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Epitelios de revestimiento
Tejidos animales: Tipos y origen embrionario
Un tejido es un grupo de células que funciona de manera colectiva. En tejidos animales hay cuatro tipos:
• Tejido epitelial: las células forman láminas que se encuentran fuertemente adheridas unas a otras.
• Tejido conjuntivo (también llamado tejido conectivo): las celulas están inmersas en una matriz
extracelular y atendiendo a la composición de la matriz extracelular diferenciamos tejidos
conjuntivos especializados: adiposo, óseo, sanguíneo, cartilaginoso y pigmentario.
• Tejido muscular: cuyas células tienen la capacidad de contraerse.
• Tejido nervioso: las células reciben estímulos del medio externo o interno, la internan, la procesan y
desencadennan una respuesta.
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Marta Seco Conde
Características generales de las células epiteliales. Polaridad de las células epiteliales:
Especializaciones de la superficie apical: microvellosidades, estereocilios, cilios y flagelos.
Especializaciones de la superficie lateral: Uniones intercelulares. Especializaciones de la superficie
basal: Uniones intercelulares y lámina basal.
Las células epiteliales se mantienen formando láminas y están estrechamente unidas unas a otras a través de
moléculas de adhesión celular y uniones intercelulares especializadas.
Otra característica es que la matriz extracelular es prácticamente inexistente y se restringe a una membrana
basal que se localiza por debajo del epitelio (todos los epitelios se reposan en una lámina basal).
Otra característica es que todas las células epiteliales se renuevan por mitosis.
La última característica es que son céulas polarizadas estructuralmente y funcionalmente, y esta polaridad
se refleja a distintos niveles. En una célula epitelial típica se puede diferenciar una superficie dominio apical,
lateral y basal. El dominio apical puede presentar modificaciones (p.ej. microvellosidades), el lateral uniones
intercelulares y en la base va a estar en contacto con la membrana basal (matriz extracelular que separa el
epitelio del tejido conjuntivo de abajo). También se encuentran uniones intercelulares que fijan el epitellio a
la lámina basal.
La polaridad también se ve reflejada en la disposición de los orgánulos. Tienen un núcelo basal o central, un
aparato de golgi supranuclear y rodeando al núcleo hai una gran cantidad de cisternas de RER y numerosas
cisternas y mitocondrias, que son más abundantes en las regiones basales de la célula.
En caso de una célula epitelial glandular, la parte apical estaría consituída por numerosas vesículas de
secreción. Esta polaridad también se manifiesta a nivel de los componentes del citoesqueleto donde se
observa una red muy densa de filamentos de actina en la parte apical y filamentos de actina en las porciones
basolaterales. Y además hay más microtúbulos y filamentos intermedios en las paredes laterales. Estos
microtúbulos no se originan a partir del centrosoma. Los filamentos intermedios más típicos de las células
epiteliales son las queratinas.
La polaridad también se manifiesta en la presencia de complejos moleculares asociados con el citoesqueleto
y que serían responsables del establecimiento de la polaridad de la célula.
La uniones estrechas y uniones adherentes que se localizan en las paredes laterales del epitelio son las que
contribuyen a establecer un dominio apical y un dominio basolateral en la membrana de la célula.
La polaridad de las células epiteliales también se diferencia en la composición de la membrana plasmática
apical, lateral y basal. Esta diferente composición produce una funcionalidad diferente:
• La membrana plasmática apical cumple una función protectora que está relacionada con procesos de
secreción regulada y regula la captación de nutrientes y de agua.
• La membrana plasmática lateral está relacionada con el contacto y la adhesión celular y con el contacto
y comunicación celular.
• La membrana plasmática basolateral está relacionada con procesos de secreción constitutiva y con pro-
cesos de recepción y transducción de señales.
• La membrana basal media el contacto entre la célula y es sustrato.
A este nivel también se localizan distintos receptores de membrana que median distintos procesos de comu-
nicación celular.
Las uniones estrechas y adherentes, en concreto desmosomas en banda, son las que median el límite entre
el dominio apical y basolateral.
Hay una serie de epitelios que se consideran epitelios no característicos porque aunque cumplen la mayor
parte de las características de las células epiteliales no las cumplen todas. En concreto son epitelios que no
tienen una superficie apical libre (Células intersticiales de Leydig y los Islotes de Langerhans).
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Las células epiteliales se mantienen estrechamente unidas unas a otras a través de moléculas de adhesión
celular como integrinas, selectinas y distintos tipos de moléculas de adhesión celular y en la parte basal de la
célula epitelial también hai integrinas y distintos proteoglucanos de membrana. Además hay uniones inter-
celulares especializadas:
• En la membrana lateral tenemos uniones estrechas, desmosoma en banda y los desmosomas y, por
debajo de estos últimos, uniones comunicantes o uniones de tipo GAP.
• En la basal tenemos hemidesmosomas y uniones focales.
• En la pared lateral se localiza el complejo de unión de las células epiteliales que está compuesto por
una unión estrecha o Zónula Occludens. Por debajo estaría el desmosoma en banda o Zónula Adhe-
rens y por debajo el desmosoma o Mácula Adherens.
Una zónula es una unión que se extiende como un cinturón alrededor de la célula.
Una mácula son uniones puntuales entre distintas regiones y puntos de la membrana plasmática.
Las uniones estrechas o zónula occludens forman una banda alrededor de la célula y actuan como una ba-
rrera. Están constituídas por proteínas integrales de membrana que van a interaccionar intracelularmente
con otras proteínas que se denominan proteínas de la zónula occludens a través de las cuales se van a an-
clar a filamentos de actina. Actúan como una barrera porque impiden el paso de una célula a la otra pero si
que permiten el transporte paracelular (el transporte paracelular es el que actúa entre las dos membranas)
de moléculas de pequeño tamaño (filtro selectivo).
Por debajo de las uniones estrechas estarían los desmosomas en banda. El desmosoma en banda también
estaría constituído por proteínas integrales de membrana (tipo caterina) que interaccionarían con proteínas
intercitoplasmáticas a través de las cuales se anclarían a los filamentos de actina. Una unión de anclaje que
une mecánicamente unas células a las otras.
Por debajo del desmosoma en banda estaría el desmosoma, el tercer componente de las células epiteliales.
No es una banda, si no que forman uniones puntiformes y también está consituída por proteínas integrales
de membrana (como caterina) que interaccionarían con proteínas intercitoplasmáticas a través de las cuales
se unirían a filamentos intermedios.
En caso de los vertebrados, en las paredes laterales de algunos de ellos se ven uniones adherentes tipo des-
mosoma en banda, pero en invertebrados se han descrito uniones septadas (que cumplen la misma función
que las uniones estrechas de vertebrados).
Por debajo de los desmosomas estarían las uniones comunicantes o uniones de tipo GAP. Cada una estaría
constituída por un conexón y estos por conexinas. Permiten el intercambio de señales químicas y eléctricas.
La apertura o cierre está relacionada con la concentración de calcio intracelular o la concentración de pH ci-
toplasmático (a concentraciones elevadas de Ca y pH bajo se cierran).
En la membrana basal las uniones interceulares son por hemidesmosomas y las uniones focales. Los hemi-
desmosomas permiten el anclaje de filamentos intermedios y las uniones focales a filamentos de actina.
Estos epitelios se apoyan sobre una lámina basal, que es el límite entre el epitelio y el tejido conjuntivo que
se localiza por debajo, y tampoco es exclusiva de estos epitelios sino que también rodea a otros tipos celula-
res. Esta lámina basal no es visible al microscopio óptico, pero a microscopio electrónico está constituída por
dos capas: una lámina lúcida y por debajo la lámina densa (el conjunto de estas se denomina lámina basal).
En algunos epitelios por debajo de la lámina densa (en microscopio electrónico) se observa una capa de gro-
sor variable que se denomina fibroreticular. El conjunto entre lámina basal y fibroreticular se denomina
membrana basal.
La lámina basal estaría constituida por fibras de colágeno tipo 4, distintos proteoglucanos y glucoproteínas
como la laminina y el nidógeno, y también proteínas tipo integrina.
La lámina fibroreticular estaría constituida por distintos tipos de fibras de colágeno, fibras elásticas, por dis-
tintos proteoglucanos y muy abundante en ácido hialurónico.
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(El término membrana basal se utiliza para imagenes de microscopía óptica, y el termino lámina basal para
microscopía electrónica.)
Las funciones de la lámina basal son variadas:
• actúa como soporte del epitelio ya que permite la fijación del epitelio a los tejidos que se localizan
por debajo;
• tiene función de compartimentación, ya que separa al epitelio del tejido conjuntivo;
• como filtro celular y molecular, ya que es capaz de retener moléculas que proceden del tejido conjun-
tivo en base a su tamaño y carga;
• impide el paso de células aunque deja pasar algunas como los glóbulos blancos y macrófagos;
• induce la polaridad de las células epiteliales y les confiere a la superficie basal propiedades distintas a
la superficie apical;
• es importante durante la diferenciación, que tiene lugar durante el desarrollo embrionario ya que
permite la agrupación de células y la proliferación de células epiteliares;
• tiene un papel importante en la regeneración del tejido epitelial tras la lesión o un daño.
Muchos de los epitelios tienen especializaciones en la superficie apical cuyo objectivo es incrementar la su-
perficie del epitelio y desplazar partículas en algunos casos. Un ejemplo son las microvellosidades, que son
proyecciones citoplasmáticas digitiformes, con forma de dedo, constiuídas por filamentos de actina. Se en-
cuentran en las células del epitelio intestinal. La presencia de estas microvellosidades esta relacionada con la
capacidad de absorción del epiteliio.
Otro tipo de especialización son los estereocilios, que se consideran microvellosidades más largas y que son
inmóviles. Intervienen en la absorción de sustancias y tienen una función sensorial. Se localizan en las células
epiteliales del oído interno y en el epitelio del epidídimo.
Los cilios también son otra especialización. Están presentes en epitelios especializados en el transporte de
sustancias y se encuentran en el epitelio respiratorio (epitelio de la tráquea) y también en las trompas de
falopio donde ayudan al tranporte del óvulo hasta el útero. También puede haber epitelios que tengan flage-
los, pero no son muy abundantes y tampoco se tiene clara su función, aunque se supone que son funciones
sensoriales.
También puede haber invaginaciones o evagiones de la membrana plasmática que aumentan la superficie
del epitelio y que también se consideran especializaciones.
Los epitelios de revestimiento se clasifican atendiendo a dos parámetros: el número de capas y la morfolo-
gía de las células. Atendiendo número de capas se habla de epitelios simples cuando están constituídos por
una única capa de células y epitelios estratificados cuando están formados por más de una capa de células.
En cuanto a la morfología, hai células con morfología plana, cúbica y cilíndrica (prismática o columnar); en
caso de los estratificados lo que se tiene en cuenta es la morfología de las células de la capa superior.
Cuando se nombran los epitelios de revestimiento si tienen especificaciones se mencionan (p.ej. cúbico y
ciliado).
Los epitelios simples: el más frecuente en vertebrados y el único que está presente en invertebrados
• El epitelio simple plano lo vamos a observar en: las Asas de Henle, que se localizan a nivel de las ne-
fronas; a nivel de los alveolos pulmonares; tapizando la parte interna de los vasos sanguíneos, que se
llama endotelio; revistinedo las cavidades corporales llamándose mesotelio; a nivel de los corpúscu-
los renales, en concreto a nivel de la Cápsula de Bowmann.
Los epitelios no siempre forman una barrera; se observa en algunos endotelios que, ya que no forman una
barrera continua si no con interrupciones, se donominan endotelios fenestrados. Estos se observan a nivel
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de los glomelios renales y también a nivel de los sinusoides hepáticos. En el caso del hígado constituye el
ejemplo de epitelio que no está apoyado en una membrana basal.
• El epitelio simple cúbico lo vamos a observar en: conductos excrectores de glándulas exocrinas y en
los túbulos contorneados proximales y túbulos contorneados distales de las nefronas. Los túbulos
contorneados proximales tienen microvellosidades en sus superficies apicales.
• El epitelio simple cilíndrico se considera que es el más frecuente en todo el reino animal y es muy
común que en la superficie apical de sus células haya especializaciones, ya sean cilios como en las
trompas de falopio, microvellosidades como el epitelio intestinal… Lo vamos observar en los bron-
quios, en los túbulos conectores del riñón y en el útero.
Los epitelios estratificados estarían constituídos por varias capas de células. En base a la morfología de las
células de la capa más superficial tenemos un epitelio estratificado plano, el cual constituye la epidermis,
reviste la cavidad oral, el exófago y constituye el revestimiento de la vajina.
• Los epitelios estratificados cúbicos no se consideran un epitelio muy abundante. Los vamos a encon-
trar en los conductos excretores de las glándulas salivares, mamarias y sudoríparas.
• Los epitelios estratificados cilíndricos tampoco son muy frecuentes y se localizan en los conductos
excretores de las glándulas exocrinas, en la larinje, en el paladar, en el exófago fetal de mamíferos y
en la uretra.
Hay más epitelios que tienen unas características especiales: los epitelios pseudoestratificados: una única
capa simple de células (todas contactan con la membrana basal). Se encuentra en el epidídimo, en la trá-
quea, en la trompa de eustaquio (en el oído), en el epitelio olfatorio u olfativo y en determinadas partes de
la uretra.
Otro ejemplo con características especiales es el epitelio de transición: un epitelio estratificado constituído
por un número variable de capas de células y por lo general se localiza en órganos que presentan un elevado
grado de distensión. También recibe el nombre de urotelio o uroepitelio porque reviste los tractos urinarios
de mamíferos desde los cálices renales hasta la uretra pasando por la vejiga urinaria.
Las células epiteliales son células de vida corta y se renuevan por mitosis a partir de células indiferenciadas y
la proliferación de estas células está regulada por vitaminas, hormonas y factores de crecimiento. El grado de
renovación de estas células no es igual en todos los epitelios, sin embargo si que hay epitelios que si que es-
tán bajo una renovación constante (p.ej. el epitelio intestinal, la epidermis o el edometrio uterino).
Los epitelios simples son característicos de invertebrados y algunos pueden presentar especializaciones en
su superficie apical (cilios, flagelos...). En algunos invertebrados se observan unos epitelios especiales que se
denominan epitelios undidos que pueden ser celulares o sincitiales, lo que los caracteriza es que el cuerpo
celular donde está el núcleo se localiza en el tejido conjuntivo que está por debajo del epitelio. (sincitio=célula
multinuclear)
En otros grupos de invertebrados en la superficie apical de las células epiteliales se localiza una lámina de
material extracelular secretada por las propias células epiteliales que se denomina cutícula. Esta cutícula
puede tener un cierto grado de flexibilidad, como ocurre en algunos gusanos, o puede estar endurecida for-
mando un exoesqueleto que puede tener una elevada cantidad de quitina, como en los insectos, o puede ser
calcificado, como en los crustáceos.
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En los vertebrados es donde observamos los epitelios estratificados, que se encuentran revistiendo a la su-
perficie corporal. Las células más superficiales de los epitelios acumulan en su interior una gran cantidad de
queratina y se convierten en células muertas, dando lugar al epitelio estratificado queratinizado que reviste
la superficie corporal de mamíferos, aves y reptiles. Sin embargo, en la epidermis de peces son epitelios es-
tratificados planos no queratinizados. En anfibios, aunque las células superficiales del epitelio acumulan que-
ratina, por lo general las células conservan el núcleo y no se transforman en células muertas, por tanto se
habla de epitelios estatificados no queratinizados.
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Tema 8 (II): Biología de las células glandulares y las glándulas
Epitelios glandulares: Concepto y tipos de secreción. Desarrollo de los epitelios glandulares. Tipos
de glándulas: exocrinas, endocrinas y mixtas.
Los epitelios glandulares se forman durante el desarrollo embrionario a partir de epitelios de revestimiento
que se van a invajinar hacia el tejido conjuntivo que se origina por debajo; estas células epiteliales que se
invajinan adquieren una función secretora.
En algunos casos, estas células que adquieren una función secretora o glandular quedan unidas al epitelio de
revestimiento por células epiteliales no secretoras que forman un conducto excretor originando así las
glándulas exocrinas. En otros casos, desaparece el conducto excretor y las células glandulares quedan
aisladas en el tejido conjuntivo, de modo que la secreción se vierte al medio extracelular, de ahí pasa a la
sangre y se transporta a un tejido, originando las glándulas endocrinas. En el caso de las glándulas exocrinas
el producto se vierte a la superficie corporal o al interior de una cavidad.
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encontramos en aves, en concreto en la glándula uropigial que secreta aceites que se utilizan para la
limpieza y permeabilización de las plumas, y en el hepatopáncreas del mejillón.
Las glándulas compuestas son las que presentan un mayor grado de complejidad morfológica y se
denominan glándulas exocrinas pluricelulares propiamente dichas. Por lo general están rodeadas por una
cápsula de tejido conjuntivo denso de la que parten tabiques hacia el interior de la glándula dividiéndola en
lóbulos. Un ejemplo de glándulas compuestas acinares son los acinos pancreáticos del páncreas
(representan la porción exocrina del páncreas); un ejemplo de glándulas alveolares compuestas son las
glándulas mamarias; y el ejemplo de las glándulas tubulares compuestas son las glándulas del cardias y la
mucosa bucal.
Las glándulas exocrinas también se pueden clasificar atendiendo a su mecanismo de secreción y en base a
ello tenomos glándulas de secreción holocrina, merocrina y apocrina.
• En las glándulas de secreción merocrina o ecrina el producto de secreción se vierte por exocitosis y un
ejemplo son los ecrinos pancreáticos y algunas glándulas salivales y sudoríparas.
• En caso de la secreción apocrina se produce la ruptura de una parte de la superficie apical de la célula
liberándose el producto de secreción junto con la porción de la membrana; el ejemplo son las
glándulas ceruminosas que se localizan en el conducto auditivo externo.
• En la secreción holocrina sí que se elimina toda la célula que se destruye por completo; el ejemplo
son las glándulas sebáceas.
También hay otras glándulas que se denominan glándulas de secreción mixta como las glándulas mamarias
que llevan a cabo una secreción ecrina de las proteínas de la leche y una secreción apocrina de los lípidos de
la leche.
Hay otras glándulas que no entran en la clasificación anterior que secretan iones o moléculas pequeñas y se
denominan glándulas de secreción iónica y un ejemplo son las células parietales de estómago que secretan
ácido clorhídrico.
Las glándulas exocrinas también se pueden clasificar atendiendo al producto de secreción, distinguiendo
glándulas mucosas, serosas y mixtas o seromucosas.
• Las glándulas mucosas secretan una glucoproteína que al hidratarse forma una solución viscosa
denominada moco que tiene una función protectora y lubrificante, un ejemplo serían las células
caliciformes.
• Las glándulas serosas secretan un material más acuoso que está constituído principalmente por
encimas y los gránulos que están en la parte apical de la célula se denominan gránulos de cimógeno,
como ejemplo están los acinos pancreáticos y las células principales del estómago.
• Las células mixtas contienen células de secreción mucosa y células de secreción serosa y como
ejemplo están las glándulas salivares sublinguales y submaxilares.
• Otro tipo de glándulas cuyo producto de secreción no se encuadra dentro de las mucosas ni de las
serosas son las glándulas mamarias o las glándulas sebáceas.
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Las glándulas endocrinas pueden presentar dos tipos de estructuras: una de ellas es formando islotes,
lóbulos o cordones celulares y la otra es formando folículos.
La estructura de estas glándulas es muy diferente, son glándulas muy vascularizadas y carecen de conductos
exrectores. Hay dos tipos de estructura:
• glándulas donde las células se disponen formando lóbulos, islotes o cordones; como la
adenohipófisis, la corteza de la glándula suprarrenal o la paratiroides.
• glándulas que se disponen formando folículos, como la tiroides.
Hay glándulas mixtas que tienen una porción exocrina y una porción endocrina, por ejemplo el páncreas,
donde la porción endocrina son los islotes de Langerhans (las células que forman parte de estos islotes
sintetizan sustancias como la insulina y el glucagón). Otra glándula mixta es el hígado, en la cual los
hepatocitos liberan de manera endocrina distintos tipos de proteínas (como proteínas plasmáticas,
lipoproteínas y glucoproteínas) y como secreción exocrina la bilis.
Las células endocrinas también se pueden clasificar en base al producto de secreción. Hay dos tipos:
• las glándulas secretoras de hormonas polipeptídicas o glucoproteicas, cuyo ejemplo es la
adenohipófisis.
• las glándulas secretoras de hormonas esteroideas, que son hormonas lipídicas que se sintetizan a
partir del colesterol en los ovarios, testículos y en las glándulas suprarrenales. En estas células hay
muchas gotas de lípidos.
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Tema 9 (I): Biología del tejido conjuntivo
TEJIDO CONJUNTIVO. Histogénesis y características generales del tejido conjuntivo. Variedades y
distribución del tejido conjuntivo.
El tejido conjuntivo o tejido conectivo engloba a un grupo de diversos tejidos que tienen en común la
presencia de una elevada cantidad de matriz extracelular en la que están inmersas las células. Esos tejidos
son los responsabes del establecimiento y mantenimiento de la configuración corporal. Muchos de los tipos
celulares se van a originar a partir de células mesenquimáticas y otros a partir de la médula ósea y del tejido
linfoide.
El primer tejido conjuntivo que se forma durante e desarrollo embrionario es el mesénquima, que está
constituído por células mesenquimáticas (células indiferenciadas que muestran una morfología fusiforme y
que durante el desarrollo embrionario van a sintetizar la matriz extracelular). Aunque es el tejido conjuntivo
predominante en el embrión, en tejidos adultos se reduce el número de células mesenquimáticas y estas se
localizan en lugares específicos como el tejido adiposo, el tejido muscular y la médula, y se pasan a
denominar células madre mesenquimáticas.
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Al microscopio electrónico se observa que las fibras elásticas están constituídas por una masa central
proteica constituída por elastina que representa el 90% de la fibra y, rodeando a esa masa central proteica,
hay glucoproteínas fibrilares.
Atendiendo a la proporción y características de la matriz extracelular junto con los tipos celulares vamos a
diferenciar distintos tipos de tejido conjuntivo (=conectivo) que se agrupan en dos grupos: tejidos
conjuntivos propiamente dichos y tejidos conjuntivos especializados. (esquema)
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los primeros minutos se libera histamina, heparina y proteasas, y posteriormente se liberan distintas
citoquinas (=citocinas) y otras sustancias como las prostaglandinas.
Las células adiposas se forman a partir de células mesenquimáticas indiferenciadas. Pueden aparecer en el
tejido conjuntivo aisladas o formando grupos.
Otro tipo celular de tejido conjuntivo son los pericitos que se localizan alrededor de capilares y vénulas, por
lo que también se les llama células perivasculares o adventicias. Presentan un núcleo aplanado y curvo que
representará la curva del vaso. Cuando se preduce una lesión estos pericitos actúan como células
mesenquimáticas indiferenciadas y a partir de ellas se van a formar los vasos sanguíneos y otros tipos
celulares como los fibroblastos.
Otro tipo celular son las células plasmáticas que son células productoras y secretoras de anticuerpos que se
originan por diferenciación de los linfocitos B, los cuales se activan ante una respuesta inmunitaria. A
microscopio electrónico estas células son ovaladas, presentan un núcleo esférico con acúmulos muy densos
de heterocromatina y en su citoplasma además de mitocondria y aparato de Golgi, el orgánulo más
abundante son las cistenas de RER. Son muy abundantes en el tejido conjuntivo de la lámina propia del tubo
dijestivo y en el tejido linfoide; el número de células plasmáticas aumenta en un tejido cuando tiene lugar un
proceso inflamatorio.
Los tipos de células son los neutrófilos, los eosinófilos, los vasófilos, los linfocitos y los monocitos. Todos
ellos son células sanguíneas.
Segun la proporción de células y fibras hay distintos tipos de tejidos conjuntivos propiamente dichos. El
primero es el tejido conjuntivo laxo o areolar, que está constituido por una proporción equilibrada de
sustancia fundamental de fibras y de células aunque en general hay un predominio de las células. En este
tejido hay fibras de colágeno, fibras elásticas y, en menor abundancia, fibras reticulares. Se considera el
tejido conjuntivo más abundante y lo vamos a observar a nivel de la dermis superficial y alrededor de los
vasos sanguíneos.
El otro tipo de tejido conjuntivo es el tejido conjuntivo denso. En un tejido conjuntivo denso hay un
predominio de fibras de colágeno y elásticas frente a la sustancia fundamental y a las células. La función
principal es contrarrestar tensiones mecanicas y en base a la organización de las fibras y las células hay tres
tipos de tejidos conjuntivo denso:
• tejido conjuntivo denso regular, formado por una gran cantidad de fibras de colágeno que se
disponen formando haces paralelos unos a los otros; lo encontramos en estructuras que están
expuestas a grandes fuerzas de tracción como los tendones y los ligamentos.
• tejido conjuntivo denso irregular, también presenta una gran cantidad de fibras de colágeno que
forman haces pero en este caso están orientados en distintas direcciones; lo vemos en la dermis
profunda, el pericardio y en el periostio.
• tejido conjuntivo denso elástico, donde el elemento que predomina son las fibras elásticas que se
disponen en paralelo unas a las otras y que se agrupan formando haces y entre las fibras elásticas se
sitúan algunas fibras de colágeno; se localizan en órganos que están sujetos a presiones y fuertes
tensiones como la pared de grandes arterias, en las cuerdas vocales y en los ligamentos que unen las
vértebras entre sí.
Otro tipo es el tejido conjuntivo mucoso o gelatinoso. Es un tejido compuesto por muy pocas células y una
abundante matriz extracelular constituida por fibras de colágeno de tipo I (no hay ni fibras reticulares ni
fibras elásticas). El componente principal de la sustancia fundamental es el ácido hialurónico, que le da la
consistencia gelatinosa. En humanos es muy abundante durante el desarrollo embrionario y es el principal
componente del cordón umbilical, que se denomina gelatina de Wharton, también forman parte de las
crestas de las aves.
Otro es el tejido conjuntivo reticular, en el que el elemento que predomina son las fibras reticulares
formadas por colageno tipo III, también presentan células reticulares y puede haber otros tipos celulares
como células adiposas, linfocitos y macrófagos. Este tipo de tejido se considera un tipo de tejido conjuntivo
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laxo que actúa como un soporte estructural. Forma el estroma de órganos linfoides como el bazo, el timo y
los ganglios linfaticos y también se localiza en la médula ósea y en el hígado. (Estroma=tejido que dá soporte
estructral a todo el órgano, entramado estructural del órgano).
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Histofisiología del tejido adiposo blanco
Los adipocitos del tejido adiposo blanco son células grandes que pueden estar separadas por tejido conjun-
tivo y en el citoplasma lo característico es la presencia de una gran gota lipídica (no está delimitada por
membrana), de ahí que se denomine tejido adiposo blanco unilocular. Rodeando a la gota lipídica hai un ani-
llo citoplasmático donde se observan cisternas de retículo endoplasmático rugoso, aparato de Golgi y el nú-
cleo que está desplazado hacia la periferia de la célula.
Cuando se observa al microscopio óptico, como consecuencia del procesamiento del tejido, vemos las célu-
las vacías.
En los sitios donde el tejido adiposo blanco tiene una función amortiguadora, como pueden ser la planta de
los pies, la palma de las manos, o los glúteos; el tejido adiposo está constituido por lóbulos, donde cada ló-
bulo está delimitado por tejido conjuntivo. También se localiza abundantemente por debajo de la dermis,
donde forma la hipodermis, que junto con el tejido conjuntivo laxo forma el panículo adiposo.
Cuando se produce un ayuno prolongado, una actividad física intensa, o estamos expuestos a un frío ex-
tremo, los triglicéridos que están en el interior de los adipocitos son hidrolizados por la acción de la lipasa
del tejido adiposo, y los ácidos grasos y el glicerol que se obtiene pasa a la sangre, por lo que estamos ha-
blando de una lipolisis. El equilibrio entre la acumulación y la movilización de la grasa está influenciada por
factores nerviosos y hormonales. A nivel hormonal, la regulación más importante la ejerce la insulina que
estimula la lipogénesis e inhibe la lipolisis. Desde un punto de vista nervioso, la regulación está ejercida por
el sistema nervioso autónomo.
El tejido adiposo pardo tiene la capacidad de producir calor, que pasa al torrente sanguíneo y eleva la tem-
peratura corporal. Esto se debe a la gran cantidad de mitocondrias que poseen sus células, y que en la mem-
brana interna mitocondrial presentan una proteína que se denomina termogenina o proteína UCP1. Esta es
una proteína desacoplante de la respiración que se activa cuando desciende la temperatura corporal y hace
que la energía que se obtiene de la desfosforilación oxidativa no se convierta en ATP sino que se convierte
en calor. La función de la proteína UCP 1 está regulada por distintas regiones del sistema nervioso central,
además de estas funciones tanto el tejido adiposo blanco como el pardo cumplen una función endocrina.
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En el tejido adiposo blanco se ha visto que liberan unas sustancias que se denominan adipocinas o adipo-
quinas que están relacionadas con la regulación del metabolismo energético, lipídico y de carbohidratos,
también tiene un efecto a nivel vascular (algunas de ellas), y también con el sistema inmunitario ya que
algunas de ellas actúan como factores pro y antiinflamatorios.
El tejido adiposo pardo también sintetiza moléculas que son batoquinas. Estas tienen un efecto en el tejido
adiposo blanco y a nivel muscular, también actúan a nivel del metabolismo del hígado.
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Tema 9 (III): Tejido pigmentario
Tejido pigmentario. Tipos de células pigmentarias. Melanocitos
El tejido pigmentario es un tejido conjuntivo especializado en la coloración de los tejidos y órganos. Está
presente desde los insectos hasta los vertebrados y en algunas especies representa un medio de comunica-
ción entre individuos y también puede ser un recurso para protegerse de depredadores.
El color de los tejidos y órganos se puede ver a pigmentos exógenos que son incorporados por el organismo
o a pigmentos endógenos que son sintetizados por el propio organismo y en muchos casos el color del te-
jido depende tanto de pigmentos endógenos como exógenos.
Las células que sintetizan y/o almacenan pigmentos reciben el nombre de cromatóforos. En mamíferos y
aves estos cromatóforos son muy abundantes en la epidermis mientras que en peces, anfibios y reptiles
son abundantes en la dermis. Por lo general estos cromatóforos tienen una forma redondeada en cuyo in-
terior se observa una gran cantidad de gránulos de pigmento, que son producidos por el aparato de Golgi, y
tienen un citoesqueleto muy desarrollado, en concreto una gran cantidad de microtúbulos que se disponen
como los radios de una rueda y que son utilizados por los gránulos de pigmento para desplazarse por la cé-
lula.
Dependiendo del pigmento que contengan y de como refleje la luz incidente hay distintos tipos de cromató-
foros:
• melanóforos, que sintetizan y acumulan melanina
• xantóforos, que acumulan carotenoides y otros pigmentos
• eritróforos, que por lo general acumulan carotenoides
• cianóforos, que acumulan pigmentos azulados
• iridióforos, que acumulan estructuras cristalinas de purinas.
Los mamíferos y las aves presentan únicamente melanóforos; mientras que en peces, anfibios, reptiles y
algunos invertebrados como los cefalópodos presentas distintos tipos de cromatóforos.
Para cambiar esos colores una de las estrategias se basa en cambios en la distribución de los gránulos de pig-
mento en el interior del cromatóforo y se denominan cambios de color fisiológicos. Cuando los gránulos de
pigmento están dispersos por todo el citoplasma del cromatóforo observamos un color más intenso y por el
contrario cuando están concentrados en el centro de la célula observamos un color más claro.
Además, también se pueden producir cambios de color morfológicos que son debidos al aumento o reduc-
ción en la cantidad de pigmento, así como la permanencia o pérdida de cromatóforos. Los cambios de color
morfológicos siempre van precedidos de un cambio de color fisiológico, por lo que muchas veces el patrón
que observamos es una combinación de los dos.
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Marta Seco Conde
• Carotenoides (amarillo/anaranjado). En vesículas de carotenoides de xantóforos y eritróforos de rep-
tiles, peces y anfibios.
• Flavinas (amarillos).
• Nanocristales de purinas (guanina, adenina). En iridóforos de reptiles, anfibios y peces.
Dentro de un mismo cromatóforo puede haber más de un tipo de pigmento, por ejemplo, en los cromatófo-
ros dicromáticos.
Melanóforos o melanocitos: Melanocitos (en mamíferos) y melanóforos (en aves) aunque es lo mismo.
Los melanóforos se localizan en la epidermis de la piel de aves y mamíferos y en concreto en el estrato basal
de la epidermis donde sintetizan y acumulan melanina, que tiene una función fotoprotectora contra los efec-
tos del sol y lo que hace es dispersar y absorber radiaciones ultravioleta.
Morfológicamente los melanocitos son células redondeadas con abundantes prolongaciones citoplasmáti-
cas, ramificadas que se extienden entre los queratinocitos de la epidermis.
La síntesis de melanina se conoce con el nombre de melanogénesis y esta síntesis tiene lugar a partir de un
aminoácido que es la tirosina y se produce en el interior de un orgánulo que se llama melanosoma. El inte-
rior del melanosoma se localiza la enzima tirosinasa.
La enzima tirosinasa se localiza en el RER y de ahí pasa al Aparato de Golgi y desde ahí parten vesículas que
además de contener la enzima tirosinasa contiene proteínas en su interior, y esas proteínas van a actuar
como un andamio al cual se va a unir el pigmento.
Estas vesículas que parten del Aparato de Golgi que se consideran endosomas tempranos, se denominan
melanosomas tipo 1. Cuando ya hay una gran cantidad de proteínas acumuladas en el interior del melano-
soma se denominan melanosomas tipo 2. Cuando comienza la síntesis de melanina hablamos de melanoso-
mas tipo 3, en los que la melanina se va sintetizando y se va despositando sobre la matriz proteica del mela-
nosoma. Llega un momento en que se agota la enzima y se deja de sintetizar melanina, en este caso habla-
mos de melanosoma tipo 4 o gránulo de melanina. Este melanosoma de tipo 4 es el que es transferido a los
queranocitos de la piel.
El color de la piel humana se relaciona con el número, con el tamaño, con el tipo y con la distribución de los
gránulos de melanina, que varían en base a los patrones genéticos y al bronceado.
Una vez que se sintetizan los gránulos de melanina se desplazan por las prolongaciones del melanocito y una
vez que llegan al extremo de la prolongación se transfieren a los queratinocitos del estrato basal y espinoso
de la epidermis. Estos gránulos de melanina son rápidamente englobados por los queratinocitos que los in-
corporan a su citoplasma y este proceso se conoce con el nombre de secreción citocrina (se llama citocrina
porque además del gránulo de melanina también se fagocita una pequeña cantidad de citoplasma que rodea
al gránulo de melanina).
Una vez en el interior de queratinocito, se degrada el citoplasma que rodea al gránulo de melanina y el grá-
nulo se sitúa alrededor del núcleo, donde lo protege de las radiaciones utravioleta.
La eumelanina es el tipo de melanina más abundante en la piel y cabello, es la melanina que aumenta con el
bronceado y tiene un efecto fotoprotector.
Le feomelanina no tiene efecto fotoprotector y este tipo de melanina es la que es más abundante en los pe-
lirrojos.
En los melanocitos de la piel oscura hay un mayor número de melanosomas y una mayor síntesis de mela-
nina y, además, hay una mayor transferencia de melanina a los queratinocitos. El control de la pigmentación
es hormonal.
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Marta Seco Conde
Cuando se produce una ultraexposición a la luz ultravioleta los queratinocitos y los melanocitos secretan la
hormona estimulante de los melanocitos lo que provoca es que los melanocitos secreten una mayor canti-
dad de melanina provocando un aumento de la pigmentación.
Otras hormonas que estimulan los melanocitos son las hormonas que se producen durante el embarazo, lo
que provoca, por ejemplo, una mayor pigmentación de las areolas de las glándulas mamarias.
También se pueden producir mutaciones en el gen que codifica para la tirosinasa y por lo tanto no se va a
sintetizar melanina y produce un trastorno denominado albinismo. Otro trastorno relacionado con la síntesis
de melanina es el vitíligo, una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunitario del individuo debido
por ejemplo a estrés o a cambios hormonales produce anticuerpos que destruyen sus melanocitos y como
consecuencia aparecen áreas despigmentadas en la piel.
En las aves, el colorido tan variado que presentan sus plumas se debe a varios factores: relacionados con el
tamaño y la distribución de los gránulos de melanina, con pigmentos que puede sintetizar el ave (endóge-
nos) y a los que incorpora con la dieta (exógenos) y también con la microestructura de las plumas.
En reptiles, los cambios de coloración se deben a que en su dermis poseen capas superpuestas de distintos
tipos de iridiófodos, de tal forma que lo que hacen es reflejar la luz de manera distinta emitiendo luz de dis-
tintos colores y en algunos reptiles se observa una única capa de iridiófodos.
En anfibios, los cambios de coloración se deben a unas estructuras que están presentes en la dermis y que se
denominan unidades cromatofóbicas que están constituidas por distintos tipos de cromatóforos. En la parte
superior estarían los antóforos, en la parte media los iridiófobos y en la parte inferior melanóforos.
En el grupo de peces numerosas especies son utilizadas hoy en día para el estudio de los patrones de
coloración. En concreto una de las especies más estudiada es el pez cebra. El pez cebra muestra un patrón
rayado y los colores que nosotros visualizamos son consecuencia de filas de cromatóforos superpuestas. En
el caso del pez cebra hay variaciones en la forma, distribución y en la densidad de cromatóforos entre ambos
sexos y entre distintas regiones corporales.
Cromatóforos en invertebrados: en el caso de los cefalópodos en su dermis presentan distintos tipos de
cromatóforos, tienen leucóforos, células reflectantes o células reflectoras, también en alunas especies puede
haber iridióforos y además hay una estructura más compleja que se denomina órgano cromatóforo, y todos
ellos se localizan en la dermis.
Los órganos cromatóforos se consideran órganos neuromusculares y están compuestos por distintas partes:
por un lado constan de un saco que ocupa prácticamente todo el citoplasma del cromatofito y en el interior
de ese saco es donde están los gránulos de pigmento y alrededor del saco observamos un anillo
citoplasmático. Además está constituido por fibras vasculares que llegan al saco y por fibras nerviosas y,
acompañando a las fibras nerviosas, van unas células de soporte que son células gliales y rodeando a toda la
estructura están las células de la vaina o células envolventes.
Ante un estímulo visual las fibras nerviosas que inervan el órgano transmiten la señal a los músculos que
forman parte del órgano provocando su contracción y cuando se contraen los músculos radiales el saco se
expande, y por el contrario cuando los músculos están relajados el saco está retraído. Cuando el saco está
expandido también lo está el pigmento y esto provoca un oscurecimiento de la piel y cuando está retraído el
pigmento está más concentrado y esto hace que la piel se aclare.
El otro tipo de cromatóforos presentes en la dermis son los leucóforos, que se consideran un tipo de
iridióforos y rodeando tal superficie del leucóforo hay un orgánulo especial que se denomina leucosoma y
que contiene en su interior estructuras cristalinas que reflejan la luz generando distintas tonalidades.
El otro tipo de cromatoforo son las células reflectantes o células reflectoras. También se considera un tipo
de iridióforo. Externamete estas células reflectantes están cubiertas por unas estructuras cilíndricas que
contienen en su interior estructuras cristalinas y proteínas que se denominan proteínas reflectantes.
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Marta Seco Conde
En algunas especies también hay iridióforos, que son cromatóforos que contienen en su interior láminas o
placas cristalinas de guanina. El grosor de esas lámnas y la orientación son las que determinan la naturaleza
del color que vemos.
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Marta Seco Conde
Tema 10: Biología del cartílago
El tejido cartilaginoso de vertebrados. Células y matriz extracelular. Histogénesis del cartílago
El tejido cartilaginoso es un tejido conjuntivo especializado y que lleva a cabo una función de soporte. El
tejido cartilaginoso junto con el tejido cartilaginoso denso y el tejido óseo constituyen los tejidos
esqueléticos de mamíferos.
Es un tejido muy abundante durante el desarrollo embrionario y a lo largo del desarrollo del individuo la
mayor parte del cartílago es sustituida por tejido óseo quedando el cartílago restringido a algunas regiones.
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Marta Seco Conde
Tipos de cartílago:
-Los componentes de la matriz extracelular del cartílago hialino no se reparten de manera uniforme por
toda la matriz. Rodeando a las lagunas del cartílago hay una mayor cantidad de proteoglucanos sulfatados y
esta región se denomina matriz territorial y la cantidad de proteoglucanos sulfatados disminuye en las otras
regiones de la matriz que se localizan entre las lagunas, que se denomina matriz interterritorial.
El cartilago hialino está rodeado de pericondrio que está constituido por dos capas: una capa externa o capa
fibrosa, formada por tejido conjuntivo que contiene fibroblastos, abundantes vasos sanguíneos y numerosas
fibras de colágeno, y una capa interna o capa condrogénica, constituida por células indiferenciadas a partir
de las cuales se van a formar condroblastos que posteriormente se diferenciarán en condrocitos.
Notocorda
La notocorda en cordados invertebrados es esencial para la locomoción y persiste durante toda la vida del
animal. En vertebrados es una estructura transitoria que representa el esqueleto axial del organismo y que
está presente sólo durante el desarrollo embrionario y que posteriormente es sustituida por la columna
vertebral.
La notocorda por su estructura, función y por las carcaterísticas de algunas de sus células se considera un
cartílago primitivo.
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Marta Seco Conde
Rodeando a todos los huesos hay una envuelta de tejido conjuntivo que se denomina periostio, el cual
recubre externamente todo el hueso, excepto las superficies articulares y el lugar donde se insertan
ligamentos y tendones (en estas regiones lo que hay es cartílago articular). Este periostio tiene dos capas:
• Una capa externa o fibrosa: formada por tejido conjuntivo denso con numerosas fibras de colágeno
y fibras elásticas, y presenta numerosos vasos sanguíneos y nervios.
• Una capa interna o celular: un tejido conjuntivo laxo que, cuando se está formando el hueso está
formado por muchas células osteoprogenitoras y osteoblastos, y una vez que se detiene el
crecimiento la mayor parte de estas células se transforman en células de revestimiento óseo.
Algunas de esas fibras de colágeno atraviesan la capa externa y la capa interna y se fijan al tejido óseo. Estas
fibras de colágeno se llaman fibras perforantes.
En las cavidades del hueso compacto y del hueso esponjoso hay una delgada capa de tejido conjuntivo
constituida por células que tienen capacidad osteogénica, esta capa es la que se denomina endostio.
En el hueso compacto, la mayor parte de este hueso es hueso compacto de tipo osteónico o laminar
concéntrico. La unidad estructural y funcional del hueso compacto son las osteonas o sistemas de Havers.
Cada osteona está formada por láminas concéntricas de matriz ósea en donde hay unas lagunas en las cuales
se sitúan los osteocitos.
Las láminas concéntricas de matriz se organizan alrededor de un canal central que se denomina conducto de
Havers, por el cual circulan vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios. Además hay unos conductos que son
los canales de Volkmann, que son conductos transversales que comunican los conductos de Havers de
osteonas adyacentes. Por estos canales o conductos de Volkmann también circulan vasos sanguíneos, vasos
linfáticos y nervios.
Estas osteonas en el caso de los huesos largos forman cilindros paralelos al eje mayor del hueso que recorren
toda la longitud de la diáfisis. Por lo tanto en un corte transversal las osteonas se ven como anillos
concéntricos alrededor de un orificio central y entre las osteonas también se visualizan láminas óseas que
son restos de antiguas osteonas.
El hueso esponjoso está constituido por cavidades vasculares ocupadas por vasos sanguíneos que están
delimitadas por trabéculas óseas. El primer hueso que se forma es de tipo no laminar y posteriormente,
como consecuencia del remodelado, es sustituido por el hueso esponjoso de tipo laminar (pero en este
hueso no se reconocen verdaderas osteonas).
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Marta Seco Conde
Este proceso comienza a partir de células mesenquimáticas que en este caso se van a diferenciar a
condroblastos, que comienzan a secretar madriz cartilaginosa que va a estar rodeada de un pericondrio.
Posteriormente ese pericondrio se va a convertir en periostio y este proceso en el caso de un hueso largo
comienza en la diáfisis. Los condrocitos que están cercanos al periostio se atrofian y mueren por apoptosis y
los huecos dejados por los condrocitos son ocupados por vasos sanguíneos por donde circulan células
osteoprogenitoras. Estas células osteoprogenitoras se diferencias a osteoblastos que van a sintetizar matriz
ósea. De esta manera se establece el centro de osificación primario a nivel de la diáfisis.
Una vez que se produce el nacimiento en cada una de las epífisis se forma un centro de osificación
secundario en los cuales el cartílago sufre las mismas tranformaciones que la diáfisis. Como conseciencia al
proceso de osificación todo el cartílago epifisario es sustituido por hueso esponjoso en la porción central y
por hueso compacto externamente, pero permanece cartílago en dos regiones del hueso: en el cartílago
articular y entre el tejido óseo de la epífisis y de la diáfisis, donde queda una capa de cartílago que se
denomina placa epifisaria que va a ser la responsable del crecimiento en longitud del hueso. Esta placa
epifisaria está constituida por cuatro zonas:
- la primera es la zona de reserva o cartílago en reposo, constituida por condrocitos que se disponen
al azar que no se divide y que no sintetiza matriz
- por debajo está la zona de proliferación o de cartílago seriado, constituida por condrocitos que se
dividen y que se organizan formando columnas. Estos condrocitos van a empezar a sintetizar matriz
- por debajo está la zona de maduración o de cartílago hipertrófico, donde los condrocitos dejan de
dividirse y siguen sintetizando matriz
- por debajo está la zona de invasión vascular o zona de osificación, donde los condrocitos degeneran
y mueren por apoptosis y los huecos que dejan los condrocitos son ocupados por vasos sanguínos
por donde circulan células osteoprogenitoras que se van a diferenciar a osteoblastos y que van a
sintetizar y secretar matriz ósea sobre los tabiques de la matriz cartilaginosa.
La cantidad de nuevo cartílago que se produce en la zona de proliferación es igual a la cantidad de cartílago
que se transforma en hueso en la zona de osificación. Por lo tanto durante nuestro crecimiento el grosor de
la capa epifisiaria permanece constante y cuando el individuo ya deja de crecer, el cartílago deja de dividirse
y la placa epifisaria desaparece, de tal manera que se termina uniendo el tejido óseo de la diáfisis con el de
la epífisis.
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El proceso de remodelado tiene lugar durante toda la vida del individuo, pero a partir de los 30-40 años es
mayor la cantidad de hueso que se destruye del que se sintetiza; por lo tanto, con la edad vamos perdiendo
de manera gradual tejido óseo.
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Tema 12: Biología de la sangre
Sangre y linfa de mamíferos: composición y funciones
La sangre es un tejido conjuntivo especializado en el cual las células están inmersas en una matriz extracelu-
lar líquida que es el plasma sanguíneo. Este está relacionado funcionalmente con el transporte de oxígeno y
nutrientes y con el transporte de CO2 y sustancias de desecho, regula la temperatura corporal, es el medio
de transporte del sistema inmunitario y también es el medio de transporte por el que circulan hormonas y
vitaminas.
El otro fluido corporal que tenemos es la linfa, la cual podemos definir como líquido intersticial o intercelular
que hay en el tejido conjuntivo y que procede del exceso de líquido que sale de los capilares sanguíneos que
será recogido por los capilares linfáticos. Es un líquido pobre en proteínas y muy rico en lípidos. Funcional-
mente participa en la respuesta inmunitaria y en el transporte de grasas procedentes de la dieta.
Los vasos linfáticos son muy abundantes en el tejido conjuntivo de la piel y en el tejido conjuntivo de las dis-
tintas mucosas. No hay vasos linfáticos en el sistema nervioso central, en el oído interno ni en la médula
ósea.
En una muestra de sangre más del 50% corresponde al plasma sanguíneo y el resto son los tipos celulares de
la sangre, de los que más del 95% son glóbulos rojos o eritrocitos y el resto son glóbulos blancos.
En relación con la composición del plasma, más del 90% es agua y alrededor del 7% corresponde a proteínas
plasmáticas, dentro de estas las más abundantes son las albúminas seguidas de las globulinas entre las que
se incluyen las inmunoglobulinas o anticuerpos. Otra proteína plasmática muy abundante es el fibrinógeno
relacionado con la coagulación sanguínea. Además hay otras proteínas que se denominan proteínas regula-
doras entre las que se incluyen enzimas y hormonas. Un 1% del plasma sanguíneo estaría constituido por
distintos electrolitos, por distintos nutrientes orgánicos y por distintos nutrientes o sustancias de desecho.
Hematocrito. Tipos celulares sanguíneos de mamíferos: glóbulos rojos, glóbulos blancos (granuloci-
tos, linfocitos, monocitos) y plaquetas. Estructura y funciones
El tipo celular más abundante de la sangre son los glóbulos rojos o eritrocitos. El volumen que ocupan estos
glóbulos rojos en el volumen total de la sangre es lo que se denomina hematocrito que por lo general en
condiciones normales está alrededor del 45%. Los glóbulos rojos carecen de núcleo y orgánulos y tienen
forma de disco bicóncavo. La morfología de disco bicóncavo se debe a una red interna constituida por ele-
mentos del citoesqueleto, proteínas de unión y proteínas de membrana.
En la membrana de los eritrocitos están las glucoproteínas y glucolípidos responsables de los grupos sanguí-
neos.
Los granulocitos en su citoplasma tienen dos tipos de gránulos: gránulos azurófilos o primarios y gránulos
específicos o secundarios. Los gránulos azurófilos o primarios se corresponden con los lisosomas.
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Marta Seco Conde
Los agranulocitos solo tienen gránulos azurófilos o primarios, es decir no poseen gránulos específicos.
Los neutrófilos son los granulocitos más abundantes en la sangre y reciben este nombre porque sus gránulos
específicos no tienen afinidad ni por colorantes ácidos ni básicos. En humanos presentan un núcleo multilo-
bulado que puede tener hasta 5 lóbulos. En el caso de los neutrófilos de mujeres, la cromatina que corres-
ponde al cromosoma X forma un apéndice adicional unido al núcleo, y este apéndice se denomina cromo-
soma en palillo de tambor. En su citoplasma tienen gránulos azurófilos o primarios que contienen peroxida-
sas y proteasas, y gránulos secundarios o específicos que contienen proteínas con actividad antibacteriana.
Además en su citoplasma presenta mitocondrias, aparto de Golgi y RER.
Hay un tercer tipo de gránulos en los neutrófilos denominados gránulos terciarios que contienen gelatinasas
y enzimas como la catepsina.
Funcionalmente colaboran con los linfocitos en la respuesta inmunitaria: lo que hacen es fagocitar elimi-
nando bacterias o cualquier otro tipo de microorganismo. También tienen otro mecanismo de defensa que
son las trampas extracelulares de neutrófilos, redes constituidas por el ADN del neutrófilo y proteínas glo-
bulares y enzimáticas que estaban en el interior del neutrófilo.
Los eosinófilos tienen un núcleo bilobulado y sus gránulos específicos tienen afinidad por colorantes ácidos
como la eosina. Los gránulos específicos contienen en su parte central una estructura cristalina y rodeando a
la estructura cristalina se localizan distintas enzimas como fosfatasas y peroxidasas. Funcionalmente liberan
el contenido de sus gránulos en zonas donde tiene lugar una infección o una reacción alérgica y estas sustan-
cias lo que hacen es modelar o atenuar el efecto de otras sustancias liberadas por los basófilos o células ce-
badas.
Los basófilos son los menos abundantes en la sangre y presentan un núcleo bilobulado. Al igual que el resto
de granulocitos presenta RER, aparato de Golgi, mitocondrias y gránulos primarios y específicos. Se tiñen con
colorantes básicos (de ahí el nombre de basófilos). El contenido de sus gránulos específicos es similar al de
los gránulos de los mastocitos o células cebadas. En concreto tiene proteoglucanos como el condroitin sul-
fato, heparina, histamina y factores quimiotácticos. Sus gránulos específicos, al igual que los de las células
cebadas, son metacromáticos.
Funcionalmente los basófilos están relacionados con las células cebadas ya que en su membrana también
presentan receptores para las inmunoglobulinas E. Cuando la inmunoglobulina E se une al receptor el basó-
filo libera el contenido de sus gránulos.
Los linfocitos son los agranulocitos más abundantes y las principales células del sistema inmunitario. Presen-
tan un núcleo central redondeado, rodeado por un anillo citoplasmático donde hay RER, Aparato del Golgi,
mitocondrias y gránulos primarios o lisosomas.
Los linfocitos B se sintetizan en la medula ósea y los linfocitos T en el timo. Los linfocitos B están
relacionados con la inmunidad humoral que está relacionada con la síntesis de anticuerpos. Los linfocitos T
están implicados en la respuesta inmunitaria celular. A partir de los linfocitos B se forman las células
plasmáticas, que son las células que sintetizan alimentos.
Los monocitos tienen un núcleo con forma de herradura, forma de U, y en el citoplasma tienen cisternas de
RER, aparato de Golgi, mitocondrias y gránulos azurófilos o primarios. Funcionalmente están relacionados
con la defensa del organismo y, cuando se produce una infección o un daño en un tecido, se desplazan a
través de la sangre al lugar de infección o al lugar donde se ha producido el daño, y una vez que llegan se
diferencian a macrófagos, donde intervinen en la fagocitosis de los agentes infecciosos.
Las plaquetas no son células, sino que son fragmentos citoplasmáticos que carecen de núcleo en los
mamíferos. En ellas se diferencian dos regiones: una zona central que se tiñe fácilmente, que se denomina
cromómero o granulómero y, rodeando al cromómero, una zona periférica que no se tiñe tan fácilmente
que se denomina hialómero.
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En el cronómero o granulómero vamos a encontrar algunas mitocondrias, algunos gránulos de glucógeno y
otros tipos de gránulos:
- gránulos alfa, que contienen factores de crecimiento, proteínas de adhesión, proteínas relacionadas
con la coagulación sanguínea...
- gránulos delta, que contienen cationes, nucleótidos y fosfatos.
- gránulos gamma, que contienen enzimas similares a los que están presentes en los lisosomas, y
enzimas que degradarían proteínas, carbohidratos y fosfatos.
El hialómero no contiene gránulos y está constituido principalmente por filamentos de actina y
microtúbulos, y también puede haber algunas mitocondrias y algunas cisternas de REL.
En la membrana de la plaqueta, que está adyacente al hialómero, se observan invaginaciones hacia el
interior de la plaqueta que configuran un sistema de canales en donde se captan y se secretan sustancias.
Funcionalmente las plaquetas están implicadas en la detención de una hemorragia. Cuando se produce la
ruptura de un vaso sanguíneo las plaquetas se adhieren a esa región y emiten prolongaciones
citoplasmáticas se dice que las plaquetas están activadas. Estas plaquetas activadas liberan sustancias
vasoconstrictoras y sustancias que atraigan más plaquetas, formándose un tapón plaquetario que trata de
tapar la región lesionada del vaso sanguíneo.
Una vez formado ese tapón plaquetario, las plaquetas liberan la tromboplastina plaquetaria, y las células del
vaso sanguíneo liberan la tromboplastina tisular. Ambas promueven la transformación de la protrombina en
trombina, y la trombina cataliza la conversión del fibrinógeno en fibrina. La fibrina forma una red de
filamentos que se une al tapón plaquetario y a los eritrocitos, formando un coágulo que cierra la herida y de
esa manera se detiene la hemorragia. Una vez que se ha reparado la lesión en el vaso sanguíneo, el coágulo
es digerido por las enzimas que contienen las plaquetas.
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Tema 13: Biología del tejido muscular
Tejido muscular de vertebrados. Características generales y tipos.
El tejido muscular es el responsable de los movimientos corporales tanto del esqueleto como de los órganos.
Está constituido por células que se llaman fibras musculares, tejido conjuntivo, vasos sanguíneos y nervios.
Hay dos tipos: liso y estriado; y dentro del estriado hay cardíaco y esquelético.
Tejido muscular estriado esquelético. Fibras musculares estriadas esqueléticas. Diversidad funcional
y distribución de las fibras musculares esqueléticas. Inervación motora del músculo esquelético :
Unión neuromuscular. Inervación sensitiva: Huso neuromuscular. Histogénesis del tejido muscular
esquelético
El músculo esquelético es el más abundante y es el responsable del movimiento, ya que forma todos los
músculos del aparato locomotor. Es un músculo voluntario que está inervado por neuronas del sistema
nerviosos central.
Un músculo esquelético está formado por haces o fascículos musculares; cada haz o fasciculo muscular está
formado por fibras musculares; cada fibra contiene en su citoplasma o sarcoplasma filamentos de actina y
miosina que se organizan formando sarcómeras, que son la unidad estructural y funcional presente en el
interior de la fibra muscular. Las sarcómeras dentro de la fibra muscular se disponen unas a continuación de
las otras.
El músculo esquelético está rodeado por una capa de tejido conjuntivo denso que se denomina epimisio. De
esta capa parten tabiques de tejido conjuntivo hacia el interior del músculo que rodean a cada fascículo y
que forman el perimisio. El perimisio es continuo con una capa de fibras reticulares que rodea
individualmente a cada capa de fibra muscular y que se denomina endomisio.
Las fibras musculares esqueléticas morfológicamente son células largas y multinucleadas, y los núcleos se
disponen en la periferia de la fibra por debajo de la membrana plasmática o sarcolema. En el sarcoplasma
vamos a observar mitocondrias, aparato de Golgi, los filamentos de actina y miosina que se organizan
formando las sarcómeras y un REL muy desarrollado, que va a rodear a las sarcómeras. Este REL se
denomina retículo sarcoplásmico.
Estas fibras musculares esqueléticas son un sincitio que se forma durante el desarrollo por la fusión de
células musculares que se diferencian a partir de células mesenquimáticas.
El retículo sarcoplásmico forma un sistema tubular que rodea a las sarcómeras que están unidas unas a otras
longitudinalmente formando las miofibrillas. Entre las miofibrillas se observan numerosas mitocondrias.
El sarcolema, a nivel de la intersección entre las bandas A e I de las sarcómeras, forma invaginaciones hacia
el interior de la fibra que se llaman túbulos T. Cada túbulo T se asocia con dos cisternas de retículo
sarcoplásmico y ese conjunto se denomina triada. Funcionalmente estas triadas están relacionadas con la
contracción muscular.
Hay distintos tipos de fibras musculares esqueléticas que muestran distinto color y distinto diámetro. El color
natural de las fibras depende de la cantidad de mitocondrias, mioglobina y citocromos; en base a esto
tenemos fibras rojas y fibras blancas. Las fibras también se pueden clasificar en base a la velocidad de
contracción; en base a esto tenemos fibras rápidas, fibras lentas y fibras intermedias.
Las fibras musculares esqueléticas están inervadas por neuronas motoras presentes en el sistema nervioso
central. Cada neurona puede inervar una o varias zonas musculares. El conjunto de la neurona y las fibras
musculares que inerva se denomina unidad motora o neuromotora.
Cuando el axón de la neurona llega a la fibra muscular pierde la vaina de mielina y el axón se divide en varias
ramas, y cada una de ellas establece contacto con una fibra muscular. Esta zona de contacto es lo que se
denomina placa motora terminal o unión neuromuscular, y es una sinapsis química. Consta de un elemento
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presináptico, que es la porción terminal del axón, un elemento prosináptico que es la fibra muscular y entre
ambos hay un espacio que es la hendidura sináptica. (esto preguntárono no exame do ano pasado co esquema debuxado!!)
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Tema 14: Biología del tejido nervioso
Tejido nervioso de vertebrados. Características generales y tipos celulares.
El tejido nervioso de vertebrados consta de dos tipos celulares: las neuronas y las células de la glía. Es un
tejido que presenta una matriz extracelular escasa. Está especializado en recibir información del medio
externo e interno, en procesarla y en desencadenar una respuesta.
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Marta Seco Conde
- en base a la longitud del axón: neuronas de Golgi tipo I, que presentan un axón muy largo y
numerosas dendritas, como ejemplo están las neuronas de proyección o las neuronas piramidales de
la corteza; y neuronas de Golgi tipo II, que tienen numerosas dendritas y un axón más corto, como
ejemplo están las neuronas de asociación o interneuronas.
- en base al número de neurotransmisores que utilizan
- en base a su función
Sinapsis.
Las neuronas se comunican entre ellas y con células musculares y glandulares a través de la sinapsis: zona de
unión especializada a través de la cual se produce la transmisión del impulso nervioso. Se puede establecer
entre distintos dominios de las neuronas. Las más abundantes son las sinapsis axodendrocíticas.
Las sinapsis se pueden clasificar en base a las sustancias que median la transmisión del impulso nervioso. En
base a esto tenemos: sinapsis químicas, eléctricas y mixtas.
Sinapsis química: en una sinapsis química típica hay tres componentes: la membrana presináptica del
elemento presináptico, la membrana postsináptica del elemento postsináptico y entre ambas hay un
espacio que se denomina hendidura sináptica.
En el elemento presináptico vamos a encontrar numerosas mitocondrias y vesículas que contienen en su
interior neurotransmisores.
En la membrana postsináptica vamos a encontrar receptores postsinápticos. En la parte interna de la
membrana encontramos distintos elementos del citoesqueleto y distintas proteínas que al microscopio
electrónico se ven como una estructura electrón densa que se llama densidad postsináptica.
Hoy en día en algunas sinapsis del sistema nervioso central adyacente al elemento presináptico y
postsináptico hay prolongaciones de un tipo de células glía que son astrocitos. Esta estructura se denomina
sinapsis tripartita.
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Marta Seco Conde
Sinapsis eléctrica: en las sinapsis eléctricas la membrana del elemento pre y postsináptico establecen
contacto mediante las uniones GAP o uniones comunicantes, en este caso la transmisión del impulso está
mediada por el paso de iones. Estas sinapsis eléctricas son sinapsis bidireccionales (al contrario de las
químicas, que son unidireccionales).
En las sinapsis eléctricas hay continuidad entre los citoplasmas del elemento pre y postsináptico, al contrario
de lo que ocurre en las químicas. Estas sinapsis eléctricas son raras en mamíferos, pero sí están presentes en
numerosos invertebrados.
Sinapsis mixta: las sinapsis mixtas son una sinapsis química y una eléctrica en el mismo terminal.
OLIGODENDROCITOS: hay dos tipos: oligodendrocitos interfasciculares, que están entre la sustancia blanca
y elaborarán una vaina de mielina, y oligodendrocitos satélites o perineuronales, que están en la sustancia
grus adyacentes a las neuronas y que secretan sustancias que tienen un efecto en la funcionalidad y
supervivencia de las neuronas.
EPÉNDIMO: las células ependimarias o epéndimo forman una capa de células que separan el SNC del líquido
cefalorraquídeo en los ventrículos del encéfalo y en el canal central de la médula espinal. Estas células tienen
una organización epitelial y actúan como una barrera regulando el paso de sustancias entre el líquido
cefalorraquídeo y el sistema nervioso.
MICROGLÍA: células de pequeño tamaño que están diseminadas por todo el SNC y cuando se produce una
lesión del tejido nervioso adquieren capacidad para dividirse, aumentan de tamaño y adquieren capacidad
fagocitaria que permite eliminar restos celulares. Cuando adquieren esa capacidad fagocitaria se habla de
microglía activada ya que se consideran células que tienen una función de defensa y que hoy en día son
consideradas el sistema inmunitario del SNP.
En SNP:
CÉLULAS DE SCHWANN: pueden ser mielinizantes o no mielinizantes.
GLÍA GANGLIONAR Y TELOGLÍA: la glía ganglionar son las células de glía que se encuentran rodeando a las
neuronas de los ganglios del sistema nervioso autónomo. La teloglía es la glía de los órganos sensoriales.