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Está el cuerpo deshabitado

Lieo Graciel S. Castillo


2022
Ciudad Juárez, Chihuahua
Ediciones El Pescadito Rojo
La sombra
Símbolo Pez

Sombra y él eran uno.


La unidad que se presume en el mediodía.
En ver que el universo cabe en un juego de
espejos.
Eran como el pez y el agua.
La sombra, el pez.
Él, la agua.
La agua, agua.
El pez, pez.
Uno nada más.

Y nadaba Sombra/él.
La piel oscura y clara.
Empapada.
A contracorriente del río.
Y los niños veían su silueta transparente
a través del líquido transparente.
Cielo sin secreto
Luz que nace
desde el claroscuro

Símbolo perro

Corrían tras los carteros.


Mejor valiera decirlo en masculino singular.
Mejor valiera decirlo en femenino singular.

El perro y la banqueta.
La banqueta y el perro.

Sujeto unitario.
Sujeta unitaria.

Porque las piedras lastimaban a las dos.


Porque las piedras lastimaban a los dos.

Porque la piedra la lastimaba.


Porque la piedra lo lastimaba.

El perro y la calle al unísono eran un quejido,


un rencor ante el mundo
y la piedra.
Signo agua

Sombra y él fueron uno.


La unidad efímera.
El espejo ahora roto en dos pedazos.
Pez que desconoce el agua.
Agua que desconoce al pez.
La sombra ajena al agua.
Él, ajeno al pez.
Sombra, sombra.
Él, él.
Dos irreconciliables.
Signo Banqueta

Corría tras los carteros.


Mejor valiera decirlo plural.
Mejor valiera no decirlo.

El perro. La banqueta.
La banqueta. El perro.

Sujetos aislados.
Antítesis del destino.

Porque las piedras las fragmentaron.


Porque las piedras los fragmentaron.

Porque la piedra lastimaba: fisura.


Porque la piedra lastimaba: corte.

El perro y la calle eran dos quejidos,


Dos rencores ante el mundo
y la piedra.
El sofoco
Signo piedra

Era como una pulsada que de pronto no tenía


salida
Como si alguien tomara los huesos
y decidiera no dejarlos libres

como las espinas sitian a las rosas

Pero no había daño en el sofoco


Era como si vida
se instalara en sitio hostil

En vida
El fuego y el inicio
Y nada era desconocido
Era una piedra
Ardiendo en silencio
Símbolo fuego

Era pulsar y dejar sin salida el pulso


Tomar los huesos
Decidir no dejarlos libres

Ordenar a las rosas que se dejen sitiar por las


espinas

Sofocar sin dañar


Fundar vida en sitio hostil

En vida
El inicio para el fuego
Dar solo lo conocido
El silencio
Ardiendo en una piedra
Símbolo piedra

Era dejar que el fuego sintiera mi asfixio


Ceder mis huesos
Sin esperarlos de vuelta

Sembrar rosas para el sacrificio

Forjar resistencia para no ser dañada


Crear sitio hostil para que le infunda vida

El fuego
Hacerle creer que es inicio
Conocer para no encontrar sorpresa
Callar
Mientras la piedra arde
La víscera
Símbolo flor

El sol es presa de mi custodia


Tomo de él lo que necesito

Estrella diurna
Cede
Entrega

Recibo de ella lo que Nadie puede entregar

De él

En sus rayos
Que absorbo
La muerte se incluye

El sol dentro de mí también se marchita


Signo sol

De tan lejana la muerte, mito


Nace en mí la envidia a la flor

Me vuelvo presa

Y reniego del día


Cedo
Esperando perder
Entrego
Para sentir el vacío

Y en femenino entrego lo que nadie tiene y me


avergüenza
El estigma
La muerte lejana

Me adentro en la flor

Quiero marchitar también


Cuando llegue noviembre

El mundo
XXI

Todas las cosas regresan a su sitio


Vuelta al cimiento

Y ya no existen las cosas


Los seres

Pez y agua son lo mismo


Perro y banqueta

Piedra y fuego son lo mismo


Flor y sol

Y de nada sirve:

la sombra
el sofoco
la víscera

El mundo

Silencio
Está el cuerpo deshabitado, 2022
Lieo Graciel S. Castillo
Ediciones El Pescadito Rojo
Tiraje 50 impresos

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