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Romero ( Grupos y teoría)

Roberto Romero(1994)plantea dos períodos en el estudio de los grupos: un primer


períodos(anteriora1930)caracterizado por la falta de trabajo directa sobre los grupos o con los grupos es
decir, basada en concepciones e hipótesis básicas sin una práctica concreta, y un segundo periodo que
surge hacia 1930 con el desarrollo de la psicología social, donde se produce un acercamiento empírico,
intentando sistematizar y relacionar variables para entender la conformación grupal, sus comportamientos
y prestando un gran interés hacia la dinámica de los grupos y la interdependencia de los fenómenos que
allí suceden. En esta tarea, se hizo necesario contemplar en la dinámica de grupos ideas vinculas al campo
de la sociología, la psicología y la antropología, analizando entonces trabajos relacionados con la familia,
la salud pública, la educación, entre otros.

CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIOLÓGICAS DE LOS PEQUEÑOS GRUPOS

Totalidad: Es una unidad formada por individuos que se manifiesta como totalidad

Dinámica: Se dan allí procesos en continuo movimiento.

Energía: La dinámica se da en función de la energía que cirucla en las interacciones de los individuos y en
la actividad del grupo como totalidad

Fuerzas contradictorias: Algunas tienden a la cohesión y otras a la desintegración, generando tensión. La


conducta grupal tiende a buscar el equilibrio.

Interaccion: Relaciones interpersonales, intercambios de tipo verbal y no verbal, accines y reacciones.

CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIOLÓGICAS DE LOS PEQUEÑOS GRUPOS

Normas: Surgen de la interacción, funcionan como marco de referencia. Implícitas o explícitas

Roles: Roles individuales que dependen del interjuego de roles grupales y de la dinámica del grupo

Objetivos: Al menos uno en común Manifiestos o latentes Públicos o privados Compartidos por todos o
sólo por algunos miembros

Sentimientos y emociones: Interjuego afectivo de sus integrantes Tiende a generar un equilibrio interno
con la realidad externa (contexto)

Ilucion Grupal: Emerge de los deseos y fantasías de los integrantes del grupo Función defensiva

Riviere

La subjetividad de cada persona está determinada histórica y socialmente en un proceso de


interacción entre el mundo interno y el mundo externo en donde se produce un inter juego.

P. Riviere afirma que el grupo operativo es «un grupo centrado en la tarea y que tiene por finalidad
aprender a pensar en términos de resolución de las dificultades crecidas en el campo grupal» y no en cada
integrante, lo que sería un tratamiento individual en el grupo.
•Pichón marca el estudio de la psicología social, como debe abordarse el sujeto objeto de reflexión, en
donde se debe abarcar el análisis de las relaciones entre hombres, naturaleza y sociedad.

Concepto de Grupo:

•Pichón Riviere entiende que un grupo es un conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes
espacio temporales, el cual, articulado en su mutua representación interna, se propone de forma implícita
y explícita una tarea que conforma su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de
asunción y adjudicación de roles.

•Los miembros de un grupo estan entrelazados entre ellos y en un tiempo y espacio determinados que
todos comparten.

•Articulado en su mutua representación interna: vinculo interno, el otro representa algo para cada persona
del grupo.

•Estas son personales.

Grupos operativos: Así, de acuerdo al marco teórico de la psicología social, la meta de los grupos
operativos es aprender a pensar. En efecto, no puede perderse de vista que el pensamiento y el
conocimiento son producciones sociales. Necesariamente, para aprender a pensar, el individuo necesita
del otro, su presencia, su discurso, su diálogo, u otras formas de expresión posibles. Pensar, siempre es
pensar en grupo. La técnica de grupos creada por Pichon, se llama grupo operativo, y tiene por finalidad
aprender a pensar en términos de resolución de las dificultades creadas y manifestadas en el campo grupal
y no de forma individual, lo que sería un psicoanálisis individual en grupo.

•En un Grupo Operativo hay varios roles:

•El coordinador: Su función es romper con los obstáculos a la tarea, ayudar a visualizarlos,hace explicito
aquello que el grupo no ve claramente, pero no se transforma en un director que indica a los integrantes
del grupo que deben hacer.

•El observador : Es quien observa los detalles.

•El portavoz: El que enuncia, expresa lo que está rondando al grupo.

•El líder: Es aquel que mueve al grupo hacia la superación de obstáculos.

•El chivo emisario: Es aquel al que le depositan todos los aspectos negativos, desfavorables , de tensión o
conflictivos en un proceso grupal. Le suelen reclamar cosas negativas que suelen tener también todos lo
integrantes del grupo.

•El saboteador: Es aquel que se hace cargo de la resistencia al cambio. Juega un rol indispensable,en un
grupo no suele haber cambio sin resistencia al cambio.

El principio de complementariedad debe regir en el interjuego de roles de grupo, esto permite que sean
funcionales y operativos. Cuando aparece la suplementariedad, invade al grupo una situación de
competencia que dificulta la tarea.
ECRO •Es un conjunto organizado de conceptos generales, teóricos, referidos a un sector de lo real a un
determinado universo de discurso, que determinan una aproximación instrumental al objeto particular.
•Pichon Riviere utiliza el ECRO para definir su teoria. •Utiliza la palabra ECRO refiriéndose al grupo.
•Todo ECRO esta construido por informaciones, ideas, teorías, sentimientos, vivencias sobre determinado
tema. •Suelen ser rígidos y encuadran las nuevas experiencias en él.

Malestar en la cultura ( Freud) Aspectos manifiestos e inconsciente de los grupos

Aportes del Psicoanálisis para la comprensión de aspectos inconscientes Sigmund Freud "Malestar en la
Cultura" Supremacía de la naturaleza Caducidad del cuerpo Lo institucional: origen social del malestar.
Cultura 3 fuentes de sufrimiento humano: suma de producciones e instituciones que distancian nuestra
vida de la de nuestros antecesores animales Protegernos de la naturaleza Regular las relaciones entre
sujetos

Aportes del Psicoanálisis para la comprensión de aspectos inconscientes Sigmund Freud "Malestar en la
Cultura" FUENTES DE DISPLACER RENUNCIA PULSIONAL PULSIÓN SUBLIMACIÓN “no se
puede estudiar al individuo aislado, la psicología individual es al mismo tiempo psicología social (grupal,
por ende) en un sentido amplio pero plenamente justificado”

Myers

Formación de grupos Noción de grupo: "2 o más personas que interactuan e influyen una en la otra"

integración interacción e interdependencia metas y objetivos comunes / expectativas recíprocas roles,


puestos, posiciones jerárquicas

Formación: fenómeno discontinuo, no lineal, transformación de un no grupo en grupo. UTILIDAD

( POWER)

Freud ( Malestar en la cultura)Representaciones sociales ( Falta)

Imaginario social:

Cartoriadis

 Pensamiento como algo “esencialmente social e histórico”.

El lenguaje como materialización

 La sociedad es creación y autocreación. Cada sociedad en particular es una creación


específica

 Las instituciones y las “significaciones imaginarias sociales” son creaciones del


colectivo. Crean un mundo propio para la sociedad considerada. Conforman la psique de sus
individuos

Esther Díaz
 Compleja red de Discursos, prácticas sociales y valores que circulan en una sociedad.
Regulador de conductas

 Parámetros epocales. Lenguaje como componente esencial

 Distingue imaginario de imaginación

 Medios de comunicación e imaginario social. Paradigma de la pantalla

Ana Maria Fernandez

 Sentidos organizadores, mitos, que sustentan la institución de normas, valores y del


lenguaje. Hacen de la sociedad una totalidad

 Poder e imaginario social= indisociables.

 Poder: fuerza/ violencia – discurso del orden – imaginario social

 Dialéctica instituido –instituyente - institucionalización

Rubistein – “La Identidad, una lectura psicoanalítica”

IDENTIDAD Cuando Rubinstein piensa en las teorías que hablan de identidad, dice que el término
conllevauna superposición de sentidos que introduce un conflicto: la identidad tiene una
dobledimensión. Por una lado una dimensión consciente que se refiere a la identidad del yo
comorepresentación imaginaria que cada uno tiene de sí mismo (imagen consciente de lo que soy), yotra
identidad ligada a una dimensión inconsciente, a una dimensión del deseo, referida a laimagen deseada
del Otro para mí. Rubinstein habla del conflicto entre la imagen y el deseo.Es decir, entre la imagen que
se hacen los otros de mí y la construcción que tengo de la propiaimagen de mi misma que puede no
coincidir con la imagen que otros tienen de mí. Hay unconflicto básico entre el narcisismo y el deseo.
La constitución del yo está ligada a un proceso identificatorio. Nos identificamos con el nombreque
nuestros padres nos ponen, ya que en ese nombre nos reconocemos. Pero también nosidentificamos
con lo que nuestros padres dicen que somos y lo que quieren que seamos. Es unproceso marcado por la
historia del deseo, que se apoya en la prematuración del niño querequiere de otro que lo haga ser.
Esto establece una larga dependencia del niño hacia el otro, yaque cuando nace el individuo es como una
masa que es moldeada por la madre en conjunto conel padre. La identidad se relaciona siempre con la
pertenencia a determinado grupo con el que nossentimos identificados. Soy en tanto pertenezco a
determinado grupo y comparto con otros elideal común. Por eso la identidad se expresa imaginariamente
a través de los roles que nos danun lugar relacional y de reconocimiento. Así se oye hablar de identidad
nacional, identidadprofesional (ser reconocido como siendo tal cosa), identidad sexual (que se
termina deconstruir en la adolescencia, ya que cuando el individuo nace tiene una
bisexualidadconstitucional por no tener un objeto determinado para la satisfacción, la cual
en la etapaadolescente se debería perder para logar la monosexualidad), en el que se alude a ser
unomismo en el seno del grupo. El término identidad parece encontrarse ligado a cierta constancia y
permanencia. Cuandoalguien se pregunta acerca de la identidad, se pregunta acerca de
aquello que permanececonstante en una persona a pesar de los cambios a lo largo de su vida
(ponerse de novio,mudarse, comenzar la facultad, etc.) Se trata de aquello que permanece idéntico a sí
mismo apesar de los cambios. Además, la identidad es una construcción que nunca termina. El
reconocimiento de una imagen corporal también es un aspecto clave en la identidad. Freudplantea que el
Yo es ante todo un Yo corporal. La mayoría de los autores ligan la representacióndel yo a una
representación corporal, y muchos de los llamados trastornos de identidad aparecenligados a
transformaciones corporales: adolescencia, envejecimiento, embarazo, operaciones,etc. En relación
al cuerpo entran en juego las semejanzas y diferencias. Tenemos unarepresentación corporal
singular, pero también somos parecidos a mamá o a papá y eso formaparte de la filiación y de la
inserción generacional. El cuerpo también hace referencia a unapermanencia social (raza, grupo
social) de la que me reconozco formando parte, o siendoextranjero, distinto. A partir de
las semejanzas y diferencias el individuo también vaconstruyendo su identidad. Es imposible
abordar el estudio de la identidad si no se hace referencia a lo que puede sersemejante y a lo que puede
ser diferente. El apellido marca una filiación y permite que uno selocalice como perteneciente a
determinada familia, es lo semejante; el nombre propio marca ladiferencia. Así, Erickson al definir la
identidad dice “es la interrelación que implica una constanteparticipación en ciertos rasgos esenciales de
los demás”. Por lo tanto soy igual y distinto a losotros. Soy igual en la medida en que participo de ciertos
elementos comunes al grupo en el quepertenezco, pero al mismo tiempo soy diferente, soy yo mismo.

CAFFARELLI

Los grupos de pares se organizan, fundamentalmente, sobre la base de lo común: intereses, inquietudes;
formas de ver el mundo, de entenderlo, de moverse en él. Se trata de hallar pares –otros semejantes
a nosotros- con quienes compartir lo que se vive como una conquista -tomar las propias decisiones,
desenvolverse con autonomía- y también lo doloroso, aquello que provoca sufrimiento, tal como
reconocer que hacer frente a la realidad personal y social puede aparejar dificultad y frustración.

Convertirse en parte de un grupo muestra cómo se pone en marcha el mecanismo de identificación, ya


que los jóvenes suelen incluirse en aquellos conjuntos que, en algún aspecto y de alguna forma, los
representan. Las experiencias grupales, si bien no definen íntegramente al sujeto, guardan una particular
relación con sus pensamientos, sentimientos y deseos; con sus anhelos, sus expectativas y su modo de
entender el contexto en el que vive, cuestiones que se conjugan en la definición de la posición que asume
cada individuo y que se vinculan con el reconocimiento del lugar que éste ocupa en el espacio social. En
este sentido puede decirse que pertenecer, sentirse y hacerse parte de un grupo constituyen instancias
nodales en el proceso de construcción de la identidad tanto personal como social. El encuentro con otros
aporta insumos a partir de los cuales se construyen, de-construyen y re-construyen diversas respuestas a
las preguntas por la identidad: ¿quién soy?  ¿quién estoy siendo? ¿quién quiero ser?.

Los grupos que conocemos como tribus urbanas ilustran esta dinámica. En su carácter de formación
grupal, constituyen un instrumento del que se valen los jóvenes para ir dotando de un significado a su
experiencia; para ensayar la elaboración de su imagen social, de la forma en que se presentan ante los
demás. Cada integrante compone una imagen y desarrolla actitudes y comportamientos comunes a los del
resto del grupo, gracias a los cuales deja de ser tan sólo un sujeto anónimo, para pasar a ser alguien que
pertenece a un colectivo. Se hace hincapié en las experiencias que se generan y suceden al interior de ese
colectivo, y en los vínculos que se constituyen entre los integrantes. Es fundamental la empatía, la
proximidad, la “onda”.
Si bien la mayoría de los grupos se organizan sobre la base de lo común, y son estos elementos los que se
destacan, las diferencias también se hacen manifiestas. Afloran formas de distinción tanto de signo
positivo como negativo, al interior de los mismos grupos y entre ellos. Recordemos algunas afirmaciones
que refrendan lo antedicho. A quienes se reconocen como floggers (¿se acuerdan de Cumbio?), otros
jóvenes los tildan de “huecos”, entendiendo que la preocupación por la imagen hace a una persona
superficial. A los cumbieros, otros jóvenes –y muchos adultos- los asocian con el mal gusto e incluso la
marginalidad y el delito, apelando a los des-calificativos de “grasas” y “chorros”. Es que la experiencia en
el marco de los grupos de pares permite también descubrir a los otros a nivel social y reconocer el lugar
propio y ajeno en dicho espacio, poniendo en práctica la diferenciación social.

Esta diferenciación que se expresa en los ejemplos, de carácter negativo, expone algunos de los discursos
e imágenes que circulan socialmente y que brindan información acerca del modo en que se concibe a
quien es considerado un ajeno al grupo y un otro social. Por lo general, los grupos tienden a valorar
aquellas formas de interpretar el mundo y de transitar en él que conocen y que los orientan en su
recorrido. Al mismo tiempo, tienden a rechazar aquellas que se encuentran alejadas de las que practican y
valoran. Es decir que suele reconocerse y validarse todo aquello que se comprende y se comparte,
mientras que en ocasiones se supone inferior, amenazante y/o peligroso, y por ello se deja de lado o aún
rechaza, lo que no es parte de la experiencia del grupo de pertenencia. Estas situaciones se agudizan en
tiempos de cambio o crisis.

Aquí es donde se encuentran diversas dimensiones que enriquecen y complejizan la lectura. Los grupos
de pares resultan enclaves en los cuales es posible descubrir cómo se articulan una experiencia que, en
principio, puede parecer eminentemente personal, relativa al individuo, con las visiones y los significados
dominantes en un contexto cultural y en una época. Esta cuestión nos convoca a atender tanto al carácter
relacional de las identidades, ya que la construcción de estas últimas es siempre un proceso que se
produce en el marco de un vínculo más o menos conflictivo con otros, así como también a los escenarios
históricos y sociales que atraviesan esta construcción.

Abordar la condición juvenil representa un desafío que compromete diferentes miradas, las cuales podrán
dar cuenta de su complejidad y su heterogeneidad. El análisis de esta condición demanda tener en cuenta
las circunstancias que ha vivido y vive cada sujeto, el momento social e histórico, el lugar que ocupa en la
estructura social. Sin duda, se trata de una labor que actualiza la necesidad de encontrarnos
profesionalmente, de reflexionar y producir desde la interdisciplina, entendiendo que, a partir de la
covisión, será factible avanzar en una genuina comprensión de lo que sienten, piensan y viven los jóvenes
de nuestro tiempo.

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