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- En primer lugar, las partes implicadas deben tener «cierto grado de
organización»: la existencia de una estructura de mando, de normas y
mecanismos de disciplina dentro del grupo armado, incluido el cumplimiento del
DIH; la existencia de una capacidad militar (operativa) del grupo armado, que se
puede demostrar, por ejemplo, mediante la capacidad de definir una estrategia
militar unificada, el uso de tácticas militares, la capacidad de procurarse,
transportar y distribuir armas, la capacidad de realizar operaciones militares (a
gran escala o coordinadas) incluyendo el movimiento de tropas y la logística
adecuada, el control del territorio, teniendo una división territorial en zonas de
responsabilidad; y la capacidad para negociar y pactar acuerdos, por ejemplo un
alto el fuego o un acuerdo de paz.
o Si dos o más grupos que por si solos no cumplen tales requisitos
tienen genuinos vínculos entre sí pudiéndose considerar un solo grupo
que reúne los requisitos de organización e intensidad.
o Si un grupo no cumple, pero tiene acreditados vínculos con un grupo
que los satisface.
LOS CONFLICTOS INTERNACIONALIZADOS, LOS CONFLICTOS CONCURRENTES Y LA DOCTRINA
DEL CONTROL GLOBAL
CONFLICTOS INTERNOS INTERNACIONALIZADOS (inexistente en la normativa DIH)
Cuentan con elementos internacionales relevantes (alguna de las partes es foránea, los actores
armados del conflicto tienen bases o lanzan ataques desde el extranjero y/o, las partes reciben
apoyo de Estados extranjeros, el conflicto se extiende a países vecinos. Asimismo, el Informe
de la Comisión internacional independiente de investigación sobre la República Árabe Siria de
13 de agosto de 2014 indicaba que «el conflicto en la República Árabe Siria, que una vez fue
entre el Gobierno y un número limitado de grupos armados antigubernamentales, se ha
transformado en múltiples conflictos en continua evolución en los que intervienen
innumerables actores y frentes.
En el asunto TADIC, un conflicto que inicialmente es interno se convierte en internacional
cuando podemos demostrar que las fuerzas insurgentes son apoyadas por otro estado o que el
estado tercero a parte de financiar esas tropas sino que también interviene. Esto es lo que se
llama la teoría del control global.
Doctrina del control global: Conflictos que empezaron como internos devienen en un
momento determinado, en virtud de distintas circunstancias, en conflictos internacionales. A
tal efecto, la Sala de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia
(TPIY) en el asunto Tadic afirmó que «es indiscutible que un conflicto armado es internacional
si se produce entre dos o más Estados. Además, si un conflicto interno se extiende al territorio
de otro Estado, puede convertirse en internacional (o, según las circunstancias, tener carácter
internacional al mismo tiempo que interno), siempre y cuando: i) otro Estado intervenga en el
conflicto con tropas, o bien si ii) alguno de los participantes en el conflicto armado interno
actúa por cuenta de otro Estado».
LA TEORIA DEL CONTROL EFECTIVO
El control efectivo es que tengo que tener un control del grupo como de las acciones del
grupo, tengo que tener en el control global un control del grupo no de sus actos.
CUANDO INTERVIENEN FUERZAS INTERNACIONALES
Según la interpretación general efectuada por el CICR en los supuestos de conflictos armados
en los que participan fuerzas multinacionales el carácter internacional o no internacional del
conflicto vendrá determinado por el carácter estatal o no estatal de las Partes en conflicto. Por
lo tanto, solo cuando las fuerzas multinacionales se involucren en un conflicto armado contra
un Estado, ese conflicto específico tendrá carácter internacional, sin influir en la
caracterización del conflicto armado interno que tuviera ese Estado con un grupo armado no
estatal. Por el contrario, cuando las fuerzas multinacionales luchan en apoyo del gobierno del
Estado de que se trate contra un grupo armado no estatal, las relaciones entre las partes
enfrentadas se regirán por la normativa reguladora de los conflictos armados no internacional.
En el comentario (2016) al artículo 3 del I Convenio de Ginebra de 1949, el CICR analiza la
evolución del conflicto afgano de 2001 tras la invasión por parte de Estados Unidos y sus
aliados. El CICR clasificó la fase inicial (2001) como un conflicto armado internacional entre
Estados Unidos y los Estados integrantes de la coalición y el régimen talibán en Afganistán, que
controlaba en esa época casi el 90 % del territorio afgano. Tras el establecimiento de un nuevo
Gobierno afgano en junio de 2002 a través de una gran coalición, el CICR reclasificó la situación
como un conflicto armado no internacional entre, por un lado, el nuevo Gobierno afgano
apoyado por los estados de la coalición, y, por otro, los talibanes y otros grupos armados no
estatales.
OPERACIONES MANTENIMIENTO PAZ/FUERZAS COMBATE AUTORIZADAS
LA GUERRA CIBERNÉTICA Y SUS CONSECUENCIAS. LAS ARMAS AUTÓNOMAS Y LA
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El CICR en su Informe de 2015 ha propuesto que “sistemas de armas autónomos” es un
«término amplio que abarcaría cualquier tipo de sistemas de armas, sea que operen en el aire,
en la tierra o en el mar, con autonomía en sus “funciones críticas”, esto es, un arma que puede
seleccionar (es decir, buscar o detectar, identificar, seguir, seleccionar) y atacar (es decir,
emplear la fuerza, neutralizar, dañar o destruir) objetivos sin intervención humana. Tras la
activación inicial, es el propio sistema de armas –usando sus sensores, programas y armas—el
que se encarga de los procesos de selección de objetivos y de acciones que normalmente son
controlados directamente por seres humanos. En un nivel fundamental, es la autonomía de las
funciones críticas lo que distingue a los sistemas de armas autónomos de todos los otros
sistemas de armas, incluso de los drones armados, en los cuales las funciones críticas son
controladas a distancia por un operador humano».
Los sistemas de aprendizaje automático son sistemas de IA que están «entrenados» y
«aprenden» a partir de datos, que, en última instancia, definen la forma en la que funcionan.
“Guerra cibernética” «las operaciones lanzadas contra un ordenador o un sistema de
ordenadores a través de una corriente de datos, cuando se usan como medios y métodos de
guerra en el contexto de un conflicto armado según se encuentra definido en el DIH. Se puede
recurrir a la guerra cibernética como parte de un conflicto armado que en otros aspectos se
libra mediante operaciones cinéticas. La noción de guerra cibernética también comprende el
empleo de medios cibernéticos en ausencia de operaciones cinéticas cuando su uso se
equipara a un conflicto armado, aunque, que se sepa, ningún Estado ha calificado
públicamente una operación cibernética hostil real como tal».
LA GUERRA CIBERNÉTICA Y SUS CONSECUENCIAS
Uno de los principales desafíos es si el sistema de armas sería capaz de distinguir en forma
autónoma los objetivos militares de los bienes de carácter civil, los combatientes de los civiles
y los combatientes activos de las personas fuera de combate. Otro desafío importante es si se
podría programar un arma para que detecte y evalúe los numerosos factores y variables
contextuales que se necesitan para determinar si puede esperarse que el ataque cause daños
civiles incidentales y a bienes de carácter civil, o una combinación de esos daños, que serían
excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa que se espera, conforme con los
requisitos de la norma de la proporcionalidad. Asimismo, la capacidad de programar un arma
para que cancele o suspenda un ataque si resulta aparente que el objetivo no es un objetivo
militar o que está sujeto a protección especial o que el ataque violaría la norma de la
proporcionalidad, conforme lo exigen las normas sobre precaución en los ataques, plantea una
cuestión muy problemática.
En segundo lugar, se plantea la cuestión relativa a la atribución de la responsabilidad
internacional. Tal y como indica el CICR, se han planteado preocupaciones acerca del hecho de
que la pérdida de control humano sobre los sistemas de armas autónomos puede llevar a un
“vacío de responsabilidad” en caso de que se cometan violaciones del DIH. Existe también la
opinión de que jamás existiría tal vacío, pues siempre habrá un ser humano que participe en la
decisión de desplegar el arma a quien atribuir la responsabilidad. De todos modos, sigue sin
estar claro cómo puede atribuirse responsabilidad en relación con “actos” impredecibles
cometidos por armas autónomas. Por ejemplo, conforme al DIH y al derecho penal
internacional, la falta de control de un sistema de armas autónomo o su imprevisibilidad
puede dificultar la atribución de responsabilidad por la comisión de violaciones graves del DIH
a las personas involucradas en la programación y despliegue de esa arma. Es posible que no
tengan los conocimientos ni la intención necesarios para tal determinación, debido al hecho de
que es la máquina quien toma las decisiones relativas a la selección de los objetivos. Asimismo,
puede suceder que los programadores no conozcan las situaciones concretas en las que se
desplegará el sistema más adelante y en las cuales se pueden producir las violaciones del DIH
(DILIGENCIA DEBIDA). Por otra parte, un programador que, de forma intencional, programa un
arma autónoma para cometer crímenes de guerra sin duda alguna cargaría con
responsabilidad penal.
LOS CONFLICTOS ARMADOS Y EL TERRORISMO INTERNACIONAL. EL TERRORISMO COMO
CRIMEN DE GUERRA.
TERRORISMO: No existe una definición universal –no convenio internacional general. Grupo
terrorista reúne las condiciones para la existencia de un conflicto armado interno se aplica el
DIH. Regula situaciones de hecho con independencia de las motivaciones.
“Los actos criminales, inclusive contra civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o
lesiones corporales graves o de tomar rehenes con el propósito de provocar estado de terror
en la población en general, en un grupo de personas o en determinada persona, intimidar a
una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto, o
abstenerse de realizarlo, que constituyen delitos definidos en los convenios, las convenciones y
los protocolos internacionales relativos al terrorismo y comprendidos en su ámbito, no
admiten justificación en circunstancia alguna por consideraciones de índole política, filosófica,
ideológica, racial, étnica, religiosa u otra similar e insta a todos los Estados a prevenirlos y, si
ocurren, a cerciorarse de que sean sancionados con penas compatibles con su grave
naturaleza”. Resolución 1566 (2004) del Consejo de Seguridad.
ACTOS TERRORISTAS