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COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE OAXACA

PLANTEL: 52 PINOTEPA DE DON LUIS

ASIGNATURA: HISTORIA II

GRUPO: 401

NOMBRE DE LOS INTEGRANTES DEL EQUIPO QUE


ELABORA: ATHZIRI ELIZABETH LOPEZ MARCIAL,
HEIDI ROCIO GARCIA NICOLAS, JAIRO DAVID GARCIA
PLAZA, CRISTIAN ERICK MERINO GARCIA, YAEL
GABRIEL GARCIA CRUZ, FIDEL AYORA BERNARDINO,
ARMANDO YADIEL MARTINEZ GUZMAN, RAUL TAPIA
NICOLAS

FECHA: 15/05/2023

NOMBRE DEL PROYECTO: HARINAS REFINADAS


HARINAS REFINADAS

Las harinas refinadas son aquellas que han sido procesadas para eliminar la mayor parte
del salvado y del germen del grano de cereal, dejando sólo el endospermo. Este proceso
les da una textura más fina y suave, y también prolonga su vida útil.

Las harinas refinadas más comunes son la harina de trigo refinada y la harina de maíz
refinada. La harina de trigo refinada se utiliza para hacer una amplia variedad de
productos horneados, como pan, pasteles, galletas y tortas. La harina de maíz refinada se
utiliza comúnmente para hacer tortillas, pan de maíz y otros productos horneados.

Una de las principales críticas a las harinas refinadas es que pierden gran parte de los
nutrientes que se encuentran en el salvado y el germen del grano. Por lo tanto, muchos
consumidores prefieren las harinas integrales, que contienen más fibra, vitaminas y
minerales.

A pesar de esto, las harinas refinadas siguen siendo muy populares debido a su
versatilidad en la cocina y su larga vida útil. Además, muchas personas prefieren su
textura suave y suave sabor en productos horneados.

La presentación de las harinas refinadas puede variar dependiendo del tipo de harina y
del fabricante. Por lo general, se venden en bolsas de papel o plástico que contienen una
cantidad específica de harina, que puede oscilar entre 1 kg y 25 kg.
INDICE

• HISTORIA DE LAS HARINAS REFINADAS

• ORIGEN DE LAS ARINAS REFINADAS

• TIPOS DE HARINAS REFINADAS

• CANTIDAD DE CONSUMO DE HARINAS REFINADAS

• COMO AFECTA A NUESTRO ORGANISMO

• COMO PODEMOS REDUCIR EL CONSUMO DE ESTAS HARINAS


INTRODUCCION

Las harinas refinadas son aquellas que han sido procesadas para eliminar la mayor parte
de su contenido de salvado y germen, dejando solo el endospermo del grano. Estas
harinas se utilizan comúnmente en la elaboración de productos de panadería y pastelería,
como pan blanco, pasteles y galletas.

Aunque las harinas refinadas son más suaves y fáciles de trabajar que las harinas
integrales, también son menos nutritivas. El salvado y el germen eliminados durante el
proceso de refinación contienen muchas vitaminas y minerales esenciales, así como fibra
dietética.

El consumo excesivo de harinas refinadas se ha relacionado con un mayor riesgo de


enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardíaca. Por lo tanto, es
importante equilibrar el consumo de harinas refinadas con la inclusión de alimentos ricos
en nutrientes, como frutas, verduras y granos enteros se recomienda consumir harinas
integrales y otros alimentos ricos en fibra y nutrientes en lugar de harinas refinadas
siempre que sea posible.

OBJETIVO DEL PROYECTO


Concientizar a las personas sobre los riesgos del consumo excesivo de harinas refinadas
y promover alternativas más saludables, como el consumo de cereales integrales, frutas,
verduras y legumbres, proporcionar opciones de recetas saludables que utilicen
ingredientes integrales y reducir la disponibilidad de alimentos procesados ricos en
harinas refinadas en los supermercados y restaurantes.
HISTORIA DE LAS HARINAS REFINADAS

La refinación de harinas es un proceso que se ha utilizado durante siglos para obtener un


producto más fino y blanco a partir de granos enteros.
El proceso de refinación de harinas comenzó en el siglo XIX, cuando la molienda de
harina se mecanizó y se desarrollaron técnicas para separar la cáscara y el germen del
trigo del endospermo, la parte del grano que contiene la mayor parte del almidón. La
harina refinada resultante era más blanca y tenía una textura más fina que la harina
integral, lo que la hacía más deseable para la elaboración de panes y repostería.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la escasez de trigo y otros granos llevó a la


introducción de harinas refinadas en muchos países europeos. Estas harinas eran más
económicas y fáciles de producir que las harinas integrales, y se convirtieron en la norma
para muchas personas en todo el mundo.

A medida que la producción de harinas refinadas se expandió, surgieron preocupaciones


sobre la pérdida de nutrientes y la calidad nutricional de la harina refinada en comparación
con la harina integral. Esto llevó a la fortificación de las harinas con nutrientes esenciales
como hierro y vitaminas B, para compensar la pérdida de nutrientes durante el proceso de
refinación.

Hoy en día, las harinas refinadas siguen siendo ampliamente utilizadas en la industria
alimentaria y en la elaboración de panes y repostería en todo el mundo. Sin embargo,
cada vez hay más conciencia sobre los beneficios nutricionales de las harinas integrales y
la importancia de una dieta equilibrada que incluya una variedad de granos enteros.
ORIGEN DE LAS HARINAS REFINADAS

La harina refinada se originó en Europa durante la Revolución Industrial, a finales del siglo
XVIII y principios del XIX. Antes de eso, la harina que se usaba para hacer pan se obtenía
moliendo granos enteros de trigo u otros cereales, lo que producía una harina integral que
contenía tanto el endospermo como el salvado y el germen. Sin embargo, con la creciente
demanda de pan y otros productos horneados, los molinos empezaron a utilizar técnicas
para refinar la harina y eliminar las partes menos deseables, como el salvado y el germen,
para obtener una harina más fina y blanca que se conservaba mejor y era más fácil de
trabajar. Esto permitió una producción más eficiente y una mayor calidad del pan, pero
también eliminó muchos de los nutrientes y la fibra que se encuentran en la harina
integral.

Antes del refinamiento, la harina de trigo se molía simplemente triturando el grano de trigo
en un molino de piedra. Este proceso producía una harina integral que contenía todos los
componentes del grano, incluyendo el endospermo, el salvado y el germen. Sin embargo,
esta harina integral era más difícil de almacenar y tenía una vida útil más corta que la
harina refinada.

El refinamiento de la harina se logra mediante el uso de molinos de rodillos, que separan


el endospermo de la capa externa del grano, que contiene el salvado y el germen. El
endospermo se muele en una harina blanca y fina que tiene una larga vida útil y es fácil
de almacenar y transportar.

Aunque la harina refinada se convirtió en el estándar en la industria de la panadería y la


pastelería, en la actualidad se reconoce que la harina integral es una opción más
saludable, ya que contiene más nutrientes y fibra que la harina refinada.

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