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Grupo:
▪ DÁVILA SANDOVAL, RICHARD ELFER
▪ POMA POMA MICKELLINA
2022
CHICLAYO-PERÚ
I. INTRODUCCIÓN
II. CUERPO
Es importante hacer mención del artículo 949 del Código Civil, el cual estipula
que “la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor
propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario.” Siendo
así, en nuestro ordenamiento jurídico, la transferencia de la propiedad opera
de manera extra registral. La transferencia de la propiedad se lleva a cabo de
acuerdo con el principio del con sensualismo. Esto significa que no es
necesario el registro; nuestro sistema no es constitutivo, nuestro sistema de
propiedad es declarativo; por lo tanto, al inscribir el derecho de propiedad lo
que se está haciendo es declarar un derecho que no se crea con el registro,
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sino que solo le otorga publicidad y seguridad jurídica, para el caso de derechos
reales.
Mencionaremos, asimismo, una jurisprudencia en materia registral que vale la
pena citar: “El que compra un inmueble de quien aparece en el registro de
propiedad como dueño adquiere válidamente el dominio y no tiene por qué
responder de los vicios que pudiera presentar la compra hecha por su vendedor,
en razón al mérito y garantía que le ofrece la fe registral” (Expediente 1804-
92. Normas Legales. No 245, p. j-7).
El artículo 2016 del Código Civil, señala “la prioridad en el tiempo de la
inscripción determina la preferencia de los derechos que otorga el registro”.
Este artículo no se podría aplicar al caso materia de comentario, debido que el
derecho de crédito (el embargo) no será oponible a la propiedad no inscrita, por
nuestro sistema declarativo de propiedad. Además, es necesario hacer
resaltar una vez que la sola voluntad de las partes contenida en el acto jurídico
creador de la relación obligatoria es suficiente para producir un efecto traslativo
de la propiedad.
El artículo 2022 del Código Civil establece que “Para oponer derechos reales
sobre inmuebles a quienes también tienen derechos reales sobre los mismos,
es preciso que el derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de
aquel a quien se opone. Si se trata de derechos de diferente naturaleza se
aplican las disposiciones del derecho común”.
Es importante resaltar que el derecho de propiedad posee una protección
constitucional. En efecto, el artículo 70° de nuestra carta política, sobre
inviolabilidad del derecho de propiedad, consagra: “El derecho de propiedad es
inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y
dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino,
exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada
por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya
compensación por el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para
contestar el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el
procedimiento expropiatorio.
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rango de derecho humano (artículo 17 de la Declaración de los Derechos
Humanos; artículo 21 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos). Este derecho reviste una importancia tal que va más allá del ámbito
del derecho civil (derechos reales) y trasciende toda norma que esté en nuestro
ordenamiento jurídico.
Algunos autores han celebrado la dación de esta sentencia de la Corte Suprema,
debido a que origina unidad jurisprudencial en esta temática, otros señalan que
esta sentencia da cabida a una interpretación catastrófica de otros casos que
pueden ampararse en esta sentencia”, por la razón, de que, siempre que se
constituya un derecho (personal o real) a favor de alguien, este lo perderá si se
prueba que antes de su adquisición otra persona había constituido un derecho de
distinta naturaleza sobre el mismo bien.
III. CONCLUSION