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Convivencia ciudadana

Cualquier comunidad requiere de disposiciones que normen su convivencia, la manera


de comunicarse, relacionarse y actuar. Es así como existen tratados, convenios y
convenciones que regulan la convivencia de la comunidad internacional; leyes
nacionales que norman la vida de la República; leyes regionales y ordenanzas que
disponen la cohabitación en los Estados y Municipios, respectivamente. Del mismo
modo, la comunidad que integran ciudadanos y ciudadanas que habitan en el área del
Consejo Comunal, necesitan normar su convivencia, la de los vecinos entre si, para
mejorar la calidad de vida, evitar problemas o facilitar la solución de éstos.
La convivencia, en este contexto, se entiende como un espacio de interacción social, en
la cual los individuos de un grupo se autorregulan y se regulan mutuamente, se toleran,
respetan e incluyen entre sí, armonizan sus intereses individuales con los colectivos;
presentan soluciones pacíficas ante los conflictos; y mantienen en conjunto unas normas
básicas, tanto legales como culturales, bajo una visión compartida de vida.
A la convivencia ciudadana se le suman ahora problemas complejos y de gran impacto
social, como la violencia, la pobreza y la miseria, los enfrentamientos y abusos
permanentes al interior de la familia, el uso de drogas y estupefacientes, los mensajes
violentos o los mensajes degradantes de los medios de comunicación, todo lo cual altera
la convivencia.
La convivencia y la seguridad ciudadana son clave para garantizar el desarrollo humano.
Es necesario atender de manera simultánea las causas estructurales y las
manifestaciones del crimen, con estrategias de prevención y control.

Cuando se aborda el tema de la seguridad pública, es obligado considerar la


participación ciudadana. Precisamente, la población habrá de obtener ventajas y
beneficios efectivos de sus programas de acción.

Son los ciudadanos quienes resienten el embate del delito, trátese de ellos mismos o de
aquellos que les rodean y, por ende, resultan los primeros en reclamar acciones de
protección y, en su caso, de castigo a los perpetradores.

En consecuencia, recae en las autoridades responsables de la seguridad pública


establecer lazos de comunicación con la comunidad a la que sirven; esto a través de la
difusión de programas de acción y dando respuesta a preguntas en la materia, así como
escuchar las denuncias sobre entornos delictivos, aprovechando la participación directa
y tantas otras formas de contribución que mejorarían sin duda el ambiente de confianza
y tranquilidad entre gobierno y ciudadanos.
Esta es una nueva conceptualización que se está imponiendo en el marco de la prevención del
delito, es lo que hoy se llama “la nueva prevención”, donde la ciudadanía tiene un rol
fundamental, comprobándose en las distintas experiencias un satisfactorio grado de eficacia,
ello siempre dentro de determinados límites.

Según la criminóloga, Lolita Aniyar de Castro, por un lado se puede considerar parte de una
concepción avanzada: “democracia participativa, en la que los ciudadanos tienen algo propio
que decir, y un espacio para actuar directamente de acuerdo a su particular concepción del
mundo y sus intereses específicos, los cuales son generalmente locales”

Esto significa reforzra la democracia, desde una perspectiva humanista, desplegando una
energía social. Participar y responsabilizarse en la toma de decisiones.

Por otra parte continúa la autora, lo que se considera menos humanista: “(…) el llamado a la
participación se inscribe en la tendencia actual dominada por el binomio globalización-
descentralización, que tiene que ver con el debilitamiento del Estado-Nación en beneficio de la
desregulación y de la libertad en las relaciones sociales y económicas, lo que hace deslizar,
hacia los gobiernos locales y las comunidades, el control interno de la vida social y la solución
del mayor número de necesidades y conflictos”.

Se tiene un Estado que progresivamente ha ido abandonando sus responsabilidades


tradicionales, consecuencia de la primacía de la libertad de mercado, limitándose a la defensa,
impuestos, regulando la convivencia económica, etcétera.

También se hace un llamado a la autoayuda, donde antes existía la asistencia social. Así se mira
al ciudadano, como capacitado, a través de sus propias organizaciones para la defensa de su
paz local.

Tegido social
La reconstrucción del tejido social resulta clave para la prevención del delito, por lo que es una
tarea que está en marcha, en coordinación de los tres niveles de gobierno a través de promoción
del deporte, cursos en los centros de desarrollo comunitario, pláticas con niños y jóvenes, además
de vigilancia por parte de las diferentes corporaciones, expresó Antonio Romano Santos, regidor
de Seguridad Pública.
El edil reconoció que “es muy importante la organización de equipos deportivos de las diferentes
disciplinas, pues de esa manera los niños y jóvenes se mantienen ocupados y alejados de
situaciones negativas para su formación, además de que es muy grato ver que a esas actividades
se suman prácticamente todos los miembros de la familia, lo cual es muy sano de acuerdo con los
objetivos y la percepción de las autoridades”. Explicó que desde hace tiempo el Ayuntamiento ha
venido trabajando en la reconstrucción del tejido social, implementando equipos deportivos,
enfocados a niños y jóvenes.
 
Habló también de los Centros de Desarrollo Comunitario como el de la colonia Ejidal, donde se
ofrecen cursos de capacitación para todo público con la finalidad de que los ciudadanos cuenten
con más posibilidades de abrirse paso en su vida diaria, buscando ingresos para su sustento y
demás necesidades básicas. Especificó que las pláticas relacionadas con la prevención del delito
son impartidas por el DIF Municipal en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública y
definitivamente es una parte medular en las líneas de acción que engloba esa importante misión de
las instancias gubernamentales.        

 
Destacó que todas esas actividades están orientadas hacia la prevención del delito con la intención
de incidir sobre cualquier conducta antisocial, pero con carácter preventivo. Sin embargo, habló
también de lo que es propiamente la labor de vigilancia que realizan todas las corporaciones
policíacas, aunadas a la Marina y el Ejército, lo cual es aplicado directamente a cualquier
posibilidad de que alguna acción ilícita afecte los bienes o la integridad de los ciudadanos.  
La reconstrucción del tejido social resulta clave para la prevención del delito, por lo que es una
tarea que está en marcha, en coordinación de los tres niveles de gobierno a través de promoción
del deporte, cursos en los centros de desarrollo comunitario, pláticas con niños y jóvenes, además
de vigilancia por parte de las diferentes corporaciones, expresó Antonio Romano Santos, regidor
de Seguridad Pública.
El edil reconoció que “es muy importante la organización de equipos deportivos de las diferentes
disciplinas, pues de esa manera los niños y jóvenes se mantienen ocupados y alejados de
situaciones negativas para su formación, además de que es muy grato ver que a esas actividades
se suman prácticamente todos los miembros de la familia, lo cual es muy sano de acuerdo con los
objetivos y la percepción de las autoridades”. Explicó que desde hace tiempo el Ayuntamiento ha
venido trabajando en la reconstrucción del tejido social, implementando equipos deportivos,
enfocados a niños y jóvenes.
Habló también de los Centros de Desarrollo Comunitario como el de la colonia Ejidal, donde se
ofrecen cursos de capacitación para todo público con la finalidad de que los ciudadanos cuenten
con más posibilidades de abrirse paso en su vida diaria, buscando ingresos para su sustento y
demás necesidades básicas. Especificó que las pláticas relacionadas con la prevención del delito
son impartidas por el DIF Municipal en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública y
definitivamente es una parte medular en las líneas de acción que engloba esa importante misión de
las instancias gubernamentales.        

 
Destacó que todas esas actividades están orientadas hacia la prevención del delito con la intención
de incidir sobre cualquier conducta antisocial, pero con carácter preventivo. Sin embargo, habló
también de lo que es propiamente la labor de vigilancia que realizan todas las corporaciones
policíacas, aunadas a la Marina y el Ejército, lo cual es aplicado directamente a cualquier
posibilidad de que alguna acción ilícita afecte los bienes o la integridad de los ciudadanos.  

El objetivo de este convenio es que ambas partes contribuyan al cumplimiento del Programa Nacional

para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, mediante la realización de proyectos,

estrategias, acciones y capacitando a los trabajadores de la CROC en materia de prevención del delito.
De esta forma se contribuirá al desarrollo de las capacidades emprendedoras de mujeres y jóvenes

trabajadores, a través de procesos de capacitación para que lleven a cabo proyectos productivos que

contribuyan al bienestar familiar y el desarrollo comunitario y con ello se promoverá una cultura de paz,

autoestima y valores democráticos para la cohesión social y la prevención de la violencia intrafamiliar entre

niños, niñas, adolescentes, jóvenes y padres de familia.

MEJORES CONDICIONES DE SEGURIDAD

El protocolo está fundamentado en 10 principios.

1. El delito debe medirse en forma precisa y confiable mediante sistemas auditados


exhaustivamente.

2. El delito debe clasificarse de una manera que resulte útil para la prevención.

3. El delito debe analizarse en diversas unidades o categorías: delincuentes, redes


criminales, víctimas, microzonas (“zonas calientes”), comunidades, horarios y días de la
semana, entre otras.

4. Deben establecerse prioridades de prevención entre los tipos de unidades según el grado


de daño  ocasionado por las distintas clases de delitos.

5. Una minoría fuerte, o una pequeña proporción de todas las unidades de conducta


criminal, ocasiona la mayor parte del daño de la mayoría de los tipos de delitos.

6. La eficiencia de la prevención del delito puede ser mayor cuando los recursos se
concentran en las unidades de minorías fuertes, identificadas mediante pronósticos
formulados a partir de su  comportamiento anterior.

7. La mejor forma de determinar la eficacia de la prevención del delito es mediante pruebas


de campo que comparen las tasas de criminalidad entre personas, zonas u otras unidades de
análisis bajo distintos programas.

8. La teoría de toda práctica de prevención del delito debe especificar una secuencia lógica
mediante la cual esa práctica genera productos en forma de acciones cuantificables que
disminuyen los resultados en materia de delitos o injusticia, explicando cómo y por qué se
espera que la práctica prevenga el delito.
9. La ética de una práctica de prevención del delito no depende de su éxito en reducir el
delito, sino de si la práctica a) respeta los derechos humanos y b) mantiene un equilibrio
proporcional entre los daños causados por coacción y los daños causados por delitos.

10. Las mejores pruebas para desarrollar y mejorar prácticas de prevención del delito a


nivel local deben provenir tanto de evaluaciones de impacto internacionales como de
análisis criminológicos locales de todo tipo, que incluyan evaluaciones de iniciativas usadas
en el pasado y pronósticos sobre los patrones de criminalidad futuros.

La prevención es la medida o disposición que se toma de manera anticipada


para evitar que suceda una cosa considerada negativa.

Del latín praeventio, prevención es preparar con antelación lo necesario para


un fin, anticiparse a una dificultad, prever un daño, avisar a alguien de algo.

La prevención es pues, la disposición que se hace de forma anticipada


para minimizar un riesgo. El objetivo de prevenir es lograr que un perjuicio
eventual no se concrete.

En este sentido la prevención del delito debe ser el elemento central en la


búsqueda de la seguridad en la Zona Metropolitana de la Laguna (ZML).

La tendencia nacional y local en políticas de seguridad es que las políticas se


han centrado en un control de la delincuencia, persiguiéndola y castigando a
los responsables.

Se ha implementado un control reactivo estableciendo por ejemplo a nivel


nacional un sistema de seguridad, aunado a esto se ha dado un incremento
en los recursos económicos para fortalecer los cuerpos de seguridad pública y
la persecución de los delitos.

Y mientras en nuestro país el control es lo principal, en otros países se ha


privilegiado la prevención obteniendo resultados muy positivos

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