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0.

Operaciones con Vectores Meteorología

0 OPERACIONES CON VECTORES


0.1 Magnitudes Fundamentales y Unidades

En meteorología existen cuatro magnitudes físicas fundamentales: longitud (m), masa (kg),
tiempo (en sentido cronológico –s–) y temperatura (K). En general se empleará el Sistema
Internacional (SI) siempre, aunque existen algunas excepciones que, por tradición, emplean
otro tipo de unidades. Así, por ejemplo, es común emplear unidades de tiempo superiores al
segundo como minutos, horas y días ya que los procesos en la atmósfera suelen emplear tiempos
muy superiores al segundo. También está muy extendido el empleo del milibar (mb) como
unidad de presión en lugar del pascal. Dado que 1 mb = 100 Pa = 1 hPa la conversión entre
ambos es directa: 1 atm = 1013 mb = 1013 hPa. En la práctica meteorológica habitual es común
dar los mapas de presión en mb.
Finalmente, con respecto a la temperatura, si bien en el SI la unidad es el kelvin (K) (Ojo
no °K !!), es también habitual darla en °C donde 0 °C = 273.15 K.

0.2 Notación Vectorial

Numerosas magnitudes quedan totalmente determinadas mediante un número y las


unidades de medida que le correspondan, como pueda ser por ejemplo la temperatura, la masa
de un cuerpo o el tiempo que emplea un navío en desplazarse de un punto a otro. A tales
magnitudes se les denomina escalares. Sin embargo, existen otras que, para que queden
totalmente determinadas se necesita conocer su valor, su dirección y su sentido. Ejemplo de
este tipo de magnitudes pueden ser la velocidad, la aceleración, la fuerza, etc. Son las
denominadas magnitudes vectoriales.
Un vector es un segmento orientado y cualquier magnitud vectorial puede ser representada
por él, de tal forma que su longitud es proporcional a la intensidad (valor) de dicha magnitud y

la dirección y sentido son las correspondientes a la misma. El módulo de un vector A es la
longitud del segmento orientado que lo define y siempre es un número positivo. Se representa

por la letra que define al vector situada entre dos barras verticales, como por ejemplo A .

En general se denominan vectores unitarios a aquellos cuyo módulo es la unidad. En el


caso de un sistema de referencia cartesiano dextrógiro (a derechas), que es el sistema de
referencia más extendido, de entre todos los vectores unitarios posibles son especialmente

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importantes los que tienen dirección y sentido en cada uno de los ejes x, y, z. Se suelen indicar
  
por las letras i, j, k en negrita, o i , j, k o más comúnmente i,ˆ ˆj, kˆ .

Figura 0.1. Vectores unitarios iˆ, ˆj , kˆ .



Cualquier vector A puede representarse como la suma de los tres vectores unitarios que
hemos indicado, tal que:


A  A x iˆ  A y ˆj  A z kˆ (0.1)


donde los escalares Ax, Ay, Az son las proyecciones de A sobre los ejes x, y, z.


Figura 0.2. El vector A como composición de tres vectores unitarios.

 
El módulo del vector A , A o A, expresado en función de los vectores unitarios iˆ, ˆj , kˆ es:


A  A 2x  A 2y  A 2z (0.2)

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0. Operaciones con Vectores Meteorología


Asimismo, también se puede representar a A como la suma de los denominados cosenos
directores, tal que:


A  A[cos( )iˆ  cos() ˆj  cos(  ) kˆ ] (0.3)

donde cos( = Ax/A, cos( = Ay/A y cos( = Az/A.


Figura 0.3. El vector A como composición de los cosenos directores.

 
Todo esto también implica que el producto de un escalar por un vector A , es decir, n  A ,

es un vector de la misma dirección y sentido que A pero con un módulo, intensidad o longitud,

n veces el de A .
Dos vectores son iguales si lo son sus módulos y coinciden en dirección y sentido, o lo que
es lo mismo:

 
A  B , si Ax = Bx, Ay = By, Az = Bz

EJERCICIO 0.1
Un vector tiene su origen en el punto P1 (–1, 0, 2) y su extremo final en P2 (2, –3, 0).
  
Calcular: a) las componentes del vector P1 P2  A ; b) un vector opuesto, es decir,  A ; c)

módulo de A ; y d) los cosenos directores.


Como conocemos su origen y su extremo final las componentes del vector A serán las del
punto final menos las del punto inicial, es decir:
Ax = 2–(–1) = 3

Ay = –3–0 = –3 Luego A tiene de componentes (3, –3, –2)
Az = 0 – 2 = –2

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   
Es decir, A  3iˆ  3 ˆj  2kˆ por lo que un vector opuesto B   A será: B  3iˆ  3 ˆj  2kˆ
 
El módulo de A : A  (3)2  (3)2  (2)2  22

Y los cosenos directores:


3 3 2
cos ()  cos()  cos(  ) 
22 22 22

EJERCICIO 0.2
Un barco de vela se mueve a 2 nudos (2 kn) en la dirección NNE. ¿Cuáles son las
componentes de la velocidad del barco en dirección Norte y en dirección Este? Si el vector
unitario û indica el Este y el vector unitario v̂ indica el Norte, expresar el vector velocidad
en función de sus componentes.

[kn]




V  Vu uˆ  Vv vˆ

Vu  V cos()  2 cos(67.5)  0.77 [kn] Velocidad hacia el E

Vv  V sin()  2sin(67.5)  1.85 [kn] Velocidad hacia el N

V  0.77uˆ  1.85vˆ

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0. Operaciones con Vectores Meteorología

0.3 Suma y Resta de Vectores

La suma y la diferencia de dos vectores se llevan a cabo componente a componente de la


siguiente forma:

 
A  B  (A x  B x )iˆ  (A y  B y ) ˆj  (A z  B z ) kˆ (0.4)

 
A B
Figura 0.4. Suma y resta de dos vectores.

EJERCICIO 0.3
Un barquero está remando en una barca queriendo mantenerse siempre perpendicular a la
orilla de un río y cruzarlo de W a E con una velocidad media de 6 nudos. El agua del río
fluye con una velocidad de 1.5 nudos. ¿Con qué velocidad ha de impulsar a la barca? ¿En
qué dirección?


x

     
Considerando que v f  vb  vr tendremos que vb  v f  vr y por tanto:

vb  (v fx iˆ  v fy ˆj )  (v rx iˆ  v ry ˆj )  (6iˆ  0 ˆj )  (0iˆ  1.5 ˆj )  6iˆ  1.5 ˆj

vb  62  1.52  6.18 [ kn]
Y para el ángulo  tendremos que:
1.5 
sin( ) vb
tan( )    0.25
cos( ) 6
vb
  arctan(0.25)  14

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Si consideramos ahora que el barquero va en el otro sentido (de E a W), ¿cómo queda la
velocidad final y el ángulo?



     
Al igual que antes v f  vb  vr y por tanto tendremos que vb  v f  vr :

vb  (v fx iˆ  v fy ˆj )  (vrx iˆ  vry ˆj )  (6iˆ  0 ˆj )  (0iˆ  1.5 ˆj )  6iˆ  1.5 ˆj

vb  62  1.52  6.18 [kn]
Es decir, la misma velocidad como era de esperar, y para el ángulo  tendremos que:
1.5 
sin() vb
tan()    0.25
cos() 6 
vb
En este caso hay que tener en cuenta que obtenemos sin()>0 y cos()<0 por lo que
estamos en el 2º cuadrante, con lo cual:
  arctan( 0.25)  166

EJERCICIO 0.4
Un avión se mueve a 320 kts en dirección NE durante 5 min. Posteriormente se dirige a
300 kts en dirección NNE durante 10 min. Calcula el vector posición desde el origen
pasados esos 15 min.

y




Las componentes de las velocidades serían:

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0. Operaciones con Vectores Meteorología


v1  v1x iˆ  v1 y ˆj  v1 cos(45)iˆ  v1 sin(45) ˆj

v2  v2 x iˆ  v2 y ˆj  v2 cos(67.5)iˆ  v2 sin(67.5) ˆj

Y los espacios recorridos:


 
e1  v1ꞏt1  t1ꞏv1 cos(45)iˆ  t1ꞏv1 sin(45) ˆj
 
e2  v2 ꞏt 2  t 2 ꞏv 2 cos(67.5)iˆ  t 2 ꞏv 2 sin(67.5) ˆj
Es decir, expresando el tiempo en horas ya que la velocidad la conocemos en nudos,
tendremos el desplazamiento en millas:
 5 2 5 2 ˆ 
e1  ꞏ320ꞏ iˆ  ꞏ320ꞏ j  18.86iˆ  18.86 ˆj [millas]  e1  26.67 [millas]
60 2 60 2
 10 10 
e2  ꞏ300ꞏ0.383iˆ  ꞏ300ꞏ0.923 ˆj  19.13iˆ  46.19 ˆj [millas]  e2  49.99 [millas]
60 60
Por lo que finalmente el vector posición del avión transcurridos esos 15 min. será:
  
r  e1  e2  37.99iˆ  65.05 ˆj [millas] En total el avión habrá recorrido 76.66 millas en

esos 15 minutos.

EJERCICIO 0.5
A un submarino le queda oxígeno para 18 horas y se encuentra rodeado por buques
enemigos en las posiciones indicadas en la imagen radar de la figura. El capitán decide
seguir el siguiente rumbo en modo sigilo con la idea de poder escapar. Así decide avanzar
en dirección NE durante 8 h a una velocidad de 6 kts y una profundidad de 60 m.
Posteriormente virará a NNW durante 10 h a 9 kts y 50 m de profundidad. Transcurrido
dicho tiempo deberá ascender hasta una profundidad de periscopio de forma que pueda
sacar el tubo de ventilación. ¿Conseguirá no ser localizado por los buques enemigos
sabiendo que estos son capaces de detectar un snorkel a una distancia de hasta 50 NM?

Las componentes de las velocidades serían:

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v1  v1x iˆ  v1y ˆj  v1 cos(45)iˆ  v1 sin(45) ˆj

v2  v 2x iˆ  v 2y ˆj  v 2 cos(112.5)iˆ  v 2 sin(112.5) ˆj

Y los espacios recorridos:


 
e1  v1ꞏt1  t1ꞏv1 cos(45)iˆ  t1ꞏv1 sin(45) ˆj
 
e2  v2 ꞏt 2  t 2 ꞏv 2 cos(112.5)iˆ  t 2 ꞏv 2 sin(112.5) ˆj
Es decir, considerando el tiempo en horas ya que la velocidad la conocemos en nudos,
tendremos el desplazamiento en millas:
 2 2 ˆ 
e1  8ꞏ6ꞏ iˆ  8ꞏ6ꞏ j  24 2iˆ  24 2 ˆj [millas]  e1  48 [millas]
2 2
 
e2  10ꞏ9ꞏ( 0.383)iˆ  10ꞏ9ꞏ0.924 ˆj  34.44iˆ  83.15 ˆj [millas]  e2  90 [millas]

Por lo que finalmente el vector posición del submarino transcurridos esas 18 h será:
  
r  e1  e2  0.5iˆ  117.1 ˆj [millas]

Es decir, al final es como si hubiese avanzado en dirección N y recorrido casi 118 NM,
por lo que, efectivamente, estará lejos del alcance del buque situado más al Norte.

0.4 Producto Escalar


 
Si A y B son vectores que podemos expresar de la siguiente forma:

 
A  A x iˆ  A y ˆj  A z kˆ B  B x iˆ  B y ˆj  B z kˆ

 
El producto escalar A por B es un escalar definido como:

   
A  B  A  B  cos()  A  B  cos() (0.5)

 
donde  es el ángulo (≤ 180°) entre los dos vectores A y B . Es claro que aplicando este
producto a los vectores unitarios se tiene:

iˆ  iˆ  ˆj  ˆj  kˆ  kˆ  1 ( = 0°) iˆ  ˆj  iˆ  kˆ  ˆj  kˆ  0 ( = 90°)

Se sigue que:

   
A  B  (A x iˆ  A y ˆj  A z kˆ )  (B x iˆ  B y ˆj  B z kˆ )  A x B x  A y B y  A z B z  B  A (0.6)

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0. Operaciones con Vectores Meteorología

cumpliendo además las siguientes propiedades:

      
A  (B  C)  A  B  A  C
     
(A)  B   ( A  B )  A  (B )

Con esta definición es posible además obtener la proyección de un vector A sobre una
 
recta r cuya dirección venga dada por un vector unitario ur . Dicha proyección vendrá dada

por la expresión:

 
A  uˆr  cos()  A  cos() (0.7)


donde  es el ángulo formado entre el vector A y la recta sobre la que se proyecta.

0.5 Producto Vectorial


 
El producto vectorial de dos vectores A  B es un vector cuya dirección es perpendicular
 
a ambos vectores, su sentido es en el que avanzaría un tornillo que girase desde A a B por el
camino más corto ( ≤ 180°) y su módulo es AꞏBꞏsen( (regla de la mano derecha).

 

Figura 0.4. Producto vectorial de dos vectores.

 
En este caso A  B será un vector que sale hacia fuera del papel. En una representación
bidimensional se suele representar con un punto, mientras que si va hacia adentro se pone un
aspa:

Afuera Adentro

De la definición se deduce que:

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iˆ  ˆj   ˆj  iˆ  kˆ kˆ  iˆ  iˆ  kˆ  ˆj ˆj  kˆ   kˆ  ˆj  iˆ ( = 90°)  sen  = 1

iˆ  iˆ  ˆj  ˆj  kˆ  kˆ  0

Usando estas propiedades puede ponerse:

 
A  B  (A x iˆ  A y ˆj  A z kˆ)  (Bx iˆ  B y ˆj  B z kˆ) 
(0.8)
 (A y B z  A z B y )iˆ  (A z B x  A x B z ) ˆj  (A x B y  A y B x )kˆ

Resultado que puede expresarse de forma matricial como:

iˆ ˆj kˆ
  Ay Az Ax Az A Ay
A B  Ax Ay Az  iˆ  ˆj  x kˆ (0.9)
By Bz Bx Bz Bx By
Bx By Bz

EJERCICIO 0.6
 
Calcula el producto escalar de los vectores: A  5iˆ  3 ˆj  2kˆ , B  2iˆ  ˆj  3kˆ y el ángulo
que forman. Calcular asimismo el producto vectorial.

Para el producto escalar:


 
A  B = (5ꞏ(–2))+(–3ꞏ1)+(2ꞏ3) = –10–3+6 = –7
     
Dado que A = 6.16 y B = 3.74 y como A  B  A  B  cos() tendremos que:

cos() = –7/(6.16ꞏ3.74) = –0.3038 es decir  = 107.7°


Para el producto vectorial:

iˆ ˆj kˆ
 
A  B  5 3 2  ( 9  2)iˆ  (15  4) ˆj  (5  6)kˆ  11iˆ  19 ˆj  kˆ
2 1 3

EJERCICIO 0.7

Sea una partícula que gira alrededor del eje z con una velocidad angular  según muestra

la figura, donde r es el vector de posición de la partícula móvil. Calcular la velocidad
   
instantánea de dicha partícula en el punto P, V    r , sabiendo que   k̂ y

r  2 iˆ  2 ˆj  kˆ

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0. Operaciones con Vectores Meteorología

 
  r  ꞏrꞏsin() es justamente el valor de la velocidad lineal de la partícula y el vector
 
  r es el de dirección del movimiento instantáneo de la partícula.
iˆ ˆj kˆ

V  0 0 1  (0  2)iˆ  (0  2) ˆj  (0  0) kˆ  2iˆ  2 ˆj
2 2 1

 
Figura 0.5. Partícula girando según  con un vector de posición r .


Si ahora el vector   iˆ  ˆj  kˆ : ¿cuál sería la velocidad lineal con que se mueve el punto
P con la misma posición anterior?
En ese caso tendremos que:

iˆ ˆj kˆ

V  1 1 1  (1  2)iˆ  (1  2) ˆj  ( 2  2) kˆ  3iˆ  1 ˆj  4kˆ [m/s]
2 2 1

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EJERCICIO 0.8
Calcular la velocidad instantánea de un punto de la superficie de la Tierra situado en
30° N, 45° E. Considerar para ello a la Tierra como una esfera cuyo radio vale
R = 6378 km.

Como hemos visto anteriormente la velocidad instantánea de dicho punto lo podemos


  
calcular con el siguiente producto vectorial: V    R

 2
En el caso de la Tierra:   0iˆ  0 ˆj  kˆ , donde    7.27  10 5 [rad/s]
24ꞏ60ꞏ60
 
Mientras que para R tendremos R  R xiˆ  R y ˆj  R z kˆ donde:

3 2 6
R x  R cos() cos()  R R a
2 2 4
3 2 6
R y  R cos() sin( )  R R a
2 2 4
1 R
R z  R sin()  R   b
2 2
Para el producto vectorial:

iˆ ˆj kˆ
   6 6
V   R  0 0   aiˆ  aˆj  0kˆ  R ꞏ7.27 105 iˆ  R ꞏ7.27 105 ˆj 
4 4
a a b
 284iˆ  284 ˆj

Cuyo módulo será: V  (284)  284  401.6 [m/s] = 1445.6 [km/h]
2 2

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0. Operaciones con Vectores Meteorología

Los productos escalar y vectorial que acabamos de definir pueden ser aplicadas
sucesivamente tantas veces como se desee en productos múltiples de vectores. Algunos de ellos
que se emplean con cierta frecuencia son los siguientes:

Ax Ay Az
  
( A  B)ꞏC  Bx By Bz Un escalar (0.10)
Cx Cy Cz

        
( A  B )  C  (CꞏA)ꞏB – (CꞏB )ꞏA (0.11)
        
A ( B  C )  ( AꞏC )ꞏB – ( AꞏB )ꞏC (0.12)

Otra aplicación muy interesante del producto vectorial es la representación vectorial de una
 
superficie. Dado que el área del paralelogramo que determinan dos vectores A y B coincide
con el módulo del producto vectorial de ambos es posible definir el vector área como:

  
S  A B (0.13)

cuyo módulo es el área de la superficie considerada, su dirección es perpendicular a la superficie


y el sentido el del avance del tornillo.

EJERCICIO 0.9
Calcula el área del triángulo ABC, siendo las coordenadas cartesianas de los vértices
A(3,4,1) m, B(–1,–2,1) m y C(2,0,3) m.

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   
C  B  3iˆ  2 ˆj  2kˆ A  B  4iˆ  6 ˆj  0kˆ
Por lo que el área será la formada por esos dos vectores dividido entre 2 al ser un
triángulo:

    iˆ ˆj kˆ
 (C  B )  ( A  B ) 1 1
S  3 2 2  ( 12iˆ  ( 8) ˆj  10kˆ)
2 2 2
4 6 0
 
S  6iˆ  4 ˆj  5kˆ S  8.775 [m 2 ]

0.6 Derivada de un Vector

Dada una función f se define la derivada de f en un punto a –f' (a)– como:

f ( x)  f (a ) f ( x  h)  f ( x )
f (a )  lim f ( x )  lim
xa xa h0 h

f' (a) representa la pendiente de la recta tangente a la gráfica de f en el punto a.

En un gráfico como el que se muestra a continuación se observa que donde f es creciente,


las tangentes apuntan hacia arriba (mirando de izquierda a derecha), y por lo tanto f' es positiva,
como en el punto D (x=d), mientras que donde f es decreciente, las tangentes apuntan hacia
abajo y f' es negativa, como en el punto C (x=c). En los puntos A y B, que son máximo y
mínimo local, la tangente es horizontal, luego f' (a)=0=f' (b).

C D

a c b d

Dada esta definición se tiene las siguientes derivadas para las funciones elementales:

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0. Operaciones con Vectores Meteorología

f(x) = a f'(x) = 0
f(x) = x f'(x) = 1
f(x) = ax f'(x) = a
f(x) = ax+b f'(x) = a
f(x) = xn f'(x) = nxn-1
1
f(x) = x f'(x) =
2 x
f(x) = ex f'(x) = ex
f(x) = ln(x) f'(x) = 1/x
f(x) = ax (a>0) f'(x) = axln(a)
1
f(x) = logb(x) f'(x) =
xꞏln(b)
1 n
f(x) = = (xn)–1 = x–n f'(x) = –nx–n–1 = –nx–(n+1) =
x n
x n1
f(x) = sen(x) f'(x) = cos(x)
f(x) = cos(x) f'(x) = –sen(x)
1
f(x) = tan(x) f'(x) = sec2(x) = 2
= 1+tan2(x)
cos ( x)
f(x) = csc(x) f'(x) = –csc(x)cot(x)
f(x) = sec(x) f'(x) = sec(x)tan(x)
f(x) = cot(x) f'(x) = –csc2(x)
1
f(x) = arcsen(x) f'(x) =
1  x2
1
f(x) = arcos(x) f'(x) =
1  x2
1
f(x) = arctan(x) f'(x) =
1  x2
f(x) = g(x) ± h(x) f'(x) = g ( x )  h( x )
f(x) = g(x)ꞏh(x) f'(x) = g ( x )  h( x )  g ( x )  h( x )
g ( x) g '( x)  h( x) - g ( x)  h '( x)
f(x) = f'(x) =
h( x) h 2 ( x)
f(x) = kꞏg(x) f'(x) = kꞏg'(x)
f(x) = g(h(x)) f'(x) = g'(h(x))ꞏh'(x) (regla de la cadena)

Finalmente, se define la derivada parcial de una función de diversas variables como la


derivada respecto a una de esas variables, manteniendo las otras como constantes. De esta forma
se tiene que si f(x,y)=x2+xy+y3

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f f
 f x  2 x  y  f y  x  3 y 2
x y
 
Para el caso vectorial, si el vector u  u (t) es una función vectorial que depende del
  
argumento escalar t, tal que: u  u (t)  u x (t)iˆ  u y (t) ˆj  uz (t)kˆ , la derivada de u con respecto

a t queda como:


du du x ˆ du y ˆ duz ˆ
 i j k
dt dt dt dt

donde se cumplen las siguientes reglas de derivación:

     
d (u  v  w) du dv dw
  
dt dt dt dt
 
d (au ) da  du
 ua
dt dt dt
  
d (vꞏu ) dv   du
 ꞏ u  vꞏ
dt dt dt
   
d (v u ) dv   du
 u  v 
dt dt dt

EJERCICIO 0.10
Una partícula se mueve de tal forma que el vector posición depende del tiempo de acuerdo
  
con: r  (4 – 3t)iˆ  (t 2  2t) ˆj  (6t 3  3t) kˆ . Calcular el vector velocidad v  dr / dt y el
 
vector aceleración a  dv / dt .

 
v  dr / dt  3iˆ  (2t  2) ˆj  (18t 2  3) kˆ
 
a  dv / dt  2 ˆj  36tkˆ

EJERCICIO 0.11
  
Dado los vectores: A  sin(t)iˆ  cos(t) ˆj  tkˆ , B  5t 2iˆ  tˆj  t 3 k , calcular:
     
dA dB dA d A d ( AꞏA)
a) ; b) ; c) ; d) y e)
dt dt dt dt dt

0-16
0. Operaciones con Vectores Meteorología


dA
a)  cos(t )iˆ  sin(t ) ˆj  kˆ
dt

dB
b)  10tiˆ  ˆj  3t 2 kˆ
dt

dA
c)  cos 2 (t)  sin 2 (t)  12  2
dt

d) Como A  sin (t)  cos (t)  t  1  t  (1  t )
2 2 2 2 2 1/2


d A 1 t
 2t(1  t 2 )1/2 
dt 2 1 t2
 
e) Dado que AꞏA  sin 2 (t)  cos 2 (t)  t 2  1  t 2
 
d ( AꞏA)
 2t
dt
o bien:
   
d ( AꞏA) d ( A)   d ( A)
 ꞏA  Aꞏ  [cos(t)iˆ  sin(t) ˆj  kˆ]ꞏ[sin(t)iˆ  cos(t) ˆj  tkˆ] 
dt dt dt
+[sin(t)iˆ  cos(t) ˆj  tkˆ]ꞏ[cos(t)iˆ  sin(t) ˆj  kˆ]
 
d ( AꞏA)
 [cos(t)ꞏsin(t)  sin(t)ꞏcos(t)  t]  [sin(t)ꞏcos(t)  cos(t)ꞏsin(t)  t]  t  t  2t
dt

EJERCICIO 0.12
Calcular las derivadas parciales del siguiente vector de velocidad:

v  (18 x – 4 y )iˆ  (–5 y  8 z 2 ) ˆj  6 x 3 kˆ


v
 18iˆ  0 ˆj  18 x 2 kˆ
x

v
 4iˆ  5 ˆj  0kˆ
y

v
 0iˆ  16 zjˆ  0kˆ
z

EJERCICIO 0.13
Calcular las derivadas de las funciones y = cos[sin(x)] y z = cos2(x) – sin2(x)

y' = –sin[sin(x)]ꞏcos(x) z' = 2ꞏcos(x)ꞏ[–sin(x)] – 2ꞏsin(x)ꞏcos(x) = –4ꞏsin(x)ꞏcos(x)

0-17
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

LA ATMÓSFERA: COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA


1.1 Introducción

1.1.1 Definición

Podemos definir a la atmósfera como la envolvente de gases de nuestro planeta, el lugar


donde se desarrollan todas las manifestaciones del tiempo y el clima. La atmósfera juega un
papel esencial en el equilibrio energético de la Tierra ya que controla la cantidad de radiación
que llega desde el Sol y la radiación terrestre que es devuelta al espacio. Así pues, es el principal
medio de transferencia de calor en nuestro planeta. Con frecuencia se le compara con una
maquina térmica gigante, impulsada por el desequilibrio permanente de temperaturas entre los
Polos y el Ecuador.

Figura 1.1. Vista tangencial de la atmósfera desde gran altitud.

1.1.2 Composición

La Atmósfera terrestre está formada por el aire, que es una mezcla de gases, que podríamos
considerar teóricamente como gases perfectos, sin reacciones químicas entre sí, así como por
un gran número de partículas sólidas (polvo, humo y cenizas, polen, esporas, partículas salinas)
y líquidas (vapor de agua) en suspensión, todo ello mantenido al nivel de la superficie terrestre
por la acción de la fuerza de la gravedad. No debemos confundir mezcla con combinación
1-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

química de gases. Muchos de los gases que se encuentran en la atmósfera son combinaciones
químicas como es el caso del dióxido de carbono (CO2).

1.1.3 Distribución de masa

Como consecuencia de la baja compresibilidad del aire1, casi toda la masa se encuentra
concentrada en las capas más bajas de la atmósfera. La disminución de la densidad del aire con
la altura no es lineal. La mitad de la masa atmosférica total se encuentre concentrada en los
primeros 5 km, a 10 km podemos hablar de 2/3 partes del total, a 60 km de altitud tendríamos
toda la masa atmosférica exceptuando una milésima parte. Podemos establecer la presencia de
la atmósfera hasta aproximadamente 10000 km, lugar donde es prácticamente indistinguible
del medio interplanetario.
En resumen, podemos establecer que la presencia de la atmósfera no pasa desapercibida ya
que el aire es una sustancia material y tangible que ejerce una presión al nivel del mar de
aproximadamente 1 kg/cm2, y que disminuye con la altura, puesto que su densidad se ve
reducida con ésta.

1.1.4 Cálculo de la masa total

La masa de la atmósfera se estima en aproximadamente 5.3ꞏ1018 kg. Sin embargo, este


valor es apenas una millonésima parte de la masa terrestre total.
A partir de la presión atmosférica podemos obtener fácilmente la masa de la atmósfera.
Sabemos que la presión es fuerza por unidad de superficie, P  F / S  Mꞏa / S , donde M es la
masa de la atmósfera que deseamos determinar, a es en este caso la aceleración de la gravedad,
a = g = 9.81 m/s2 y S es la superficie total de la Tierra. S puede obtenerse como 4R2, siendo R
el radio terrestre, el cual toma un valor aproximado de 6376 km, S ≈ 5.1ꞏ1014 m2.
Despejando M de la expresión anterior y sustituyendo la P a nivel del mar (1 atmósfera)
como 1.013ꞏ105 N/m2, M = (1.013ꞏ105 × 5.1ꞏ1014)/9.81 = 5.28ꞏ1018 kg.

1
Se define el factor de compresibilidad Z como: Z  pꞏVm / (RꞏT ) , el cual es igual a 1 para un gas ideal y mayor
para el resto de gases no ideales.

1-2
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

1.1.5 Valor de la densidad del aire

Otro valor interesante es la densidad del aire que, normalmente, se mide a nivel del mar y
a 0º C. Su valor es en estas condiciones: aire = 1.293 g/dm3 = 1.293 kg/m3.
Podemos hacer el ejercicio de calcular cuál sería el tamaño de una esfera que contuviera
toda esta masa de aire a esa densidad. Para ello, considerando los valores anteriores y dado que
V = M/aire tendremos que V = 4.18ꞏ1018 m3. Puesto que el volumen de una esfera de radio R es
V = 4/3ꞏꞏR3, podremos despejar el radio y se llega a que R = 993 km.
De manera análoga, para todas las aguas del planeta cuya masa es Magua = 1.4ꞏ1021 kg y
sabiendo que, para el agua pura agua = 1000 kg/m3, se llega a que Ragua = 694 km


Figura 1.2. Esfera que representa toda el agua del planeta (izquierda) y todo el aire de la
atmósfera (derecha).

En la imagen de la Tierra de la izquierda, la esfera representa toda el agua del mundo, esto
es, la hidrosfera, incluyendo el agua de los océanos, hielo, lagos, ríos, aguas subterráneas o la
presente en las nubes. La masa total de la hidrosfera supone 1.4ꞏ1021 kg. En la imagen de la
Tierra de la derecha, la esfera representa todo el aire de la atmósfera, considerando una densidad
uniforme medida a nivel del mar. La masa total de la atmósfera es de 5.3ꞏ1018 kg. Las dos
representaciones se muestran en relación con el volumen del planeta Tierra.

 

1-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

1.2 Composición Química de la Atmósfera

En la atmósfera podemos distinguir dos capas en función de su composición química: la


homosfera y la heterosfera.
La homosfera tiene una composición química uniforme y convencionalmente se considera
hasta una altitud de 80 km. Por su parte, la heterosfera posee una composición química que
varía en función de la altura con diferentes gases que están dispuestos en capas esféricas en
función de su peso molecular.

1.2.1 La homosfera

Desde la superficie terrestre hasta unos 80 km de altura la composición de la atmósfera es


muy uniforme en lo que a proporción de los gases constituyentes se refiere. Podríamos pensar
que los gases más ligeros, especialmente el hidrógeno y helio, tendrían que ser más abundantes
en las partes superiores de esta capa, pero la mezcla turbulenta a gran escala evita que se
produzca esta separación debido a la difusión. Las variaciones en altura que en realidad se
observan se deben atribuir a la localización de las fuentes de los gases no permanentes más
importantes como el vapor de agua y ozono, responsables en gran medida de la distribución
vertical de temperaturas en la atmósfera, ya que ambos tienen la capacidad de absorber parte de
la radiación solar y terrestre.
La tabla 1.1 nos muestra la composición media del aire puro y seco de la homosfera, es
decir, excluyendo tanto las partículas sólidas como liquidas en suspensión, así como el vapor
de agua, ya que su presencia es muy variable. De todas formas, no olvidemos que las partículas
de vapor de agua forman parte de la atmósfera real.
Observamos como el nitrógeno, oxígeno y argón constituyen el 99.95 % del volumen
atmosférico mientras que el resto de componentes como el hidrógeno, neón, helio, etc., están
en cantidades tan pequeñas que sus concentraciones deben expresarse en partes por millón.
Además de esta mezcla de gases sin reacciones químicas entre sí, también forman parte de la
atmósfera real, los aerosoles y el vapor de agua.

1-4
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

Tabla 1.1. Composición química de la homosfera


Componente y fórmula química % en Volumen de aire seco
Nitrógeno N2 78,08
Oxígeno O2 20,95
Argón Ar 0,93
Dióxido de carbono CO2 350 ppmv
Neón Ne 18,2 ppmv
Helio He 5,24 ppmv
Metano CH4 2 ppmv
Kriptón Kr 1,1 ppmv
Hidrógeno H2 0,5 ppmv
Óxido Nitroso N2O 0,3 ppmv
Xenón Xe 0,08 ppmv
Monóxido de carbono CO 0,05 – 0,2 ppmv
Ozono O3 0,02 – 0,03 ppmv

Aerosoles
Los aerosoles son partículas de polvo, humo, cenizas, sales y materia orgánica, procedentes
tanto de la actividad humana como de fuentes naturales. Su importancia radica en el hecho de
que pueden actuar como núcleos de condensación a partir de los cuales se forman las nubes y

1-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

nieblas, a la vez que influyen notablemente en la transparencia del aire. Los aerosoles tienen
una concentración muy variable y depende enormemente de su localización geográfica.

Figura 1.3. Invasión de polvo sahariano sobre Canarias y microfotografía de varios tipos de
aerosoles: polen, hollín, diatomeas, conglomerado de arcillas, halita y cuarzos.

Vapor de agua
Por su parte, el vapor de agua, es otro de los constituyentes de la homosfera. Este
componente atmosférico tiene una concentración variable, siendo la principal fuente de
aportación del mismo, la evaporación de las aguas superficiales. La concentración del vapor de
agua varía desde un 5% en volumen a nivel del suelo en regiones ecuatoriales costeras, hasta
casi desaparecer por encima de los 10 o 12 km. El concepto de concentración de vapor de agua
recibe el nombre de humedad. Cabe destacar la capacidad del vapor de agua para absorber las
radiaciones infrarrojo-térmicas emitidas por la superficie terrestre y su transmisión de energía
en forma de calor latente.

Ozono
Otro gas de gran importancia para la vida en la Tierra es el ozono. El ozono actúa como
filtro de las radiaciones solares ultravioletas situadas en el espectro electromagnético justo por
debajo de la radiación visible. El ozono se encuentra desde los 15 km de altura hasta los 85 km.

1-6
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

Esta capa recibe el nombre de ozonosfera. La máxima concentración se sitúa entre los 25 y 30
km.

Mecanismo de formación de ozono


Cabe preguntarse por qué se encuentra el ozono a esas alturas. Las radiaciones de onda
muy corta entre 0.12 y 0.2 m son capaces de romper la molécula biatómica de oxígeno en sus
dos átomos. El oxígeno atómico reacciona con el oxígeno molecular en presencia de nitrógeno,
que actúa como catalizador, produciéndose la molécula triatómica de oxígeno (ozono, O3). De
esta forma podemos entender, que en el proceso de formación de ozono se ha absorbido la
radiación solar de onda corta. Además de lo comentado, la molécula de ozono por su parte,
tiene una gran capacidad de absorber la radiación solar de onda corta situada entre las 0.2 y
0.29 m, lo que determina su fotodisociación en oxígeno atómico y biatómico.
Concluimos, que a pesar de los mecanismos de reacción contrarios anteriores, como las
velocidades de estas reacciones son diferentes, coexisten todas las especies de moléculas
comentadas.

Figura 1.4. Esquema de la formación de ozono en la atmósfera.

1.2.2 La heterosfera

Por encima de los 80 km de altura, la atmósfera pierde la uniformidad en la composición


química del aire, de forma que resulta imposible mostrar una tabla única con los gases que la

1-7
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

componen, haciéndose necesario considerar diferentes niveles que caracterizaremos por el


predominio de un determinado gas sobre los demás.

Tabla 1.2. Composición química de la heterosfera


Componente y fórmula química Altura
Nitrógeno molecular N2 (28) 100 – 200 km
Oxígeno atómico O (16) 200 – 1000 km
Helio He (4) 1000 – 3500 km
Hidrógeno atómico H (1) 3500 km

En la heterosfera la densidad del aire es muy baja por lo que las capas señaladas se
corresponden más con zonas de transición que con superficies de separación bien definidas. La
ordenación de las capas en función del peso atómico del componente principal responde a la
ausencia de la barrera turbulenta de la masa gaseosa. Los gases más pesados se acumulan en
las capas bajas y los más ligeros tienden a concentrarse en los niveles superiores. Lo comentado
significa que las capas de gases más alejadas de la superficie terrestre no son del todo retenidas
por la acción gravitatoria. Hoy en día sabemos que la atmósfera pierde al espacio exterior del
orden de 1kg/s de hidrógeno. Este hidrógeno proviene principalmente de la escisión de las
moléculas de agua que hay en la estratosfera (que son muy pocas) por la radiación ultravioleta,
siendo este uno de los dos fenómenos que generan el oxígeno de la Tierra, junto con la
fotosíntesis.

1.3 Estructura Térmica de la Atmósfera

Vamos a dividir la atmósfera en diferentes capas en función de la temperatura a la que se


encuentran.

1.3.1 Troposfera

La troposfera es la capa inferior de la atmósfera, situada entre la superficie terrestre


(litosfera o hidrosfera) y una altura promedio de 9 km en los Polos, 11 km en latitudes medias
y 15 km en el Ecuador. Esta la es la región atmosférica donde tienen lugar los fenómenos que
conocemos como el tiempo (nubosidad y precipitaciones). Aquí abundan las corrientes térmicas

1-8
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

verticales como consecuencia de las diferencias de calentamiento y la disminución de la


temperatura con la altura.
La troposfera podemos dividirla a su vez en dos capas: baja y alta troposfera.

Baja troposfera
La temperatura decrece con la altura de forma irregular. Los primeros 2 o 3 km están
formados por capas isotermas donde la temperatura es constante o a veces aumenta con la altura,
lo que se conoce con el nombre de inversiones térmicas. Las diferencias térmicas mencionadas
junto con las variaciones entre el día y la noche y las irregularidades del terreno, son importantes
en esta sub-capa en contacto directo con el suelo. El nombre con que se conoce a esta región es
capa límite planetaria o capa frontera donde se producen turbulencias muy importantes.

Alta troposfera
En esta el decrecimiento de la temperatura con la altura es mucho más regular y podemos
fijarlo en aproximadamente 6 ºC por cada km. De manera que la temperatura en el límite
superior, que llamamos tropopausa, alcanza aproximadamente los –50º C
La tropopausa es la capa a partir de la cual la temperatura deja de disminuir con la altura
y donde el viento en altura es máximo. No es una superficie concéntrica con la Tierra, sino que
tiene una estructura laminar, es decir, no constituye una capa continua única y, además, entre
las diversas láminas existen profundas fallas por donde circulan fuertes corrientes de viento.
De acuerdo a latitud en la que nos encontremos la tropopausa puede ser dividida a su vez
en:
 Tropopausa polar: desde los Polos hasta 45º de latitud con una altura de 9 km
 Tropopausa de latitudes medias: desde 45º hasta 20º con una altura de 11 a 12 km.
 Tropopausa ecuatorial: desde 20º al Ecuador con una altura de 15 km.

Ya que la tropopausa es mal alta en el Ecuador, su temperatura es más baja, y al ser la capa
inmediatamente superior, la estratosfera, una capa isoterma, mantiene la temperatura con la
altura, siendo la temperatura en los polos más alta que en el Ecuador.

1-9
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 1.5. Variación de la temperatura con la altura en la troposfera.

Figura 1.6. Estructura laminar de la tropopausa y corrientes de chorro

1-10
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

Entre las diferentes láminas de la tropopausa nos encontramos unas corrientes que circulan
en sentido Oeste-Este envolviendo la Tierra. Los estudios han demostrado que tienen forma
tubular. Estas corrientes reciben el nombre de “jet stream” (corrientes de chorro). Al haber tres
laminas tenemos dos corrientes de chorro: corriente de chorro polar y corriente de chorro
subtropical. Las corrientes no siempre se encuentran en la misma latitud, sino que sufren ligeras
oscilaciones. Nos interesa mucho su localización para determinar la evolución de las borrascas
(se encuentran normalmente en la vertical de situaciones de inestabilidad en superficie).

1.3.2 Estratosfera

La estratosfera está situada entre la tropopausa y unos 50 km de altura. Su estructura


térmica vertical es aproximadamente isoterma (aumentando su temperatura a medida que nos
elevamos dentro de la capa de ozono). Pero en sentido horizontal, los polos son menos fríos que
el Ecuador debido a la diferencia de altura de la troposfera. De hecho, contiene la máxima
concentración de ozono a unos 22 km de altura (un mecanismo de circulación, transporta el
ozono a este nivel donde los factores de destrucción del mismo son menos probables), pero las
temperaturas más altas (0º C) no se alcanzan hasta los niveles superiores de la estratopausa
donde la exposición a la radiación solar es superior.
Durante el verano la temperatura aumenta claramente con la altura, pero se encuentra
obviamente la tropopausa ecuatorial más fría. En el invierno la distribución de temperaturas es
más complicada, registrándose temperaturas alrededor de –80º C en la tropopausa ecuatorial
que es la más elevada. Estos valores se mantienen hasta alturas de la estratosfera media excepto
en las latitudes entre 50-60º N, donde existe una región notablemente cálida (–50 y –45º C) casi
isoterma.
El aumento de temperatura mencionado, dificulta los movimientos verticales, dado que las
capas inferiores son más frías y por tanto más densas, a la vez que no se desarrollan las clásicas
manifestaciones del tiempo (nubes y precipitaciones). Una parte del ozono estratosférico
penetra en la troposfera a través de la zona de confluencia de la troposfera de latitudes medias
con la tropical y la polar, entre los 30-60º de latitud. Se estima que pasen unas mil toneladas
por año de ozono, jugando un papel importante en la química troposférica.

1-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

1.3.3 Mesosfera

La mesosfera está comprendida entre el límite superior de la estratosfera (estratopausa) y


los 90km de altura. Aquí la temperatura tiene una clara tendencia a disminuir. A partir de este
nivel podemos hablar de la atmósfera superior y no se tiene un criterio definido aceptado
universalmente. A latitudes altas, ésta es la capa donde se observan las nubes noctilucentes,
nubes luminosas observables durante las noches de verano, que están producidas por pequeñas
partículas de polvo procedente de meteoritos y que actúan como núcleos de sublimación de
pequeños cristales de hielo.
Con respecto a la presión, podemos decir que disminuye desde 1 mb a 50 km hasta
0.01 mb a 90 km.

Figura 1.7. Nubes noctilucentes

1-12
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

1.3.4 Termosfera

Es la capa comprendida entre la mesopausa y un poco más de los 400 km de altura. A pesar
de que más allá de la mesopausa las densidades atmosféricas son muy bajas, esta puede ofrecer
una resistencia suficiente a los aerolitos del espacio.
La parte inferior de la termosfera tiene un predominio de nitrógeno sobre el oxígeno, tanto
en forma molecular como atómica, mientras que, por encima de los 200 km, es el oxígeno
atómico el que domina sobre el nitrógeno. Debido a la absorción de las radiaciones ultravioletas
por parte del oxígeno atómico, las temperaturas que en teoría se podrían alcanzar son de
1200 K a los 350 km. Sin embargo, las observaciones realizadas por satélites no han llegado a
medir estas temperaturas a consecuencia del enrarecimiento del aire.
Por encima de 100 km, la atmósfera se ve afectada por rayos X y radiación UV que arrancan
electrones de los átomos de oxígeno y las moléculas de nitrógeno. Las auras boreales y
australes, así como otros fenómenos como el denominado “Steve” (strong termal emission
velocity enhancement), se producen por la penetración, desde los 300 a los 80 km, de estas
partículas ionizadas, especialmente en latitudes polares.

Figura 1.8. Aurora

1.3.5 Exosfera

Los límites para esta capa atmosférica son imprecisos, se considera que su base puede estar
entre los 500 y 750 km de altura. Básicamente está formada por átomos de oxígeno, hidrógeno

1-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

y helio que pueden escapar al espacio exterior debido a la baja densidad a estas alturas y la
perdida de atracción gravitacional.

Figura 1.9. Estructura térmica de la atmósfera

1.4 Estructura Electrónica de la Atmósfera

Desde el punto de vista de la conductividad eléctrica podemos distinguir dos regiones en


la atmósfera: la ozonosfera y la ionosfera.

Ozonosfera
A pesar de que el ozono tiene su máxima concentración entre los 25 y 30 km, este
componente es detectable desde los 15 hasta los 85 km, casi la misma extensión de la propia
mesosfera. Ya hemos comentado la importancia de este componente que filtra la radiación
ultravioleta protegiéndonos de los rayos solares.

1-14
1. La Atmósfera: Composición y Estructura Meteorología

Ionosfera
Está comprendida entre los 60 km de altura y el final de la atmósfera. Como su nombre
indica es una capa muy ionizada pero su estructura vertical no es uniforme, es decir, a diferentes
niveles la concentración y los átomos varían. La ionosfera se subdivide en las siguientes capas:
 Capa D. Sólo aparece durante el día y es sumamente absorbente para frecuencias por
debajo de unos 10 MHz, protegiendo la superficie terrestre de gran parte de la radiación
espacial.
 Capa E (Kenelly-Heaviside): posee una concentración de iones más alta.
 Capas F1 y F2. Estas capas tienen importancia para la transmisión de las ondas
radioeléctricas que se perderían en el espacio si no se reflejaran en ellas. Por la acción
de los rayos solares estas capas se desdoblan durante el día, pero se unen durante la
noche.

300
Altura (km)

200

100

Figura 1.10. Ionosfera

1-15
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

2 RADIACIÓN Y BALANCE ENERGÉTICO


2.1 Introducción

La atmósfera terrestre es un sistema dinámico en el que tienen lugar multitud de procesos


y, en los cuales, intervienen enormes cantidades de energía; pero ¿de dónde procede toda esa
energía? No cabe duda que la fuente principal es el Sol.
Concretamente, su origen se encuentra en una serie de reacciones de fusión nuclear,
mediante las cuales varios núcleos de hidrógeno se unen entre sí para formar un núcleo de helio.
No obstante, el proceso es complejo

4 11 H  42 He  2 10 e   25, 7 M eV (2.1)

En definitiva, el Sol está radiando continuamente energía hacia el espacio exterior, tanto
en forma de ondas electromagnéticas como en forma de partículas subatómicas que se trasladan
a gran velocidad. Se estima que, anualmente, pierde del orden de 179ꞏ1012 Tm de masa.
El espectro electromagnético correspondiente a la radiación solar está comprendido,
aproximadamente, entre las longitudes de onda de 0,19 y 3,9 micras (m). Recordemos que el
espectro visible corresponde a ondas electromagnéticas cuya longitud de onda está
comprendida entre 0,4 y 0,8 m. Así mismo, la banda espectral comprendida entre 0,19 y
0,4 m, corresponde a una radiación ultravioleta, mientras que la banda comprendida entre 0,8
y 3,9 se le conoce como banda infrarroja del espectro solar.

2.2 Radiación Electromagnética y Materia. Modelo Teórico

La percepción que se tiene del mundo físico que nos rodea, viene determinada por la
interacción entre la radiación electromagnética y la materia. Se sabe que la radiación emitida
por un cuerpo está formada por diferentes ondas electromagnéticas, cada una de las cuales posee
una frecuencia () característica. De hecho, se suele hablar de radiación monocromática cuando
la radiación emitida por un cuerpo está constituida por una única frecuencia. Por otra parte, en
el vacío, toda radiación electromagnética viaja a la velocidad de la luz, c, independientemente
del sistema de referencia utilizado. Así mismo, entre la longitud de onda (), y la frecuencia de
cualquier onda electromagnética existe la relación:

2-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

c    (2.2)

Cuando una radiación incide sobre la superficie de un medio material homogéneo e


isótropo, puede ocurrir que parte de dicha radiación sea reflejada por el cuerpo y otra parte sea
absorbida por el mismo, transformándose en energía térmica. Si el cuerpo es transparente, como
el vidrio, el agua, etc., sucede que parte de la radiación incidente se transmite a través de él. En
este último caso, las frecuencias de una determinada radiación electromagnética no se ven
afectadas por dicho material; sin embargo, no ocurre lo mismo con la velocidad de propagación
de las ondas, que sí se ve afectada y cuyo valor, c’, es distinto para cada longitud de onda. Así
para una onda de frecuencia , con   c /  en el vacío, se tendrá que   c  /  en el medio
material y como c’ es menor que c, también se cumplirá que    . Se demuestra que el
cociente  /  es el índice de refracción, n, del medio material para la frecuencia , o bien
n = c / c’.
La luz reflejada por los cuerpos es la que nos permite observarlos, es decir, que vemos los
cuerpos gracias a la luz que reflejan. No obstante, además de la luz reflejada por los objetos,
también observamos la luz que emiten, siempre y cuando la frecuencia de la radiación emitida
se encuentre dentro del espectro visible. Realmente todos los cuerpos emiten radiación
electromagnética, y lo hacen a un ritmo que depende de la temperatura de su superficie. Siempre
que dicha temperatura permanece constante, el ritmo con el que el cuerpo emite energía también
permanece constante. A esta energía emitida en forma de radiación se le da el nombre de
radiación térmica.
El estudio de la radiación térmica emitida por un cuerpo pasa por analizar el conjunto de
radiaciones monocromáticas que la forma, cuyo espectro se puede extender desde el infrarrojo
al ultravioleta, pasando por el visible.
Llegado a este punto, conviene definir una seria de magnitudes que son necesarias para
estudiar las características energéticas de la radiación térmica. Estas magnitudes son:
a) La potencia o flujo energético de una fuente radiante, , que se define como la energía
irradiada por unidad de tiempo en todo el espacio que rodea a la fuente. En el sistema
internacional de unidades, esta magnitud se expresa en vatios (W).
b) El flujo monocromático, , es lo mismo que lo anterior, sólo que referido a las
radiaciones de onda comprendidas entre  y  + d, o lo que es lo mismo, entre  y  + d,
por lo tanto, sus unidades son vatios/metro (W/m). Matemáticamente, el flujo
monocromático se expresa en la forma,

2-2
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

d
  (2.3)
d

c) La emitancia o radiancia de una fuente, que mide el flujo energético de la misma en un


punto P de su superficie, se expresa como: M e  d  / dS , por lo tanto, dicha magnitud se

mide en vatios/metro cuadrado (W/m2).


d) Por último está la emitancia o radiancia monocromática de una fuente dentro del
intervalo de longitudes de onda  y  + d, cuya expresión es:

M  d 2  / dSd  (2.4)

y que por lo tanto se mide en vatios/metro cúbico (W/m3 o en ocasiones W/m2ꞏnm).


Obsérvese que dM e  M  d 

Figura 2.1. Radiancia de cuerpos a diferente temperatura.

La intensidad de la emisión de radiación de cualquier cuerpo, para las diferentes longitudes


de onda, depende de la naturaleza del cuerpo y de su temperatura. No obstante, se define una
sustancia ideal llamada cuerpo negro que se caracteriza porque:
a) su espectro de emisión depende únicamente de la temperatura
b) todos los cuerpos, para cualquier longitud de onda, tienen una emisión menos intensa
que la del cuerpo negro a la misma temperatura

2-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

c) es capaz de absorber (y, por lo tanto, de emitir) todas las radiaciones que llegan a su
superficie.

Aunque el cuerpo negro es un sistema ideal, en la naturaleza existen sustancias con un


comportamiento (en lo que a emisión y absorción de radiación electromagnética se refiere)
próximo al de dicho sistema, como por ejemplo el hollín.
Al estudiar la distribución espectral de la radiación emitida por un cuerpo negro a diversas
temperaturas, se obtiene un conjunto de curvas como las mostradas en la figura anterior; en ella,
se representa la radiancia energética M en función de las diversas longitudes de onda.

Sin entrar en un desarrollo exhaustivo de este modelo teórico, sí que mencionaremos las
tres leyes fundamentales relacionadas con la radiación térmica del cuerpo negro:
- Ley de Stefan-Boltzman, que estable la radiancia total, Me (es decir, la energía total
emitida por unidad de área y por unidad de tiempo) del cuerpo negro es proporcional a la
cuarta potencia de la temperatura absoluta; esto es:

Me  T 4 (2.5)

Diversas determinaciones experimentales dan para la constante de proporcionalidad, , un


valor de 5,672ꞏ10-8 W/(m2ꞏK4).

- Ley de Wien, que establece que el producto de la longitud de onda, para la cual la
radiancia es máxima, y la temperatura absoluta del cuerpo negro es una constante; esto es:

 mT  2.898ꞏ10 3  mK (2.6)

- Ley de la radiación de Planck, según la cual, admitiendo un comportamiento cuántico


para la radiación térmica, es decir que un cuerpo puede absorber o emitir cantidades de
energía térmica que sean múltiplos de una cantidad discreta conocida como cuanto de
energía y cuyo valor es igual a h, la expresión teórica que da cuenta de las curvas
experimentales obtenidas para la distribución espectral del cuerpo negro, es:

8 3h 8hc 2
Mv  ó bien M  (2.7)
  h     h  
c 2  exp    1  5  exp    1
  kT     kT  

2-4
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

En ella, h es la constante de Planck, k es la constante de Boltzmann y c es la velocidad de


la luz. Recordemos que, en el S. I. de unidades, los valores de las constantes de Planck y de
Boltzmann son: h = 6,626ꞏ10-34 Jꞏs y k = 1,38ꞏ10-23 J/K, respectivamente. Así mismo, la
velocidad de la luz tiene un valor de c = 2,9979ꞏ108 m/s.

EJERCICIO 2.1
Calcular la energía emitida por un cuerpo humano suponiendo que se comporte como un
cuerpo negro, sabiendo que, en promedio, su superficie es de 1.7 m2. Determinar asimismo
la longitud de onda a la que tiene lugar el máximo de emisión.

Por la ley de Stefan-Boltzman sabemos que la energía emitida por metro cuadrado por
cualquier cuerpo es: Me  T 4 . Por tanto, para toda la superficie del cuerpo humano será:

total  1.7ꞏT 4  1.7ꞏ5.672ꞏ10 8 ꞏ(273.15  36) 4  880.8 W

Para calcular la máx haremos uso de la ley de Wien. En este caso:


 máx  2898 / (273.15  36)  9.374 m 

EJERCICIO 2.2
Se desea construir un sensor para observar la estrella gigante roja Betelgeuse en la
constelación de Orión. Indicar a qué longitud de onda debería ser especialmente sensible
dicho sensor si sabemos que su temperatura superficial es de 3500 K. ¿Corresponde ese
máximo a una radiación visible por el ojo humano?

Suponiendo que dicha estrella se comporte como un cuerpo negro podemos hacer uso
nuevamente de la ley de Wien. En este caso obtenemos que:
 máx  2898 / 3500  0.828 m ó 828 nm

Esta radiación está por encima de la percepción humana por lo que no la podríamos ver.
Sin embargo, si consideramos la Ley de Planck, vemos que una estrella a esa temperatura
también emite, aunque con menor intensidad, en otras longitudes de onda que sí pueden
ser observables para el ojo humano.

2-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

2.3 Radiación Solar

Como ya se ha comentado más arriba, el Sol es la principal fuente de energía para nuestro
planeta. Cuando contemplamos el Sol, lo que se ve es un disco brillante y luminoso que recibe
el nombre de fotosfera. Con la ayuda de un telescopio se puede observar en dicha región
manchas oscuras (frías) que reciben el nombre de manchas solares mientras que el resto del
disco está cubierto por una especie de granulaciones brillantes (calientes) que reciben el nombre
de fáculas. Si la fotosfera es eclipsada, bien artificialmente o bien por la Luna, entonces
podemos observar que, además de la fotosfera, el Sol tiene otras tres regiones que reciben los
nombres de: capa invertida, cromosfera y corona. La capa invertida es una capa que se
encuentra por encima de la fotosfera, formada por gases algo más fríos y que es la responsable
de las rayas de absorción de Fraunhofer. La cromosfera está formada fundamentalmente por
átomos de hidrógeno y de helio que se encuentran a baja presión; por otra parte, cuando la
cromosfera es observada en un eclipse solar, se ve que tiene un color rojizo. Finalmente, más
arriba se encuentra la corona solar que tiene un colar blanco luminoso y se extiende millones
de kilómetros hacia el espacio exterior.
Si admitimos que el Sol se comporta como un cuerpo negro, la energía emitida por él
debería satisfacer dicho modelo teórico. En otras palabras, que dicha energía debería satisfacer
las leyes de Stefan-Boltzmann y de Wien. Según la primera, la radiancia total emitida por un
cuerpo negro responde a la ecuación (2.5); dado que el radio solar tiene un valor de,
aproximadamente, Rs = 6.95ꞏ108 m, el flujo energético total, es decir, la energía que por unidad
de tiempo emite el Sol, vendrá dada por la ecuación:

Total  4 RS2 T 4 (2.8)

Para poder calcular este flujo energético, necesitaríamos conocer la temperatura del Sol,
que es un dato no disponible a priori. No obstante, sabemos que el flujo energético que radia el
Sol en todas direcciones debe atravesar cualquier superficie esférica hipotética que sea
concéntrica con el astro rey. En particular debe ser igual al flujo energético que atraviesa una
esfera de radio igual a la “distancia media Sol-Tierra”, cuyo valor es Rm = 1.5ꞏ1011 m. Por lo
tanto:

Total  4 RS2 T 4  4 Rm2 ICS (2.9)

2-6
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

En esta ecuación, ICS se conoce con el nombre de constante solar, y representa la energía
recibida por unidad de tiempo y de superficie en la parte superior de la atmósfera terrestre,
suponiendo que dicha superficie unidad es perpendicular al rayo del Sol. En 1984 fueron
lanzados dos satélites artificiales dotados con unos sensores especiales para medir dicha
constante. Los valores obtenidos oscilaron entre 1364 W/m2 y 1370 W/m2. El valor más
aceptado por la comunidad científica es de 1368 W/m2 (es decir, aproximadamente 1,97
calorías/cm2 min.). Se ha sugerido que la constante solar sufre pequeñas variaciones periódicas
como consecuencia de los cambios que, a lo largo del año, experimenta la distancia Tierra-Sol,
y a que la actividad solar también va cambiando a lo largo del tiempo. En cualquier caso, hoy
se acepta que los errores experimentales cometidos en su medida son del mismo orden de
magnitud que estas posibles variaciones periódicas y que, por lo tanto, son indetectables.
Sustituyendo el valor más aceptado para ICS en la ecuación (2.9), obtenemos una temperatura
para el Sol de 5789 K.
Por otra parte, a partir de la distribución espectral de la radiación solar (que es dato
experimental), es posible obtener la longitud de onda para la cual dicha radiación es máxima.
El valor obtenido es aproximadamente m = 0,501 m. Así pues, admitiendo que se cumple la
ley de Wien, [ec. (2.6)], el cálculo correspondiente da una temperatura para el Sol de 5784 K.
Este resultado coincide prácticamente con el anterior por lo que cabe concluir que es factible el
admitir que el Sol se comporta como un cuerpo negro, al menos dentro de una aproximación
razonable.
Acabamos de mencionar que la energía recibida, por unidad de tiempo y de superficie, en
la parte superior de la atmósfera terrestre tiene un valor aproximado de 1368 W/m2. Por otra
parte, en la Introducción, hemos comentado, aunque brevemente, las diferentes longitudes de
onda que constituyen la banda correspondiente al espectro de la radiación solar. Pues bien, el
diez por ciento de la energía recibida es atribuible a la radiación ultravioleta, es decir
corresponde a la energía transportada por las ondas electromagnéticas cuya longitud de onda
oscila entre 0,19 y 0,4 m; el cuarenta y cinco por ciento de la energía total recibida corresponde
a la luz visible (longitudes de onda comprendidas entre 0,4 y 0,8 m) y el resto, otro cuarenta
y cinco por ciento, corresponde a la radiación infrarroja (longitudes de onda comprendidas entre
0,8 y 3,9 m).

2-7
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2.3.1 Irradiancia solar extraterrestre

La energía que, por unidad de tiempo y de superficie, llega al límite superior de la atmósfera
terrestre, se le suele llamar irradiancia solar extraterrestre, I, y su valor coincide con la constante
solar ICS, anteriormente mencionada, siempre y cuando la superficie unidad sea perpendicular a
la dirección de los rayos solares. En caso contrario, es decir cuando los rayos solares forman un
cierto ángulo con la superficie unidad, la irradiación solar vale:

Ih  ICS sin(h) (2.10)

Figura 2.2. Ángulo de elevación solar h.

El valor del ángulo h depende de la hora del día, de la latitud del lugar y del día del año.
En efecto, es bien sabido que la duración del día es variable en el espacio y en el tiempo, y
depende de la declinación solar () y de la latitud del lugar (L).
Se llama declinación solar, , al ángulo que forman los rayos procedentes del Sol con el
plano ecuatorial. Recordemos que el plano ecuatorial terrestre forma un ángulo fijo de 23º 27’
con el plano de la eclíptica (esto es, el plano correspondiente a la trayectoria descrita por la
Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol).

Figura 2.3. Posición de la Tierra alrededor del Sol en un año.

Según se puede observar en la figura, la declinación, , oscila a lo largo del año entre + 23º
27’ en el solsticio de verano y –23º 27’ en el solsticio de invierno. Por supuesto que en los
equinoccios de primavera y otoño su valor es 0. Los datos correspondientes a la declinación

2-8
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

solar para cada día del año están publicados en el Anuario del Observatorio Astronómico, o
bien pueden ser calculados con bastante aproximación aplicando la siguiente ecuación de
Cooper:

  284  n  
  23.45ꞏsin 2   (2.11)
  365  

en la cual n es el número del día del año, (tomando n = 1 para primer día de enero y n =365
para el 31 de diciembre), obteniéndose el valor de  en grados.

EJERCICIO 2.3
Determinar la declinación solar para los días 173 (22 de junio) y 289 (15 de octubre).

Aplicando la ecuación de Cooper tendremos que:


  284  172  
  23.45ꞏsin 2     23.45ꞏsin(2.504 )  23.45
  365  
  284  289  
  23.45ꞏsin 2     23.45ꞏsin(3.14 )  9.96
  365  

Antes de seguir adelante, recordemos algunos conceptos importantes. Como se sabe, el


cénit de un lugar es el punto de la esfera celeste que se encuentra situado exactamente en la
vertical del mismo; así mismo, se le llama nadir al punto diametralmente opuesto. En la
ecuación (2.10) la altura h del Sol sobre el plano del horizonte del lugar viene dado por la
siguiente ecuación:

sin(h)  sin() sin(L)  cos() cos(L) cos(w ) (2.12)

siendo L la latitud del lugar y w la hora del día; ya sabemos que  representa la declinación
solar. Así mismo, recordemos que el orto de un astro es la hora en que dicho cuerpo celeste
aparece por el horizonte; así mismo recibe el nombre de ocaso la hora en la que se oculta.
Evidentemente, tanto en el orto como en el ocaso se cumple que h = 0º. Por el contrario, h será
máximo cuando el Sol pase por el meridiano del lugar. En este contexto, se suele asignar valor
0 al ángulo horario, w, en el momento en que el Sol pasa por dicho meridiano, tomándose
negativos los valores de w que van desde el orto hasta la altura máxima y positivos los valores

2-9
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comprendidos entre esa altura máxima y el ocaso. Así pues, de la ecuación (2.12) se puede
deducir fácilmente que, para w = 0º:

hmax  90 º L   (2.13)

Más concretamente, cuando  > 0, la altura máxima vale 90º – L +  y cuando  < 0 su valor es
90º – L – . Por otra parte, si h = 0, es decir, en el orto y en el ocaso, fácilmente se deduce que:

sin(L) sin()
cos(w S )     tan(L) tan() (2.14)
cos(L) cos()

siendo wS el ángulo comprendido entre el orto y la altura máxima, es decir, cuando el astro pasa
por el meridiano del lugar. Por lo tanto, la duración del día solar expresado en horas viene dado
por: Nd = 2 wS/15. El dividir por 15 se debe a que, cada hora, el Sol avanza de Este a Oeste 15º
de longitud.

EJERCICIO 2.4
Determinar la hora del amanecer a nuestra latitud (28.5 ºN) para el día 15 de octubre (289)
sabiendo que el sol está en su cénit justo a las 13:52 horas.

Sabemos que en el orto cos(w S )   tan(L) tan()

Aplicando la ecuación de Cooper tendremos que la declinación es:


  284  289  
  23.45ꞏsin 2     23.45ꞏsin(3.14 )  9.96
  365  
Y por tanto:
cos(w S )   tan(28.5) tan(9.96)  0.0953 de donde w S  84.53

Dado que cada hora son 15º ese valor equivale en horas a:
w S  84.53 / 15  5.635 horas y por tanto el amanecer será a las:

13.867  5.635  8.232 horas de la mañana, es decir: 8 h y 14 minutos para ese día

En definitiva, conocida la latitud del lugar, el día del año y la hora del día, estamos en
condiciones de obtener la irradiancia solar, en la parte exterior de la atmósfera terrestre,
aplicando la ecuación (2.10). [Algunos autores llaman insolación no reducida a esta irradiancia
solar].

2-10
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

2.4 La Atmósfera y la Radiación Solar

Si no existiese atmósfera, toda la energía procedente del Sol llegaría hasta la superficie de
la Tierra, el planeta debería alcanzar una temperatura de equilibrio y a partir de ese momento
el balance global de energía debería ser nulo. Por otra parte, no toda la radiación que llega a la
superficie del planeta es absorbida por el mismo, sino que existe un porcentaje de dicha
radiación que es reflejada de nuevo hacia el espacio exterior. Pues bien, a esa porción de energía
reflejada se le conoce con el nombre de albedo del planeta. En el caso de la Tierra, su valor es
aproximadamente 31, es decir que un 31% de la energía recibida es reflejada de nuevo sin que
se produzca ningún cambio en la misma. No obstante, este valor debe entenderse como un valor
promedio. Otros planetas, como Venus o Marte tienen albedos con valores de 75 y 15%,
respectivamente.
Admitiendo, pues, que no exista atmósfera y que la Tierra se comporte como un cuerpo
negro, es fácil calcular la temperatura de equilibrio, conocida la constante solar ICS. En efecto,
la energía absorbida por unidad de superficie, en la unidad de tiempo, viene dada por:
0.69∙ICS. Por lo tanto, la energía absorbida por toda la Tierra en el mismo tiempo equivale al
flujo energético que llega a un círculo máximo de área R2. Así mismo, según la ley de Stefan-
Boltzmann, el flujo energético total emitido por la Tierra viene dado por 4R2T4. Igualando
ambos flujos, para que el balance global de energía sea nulo, se obtiene el valor de la
temperatura de equilibrio.

R 2 0.69ICS  4 R 2 T 4 (2.15)

Figura 2.4. Círculo máximo o proyección del área de la Tierra a la que llega el flujo solar.

Concretamente, la temperatura obtenida es de 254 K, aproximadamente; es decir, una


temperatura de equilibrio de –19 ºC. Dado que, en la actualidad, la temperatura media de la
superficie terrestre puede estimarse en unos 15 ºC, debe existir alguna circunstancia que
justifique esta discrepancia. Es fácil comprender que dicha circunstancia no es otra que la

2-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

existencia real de la atmósfera. No obstante, el resultado anterior nos sirve para estimar la
temperatura que debe existir en la superficie de la Luna; en efecto, como nuestro satélite carece
de atmósfera, en su superficie debe existir una temperatura en torno a los –20 ºC (suponiendo
igual albedo y distancia al Sol).
La atmósfera, pues, actúa como una auténtica pantalla protectora. En ella, la radiación
electromagnética que, procedente del Sol, llega a su capa más externa, experimenta procesos
de absorción, difusión, reflexión y transmisión cuando la atraviesa. En efecto, hoy en día
sabemos que el ozono existente en la estratosfera absorbe prácticamente toda la energía solar
asociada a la banda espectral correspondiente al ultravioleta. Por otro lado, el vapor de agua y
el dióxido de carbono de la troposfera ocasionan bandas de absorción en el infrarrojo.
Ocasionalmente, el humo, el polvo y otras partículas en suspensión dan lugar a otros tipos de
absorciones. En cualquier caso, siempre que se absorbe energía, lo que se hace es transformar
la energía radiante en otras formas de energía.
No siempre que un rayo de Sol encuentra en su trayectoria partículas en suspensión se
producen fenómenos de absorción. En efecto, dependiendo del tamaño de la partícula, además
de los procesos de absorción antes mencionados, también se pueden producir fenómenos de
dispersión que consiste en cambios en la dirección de propagación del rayo. En este caso,
cuando la radiación incide sobre una partícula, dicha radiación se dispersa emergiendo en todas
las direcciones (dispersión primaria). Verdaderamente este es un fenómeno complejo en el que
no vamos a profundizar; no obstante, conviene mencionar que la cantidad de energía dispersada
en una determinada dirección depende del tipo y del tamaño de las partículas. Así, cuando la
difusión es originada por las moléculas del aire, la intensidad de dicho fenómeno es
inversamente proporcional a la cuarta potencia de la longitud de onda, según la ley de dispersión
de Rayleigh: IR  -4. Precisamente, esta ley viene a justificar el hecho de que este fenómeno se
produzca de manera más ostensible en la banda izquierda del espectro visible, lo que explica el
color azul del cielo despejado.
Además de estos fenómenos de absorción y difusión que acabamos de mencionar, también
debemos considerar los fenómenos de reflexión y refracción en la atmósfera. Así, por ejemplo,
es bien sabido que tanto las gotitas de agua como los cristales microscópicos de hielo que
existen en las nubes están asociados con fenómenos de reflexión. Todos estos fenómenos vienen
a justificar el balance energético que, en relación con la radiación solar, se establece en el
sistema superficie-atmósfera terrestre. En efecto, utilizando unidades arbitrarias para la
irradiancia, se estima que, en un cielo despejado, de cien unidades que llegue a las capas altas
de la atmósfera:

2-12
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

a) Un 2% del total es absorbido por el oxígeno y el ozono de la estratosfera.


b) Un 20% es radiación difundida por la atmósfera. Se puede admitir que la mitad de esta
energía vuelve al espacio exterior y la otra mitad es transmitida hacia la superficie terrestre.
c) Un 21% es radiación absorbida en la troposfera especialmente por el agua y las partículas
de polvo que existen en ella.
d) El 57% restante es energía que llega al suelo; no obstante, de este valor, un 47% es
absorbido por el suelo, mientras que el 10% restante es devuelto al espacio exterior.

Según los promedios anteriores, resulta que, de las 100 unidades, 2 son absorbidas en la
estratosfera, 21 son absorbidas en la troposfera, 57 son absorbidas por el suelo y las 20 restantes
son reflejadas hacia el espacio exterior, radiación que está relacionada con el albedo del planeta
en estas condiciones.
Si se trata de un cielo con nubes, los porcentajes cambian de manera sustancial. En efecto,
en este caso, de 100 unidades arbitrarias que lleguen del espacio exterior, resulta que:
a) Un 2% es absorbido de nuevo por la estratosfera.
b) Un 17% es absorbido por el aire en la troposfera.
c) Un 50% es interceptado por las nubes, de forma que de él:
1. Un 2% es absorbido por las nubes.
2. Un 25% es reflejado hacia el espacio exterior.
3. Y el 23% restante es transmitido hacia la superficie terrestre.
d) Un 19% es radiación directa que llega al suelo. De ella, un 2% es reflejada de nuevo
hacia el espacio exterior.
e) Finalmente, un 12% difundido por las moléculas del aire. De ella, un 7% vuelve al
espacio exterior y el 5% restante es transmitida al suelo.

Por lo tanto, de las 100 unidades que llegan del espacio exterior, en un cielo con nubes, 21
son absorbidas por la atmósfera (2 por la estratosfera, 2 por las nubes y 17 por el aire de la
troposfera); 45 llegan a la superficie terrestre (5 por difusión, 17 por radiación directa y 23 por
radiación transmitida desde las nubes). Finalmente, las 34 unidades restantes son energía
devuelta al espacio exterior (25 por reflexión de las nubes, 7 unidades procedentes de la difusión
y 2 reflejadas por el suelo), que coincidirá con el albedo del planeta en estas condiciones. No
obstante, conviene aclarar que la energía reflejada por las nubes, es decir, su albedo, puede
oscilar entre 0,2 y 0,9 según sea el espesor de la nube (a mayor espesor, mayor capacidad de

2-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

reflexión) y su naturaleza (esto es, que la nube esté formada por cristales microscópicos de
hielo, como son los cirros, o bien por gotitas microscópicas de agua, como son las nubes bajas).

2.5 Radiación Terrestre

Si se admite que la temperatura media de la Tierra es de 15 ºC (esto es, 288 K) y además


se supone que la emisión de radiación térmica por parte de la Tierra responde al modelo teórico
del cuerpo negro, se obtiene una distribución espectral similar a la del Sol, pero con longitudes
de onda pertenecientes al infrarrojo. Concretamente, la banda espectral correspondiente a la
radiación terrestre se extiende desde las 4 hasta las 80 m, con un máximo en torno a las 10
m. Así mismo, aplicando la ley de Wien a esta longitud de onda máxima se obtiene una
temperatura representativa de la Tierra, conocida como “temperatura de color”. Su valor es de
289,7 K, que como se ve está muy próximo al valor considerado como temperatura media del
planeta.
Un estudio sobre los fenómenos de absorción que tienen lugar en la atmósfera en relación
con la radiación térmica emitida por la superficie terrestre, nos lleva a que:
1) Para longitudes de onda próximas a 4,3 m, existe una estrecha banda de absorción
debida al dióxido de carbono.
2) Entre 5 y 8 m se sitúa otra banda de absorción que, en este caso se debe al vapor de
agua.
3) Entre 13,5 y 17 m existe una fuerte banda de absorción debida al dióxido de carbono.
4) Finalmente, todas las radiaciones del espectro infrarrojo con longitudes de onda igual o
mayor que 24 m, son absorbidas por el vapor de agua.

De lo anterior, cabe afirmar que, de todo el espectro correspondiente a la radiación térmica


emitida por la superficie de la Tierra, sólo hay dos bandas para las cuales la energía radiada no
es retenida por la atmósfera, escapando al espacio exterior: una de las bandas corresponde a
radiaciones cuyas longitudes de onda están comprendidas entre 8 y 13,5 m y la otra para
longitudes de onda comprendidas entre 17 y 24 m. Por esta razón, se suele decir que, para
cada uno de esos intervalos de longitudes de onda, existe una “ventana atmosférica” al espacio
exterior. Es importante destacar que, de las dos ventanas, la primera es la que radia más energía
al espacio exterior y además contiene aquellas longitudes de onda para las cuales la intensidad
de radiación es máxima.

2-14
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

De todo lo expuesto hasta ahora, se desprende que, el contraste entre la semitransparencia


de la atmósfera para la radiación solar y su casi total opacidad para la radiación terrestre, es lo
que explica lo que se conoce como “efecto invernadero”.
Para hacer un balance energético similar a los realizados con la radiación solar, conviene
tener en cuenta que, para una temperatura de 288 K, y aplicando la ley de Stefan-Boltzmann,
se obtiene un valor para la emisión de energía térmica igual a 390 W/m2. Por otra parte, se sabe
que, por término medio, el valor de la irradiancia solar en las capas altas de la atmósfera es de
342 W/m2. Recordemos que a este irradiancia media es a lo que se le ha asignado el valor 100
en el apartado anterior. Esto quiere decir que, manteniendo estas unidades arbitrarias, a los 390
W/m2 de la radiación terrestre le corresponde un valor de 114 unidades. Así pues, apoyándonos
en estas estimaciones empíricas, estamos en condiciones de poder establecer el balance
energético correspondiente a la radiación térmica terrestre.
En efecto, en lo que se refiere a la superficie terrestre:
a) Un 114% es energía radiada por el suelo a la atmósfera.
b) Un 10% es calor que pasa de la Tierra a la atmósfera por convección y turbulencia.
c) Un 23% es calor que pasa de la Tierra a la atmósfera por evaporación.
d) Un 6% es energía radiada directamente desde el suelo al espacio exterior.
e) Un 106% es energía reenviada por la atmósfera al suelo.

En la atmósfera:
a) Se recibe un 147% procedente del suelo, suma de los a), b) y c) anteriores.
b) Un 60% es energía radiada por la atmósfera al espacio exterior.
c) Un 106% es energía reenviada por la atmósfera al suelo [punto e) anterior].

Todo el balance anterior ha sido realizado en el caso de un cielo con nubes, de manera que
es fácil comprobar que la energía emitida al espacio exterior por la Tierra en forma de radiación
infrarroja es un 66%. Si recordamos que el albedo, en estas mismas circunstancias, era de un
34%, (ver apartado 2.4) la suma de ambos porcentajes nos da cien. En resumen, que por cada
100 unidades de energía que llega a la Tierra procedente del espacio exterior, ésta emite a su
vez otras cien unidades de energía, de manera que, de esta forma, se asegura el equilibrio
térmico en el planeta.

2-15
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2.6 El Ciclo de la Energía Atmosférica

Ya hemos visto que la energía procedente del Sol llega a la Tierra, principalmente, en forma
de radiación electromagnética, y lo mismo ocurre con la energía térmica que emite el planeta
hacia el espacio exterior, si bien con la diferencia de que mientras la radiación solar está
formada por longitudes de onda corta, la radiación terrestre lo está por longitudes de onda larga.
Por otra parte, la experiencia demuestra que, a lo largo de un año, la temperatura media del
planeta permanece estacionaria, por lo tanto, esto quiere decir que, a escala planetaria, debe
existir compensación entre los flujos de energía entrante y saliente, referidos a un año.
No obstante, cuando se considera por una parte la superficie terrestre, y por otra la
atmósfera, entonces el razonamiento anterior ya no es válido, pues además de la energía de
radiación es necesario tener en cuenta otras formas de energía. Analicemos brevemente esta
cuestión. Aunque la fuente principal de la energía atmosférica está en el Sol, para poder
comprender mejor el ciclo de la energía en el seno de la misma, conviene considerar a la
superficie terrestre como origen del ciclo. Llegado a este punto, es importante recordar que la
troposfera es prácticamente transparente a la radiación solar y, sin embargo, no lo es a la
radiación terrestre. Así pues, la energía radiante que recibe la troposfera procedente del suelo,
se invierte no sólo en aumentar la energía interna del aire y en el calor latente de cambios de
fase (vaporización), sino también en aumentar su energía geopotencial y su energía cinética. En
efecto, cuando aumenta la energía interna de una masa de aire, como veremos en el próximo
capítulo, aumenta su temperatura y, como consecuencia de ello, la masa de aire sufre un proceso
de dilatación que implica un aumento en la altura de su centro de gravedad; esto supone, a su
vez, un aumento de la energía potencial gravitatoria en la masa de aire, energía esta que en
meteorología recibe el nombre de geopotencial. Por otra parte, los cambios térmicos producidos
en diferentes masas de aire, pueden dar lugar a diferencias de presión entre las mismas que, a
su vez, son el origen de movimientos entre esas masas de aire que implican la presencia de
energía cinética.
Así pues, cuando se habla del ciclo energético en la atmósfera, además de la energía
radiante, (que es a la que fundamentalmente nos hemos referido en este capítulo) deberemos
tener presente las variaciones de energía interna que se producen en las masas de aire, los
calores latentes de cambios de fase (vaporización – condensación) los cambios de energía
geopotencial y la existencia de energía cinética.

2-16
2. Radiación y Balance Energético Meteorología

Figura 2.5. Equilibrio de radiación según la latitud.

En el apartado 2.3, se ha visto que, a lo largo del año, la cantidad de energía radiante
recibida en los diferentes lugares de la superficie terrestre es distinta, dependiendo dicha
cantidad de la latitud del lugar. Por otra parte, existen datos empíricos que permiten asegurar
que entre los 35º de latitud Sur y los 40º de latitud Norte, hay un exceso de energía entrante
frente a la energía saliente, mientras que, entre esas latitudes y sus respectivos polos, hay un
déficit de energía entrante frente a la saliente. La figura muestra este hecho. Hoy se sabe que,
por ejemplo, en el hemisferio Norte, para que existiese equilibrio entre ambas energías sería
necesarios que el ecuador estuviese 14 ºC más caliente y el polo Norte 25 ºC más frío. Estos
datos nos sugieren que el exceso de energía calorífica recibida en las latitudes bajas del sistema
Tierra-troposfera, debe ser transferida a las regiones con déficit. Pero, ¿cuáles son los
mecanismos de transferencia de energía? No cabe duda que su conocimiento es esencial, ya que
en ellos se encuentra el origen de las corrientes oceánicas y de la mayoría de los fenómenos
atmosféricos. De ahí que la investigación meteorológica actual vaya dirigida en esa dirección.
Para terminar, conviene indicar que en los próximos capítulos se estudiarán los diferentes
principios físicos que permiten comprender algunos de estos mecanismos de transferencia.

2-17
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

3 VARIABLES E INSTRUMENTACIÓN METEOROLÓGICAS:


TEMPERATURA
3.1 Concepto y Medida de la Temperatura

Se puede definir la temperatura de un objeto como aquella magnitud que mide la energía
en forma de calor que posee un cuerpo y, cualitativamente, viene determinada por la sensación
de caliente o frío al estar en contacto con él. Esto es fácil de demostrar cuando dos objetos se
colocan juntos (contacto térmico), el objeto caliente se enfría mientras que el más frío se
calienta hasta un punto en el cual no ocurren más cambios, y para nuestros sentidos, ambos
tienen el mismo grado de calor. Cuando el cambio térmico ha parado, se dice que los dos objetos
(sistemas) están en equilibrio térmico. Entonces podemos definir la temperatura de un sistema
diciendo que es aquella propiedad física que es igual para ambos sistemas cuando están en
equilibrio térmico.

Figura 3.1. Equilibrio termodinámico

El ser humano puede sentir la temperatura, pero no medirla. Es por ello que debemos
recurrir a instrumentos que nos lo permitan hacer. Nos ayudaremos de las propiedades físicas
de distintos elementos para poder medir la temperatura:
1. Dilatación de un líquido
2. Variación de presión de un gas a volumen constante
3. Variación de una resistencia eléctrica
4. … (Ver tabla siguiente).

3-1
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Figura 3.2. Diferentes dispositivos para la medida de la temperatura.

3-2
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

Por simplicidad, sólo vamos a tener en cuenta el primer método. En él se basan los
termómetros convencionales, donde se mide la dilatación de ciertos líquidos como una función
lineal de temperatura.
Existen diferentes escalas prácticas de temperaturas:
1. Centígrada o Celsius: Se basa en el cambio de estado del agua.
Toma el valor de 0 ºC para el punto de fusión del hielo puro y el valor
de 100 ºC para el punto de ebullición del agua. El intervalo entre ambos
puntos es de 100 grados centígrados (ºC).

2. Fahrenheit: Es la escala usada en los países anglosajones. En este


caso se toman como valores de referencia, el punto de fusión del hielo
puro a 32 ºF y el de ebullición del agua pura a nivel del mar como
212 ºF. La diferencia entre estos dos valores extremos es de 180 ºF
(grados Fahrenheit)
3. Kelvin o Absoluta: Esta escala no contiene valores negativos. El
límite teórico inferior de esta escala no se puede alcanzar,
interpretándose los 0 K (Kelvin) como el estado energético más bajo que
pueden llegar a alcanzar las moléculas de la materia. El límite superior
se corresponde a la temperatura del punto triple del agua, donde
coexisten los estados sólido, líquido y gaseoso. En 1933, El Comité
Internacional de Pesos y Medidas, le asignó a este punto fijo el valor de
273,16 K.
Para la conversión de unas escalas a otras debemos tener en cuenta los puntos de referencias
comunes entre ellas y el número de divisiones.

Conversión de Fahrenheit a Centígrados: C = (100 / 180) (F – 32) = (F – 32) / 1,8


Conversión de Centígrados a Fahrenheit: F = (180 / 100) (C) + 32 = 1,8 C + 32
Conversión de Centígrados a Kelvin: K = 273,16 + C

3-3
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Figura 3.3. Escalas termométricas más habituales

3.2 Termómetros

Un termómetro es un instrumento que mide la temperatura de un sistema en forma


cuantitativa. Una forma fácil de hacerlo es encontrando una sustancia que tenga una propiedad
que cambie de manera regular con la temperatura. La manera más "regular" es de forma lineal:
T(x)=ax+b. Donde T es la temperatura y cambia con la propiedad x de la sustancia. Las
constantes a y b dependen de la sustancia usada y deben ser evaluadas en dos puntos de
temperatura específicos sobre una escala. Por ejemplo, el mercurio es líquido dentro del rango
de temperaturas de –38,9 °C a 356,7 °C. Como un líquido, el mercurio se expande cuando se
calienta, esta expansión es lineal y puede ser calibrada con exactitud.

Figura 3.4. Termómetro de mercurio

3-4
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

El dibujo del termómetro de vidrio de mercurio ilustrado arriba contiene un bulbo fijo con
mercurio (bulb) que le permite expandirse dentro del capilar. Esta expansión fue calibrada sobre
el vidrio del termómetro.
Normalmente, los termómetros a bordo, se deberían ubicar siempre en abrigos
termométricos o garitas donde el aire circule libremente, para evitar que las mediciones se vean
afectadas por la radiación reemitida por la cubierta del buque o por la radiación solar directa.

3.2.1 Termómetro de máxima

Es un termómetro convencional de mercurio que tiene un estrechamiento cerca del


depósito. El mercurio cuando se dilata pasa sin dificultad por el estrechamiento, pero al bajar
la temperatura impide su paso, marcando la columna la graduación máxima alcanzada. Un
ejemplo típico de este tipo de termómetros es el clínico. Para devolverlo a la normalidad
debemos sacudirlo o centrifugarlo.

Figura 3.5. Termómetro de máxima

3.2.2 Termómetro de mínima

Para medir temperaturas muy bajas debemos hacer uso de otro elemento diferente al
mercurio, ya que este se solidifica a –38,9 ºC. Normalmente el alcohol será el material de
referencia para estos termómetros. El siguiente gráfico muestra la estructura típica de un
termómetro de mínima. En el interior del capilar se introduce un índice de hierro esmaltado,
que permite el paso del líquido cuando la temperatura sube y que, en cambio es arrastrado por
el menisco cuando baja, quedando estacionario en la posición más baja. La lectura se hace en
el extremo del índice más alejado del depósito.

Figura 3.5. Termómetro de mínima

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3.2.3 Termómetro de máxima y mínima, o de Six

Es un termómetro de alcohol en forma de U. La parte inferior está llena


de mercurio que sirve para transmitir los movimientos de contracción y
dilatación a los índices suspendidos en columnas de alcohol a derecha e
izquierda. Cuando aumenta la temperatura, el alcohol del depósito de la
izquierda se dilata empujando a la columna de mercurio, junto con el índice
de máxima. En este movimiento, el alcohol de la rama derecha pasa al
depósito superior mientras que el de la izquierda fluye alrededor del índice de
mínima sin arrastrarlo. Cuando la temperatura baja ocurre lo contrario, de
forma que el índice de máxima se queda en su sitio y el de mínima se desplaza
hacia el depósito superior izquierdo. La lectura se hace siempre en los
extremos de los índices más alejados de los depósitos.

3.3 Temperatura del Aire

La principal fuente de energía en el sistema Tierra-Atmósfera es el Sol, por lo tanto, la


temperatura del aire atmosférico dependerá de la cantidad de energía que este reciba o ceda.
Los principales mecanismos por los que se puede transferir esta energía (calor en definitiva)
son los siguientes:
1. Radiación: Ver Tema 2.
2. Conducción: La energía se transmite de un cuerpo a otro por contacto directo,
mediante la transmisión del movimiento de las moléculas adyacentes. Por ejemplo, el
aire se calienta cuando se encuentra en contacto con superficies soleadas. Los
fenómenos de conducción acompañan normalmente a los movimientos horizontales de
masas de aire.
3. Convección: La energía se transmite mediante el transporte de masa en fluidos.
Cuando el aire se calienta aumenta su volumen, por lo tanto, disminuye su densidad
haciéndose más ligero por lo que tiende a ascender a capas más altas. El fenómeno
contrario ocurre si se enfría. Toda expansión de un gas (el aire) supone enfriamiento y
toda compresión, calentamiento, sin embargo, en ninguno de los dos casos, la variación
de temperatura se ha producido por cesión o aporte de calor con el exterior.

3-6
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

3.4 Variaciones de Temperatura

La cantidad de energía solar recibida en una región dada de nuestro planeta es función de
la hora del día, la estación del año y la posición geográfica (latitud). Estas diferencias de
radiación provocan cambios de temperatura, sin embargo, la temperatura también puede
cambiar debido al tipo de superficie terrestre o a la altura a la que nos encontremos.

3.4.1 Variación diurna

Se define como el cambio de temperatura entre el día y la noche producido por la rotación
de la Tierra. El máximo se suele medir unas dos o tres horas después del mediodía y el mínimo
coincide aproximadamente con el amanecer.

Figura 3.6. Variación diaria de la temperatura.

3-7
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3.4.2 Variación latitudinal

Se produce una distribución natural de la temperatura sobre la esfera terrestre debido a que
el ángulo de incidencia de los rayos solares varía con la latitud.

Figura 3.7. Diferencias de temperatura debido a la variación latitudinal.

3-8
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

3.4.3 Variación estacional

Esta característica de la temperatura se debe al hecho de que la Tierra da una vuelta


alrededor del Sol una vez al año, produciendo las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño
e invierno. Hay que tener en cuenta que el eje de rotación de la Tierra está inclinado unos 23º
con respecto al plano de su órbita, por lo tanto, el ángulo de incidencia de los rayos solares
variará estacionalmente, pero en forma diferente para ambos hemisferios (norte y sur). El
hemisferio norte es más cálido que el hemisferio sur los meses de junio, julio y agosto porque
recibe más energía solar, mientras que en los meses de diciembre, enero y febrero es justo al
contrario.

Figura 3.8. Diferencias de temperatura debido a la variación estacional.

3.4.4 Variación según el tipo de superficie

La distribución de océanos y superficies continentales produce un efecto muy importante


en la variación de la temperatura debido a sus diferentes capacidades de absorción y emisión
de la radiación. Las áreas cubiertas por agua experimentan menos variaciones de T que las
terrestres, alcanzándose amplitudes del orden de 10 ºC entre máximas y mínimas. Así mismo,
las regiones boscosas actúan de manera similar a las masas de agua, actuando cómo un aislante
para la transferencia de calor entre la Tierra y la atmósfera. En cambio, en las regiones áridas,
son frecuentes las grandes variaciones de T, pudiéndose alcanzar diferencias entre T máximas
y mínimas superiores a los 50 ºC. El viento a su vez, es un factor muy importante en la variación
de T. En áreas donde los vientos proceden predominantemente de zonas húmedas u oceánicas,
la amplitud de T es generalmente pequeña, como nos sucede habitualmente en las islas

3-9
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Canarias, mientras que la amplitud suele ser grande cuando el viento procede de zonas
continentales, desérticas o áridas.

Figura 3.9. Diferencias de temperatura según el tipo de superficie.

3.4.5 Variación con la altura

Como ya hemos visto en la lección anterior, en la troposfera, donde se producen casi todos
los procesos meteorológicos, la T disminuye normalmente con la altura. Este descenso se
denomina gradiente térmico vertical (), que se define como el cociente entre la variación de T
y la variación de altura entre dos niveles,  = dT/dz, donde z se refiere a la altura. A pesar de
que este gradiente varía en función del lugar y el tiempo, se puede fijar un valor medio de
0,65 ºC por cada 100 m para la troposfera y aproximadamente 0 ºC para la estratosfera.

3-10
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

 permite deducir la temperatura T a una altura z, conocida la temperatura a nivel del mar
(T0) o viceversa mediante la expresión:

T = T0 – ꞏz (3.1)

Decimos que  es positivo cuando la T disminuye con la altura, y  será negativo cuando
T aumente con la altura.
En algunas ocasiones ocurre esto último, tenemos entonces lo que conocemos con el
nombre de inversión térmica.

3.5 Inversiones Térmicas

Una inversión se produce cuando la temperatura del aire aumenta con la altura. Esta
situación es muy común pero generalmente está confinada a una capa relativamente superficial.
Los cuatro tipos de inversión principales se deben a diversas interacciones atmosféricas y
presentan diferentes períodos de duración.

3.5.1 Inversión por radiación

La inversión por radiación es el tipo más común de inversión superficial y se produce con
el enfriamiento acelerado de la superficie terrestre. A medida que la Tierra se enfría, la capa de
aire cercana a la superficie también lo hace. Si este aire se enfría a una temperatura menor que
la del aire de la capa superior, se vuelve muy estable y la capa de aire cálido impide cualquier
movimiento vertical.
Las inversiones por radiación generalmente se producen desde las horas finales de la tarde
hasta las primeras de la mañana, con el cielo despejado y vientos calmados, cuando el efecto de
enfriamiento es mayor. Las mismas condiciones que conducen a las inversiones nocturnas por
radiación, determinan la inestabilidad durante el día. Los ciclos de inestabilidad a lo largo del
día e inversiones durante la noche son relativamente comunes. Por consiguiente, los efectos de
las inversiones por radiación generalmente son de corta duración. La siguiente figura ilustra
este ciclo diurno.

3-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 3.10. Inversión por radiación.

Sin embargo, en algunos casos el calentamiento diario que sigue a una inversión nocturna
por radiación puede no ser lo suficientemente fuerte para disminuir la capa de inversión. Por
ejemplo, una niebla espesa puede acompañar la inversión y reducir el efecto de la luz solar al
día siguiente. En condiciones adecuadas, pueden generarse varios días de inversión por
radiación con altas concentraciones de contaminantes. Es muy probable que esta situación
ocurra en un valle cerrado, donde el movimiento nocturno descendente del aire frío puede
reforzar una inversión por radiación y propiciar la formación de niebla.

3.5.2 Inversión por subsidencia

La inversión por subsidencia generalmente está asociada con los anticiclones (sistemas de
alta presión). El aire de un anticiclón desciende y fluye hacia afuera con una rotación que sigue
la dirección de las agujas del reloj. A medida que el aire desciende, la mayor presión existente
en altitudes menores lo comprime y calienta en el gradiente vertical adiabático seco. Por lo
general, este calentamiento se produce en un gradiente más acelerado que el gradiente vertical
ambiental. Durante el día, la capa de inversión resultante de este proceso con frecuencia se
eleva a cientos de metros sobre la superficie. Durante la noche, la base de una inversión por
subsidencia generalmente desciende, pudiendo llegar incluso hasta el suelo, debido al
enfriamiento del aire superficial. Así, los días despejados y sin nubes característicos de los

3-12
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

anticiclones propician las inversiones por radiación, de modo que se puede producir una
inversión superficial durante la noche y una elevada durante el día. Si bien la capa de mezcla
que se encuentra debajo de la inversión puede variar diariamente, nunca será muy profunda.

Figura 3.11. Inversión por subsidencia.

A diferencia de las que se producen por radiación, las inversiones por subsidencia tienen
una duración relativamente larga. Esto se debe a su relación tanto con los anticiclones
semipermanentes centrados en cada océano como con los anticiclones migratorios de
movimiento lento.

3.5.3 Inversión frontal

Esta inversión está relacionada tanto con los frentes fríos como con los cálidos
(entrampamiento frontal). En el avance de cada frente, el aire frío desplaza al cálido, de modo
que se produce una circulación vertical mínima en la capa de aire frío más cercana a la
superficie.

Figura 3.12. Inversión frontal.


3-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

La fuerza de la inversión depende de la diferencia de temperatura entre las dos masas de


aire. Como los frentes se mueven horizontalmente, los efectos de la inversión generalmente
duran poco y la falta de movimiento vertical suele compensarse con los vientos relacionados
con el paso frontal. Sin embargo, cuando los frentes se vuelven estacionarios, las condiciones
de inversión pueden prolongarse.

3.5.4 Inversión por advección

Las inversiones por advección están relacionadas con el flujo horizontal del aire cálido.
Cuando este se mueve sobre una superficie fría, los procesos de conducción y convección
enfrían el aire más cercano a la superficie y conducen a una inversión basada en la superficie.
Este tipo de inversión es más común durante el invierno, cuando el aire cálido pasa sobre una
superficie cubierta de nieve o extremadamente fría.

Figura 3.12. Inversión por advección.

Otro tipo de inversión por advección se produce cuando el aire cálido es impulsado sobre
la parte superior de una capa de aire frío. Este tipo de inversión es común en las pendientes a
sotavento de las cordilleras, donde el aire cálido de barlovento desplaza al aire frío de sotavento.
Ambos tipos de inversiones son verticalmente estables, pero pueden presentar vientos fuertes
bajo la capa de inversión.

3-14
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

Figura 3.13. Inversión por advección.

3.6 Perfiles Verticales de Temperatura de Atmósferas Limpias

En la siguiente figura se representan los perfiles de temperatura de seis atmósferas estándar


que difieren significativamente unos de otros. No es sorprendente que la atmósfera de Invierno
Sub-Ártico tenga la temperatura más fría en superficie. Las atmósferas de verano tropicales y
de latitudes medias tienen las temperaturas superficiales más cálidas. En la tropopausa, la
temperatura de la atmósfera tropical es las más fría y la temperatura de la atmósfera de Verano
Sub-Ártico la más cálida. También se muestra el perfil típico de EE.UU. 1976 que proporciona
una mediana efectiva del conjunto de perfiles.

Figura 3.14. Perfiles estándar de temperatura.

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3.7 Superficies Isotermas

El campo de temperaturas de la atmósfera, considerada en sus tres dimensiones, se


representa por medio de superficies isotermas, que son aquellas superficies del espacio cuyos
puntos tienen idéntica temperatura en un instante dado. En una atmósfera estable, homogénea
y en reposo total, estas superficies serían concéntricas a la Tierra. Sin embargo, las superficies
isotermas reales no son superficies regulares. Debido a la radiación del sol (que origina una
fuente fría en los Polos y otra caliente en el Ecuador), la desigual repartición de los continentes,
el contenido de humedad y otros factores las isotermas son irregulares. Se deben considerar
como superficies elásticas irregulares, con grandes elevaciones (en áreas calientes) y
depresiones (en las áreas frías) que además cambian de forma continuamente.
En la siguiente figura se representan la estructura térmica tridimensional del huracán Isabel.
Cada superficie coloreada representa una capa isoterma, en rojo = 17 ºC, naranja = 0 ºC y en
amarillo = –10 ºC. Esta imagen es resultado del sensor Atmospheric Infrared Sounder a bordo
del satélite Aqua en septiembre de 2003.

Figura 3.15. Superficies isotermas para 17 ºC (rojo), 0 ºC (naranja) y –10 ºC (amarillo).

3-16
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

3.8 Líneas Isotermas

Son las líneas que unen los puntos en los que en un momento dado se registra la misma
temperatura. En una atmósfera estable, homogénea y en reposo total, estas líneas serían
paralelas entre sí y no presentarían ninguna irregularidad. Pero al igual que las superficies
isotermas, eso no ocurre en la realidad. En las siguientes gráficas podemos encontrar un ejemplo
de mapa de líneas isotermas de interés en meteorología, como es el caso de la altura de 850 hPa
(aprox. 1500 m). Mientras que en el segundo caso se representan las isotermas a nivel global y
para un promedio del mes de enero (de interés climatológico).

Figura 3.16. Líneas isotermas para 850 hPa (arriba) y promedio para enero (debajo).

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

3.9 Ecuador Térmico

Es la línea que resulta de unir los puntos de la tierra que alcanzan un máximo de
temperatura media anual para cada meridiano. Esta línea no es una isoterma. Debido a que las
temperaturas locales son sensibles al relieve orográfico, al tipo de superficie y de las corrientes
oceánicas, no es posible establecer una línea fija del ecuador térmico (como probablemente sí
pudiera hacerse si la superficie de la Tierra fuera uniforme en composición y careciera de
importantes diferencias en el relieve), por este motivo, la localización del ecuador térmico es
bastante diferente a la del Ecuador geográfico. En las siguientes figuras, las líneas rojas
muestran el ecuador térmico en enero (arriba) y en julio (debajo).

Figura 3.17. Ecuador térmico en enero (arriba) y en julio (debajo).

3-18
3. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Temperatura Meteorología

El ecuador térmico se localiza aproximadamente en la región denominada ITCZ (Inter


Tropical Convergence Zone), pero no son lo mismo. Esta es una franja de bajas presiones en la
que confluyen los vientos alisios del sureste y del noreste. Debido a las altas temperaturas, las
masas de aire son forzadas a ascender originando abundante nubosidad y fuertes
precipitaciones, algunas acompañadas de descargas eléctricas. La ITCZ no es uniforme ni
continua, se puede interrumpir y su grosor variar de un sitio a otro, también varía su
comportamiento en zonas marítimas y continentales (ver siguiente figura).

Figura 3.18. Zona de Convergencia InterTropical (ITCZ) y su variación estacional.

3-19
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

4 VARIABLES E INSTRUMENTACIÓN METEOROLÓGICAS:


PRESIÓN ATMOSFÉRICA
4.1 Concepto de Presión

La presión atmosférica es el peso de una columna de aire que tiene como base la unidad de
superficie y como altura la de la atmósfera. Es una de las variables meteorológicas que más
importancia tiene para el estudio de la atmósfera.

4.2 Unidades de Presión

Las primeras medidas de la presión atmosférica se refieren al experimento realizado por


Torricelli en 1643. Torricelli, discípulo de Galileo1, llenó de mercurio un tubo de vidrio de 1
metro de largo aproximadamente, luego le dio la vuelta tapando con un dedo el extremo abierto
del tubo y lo introdujo verticalmente en un recipiente también lleno de mercurio.

Figura 4.1. Experiencia de Torricelli

1
Galileo comprobó en 1640 que aire pesaba; para ello pesó con y sin aire una burbuja de cristal.

4-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Observó como la columna de mercurio descendía hasta alcanzar una altura de unos
760 mm sobre el nivel del mercurio de la cubeta, dejando un volumen vacío en el extremo del
tubo (vacío de Torricelli o cámara barométrica). Torricelli dedujo que la presión ejercida por la
atmósfera sobre la superficie libre de mercurio de la cubeta era suficiente para equilibrar la
presión ejercida por la columna. La altura de dicha columna constituye una medida de presión
atmosférica.
Las principales unidades de presión son las siguientes:

1. Milímetros de Hg: También conocida por el nombre de Torr, es la presión equilibrada


por una columna de Hg de 1 cm2 de sección y 1 mm de altura, siendo la densidad del Hg
de 13,59 g/cm3 (a 0 ºC y 45º de latitud).
2. Pulgadas de Hg: Es la unidad análoga a la anterior, pero en los países anglosajones. Se
refiere a la presión equilibrada por una columna de Hg de 1 pulgada cuadrada de sección y
1 pulgada de altura. Se utiliza mucho en el mundo de la aviación. 29,92”=1 atm.
3. Baria: Fuerza de una dina actuando sobre una superficie de 1 cm2. Dina es la unidad de
fuerza en el sistema CGS. 1 dina = 981 gꞏcm/s2
4. Bar: Como la baria resultaba muy pequeña para fines prácticos, se decidió adoptar una
unidad 1 millón de veces mayor (1 bar = 1.000.000 barias)
5. Milibar: En el campo específico de la Meteorología, se hizo común el uso de la milésima
del bar, el milibar (mb), que es la presión que ejercen 1000 dinas por cm2.
6. Hectopascal: En la actualidad, la comunidad científica internacional ha adoptado el
Sistema Internacional (SI), cuyas unidades fundamentales son el m, kg y s. Para este
sistema la unidad de medida de presión es el Newton (N) por metro cuadrado, que
denominamos Pascal (Pa). Debido a que es una unidad muy pequeña y a efectos de facilitar
la transición de un sistema a otro se ha optado por expresar la presión atmosférica en
hectopascales (hPa) (1 hPa = 100 Pa = 100 N/m2). El hPa es idéntico al mb.

La Organización Meteorológica Mundial ha adoptado desde 1982 el hPa como medida de


presión atmosférica, aunque dada su equivalencia con el mb, seguimos encontrando esta última
frecuentemente.

4-2
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

4.3 Presión Atmosférica y Equivalencias

Denominamos valor medio de la presión, presión normal o atmósfera física a aquella


presión que equilibra una columna de Hg de 760 mm a 0 ºC al nivel del mar y 45º de latitud.
La masa de mercurio en las condiciones anteriores se puede obtener a través de la expresión:

m = ꞏh S = 13,59 g/cm3 76 cm 1 cm2 = 1033 g

y su peso (fuerza):

p = m g = 1033 g 981 cm/s2 = 1.013.212 dinas

De forma que este peso (fuerza) referido a la unidad de superficie sería dinas/cm2, o sea, la
presión normal (atmósfera física) es 1.013.212 barias, que pasada a mb sería 1013,2 mb.

1 mm = 1,33 mb = 1,33 hPa


1 hPa = 1 mb = 0,75 mm

4.4 Instrumentos para la Medida de la Presión: Barómetros

La palabra barómetro viene del griego Báros (presión) y Métron (medida). Un barómetro
es un instrumento utilizado para medir la presión atmosférica. Existen básicamente dos tipos,
los de mercurio y los aneroides.

4.4.1 Barómetro de Fortín

Se compone de un tubo Torricelliano que se introduce en el mercurio contenido en una


cubeta de vidrio en forma tubular, provista de una base de piel de gamo (gamuza) cuya forma
puede ser modificada por medio de un tornillo que se apoya en su centro y que, oportunamente
girado, lleva el nivel de mercurio del cilindro a rozar la punta de un pequeño cono de marfil.
Así se mantiene un nivel fijo. El barómetro está totalmente recubierto de latón, salvo dos
ranuras verticales junto al tubo que permiten ver el nivel de mercurio. En la ranura frontal hay
una gradación en mm y un nonius para la lectura de décimas de mm. En la posterior hay un
pequeño espejo para facilitar la visibilidad del nivel. Junto al barómetro va unido un
termómetro. Los barómetros Fortín se usan en laboratorios científicos para medidas de alta
precisión. Las lecturas deben ser corregidas teniendo en cuenta todos los factores que puedan

4-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

influir sobre las mismas: la temperatura ambiente, la aceleración de la gravedad del lugar, la
tensión de vapor de mercurio, etc.

Figura 4.2. Barómetro de fortín

Existen barómetros de este tipo específicamente diseñados para ser utilizados a bordo de
barcos. Tienen un estrechamiento capilar en el tubo con el fin de amortiguar las oscilaciones y
una suspensión cardán a fin de asegurar su verticalidad. Así y todo, estos sistemas muestran un
retardo (histéresis) respecto a las variaciones de la presión atmosférica que pueden llegar a ser
de varios minutos.

4.4.2 Barómetro aneroide

Estos son los más utilizados en los barcos porque no necesitan un sistema de suspensión
cardán para mantenerlos rectos. No obstante, son menos exactos, lo que hace necesario
compararlos frecuentemente con barómetros patrón. Los barómetros aneroides se fundamentan
en la elasticidad de los metales. Se componen de una caja hermética de paredes delgadas en la
que se ha hecho el vacío (la caja es cilíndrica en el barómetro de Vidi y de tubo en forma de

4-4
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

circunferencia y forma de elipse en el de Bourdon). Cuando la presión atmosférica varía, la


pared superior de la caja se deforma y su desplazamiento se transmite por un mecanismo
amplificador a una aguja móvil que recorre un círculo graduado.

Figura 4.3. Barómetro aneroide.

Barógrafo
Es un barómetro registrador compuesto de varias cajas aneroides superpuestas, a fin de
aumentar la deformación, y la aguja se sustituye por un estilete que se apoya en un papel
arrollado sobre un tambor animado de un movimiento de rotación uniforme.

Figura 4.4. Barógrafo

4-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Barómetro electrónico
Están dotados de un sensor cerámico de capacidad variable de
gran precisión y estabilidad. Su cápsula cerámica simétrica se
deforma por la acción de la presión atmosférica. Cuando la presión
aumenta, unos electrodos de oro situados en el interior dela cápsula
se aproximan entre sí, aumentando por tanto su capacidad. Estas
variaciones de capacidad son detectadas y convertidas a una señal de salida analógica
(normalmente entre 0 y 5 V) por un circuito integrado incorporado al sensor. La precisión de
estos sensores puede alcanzar valores de 0,005 % a fondo de escala en todo el intervalo de
medidas (desde 600 a 1100 mb). Este tipo de barómetros son muy estables en el tiempo y
ofrecen una baja histéresis. (Ej.: SPA-270).

4.5 Variación Diaria de la Presión

Si realizamos un registro continuo en el tiempo de la presión atmosférica, podremos


observar:

1. Variaciones regulares en función de las horas.


2. Variaciones completamente irregulares y de gran amplitud producidas por la presencia
de perturbaciones atmosféricas.

A la variación regular en ausencia de perturbaciones se le denomina marea barométrica.


La forma de la curva de la marea barométrica posee dos máximos (a las 10 y 22 horas) y dos
mínimos (a las 4 y 16 horas). Su amplitud es función decreciente de la latitud, de manera que
en los trópicos la amplitud es máxima.

Figura 4.5. Variación diaria de la presión o marea barométrica.

4-6
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

Cuando la amplitud varía se produce una irregularidad, indicándonos la presencia cercana


de un ciclón o una perturbación en general. Si representamos la presión media a lo largo de todo
un año en vez de a lo largo de un día, observaremos claramente como el valor de la amplitud es
función de la latitud.
Normalmente nos interesa conocer la variación de la presión en un intervalo de tiempo
dado (3, 6, 12 o 24 horas). En la práctica el intervalo elegido suele ser de 3 horas. En función
de los valores medidos podremos hablar de:

Tendencia barométrica: Es un factor cuantitativo que nos da la variación de la presión a


lo largo del tiempo entre dos observaciones consecutivas (cada 3 horas). Se obtiene
calculando la diferencia de presiones correspondientes al principio y final del intervalo,
de forma que será positiva cuando la presión aumente y negativa cuando baje.
Característica: Es un factor cualitativo que nos da la forma en como varía la presión, por
ejemplo, si lo hace de forma brusca o lenta.

4.6 Variación de Presión con la Altura. Gradiente Vertical de Presión

Para analizar cómo varía la presión a diferentes alturas vamos a considerar una columna de
aire en equilibrio, de altura Z y sección S. La resultante de todas las fuerzas que actúan sobre la
misma se han de anular, por lo tanto, podemos escribir:
P2 

m  g  P2ꞏS  P1ꞏS  0 o bien m  g  P2ꞏS  P1ꞏS  0 (4.1)


Z2
S  
donde P1 y P2 (P1>P2) son las presiones ejercidas sobre la
porción de aire, y m es la masa. Dado que = m/V tendremos:
Z

m = ꞏV = ꞏSꞏ(Z2 – Z1). Con S la superficie y Z2 – Z1 la altura Z.
S  
Z1 Rescribiendo la expresión (4.1) tendremos que:
 
P1   S  ( Z2  Z1 )  g  (P1  P2 )  S
z
m∙g  Z  g  P
x y
y tomando elementos diferenciales de presión y altura:

4-7
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

dP   g  dZ  dP / dZ   g (4.2)

La ecuación (4.2) es el gradiente de presión vertical, que también se conoce con el


nombre de ecuación estática del aire. Fijémonos que tiene signo negativo, lo que nos indica que
la presión decrece cuando la altura crece.
Considerando la ecuación de los gases ideales, P∙V  =  n∙R∙T, y dado que n  =  m/M
(M = Peso molecular) tendremos que P∙V = m∙R∙T/M. Así, podemos obtener para la densidad
del aire el valor  = m/V = P/(R*∙T), donde tomaremos ahora como constante de los gases ideales
a R* = R/M = 287 Nꞏm/(Kꞏkg), considerando como unidades el Pa para la presión (N/m2), el
m3 para el volumen, el kg para la masa, el K para la temperatura y un M = 28.97 para el aire
seco. Así, sustituyendo este valor en la expresión (4.2) quedaría:

dP  g 
  * P (4.3)
dZ  R T 

Si consideramos a T como la temperatura media entre los niveles 1 y 2 e integramos,


tendremos que:

 P2 
P2 Z2
dP g g
P P   R*  T  dZ  ln  P
Z1
   * ( Z 2  Z1 )
1  R T
(4.4)
1

Y sustituyendo:

ln(P2 / P1 )  9.81 / (287ꞏT )ꞏ( Z1  Z2 )


log(P2 / P1 )  0.43ꞏ9.81 / (287ꞏT )ꞏ( Z1  Z2 )

que nos indica que la altitud es inversamente proporcional al


logaritmo de la presión.
También podemos considerar que la temperatura T
desciende de manera lineal con la altura: T  T0    z siendo 

el gradiente vertical de temperatura que, en el caso de una


atmósfera estándar, es de 6,5 K/km.
En ese caso la ecuación (4.3) queda de la forma:

dP  g 
  * P (4.5)
dZ  R  (T0    z ) 

4-8
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

E integrando:

P   T    Z2 
P2 Z2
dP g dZ g
P P   R* T
Z1 0 z
 ln  2   * ln  0 
 P1  R    T0    Z1 
(4.6)
1

g
P2  T0    Z2  R* 
  (4.7)
P1  T0    Z1 

La curva representativa de este fenómeno es una rama de hipérbola que sirve de


fundamento para la graduación de los altímetros.

EJERCICIO 4.1
Determinar a partir de los siguientes datos obtenidos de un radiosondeo cuál sería la presión
que deberíamos obtener en el siguiente punto de altura.
Presión Altura Temperatura
(hPa) (m) (ºC)
928 810 16.0
XXX 865 16.0

Aplicando la ec. (4.4) tendremos que:


 X  9.81
ln   (810  865)
 928  287  (273  16)
ln X  ln 928  6.505  6.827
X  e6.827  922 hPa

EJERCICIO 4.2
Determinar la altura del puente de un barco sabiendo que, a nivel del mar se midió una
presión de 1012 mb a 22.0 ºC, mientras que en el puente la presión era de 1010 mb a
21.5 ºC.

Si aplicamos nuevamente la ec. (4.4) tendremos que:


 1012  9.81
ln   ( h  0)
 1010  287  (273  21.75)
h  17 m

4-9
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EJERCICIO 4.3
a) Determinar la temperatura media de una capa de atmósfera en la que se han obtenido los
siguientes valores:
Presión Altura
(hPa) (m)
471 6384
463 6513
b) Si ahora suponemos un gradiente vertical de temperatura de 6,5 K/km calcular la
temperatura en la superficie.

a) Aplicando la ec. (4.4) tendremos que:


 463  9.81
ln   (6384  6513)
 471  287  X
9.81
X (129)
 463 
287  ln  
 471 
X  257.4 K =  15.6 ºC
b) Aplicando ahora la ec. (4.6) tendremos:
P  g  T    Z2   463  9.81  T  0.0065  6513 
ln  2   * ln  0   ln   ln  0 
 P1  R    T0    Z1   471  287  0.0065  T0  0.0065  6384 

 T  42.3 
3.26  10 3  ln  0   0.9967  (T0  41.5)  T0  42.3
 T0  41.5 
42.3  41.5  0.9967
T0 (0.9967  1)  42.3  41.5  0.9967  T0   288 K
0.997  1

4.7 Superficies Isobáricas. Líneas Isobaras

Las superficies isobáricas son aquellas superficies del espacio que tienen la misma presión
atmosférica en un instante determinado. En una atmósfera en equilibrio estático, las superficies
isobáricas serían horizontales y por tanto concéntricas a la Tierra. Sin embargo, eso es sólo una
situación ideal, ya que la atmósfera está en continuo movimiento.

4-10
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

Figura 4.6. Superficies isobáricas

Como las superficies isobáricas no son horizontales, las podemos “cortar” con superficies
de nivel. Las intersecciones de estas dos superficies, reducidas a nivel del mar, se las denomina
líneas isobaras. Y se distinguen de las isohipsas que son curvas que unen puntos de una
superficie isobárica situados a la misma altura.
Las líneas isobaras pueden ser medias anuales o mensuales (para la climatología) o medias
diarias (para los mapas meteorológicos). Así mismo se puede disponer líneas isobaras
instantáneas. Las líneas isobaras más comúnmente usadas son las medias diarias. Se suelen
representar en intervalos de 4 mb, considerándose como “presión normal” el valor de 1012 mb.
También podemos encontrar intervalos de 5 mb según los servicios meteorológicos.

4.8 Líneas Isalóbaras. Mapa de Tendencias

Son las líneas que unen puntos de igual tendencia barométrica sobre la Tierra. Es decir, se
obtienen uniendo los puntos de igual presión donde se cortan las isobaras en intervalos de 3
horas (u otros intervalos de 12 o 24 horas). Estas líneas se suelen pintar de color azul si son
positivas (P aumenta en 3 horas), rojas si son negativas (P disminuye en 3 horas) o de color
negro si no ha habido variación de presión. Se representan normalmente de mb en mb o de dos
en dos mb.
El mapa resultante de trazar las isalóbaras se llama mapa de tendencias. Las tendencias
no se observan directamente sino las diferencias de presiones calculadas al principio y al final
del intervalo.
Si restamos dos topografías isobáricas sucesivas por diferencia gráfica de sus isohipsas,
obtendríamos el mapa de tendencias en altura. Las líneas resultantes se denominan isalohipsas.

4-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 4.7. Mapa de isobaras e isalóbaras.

4.9 Formas Isobáricas Principales

En función del tiempo podremos encontrar siempre una forma isobárica característica. Las
isobaras pueden ser rectilíneas o curvilíneas, y en este último caso pueden ser abiertas o cerradas
con un máximo o un mínimo en su interior. Los casos más comunes son los siguientes.

4.9.1 Áreas de altas presiones

Están formadas por isobaras elípticas con valores de presión crecientes desde la periferia
hasta el centro. A su vez se pueden subdividir en:

Anticiclón fijo (A –H, high–)


Es de gran extensión y los vientos circulan en el sentido de las agujas del reloj en el
hemisferio norte y al revés en el hemisferio sur. Se corresponde con regiones de buen tiempo,
aunque pueden originarse nieblas, especialmente en sus extremos. En los mapas del tiempo en
español se representan con una A, mientras que en los ingleses aparece con una H (high).

4-12
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

Anticiclón móvil (a)


Es de menor extensión que el fijo y suele estar situado entre dos depresiones móviles.

Área de altas presiones


Región de forma irregular con altas presiones en el interior y sin centros definidos.

4.9.2 Áreas de bajas presiones

Formadas por isobaras elípticas pero esta vez con valores de presión decrecientes desde la
periferia hasta el centro. Se pueden subdividir de la siguiente forma:

Depresión (B –L, low–)


También denominada borrasca y baja. Tienen una extensión menor que los anticiclones
fijos y generalmente son móviles, desplazándose de oeste a este. Los vientos giran a su
alrededor en sentido anti-horario en el hemisferio norte y al revés en el hemisferio sur
(circulación ciclónica). Son típicas en latitudes medias y ocupan posiciones semifijas. Llevan
asociada nubosidad y precipitaciones, por la ascendencia de las masas de aire.

En los mapas en español aparece con una B mientras que en los ingleses aparece con una
L (low).

4-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Ciclón tropical
Se asemejan a las depresiones en cuanto a su forma isobárica aunque estos son un poco
más pequeños y simétricos. En este caso los vientos son mucho más violentos y siempre
aparecen en las regiones intertropicales.

Depresión secundaria (b)


Es una pequeña borrasca cercana a una depresión principal, de forma que queda englobada
dentro de esta, teniendo algunas isobaras en común.

Área de bajas presiones


Región de forma irregular con bajas presiones en el interior, pero sin centro definidos.

4.10 Formas Isobáricas Secundarias

Comprenden aquellas configuraciones báricas no cerradas pero que dan lugar a diferentes
tipos de tiempo atmosférico:

4.10.1 Circulación ciclónica de los vientos

Vaguada
También se la denomina surco o depresión en V. Se corresponde con isobaras abiertas en
forma de V, todas ellas “encajadas” y en las que hay un descenso de presiones desde el exterior
hacia el interior.

Desfiladero
Es una especie de “montaña” que une dos depresiones sucesivas.

4.10.2 Circulación anticiclónica de los vientos

Dorsal o falsa anticiclónica


Suelen ser los apéndices de anticiclones más extensos. Tiene forma de U invertida tal que
las isobaras interiores tienen valores más grandes que las de los extremos. No tienen el vértice
tan puntiagudo como la vaguada.

4-14
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

Puente anticiclónico
Es la situación contraria a un desfiladero. Es una zona de altas presiones que une dos
anticiclones.

4.10.3 Circulación neutra

Pantano barométrico
Es una zona de presiones más o menos uniforme que puede tener algún núcleo de baja
presión o no, por tanto, no habrá demasiadas isobaras. En este predomina un tiempo local
(veranos con tormentas).

Figura 4.8. Formas isobáricas principales y secundarias.


Collado
También conocido con el nombre de punto neutro o “silla de montar”. Es una región que
está entre dos depresiones y dos anticiclones dispuestos en forma de cruz. Podemos destacar
dos ejes (uno que une las depresiones y el otro los anticiclones). A veces se consideran a los
puentes anticiclónicos y desfiladeros como casos particulares del collado.

4-15
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

4.11 Relieve del Campo Isobárico

Acabamos de ver en el gráfico anterior los diferentes tipos de forma isobáricas como se
observan normalmente en los mapas meteorológicos, esto es, en dos dimensiones. Sin embargo,
no debemos olvidar que las situaciones de las que hemos hablado se presentan en el espacio y
por tanto tienen una representación tridimensional. Veamos algunos ejemplos.
Podemos observar en los gráficos anteriores que el anticiclón tiene forma de montaña y en
cambio la depresión tiene forma de valle. Esta disposición está de acuerdo con el principio de
que a mayor altura la presión se hace menor. Por lo tanto, podemos decir que una superficie
isobárica presentará elevaciones y depresiones que pueden ser representadas topográficamente
como si se tratara del relieve de la tierra. Por ejemplo:

Figura 4.9. Corte vertical y planta de un anticiclón y de una depresión.

De esta forma, por medio de curvas de nivel podemos representar una sola superficie
isobárica, al revés que antes, que cortábamos un conjunto de superficies isobáricas con un solo
plano horizontal. Recordando pues el concepto de isohipsas vemos como estas, son las curvas
de nivel que representan una sola superficie isobárica.

4-16
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

Figura 4.10. Variaciones de altura para una superficie de 700 mb.

4.11.1 Influencia de la temperatura en el relieve del campo isobárico

Vamos a estudiar la influencia de la temperatura en el relieve isobárico de altura, tanto en


un anticiclón como en una depresión, puesto que, como sabemos, cuando disminuye la
temperatura del aire aumenta la densidad del mismo, y como consecuencia también disminuye
su espesor.

Anticiclón cálido
La temperatura es mayor en el centro que en los extremos en todos los niveles, razón por
la cual la separación entre las isobaras es mayor en el centro que a los lados. En estas
condiciones el anticiclón es capaz de llegar a niveles más altos, por ejemplo, el Anticiclón de
Las Azores (Fig. 4.11).

Anticiclón frío
Es justo el inverso del anterior, por lo tanto, la temperatura es mayor en los extremos que
en el interior. Debido a este fenómeno es posible encontrar una depresión a cierta altura. Estos
anticiclones suelen tener poca extensión vertical y, como ejemplo podríamos citar el Anticiclón
Invernal de Siberia (Fig. 4.11).

4-17
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 4.11. Corte vertical de un anticiclón cálido (izquierda) y uno frío (derecha).

Depresión fría
Más fría al centro que en los extremos, por tanto, la circulación ciclónica se refuerza con
la altura. Estas depresiones son típicas de las zonas templadas (Fig.4.12).

Depresión cálida
Su temperatura es mayor en el interior que en la periferia, y por lo tanto a grandes alturas
podría llegar a convertirse en un anticiclón. Estas situaciones están relacionadas con las bajas
térmicas del verano producidas por el calentamiento del suelo (Fig.4.12).

Figura 4.12. Corte vertical de una depresión fría (izquierda) y una cálida (derecha).

4.12 Distribución de Presiones en la Superficie Terrestre

Veamos cómo es la distribución de los sistemas de presión según la época del año.

4-18
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

4.12.1 Invierno boreal (verano austral):

1. Anticiclón continental de Norte-América: Situado sobre Estados Unidos y con su centro


aproximadamente en la Montañas Rocosas.
2. Anticiclón de Las Azores: Se sitúa entre las costas norte y centro americanas y las
occidentales del sur de Europa y Norte de Africa. Se dice que es un anticiclón del tipo
subtropical atlántico.
3. Anticiclón de Siberia: Ocupa todo el continente asiático y presenta el máximo absoluto
de toda la Tierra con 1035 mb.
4. Anticiclón Subtropical Pacífico: Situado al oeste de la costa Norteamérica y próximo a
la costa de Japón.
5. Zona de mínimas que rodea la Tierra alrededor del Ecuador térmico.
6. Mínimo de las Islas Aleutianas (al suroeste de Alaska) y mínimo de Islandia: ambos son
muy extensos.

Figura 4.13. Distribución del sistema de presiones durante el invierno boreal.

A modo de resumen podríamos decir que en el Hemisferio Norte nos encontramos tres
máximos de presión, el de Azores, Subtropical del Pacífico y el de Siberia. Los dos primeros
son cálidos y se refuerzan en altura, mientras que el de Siberia es frío y sólo se presenta a niveles

4-19
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

bajos. En lo que respecta al Hemisferio Sur, nos encontramos con la formación de tres mínimos
de presión continentales en Sudamérica, Sudáfrica y Australia, que separan los máximos que
existen en los océanos próximos a ellos (máximos del sur del Pacífico, Atlántico e Indico).

4.12.2 Verano boreal (invierno austral)

1. Hemisferio norte: Desaparecen los anticiclones continentales tal que el de América se


sustituye por una depresión relativa y el de Siberia por una gran depresión con centro
situado entre Irán e India. Los anticiclones subtropicales, por el contrario, se refuerzan en
temperatura y altura, extendiéndose sobre el Atlántico desde los extremos de Europa
Central hasta la mitad de EEUU (el anticiclón subtropical pacífico abarca casi la totalidad
del mismo océano hasta el noroeste). La depresión de Islandia disminuye su extensión,

Figura 4.14. Distribución del sistema de presiones durante el verano boreal.

aumentando su presión y situándose entre la Tierra de Baffin y Noruega. El mínimo de las


Aleutianas desaparece, siendo substituido por un área de Bajas Presiones equivalente a un
Pantano Barométrico.
2. Hemisferio Sur: Los mínimos sub-continentales desaparecen, formándose un gran
anticiclón que se extiende en los tres continentes y océanos. Estos anticiclones del

4-20
4. Variables e Instrumentación Meteorológicas: Presión Atmosférica Meteorología

hemisferio sur no son tan acusados como el de Norteamérica o Siberia, dado que el
hemisferio austral es eminentemente oceánico.

4-21
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

VARIABLES E INSTRUMENTACIÓN METEOROLÓGICAS: LA


HUMEDAD DEL AIRE
5.1 Vapor de Agua Atmosférico

El agua se puede encontrar en el aire atmosférico en cualquiera de sus estados:

Sólido: cristales de hielo en las nubes altas.


Líquido: gotitas de agua que forman las nubes medias y bajas.
Gaseoso: vapor de agua invisible al ojo humano.

Figura 5.1. Distintos estados en los que se encuentra el agua en el aire.

Nuestro interés se centra en conocer la proporción de vapor de agua que existe en la


atmósfera en un momento determinado. Para ello debemos tener en cuenta que un volumen de
aire no puede absorber vapor de agua indefinidamente, sino que tiene un límite. Cuando ese
límite se supera, se alcanza la saturación, de forma que el vapor restante a partir de ese punto
se condensa. Este máximo es una función creciente de la temperatura, T, cuanto más caliente
este el aire más vapor de agua se podrá obtener (PV = RT). Cabe preguntarse de donde proviene
el vapor de agua que se encuentra en el aire: obviamente, de la evaporación de los océanos,
mares, ríos y lagos y la evapotranspiración de la vegetación y resto de seres vivos.
La evaporación tiene lugar cuando el agua líquida pasa al estado gaseoso en forma de vapor
de agua. La velocidad de evaporación depende fundamentalmente de 5 factores: la temperatura
de la superficie terrestre, la temperatura del aire en las capas bajas, la humedad del aire, la
velocidad del viento y la presión atmosférica. Estos factores influyen de la siguiente forma:

5-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Aumento de la evaporación:
 Temperaturas altas
 Aire seco
 Viento fuerte (la presencia de viento renueva las masas de aire en contacto con la
superficie líquida provocando una mayor evaporación)
 Presión atmosférica baja
 Mayor oleaje (mayor superficie de evaporación)

Disminución de la evaporación:
 Temperaturas bajas
 Aire húmedo
 Vientos débiles
 Presión atmosférica alta
 Presencia de sales disueltas en agua (en agua salada más lenta que en agua dulce)

Estos dos procesos: evaporación y evapotranspiración, junto con la condensación,


responsable de la formación de nubes y nieblas, y que como comentamos previamente están
formadas por minúsculas gotitas de agua líquida; y la precipitación, forman el denominado
ciclo del agua. En nuestro planeta se suceden estos tres procesos de manera continua, siendo la
evaporación al cabo de un año casi la misma que la precipitación, cuyo valor ronda
aproximadamente los 350ꞏ109 m3. En la siguiente figura se muestra el ciclo del agua.

Figura 5.2. Ciclo del agua.

5-2
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

5.2 Formas de Cuantificar la Humedad de la Atmósfera

5.2.1 Tensión de vapor

Al igual que el resto de gases que componen el aire atmosférico, el vapor de agua ejerce
una presión parcial. Esta presión, denominada también tensión de vapor (e), no puede superar
un determinado valor. El valor de la presión o tensión de vapor a partir del cual el aire no admite
más del mismo y comienza a producirse condensación es la tensión de saturación (es o E). Esta
tensión solo depende de T a través de la ecuación de Clausius-Clapeyron. Sin embargo, existen
aproximaciones empíricas más sencillas que permiten calcular la tensión de vapor de
saturación. Nosotros vamos a considerar la fórmula de Magnus, que, sobre agua líquida1 es:

 7.5t 
 
es  6.1078  10  t 237.3 
(5.1)

donde t viene en ºC y es en hPa (=mb).

Figura 5.3. Tensión de vapor de saturación para el agua.

Observando la gráfica anterior podemos concluir que:

1
Sobre una superficie de hielo la ecuación de Magnus toma la forma: es  6.1078  10
 9.35ꞏt
t  261.0

5-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

1. Si nos encontramos por debajo de la curva de saturación el agua estará en estado


gaseoso.
2. Situados sobre la curva, sería la situación en la que el agua está en estado gaseoso
pero el aire es incapaz de admitir más vapor de agua.
3. Por encima de la curva se produciría el fenómeno de la condensación.

5.2.2 Humedad absoluta

La humedad absoluta (ρv o a) es la densidad del vapor de agua expresada en g/m3, es decir
la masa de vapor contenida en un metro cúbico de aire. Su valor decrece con la altura y a una
altitud de 3000 m solo es una cuarta parte de la que existe a nivel del mar. A 10 km de altura es
sólo la décima parte.
La humedad absoluta es función de la tensión de vapor y de la temperatura, tal que:

V  e / (Rv  T )  216  e / T (5.2)

donde e está en hPa (=100 Nm-2) y T en K. RV = R/Mv = 8,31(J/Kmol)/18,016(g/mol). Si el aire


está saturado: ρv = ρvs(es, T)

5.2.3 Relación (o proporción) de mezcla

La relación de mezcla (r o m) es el número de gramos de vapor de agua que acompañan a


cada kg de aire seco. Se expresa en g/kg, de manera que es una relación de masas adimensional.

r  v / d  0.622  e / ( p  e) (5.3)

Tal que:
ρv = densidad del vapor de agua o humedad absoluta
ρd = densidad del aire seco
e = tensión de vapor (hPa)
p = presión atmosférica (hPa)
p – e = presión aire seco (hPa)
1 mol de agua = 18 g; 1 mol de aire 28,9 g. 18/28,9 = 0,622

Si el aire está saturado: r = rs(es, p)

5-4
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

5.2.4 Humedad específica

La humedad específica (q) es el número de gramos de vapor de agua contenidos en cada


kilogramo de aire húmedo. También es una magnitud que se expresa en g/kg, y por lo tanto una
relación de masas adimensional.

q  v / (d  v )  0.622  e / ( p  0.378  e) (5.4)

Tal que:
ρv = densidad del vapor de agua o humedad absoluta
ρd = densidad del aire seco
e = tensión de vapor (hPa)
p = presión atmosférica (hPa)

Si el aire está saturado: q = qs(es, p)


Podemos comprobar como la humedad específica y la proporción de mezcla tienen valores
numéricos muy parecidos y las dos son independientes de la T. Además, fácilmente se
comprueba que q = r/(r + 1) y por tanto r = q/(1 – q).

5.2.5 Humedad relativa

La humedad relativa (HR o h) es el cociente entre la relación de mezcla y su valor de


saturación. Esta relación puede tomar como máximo el valor de 1 en estado de saturación. Se
mide en % (0% aire seco y 100% aire saturado).

HR  100  r / rs  100  e / es  100  q / qs  100  / s (5.5)

EJERCICIO 5.1
Una masa de aire tiene una presión de 1013 mb, una temperatura de 285 K y una proporción
de mezcla de 3 g/kg. Calcúlese la humedad relativa. Dato: E(12 ºC)=14,01 mb.

En primer lugar, calculamos la presión parcial de vapor (e) a partir de la proporción de


mezcla (r) (Ec. 5.3):
r  0.622  e / ( p  e ) , de donde:

5-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

e  p  r / (0.622  r )
e  1013  3  10 3 / (0.622  3  10 3 )
e  4.86 mb
A continuación, se calcula HR (Ec. 5.5):
HR  100  e / E
HR  100  4.86 / 14.01
HR  35%

EJERCICIO 5.2
Suponiendo una masa de aire saturada con una presión de 1000 mb y una proporción de
mezcla saturante de rs = 10.10 g/kg, determínese la tensión de saturación que corresponde
a esta proporción de mezcla saturante a las siguientes presiones: (a) 1000 mb; (b) 850 mb;
(c) 700 mb; (d) 500 mb; (e) 300 mb.

Al ser una masa de aire saturada, la proporción de mezcla viene dada por:
rs  0.622  E / ( p  E ) de donde E  p  rs / (0.622  rs )

(a) Para p = 1000 mb


E  1000  10.10  103 / (0.622  10.10  10 3 )  16 mb
… (se opera de la misma forma para las demás presiones)
(e) Para p = 300 mb
E  300  10.10  10 3 / (0.622  10.10  10 3 )  4.8 mb

EJERCICIO 5.3
Una masa de aire húmedo a 850 mb de presión tiene una temperatura de 2 ºC y una
humedad especifica de 4 g/kg. Calcúlese: (a) tensión de vapor, (b) humedad relativa, (c)
humedad absoluta y humedad absoluta saturante, Dato: E(2 ºC) = 7.05 mb.

(a) Cálculo de la tensión de vapor, e. En primer lugar, sabemos cómo se relaciona la


humedad específica con la tensión de vapor:
q  0.622  e / ( p  0.378  e) de donde e  p  q / (0.622  0.378  q )
e  850  4  10 3 / (0.622  0.378  4  10 3 )
e  5.45 mb

5-6
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

(b) Calculo de la humedad relativa HR: La humedad relativa será la siguiente:


HR  100  e / E  100  (5.45 mb / 7.05 mb)  77.5 %

(c) Cálculo de la humedad absoluta, a, y la humedad absoluta saturante, A. Para la


primera:
a  216  e / T
a  216  (5.45 mb / 275 K )
a  4.3 g/m3
La humedad absoluta de saturación, A, se obtiene a partir de:
A  216  E / T
A  216  (7.05 mb / 275 K )
A  5.5 g/m3

EJERCICIO 5.4
Sabiendo que la temperatura es de 6ºC y que la humedad relativa es del 50%, determínese:
(a) La humedad absoluta y la humedad absoluta de saturación. (b) La proporción de mezcla
y la humedad especifica. Datos: p = 1010 mb, E(6 ºC)=9.35 mb.

(a) Calculo de la humedad absoluta, a, y la humedad absoluta de saturación, A


En primer lugar, calculamos la presión de vapor, e:
h  100  e / E
e  h  E / 100
e  50  9.35 / 100
e  4.68 mb
La humedad absoluta, a, vendrá dada por:
a  216  e / T
a  216  4.68 / 279
a  3.62 g/m3
La humedad absoluta de saturación, A, será:
A  216  E / T
A  216  9.35 / 279
A  7.24 g/m3

(b) Cálculo de la proporción de mezcla, r, y de la humedad específica, q:

5-7
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

La proporción de mezcla será:


r  0.622  e / ( p  e )
r  0.622  4.68 / (1010  4.68)
r  2.9  10 3  2.9 g/kg
La humedad específica será la siguiente:
q  r / (r  1)
q  2.9  10 3 / (2.9  10 3  1)
q  2.89  103  2.89 g/kg

EJERCICIO 5.5
Una nube saturada de vapor experimenta un incremento de temperatura de 4 ºC a 10 ºC.
En el proceso, parte de las gotas que forman la nube se evaporan para mantener el ambiente
saturado. Determínese el incremento de la tensión de vapor. E(4 ºC) = 8,14 hPa.

Calculamos la tensión saturante para T=10 ºC mediante la fórmula de Magnus:


E (10 ºC )  6.1079  107.510 /(237.310 )
E (10 ºC )  12.28 hPa
El incremento de la tensión de vapor será:
E  12.28 hPa  8.14 hPa
E  4.14 hPa

EJERCICIO 5.6
Una masa de aire tiene una temperatura de 12 ºC, una presión de 1020 mb y una humedad
relativa del 75%. Si E(12 ºC)=14,01 mb, calcúlese: (a) la proporción de mezcla; (b) la
humedad especifica; (c) la humedad absoluta.
Resultados: (a) r  6.48 g/kg (b) q  6.43 g/kg (c) a  7.97 g/m3

EJERCICIO 5.7
Determine el vapor de agua que se condensara si enfriamos una masa de aire saturado desde
10ºC a 8◦C manteniendo la presión constante, p = 1013 hPa. Datos: E(10 ºC)=12,26 hPa,
E(8 ºC)=10,71 hPa.
Resultado: 0.97 g/kg

5-8
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

5.2.6 Temperatura del punto de rocío

A cada tensión de vapor le corresponde una T a la cual se satura, esta T es la correspondiente


al punto de rocío. Por lo tanto, si una masa de aire está en su punto de rocío, querrá decir que
está saturada y que su humedad relativa es del 100%. Y, por el contrario, cuanto más grande
sea la diferencia entre la T y la temperatura de rocío, más seco será el aire. Cuando la
temperatura sea inferior la del punto de rocío, el aire depositara el vapor de agua excedente en
forma líquida, bien en superficies o formando nubes o nieblas. Podríamos definir pues el punto
de rocío como la T por debajo de la cual comienza la condensación. Podemos obtener el valor
de dicha temperatura a partir de la fórmula de Magnus (Ec. 5.1). Para ello es necesario despejar
de dicha ecuación la t y sustituir la E por el valor de tensión de vapor que haya en ese momento:

tdew 
237.3  log10 e  6.1078  (5.6)

7.5  log10 e
6.1078 
Existe una ecuación que aproxima dicho valor conocidas la humedad en % (HR) y la
temperatura en ºC (t):

HR
tdew  8 ꞏ(112  0.9ꞏt )  0.1ꞏt  112 (5.7)
100

Figura 5.4. Masa de aire que ha alcanzado el punto de rocío (izquierda) y condensación del
vapor de agua al descender T por debajo de dicha temperatura (derecha).

5.3 Instrumentos de Medida de la Humedad

Nos permiten medir la humedad relativa y podemos clasificarlos en dos tipos:

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1. Psicrómetros
a. De garita
b. De carraca
c. Aspiradores
2. Higrómetros
a. Capilar
b. De condensación
c. Registradores (higrógrafos)
d. Electrónicos

5.3.1 Psicrómetros:

Son una combinación de dos termómetros, uno que mide la temperatura ambiente (t) y otro
con un depósito recubierto con una muselina mojada que se denomina termómetro húmedo. El
agua que empapa la muselina se evapora continuamente (dependiendo de la humedad del aire
que la rodea y de la temperatura del aire). Cuando se produce la evaporación, la temperatura
del termómetro húmedo disminuye haciéndose así inferior a la temperatura ambiente. A partir
de la diferencia de lectura entre ambos termómetros y las tablas psicrométricas como la que
aparece a continuación se obtiene la humedad relativa.

5-10
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

De garita
Los dos termómetros se colocan verticalmente en un soporte metálico
y el agua destinada a empapar la muselina suele ir en un recipiente similar
a un vaso. Esta agua ha de ser destilada para evitar la formación de sales.
Además, la muselina no puede estar ni muy seca ni muy mojada porque
podría falsear las medidas.

De carraca
Tiene una envoltura robusta y provista de un eje de giro que
lleva en un extremo una empuñadura y en el otro un juego de
termómetros (húmedo y seco). Ambos están protegidos por
láminas metálicas que reflejan la radiación térmica. Una vez
empapada la muselina, la evaporación se produce por
centrifugación al hacer girar el instrumento.

Aspiro-psicrómetro
Los dos termómetros van protegidos por una doble vaina
recubierta y al extremo opuesto de los depósitos hay un aspirador
accionado por un mecanismo de relojería que provoca una corriente de
aire que renueva el aire (procedimiento similar a la centrifugación del
anterior). Este tipo de psicrómetro tiene unas tablas psicrométricas
diferentes a las de los dos tipos anteriores, ya que está sometida a
variaciones por corrosión del mecanismo de relojería.

5.3.2 Higrómetros

Capilar (cabello rubio rizado)


Da directamente la humedad relativa. Se utiliza la propiedad del
cabello humano de alargarse o encogerse en función de la humedad
relativa reinante. Su graduación se realiza comparándola con un
psicrómetro y presenta el inconveniente de no ser proporcional la
longitud de los cabellos a la humedad relativa, por lo tanto, las
divisiones no son equidistantes (más juntas cerca del 100 que del 0).

5-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

De condensación
Nos da la temperatura del punto de rocío. Es una cápsula metálica
en cuyo interior se evapora éter para bajar la temperatura, cuando se
alcanza el punto de rocío correspondiente a la humedad existente se
observa visualmente la condensación sobre su superficie.

Higrógrafo
Es un higrómetro de absorción adaptado para el registro continuo de la humedad relativa.
Su sistema detector es un haz de cabellos que va unido a un dispositivo amplificador y este a
su vez al registrador.

Electrónico
Sensor de humedad de tipo capacitivo que proporciona un buen
comportamiento sin ciclos de histéresis. Son muy fiables durante años, gran
resistencia a la contaminación e insensible a la condensación, además de
tener un bajo consumo.

5.4 Humedad y Bienestar

5.4.1 Curva de humedad relativa diaria

A nivel superficial, la humedad relativa presenta, en promedio, variaciones diarias como las
que podemos ver en la siguiente figura. Se observa que, en general, existe una disminución de
dicha variable en las horas centrales del día coincidiendo con los máximos de temperatura,
debido, principalmente, a la mayor insolación solar. El aumento de temperatura a esas horas
permite que la atmósfera pueda almacenar mayor cantidad de vapor de agua sin saturarse. Es
por ello que la humedad relativa baja. Por el contrario, a medida que desciende la temperatura
al llegar la noche esta magnitud aumenta.

5-12
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

Figura 5.5. Variación promedio diaria de la humedad relativa.

5.4.2 Relación entre temperatura, humedad y bienestar

Para un agradable desarrollo de la vida es necesario no sólo que la temperatura oscile entre
unos valores para los que no se tenga sensación de frío ni de calor, sino que además también es
importante que la humedad se encuentre en unos rangos determinados, como los mostrados en
la figura anterior (Fig. 5.5). Con valores más extremos de humedad podemos pasar fácilmente
de una zona de confort a otra hostil. Sirva de ejemplo la temperatura de 30 ºC y una humedad
del 60% de la figura 5.6. Para ese punto nos encontramos en el límite entre el confort y una
zona difícil. Si la humedad aumenta manteniendo la temperatura, o si aumenta esta última con
la misma cantidad de humedad, pasamos de una zona agradable a un entorno difícil para la vida.

Figura 5.6. Relación entre temperatura y humedad para la zona de bienestar.


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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

La figura 5.6 y la tabla de valores que aparece a continuación nos dan una idea de las
sensaciones que tendremos dependiendo de los valores de temperatura y humedad.

5-14
5. Variables e Instrumentación Meteorológicas: La Humedad del Aire Meteorología

En el siguiente enlace tenemos una calculadora de sensación térmica, para ello sólo
debemos introducir los valores de T y HR: https://www.physlink.com/reference/weather.cfm

5.4.3 Humedad en las bodegas de barcos. Ventilación de la carga

La humedad también es un factor muy


importante en la navegación, principalmente para la
carga que lleve nuestro navío. Cuando un buque se
traslada de unas condiciones meteorológicas a otras
es muy probable que haya cambios importantes en la
temperatura y humedad de las bodegas. Siempre debe
procurarse que el aire que envuelve a la carga no se acerque al punto de rocío. Si esto sucediera
debería ventilarse siempre a fin de evitar la condensación. Además, debemos tener en cuenta
que la bodega es mucho más sensible a los cambios de temperatura externa cuanto más próxima
se encuentre a la cubierta principal.

5.5 Distribución Global del Vapor de Agua

El vapor de agua se desplaza constantemente en la atmósfera, variando notablemente su


concentración de una región a otra de nuestro planeta. Esta distribución global tan variable
puede ser estudiada gracias a la ayuda de diferentes sensores colocados en satélites artificiales.
A modo de ejemplo, en el siguiente enlace se pueden ver los datos diarios del sensor de
microondas SSMIS a bordo de los satélites DMSP y cuya imagen para el día 02/10/19 podemos
ver en la figura 5.7: http://images.remss.com/ssmi/ssmi_data_daily.html.
En general, podemos apreciar que presenta máximos de concentración en torno al ecuador
térmico, dado que en esa región la evaporación es muy acusada, y mínimos en las zonas polares.
En estas regiones polares la atmósfera está prácticamente seca ya que las bajas temperaturas
allí reinantes hacen que la saturación sea casi permanente.
Son de destacar en latitudes medias los brazos y giros procedentes del ecuador que,
cargados de humedad, llegan a estas latitudes templadas.

5-15
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 5.7. Concentración de vapor de agua (02/10/19) captada por el satélite DMSP F17.

Para observar la evolución de la concentración de vapor de agua en la atmósfera también


es muy apropiado uno de los canales del satélite Meteosat. En concreto el del vapor de agua
WV6.2.

Figura 5.8. Concentración de vapor de agua (03/10/19) captada por el satélite Meteosat.

https://eumetview.eumetsat.int/mapviewer/

5-16
6. Nubes y Precipitación Meteorología

NUBES Y PRECIPITACIÓN
6.1 Nubes

Las nubes que observamos en el cielo son acumulaciones de millones de partículas


microscópicas de agua o de cristales de hielo cuyas formas, color, etc., tiene un gran interés
desde el punto de vista meteorológico. En efecto, un conocimiento profundo del tipo (o tipos)
de nube (o nubes) que se está observando puede ser tan importante como las lecturas realizadas
en los instrumentos meteorológicos para la interpretación y predicción del tiempo atmosférico.
Sabemos que para la formación de nubes es necesaria la condensación del vapor de agua, y esto
supone a su vez que la masa de aire alcance la saturación. Esta situación es producida por el
enfriamiento que experimenta dicha masa de aire cuando, al elevarse en el seno de la atmósfera,
se expande adiabáticamente.

6.2 Formación de Nubes

6.2.1 Convección

La convección es uno de los procesos que permiten la formación de las nubes. Cuando
brilla el Sol el aire que se encuentra a nivel del suelo y que contiene vapor de agua es calentado
y comienza a elevarse; según va ascendiendo comienza a enfriarse. Las nubes se forman cuando
el aire húmedo se enfría por debajo de una temperatura crítica: entonces el agua se condensa
sobre partículas diminutas suspendidas y forma gotas en la atmósfera.

6.2.2 Orografía

Las nubes también se forman debido a la topografía de la superficie terrestre, por ejemplo,
las montañas y las colinas. Se denominan "nubes orográficas". El aire es obligado a moverse
encima de las montañas y a medida que asciende, se enfría. Si se enfría hasta su punto de
saturación, se produce la condensación y el agua contenida en el aire se convierte en nubes
visibles.

6-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 6.1. Nubes orográficas.

6.2.3 El efecto Föhn

Cuando el aire se eleva sobre las montañas, se


enfría y se satura, haciendo que aparezca la
condensación, tal que el agua pasa de vapor a líquido.
Permanece en forma de nubes o lluvia mientras el aire
sigue ascendiendo. Parte de esa agua queda en el lado
de barlovento y cuando la masa de aire desciende a
sotavento de la montaña, el ambiente está más seco y
cálido. A este fuerte contraste climático se conoce como el efecto Föhn.

Figura 6.2. Fotografías mostrando el efecto Föhn.


6-2
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.2.4 Frentes

Pero las montañas no son las únicas capaces de obligar


al aire a ascender: cuando una masa de aire cálido entra en
contacto con una masa de aire más frío y pesado, el aire
cálido se ve obligado a subir. La frontera entre el aire
caliente y el frío es un "frente". A medida que la masa
caliente asciende, se enfría y entonces pueden formarse las
nubes.

6.2.5 El movimiento horizontal

A veces el viento conduce al aire cálido y húmedo a una


región en la que la superficie por la que fluye está muy fría.
En este caso el aire próximo a la superficie se enfría y el
vapor de agua se condensa, dando lugar a nieblas. Este
mecanismo es frecuente en la costa de los continentes.

Figura 6.3. Nieblas.

6.3 Tipos de Nubes

El Atlas Internacional de Nubes, publicado por la Organización Meteorológica Mundial


(OMM), distingue diez géneros de nubes según su aspecto. Sus nombres y abreviaturas son:

• Cirros (Ci)
• Cirroestratos (Cs)
• Cirrocúmulos (Cc)
6-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

• Altoestratos (As)
• Altocúmulos (Ac)
• Nimboestratos (Ns)
• Cumulonimbos (Cb)
• Cúmulos (Cu)
• Estratocúmulos (Sc)
• Estratos (St)

A su vez, y para una mejor distinción entre los diferentes tipos de nubes, divide la atmósfera
en tres pisos o niveles, atendiendo a la altitud a la que suele aparecer cada género de nube. El
cuadro inferior indica la altitud que alcanza cada piso en las latitudes medias del planeta, y a
qué altitudes suele aparecer cada género, lo que da a cada uno de ellos la calificación de nubes
altas, medias, bajas o de desarrollo vertical (nubes de gran espesor que cubren varios pisos al
mismo tiempo).

Figura 6.4. Clasificación de los diez tipos de nubes establecidos por la OMM.

6-4
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.3.1 Cirros (Ci)

Definición
Nubes separadas, en forma de filamentos blancos y delicados, de bancos o de franjas
estrechas, blancas del todo o en su mayor parte. Tienen aspecto fibroso, sedoso o ambos a la
vez.

Constitución física y aspecto


Están constituidas por cristales de hielo. Cuando están en bancos, su espesor puede ser
suficiente para ocultar el sol. Son siempre de color blanco cuando el sol está suficientemente
alto en el cielo. Es asombrosa la variedad de formas que pueden presentar, como plumas,
espinas, gasas, flecos, hilos... siempre dispersos y desorganizados, generalmente con aspecto
filamentoso y color blanco mate. Al ser nubes muy altas y no haber otras por encima, aparecen
sobre el fondo azul, destacando los detalles de su textura. Los filamentos pueden aparecer
revueltos y retorcidos como ovillos enmarañados, y otras veces como colas o cabelleras
peinadas. En ocasiones se cruzan entre sí como la trama o la urdimbre de un tejido. Son
trasparentes, difíciles de ver por la noche. Al crepúsculo se ven mejor.

Formación
Los Ci en penachos frecuentemente se originan en aire claro. Pueden originarse a partir de
virga (precipitaciones que tienden a evaporarse antes de alcanzar el suelo) procedente de
cumulonimbos o cirrocúmulos. Los Ci pueden proceder también de cirroestratos de dimensión
vertical no uniforme, cuyas partes más delgadas se han evaporado.

6-5
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6.3.2 Cirroestratos (Cs)

Definición
Velo nuboso transparente y blanquecino, de aspecto fibroso (parecido a cabellos) o liso,
que cubre total o parcialmente el cielo y que produce generalmente halos.

Constitución física y aspecto


Están constituidas de cristales de hielo. Constituye un velo fibroso y más o menos difuso,
homogéneo, de enorme extensión, que suele desbordar el horizonte en su mayor parte, y que
hacia algún lado puede tener un borde más o menos definido, en ocasiones ribeteado de cirros,
y siempre sobre fondo de cielo azul. Casi nunca tiene agujeros, aunque en algunas partes puede
adelgazarse mucho. Ordinariamente el velo de Cs se va levantando desde el horizonte y va
invadiendo el cielo, muchas veces previamente poblado de enjambres de cirros. Las primeras
porciones del velo son tan trasparentes que en ocasiones pasarán desapercibidas si no fuese por
la presencia del halo. A medida que va avanzando se va espesando, cambiando de un color
blanco lechoso al gris perla.

Formación
Los Cs se forman cuando capas de aire de gran extensión se elevan lentamente hasta niveles
suficientemente altos. Pueden igualmente resultar de la unión de cirros, de los elementos de los
cirrocúmulos, ser originados por el adelgazamiento de un altoestrato o incluso por la extensión
del yunque de un cumulonimbo.

6-6
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.3.3 Cirrocúmulos (Cc)

Definición
Banco, capa delgada o sábana de nubes blancas, sin sombras, compuestas por elementos
muy pequeños en forma de granos, ondulaciones, etc., unidos o separados y distribuidos con
mayor o menor regularidad. La mayoría de los elementos tienen una anchura aparente inferior
a un grado.

Constitución física y aspecto


Están constituidas de cristales de hielo. Pueden existir gotas de agua sobre-enfriadas
intensamente, pero son reemplazadas rápidamente por cristales de hielo. A veces se puede
observar una corona o irisación. Suelen presentarse en forma de parches, compuestos por
elementos muy pequeños situados a poca distancia unos de otros.

Formación
Los Cc a menudo se forman como resultado de la transformación de un cirro o cirroestrato,
o como resultado de la disminución del tamaño de los elementos de un parche, lámina o capa
de altocúmulos.

6-7
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

6.3.4 Altoestratos (As)

Definición
Manto o capa nubosa grisácea o azulada de aspecto estriado, fibroso o uniforme que cubre
por entero o parcialmente el cielo y que presenta partes suficientemente delgadas para dejar ver
el sol al menos vagamente, sin dar lugar a fenómenos de halo.

Constitución física y aspecto


Están constituidas por gotitas de agua y cristales de hielo. Pueden contener también gotas
de lluvia o copos de nieve. Llena grandes extensiones uniformemente, pudiendo cubrir
totalmente el cielo. Raramente presenta huecos, si bien puede variar notoriamente de espesor.
Puede presentarse en varias capas superpuestas. Si no cubre el cielo por completo, su borde
suele aparecer rectilíneo, limpiamente recortado, con el cielo azul de fondo. Puede presentar
aspecto fibroso o filamentoso, o ser totalmente uniforme. El Sol o la Luna son invisibles a su
través, pudiendo únicamente adivinarse su posición como una mancha luminosa más o menos
tenue. Da impresión de nube delgada, si bien puede tener varios centenares de metros en
dimensión vertical, que siempre es mucho menor que su dimensión horizontal que puede cubrir
centenares de kilómetros. Da lugar a precipitaciones que si llegan al suelo suelen ser continuas
y en forma de lluvia o nieve. Si no llegan al suelo aparecen en las partes inferiores formaciones
de virga, también pueden presentar mammatus o nubes desgarradas (pannus), que en principio
aparecen separadas entre sí y de la capa de As, para acabar soldándose entre sí.

Formación
El As se origina principalmente
cuando capas de aire de gran extensión
horizontal se elevan lentamente hasta
niveles suficientemente altos. También
puede resultar del aumento de espesor de
un velo de cirroestratos o del
adelgazamiento de una capa de
nimboestratos. A veces se produce por la
estratificación de un cumulonimbo o de
una capa de altocúmulos.

6-8
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.3.5 Altocúmulos (Ac)

Definición
Banco, manto o capa de nubes blancas o grises, o a la vez blancas y grises, que tienen
generalmente sombras propias, compuestas de losetas, guijarros, rodillos, etc. de aspecto a
veces parcialmente fibroso o difuso, unidos o no. La mayor parte de sus pequeños elementos
están dispuestos con regularidad, en general con un diámetro aparente de entre uno y cinco
grados.

Constitución física y aspecto


Están constituidas en su mayor parte por gotitas de agua subfundida. Cuando se presenta
en su forma más típica se llama vulgarmente cielo "aborregado" por recordar un rebaño de
ovejas. Puede presentar gran número de formas, pero en general los elementos constitutivos son
semejantes entre sí en forma y tamaño, y generalmente se disponen en forma de filas. Pueden
ser translúcidas, en cuyo caso pueden presentar irisaciones hacia sus bordes y formar coronas
alrededor del Sol o de la Luna. En ocasiones sus elementos se sueldan constituyendo un manto
más o menos opaco y regular. Varios tipos de Ac se presentan simultáneamente a diferentes
alturas con una transparencia variable. Cuando se desprenden de ellos cristales de hielo en
forma de virga pueden dar lugar a parhelios.

Formación
Los Ac se forman frecuentemente en las partes laterales de extensas capas de aire
ascendente. También pueden formarse a consecuencia de la turbulencia o convección en el nivel
medio. Pueden resultar del aumento de las dimensiones o del espesor de los cirrocúmulos, de
la subdivisión de una capa de
estratocúmulos, o de la transformación
de altoestratos o nimboestratos.
También pueden formarse por la
extensión de las cimas de cúmulos o de
cumulonimbos. Cuando aparecen en el
seno de una onda de montaña generada
por una cordillera tienen forma
lenticular.

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6.3.6 Nimboestratos (Ns)

Definición
Capa nubosa gris, a menudo sombría, cuyo aspecto resulta velado por las precipitaciones
más o menos continuas de lluvia o de nieve. El espesor de esta capa es suficiente para ocultar
el sol. A veces se acompañan de nubes bajas desgarradas de la capa principal que permanecen
unidas o no a aquella.

Constitución física y aspecto


Están constituidas por gotitas de agua y gotas de lluvia, por cristales de hielo y copos de
nieve o por una mezcla de estas partículas líquidas y sólidas. Es la típica nube de lluvia o nieve
continua y persistente, si bien no es ésta condición esencial para que una nube se considere Ns,
ya que una nube es un Ns o sigue siéndolo, inmediatamente antes o después de llover. Suelen
cubrir totalmente el cielo, dando aspecto oscuro, sin contornos ni relieves, dado que la
superficie inferior es difusa al confundirse las gotas de lluvia que caen de la nube con la propia
nube. Son nubes espesas que pueden llenar totalmente los pisos inferior y medio. Son las más
gruesas de las nubes estratificadas. Por debajo suelen aparecer nubes desgarradas (pannus) que
cambian continuamente de forma, que pueden soldarse impidiendo distinguirlos del propio Ns.

Formación
El Ns se forma cuando capas de aire de gran extensión horizontal se elevan lentamente
hasta niveles suficientemente altos. También puede resultar del aumento de espesor de un
altoestrato o más raramente por el mismo proceso de una capa de estratocúmulos o de
altocúmulos. A veces se produce por la estratificación de un cumulonimbo.

6-10
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.3.7 Cumulonimbos (Cb)

Definición
Nube densa y potente, de dimensión vertical considerable en forma de montaña o de
enormes torres. Una parte al menos de su región superior es lisa, fibrosa o estriada y casi
siempre extendida. Esta parte a menudo tiene forma de yunque o de amplio penacho.

Constitución física y aspecto


Están constituidas de gotitas de agua y, principalmente en su región superior, de cristales
de hielo. Contienen también grandes gotas de lluvia, y, a menudo, copos de nieve, hielo
granulado o pedrisco. Frecuentemente ocurre que la dimensión vertical y horizontal del Cb es
tan grande que sólo es posible ver su forma característica desde una distancia muy grande.

Formación
Los Cb se forman en general a partir de grandes cúmulos muy desarrollados por un
continuo proceso de transformación.
A veces pueden desarrollarse a partir de altocúmulos o de estratocúmulos que contienen,
en sus partes superiores, protuberancias en forma de pequeñas torres. Asimismo pueden
proceder de la transformación y desarrollo de un altoestrato o de un nimboestrato.

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6.3.8 Cúmulos (Cu)

Definición
Nubes separadas generalmente densas y de contorno bien recortado que se desarrollan
verticalmente en forma de protuberancias, cúpulas, torres, etc., y cuya cima a menudo se parece
a una coliflor. Las partes de estas nubes iluminadas por el sol son blanco brillante mientras que
su base es sensiblemente horizontal y relativamente oscura.

Constitución física y aspecto


Están constituidas principalmente por gotitas de agua. Pueden formarse cristales de hielo
en las partes superiores de la nube donde la temperatura descienda de los 0 ºC. La dimensión
vertical varía mucho pudiendo ser de forma más o menos aplanada hasta una coliflor
protuberante. Los Cu de mayor dimensión vertical dan lugar a precipitaciones en forma de
chubascos de lluvia.

Formación
Los Cu se originan debido al efecto de corrientes convectivas que aparecen cuando la
disminución vertical de la temperatura es suficientemente grande en las capas bajas de la
atmósfera. Este decrecimiento vertical de la temperatura puede deberse a:
- Un calentamiento del aire en la proximidad de la superficie terrestre por la radiación solar
o por desplazarse sobre una superficie más caliente.
- Un enfriamiento por advección de aire frío en altura con expansión vertical.
Pueden provenir de la evolución de estratos, estratocúmulos o de altocúmulos.

6-12
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.3.9 Estratocúmulos (Sc)

Definición
Banco, manto o capa de nubes grises o blanquecinas, o a la vez grises y blanquecinas, que
tienen casi siempre partes oscuras, compuestas de losas, guijarros, rodillos, etc. de aspecto no
fibroso, unidos o no. La mayor parte de sus elementos están dispuestos con regularidad y tienen
un diámetro aparente de al menos 5º.

Constitución física y aspecto


Están constituidas principalmente por gotitas de agua, y muy raramente por cristales de
hielo. Las dimensiones, el espesor y la configuración de sus elementos son muy variables, lo
mismo que su transparencia. Raramente presentan orificios limpios separados con regularidad.
A veces se observan varias capas de Sc a varios niveles. La transparencia puede variar
notablemente, pudiendo ser translúcidos y generar una corona alrededor del Sol o de la Luna,
u ocultarlos totalmente. En zonas montañosas pueden quedar por debajo de las cimas más altas,
generando el fenómeno del "mar de nubes". Pueden dar lugar a precipitaciones, generalmente
débiles y discontinuas, salvo que por la retención del relieve sean más continuas. En casos de
tiempo muy frío pueden dar lugar a nieve.

Formación
Los Sc resultan frecuentemente de la estratificación de cúmulos o de cumulonimbos cuando
en su crecimiento topan con alguna capa de inversión térmica, o bien por su decadencia a
últimas horas de la tarde. También pueden originarse por debajo de la base de un altoestrato o
de un nimboestrato debido al efecto
de turbulencia o convección.
Igualmente pueden formarse por
elevación de una capa de estratos o
por su transformación convectiva u
ondulatoria, con o sin cambio de
altitud, como también por el
crecimiento de algunos elementos
de un altocúmulo.

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6.3.10 Estratos (St)

Definición
Capa nubosa grisácea de base bastante uniforme. En caso de dar lugar a precipitaciones
son en forma de llovizna. Salvo a muy bajas temperaturas, no da lugar a fenómenos de halo.

Constitución física y aspecto


Están constituidas principalmente por pequeñas gotitas de agua. Cuando es densa o gruesa
puede contener gotitas de llovizna, prismas de hielo o cinarra. A menudo forma una capa
grisácea de aspecto nebuloso de base poco elevada. Esta capa de St puede ser suficientemente
delgada para permitir distinguir claramente el contorno del sol o de la luna, pero normalmente
es opaca. Su base es suficientemente baja como para ocultar pequeñas colinas o construcciones
elevadas. A veces tiene un aspecto oscuro y presenta ondulaciones.

Formación
Los St se originan debido al enfriamiento de las capas más bajas de la atmósfera. Los St
fractus pueden aparecer como nubes anejas originadas por los fenómenos de turbulencia
manifestados en el interior de las capas de aire humedecidas por la precipitación de altoestratos,
nimboestratos, cumulonimbos y
cúmulos. También pueden
formarse a partir de estrato-
cúmulos cuando bajan su base o
cuando pierden su relieve o sus
subdivisiones aparentes. Un
proceso frecuente de formación de
St es por la elevación progresiva
de una capa de niebla provocada
por el calentamiento del suelo o
por el aumento de la velocidad del
viento.

6-14
6. Nubes y Precipitación Meteorología

6.4 Claves para Distinguir los Diez Géneros de Nubes

Ci y Cc: Los cirros tienen un aspecto fibroso o sedoso, y no contienen pequeños elementos
en forma de gránulos, de ondas, etc. Si los elementos nubosos se disponen en forma de copos
redondeados, torrecillas o almenas son cirrocúmulos. Son cirros si los elementos nubosos tienen
dimensiones superiores a un grado por encima de 30º del horizonte.
Ci y Cs: Los cirros se distinguen por su estructura discontinua o si se presentan en bancos
o en bandas, por su escasa extensión horizontal o la poca anchura de sus partes continuas
estrechas. Son difíciles de diferenciar cuando estas nubes están próximas al horizonte.
Ci y Ac: Los cirros se distinguen de los altocúmulos por ser más sedosos o fibrosos.
Ci y As: Los cirros tienen una extensión horizontal más pequeña y presentan en su mayor
parte una apariencia blanca. Cuando los altoestratos empiezan a disgregarse en bancos pueden
semejar cirros, pero se distinguen de éstos por tener dimensiones mayores y tonalidades grises.
Cc y Cs: Los cirrocúmulos están subdivididos en muy pequeños elementos, pudiendo
contener partes fibrosas o sedosas, pero sin llegar a ser éstas predominantes. El cirroestrato
tiene, en general, un aspecto difuso.
Cc y Ac: La mayor parte de los elementos de los cirrocúmulos son más pequeños que los
de los altocúmulos y no presentan sombras propias. Si las nubes presentan sombras propias son
por definición altocúmulos incluso si sus elementos parecen muy pequeños. Las nubes que no
tienen sombras propias son altocúmulos si la mayor parte de sus elementos están dispuestos
regularmente y tienen un diámetro superior a un grado.
Cs y As: El cirroestrato es más delgado que el altoestrato y produce generalmente
fenómenos de halo. La lentitud del movimiento aparente y la lentitud con la que varía de aspecto
el cirroestrato nos permite también distinguir esta nube de los altoestratos. Son cirroestratos
siempre que produzcan halo o parhelios, ya que éstos sólo se pueden dar en nubes constituidas
por cristalitos de hielo. Igualmente, si permiten que los objetos proyecten sombra sobre el suelo
se consideran cirroestratos. El altoestrato elimina las sombras proyectadas por los cuerpos sobre
el suelo. Tiene un aspecto de vidrio deslustrado y no da lugar a fenómenos de halo.
Cs y St: El cirroestrato es blanquecino en todas sus partes y presenta un aspecto fibroso. El
estrato no presenta un color blanco tan puro, salvo cuando se mira en dirección al sol, en que
suele generar coronas en lugar de halo.
Ac y As: Si hay la menor presencia de laminillas, guijarros o rodillos se trata de
altocúmulos, mientras que el altoestrato tiene un aspecto más uniforme.

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Ac y Ns: El nimboestrato no contiene elementos claramente definidos y no presenta una


base diferenciada.
Ac y Sc: Se diferencian por el tamaño de sus elementos, que en el caso de los
estratocúmulos es superior a 5º.
Ac y Cu: Se diferencian porque los altocúmulos aparecen a mayor altura, con menores
dimensiones y más o menos agrupados, y porque pueden presentar prolongaciones fibrosas en
forma de virga.
As y St: Se distinguen bien por la altura y porque el estrato es más blanquecino y el
altoestrato más grisáceo. Cuando se observan en dirección al Sol, el altoestrato oculta el
contorno del sol y el estrato no.
As y Ns: El altoestrato siempre tiene partes más delgadas que permiten conocer vagamente
la posición del Sol. Es de un color gris más claro y su superficie inferior es habitualmente menos
uniforme que la del nimboestrato. En caso de falta de iluminación que nos permita identificar
claramente la nube se considera altoestrato si no cae lluvia o nieve, o de producirse es débil con
gotas separadas.
As y Cu: Si la precipitación cae en forma de chubasco se trata de un cúmulo.
Ns y Sc: El nimboestrato no contiene elementos claramente definidos y no presenta una
base diferenciada.
Ns y St: La base del estrato está más baja y delimitada y tiene un gris más claro. Además,
se habla del aspecto "seco" del estrato en contraposición al aspecto "mojado" del nimboestrato.
Los estratos suelen darse en situaciones de muy poco viento o calmas. Los estratos pueden
aparecer en un cielo en que no existían nubes con anterioridad, lo que no puede suceder en caso
de nimboestratos. Si la nube va acompañada de precipitaciones la distinción es más sencilla
pues el estrato sólo da lugar a llovizna.
Ns y Cu: Si la precipitación cae en forma de chubasco se trata de un cúmulo.
Ns y Cb: Si una nube tiene aspecto de nimboestrato, pero va acompañada de precipitaciones
de tipo chubasco y/o de relámpagos, truenos o granizo, se trata de un cumulonimbo.
Sc y Cs o As: Aunque en atmósfera muy fría los estratocúmulos pueden dar lugar a virga
de cristales de hielo que se pueden semejar al aspecto de un cirroestrato o de un altoestrato, en
general presentan mayor opacidad y algunas formas de tipo rodillos, guijarros etc., y sin aspecto
fibroso.
Sc y Cu: Los elementos de los estratocúmulos suelen estar en grupos o bancos, y sus cimas
son planas, mientras que las cimas de los cúmulos tienen forma de cúpula y sus bases no están
unidas. Si las cimas de los estratocúmulos llegan a tener a tener la forma de cúpulas, éstas,

6-16
6. Nubes y Precipitación Meteorología

contrariamente a lo que ocurre en los cúmulos, tienen una altitud común. Si se trata de
elementos separados se trata de cúmulos y si están más unidos, siguen siendo cúmulos siempre
que la dimensión vertical supere a la horizontal de cada elemento.
Sc y St: El estrato no muestra índice de presencia alguna de elementos, unidos o separados.
St y Cu: Los cúmulos se distinguen por presentar desarrollo vertical, así como bordes
nítidos y tener cimas redondeadas en forma de cúpulas.
Cu y Cb: La nube es un cúmulo si sus protuberancias tienen sus contornos bien definidos,
sin disposiciones fibrosas o estriadas. Si va acompañada de relámpagos, truenos o granizos es
un cumulonimbo.

6.5 Precipitación

Con el término “precipitación” el meteorólogo designa a cualquiera de las formas en las


que el agua cae a la superficie de la Tierra desde el seno de la atmósfera (lluvia, granizo, nieve,
etc.). Las precipitaciones figuran entre los fenómenos denominados hidrometeoros y, aún hoy
en día, el conocimiento de los procesos que tienen lugar en el interior de una nube para que se
forme una gota de lluvia o un copo de nieve o de granizo, sigue siendo objeto de investigación.
Ya sabemos que en el interior de una nube hay partículas microscópicas de agua y de hielo
en equilibrio con el vapor de agua, conformando un sistema bifásico estable si la temperatura
es superior a los 0 ºC, mientras que, si la temperatura es inferior, el sistema suele encontrarse
en un estado de sub‐fusión. En cualquier caso, para que se formen las nubes no sólo es necesario
que exista inestabilidad térmica vertical y que una masa de aire húmedo se eleve en el seno de
la atmósfera, sino que además es fundamental la presencia de núcleos de condensación en el
aire, que son sustancias higroscópicas que atraen a las moléculas de vapor de agua.
Experimentalmente se ha podido comprobar que, en un ambiente limpio, es decir, aire sin
núcleos de condensación encerrado en un recipiente con paredes muy limpias y pulidas, aunque
la temperatura descienda por debajo del punto de rocío, no se forman gotitas de agua a pesar de
estar el ambiente sobresaturado. Más concretamente, se ha comprobado que, en dicho ambiente,
para que se forme una gotita de agua pura con un radio de una micra es necesaria una humedad
relativa del 320% y para una gota con un radio de una décima de micra se necesita una humedad
relativa del 101%.
La realidad es que, en el seno de la atmósfera, la condensación del vapor de agua puede
producirse mucho antes gracias a la presencia de los “núcleos de condensación”, incluso no es

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

necesario que se alcance la saturación, es decir, es posible que la humedad relativa sea inferior
al 100 % y sin embargo se formen partículas de agua. Los núcleos de condensación tienen
tamaños comprendidos entre un radio equivalente de una milésima de micra hasta un valor de
diez micras o más. Cuando estas partículas higroscópicas tienen tamaños inferiores a 0,01 m
de radio equivalente, no son eficaces como núcleos de condensación. Por otra parte, las
partículas con un radio igual o superior a las 10 m precipitan rápidamente y, por lo tanto,
tampoco suelen intervenir en los procesos de condensación. En definitiva, el tamaño óptimo
para estos “núcleos de condensación” oscila entre 0,1 y 1,0 m.

Radio Concentración Velocidad terminal


(m) (partículas/litro) (cm/s)
Núcleo de condensación típico 0,1 106 0,0001
Gotita de nube 10 106 1
Gota grande de nube 50 103 27
Gota crítica 100 -- 70
Gota de lluvia 1000 1 650

La tabla anterior muestra los tamaños comparativos, concentraciones y velocidades


terminales de caída de algunas partículas que intervienen en los procesos de formación de nubes
y/o precipitación. Por término medio el aire oceánico contiene un millón de núcleos de
condensación por litro, mientras que en el aire continental dicha concentración varía entre cinco
y seis millones.

Gotita de nube

Gota crítica

Gota de lluvia

Figura 6.5. Comparativa de tamaños de gotas de agua.

Tal y como ya se ha comentado más arriba, una vez iniciada la formación de las gotitas de
agua, el proceso de su crecimiento dista mucho de ser sencillo, hasta el punto de que aún está
por explicar. Realmente, en el interior de una nube se están produciendo continuamente dos

6-18
6. Nubes y Precipitación Meteorología

fenómenos opuestos: uno que tiende a la formación de gotitas de agua y su posterior crecimiento
y otro que tiende a su desaparición por evaporación. Sin entrar en más detalles, un dato
interesante sirve para ilustrar estas cuestiones. Se sabe que una gotita de agua con un radio de
una décima de milímetro, que descienda dentro de una masa de aire con una temperatura de
5 ºC y una humedad relativa del 90 %, se evapora después de caer 150 m y, sin embargo, en el
caso de una gota de lluvia (radio igual o mayor que un milímetro) necesita 42 km antes de
evaporarse de nuevo en la misma masa de aire.

6.6 Tipos de Precipitación

Según el “Atlas Internacional de Nubes”, existen diferentes tipos de precipitaciones, entre


los cuales, vamos a mencionar los siguientes:

‐ Lluvia. Denominación que se da a la precipitación de partículas de agua líquida con


diámetro igual o mayor a 0,5 milímetros.
‐ Llovizna. Es una precipitación uniforme y suave, formada por gotitas de agua líquida de
diámetro inferior a 0,5 mm.
‐ Nieve. Es una precipitación de agua sólida, formada por estructuras cristalinas más o
menos complejas llamadas copos de nieve.
‐ Cimarra o nieve en granos. Precipitación sólida en forma de gránulos de hielo muy
pequeños, blancos y opacos, de forma alargada o aplanada y cuyo diámetro suele ser inferior al
milímetro.
‐ Granizo. Es una precipitación de agua sólida, formada por granos o bolas de hielo
(pedrisco) con diámetros superiores a los 5 mm, que caen separados unos de otros o
aglomerados en bloque irregulares, pudiendo produciendo grandes daños en los cultivos, en los
inmuebles, etc.

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 6.6. Diferentes tipos de precipitaciones establecidos por la OMM.

6.7 Teorías sobre la Formación de Gotas de Lluvia

6.7.1 Teoría de Bergeron – Findeisen

Según esta teoría es fundamental la presencia de partículas microscópicas de hielo para que
se formen las gotas de lluvia. Concretamente, esta teoría admite que la temperatura del aire
debe estar por debajo de los 0 ºC para que, una vez que se han formado gotitas de agua en
presencia de los núcleos de condensación, nos encontremos con un sistema sub‐enfriado.
Realmente, esta masa de aire húmedo con gotitas de agua puede llegar alcanzar
temperaturas de diez, veinte, treinta o más, grados bajo cero antes de producirse una
congelación espontánea de dichas partículas. Una vez que se han formado estos cristalitos de
hielo, su tamaño crece rápidamente por condensación del vapor de agua formándose cristales
de nieve, que se unen entre sí por colisión para formar copos de nieve. En una atmósfera, dicha
unión se ve favorecida cuando la temperatura del aire está comprendida entre los 0 y los –5 ºC.
Por supuesto que el desarrollo de todo el proceso descrito anteriormente, implica el admitir que
dentro de la nube existen corriente de aire ascendentes que provocan el enfriamiento suficiente
del aire para que se formen primeramente los “núcleos de congelación” y posteriormente los
copos de nieve. Si estos últimos adquieren el tamaño adecuado, su velocidad de caída será lo
suficientemente grande como para que llegue a la superficie terrestre, aunque, por lo general,
lo hace en forma de gota de lluvia, ya que, en su descenso, el copo de nieve suele atravesar
capas de aire con temperatura superior a los cero grados y lo suficientemente espesas como para
que se licue.

6-20
6. Nubes y Precipitación Meteorología

Figura 6.7. Teoría de Bergeron – Findeisen.

6.7.2 Teoría de colisión–coalescencia

Si la teoría de Bergeron y Findeisen fue plenamente aceptada por la comunidad científica


de la primera mitad del siglo XX, poco después de la II Guerra Mundial, quedó patente que, si
bien dicha teoría era aplicable a climas fríos o templados, no ocurría lo mismo con los climas
tropicales. Para llenar este vacío, un grupo de investigadores encabezados por Langmuir
(premio Nobel de Química) propuso, para este tipo de climas, otra teoría para la formación de
lluvia. En ella se supone que las partículas grandes de agua que se forman en el interior de la
nube, también conocidas como “gotas colectoras”, crecen en el seno de la misma a expensas de
las pequeñas, bien por colisión o bien porque, en su caída, atrapa a las gotitas pequeñas
(coalescencia) hasta formarse la gota de lluvia. Sin entrar en una descripción mayor de esta
teoría, debemos reconocer que aún existen muchas incógnitas por despejar.
En cualquier caso, hoy en día se admite que ambas teorías pueden ser complementarias
en muchas situaciones

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 6.8. Regiones de predominio de las dos teorías sobre la formación de gotas de lluvia.

6-22
7. Masas y Frentes Meteorología

MASAS Y FRENTES
7.1 Masas de Aire

En el mundo de la meteorología, los conceptos de “masa de aire” y de “frente” fueron


introducidos en el primer tercio del siglo XX por científicos noruegos (T. Bergeron, J. Bjerknes
y H. Solberg) cuyos trabajos, con el transcurso de los años, fueron conocidos como los trabajos
de la Escuela Noruega o Bergen School of Meteorology.

Figura 7.1. La Escuela Noruega de Meteorología (Bergen School of Meteorology) estuvo


formada, entre otros, por (de izquierda a derecha): T. Bergeron, H. Solberg, V. Bjerknes,
Sverdrup, J. Bjerknes, Sv. Petterssen, C. Godske

¿Qué es una masa de aire? Como su propio nombre indica, una masa de aire es una enorme
extensión de aire cuyas propiedades físicas, sobre todo su temperatura y su humedad, se
mantienen más o menos uniformes en los sucesivos estratos horizontales (o paralelos al geoide)
en que podemos dividir dicha masa. Cuando decimos que es una enorme extensión de aire, nos
estamos refiriendo a que, en sentido horizontal, ocupa miles e incluso millones de kilómetros
cuadrados, mientras que en dirección vertical puede alcanzar hasta la cima de la troposfera. El
mérito de la escuela noruega fue, precisamente, comprender que la atmósfera estaba formada
por masas de aire con propiedades físicas diferentes y que, de alguna forma, en el transcurso
del tiempo mantenían su propia identidad en mayor o menor medida.
La pregunta que cabría hacerse a continuación sería dónde se forman estas masas de aire.
Para responderla debemos considerar todo lo relativo a la “circulación atmosférica” que, aunque
la veremos con más detalles en el próximo tema, ya fue estudiada en parte en el tema dedicado
a la presión atmosférica. En efecto, sabemos que alrededor de los treinta grados de latitud Norte
y Sur, suelen existir a lo largo del año una serie de células anticiclónicas, en las cuales el aire

7-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

gira muy lentamente (concretamente, en el hemisferio Norte, lo hace en el mismo sentido que
las agujas del reloj). Dichas células se distribuyen a lo largo de una banda que, más o menos,
posee la misma latitud en el hemisferio Sur, donde predomina la superficie oceánica frente a la
terrestre; sin embargo, en el hemisferio Norte, la distribución de mares y continentes propicia
una deformación geométrica importante de las superficies isobáricas, haciendo que las células
anticiclónicas sobre los océanos Atlántico y Pacífico no tengan la misma latitud que las células
formadas sobre los continentes americano y euroasiático. En cualquier caso, podemos
responder a la pregunta anterior diciendo que las células anticiclónicas son las regiones donde
se generan las diferentes masas de aire, por este motivo también reciben el nombre de “regiones
manantiales”. La porción de atmósfera que comprende una determinada masa de aire se
caracteriza porque, en ella, las superficies isobáricas e isotérmicas son paralelas entre sí, razón
ésta por la cual se suele decir que dicha atmósfera es “barotrópica”. Por otra parte, estas regiones
manantiales, en lo que a la presión se refiere, también se caracterizan porque constituyen
sistemas isobáricos casi estacionarios.

7.2 Clasificación de las Masas de Aire

Nos hemos referido a la temperatura y a la humedad como propiedades físicas


fundamentales que sirven para caracterizar las diferentes clases de masas de aire. Por otra parte,
es fácil comprender que los valores que adquieren estas propiedades en el interior de una
determinada masa de aire, van a estar estrechamente ligados a la naturaleza de la superficie
terrestre sobre la cual descanse la correspondiente célula anticiclónica. Recordemos que, en un
plano horizontal, los valores de temperatura y de humedad permanecen prácticamente
constantes o si varían lo hacen de una manera ligera, mientras que, en un corte vertical, tanto
las isobaras como las isotermas son superficies paralelas entre sí (atmósfera barotrópica). Pues
bien, atendiendo a la temperatura, como una de las características físicas fundamentales de las
masas de aire, estas se clasifican en: masas de aire tropical, masas de aire polar y masas de aire
ártico. Igualmente, atendiendo ahora al contenido de vapor de agua, las masas de aire se
clasifican en: masas de aire continental y masas de aire marítimo. Por lo tanto, la combinación
de las dos clasificaciones anteriores, nos proporciona una clasificación general de las diferentes
masas de aire que pueden existir en la atmósfera. La tabla siguiente muestra esta clasificación.

7-2
7. Masas y Frentes Meteorología

Símbolo Denominación
cAA Continental Antártico
cA Continental Ártico
Masas de aire frío mA Marítimo ártico
cP Continental polar
mP Marítimo polar
mT Marítimo tropical
Masas de aire cálido
cT Continental tropical

Y la siguiente figura indica su localización en el planeta.

Figura 7.2. Localización de las masas de aire.

7.3 Regiones Manantiales en el Hemisferio Norte

Siguiendo la clasificación dada en la tabla anterior, vamos a estudiar los diferentes


manantiales de masas de aire, así como su situación geográfica, en nuestro hemisferio. Para el
Hemisferio Sur se obtiene exactamente lo mismo. Las figuras 4.12 y 4.13 muestran estas
regiones manantiales en los meses de invierno y verano, respectivamente. Estas masas son:

1) El anticiclón que, casi de forma perenne, puede observarse en la cuenca ártica, dando
lugar a una masa de aire ártico cuya temperatura oscila entre los –55 y –35 ºC, mientras
que su humedad específica lo hace entre 0,05 y 0,2 g/kg. Se trata, por lo tanto, de una masa
de aire muy fría, muy seca y muy estable. En verano permanece esta región manantial,

7-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

aunque tanto su extensión como su espesor disminuyen en gran medida; concretamente,


queda limitada a la zona inmediata que rodea al polo Norte.
2) Durante el invierno, sobre Siberia y Canadá se suelen formar sendas células
anticiclónicas, que dan lugar a masas de aire continental polar, con temperaturas que
oscilan entre los –35 y –20 ºC y humedades específicas que van de los 0,2 a los 0,6 g/kg,
por lo tanto, son masas de aire frío, seco y estable. No obstante, el calentamiento que
experimenta la tierra durante el verano, hace que dichas células desaparezcan
prácticamente de ambas regiones.
3) Por encima de los 55 grados de latitud Norte, se suelen formar sobre los océanos
Atlántico y Pacífico, masas de aire polar marítimo, cuyas temperaturas suelen oscilar entre
los 0 y 10 ºC en invierno, y entre los 2 y 14 ºC en verano, mientras que la humedad
específica lo hace entre los 3 y 8 g/kg en invierno, y entre los 5 y 10 g/kg en verano. En
cualquier caso, podemos considerar que se trata de una masa de aire fresco, húmedo e
inestable.
4) Los manantiales de masas de aire cálido están situados en las células subtropicales de
alta presión. No obstante, debemos recordar, una vez más, que las características físicas de
las correspondientes masas de aire pueden ser muy diferentes entre ellas, ya que depende
de la naturaleza de la superficie sobre la cual se encuentra la célula. Así, por ejemplo, si el
centro de altas presiones se encuentra sobre el océano, como es el caso del anticiclón de
las Azores, originará una masa de aire tropical marítimo con temperaturas en la capa
inferior que pueden oscilar entre los 5 y 20 ºC en invierno y entre los 15 y 25 ºC en verano,
mientras que la humedad específica está siempre por encima de los diez gramos de vapor
por kilogramo de aire húmedo. Se trata por lo tanto de una masa de aire cálido, húmedo y
de estabilidad variable. No ocurre lo mismo con una masa de aire tropical continental, como
es la que se origina en el anticiclón del Norte de África, que suele ser una masa muy cálida
(con temperaturas medias en la capa inferior que oscilan entre los 25 y 35 ºC), seca
(humedades específicas siempre por debajo de los 10 gramos por kilogramo), así como
inestable debido al fuerte calentamiento que experimentan las capas bajas del aire durante
el día.

7-4
7. Masas y Frentes Meteorología

7.4 Cambios que Pueden Experimentar las Masas de Aire

Recordemos brevemente qué ocurre en una célula anticiclónica (ver apartados 4.9 y
siguientes); sabemos que el aire fluye hacia el centro del anticiclón en las capas altas de la
atmósfera, mientras que diverge en las capas bajas. Evidentemente, entre ambos flujos se
produce un movimiento descendente a gran escala que se conoce como movimiento de
subsidencia. Pues bien, el flujo divergente que tiene lugar en las capas bajas de la atmósfera
supone un movimiento lento de las partículas de aire, que las aleja de la región manantial.
Precisamente, gracias a esa lentitud, la masa de aire adquiere unos valores más o menos
uniformes en lo que a sus propiedades físicas se refiere, que sirven para caracterizar el tipo de
masa de aire; no obstante, conforme se aleja del centro de las altas presiones, nuestro sistema
puede sufrir interacciones con la superficie del suelo sobre la cual esté deslizando, lo que, a su
vez, implica intercambios de energía térmica y de humedad. De esta manera, la masa de aire
sufre transformaciones que se traducen en cambios de sus propiedades físicas. Con frecuencia,
los mecanismos que intervienen en estas transformaciones suelen dividirse en “termodinámicos
y dinámicos”, aunque esta división responde más a una cuestión puramente didáctica que real.
En cualquier caso, comentaremos brevemente algunos de estos mecanismos.

7.4.1 Cambios termodinámicos

Supongamos una masa de aire polar continental que se dirige hacia latitudes más bajas;
esto implica que la temperatura del terreno, sobre el cual se está deslizando, será mayor que la
del aire. Es evidente que las capas bajas de la masa de aire se van a calentar al entrar en contacto
con este terreno; ese calentamiento modifica la curva de estado del aire hasta que su gradiente
térmico vertical pasa a tener un valor mayor que el correspondiente al gradiente adiabático seco.
En ese momento, la masa de aire se hace inestable y, en su seno, se desarrollan movimientos
convectivos que favorecen la mezcla de sus propiedades. Obsérvese que, en estas condiciones,
la atmósfera correspondiente a esta masa de aire, deja de ser barotrópica para convertirse en
una atmósfera moderadamente baroclina, es decir, una atmósfera en la cual las superficies
isobáricas e isotérmicas se cortan entre sí.
Otra situación diferente puede darse cuando una masa de aire tropical se desplaza hacia
latitudes más altas, donde la temperatura del terreno es inferior. En este caso, el enfriamiento
que experimenta las capas bajas favorece también un cambio en la curva de estado del aire, sólo
que, ahora, dicho cambio implica una disminución del gradiente térmico vertical que, incluso,

7-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

puede llegar a hacerse negativo, originándose una inversión térmica. Recordemos que una
situación de esta naturaleza implica ausencia total de movimiento convectivos, por lo tanto, los
cambios que puedan producirse en las propiedades físicas de la masa de aire, quedan limitados
a sus capas más bajas, es decir, aquellas que están bajo la influencia de la superficie del terreno,
mientras que las que están por encima no sufren modificación alguna.
Razonamientos similares podríamos realizar considerando la otra propiedad física, es decir
al contenido de vapor de agua. Recordemos que una masa de aire húmedo es más ligera que
una masa similar de aire seco a la misma temperatura. En cualquier caso, tanto los procesos de
evaporación como los de condensación implican, a su vez, cambios de temperatura en el
sistema, de manera que, en cada caso, será necesario realizar un estudio termodinámico riguroso
para conocer qué tipo de transformaciones están teniendo lugar en el interior de la masa de aire
y, así, poder concluir si se van a favorecer o no situaciones de inestabilidad atmosférica.

7.4.2 Cambios dinámicos

Otro tipo de mecanismos que pueden propiciar cambios en las propiedades físicas de las
masas de aire surgen de procesos de mezcla o de variaciones de presión que van asociados al
movimiento de la masa de aire. Así, por ejemplo, podemos suponer una masa de aire que, de
estar deslizándose sobre una superficie más o menos lisa, pasa a deslizarse por otra mucho más
rugosa, donde la fuerza de rozamiento intensifica fenómenos de turbulencia que favorecen
cambios en sus propiedades físicas, al menos en los niveles bajos de la atmósfera.
Finalmente, comentaremos otra situación que surge cuando una masa de aire se ve forzada
a salvar un accidente geográfico (montaña o cordillera), ya que, en este caso, al ascender (o
descender) la masa de aire, experimenta procesos adiabáticos que implican cambios de
temperatura y, en ocasiones, procesos de condensación y precipitación que, obviamente,
modifican sus propiedades físicas. No podemos ignorar que, aunque estas transformaciones
adiabáticas son, fundamentalmente, de naturaleza termodinámica, el origen último de estos
procesos (el desplazamiento de la masa de aire) es de tipo mecánico.
Podríamos describir otros mecanismos, aunque, en cualquier caso, las transformaciones
reales que tienen lugar en el interior de las masas de aire es el resultado de procesos
termodinámicos y dinámicos que suceden de manera simultánea y, por lo tanto, de mayor
complejidad. Esto quiere decir, que si queremos estudiar a fondo los procesos que originan
cambios en las propiedades de las masas de aire, será necesario tener en cuenta todos los
factores, tanto internos como externos, que intervienen en dichos procesos.

7-6
7. Masas y Frentes Meteorología

7.5 Frentes

Tal y como se ha mencionado más arriba, la escuela noruega fue la que comprobó la
existencia real de un frente atmosférico; pero, ¿qué es exactamente? Podríamos definir un frente
como la zona de transición que hay entre dos masas de aire de diferente naturaleza. Dicha zona
se caracteriza porque, en ella, las superficies isobáricas e isotérmicas se cortan entre sí
(atmósfera baroclina); además, suele tener un espesor que oscila entre 50 y 200 kilómetros y
una altura que va desde unos pocos kilómetros hasta la cima de la troposfera. En la figura 7.3
se representa un frente de manera esquemática.

Figura 7.3. Esquema de un frente.

Cuando dos masas de aire distintas, por ejemplo, una masa de aire tropical y otra polar, se
enfrentan entre sí pueden darse dos situaciones: una es que la masa cálida avance sobre la masa
fría, en cuyo caso diremos que se ha generado un frente cálido; la otra es que sea la masa fría
la que avanza y desplaza a la cálida, en cuyo caso hablaremos de un frente frío. A continuación,
comentaremos brevemente las características de cada uno de estos frentes.

7.5.1 Frente cálido

Acabamos de mencionar que un frente cálido se genera cuando, por ejemplo, una masa de
aire tropical empuja en su movimiento de traslación a otra masa de aire polar que tiende a

7-7
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

retirarse; ahora bien, como el aire frío tiene una densidad mayor, el efecto que produce el
choque entre las dos masas de aire es el de una cuña de aire frío por cuyo plano inclinado
asciende el aire cálido (Figura 7.4). La pendiente de dicho plano oscila entre 1/200 y 1/400. Por
lo general, este aire cálido suele ser también húmedo, de manera que, cuando asciende por la
rampa, se enfría adiabáticamente hasta que se producen fenómenos de condensación y
precipitación. Así, por ejemplo, un observador situado dentro de la masa fría y que detecta la
aproximación de un frente cálido, podría describir la sucesión de fenómenos que observa de la
siguiente manera:

Figura 7.4. Frente cálido.

- Detecta en el cielo la formación de cirros que, como sabemos, son nubes altas formadas
por cristales microscópicos de hielo, y con formas que recuerdan hojas de palmeras, plumas
de ave o uñas de gato. Estas nubes se forman por encima de los seis mil metros de altura y
son una consecuencia del fuerte enfriamiento que experimenta el aire cálido y húmedo al
subir por la rampa que forma el aire frío.
- Poco después, ve como esos cirros se van espesando formando un velo blanquecino que
permite detectar la posición del Sol o de la Luna por el brillo que producen en el velo y
porque, con frecuencia, se forma el clásico halo alrededor del astro. Este velo blanquecino
también está formado por cristales microscópicos de hielo y son nubes del tipo cirrostratos.
- Posteriormente, observa cómo las nubes continúan espesándose dándole al cielo un
aspecto grisáceo. Son nubes del tipo altostrato que están formadas por gotitas de agua y

7-8
7. Masas y Frentes Meteorología

cuya altura oscila entre los 2500 y los 5000 metros. Con frecuencia, con la llegada de este
tipo de nubes suele comenzar una llovizna ligera.
- Finalmente, la masa de nubes continúa aumentando de aspecto grisáceo siguen
espesándose al mismo tiempo que desciende su altitud hasta que aparecen nubes bajas del
tipo nimbostrato que, como sabemos (ver apartado 6.3.4), también son nubes de aspecto
grisáceo que con frecuencia van acompañadas de otras más oscuras que se forman por
debajo y que suelen llamarse fractostratos. Por lo general, ambos tipos de nubes suelen
producir una lluvia continua y persistente que empapa bien el terreno, pero sin producir
escorrentías superficiales. Cuando se alcanza esta situación, nos encontramos en los
últimos estadios del frente cálido ya que, cuando todo él ha pasado por encima del
observador, la lluvia cesa, comienza a abrirse claros en el cielo y se ven nubes del tipo
estratocúmulo que poco a poco se van disipando, mientras que la temperatura ambiente ha
aumentado sensiblemente y la visibilidad ha disminuido.
Si la componente del viento perpendicular al frente crece con la altura el frente será activo,
puesto que ayudará a ascender al aire cálido el que en altura exista una fuerte corriente que haga
de efecto Venturi. Si por el contrario la componente del viento perpendicular al frente decrece
con la altura, el frente será poco activo. Por tanto, en el caso del frente cálido activo las isohipsas
a 500 mb tenderán a ser perpendiculares al frente para que la componente perpendicular sea
fuerte, ocurriendo lo contrario para el frente cálido pasivo o poco activo, es decir las isohipsas
tenderán a ser paralelas al frente.

7.5.2 Frente frío

Vamos a proceder de una forma similar, para describir la sucesión de fenómenos que se
observan al paso de un frente frío. En este caso es la masa fría la que se mueve empujando a
una masa de aire cálido que, como tiene menos densidad, es desplazado hacia arriba con
violencia (Figura 7.5), dando lugar a una pendiente que oscila entre 1/50 y 1/100. En este caso,
el observador está situado en la masa cálida y ve aproximarse al frente frío. Los fenómenos que
observa los podría describir de la siguiente manera:
- Detecta a lo lejos una especie de murallón de nubes de tipo cumuliforme, es decir nubes
de desarrollo vertical como los cúmulos y los cumulonimbos; esta últimas pueden alcanzar
hasta la cima de la troposfera. Como ya sabemos, este tipo de nubes se caracterizan porque
en su interior se producen grandes turbulencias. Por otra parte, son nubes que están

7-9
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

formadas por gotitas de agua en la parte inferior y por cristales microscópicos de hielo en
su parte superior.
- Conforme se acerca el murallón, el día se va oscureciendo hasta que adquiere un color
negruzco, que coincide con el momento en que las nubes están encima de nosotros. Al paso
de un frente frío suelen producirse vientos fuertes y racheados; la precipitación es en forma
de chubascos, aguaceros o granizo y, a veces, va acompañada de tormenta. Así pues, en un
frente frío se produce lluvias intensas, aunque de corta duración, pero que suelen formar
escorrentía superficial. Por otra parte, la temperatura ambiental desciende sensiblemente a
su paso y la visibilidad aumenta al penetrar la masa de aire frío. Si la componente del viento
perpendicular al frente crece con la altura el frente será poco activo, puesto que no dejará
ascender al aire cálido fácilmente. Si por el contrario la componente del viento
perpendicular al frente decrece con la altura, el frente será activo. En el caso del frente frío
activo las isohipsas a 500 mb tenderán a ser paralelas al frente para que la componente
perpendicular sea débil, ocurriendo lo contrario para el frente frío pasivo o poco activo, es
decir las isohipsas tenderán a ser perpendiculares al frente.

Figura 7.5. Frente frío.

- Cuando pasa el frente, circunstancia esta que suele producirse una o dos horas después de
haber divisado el murallón de nubes, la lluvia cesa y comienza a abrirse entre los cúmulos
claros en el cielo que, cada vez son mayores hasta que, prácticamente desaparecen las
nubes. Durante ese proceso el viento ha ido amainando y, al final, nos encontramos con
una atmósfera limpia y transparente.

7-10
7. Masas y Frentes Meteorología

Obsérvese que todas las nubes que acompañan a un frete cálido llevan el término “estrato”,
mientras que las nubes asociadas a un frente frío son del tipo “cúmulo”. Esta diferencia no es
casual, ya que, tal y como hemos descrito, los fenómenos que acompañan a un frente cálido
suelen ser suaves, continuos y sin violencia, debido a que el aire cálido asciende lentamente,
deslizándose por la rampa que forma el aire frío. No ocurre así en un frente frío, donde los
fenómenos que le acompaña son violentos como consecuencia de las turbulencias y los fuertes
movimientos convectivos que experimenta la masa de aire cálido.

7.5.3 Frente polar

Los frentes que acabamos de describir se caracterizan por su movilidad; sin embargo, existe
otro tipo de frentes que se podrían considerar “estacionarios”, ya que su posición no cambia de
un día para otro. Estos frentes, como los anteriores, son regiones de transición entre dos masas
de aire con características físicas diferentes, sólo que, en este caso, ninguna masa empuja a la
otra, razón por la cual se suele decir que es un frente inactivo. Dentro de este tipo de frentes,
adquiere una especial significación el “frente polar” por sus implicaciones en la génesis de las
depresiones frontales, que estudiaremos en el siguiente apartado.
¿Qué es el frente polar? Volviendo a las figuras 4.12 y 4.13, observamos en ellas los
diferentes tipos de masas de aire que podemos identificar en nuestro hemisferio, (por supuesto
que un estudio similar podríamos haber realizado en relación con el Hemisferio Sur); es fácil
darse cuenta de que por encima de los cincuenta o sesenta grados de latitud Norte, todas las
masas de aire que rodean la Tierra son masas polares, bien continentales o bien marítimas. Por
el contrario, por debajo de estas latitudes, las masas que observamos son siempre de origen
tropical. La frontera entre ambos tipos de masas (polares y tropicales) es lo que constituye el
frente polar; se trata por lo tanto de una región de transición baroclina que rodea a la Tierra y
que se eleva hasta la cima de la troposfera; por otra parte, la superficie definida por esta frontera
está inclinada hacia la masa polar, con una pendiente aproximada de un 1/100. La posición del
frente polar varía a lo largo del año, de manera que, en los meses de invierno, suele localizarse
en latitudes más bajas (generalmente entre los 40 y los 50 grados), mientras que en los meses
de verano suele estar por encima de los 60 grados. En definitiva, podemos decir que el “frente
polar” es una zona de convergencia, en la cual, al Norte de ella se registran vientos del Este,
mientras que al Sur se producen vientos del Oeste.
Por supuesto que en el hemisferio Sur también existe un frente polar y que estos no son los
únicos frentes estacionarios que podemos identificar en la Atmósfera.

7-11
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

7.6 Depresiones Frontales.

Si la superficie terrestre fuese uniforme, probablemente el frente polar no sufriría cambios


en su estructura geométrica, pero debido a la distribución de tierras y mares, y las fuerzas de
inercia debido a la rotación de la Tierra, se producen diferencias de temperatura y de presión
entre masas tropicales situadas sobre los continentes y sobre los océanos, situación ésta que, a
su vez, ocasionan perturbaciones en los sistemas de vientos y, por lo tanto, fluctuaciones del
frente polar. Pues bien, estas fluctuaciones pueden ser el origen de lo que se conoce como
“depresión frontal” y que, a continuación, vamos a describir.

Figura 7.6. Etapas de formación y desarrollo de una depresión frontal (o borrasca).

La figura 7.6 muestra las diferentes etapas de formación y desarrollo de una depresión
frontal (o borrasca). En ella se puede observar:
A) cómo inicialmente se tiene el frente polar inactivo, con vientos del Este por el Norte y
vientos del Oeste por el Sur. Este frente polar lo podríamos imaginar como una especia de
“membrana elástica” que experimenta ondulaciones debidas a las fluctuaciones
mencionadas anteriormente. Pues bien, en ocasiones, “el vértice o cresta” de una de estas
oscilaciones puede convertirse en el origen de una borrasca frontal. Para ello es necesario
que la longitud de dicha oscilación esté comprendida entre 500 y 1500 millas. En efecto,

7-12
7. Masas y Frentes Meteorología

el vértice se convierte en un centro de bajas presiones que, a su vez es el origen de la


borrasca, motivo, por el cual, a esta etapa se le conoce con el nombre de ciclogénesis.
B) Una vez originado el centro de bajas presiones, la masa de aire tropical tiende a
introducirse en la zona ocupada por la masa polar, dando lugar a la aparición de un frente
cálido. Mientras tanto, por el lado opuesto, la masa de aire polar tiende a penetrar en la
zona ocupada por la masa tropical, originando un frente frío. Para ello es necesaria la
existencia de una vaguada en las capas altas (500 mb), cuyos vientos transmiten su energía
a las capas bajas, permitiendo que sea este aire frío el que suministre la energía necesaria
para que la borrasca, con sus dos frentes asociados, se desarrolle. A esta etapa se le conoce
con el nombre de frontogénesis. Es obvio que las áreas geográficas situadas por debajo de
los frentes coinciden con las zonas en las que se están produciendo precipitaciones.
C) El frente frío avanza más rápido que el frente cálido, de manera que llegará un momento
en que el primero alcanzará al segundo, formándose un nuevo tipo de frente, que no hemos
mencionado anteriormente, y que recibe el nombre de frente ocluido. Obsérvese que, en el
momento que se forma el frente ocluido, la masa de aire polar que avanza por detrás del
frente frío alcanza al aire frío que está por delante del frente cálido. Esto quiere decir que,
una vez que se ha formado el frente ocluido, en las capas bajas de la atmósfera sólo hay
aire frío que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj, mientras que el aire cálido
es desplazado cada vez más arriba, girando en el mismo sentido, pero ocupando las capas
superiores de la atmósfera. Al final los frentes desaparecen y sólo queda una masa de aire
girando en sentido contrario a las agujas del reloj con aire frío junto al suelo y aire cálido
en altura. A esta etapa de oclusión y desaparición de la borrasca se le conoce con el nombre
de frontolisis.
Si analizamos las etapas que acabamos de describir, desde un punto de vista físico, es fácil
darse cuenta que, cuando se origina la borrasca, el centro de gravedad de la masa de aire frío se
encuentra a una altura superior que al final del proceso; esto quiere decir que, durante todo el
desarrollo del mismo, se produce una pérdida de energía potencial que se transforma,
inicialmente, en energía cinética de rotación hasta que, finalmente, se disipa en forma de calor
por el rozamiento interno.

7-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 7.7. Frentes ocluidos.

Hemos dicho que una borrasca frontal tiene dos frentes (uno frío y otro cálido) en sus etapas
iniciales, mientras que al final sólo tiene un frente ocluido, delante del cual hay aire polar (es
decir, el que precedía al frente cálido) y detrás también (el que empujaba al frente frío), mientras
que el aire cálido va siendo desplazado hacia las capas altas de la atmósfera. Pues bien, a pesar
de existir aire polar a ambos lados del frente ocluido, la temperatura no tiene por qué ser la
misma, ya que cada una de estas masas polares han seguido procesos termodinámicos diferentes
durante el desarrollo de la borrasca. Así, en este contexto, nosotros podemos distinguir dos
situaciones diferentes (Figura 7.7). Una de ellas es que el aire frío que hay por delante del frente
ocluido tenga una temperatura inferior al del aire que viene por detrás; en este caso diremos que
estamos en presencia de un frente ocluido cálido. La otra situación es que la temperatura del
aire frío que está por detrás del frente ocluido sea inferior al del aire que tiene por delante; en
este caso diremos que se trata de un frente ocluido frío.
En el caso de oclusión de frente frío, el tiempo asociado será parecido al de frente frío, pero
más atenuado, dependiendo naturalmente de la diferencia entre ambas masas frías, en donde
ahora a la fría anterior se la considera cálida. En el caso de oclusión de frente cálido, el tiempo
asociado será parecido al de frente cálido, pero más atenuado, dependiendo igual que
anteriormente de la diferencia entre ambas masas frías, en donde ahora a la fría posterior se la
considera cálida.
Bajo determinadas condiciones la borrasca puede regenerarse a pesar de estar ocluida. Esto
ocurre cuando una masa de aire extremadamente frío afluye a la parte posterior de la misma.
Se crea entonces un frente secundario de carácter frío, que dependiendo de la discontinuidad
que pueda crear puede ser tan fuerte como el primitivo frente frío. En condiciones isobáricas
favorables para ello, el frente secundario puede ser de carácter cálido.

7-14
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

8 CIRCULACIÓN GENERAL Y CAMBIO CLIMÁTICO


8.1 Consecuencias Sinópticas de la Radiación Solar

Como ya hemos visto en las lecciones anteriores, el Sol es la principal fuente de energía
para el sistema Tierra-atmósfera. La Luna y las estrellas constituyen una pequeña fuente
adicional al igual que una pequeña cantidad de calor que llega a la superficie de la Tierra por
conducción desde el interior. Estas fuentes no solares no aportan ni un 1% de la energía total
por lo que no se las tendrá en cuenta.
La energía solar recibida en la Tierra y su atmósfera se convierte primero en energía interna
y después en energía potencial, calor latente y energía cinética. Por tanto, la energía para los
movimientos tanto atmosféricos como oceánicos procede del sol.
Es evidente la influencia de la radiación solar en las condiciones atmosféricas, como puede
observarse simplemente viendo las diferencias meteorológicas entre el día y la noche. Así, si se
analizan radiosondeos (http://weather.wyoming.edu/upperair/sounding.html) aparecen
diferencias entre los perfiles verticales de los distintos parámetros debidos simplemente a la
presencia o ausencia de insolación. Esta diferente estructura vertical se traduce en cambios tanto
en la temperatura, como en la presión o en la intensidad y dirección del viento a distintas alturas.
Asimismo, de todos es conocida la influencia solar para generar el sistema de brisas tierra-
mar (virazón y terral). Durante el día la superficie terrestre se calienta mucho más deprisa que
el mar, dado que este último posee una gran capacidad calorífica (hasta 5 veces mayor que la
de la roca). El aire en contacto con la parte terrestre se calienta también antes y al ser menos
denso tiende a ascender. Esto da lugar a una zona de baja presión en relación con la zona de
mar, lo que produce una corriente de aire desde el mar hasta la tierra. Al llegar a capas altas el
aire se enfría y empujado por el que continúa ascendiendo, desciende sobre la parte marina
tratando de ocupar el lugar que ha abandonado el caliente. Esto genera una celda local cuya
dirección es desde el mar hacia la tierra en superficie y de sentido contrario en altura (Figura
8.1).
Durante la noche ocurre justo lo contrario. La tierra se enfría mucho más rápidamente que
el mar por lo que el aire desciende sobre la tierra y se eleva en el mar, generando brisas ahora
desde la tierra hacia el mar (Figura 8.2). Dado que las diferencias de temperatura no son tan
acusadas durante la noche, la brisa nocturna es menos intensa que la diurna.
Como vemos, simplemente la diferencia de insolación entre el día y la noche ya está
generando vientos y modificando las condiciones meteorológicas.

8-1
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 8.1 Sistema de brisa mar-tierra (Ahrens, 2009).

Figura 8.2. Sistema de brisa tierra-mar (Ahrens, 2009).

Un efecto similar, aunque a mayor escala podemos observarlo en los monzones. En las
regiones en las que tienen lugar, en una época del año los vientos siguen una dirección, mientras
que en otra estación los vientos siguen el sentido contrario. Quizás el más conocido de todos
sea el que tiene lugar en el sureste asiático. Durante el invierno, el aire sobre el continente está
mucho más frío y por tanto más denso que el aire sobre el océano. De esta forma se desarrolla
un sistema de alta presión en el continente que da lugar a un flujo de aire hacia el Océano Índico
y el Mar de China. La consecuencia es una época de pocas precipitaciones y cielos despejados
(Figura 8.3).
En verano sin embargo la intensa insolación hace que el aire sobre el continente sea mucho
más cálido que el aire sobre el océano. Se desarrolla sobre el continente un sistema de baja
presión que produce que vientos cargados de humedad se adentren en el continente desde el
océano. La elevación del Himalaya favorece que estas masas de aire asciendan y se enfríen, lo

8-2
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

que origina fuertes precipitaciones en esta época del año. Se trata por tanto de una época lluviosa
con vientos que se mueven desde el océano a tierra.

Figura 8.3. Sistema de monzón del sur de Asia.

8.1.1 Franjas latitudinales

Dada la forma esférica del planeta, la cantidad de energía recibida se distribuye de manera
distinta en el ecuador que en los polos.

Figura 8.4. Diferente distribución de un haz de radiación solar incidente según la latitud.

Tal y como vimos en el apartado 2.5, si se lleva a cabo un análisis por franjas latitudinales
de la cantidad de radiación solar absorbida, así como la emitida en onda larga, se llega a una
representación como la que aparece en la Figura 8.5.
Se observa claramente que, si no se considerasen transportes de energía, existiría siempre
una descompensación de energía entre latitudes. Aparece una única franja, en torno a los 35°

8-3
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

de latitud donde la radiación incidente está en equilibrio con la emitida por la tierra. Para
latitudes por encima de ésta existe un déficit, mientras que en las regiones más próximas al
ecuador el balance es de excedente.

Figura 8.5. Diferencia de radiación latitudinal incidente y saliente.

8.2 Circulación General

Para compensar este desequilibrio energético aparece un flujo de energía desde el ecuador
hacia los polos. El transporte de este exceso de energía de la zona ecuatorial hacia la zona polar,
deficitaria, se realiza mediante los siguientes mecanismos:
- aproximadamente, a unos 35° de latitud, el 10% lo transportan las corrientes oceánicas;
- el otro 90% lo transporta la atmósfera en la troposfera en forma de calor sensible (es decir por
convección, difusión molecular y difusión turbulenta), calor latente, energía potencial y energía
cinética (medida realizada también sobre la latitud 35°).
De estos mecanismos los más importantes son el calor sensible y el calor latente, que están
estrechamente ligados a la circulación general.
Como ya hemos visto, el aire que rodea la Tierra se calienta más en contacto con el ecuador
que en otros puntos, ya que es la zona donde la radiación solar incide de forma más
perpendicular. Así, el grosor de la troposfera en el ecuador es más grande que en los polos. Si
la Tierra no tuviera el movimiento de rotación y su superficie fuera lisa, el aire que se encuentra
sobre el ecuador se elevaría y sería sustituido por el aire más frío de los polos, que son los que
reciben la menor cantidad de energía solar. De esta forma, se originaría una brisa polar,

8-4
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

proveniente de los polos hacia el ecuador, sobre la superficie. En las capas altas de la atmósfera,
el aire que se ha elevado en el ecuador se dirigiría hacia los polos, y descendería sobre ellos, ya
enfriado, para completar el ciclo. Tendríamos así unas circulaciones meridianas a escala
hemisférica, con fuertes ascendencias sobre el ecuador y descendencias sobre los polos. Este es
el modelo de Hadley, que se ilustra en la Figura 8.6. La consecuencia sería una acumulación de
aire frío en los polos, donde la presión atmosférica resultaría muy alta, y una continua
ascendencia del aire en las regiones ecuatoriales, en las cuales la presión bajaría muchísimo.

Figura 8.6. Modelo de Hadley para la distribución de la energía sobrante del ecuador hacia
la zona deficitaria de los polos (Ahrens, 2009)

Pero a causa del movimiento de rotación de la Tierra, la circulación general se complica


bastante más. El aire que se dirige hacia el polo norte por las capas altas, va siendo desviado
por un efecto denominado Coriolis, que veremos en los próximos temas, hacia la derecha de su
trayectoria inicial, progresivamente con más curvatura, hasta convertirse en viento del sudoeste.
Al llegar a los 30° de latitud (aproximadamente la de las islas Canarias) ha pasado a ser ya un
viento del oeste y se ha enfriado suficientemente como para descender. Una vez en la superficie,
se dirige hacia al ecuador, pero no como viento del norte, ya que la desviación de Coriolis
vuelve a actuar sobre él y lo convierte en viento del nordeste hasta llegar al ecuador, donde
asciende y así queda cerrada una célula de convección limitada entre los 30° y el ecuador,
denominada célula de Hadley (descrita por Hadley en el año 1735).

8-5
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

De todas formas, la desviación del aire en latitudes bajas, cerca del ecuador, no se puede
justificar totalmente por el efecto de Coriolis, debido al bajo valor que esta fuerza toma en esta
zona. Ha de explicarse en términos de la conservación del momento angular. Por ejemplo, el
aire que se encuentra sobre el ecuador tiene un momento cinético de rotación muy elevado a
causa de la distancia al eje de rotación (el radio terrestre). Al moverse hacia al polo en altura,
como esta distancia disminuye, su velocidad angular ha de aumentar para conservar su
momento cinético. Esto se traduce en una desviación hacia el este en ambos hemisferios. Este
efecto fue descrito por el modelo de Ferrel en el año 1856.
Asimismo, el aire frío y denso que se mueve desde los polos sobre tierra en dirección al
ecuador comienza a rolar a nordeste hasta llegar a los 60º de latitud (aproximadamente, al sur
de Groenlandia), en los que ya se ha convertido en viento totalmente del este. En este momento
ya se ha calentado suficientemente como para ascender y se dirige nuevamente hacia al polo
por las capas altas como viento del sudoeste. En cuanto se encuentra sobre el polo norte,
desciende y se cierra el ciclo.
La zona intermedia de latitudes 60° > > 30° recibe el nombre de zona templada y en ella
predominan los vientos de componente oeste, no sólo en superficie sino también en altura, en
buena parte de la troposfera. En esta zona el transporte horizontal es muy importante. La
situación en el hemisferio sur es la simétrica, como puede verse en la Figura 8.7, ya que el
efecto de Coriolis en este hemisferio hace desviar los vientos hacia la izquierda de su
trayectoria.
Esta figura muestra una circulación muy simplificada, pero es útil para identificar algunas
de las características principales de las configuraciones generales de presión y de viento. Hay
un anticiclón sobre cada polo, una zona de depresiones o de bajas presiones aproximadamente
en los 60° de latitud en cada hemisferio, una franja anticiclónica hacia los 30º de latitud, de la
cual parten los vientos alisios por un lado y los de poniente por el otro, y un cinturón ecuatorial
bastante ancho, la zona de convergencia intertropical (ITCZ), en donde los alisios de ambos
hemisferios que convergen están tan intensamente caldeados que se elevan sin penetrar en el
interior formando intensas corrientes verticales ascendentes. Por esta razón, en el interior de
esta zona prácticamente no hay viento en superficie y por eso se la denomina zona de las calmas
ecuatoriales. La presión en ella es muy baja. Como el aire en esta zona suele ser muy húmedo,
su ascendencia continua produce intensas precipitaciones. Nótese que es en esta zona donde se
encuentran, en general, las mayores selvas de nuestro planeta. Por otro lado, dentro de la franja
anticiclónica y dada la subducción de aire seco proveniente de la zona troposférica más alta, se
encuentran los principales desiertos del planeta: Sahara, Gobi, Kalahari, Australia, etc.

8-6
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Figura 8.7. Esquema de circulación general atmosférica (Ahrens, 2009).

También es de destacar la presencia de los denominados “jet streams” o corrientes en


chorro, principalmente en la tropopausa, en las zonas de intersección de las células aquí
descritas. Se trata de flujos de aire estrechos con forma aplastada de varios miles de kilómetros
de largo y en los que el aire alcanza velocidades de hasta 300 km/h. La Figura 8.8 muestra a
modo de ejemplo para el día 11 de octubre de 2016, la posición de las dos principales corrientes
en chorro del Hemisferio Norte: la corriente polar o jet polar y la subtropical o jet subtropical.
La primera de ellas está situada en torno a los 60° de latitud y serpentea por todo el planeta
dando lugar a buena parte de las borrascas que tienen lugar a esas latitudes. En determinadas
situaciones puede descender hasta latitudes muy meridionales llegando incluso a mezclarse con
el jet subtropical. Asimismo, en ocasiones ocurre que el jet polar se desdobla en dos, dando
lugar a la “rama norte” y a la “rama sur”.
La segunda corriente en chorro, el jet subtropical, se sitúa en promedio a una latitud de 30°
y en ella la velocidad del viento suele ser inferior a la del jet polar. Dado el significativo cambio

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

de altitud de la tropopausa en el ecuador con respecto al polo, la corriente subtropical se mueve


a una altitud mayor que la polar.

Jet polar
L
Jet polar

H
L

Jet subtropical
Jet subtropical

Figura 8.8. Corrientes en chorro para el día 17/11/16 (https://earth.nullschool.net).

Figura 8.9. Posición de las corrientes en chorro o “jet streams” (Ahrens, 2009).

El origen del jet polar está relacionado con el brusco cambio de temperatura y el gradiente
de presión que se encuentra en la región del frente polar (Figura 8.10). Esto genera una

8-8
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

intensificación de la velocidad del aire en altura, dando lugar a esta corriente en chorro que
sopla desde el oeste.

Figura 8.10. Modelo del jet polar donde se observa el abrupto cambio de altura de la zona de
presión de 500 mb y de la isoterma de –20 °C (Ahrens, 2009).

Con respecto al chorro subtropical éste tiene su origen también en el cambio abrupto de
presión y temperatura que ocurre en el lado más septentrional de la célula de Hadley,
denominado en ocasiones frente subtropical (aunque esta estructura no se extiende hasta la
superficie como en el caso anterior). En este caso opera además otro mecanismo como es la
conservación del momento angular ya comentado anteriormente. El momento angular viene
    
dado como: L  r  mꞏv , siendo m la masa de la parcela de aire, v su velocidad y r el radio de
la misma al eje de la Tierra. Dado que no actúan fuerzas externas sobre esta parcela de aire el

 

momento angular L en un instante ha de ser igual a L en otro instante posterior dL  0 .
dt 
Sin embargo el aire en su desplazamiento dentro de la célula de Hadley desde el ecuador hacia

el polo cambia su distancia r con respecto al eje de la Tierra por lo que, dado que L se conserva

y la masa no ha cambiado, la velocidad v debe incrementarse. Esto junto con el efecto de
Coriolis da lugar a una mayor velocidad del viento en altura que además a estas latitudes ya es
del oeste.

8-9
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

8.3 Balance Energético del Sistema. Efecto Invernadero y Cambio


Climático

Ya vimos que, aproximadamente un 51% de la radiación que llega al límite superior de la


atmósfera penetra en ella y alcanza la superficie. La Tierra absorbe dicha energía y la reemite
en cantidad igual al espacio, pero a longitudes de onda largas, en la zona IR del espectro, de 4
a 80 m, por lo que no se solapa prácticamente con la radiación solar incidente.

4E+013 2E+007

6000 K
2E+007
300 K
3E+013

1E+007
W m-3 sr-1

2E+013

8E+006

1E+013
4E+006

0E+000
0.1 1 10 100
Wavelength [m]

Figura 8.11. Radiaciones emitidas por el Sol y la Tierra supuestos como cuerpos negros.

En el estudio que hicimos de la energía total emitida por la Tierra sin atmósfera (apartado
2.4), es decir considerando que la emitida es igual a la que le llega, es decir, 0.69ꞏICS1, donde ICS
es la constante solar, se observaba que ésta es equivalente a la que emitiría un cuerpo negro a
254 K (–19 °C) en equilibrio termodinámico. Pero parte de esta radiación IR era absorbida por
las nubes y otros componentes atmosféricos como el O3, el CO2, el CH4, CFCs, N2O, etc.,
quienes la remitían a su vez en todas direcciones. Así, parte se perdía definitivamente hacia el
espacio, pero otra cantidad era devuelta a la superficie terrestre, de forma que la cantidad de
energía puesta en juego en el sistema era mayor. Esto conllevaba por parte de este cuerpo negro
que representa la Tierra, una nueva situación de equilibrio termodinámico, el cual se traducía
finalmente en una nueva temperatura. Indicábamos que dicha temperatura era de 288 K (15 °C).

1
El 31% faltante se debe a la radiación reflejada por parte de las nubes (17%), reflejada por el suelo (6%) y
retrodispersada por las moléculas de aire (8%)

8-10
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

A este proceso que genera dicho incremento de temperatura en la Tierra es lo que conocemos
como efecto invernadero, y gracias al cual la Tierra posee una temperatura apta para el
desarrollo de la vida.
Este delicado equilibrio sin embargo puede verse comprometido si alguna de las partes que
lo establecen se ve afectada. Así, algunos de los cambios que se relacionan a continuación
podrían dar lugar a un cambio climático:
 Cambios en la radiación solar
 Cambios en la superficie del planeta
 Cambios en la composición de la atmósfera

Existen dos causas principales que pueden dar lugar a una variación en la radiación solar
que alcanza nuestro planeta: la debida a cambios orbitales y la debida a cambios en la irradiancia
solar total. La primera de ellas, conocida como teoría astronómica o de Milankovitch, estudia
las variaciones de energía solar recibidas por la Tierra asociadas con tres parámetros de la órbita
terrestre alrededor del Sol que varían cíclicamente.

Figura 8.12. Variación de la inclinación de la órbita terrestre (nutación) con respecto al


plano de la eclíptica.

El primero es la inclinación del eje terrestre (ángulo entre el eje y el plano de la órbita),
denominado nutación, y hace que la Tierra se desplace unos nueve segundos de arco cada 18,6

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

años. El segundo es la dirección en la que apunta el eje terrestre, precesión, con un periodo de
unos 25800 años (no es constante y se cree que oscila entre 25700 y 25900 años). En una vuelta
completa de precesión nuestro planeta realiza unos 1385 bucles de nutación.

Figura 8.13. Precesión de la órbita terrestre.

Figura 8.14. Cambio en la excentricidad de la órbita terrestre (las distancias están en


unidades astronómicas U.A. 1 U.A.= 149597870,7 km)

8-12
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Y el tercero es la excentricidad de la órbita terrestre, cuyo periodo dura unos 100000 años,
en la que se observa como la trayectoria descrita por nuestro planeta alrededor del Sol puede
pasar de ser casi circular a una más elongada, con una mayor variación en la distancia al Sol
entre estaciones.
Existen otros movimientos, aunque menos importantes, como por ejemplo el de Chandler,
el cual se refiere a pequeñas variaciones en la posición del eje terrestre con respecto a la posición
cero. Su origen es aún incierto, si bien se piensa que pueda ser debido a la presión fluctuante
del fondo oceánico, cuya variación está relacionada con cambios en las corrientes marinas y
con la salinidad y la temperatura.

Figura 8.15. Movimiento Chandler del eje terrestre en torno a su origen para el periodo
1962–2018 (datos del International Earth Rotation and Reference System Service)

Sin embargo, se piensa que las variaciones de energía puestas en juego en estos procesos
son, en general, demasiado pequeñas como para explicar, por ejemplo, los grandes ciclos
glaciales-interglaciales durante el Cuaternario.
En lo que respecta a las variaciones en la irradiancia solar total, éstas responden a cambios
en la actividad superficial del Sol y se desarrollan en fase con el ciclo de manchas solares, cuya
duración es de aproximadamente 11 años (Figura 8.16).

8-13
E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Así se ha observado que a un mayor número de manchas solares corresponde una radiación
solar también elevada. Esto es debido a que el aumento de las regiones brillantes (fáculas
fotosféricas) que ocurren en estas situaciones compensa y supera la disminución en la radiación
producida por las manchas. Aunque la variación de la constante solar es inferior al 0.2% se cree
que dichos cambios pueden tener importancia respecto a los cambios en el clima.

Figura 8.16. Constante solar y número de manchas solares en el periodo 1978-2004 (Fuente:
WDC-SILSO, Royal Observatory of Belgium, Bruselas, Bélgica y National Center for
Environmental Information, NOAA, EE.UU.

Figura 8.17. Imagen del sol del día 11/10/2016 mostrando manchas solares y regiones
brillantes (fáculas fotosféricas).

8-14
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Se ha propuesto un segundo efecto que relaciona las variaciones en el radio solar con los
cambios en irradiancia. No obstante, no se ha establecido con seguridad la existencia de
cambios apreciables en dicha magnitud asociados a estas variaciones.
En lo que respecta a cambios en la superficie del planeta, es evidente que cuanto mayor sea
la cantidad de superficie helada mayor es la cantidad de energía devuelta al espacio y que por
tanto no pasa a formar parte en el equilibrio de radiación. Sin embargo, a medida que este albedo
planetario disminuye, parte de la radiación solar es absorbida por la superficie ayudando a
calentar los alrededores con lo que se acelera el efecto de deshielo. El resultado final es una
mayor cantidad de energía participante en el equilibrio radiativo que da lugar a una temperatura
distinta en el nuevo equilibrio termodinámico.

Figura 8.18. Variación de la energía dispersada según el albedo superficial (Ahrens, 2009).

Finalmente, en lo que corresponde a cambios en la composición de la atmósfera cualquier


modificación en las concentraciones de los gases de efecto invernadero (GEI), de los cuales el
vapor de agua es el más importante, dará lugar a otra situación de equilibrio, con una nueva
temperatura para la Tierra.
En la Figura 8.19 y Figura 8.20 se muestra cómo ha ido cambiando la concentración de
CO2 en la atmósfera en los últimos decenios y siglos. La primera de dichas figuras corresponde
al registro llevado a cabo en las estaciones de Mauna Loa, en Hawái, desde el año 1969 hasta
nuestros días y en Izaña, Tenerife desde 1991. Para el caso de la segunda figura se ha analizado
la composición de las burbujas de aire que han quedado atrapadas en los diferentes substratos
de hielo de la Antártida. Es más que patente el aumento experimentado en la concentración de
dicho gas a partir de la Revolución Industrial.

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 8.19. Concentración de CO2 medido en Mauna Loa, Hawái e Izaña, Tenerife.

Figura 8.20. Concentración de CO2 en la atmósfera obtenido a partir de burbujas de aire


encerradas en testigos de hielo en la Antártida (Etheridge et al., 1998).

En la Figura 8.21, obtenida del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio


Climático (IPCC, 2007; 2013) se observa el mismo patrón, aproximadamente, en los últimos
años para las concentraciones de metano, óxido nitroso, clorofluorocarbonos (CFC), etc., gases
también muy importantes en el efecto invernadero.

8-16
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Figura 8.21. Variación de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en los
últimos años (IPCC, 2007 y 2013).

El 1 de enero de 1989 entró en vigor el Protocolo de Montreal, cuyo objetivo es la


protección de la capa de ozono. Para ello se acordó la reducción en la producción y el consumo
de ciertas sustancias responsables de la disminución de dicha capa. Si bien se había conseguido
cierta mejora en su protección en los últimos años se ha vuelto a observar un deterioro de la

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

misma, al parecer relacionado con el aumento de los clorocarbonos. Sustancias como el


diclorometano no estaban contempladas inicialmente en este protocolo ya que se pensaba que
su corto tiempo de vida medio en la atmósfera no era suficiente como para alcanzar la capa de
ozono. Recientemente se ha demostrado que sí existen mecanismos que hacen que esta
sustancia y otras análogas puedan alcanzar esa capa. No obstante, se observa como para otros
compuestos CFC (CFC-11, CFC-12) sí se ha conseguido una disminución en su concentración
en la atmósfera.

Figura 8.22. Concentración total y área ocupada por el agujero de ozono en la Antártida
para el 28 de octubre de 2018.

De manera análoga al anterior se ha desarrollado el protocolo de Kioto, en este caso para


la reducción de gases de efecto invernadero: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido
nitroso (N2O), y otros tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos (HFC),
perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Firmado en el año 1997, no se ha visto
ratificado hasta el año 2005, por lo que aún es pronto para establecer las consecuencias que
dicho acuerdo haya podido dar lugar. Dicho protocolo toma con base las concentraciones de
los GEI del año 1990. Se constata como hidroclorofluorcarburos (HCFC) e hidrofluorcarburos
(HFC), han aumentado notablemente en los últimos años. Téngase en cuenta que, por ejemplo,
el HCFC-22 (CHF2Cl) es un refrigerante que ha sustituido al CFC-12 (CCl2F2).

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8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Figura 8.23. Variación de la concentración de CO2, temperaturas, 18O (indicador de la


temperatura del planeta) y nivel del mar en los últimos miles de años (IPCC, 2013).

Si investigamos un poco más en el pasado vemos que en el último millón de años las
concentraciones de CO2 han estado por debajo de los 300 ppm, si bien esto no siempre ha sido
así, como puede observarse en la Figura 8.24 que se remonta hasta 60 Ma.

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E.P.S.I. Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval Universidad de La Laguna

Figura 8.24. Concentración de CO2 en los últimos millones de años (IPCC, 2013)

En relación con la temperatura media del planeta podemos observar (Figura 8.25) cómo se
han visto modificados los valores de temperatura superficial del aire en relación con los valores
promedios obtenidos en el periodo 1961-1990. Es más que evidente el aumento de temperatura
en los últimos 25 años, con una tasa que llega casi a los 0.18 °C/década.

8-20
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Figura 8.25. Anomalías de la temperatura superficial del aire relativas al promedio 1961-
1990 (IPCC, 2013).

En lo que respecta a la temperatura media de la superficie del mar (SST –Sea Surface
Temperature–), en los últimos 30 años se han encontrado los valores que se representan para
Tenerife en la Figura 8.26, así como las tendencias en las temperaturas para otras estaciones
próximas (Figura 8.27).

Sea surface temperature around Tenerife station (TFE): data and trend
25

24

23
Temperature (ºC)

22

21

20

19

18
1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013
Year

Figura 8.26. Temperatura superficial del mar (SST) para Tenerife y su tendencia.

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Sea surface temperature around stations


28

26

24
Temperature (ºC)

22

20

18
Casablanca Nouadhibou Dakar
Funchal Sal Lajes
16
Tenerife

14
1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013
Year

Figura 8.27. Tendencia de la SST promedio para estaciones próximas a Tenerife.

Téngase en cuenta que el océano es el principal reservorio de CO2 y que cuanto menor es
la temperatura mayor es la cantidad de dicho gas que puede poseer disuelto. Por tanto, el
aumento de la temperatura del mar da lugar a una liberación de anhídrido carbónico por parte
de los océanos.
Con objeto de poder estimar el calentamiento global del planeta en el próximo siglo se han
empleado diferentes modelos que, partiendo de la situación actual y teniendo en cuenta un
abanico de posibles escenarios futuros, tratan de dar respuesta a esta incertidumbre. El resultado
de los mismos muestra que, aunque siguiésemos emitiendo a la atmósfera las mismas
concentraciones de gases de efecto invernadero que las del año 2000, la temperatura del planeta
seguirá en aumento. Para algunos escenarios más pesimistas dichas temperaturas pueden
elevarse en promedio entre 3.8 y 4.7 °C mientras que para los más optimistas el incremento
será menor de 2.0 °C.

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8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Figura 8.28. Anomalías de la SST relativas al promedio 1961-1990 (IPCC, 2007).

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Figura 8.29. Emisiones mundiales (GtCO2e, gigatoneladas de equivalente de CO2 totales


descontando sumideros) y porcentaje de cambio en la intensidad de la emisión por unidad de
Producto Interior Bruto (JRC, 2015).

Con objeto de mitigar en lo posible estos efectos 155 países, que representan en torno al
90% de las emisiones globales, han hecho llegar sus opiniones sobre política climática a las
Naciones Unidas, indicando la aportación de gases contaminantes que esperan realizar en las
próximas décadas. Esto ha sido discutido en una convención sobre el clima mundial (United
Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC)) que tuvo lugar en París en
diciembre de 2015.
La evaluación de estas nuevas políticas indica que, de ser implementadas en su totalidad
sin ningún tipo de ayuda internacional que ayude a reducir las emisiones, podría tener lugar un
crecimiento global de éstas con respecto a las del 2010 en un 17% para el año 2030. Bajo este
escenario la temperatura puede llegar a incrementarse en torno a los 3 °C. En este sentido los
países de la Unión Europea intentarán reducir estas emisiones de forma que habrá un pico en
torno a 2020 y una disminución del 10% en 2030. Con ello se pretende que la temperatura no
exceda de 2 °C.
En cualquier caso, debemos señalar que en todos estos modelos no se han incluido
circunstancias especiales como las erupciones de volcanes dada la imposibilidad de predecirlos.
No obstante, es evidente el impacto que puede llegar a tener un evento de este tipo en la
temperatura media del planeta. Así, por ejemplo, en junio de 1991 entró en erupción el volcán
Pinatubo, en Filipinas, el cual inyecto unos 20 millones de toneladas de SO2 en la atmósfera.

8-24
8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

Éstos fueron distribuyéndose gradualmente por todo el planeta y un año después de su erupción
se registró un descenso de casi 1 °C en la temperatura media del planeta.

Figura 8.30. Erupción del Pinatubo en Filipinas en junio de 1991 (Ahrens, 2009).

Figura 8.31. Distribución de SO2 proveniente del Pinatubo en septiembre de 1991 (Ahrens,
2009).

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Figura 8.32. Cambio en la temperatura media del planeta pre y post-Pinatubo (Ahrens,
2009).

Figura 8.33. Nube de cenizas y gases de la erupción del volcán Nabro, Eritrea (13/06/2011).

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8. Circulación General y Cambio Climático Meteorología

8.4 Bibliografía

Ahrens, 2009. Meteorology Today: An Introduction to Weather, Climate, and the Environment.
Ninth Edition. C. Donald Ahrens, 2008. Brooks/Cole, Cengage Learning, USA.

Etheridge, D. M., et al. 1998. Atmospheric methane between 1000 A.D. and present: Evidence
of anthropogenic emissions and climatic variability. Journal of Geophysical Research
103:15979- 15993. doi: 10.1029/98JD00923

JRC, 2015. Joint Research Centre, EU. https://ec.europa.eu/jrc/en/news/current-climate-


commitments-would-increase-global-temperature-around-3-degrees?r=dnl

IPCC, 2007. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Change, 2007. Solomon, S., D. Qin, M. Manning, Z. Chen,
M. Marquis, K.B. Averyt, M. Tignor and H.L. Miller (eds.), Cambridge University Press,
Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA.

IPCC, 2013. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Change, 2013. http://ipcc.ch/report/ar5/wg1/

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