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Señor
JUEZ MUNICIPAL DE TUMACO
Oficina Judicial de Reparto
E. S. D
FRANKLIN RUBEN CORTES QUIÑONES, identificado con cédula de ciudadanía No 98.429.090, actuando
en nombre propio, con el debido respeto manifiesto que hago uso de lo establecido de conformidad con el
artículo 86 de la Constitución Nacional y el Decreto Reglamentario 2591 de 1.991, para que judicialmente se
me conceda la protección inmediata de los derechos constitucionales fundamentales DERECHO DE
PETICION , MINIMO VITAL Y SEGURIDAD SOCIAL contemplados en la Carta Magna los cuales considero
vulnerados y/o amenazados por parte del accionado, la misma que baso en los siguientes:
1. HECHOS:
1. Fui vinculado mediante Decreto 1235 del 31 de Diciembre de 2003, en el cargo de Docente de
Áreas Técnicas en provisionalidad, desempeñando mis funciones en la Institución Educativa
Agroindustrial San Luis Robles, del Municipio de Tumaco Nariño.
2. Mediante Resolución 1279 expedido del 12 Mayo de 2016, la alcaldía me retira de mi cargo, sin
considerar que por ser nombrado en provisionalidad gozaba de una estabilidad laboral relativa,
dado que mi nombramiento correspondía al Área Técnica en la Institución Educativa Agro
Industrial de San Luis Robles del municipio de Tumaco. Esta condición obligaba a la
administración para expedir el decreto en el cual se me retiro del cargo primero debió existir un
concurso de méritos para esa plaza y hasta la fecha inclusive no ha sido reportada, por lo tanto
la Comisión Nacional del Servicio Civil, no ha abierto convocatoria para esta plaza, por lo cual
con la expedición de esta Resolución se vulneró mis derechos constitucionales, entre otros,
Debido Proceso, Mínimo vital, tratamiento de igualdad y fue así como me retiró del cargo
cercenando reitero mis derechos.
3. Como puede probarse de acuerdo al Decreto 0841 del 19 de septiembre del 2017 documento
que me permito anexar en copia para su valorización. Reitero fui reintegrado al cargo
precisamente porque la administración aceptó su error, cabe anotar que dicho reintegro fue sin
solución de continuidad conforme a mi derecho; sin embargo no se me han cancelado las
acreencias laborales dejadas de percibir.
4. En el mes de febrero realicé una solicitud de pago de salarios y prestaciones sociales, sin
embargo hasta la fecha la administración ha sido indiferente a mi petición ocasionándome
perjuicios enormes los mismos que son extensivos a mi núcleo familiar en donde existen
menores de edad, con el agravante que la dilación ha ido al punto de que ni siquiera me han
dado respuesta a mi petición y menos de fondo como es el deber de todo funcionario público.
El artículo 86 de la Constitución Política establece que la acción de tutela es un mecanismo de defensa al que
puede acudir cualquier persona para reclamar la protección inmediata de sus derechos fundamentales.
La acción de tutela es el instrumento jurídico de protección subsidiario de los Derechos fundamentales que
permite un amparo inmediato de estos Derechos, cuando es evidente su violación.
Considero importante aclarar, que de la respuesta no dada, se contrae la violación de los derechos
fundamentales al trabajo en conexión con el mínimo vital y también el tratamiento de igualdad toda vez que no
fue cancelado el contrato a muchos otros, dado que les han permitido su continuidad.
Por otra parte nuestra Carta Magna, contempla el DERECHO DE PETICIÓN, ARTÍCULO 23
CONSTITUCIONAL, como un derecho fundamental, insiste más aún cuando se vinculan otros derechos.
Por lo que me remito a lo manifestado en la Sentencia T-249 de 2001, respecto del derecho de petición la
Corte Constitucional puntualizó: El derecho de petición es fundamental y determinante para la efectividad de
los mecanismos de la democracia participativa, garantizando a su vez otros derechos constitucionales, como
los derechos a la información, a la participación política y a la libertad de expresión; (ii) el núcleo esencial del
derecho de petición reside en la resolución pronta y oportuna de la cuestión; (iii) la petición debe ser resuelta
de fondo, de manera clara, oportuna, precisa y congruente con lo solicitado; (iv) la respuesta debe producirse
dentro de un plazo razonable, el cual debe ser lo más corto posible; (v )la respuesta no implica aceptación de
lo solicitado ni tampoco se concreta siempre en una respuesta escrita; (vi) este derecho, por regla general, se
aplica a entidades estatales, y en algunos casos a los particulares;(vii) el silencio administrativo negativo,
entendido como un mecanismo para agotar la vía gubernativa y acceder a la vía judicial, no satisface el
derecho fundamental de petición, pues su objeto es distinto. Por el contrario, el silencio administrativo es la
prueba incontrovertible de que se ha violado el derecho de petición; (viii) el derecho de petición también es
aplicable en la vía gubernativa; (ix) la falta de competencia de la entidad ante quien se plantea, no la exonera
del deber de responder; y (x) ante la presentación de una petición, la entidad pública debe notificar su
respuesta al interesado”
4.1. La jurisprudencia ha definido el mínimo vital como “aquella parte del ingreso del trabajador destinado a
solventar sus necesidades básicas y del núcleo familiar dependiente, tales como alimentación, vivienda,
salud, educación, recreación, servicios públicos domiciliarios, entre otras prerrogativas que se encuentran
previstas expresamente en la Constitución Nacional y que además, posibilitan el mantenimiento de la dignidad
del individuo como principio fundante del ordenamiento jurídico constitucional [28]”[29].
Como se observa, el mínimo vital es un presupuesto básico para el efectivo goce y ejercicio de la totalidad de
los derechos fundamentales y, ello, explica el por qué la Corporación le ha prodigado tanta atención a esta
garantía constitucional[30], bajo el entendimiento que “[e]l pago oportuno y completo de un salario garantiza el
goce de lo que se ha denominado el mínimo vital, considerado éste como aquellos recursos absolutamente
imprescindibles para solucionar y satisfacer no solamente las necesidades primarias de alimentación y
vestuario, sino aquellas relacionadas con la salud, educación, vivienda, seguridad social y medio ambiente,
factores insustituibles para la preservación de calidad de vida”[31].
4.2. También ha aclarado la Corporación[32] que el concepto de mínimo vital del trabajador no debe
confundirse con la noción de salario mínimo, como quiera que la “garantía de percibir los salarios y las demás
acreencias laborales, se asienta en una valoración cualitativa, antes que en una consideración meramente
cuantitativa”[33]. De ahí pues, que la valoración del mínimo vital corresponde a las condiciones especiales de
cada caso concreto y no al monto de las sumas adeudadas o a “una valoración numérica de las necesidades
biológicas mínimas por satisfacer para subsistir, sino con la apreciación material del valor de su trabajo”[34].
Bajo esta regla, el mínimo vital es concebido en la jurisprudencia constitucional como un concepto
indeterminado cuya concreción depende de las circunstancias particulares de cada caso[35]. En este sentido,
la vulneración del derecho al mínimo vital puede establecerse atendiendo a las consecuencias que para la
persona tiene la privación de sus ingresos laborales en la situación concreta en que se encuentra.
Lo anterior conlleva, necesariamente, que el juez constitucional para efectos de otorgar o negar el amparo
solicitado, en primer lugar, realice una valoración concreta de las necesidades básicas de la persona y su
entorno familiar y de los recursos necesarios para sufragarlas, y, en segundo lugar, determine si el mínimo
vital se encuentra amenazado o efectivamente lesionado[36].
4.3. Ahora bien, cuando se alega como perjuicio irremediable la afectación del derecho al mínimo vital, la
doctrina constitucional ha precisado una serie de “hipótesis fácticas mínimas”[37] que deben cumplirse para
que el juez constitucional reconozca la vulneración del mínimo vital, como consecuencia del no pago oportuno
de los salarios devengados por el trabajador. Tales presupuestos son los siguientes:
“1) Que exista un incumplimiento en el pago del salario al trabajador que por su parte ha cumplido con sus
obligaciones laborales;
“2) Que dicho incumplimiento comprometa el mínimo vital de la persona. Esto se presume cuando
b) el incumplimiento es superior a dos (2) meses[39], salvo que la persona reciba como contraprestación a su
trabajo un salario mínimo[40].
“3) La presunción de afectación del mínimo vital debe ser desvirtuada por el demandado o por el juez,
mientras que al demandante le basta alegar y probar siquiera sumariamente[41] que el incumplimiento salarial
lo coloca en situación crítica[42], dada la carencia de otros ingresos o recursos diferentes al salario que le
permitan asegurar su subsistencia[43].
“4) Argumentos económicos, presupuestales o financieros no son razones que justifiquen el incumplimiento
en el pago de los salarios adeudados al trabajador[44]. Lo anterior no obsta para que dichos factores sean
tenidos en cuenta al momento de impartir la orden por parte del juez de tutela tendiente a que se consigan los
recursos necesarios para hacer efectivo el pago.
“En resumen, las hipótesis fácticas mínimas que deben cumplirse para que puedan (sic) tutelarse el derecho
fundamental al mínimo vital mediante la orden de pago oportuno del salario debido son las siguientes: (1) Que
exista un incumplimiento salarial (2) que afecte el mínimo vital del trabajador, lo cual (3) se presume si el
incumplimiento es prolongado o indefinido, salvo que (4) no se haya extendido por más de dos (2) meses
excepción hecha de la remuneración equivalente a un salario mínimo, o (5) el demandado o el juez
demuestren que la persona posee otros ingresos o recursos con los cuales puede atender sus necesidades
primarias vitales y las de su familia, (6) sin que argumentos económicos, presupuestales o financieros puedan
justificar el incumplimiento salarial.
4.4. A las anteriores hipótesis fácticas mínimas que deben concurrir en el caso concreto para configurar la
inminencia del perjuicio irremediable, se agrega que las sumas que se reclamen no sean deudas pendientes,
“en cuyo caso la tutela se torna improcedente para obtener el pago de deudas laborales pues no se está ante
un perjuicio irremediable”[45]. La jurisprudencia de la Corte ha sido clara en negar la procedencia del amparo
constitucional cuando se trata de hacer efectivo el cobro de deudas pendientes, pues en tales eventos no se
está ante la vulneración de derechos fundamentales, ya que está en juego es un interés patrimonial que debe
ventilarse ante la jurisdicción ordinaria en su competencia laboral o ante la jurisdicción contencioso
administrativa, según sea caso. En consecuencia, no hay lugar a tutelar derecho fundamental alguno pues no
se trata de una de aquellas situaciones excepcionales en las que el incumplimiento de una deuda conduce
inexorablemente a la vulneración de un derecho fundamental[46].
4.5. Por otra parte, la Corte Constitucional ha establecido que cuando el peticionario solicita el pago de
prestaciones laborales diferentes al salario y a las indemnizaciones por despido, el análisis de procedibilidad
debe ser más estricto, pues “la regla general adoptada por la jurisprudencia consiste en señalar que la acción
de tutela es improcedente para su reclamación”
La Corporación ha resaltado que el principio de igualdad posee un carácter relacional, lo que significa que
deben establecerse dos grupos o situaciones de hecho susceptibles de ser contrastadas, antes de iniciar un
examen de adecuación entre las normas legales y ese principio. Además, debe determinarse si esos grupos o
situaciones se encuentran en situación de igualdad o desigualdad desde un punto de vista fáctico, para
esclarecer si el Legislador debía aplicar idénticas consecuencias normativas, o si se hallaba facultado para
dar un trato distinto a ambos grupos; en tercer término, debe definirse un criterio de comparación que permita
analizar esas diferencias o similitudes fácticas a la luz del sistema normativo vigente; y, finalmente, debe
constatarse si (i) un tratamiento distinto entre iguales o (ii) un tratamiento igual entre desiguales es razonable.
Es decir, si persigue un fin constitucionalmente legítimo y no restringe en exceso los derechos de uno de los
grupos en comparación.
Toda vez que a otros compañeros con las mismas características de mi cargo, continuaron vinculados con la
administración .
Con el respeto debido y probada la flagrancia frente a mi pretensión, a través de los documentos anexos,
solicito:
3. PRETENCIONES
1. Tutelar a mi favor los derechos invocados como son: EL DERECHO DE PETICIÓN, MINIMO
VITAL E IGUALDAD contemplados y que considero están siendo vulnerados ostensiblemente
por el accionado
2. En consecuencia, ordenarle al accionado que dentro del término improrrogable que su autoridad
le otorgue, de contestación de fondo y clara a la solicitud radicada, en donde señale cuando
procederá a la liquidación y pago de lo adeudado, puesto de que ella depende la protección de
los demás derechos invocados.
JURAMENTO
Bajo la gravedad del juramento le manifiesto que por los mismos hechos y derechos no he presentado
petición similar ante ninguna autoridad judicial.
ANEXOS
DIRECCIONES Y NOTIFICACIONES
El suscrito recibiré notificaciones en la Calle 18 No. 27-74, Segundo Piso, Teléfono No. 7363589 de San Juan
de Pasto.
Atentamente:
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FRANKLIN RUBEN CORTES QUIÑONES
C.C. No. 98.429.090