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Shocks tecnológicos

Tecnología
La tecnología se define como los «conocimientos» que permiten
transformar insumo en productos.

Con «mayores conocimientos» se puede producir más con un monto dado


de factores de producción. La tecnología es resultado de investigaciones
para encontrar nuevas y mejores formas de «hacer las cosas».

Los avances tecnológicos tienen el efecto de aumentar la productividad de


los factores de producción, por lo que promueven el crecimiento
económico.
Un país que tenga una tecnología más avanzada producirá más con las
mismas cantidades de capital y de trabajo que una economía que tenga
una tecnología primitiva.

Para que el crecimiento sea continuo también tiene que serlo el


progreso tecnológico. Esta afirmación se deriva realmente de la
proposición anterior: dado que los dos factores que pueden generar un
aumento de la producción son la acumulación de capital y el progreso
tecnológico, si la acumulación de capital no puede sostener el
crecimiento indefinidamente, entonces el progreso tecnológico tiene
que ser la clave del crecimiento, y lo es.
La revolución tecnológica permanente asociada con el capitalismo ha
permitido a algunos países lograr una transición hacia un crecimiento
sostenido en los niveles de vida.

El modelo Solow-Swan también predice que, si no se producen mejoras


continuas de tecnología, el crecimiento per cápita cesará en algún
momento.
Perturbaciones de oferta y ciclos económicos reales
Shocks tecnológicos caso España
• La inteligencia artificial, en general, y el desarrollo de las
tecnologías GPT, en particular, pueden interpretarse como una
oportunidad para España ante la escasez de mano de obra que
se prevé en el futuro, fruto de la evolución demográfica
proyectada por el INE para los próximos años.

• Estas tecnologías también pueden complementar el empleo al


facilitar y aumentar la eficiencia en la realización de tareas y, por
ende, mejorar la productividad laboral por hora trabajada, al igual
que sucedió con cambios tecnológicos del pasado, como la
industrialización o el desarrollo de internet.
Por lo tanto, en el mejor de los escenarios analizados, la
generalización del uso de estas tecnologías favorecería el
crecimiento económico y permitiría a España recuperar el nivel
tendencial del PIB per cápita anterior a la pandemia, siendo este
un indicador tradicional del nivel de bienestar de un país.

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