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Edison Castañeda

Antonio Arias
Isis Jaramillo
Resúmen de la lectura “LO ARTISTICO Y LO ESTÉTICO”

Presentado a: Idea principal


Santiago Restrepo A lo largo del paso del tiempo, la relación entre el arte, la tecnología, el
sistema económico y el poder ha afectado la producción y valoración del
ESTETICA I arte y la estética; en este texto se argumenta el papel del arte en la
sociedad de consumo, señalando cómo algunas expresiones artísticas
Universidad de Antioquia
pueden reforzar la hegemonía capitalista al bloquear la interpretación y
Facultad de Artes
reducir al espectador a un mero consumidor; lamentando que La
investigación estética es cada vez más dirigida a que no se ocupe de
compromisos ideológicos y se aleje de lo político, lo urbanístico, lo
ambiental y del espectador, “ahorrando” molestias a los poderes
económicos y relegando, o casi que anulando la existencia de la relación
entre lo artístico y lo estético.

Palabras Claves Resumen


Arte, civilización, cultura, El texto inicia cuestionando si la muerte del arte ¿puede o no darse?, si ¿ya
técnica, tecnología, industrial, se ha producido? o ¿está por llegar?, se concluye fácilmente que muere,
porque ha entrado en contradicción con el sistema y la actual civilización.
estético, evolución, belleza, La complejidad de la producción de valores estéticos y cómo la sustitución
sistema, artesanal, producción, de un sistema artesanal por uno técnico e industrial, que no necesariamente
valorización, Idealización, moda, significa el fin de los valores estéticos. Aunque el sistema de producción
puede cambiar, los valores estéticos pueden seguir siendo importantes y
kitsch, producto, popular, existir en diferentes formas y contextos.
expresiones espectador,
consumidor, imagen, fotografía, Se considera el arte como un conjunto de medios para producir un efecto
determinado, entonces se pueden lograr otros efectos con otros medios y
hiperrealismo, arte-pop, procedimientos, sin necesidad de que sean negativos. Si en la actualidad
proyecto, objeto, styling cultural se pueden lograr objetivos estéticos con medios diferentes a los
económico, investigación, tradicionales del arte, no habría problema en hacer algunos ajustes
terminológicos y decidir si se sigue llamando artísticos o de otra manera. Se
político, ecológico, biológico, plantea la pregunta en cuanto a ¿qué pasa si la finalidad estética no se logra
poder, relación, científica y o si ya no podemos llamar estético a ese valor que venimos denominando
educativa. de esta manera? En general, la distinción entre lo estético y lo artístico no
es algo nuevo y que los medios y procedimientos para lograr objetivos
estéticos pueden evolucionar y cambiar con el tiempo.

La concepción clásica de la belleza artística como la revelación de una


belleza ordenada y universal que se selecciona de la naturaleza. Se
considera que la belleza natural es un don como cualidad y que la belleza
artificial o artística es su derivado, aunque no todo lo creado conserva la
impronta de esa gracia. Cuando la problemática del arte se confunde con lo
religioso, todo el trabajo del arte se confunde en dificultad sobrehumana,
fatiga y tormento. Las técnicas artísticas forman parte del sistema
tecnológico general, pero aspiran y realizan su finalidad ideal.

El sistema cultural en el que se desarrolla el arte influye en la conducta que


el creador le prescribe. En cuanto al trabajo, el arte no es menos penoso y
fatigoso que otros trabajos. La relación entre la belleza natural y la belleza
artística, la evolución de las técnicas artísticas y el papel del arte en el
sistema cultural.

La relación entre las técnicas artísticas y el sistema tecnológico general,


destacando que el arte es un proceso de valorización e idealización que
forma parte del sistema de producción económica artesanal. Sin embargo,
este sistema concluyó su ciclo histórico y fue superado por la tecnología
industrial gestionada en modos capitalistas. La crisis del arte y la separación
entre lo artístico y lo estético son cuestiones a considerar, ya que la moda y
los Kitsch (es un producto industrial que no puede considerarse arte
popular) son agentes del rápido cambio de los productos en la era industrial,
pero ha sido revalorizado con un sentido irónico por el pop art y el
hiperrealismo estadounidense. Duchamp presentó objetos no artísticos
como obras de arte, lo que destaca la condición histórica y la designación
del artista como la clave para considerar algo como arte. La relación entre
el arte, la tecnología y el sistema económico, así como la evolución del
concepto de arte y su relación con la moda y el kitsch en la era industrial

La situación artística del siglo XX procedente de las vanguardias históricas,


desemboca en dos vertientes que podemos denominar como “artística y
estética”, exponentes como Duchamp o Manzoni denotan en sus
expresiones objetuales un ejercicio disruptivo, en el que contraponen un
lenguaje artístico contraído que se independiza de la técnica, a una estética
considerada caducada e inadaptable al contexto actual.

Cuando evocamos el ejercicio en el que Duchamp expone un objeto de


producción industrial como lo es el famoso orinal, no lo hace con
pretensiones estéticas, pero si lo presenta elevándolo al estatus de “obra de
arte”, y es que aunque este objeto no fuera concebido con tal propósito, se
convierte en arte en el momento en el que el artista lo selecciona y expone;
si hiciéramos un juicio de valor del orinal, todos los orinales se elevarían al
estatus de objeto artístico, pero no, debemos enfocar nuestra atención en
la acción y el mensaje que esta desea comunicar.

Y es que el hecho de que el artista al tomar un objeto y ubicarlo sobre un


pedestal, no hace que el artista se convierta en un mago por tomar un objeto
no artístico y designarlo como arte, debemos entender que aunque
Duchamp tenga la capacidad técnica de producir arte que obedezca al
canon, se ve privado de la misma técnica por el contexto de crisis en el que
dichas técnicas no comulgan con la actualidad de los sistemas productivos,
lo cual lo lleva a buscar otras maneras de expresarse; el hecho de “tomar”
algo implica el nacimiento de una nueva técnica.

En la otra vertiente es radicalmente opuesta, no dudamos que exponentes


como Le Corbusier o Mies van der Rohe, tengan la capacidad de diseñar un
orinal como lo hicieron con otro tipo de objetos de uso cotidiano como sus
famosos mobiliarios, la diferencia radica en que ellos no participan de la
fabricación de los mismos, esta tarea recae sobre la industria, es así que la
importancia recae sobre el ejercicio de proyección, puesto que confían en
que la producción en serie garantizará la estandarización del objeto que
replica; las cualidades del objeto proyectado, sus valores estéticos y
artísticos, serán exactamente iguales que el prototipo original.

La antítesis entre estas dos vertientes es clara, para estos arquitectos el


valor estético radica en el ejercicio de proyectación, mientras que Duchamp
no proyecta, Duchamp actúa sobre una forma ya existente. Dicha tensión
desemboca en un proceso artístico que prescinde de lo estético abriendo
paso a expresiones posteriores como el arte pop y el hiperrealismo.

El arte pop se caracteriza por una regresión de la técnica a instancias pre-


artesanales, se aliena el ejercicio imaginativo mediante una hipertrofia de la
imagen y su materialización en cosas, rompe las relaciones espaciales y la
proporcionalidad, es así que objetivando sujeto se le degrada de su
condición de persona a la de número de serie.
En el ejercicio de contraponerse a la tradición artística europea, el mercado
estadounidense transita al hiperrealismo, el cual desciende del arte pop, si
bien reincorpora técnicas tradicionales, lo hace solo para demostrar que la
técnica por sí sola, no es capaz de producir valores; sirve como mucho para
reproducir meticulosamente imágenes producidas por herramientas
mecánicas como la fotografía.

Esta expresión empuja al usuario a aceptar pasivamente la realidad sin


problematizar sobre ella, la imagen, al ser tan precisa, no puede ser
interpretada lo cual pone en marcha un mecanismo de bloqueo
interpretativo que se puede interpretar como represivo, a lo cual como
mucho obtendrán reacciones puramente fisiológicas, las cuales serían
artificiales pues solo le permiten consumir la obra, reforzando la hegemonía
capitalista, en la cual en una sociedad de consumo, el consumidor es tan
solo una mercancía.

En el hiperrealismo, la realidad queda interceptado por la imagen de la


fotográfica, toda sensación es paralizada, y desviada de entrada, logra la
fijeza e inmutabilidad congelando el presente entre el pasado y el futuro, sin
tener posibilidad de fijar proyecto. Se aborda de manera extrema la
posibilidad que exista arte sin estética ó también denominada como arte
inútil que satisface una sociedad superflua ya que no se realiza en el objeto
sino en el proyecto, tornándose continua e infinita.

El Autor de éste texto reseña a Mukarovsky enfatizando en la no existencia


de objetos estéticos donde si no han sido denominados anteriormente como
no-estéticos, no logran ser estéticos y de ésta manera opera el diseño
industrial, convirtiendo cosas que pos si mismas no son estéticas como las
sillas, una lámpara entre otras, con esta intervención se determina que todo
el contexto artificial de existencia social sería estético y se disfrutaría solo a
través de la función y no como en el pasado, por el objeto o su posesión; ya
que dicho objeto se propone como forma virtual siendo el reflejo de un
proyecto de función. Los grandes organismos industriales planifican un
proyecto para consumo irracional determinado por impulsos inconscientes
incitado, eliminando la causa y efecto por medio de la publicidad de
productos industriales invalidando los medios de comunicación,
convirtiéndolos en canales informativos de masas. Esto ha llevado a
entender que anteriormente se hablaba de persuasión, lo cual generaba
desconfianza, hoy se habla de condicionamiento lo cual somete el juicio de
valor hasta anularlo prácticamente.

Anteriormente se planificaba un objeto, su función, su forma y se le daba su


máximo valor, hoy en día se programa cierta cantidad de productos para
consumo sin importar su calidad estética incorporando el styling (la nueva
denominación del Kitsch) que es un estímulo al consumo sin prolongar el
disfrute; todo esto basado en metodologías para lograr el disfrute para el
espectador del contexto y no del objeto. De éste modo, lo que anteriormente
se llamaba público, ahora es un protagonista de la actividad estética en un
entorno contaminado y manejado por un aparato económico-político que lo
único que busca es control y poder, por lo que la cantidad no tiene límites.
Se habla del problema ecológico, y como no viene siendo solo estético sino
se torna biológico, democrático y político, tornándose a una dimensión
urbanística y acondicionamiento a la estructura física definiéndose sin
conciencia y buscando espacios sin dimensión indefinida, dejando a la
deriva la construcción racional para convertirlo en consumo irracional del
medioambiente, volviéndolo proyectable y manipulable sin uso de límites.

La investigación estética es cada vez más dirigida que no se ocupe de


compromisos ideológicos y se aleje de lo político, “ahorrando” molestias a
aquellos que quieren hacer política solos, para aceptar las políticas que
otros hacen, donde se pretende delimitar a extrema precisión imponiendo la
desalentadora y estéril manualidad técnica, las fronteras de lo artístico y que
no logren cruzarse como en el vivo ejemplo del pop art y el hiperrealismo
estadounidense. Lo que se teme y se quiere evitar es el vínculo
deliberadamente roto entre lo artístico y lo estético, y que la inventiva política
no salga de los limites, para que no surjan análisis críticos de la situación, y
no se contraponga al poder. Por tanto, la protección del patrimonio cultural
y la función científica y educativa de los museos han sido limitas o
relegadas, prácticamente excluidas, pero no es difícil entender los motivos,
ya que es fácil definir que, sin objeto, la ideología se reduce a utopía y la
utopía no es peligrosa.

Referencias
Conferencia pronunciada en la Galleria Nazionale d´Arte
Moderna (Roma) el 3 de diceimbre de 1972

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