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SOFÍA FERER FRANCO 2ºBACH A – COMENTARIO PERIODÍSTICO

«La nueva España rural», Víctor Lapuente. El País.


Con el paso de los años es más complicado encontrar trabajo, por ello, muchas personas tienen la
necesidad de irse de su pueblo, ciudad o incluso país, para poder dedicarse a lo que quieren. Este hecho ha
generado que en las zonas rurales cada vez viva menos gente debido a que con los años se han ido
descuidando. Toda esta problemática la observamos en el escrito que procedemos a comentar.

Nos encontramos ante un texto titulado «La nueva España rural», redactado por Víctor Lapuente, un
autor, cuya temática más habitual es la política a pesar de que no se decanta por ninguna ideología
públicamente. Asimismo, se escribió para el periódico El País caracterizado por su índole europeísta y
demócrata.

En primer lugar atendiendo a la tipología textual podemos afirmar que estamos ante un texto expositivo-
argumentativo debido a que el escritor aporta la información que quiere transmitir combinándola con su
opinión acerca de la misma. De esta manera, observamos como Lapuente manifiesta su postura sobre el
tema con expresiones como: “parajes de ensueño” y hace una crítica a los partidos de izquierdas ya que
están perdiendo votos por no centrarse en esa minoría de la población. Además, el carácter expositivo lo
podemos analizar en la parte en la que nombra a Catherine De Vries o cuando contextualiza la situación
(“Durante décadas, el campo expulsó a sus jóvenes porque el trabajo era escaso y brutal”). Del mismo
modo, apreciamos el uso de la función referencial, en los fragmento en el que el escritor aporta datos
informativos como los que hemos mostrado con anterioridad. Al igual, destaca la función expresiva que la
vemos en la subjetividad con la que empieza el texto y con la que analiza el tema.

Del mismo modo, podemos deducir que según su ámbito de uso, es periodístico. Por un lado, se puede
justificar por la presencia de locuciones verbales como “llevar a cabo”, si atendemos a las características
morfosintácticas, y por el empleo de palabras formadas por los mecanismo habituales como “ultraderecha”
y “agroalimentarias si analizamos la características léxicas.

Atendiendo al subgénero, podemos calificar dicho texto como una columna. En primer lugar, porque el
autor analiza la situación actual acerca de la “España vaciada”. Asimismo, interpreta que ha habido una
inversión de situaciones, en cuanto a la vida rural, aclarando las posibilidades laborales y la falta de ocio
del mismo. Finalmente, valora las diferentes posturas de la política con respecto a esta situación. Además,
Víctor Lapuente inicia su texto a partir de una anécdota de su infancia.

De otra manera, si analizamos la tipología textual atendiendo a la intención comunicativa, observamos


que es persuasivo ya que el autor trata de convencer y avisar a la política de izquierdas sobre la importancia
que le deben dar a la vida rural. Asimismo, según su contenido es humanístico puesto a que es de carácter
social. Finalmente, si nos fijamos en el receptor al que va dirigido, el texto es divulgativo, puesto a que el
autor trata de evitar la pérdida de la vida en los pueblos, y para ello se tiene que hacer entender por
cuantas más personas posibles, en específico, a los políticos que se encargan de gestionar el ocio y los
servicios en los lugares.
Como ya se ha afirmado con anterioridad el texto es subjetivo por lo que Lapuente se incluye en él a
través de los modalizadores.

En primer lugar observamos la deixis personal en verbos como “Vengo” y pronombres como “me”, al igual
que el uso del plural inclusivo en el pronombre posesivo “nuestro”.

A su vez, el autor también incluye su opinión a través del léxico valorativo en los que se incluyen
sustantivos, adjetivos y verbos.

Por una parte, Víctor Lapuente emplea sustantivos concretos como “España”, “campos” y “pueblo” para
ubicar la problemática en torno a la vida rural. Además, se vale de otros términos con la misma categoría
gramatical para explicar las ventajas y desventaja actuales de la misma como: “bares” o “macrogranjas”.
Del mismo modo, usa sustantivos abstractos (“enfado”, “desafección”) para expresar los sentimientos de
los ciudadanos ante esta situación, y los combina con “derecha” y “ultraderecha” afirmando que son los
que se preocupan por este sector de la sociedad y por ello están ganando votos.

Por otra parte, destaca el adjetivo “vacía” ya que es el foco del dilema. Asimismo, usa el término “rural”
para describir esas partes de España que están perdiendo a sus habitantes. Para describir la situación en el
campo utiliza determinados adjetivos que exponen sus pros (laborales, recóndita) y sus contras (antigua,
pequeños).Finalmente, cabe destacar la palabra “tradicionales” usada para mencionar aquellos partidos
políticos que se centran en solucionar los pueblos de la España vacía.

Por último, en referencia al léxico valorativo, encontramos los verbos entre los que destacamos “trabajar”
y “vivir”. Estos términos, los contrapone el autor en relación con la situación expuesta, ya que no pueden
ocurrir simultáneamente. Además, a su vez, tienen mucha importancia los antónimos “ganado” y
“perdiendo”, debido a que Lapuente explica con ello las oportunidades que abre y cierra vivir en el campo.
De la misma manera, resalta el término “crece” con referencia a la derecha política. Por último resaltan los
verbos “gimen” y “saben” para establecer el final del texto.

De igual modo, observamos un cambio de registro por parte del autor en la expresión “como un calcetín”,
con la que se refiere al cambio radical de la situación de la vida rural.

Por último en referencia a la modalización detectamos cierta ironía en la expresión “el partido de fútbol
de las cinco” que el autor afirma como religioso, haciendo un giño a las personas que le dan mucha
importancia a este acontecimiento.

En referencia a la actualidad del tema, observamos que cada vez es mayor la despoblación que están
sufriendo las zonas rurales, puesto a que la sociedad actual busca la comodidad de tener todas las
necesidades al alcance. Asimismo, este hecho es en gran parte a causa de la desatención política que sufren
estos lugares.

A continuación pasaremos a analizara en profundidad el contenido del texto.

El tema de la columna es la advertencia a la despreocupación de la izquierda política por los servicios


públicos de las zonas rurales Españolas. Víctor Lapuente comienza el texto relatando por qué se fue del
pueblo de su infancia, y contraponiendo las razones, a las causas actuales de la despoblación en estas
zonas rurales. Posteriormente, analiza las oportunidades que ofrece la vida en el campo y las
desventajas del mismo. Finalmente, menciona que la política de derechas es la que se está encargando
de solucionar estos problemas y por ello ganando votantes, haciendo así una observación al desinterés
de la política progresista.

Si analizamos la tesis, observamos que se plantea al final de texto (“Los pueblos gimen, y las bárbaros
lo saben”), por lo tanto la estructura de él, en base a la misma es inductiva. En ella el autor afirma la
necesidad a gritos de que resurja la vida rural, calificando a aquellos que se dan cuenta de este
problema como inculto debido a que no actúan.

Externamente, la columna se extiende a lo largo en cinco párrafos en los que se el autor realiza su
argumentación.

Atendiendo a su estructura interna el texto se divide en tres partes. La primera es la introducción en la


que el autor expone cómo han cambiado radicalmente las circunstancias de la vida rural empleando un
argumento de experiencia personal para compararlas. Del mismo modo ejemplifica la situación con la
expresión “ha dado la vuela como un calcetín”, valiéndose de la metáfora en la que la prenda de ropa
simula la transformación completa. Asimismo propone los términos “vivir” y “trabajar” como
incompatible en ese contexto.

En la segunda parte se desarrolla el cuerpo argumentativo. En él, el autor propone las ventajas
laborales que tiene vivir en el campo en la actualidad, así como sus desventajas. En primer lugar, emplea
el campo asociativo del sector agropecuario con términos como: “plantas”, “arar”, “macrocultivos”,
“agricultura”, “cosechar” “agricultura” o “pastoreo”, para expresar cómo ha evolucionado el trabajo en
el campo con nuevas técnicas innovadora. Asimismo, esta serie de empleos sirven como argumento de
ejemplificación a algunas de las oportunidades laborales de la vida rural. Posteriormente, Lapuente se
vale de un argumento de generalización indiscutible para explicar que gracias al teletrabajo, ahora
multitud de oficios se pueden llevar a cabo desde cualquier lugar, por lo que favorece a que más gente
acceda a vivir en un entorno rural. Asimismo, como ya hemos afirmado con anterioridad, el autor
también expone los contras empleando el campo semántico del ocio (“bares”, “tiendas”, “misa”…) para
expresar la falta del mismo, así como de los servicios necesarios.

Por último, la conclusión se desarrolla en el último párrafo, en el que Víctor Lapuente realiza un
llamado de atención a la política de izquierdas, advirtiendo que es gracias al interés que pone la derecha
en el sector rural, que están ganando votantes. Para ello, se vale de un argumento de autoridad para
respaldar su postura (“como indica un estudio de la politóloga Catherine de Vries (…) públicos”).
Asimismo, también emplea el campo semántico de la política (“ultraderecha”, “derecha”, “partidos”)
para mostrar el papel importante que tiene este sector en la problemática principal y como no se está
gestionando de la mejor manera. Finalmente, el autor se vale de un argumento de analogía para
comparar la manera de liderar de la derecha con la de la Antigua Roma.
«En el olvido»

Las minorías siempre han estado silenciadas y opacadas por el tumulto de la mayoría, generando vacíos y
restando importancia a aquellas opiniones, necesidades o grupos no tan populares. Sin embargo, tampoco
los responsables de mantener una sintonía hacen porque este hecho ocurra, por lo tanto, aunque son
escuchadas no son tomadas en cuenta siempre.

Los pueblos de la España vaciada han sufrido un descenso de población muy radical. A pesar que en el
resto del país los habitantes han aumentado alrededor de un 38% desde 1975 hasta 2021, en las zonas más
rurales se han reducido en este periodo más de un 31%, según las cifras de población que maneja
el Instituto Nacional de Estadística. Dicha caída se ha visto reflejada en las condiciones en las que se
encuentran muchos estos pueblos, que en la mayoría de casos, la pérdida de habitantes ha conllevado a la
desaparición de diversos servicios públicos y lugares de ocio. La juventud se ve obligada a irse de sus
pueblos para conseguir mejores oportunidades y la población envejece y lentamente desaparece, haciendo
así que se eliminen todas las viejas costumbre, que forman las bases culturales de España.

Como describe Paco Cerdà, en su libro Los últimos: Voces de la Laponia española, a lo largo de muchos
kilómetros de España, encontramos parajes en soledad, zonas que se han quedado atrás y que han sido
olvidadas por un país entero, excepto por los escasos ciudadanos que aún permanecen en ellas y que son
los restos de unos pueblos en peligro de extinción. Es así como, el periodista valenciano, relata su aventura
a lo largo de la Serranía Celtibérica para buscar al único habitante de uno de los pueblos de esta área, que
para su desgracia nunca aparece. Sin embargo, continúa su viaje y a lo largo del libro da voz a varios
ciudadanos de estos lugares de la España vaciada. Entre sus palabra percibimos como tras el caos de las
grandes ciudades, existen territorios que se han borrado de la memoria de los ciudadanos, y en parte,
parece que también de los pensamientos e ideas de los políticos que se encargan de mantener en armonía
e igualdad de condiciones a una nación. En cambio, en muchas ocasiones la política se mueve por intereses,
y resulta ser más importante potenciar los lugares que más avanzados están, que apoyar a aquellos que
viven sin un mínimo de servicios.

Ante todas estas injusticias y precariedades, los vecinos de las zonas desfavorecidas han decidido alzar la
voz y luchar por sus derechos en manifestaciones como la del 20 de marzo de 2019 en defensa del mundo
rural o la del 8 de octubre de 2022, en la que pedían más recursos para combatir con los grandes incendios
forestales. Sin embargo, a pesar de que sus quejas sean escuchadas, en la mayoría de ocasiones no se actúa
para solucionar los problemas, y esto consigue que las cosas no mejoren y los pueblos desaparezcan.

Por lo tanto, si no queremos que los que se conoce como “La España vaciada”, se transforme en “La
España olvidada”, hay que solventar las necesidades de estos pueblos para que los ciudadanos que los
habiten no tengan problemas y puedan tener unas condiciones dignas para vivir. Asimismo, hay que incitar
a la movilización de la población y no solo centrarse en mejorar y masificar las grandes ciudades. Debemos
preocuparnos de que el país progrese, pero sin olvidarnos de cuáles son los cimientos de nuestra sociedad,
y escuchar a esa minoría sabía que lucha para conservar lo que por mucho tiempo sostuvo a una nación.

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