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Módulo 5
Problemas frecuentes. Beneficios. Dosificación.
Parámetros de calidad.
Autora:
Ing. Agr. Ana Muzlera
Problemas frecuentes
Los problemas más frecuentes que pueden presentarse en la elaboración de compost (y sus
causas y soluciones) son:
Mal olor
La principal causa del mal olor u “olor a basura” es la falta de oxígeno en la pila. Es decir,
necesitamos agregar aire a la mezcla. La falta de oxigenación sucede por excesiva humedad
(los espacios entre las partículas están llenos de agua, que desplazó al aire) y/o por compac-
tación (las partículas están muy cercas unas de otras y no hay espacios libres suficientes
entre ellas).
En algunas ocasiones, solo con realizar un volteo se soluciona (después de 24-48 h). Si se
identifica exceso de humedad, se recomienda agregar materiales secos como servilletas,
cartón u hojas secas y mezclar.
Bajas temperaturas
Si notamos que la pila no ha alcanzado la temperatura recomendable1, puede deberse a que:
Según lo que corresponda, deberemos aumentar el volumen a compostar tal que permita
que el proceso se lleve a cabo; aumentar la periodicidad de riego o tomar alguna medida
que permita mantener la humedad de la pila; controlar las proporciones de los materiales a
compostar recordando las relaciones C/N recomendadas; aumentar la periodicidad de vol-
teos y/o verificar el tamaño de partícula para evitar excesiva compactación; o proteger la
pila del clima cubriéndola (paja, pasto seco) o colocándole algún otro tipo de resguardo.
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En compost hogareños no se suelen alcanzar temperaturas termófilas. No obstante, sí se siente (o puede
medirse) que la pila está levemente más caliente que la temperatura ambiente.
Si la pila se ve atacada por hormigas rojas, suele deberse a la falta de humedad. Simplemen-
te se soluciona regando la pila o compostera. Las hormigas no resisten humedades de alre-
dedor del 70-80% (si bien lo deseado en el compost es 60% aproximadamente, podemos,
una vez, pasarnos un poquito para ahuyentar las hormigas). Si se observa mucha presencia
de mosquitas, suele deberse a falta de aireación o a residuos recién incorporados que traían
muchas mosquitas de donde almacenamos los residuos. Las mosquitas marrones (o negras)
chiquitas, denominadas mosquitas de la fruta, frecuentemente aparecen en cantidad en la
primera etapa del compost. No son dañinas, no trasmiten enfermedades, ni suelen ser
indicadoras de fallas del proceso. En cuanto a las moscas comunes, aparecen en cantidad
cuando hay feo olor (asociado a podredumbre) y por ende algún proceso de descomposi-
ción anaeróbico. En ese caso, habría que ver cuál puede ser la fuente de su presencia. De-
bemos asegurarnos de no tener productos cárnicos en la pila, mejorar la aireación y revisar
la humedad (en caso de que sea excesiva, agregar material que absorba humedad).
Los animales como roedores suelen aparecer cuando tenemos restos cárnicos o una pila
muy seca que les sirve de madriguera. Siempre que sea posible (y especialmente si notamos
estos inconvenientes), es recomendable cubrir o proteger la pila (con una red o un mosqui-
tero, por ejemplo) o compostera para evitar que roedores, aves y mascotas se acerquen.
Beneficios
El compost tiene muchos beneficios para el suelo y las plantas o cultivos a los que se apli-
que. Es una enmienda orgánica y, como tal, mejora las propiedades del suelo; en este caso,
influye sobre propiedades físicas, químicas y biológicas.
Dosificación
El compost no debe usarse como único componente en el armado de una maceta, almacigo
o cantero. Como hemos definido, es una enmienda orgánica capaz de mejorar la estructura
del suelo o sustrato y de aportar nutrientes. La dosificación depende tanto del tamaño y
tipo de planta como de las propiedades o características del suelo donde se utilizará y de las
características de mi compost (o lombri).
▪ para almácigos, colocar 20-25% de compost y 50% de tierra, 25-30% de turba, ver-
miculita, perlita o arena.
▪ para macetas, 20-25% de compost y 75-80% de tierra,
▪ para árboles, colocar una capa de pocos centímetros (3-4) en la base (del ancho de la
copa), e incorporar con sacabocado o barreno, horquilla o punteo con pala.
▪ para canteros de herbáceas y arbustos, incorporar y mezclar una capa de unos 2 cm a
la superficie, e incorporar hasta los 10-15 cm de profundidad.
▪ en las huertas, incorporar y mezclar 2-3 kg de compost por cada m2 de tierra y mez-
clar hasta los 15 cm o más.
Parámetros de calidad
Para la comercialización del compost se requiere que cumpla con ciertos límites para algu-
nos parámetros, de forma tal que se determine su calidad. La legislación vigente contempla
un compost de 2 calidades (A y B).
El organismo que estipula y establece los valores límite es el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (Senasa). Existen legislaciones vigentes que establecen dentro de
qué rangos pueden variar dichos parámetros para conservar la calidad del producto.
Los parámetros que primero se controlan para evaluar la calidad de un compost a comercia-
lizar son algunos químicos: pH y la conductividad (la cual nos da indicios del contenido de
sales). Se requiere que el pH esté entre 5 y 8.5 y que la conductividad no exceda los 4 dS/m
o 6 dS/m. Luego se controla el porcentaje de humedad (%Hum), que no debe ser mayor a
60%, y los contenidos de carbono orgánico (CO) y nitrógeno (N), a fin de determinar la rela-
ción C/N (no debe superar 20/1 o 30/1), entre otros parámetros.
También suelen solicitarse análisis microbiológicos para determinar los contenidos de orga-
nismos patógenos y corroborar que el proceso de compostaje alcanzó las condiciones
deseadas y el producto final es definitivamente inocuo.