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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de independencia”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA

(Creada por Ley N.º 25265)

ESCUELA DE POSGRADO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

UNIDAD DE POSGRADO

CURSO: DERECHO PROCRSAL CONSTITUCIONAL

DOCENTE: MG. GROVER JUAN CORNEJO YANCCE

LA PRUEBA PROHIBIDA Y EL DERECHO


PROCESAL CONSTITUCIONAL

PRESENTADO POR:

• RUIZ ANGULO, WALTER

HUANCAVELICA – PERÚ

2022
LA PRUEBA PROHIBIDA Y EL DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
Se entiende por prueba prohibida aquella que se obtiene o produce vulnerando
el ordenamiento jurídico en general, sea que la vulneración sea de una norma
de rango constitucional o legal

1. Introducción.

La teoría de la prueba prohibida tiene su origen en los EE. UU. como una regla
de exclusión (del proceso) del material probatorio obtenido de manera ilegal. Su
fundamento fue disuadir a la policía para que no procurase fuentes de prueba
vulnerando derechos fundamentales por cuanto sería excluida del proceso y no
valorada por el Juez.

Luego esta teoría de la prueba prohibida extendió a otros países. En nuestro


caso, a diferencia de lo ocurrido en los Estados Unidos de Norte América, la
prueba prohibida tiene como fundamento la defensa de los derechos
constitucionales prohibiendo que la fuente de prueba que hubiera sido obtenida
mediante la vulneración de los mismos pueda incorporarse al proceso.

Actualmente esta prueba prohibida pueda ser admitida y valorada por el


Juez. Es decir, no importa tanto que la prueba sea prohibida o no, en tanto se
castigue al verdadero culpable. En ese contexto, los Tribunales han creado
excepciones como la del descubrimiento inevitable, o de la buena fe, o de la
conexión de antijuricidad porque consideran que los ciudadanos jamás
entenderían que un comprobado delincuente no fuera sancionado y dejado en
libertad por un “mero tecnicismo legal”.

La doctrina de la prueba prohibida ha sido aplicada tradicionalmente en el ámbito


del derecho penal; sin embargo, también, en otros procesos como: el civil, el
laboral, el contencioso administrativo o el de familia.

La Prueba Prohibida en la Constitución, Corte Suprema y el Tribunal


Constitucional.

Constitución Política del año 1993, regula de manera expresa la prueba prohibida
indicando cuál es y los efectos que ésta produce en el proceso.

Es así que el Artículo 2.10 de la Constitución referido al secreto y a la


inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados dispone lo
siguiente:

“Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos solo pueden ser


abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento motivado
del Juez, con las garantías previstas en la ley. (…) Los documentos privados
obtenidos con violación de éste precepto no tienen efecto legal (…)” (Lo
resaltado es nuestro).
Adicionalmente, el Artículo 2.24.h de la Constitución referido a la libertad y
seguridad personal establece lo siguiente:

“Nadie debe ser víctima de la violencia moral, psíquica o física, ni sometido a


tortura o a tratos inhumanos o humillantes. (…) Carecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea incurre en
responsabilidad”.

De acuerdo a lo señalado en los referidos dispositivos se desprende claramente que los


documentos y/o declaraciones que hubieran sido obtenidas vulnerando los derechos
constitucionales arriba indicados “no tendrán efecto legal” y “carecerán de valor”
(probatorio).

En Sede Judicial, el 11 de diciembre de 2004, el Pleno Jurisdiccional Superior Nacional


Penal realizado, en la ciudad de Trujillo, distinguió entre prueba ilícita y prueba irregular
acordando lo siguiente:

“Por unanimidad. Establecer que existen diferencias entre prueba ilícita y prueba
irregular. Para comprender a plenitud las diferentes teorías sobre ilicitud de la prueba,
es necesario distinguir entre obtención de la prueba (fuente) e incorporación de la
prueba (medio de prueba). La primera se da cuando en la obtención de la fuente de
prueba se transgrede un derecho fundamental del imputado. La segunda se
produce cuando se viola una norma de carácter procesal al momento de la
incorporación de la prueba al proceso” .

Se entiendo entonces que prueba ilícita aquella que se obtiene vulnerando algún
derecho constitucional; en tanto que prueba irregular aquella que se produce vulnerando
una norma procesal al momento de su incorporación al proceso.

El 04 de mayo de 2009, la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema en el


considerando 6.C de la ejecutoria dictada en el proceso signado como Recurso de
Nulidad No. 05-02-2008, señalo lo siguiente con relación a la prueba prohibida:

“C).- De la prueba prohibida. La “prueba prohibida o ilícita” es aquella prueba, cuya


obtención o actuaciones lesionan derechos fundamentales o se violan normas
constitucionales, de modo que la misma deviene procesalmente en inefectiva e
inutilizable por lo tanto, carecen de efecto legal las pruebas obtenidas directa o
indirectamente con violación del contenido esencial de los derechos fundamentales
(…)”.

Luego, el 27 de octubre de 2010, el Tribunal Constitucional emitió una sentencia en el


proceso signado con el No. 00655-2010-PHC/TC, definiendo qué es prueba prohibida,
su naturaleza jurídica y los efectos que ésta produce en el proceso.

En el considerando 15 de la referida sentencia el Tribunal Constitucional define la


prueba prohibida de la siguiente manera:

“De este modo, en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será considerada
prohibida cuando se obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún
derecho fundamental, más no de los derechos de rango legal o infralegal”.

En relación a la naturaleza jurídica de la prueba prohibida el Tribunal Constitucional en


la indicada sentencia ha establecido en el considerando 7 lo siguiente:
“En resumen, en la dogmática y jurisprudencia constitucional comparada resulta
variable la naturaleza jurídica que se le pretende atribuir a la prueba
prohibida. No obstante ello, en consideración de este Tribunal la prueba
prohibida es un derecho fundamental que no se encuentra expresamente
contemplado en la Constitución, que garantiza a todas las personas que el
medio probatorio obtenido con vulneración de algún derecho fundamental
sea excluido en cualquier clase de procedimiento o proceso para decidir la
situación jurídica de una persona, o que prohíbe que este tipo de prueba
sea utilizada o valorada para decidir la situación jurídica de una persona.
En este sentido, debe destacarse que la admisibilidad del medio probatorio en
cualquier clase de procedimiento o proceso no se encuentra únicamente
supeditada a su utilidad y pertinencia, sino también a su licitud”.

De lo señalado líneas arriba se desprende el efecto que la prueba prohibida


debería producir en el proceso. A criterio del Tribunal, la licitud de la prueba es
un presupuesto para su admisión al proceso (como también lo son el principio
de utilidad, de pertinencia, de idoneidad, etc.); en tal sentido, la prueba
prohibida no debería ser admitida al proceso por el Juez y, si lo fue, debería
ser excluida estando el Juez prohibido de extraer argumentos y
consideraciones de prueba de la misma.

En conclusión, según el Tribunal Constitucional la prueba prohibida es un


derecho fundamental y, además, una regla de exclusión de la fuente de prueba
del proceso.

El Artículo 199 del Código Civil referido a la ineficacia de la prueba dispone lo


siguiente: “Carece de eficacia probatoria la prueba obtenida por simulación, dolo,
intimidación violencia o soborno”

El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional dispone,


que los jueces deben interpretar y aplicar las leyes y normas reglamentarias de
acuerdo con los principios constitucionales y la interpretación de los mismos que
efectúe el Tribunal Constitucional tenemos que, en nuestra legislación, habría
quedado zanjado el debate que pudo haber existido entre el concepto amplio o
el restringido de prueba prohibida. Según el Tribunal Constitucional es prueba
prohibida aquella que se obtenga mediante la violación directa o indirecta de
algún derecho fundamental, más no de uno de rango legal o infralegal.

Para que la fuente de prueba pueda ser excluida del proceso es necesario que
exista una relación de causalidad entre el derecho fundamental conculcado
(causa) y la prueba prohibida (efecto). Es decir, no basta la lesión del derecho
fundamental, sino que ésta debe ser producida para obtener una fuente de
prueba que, de otra manera, no se hubiera obtenido.

Si la obtención de la fuente de prueba se produjo independientemente o de forma


ajena a la vulneración del derecho no hay motivo para su rechazo. Si nos
encontramos frente a una prueba obtenida de forma independiente, autónoma,
que no guarda relación causal con la violación del derecho constitucional, la
misma debe ser admitida, actuada y valorada en el proceso.
Para determinar si debe admitirse o no una fuente de prueba en un determinado
proceso debe efectuarse, previamente, un juicio de ponderación entre el derecho
a probar y el derecho fundamental conculcado por la obtención de la referida
fuente de prueba. Si como consecuencia de dicho juicio prevaleciese el derecho
a probar la fuente no será una prueba prohibida y deberá admitirse, actuarse y
valorarse en el proceso, con prescindencia de la responsabilidad penal,
administrativa y/o laboral en la que se hubiera incurrido y por la que deberá
responder.

En consecuencia, dado el rango y naturaleza de Derecho Constitucional del


derecho a probar deberá entenderse por prueba prohibida sólo aquella que
fuera obtenida con vulneración de un derecho fundamental de rango igual
o superior al derecho a probar por cuanto, si la fuente de prueba fue obtenida
mediante violación de un derecho fundamental de rango inferior al derecho a
probar, la fuente debe ser admitida, actuada y valorada en el proceso. De ahí
que no será prueba prohibida aquella que se obtenga con vulneración de un
derecho fundamental de rango inferior al derecho a probar.

De acuerdo con la definición dada por el Tribunal Constitucional la prueba


prohibida está referida a la fuente de prueba; sin embargo, el artículo 159 del
Código Procesal Penal señala que la prueba prohibida puede referirse a la fuente
o al medio de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los
derechos fundamentales de la persona.

Prueba Prohibida y Prueba Irregular.

El Tribunal Constitucional define la prueba prohibida como aquella obtenida


mediante la violación directa o indirecta de algún derecho fundamental, más no
de uno de rango legal o infralegal, permite distinguir o diferenciar entre la
prueba obtenida con violación de un derecho fundamental de aquella que lo fue
mediante vulneración de una norma de rango legal o infralegal (generalmente
referida a la vulneración de la legislación ordinaria que regula la actividad
probatoria en el proceso). A ésta última se le denomina prueba irregular.

La diferencia entre la prueba prohibida y la prueba irregular no sólo es de orden


teórico, también, lo es de orden práctico.

La importancia de la distinción radica en que la prueba prohibida y la prueba


derivada de ella (Teoría del Fruto del Árbol Podrido) no deben ser admitidas al
proceso por el Juez o, en todo caso –si lo fueron-, deben ser excluidas y no
valoradas por el Juez en la sentencia. En cambio, la prueba irregular queda
sometida el régimen jurídico de la nulidad de los actos procesales que pueden
ser susceptibles de integración, subsanación o convalidación y, por ende, puede
ser admitida, actuada y valorada con prescindencia de la responsabilidad que se
hubiera incurrido por vulnerar la ley o norma infralegal.En caso una de las partes
ofreciera una prueba prohibida en el proceso civil. La parte contraria estará
facultada para formular oposición a la admisión de la misma, debiendo ésta ser
resuelta previo traslado a la parte contraria, en la sentencia.
Como ha sido indicado anteriormente, la prueba irregular –a diferencia de la
prueba prohibida- queda sujeta al régimen de las nulidades procesales y por
ende sujetas a las reglas de la integración, subsanación y convalidación de los
actos procesales previstas en el artículo 172 del Código Procesal Civil.

Excepciones a la Prueba Prohibida.

Hoy en día, la tendencia de la jurisprudencia comparada es la de restringir o


limitar la aplicación de la teoría de la prueba prohibida y de la teoría del fruto del
árbol podrido creando para ello excepciones que permiten admitir, actuar u
valorar una prueba obtenida mediante la vulneración de derechos
constitucionales.

Excepción del descubrimiento inevitable. Según dicha excepción, una


prueba derivada de otra prohibida no debe ser excluida del proceso si, como
consecuencia inevitable del curso de la investigación, pudo arribarse al mismo
resultado probatorio. Dicho de otra manera, si las investigaciones ordinarias que
se estaban haciendo hubieran conducido, inevitablemente, al conocimiento y
probanza del hecho ilegal o delictivo.

Excepción de la conexión de antijuridicidad. Es una excepción aplicable


a la Teoría del Fruto del Árbol Podrido o en otras palabras, a la prueba derivada
de una prohibida.

Conclusiones.

1. En la legislación peruana, la prueba prohibida tiene fundamento constitucional


y procura la tutela de los derechos constitucionales desincentivando la obtención
de fuentes de prueba mediante la vulneración de derechos constitucionales

2. El Tribunal Constitucional peruano define la prueba prohibida: “en nuestro


ordenamiento jurídico una prueba será considerada prohibida cuando se
obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún derecho fundamental,
más no de los derechos de rango legal o infralegal”. A ello debe agregarse que
será prueba prohibida aquella que, fue obtenida con vulneración de un derecho
fundamental de rango igual o superior al derecho a probar

3. La prueba irregular es aquella que ha sido obtenida, propuesta o actuada


mediante la vulneración de una norma legal o infralegal.

4. La importancia de distinguir entre prueba prohibida y prueba irregular radica


en que la primera y la prueba derivada de ella (Teoría del Fruto del Árbol Podrido)
no deben ser admitidas al proceso por el Juez o, en todo caso –si lo fueron-,
deben ser excluidas y no valoradas en la sentencia. En cambio, la prueba
irregular queda sometida el régimen jurídico de la nulidad de los actos procesales
que pueden ser susceptibles de integración, subsanación o convalidación y, por
ende, puede ser admitida, actuada y valorada con prescindencia de la
responsabilidad que se hubiera incurrido por vulnerar la ley o norma infralegal.

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