Maestría en Investigación.

Alumno: Rogelio Villalón Bazaldúa.

Resumen Genealogía de la moral. Tratado 1.

Bueno y malvado, bueno y malo
Genealogía de la moral empieza con la crítica de Nietzsche a los psicólogos
ingleses que intentan dentro del interior humano las causas para los conceptos de
bueno y malo.

El primer punto levantado por Nietzsche es que el juicio «bueno» fue designado
por hombres que estaban en posición superior en contraposición a los hombres
que estaban en una posición inferior, los dichos plebeyos, a quienes ha sido
designado el término «malo». Así, afirma Nietzsche que las designaciones han
sido distribuidas de acuerdo con intereses, y tiene su origen en una sociedad
aristocrática. 

De la misma forma, Nietzsche investiga el origen de los conceptos «puro» e

«impuro», asociándolos con las castas sacerdotales y distinguiéndolas de la casta
de guerreros.

Nietzsche afirma que la causa del resentimiento está en el equívoco de valoración

de una nobleza que, por fin, peca contra la realidad y no comprende la esfera
despreciada por ella, mezclando menosprecio y negligencia, engendrando
reacciones inevitables. El giro en la moral, que pasa de los señores para los
esclavos, suscita igualmente en un giro conceptual. Entonces, los instintos de
reacción y resentimiento se transforman en instintos opresores e instrumentos de
una cultura que, para Nietzsche, representa el retroceso de la humanidad,
contrariando la naturaleza combativa del hombre, lo que equivale al nihilismo
moderno. De acuerdo con Nietzsche, la naturaleza combativa es dotada de una
fuerza que corresponde al querer actuar, la pulsión, la voluntad, que, cuando
oprimida por la moral moderna, queda condicionada a un agente (o sujeto). El
error está en separar el ser del hacer justamente porque no hay separación
posible, porque la fuerza es causa y movimiento, luego, devenir. 

De acuerdo con Nietzsche, los ideales son fabricados y la debilidad es

transformada en mérito, la impotencia en bondad, la bajeza en humildad, la
sumisión en obediencia, la cobardía en paciencia y la imposibilidad de venganza
en perdón. Se fabrica una vida eterna que promete un resarcimiento por la vida
terrena. 

Nietzsche cita a los romanos (antes del cristianismo) como un pueblo fuerte y
noble que sintetizaba todos los valores supremos y a la Judea su opuesto. A lo
largo de la historia, los dos pueblos, con antítesis de ideales, intercambiaron la
posición de poder. La época moderna, con el apoyo de la Reforma Protestante,
representa la victoria simbólica de Judea y para Nietzsche, Napoleón, símbolo del
superhombre, representa la posibilidad de una nueva victoria simbólica de la
nobleza. 
Para concluir el primero tratado, Nietzsche menciona que bien y mal son
contraposiciones de valor, cuyo problema y determinación de jerarquía debe ser
solucionado por los filósofos.