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Buenos días queridos hermanos

El día de hoy tengo la oportunidad de compartir un mensaje con ustedes con el tema cultivando
atributos de cristo por el élder Joseph B. Wirthlin.

Para comenzar, debemos entender que el nacimiento del Salvador es un acontecimiento de suma
importancia que ocurrió hace 2000 años, es por ello que, en gran parte del mundo, los años del
calendario se numeran hacia adelante y hacia atrás desde el tiempo de Su nacimiento, es un buen
momento para preguntarnos, ¿Por qué es tan importante para cada uno de nosotros? El enseñó el
evangelio del arrepentimiento y organizó Su Iglesia, expió los pecados de toda la humanidad y
fue crucificado. Él resucitó, abriendo el camino para que todos superemos la muerte y nuestros
pecados sean perdonados si nos arrepentimos. Sus enseñanzas establecieron normas de conducta
humana que perdurarán eternamente.

No sabemos el tiempo exacto de la Segunda Venida del Salvador, pero sí sabemos que estamos
viviendo en los últimos días. Debemos comenzar una nueva era de obediencia personal para
prepararnos para Su regreso. Todos tenemos mucho que lograr en preparación para encontrarnos
con Él. El artículo de fe número 13 dice, “Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido
muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena
reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos.”. Creo que debemos esforzarnos por
desarrollar dentro de nosotros los rasgos del carácter del Salvador.

Al leer y meditar en las Escrituras, veo que desarrollar la fe, la esperanza y la caridad dentro de
nosotros mismos es muy importante. Al leer Moroni 10: 20 que dice “Por tanto, es necesario que
haya fe; y si debe haber fe, también debe haber esperanza; y si debe haber esperanza, también
debe haber caridad”. Estos atributos divinos deben fijarse en nuestros corazones y mentes para
guiarnos en todas nuestras acciones. La caridad puede ser la expresión exterior de la fe y la
esperanza. Si los buscamos y los obtenemos, estos tres elementos fundamentales de carácter
celestial morarán con nosotros en esta vida y más allá del velo en la vida venidera. Nótese que la
caridad se da sólo a los que la buscan, sólo a los que la piden con fervor, sólo a los que son
discípulos de Cristo. Antes de que podamos ser llenos de este amor puro, debemos comenzar
con el primer principio del evangelio. Debemos tener “primero, fe en el Señor Jesucristo”. La fe
en el Señor Jesucristo nos motiva a arrepentirnos. Mediante el arrepentimiento, hecho posible
por la expiación del Señor, podemos sentir la paz tranquilizadora del perdón por nuestros
pecados, debilidades y errores. Nos esforzamos por guardar los mandamientos de Dios con fe en
que la obediencia nos ayudará a llegar a ser como Él. En virtud de la Resurrección de nuestro
Salvador, tenemos fe en que la muerte no es el final de la vida.

En Moroni 7:41 mormón preguntó a los santos de su época: “¿Y qué es lo que debéis esperar?”.
Él les dio esta respuesta: “He aquí, os digo que tendréis esperanza por la expiación de Cristo y el
poder de su resurrección, para ser resucitados a la vida eterna, y esto a causa de vuestra fe en él
según la promesa." Aun cuando soplen los vientos de la adversidad, nuestro Padre nos mantiene
anclados a nuestra esperanza. Incluso cuando nuestras pruebas parezcan abrumadoras, podemos
sacar fuerza y esperanza de la segura promesa del Señor que se encuentra en 2 Crónicas 20:15
“No temáis ni desmayéis… porque la batalla no es vuestra, sino de Dios”.

Por otro lado, “La familia: una proclamación para el mundo” establece claramente el carácter
sagrado de la familia y que “el esposo y la esposa tienen la solemne responsabilidad de amarse y
cuidarse el uno al otro y a sus hijos”. A los niños se les debe enseñar a una edad temprana el
carácter sagrado de los templos y que su objetivo final debe ser ir al templo para disfrutar de las
bendiciones que nuestro Padre Celestial tiene reservadas para ellos. Los ideales de fe, esperanza
y caridad son más evidentes en los santos templos. Allí aprendemos el propósito de la vida,
fortalecemos nuestro compromiso como discípulos de Cristo al hacer convenios sagrados con Él
y sellamos a nuestras familias por la eternidad a través de las generaciones.

Hermanos y hermanas, ¡grandes cosas están sucediendo en la Iglesia! Estamos avanzando como
nunca antes. El salvador reveló las cualidades requeridas para trabajar en Su servicio en
Doctrinas y Convenios 12:8 “Nadie puede ayudar en esta obra a menos que sea humilde y lleno
de amor, teniendo fe, esperanza y caridad”. Alcanzaremos nuevos niveles de espiritualidad y
colocaremos nuestras vidas en mayor armonía con Jesús en función de cuán plenamente la fe, la
esperanza y la caridad se conviertan en componentes integrales de nuestras vidas. Seguramente
tendremos desafíos y pruebas, pero con más seguridad que nunca tendremos mayor paz y gozo,
porque Él nos prometió Su paz.

Para finalizar quiero compartir mi testimonio, se que esta iglesia es verdadera que Jesucristo vive
y nos ama, el murió por nosotros, gracias a el podemos arrepentirnos y algún día llegar a vivir
con Dios, el llego al mundo a darnos su ejemplo y ahora es nuestro tiempo de cultivar sus
atributos los cuales nos ayudaran a perseverar hasta el fin.

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