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OBRA LITERARIA

HUANUQUEÑA

“MITOS Y
LEYENDAS
HUANUQUEÑAS“
(RECOPILADO DE CANCIONES
Y RELATOS ANCESTRALES
QUECHUAS, TRADUCIDAS AL
CASTELLANO POR LA
AUTORA)

AUTORA: MORALES JACOBO,


INÈS
EL CÒNDOR ENAMORADO

Erase una vez muy antigua en el distrito RUNTUSH; denominado actualmente


RONDOS, distrito de RONDOS – PROVINCIA DE LAURICOCHA –
DEPARTAMENTO DE HUÀNUCO; vivía con sus padres una joven llamada
FAUSTINA, a orillas del rio marañón, en la parte baja del actual distrito de
Rondos; era una campesina y sembraba sus alimentos como: maíz, papa, trigo,
cebada; con la cual se sustentaba. En aquella época eran unos 10 pobladores
que habitaban Rondos; en ese entonces llego una manada de aves gigantes de
cuello pelado, conocido como CÒNDOR y se posaron en las peñas a orillas de
RONDOS.
Desde ahí, el cóndor cada mañana veía a FAUSTINA trabajar con sus padres,
poco a poco el cóndor fue enamorándose de la joven FAUSTINA de lo
hermosa que era, un día voló a la chacra de cultivo donde se encontraba
FAUSTINA e intento hablarle con sus gestos y movimientos de sus alas y
picos; pero como la joven FAUSTINA no entendía su lenguaje, llamo a su
perrito WAWA, y lo hizo morder espantándole, al otro día el cóndor muy
enamorado bajo hasta la orilla del rio donde se encontraba FAUSTINA y esta
vez el papá de FAUSTINA lo sigueteó a hondazos con su waraca(Honda). Así
el pobre cóndor cada día se sentía más enamorado de la joven FAUSTINA;
hasta que un día decidido llevárselo robando, así que pidió a su Dios INTI que
lo concede el don de hablar por un momento, y acercándose a FAUSTINA le
habló “Runay warmy” ¿quieres subirte entre mis espaldas y volar a
conocer el mundo?, a lo que FAUSTINA aceptó, porque su sueño era algún
día conocer el mundo; pero el cóndor con la intención de hacerla su mujer y
cargándole entre sus espaldas, alzo vuelo y desapareció entre las nubes, sus
padres muy tristes por la perdida de su hija regresaron a vivir en la población.
Desde ese entonces, el lugar agrícola de maizales y trigales lleva como
nombre CÓNDOR, debido a que antiguamente el lugar era habitado por
cóndores; desde ese entonces los cóndores emprendieron su vuelo y nunca
más se supo de FAUSTINA.
EL INDIECITO DE ORO (GUARDIÀN DE LAS
RUINAS DE TORGA – RONDOS)

Érase una vez, a un kilómetro del distrito de RONDOS – PROVINCIA DE


LAURICOCHA – DEPARTAMENTO DE HUÀNUCO; hace unos años atrás, un
día el señor JACINTO LOYOLA, se encontraba de regreso de noche del
distrito de RONDOS rumbo a su casa borracho; después de haber tomado
cerveza con su gran amigo ASHANO. Más o menos cuando ya estaba por las
quebradas de pajchaj, a unos metros de RONDOS; vio a lo lejos que brillaba y
venia una linterna, el tío JASHI creyendo que se trataba de alguien viajero,
comenzó a caminar sin tomar importancia.
Pero cuando ya estaba cerca a la luz que venía, se lo oscureció la vista y
comenzó a vomitar; la luz se acercaba, y de pronto pudo notar a un enanito
brillante como la candela; pues en realidad no era luz de linterna, sino era el
indiecito que brillaba y brillaba como oro.
Entonces el tío JACINTO, como estaba borracho se puso a hablar e insultar al
indiecito porque lo atajaba y no lo dejaba pasar; el indiecito fue delante del tío
JASHI; y el tío lo siguió querido pelearle. Ya estando a alturas de las ruinas de
torga o al pie de PUQUIO (caserío), el indiecito lo empezó a hablar al tío
JACINTO y lo dijo:
- Yo te doy oro a cambio de que me liberes de esta prisión.
- El tío JACINTO respondió: ¿y tú quién eres?
- A lo que el indiecito respondió: yo soy el guardián y dueño de las riquezas
de estas ruinas de TORGA y estoy castigado eternamente por mi padre el
Dios WIRACOCHA y el Dios INTI, vivo toda mi vida encerrada en una
pequeña colca (túnel subterráneo) dentro de las ruinas porque desobedecí
a mi padre WIRACOCHA; antiguamente este lugar era habitado por incas e
indios y yo me robé el oro de los incas y tesoro de la madre tierra. Al ser
descubierto mi padre y dios WIRACOCHA me castigo eternamente
encerrándome en estas ruinas.
- Y el tío JACINTO, respondió: ¿y como es el trato?
- El Indiecito respondió: si tú me liberas de estas ruinas, yo te doy oro; ya
estoy cansado que todas las veces que la luna vuelve a desaparecer, recibo
un castigo y solo en noche llena mi padre INTI me libera.
- El tío JACINTO, ilusionado por la oferta, lo seguía al Indiecito. Pero de
pronto se dio cuenta que lo estaba engañando y haciendo llegar a las
ruinas; entonces el tío comenzó a insultarle, pelear y forcejarse, diciendo
que ya no quería el oro.
- El Indiecito enojado, lo jalaba y jalaba y lo arrastraba hacia abajo al tío
JASHI. En eso estaban peleando toda la noche, ya largo rato; casi daba
más o menos CINCO Y MEDIA DE LA MADRUGADA, comenzó a cantar
los gallos de los vecinos y los perros a ladrar, ya estaba amaneciendo.
- Entonces el Indiecito se rindió y lo dijo: gracias tío JACINTO; me ganaste,
ahora tengo que irme, y diciendo eso desapareció.
- El tío JACINTO, sorprendido del como sabia su nombre y asustado por que
desapareció, se fue y al llegar a casa lo contó a su esposa e hijos lo
ocurrido.
A lo que su mujer lo contó que había escuchado a los viajeros y vecinos decir
que en noches de luna llena escuchan silbar y cantar al Indiecito y en el
lugar de las ruinas de TORGA, arde fuego, dicen que es el indiecito que en
noches de luna llena sale a buscar su remplazo; ya ha habido accidentes en la
curva próximo a las ruinas. Dicen que el indiecito se los presenta a los viajeros
y choferes en horas de la noche en la curva, al pie del caserío de PUQUIO y
encima de las ruinas de TORGA; desde entonces, la curva es llamada como la
curva peligrosa o curva del INDIO, y ya nadie camina por esos lugares en
horas de la noche. FIN
LA LADRONA DE LAS PAPAS DE DON
RIGOBERTO

Érase una vez hace 10 años, en el centro poblado de COCHOPAMPA – distrito


de RONDOS - provincia de LAURICOCHA – departamento de HUANUCO,
vivía el señor RIGOBERTO con su esposa y su hijo PANCHITO; ellos eran
campesinos y sembraban sus productos en la tierra como son: Las papas, trigo
y maíz, y cada año sus productos se veían afectados. No producían, o
simplemente se los perjudicaban robándoseles sus papas y tenían malas
cosechas, entonces el señor Rigoberto dijo:
- Todos los años nos roban las cosechas, este año nuestro hijo PANCHITO
Se encargará de cuidar las cosechas y llamando a PANCITO lo dijo “hijo
como ya estas grande y joven, cada noche iras a cuidar las papas para
capturar a los ladrones de las papas”
- PANCHITO respondió: Está bien Papá y se fue la primera noche a dar la
vuelta los sembrados, pero como hacía mucho frio se quedó dormido
envuelto con su poncho de lana; al despertar las papas ya estaban
arrancadas y los ladrones no había, muy triste regreso.
- Su Papá al enterarse de lo sucedido, se enojó y lo propino algunos garrotes
como castigo y decidió techar una choza en la chacra.
- El segundo noche PANCHITO, se fue a cuidar en la choza; pero a la
madrugada lo gano sueño y se quedó dormido y cuando despertó sus
papas ya estaban arrancados y los ladrones no había, muy triste regreso a
su casa.
- su Papá muy enojado lo volvió a pegar y no lo dio comer, lo mando de
regreso a la chacra.
- PANCHITO regreso la tercera noche, estuvo sentado toda la noche abierto
los ojos y al amanecer Pestañeó (cerro los ojos del sueño), y cuando se dio
cuenta sus papas ya habían sido robadas. Regreso llorando a la casa
- Su padre ya muy molesto lo esperó con su bozal de su mula, y le dio
correazos diciéndole ¡VAGO DE MIERDA, para que vales, mejor te debes
morir; si no me capturas a los ladrones no vuelves a la casa!
- Así iban pasando las noches y PANCHITO no lograba capturar, ya estaba
cansado tantas noches trasnochadas y sin comer; solo su madre lo
alcanzaba un poco de comida escondido sin que vea su esposo
RIGOBERTO.

Pues, ya iban pasando la séptima noche y esta vez PANCHITO hizo un


gran esfuerzo; permaneció despierto y no durmió, toda la noche permaneció
con los ojos abiertos. De pronto a la media noche vio bajar unas luces
brillantes del cielo, brillaban como el Sol; que al llegar a la tierra eran unas
12 hermosas chicas de cabello dorado y unos rostros tan blancas, eran
unas princesas tan hermosas, que al verlos PANCHITO quedo enamorado
perdidamente.
- Las 12 doncellas comenzaron a arrancar los tallos, a escarbar y robarse
las papas llevándose en grandes cubos volaban al cielo.
- PANCHITO al verlos, corrió a su captura y a la más última de las 12 logro
sujetarlo por el brazo y lo atrapó.
- La doncella suplicó que lo liberara y lo dijo: mi padre el SOL, los castigara a
mis hermanas si no regreso; somos las estrellas, hijas del Sol que
tomamos forma humana para bajar, porque nuestro padre nos envía.
- PANCHITO, lo rogó para que se quedara y le pidió que sea su novia y que
se casara con él.
- La princesa dijo: mi padre enfermará si no regreso soy la última y la más
querida; por favor déjame libre y te prometo devolver tus cosechas en
abundancia.
- PANCHITO lo dijo: primero déjame presentarte a mis padres, y diciéndolo
esto lo llevo hasta su casa y lo presento a sus padres.
- Sus padres lo suplicaron para que se quede y se case con su hijo, pero la
doncella no aceptó.
- Entonces PANCHITO que estaba muy enamorado de la doncella, lo
encadenó con una cadena. Su padre el SOL que estaba viendo todo y
enterado de lo que sucedió con su hija más querida, se enojó mucho; así
que ocasionó un ECLIPSE SOLAR, oscureciéndose y entonces bajaron sus
11 hermanas estrellas al recate de su hermana menor.
- Entonces la doncella antes de irse llamó a PANCHITO y quitándose el
collar de perlas que llevaba puesto, los arrojó al rio y le dijo a PANCHITO:
“gracias por dejarme libre querido chico; desde este momento tus cosechas
serán en abundancia” y dirigiéndose a la madre naturaleza dijo: “madre
naturaleza, dele abundancia en sus cosechas, ahí esta tu pago; las Perlas
te pertenecen a ti” y diciendo eso arrojó su collar al rio y se elevó y voló
hacia el cielo.
Desde ese momento las cosechas de don RIGOBERTO, abundaron en gran
cantidad y se volvió un grande propietario y comerciante de papas. PANCHITO
vivió muy triste toda su vida, con el corazón vacío y sufriendo por el amor de su
vida; pero se volvieron grandes propietarios y comerciantes de productos que
la madre naturaleza los dio cada año.

FIN
EL ZORRITO DEL RIO MARAÑON

Érase una vez a orillas del rio MARAÑON, del distrito de RONDOS - provincia
de LAURICOCHA – departamento de HUANUCO; un zorro se encontraba
caminando entre la oscuridad, y de pronto miro al rio. Cuando el zorro vio el
reflejo de la Luna en las aguas limpias del rio MARAÑON, se enamoró de ella.
Levantó la cabeza al cielo y la vio: era hermosa, redonda y luminosa y quiso
hablarle; pero la Luna estaba lejos, muy lejos, entonces se consoló hablándole
cada día a su reflejo. La Luna en el cielo no lo oía, la Luna era lejana y además
era esquiva, a veces venía, a veces se iba, a veces mostraba un poco su
rostro, a veces se escondía detrás de nubes oscuras; y cuando volvía, se
sorprendía de ver siempre al zorro a las orillas del rio MARAÑON hablando
bajito, susurrando algo.
Tantas veces la Luna vio al zorro, que curiosa quiso saber lo que él decía;
entonces en sus sueños le habló: “Zorro, zorrito, quiero hablarte un ratito; sube
al cerro más alto yo te daré el encuentro, me posaré en su cima”. El zorro
desde muy temprano comenzó a subir; subía y subía, no tenía hambre, no
tenía frío; subía y subía; no pensaba más en los cuyes, en las gallinas; subía y
subía, contento subía.
Cuando llegó a la cima era de noche y la Luna ahí estaba, luminosa, redonda y
hermosa. Ella se acercó poquito a poco al zorro y le preguntó con su voz de
Luna: Zorro ¿qué susurras en el rio MARAÑON cada noche tan bajito?
Te canto, respondió el zorro; escucha: “Luna lunita, esquiva y viajera,
amarte quisiera y contemplar tu hermosura; si vivir conmigo tú quisieras,
por ti dejaría la tierra entera, y si no me quisieras, cuidaré tu reflejo la vida
entera”. La Luna, al escuchar esas palabras sonrió y tanto se conmovió que
invitó al zorro a vivir para siempre con ella.
Ahí está el zorro enamorado hasta hoy día, acompañando a la Luna en sus
viajes, cantándole, queriéndola. Nosotros desde la Tierra los vemos a veces en
luna llena.

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