos


rodeados de un mundo que es contrario a nosotros, tenemos una
naturaleza que no se sujeta a la Palabra de Dios ¿Qué podemos hacer
para retener esa paz en nosotros? (Cuando hablamos de paz interna,
hablamos de paz consigo mismo)

Para esto se deben dar tres pasos muy importantes a saber:

1. Procurar la pureza de corazón, por la obediencia a la Palabra de


Dios. 1 Pedro 1: 22

2. Evitar caer en las tentaciones, velando en oración. Mateo 26: 41

3. Arreglar nuestras cuentas diariamente con Dios, o sea, hacer mi


inventario entre Dios y nuestra alma, en el silencio de la noche.
Salmo 77: 6. Ejemplo:

“Al levantarnos por la mañana, oramos, ponemos nuestros


hechos del día en manos del Señor, al llegar la noche,
examinamos delante de Dios, como nos fue en el día, que hicimos
bien y que hicimos mal y en que tenemos que pedir perdón y que
debemos corregir, etc.”

Esta es una forma de retener esa paz interna; esto nos asegura,
estar irreprensibles para la venida del Señor. ¡Amen!
1Tesalonicenses 5: 23

C. Afirmando la paz de Dios en nosotros.

El agente principal que afirma esa paz de Dios en nosotros es el Espíritu


Santo y lo hace sobre tres condiciones:

1. No debemos estar afanados por nada. Filipenses 4: 6, 7

Esto no quiere decir que no debemos pensar, planear, organizar las


actividades, todo esto lo podemos hacer en forma calmada y no
dejarnos invadir por angustias, temores, inseguridad, preocupaciones,
etc., aquí es donde el Espíritu Santo nos recuerda, que por la fe
debemos aprender a confiar en el Dios de paz, estas son cosas que no
las podemos entender pero debemos creerlas. Filipenses 4: 7; Juan
14: 26
2. Procurar mantener una vida de oración y ruego.

Entre la oración y la paz hay un vínculo poderoso que actúa en la vida


del cristiano mediante la fe, para corregir las inquietudes erróneas del
corazón. Salmo 85: 8; Hebreos 5: 7; relacionarlo con Lucas 22: 41-
43

3. Mantener un corazón agradecido.

La gratitud arroja en nosotros tranquilidad, que es donde podemos


alabar al Señor y el resultado es esa paz interna que nos permite
aceptar que todo lo que está dentro de la voluntad de Dios está bien
aunque a nuestro parecer este mal.

Así que el don de la paz con Dios, es un legado del Padre mediante la
muerte de Cristo y el don de la paz de Dios en nuestro corazón, es un
legado del Cristo vivo, porque es su propia paz. Juan 14: 27 (note la
expresión, la paz os dejo mi paz os doy)

Conclusión

Es interesante entender que si el ser humano logra tener paz interna o


consigo mismo, el mundo podría tener una paz verdadera, por eso el
señor dijo la paz que yo doy no es como el mundo la da. El mundo
busca una paz de afuera hacia dentro, la paz del Señor, la que nosotros
hemos recibido es de dentro hacia afuera, esta es la razón por la cual
Cristo siendo violentado allí en la cruz, pudo decir: “Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen” (en él, había paz)

Aplicación

Esta es la razón por la cual, el apóstol Pablo nos enseña que debemos
ser imitadores del Señor como hijos amados, también dijo: “ser
imitadores de mí, así como yo de Cristo”

Como hijo de Dios ¿Cómo está tu vida interior? Hay paz, amor,
gratitud, etc. la paz interna hace parte del fruto del Espíritu Santo, lo
cual es el carácter del cristiano ¿Cómo te sientes, cuando eres
violentado por tu amigo, hermano, esposa, esposo, familiar, vecino,
jefe, etc.? ¿Cómo es tu reacción? Allí es donde aparece la evidencia
que muestra que eres un hijo de Dios, es donde se aplica la paz interna
basada en el conocimiento que tienes de la Palabra y del objetivo que
tiene tu vida aquí en la tierra (paciencia).

¡Amen!
Carmelo Bravo J.
Pastor

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